Un pequeño estudio preliminar publicado hoy por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis muestra una nueva y prometedora forma de prevenir la enfermedad de Alzheimer: dormir mejor.

Para el año 2050, se calcula que 13 millones de estadounidenses padecerán Alzheimer. La enfermedad empieza a afectar a la función cognitiva con la acumulación de placas amiloides en el cerebro. Los malos hábitos de sueño pueden aumentar esta acumulación de placa, pero es difícil evitar este aumento de proteínas porque la enfermedad interrumpe los ciclos de sueño. Y finalmente, una vez que hay suficiente placa, la proteína tau, que también se encuentra en el cerebro, ataca al cerebro provocando síntomas como pérdida de memoria y confusión.

Este pequeño estudio trató de romper el ciclo de falta de sueño y acumulación de proteínas ofreciendo a los participantes de entre 45 y 65 años un somnífero durante un estudio del sueño de dos noches. Estos individuos no presentaban ningún deterioro cognitivo. Este estudio sirvió como primer paso exploratorio, y en el futuro se necesitarán investigaciones más profundas.

Algunas personas recibieron 10 mg del somnífero suvorexant, otras 20 mg y otras un placebo. Los investigadores extrajeron y examinaron el líquido cefalorraquídeo cada dos horas durante 36 horas de los participantes para ver cómo cambiaban los niveles de placa y tau.

El equipo decidió administrar suvorexant en lugar de otros somníferos porque era «el primer antagonista dual de los receptores de orexina aprobado por la FDA», explica a MDLinx el autor del estudio, el doctor Brendan Lucey, profesor asociado de neurología y director del Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Washington.

Los resultados del estudio

Los resultados, aunque preliminares, fueron claros: los que recibieron la dosis de 20 mg del somnífero vieron descender sus niveles de amiloide entre un 10 y un 20 por ciento, y los de tau también cayeron hasta un 15 por ciento en comparación con los que recibieron un placebo. No hubo diferencias significativas en los niveles de proteína entre los individuos que recibieron 10 mg del somnífero y el grupo placebo.

«Este estudio es apasionante porque hemos demostrado que el suvorexant reduce de forma aguda la beta-amiloide y la tau fosforilada», afirma Lucey.

«Se necesitan estudios adicionales en los que los participantes reciban fármacos como suvorexant durante periodos de tiempo más largos. Dado que el suvorexant (y ahora otros antagonistas duales de los receptores de la orexina) ya está aprobado por la FDA, esperamos poder avanzar rápidamente con ensayos de fase III que prueben si esta clase de fármacos puede prevenir/retrasar la EA», prosigue.

 

Abril 23/2023 (MDLinx) – Tomado de Specialties & Diseases- Neurology https://www.mdlinx.com/article/an-exploratory-study-finds-sleeping-pills-may-help-ward-off-the-development-of-alzheimers/4ni8dyJ7R0prCg8Og1XDWf Copyright 2023 M3 USA Corporation. 

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

 

En los últimos años se han producido avances notables en la capacidad para analizar e interpretar el genoma humano. No es de extrañar por lo tanto, que la realización de pruebas genéticas se haya estandarizado como estrategia diagnóstica para diferentes tipos de enfermedades.

Una consecuencia de conocer cada vez mejor el genoma humano es que puede ocurrir que se solicite una prueba genética con un objetivo clínico y se obtengan resultados con posible impacto fuera de ese objetivo. Por ejemplo, puede suceder que durante una evaluación diagnóstica se identifique en el paciente la presencia de una variante genética de riesgo para una enfermedad cardiovascular, para la que el paciente no muestra ningún síntoma. Este tipo de resultados secundarios plantea un nuevo escenario para los profesionales sanitarios, en el que deben evaluar las variantes genéticas identificadas y su posible papel en el contexto clínico de sus pacientes.

Con el objetivo de guiar a los profesionales clínicos en cómo incorporar los resultados secundarios relacionados con enfermedades cardiovasculares hereditarias en la evaluación y cuidado de sus pacientes, la Asociación Americana del Corazón ha publicado un artículo con recomendaciones y pautas para interpretar las variantes relacionadas con este tipo de enfermedades. El trabajo se ha publicado en Circulation: Genomic and Precision Medicine.

Resultados secundarios en enfermedades cardiacas hereditarias

El artículo está enfocado específicamente en la identificación de variantes genéticas en genes relacionados con enfermedades cardiacas hereditarias como canalopatías, cardiomiopatías, enfermedad torácica aórtica, dislipidemias y enfermedad cardiaca congénita.

En el artículo, los investigadores incluyen una lista de los genes relacionados con enfermedades cardiovasculares considerados por el Colegio Americano de Genética Médica como genes accionables (genes cuya alteración puede tener un impacto importante importante para la salud y para los que existen estrategias terapéuticas para prevenir o reducir su efecto dañino.). La identificación de variantes secundarias en estos genes puede tener relevancia clínica para los pacientes por lo que habría que considerar su evaluación.

“La lista de variantes incidentales relacionadas con la enfermedad cardiovascular continúa evolucionando”, ha destacado Landstrom, profesor de Pediatría y Biología Celular en la Universidad Duke y presidente del comité que ha redactado el informe. “Este documento proporciona una base de cuidado que podría ayudar a las personas con una variante genética relacionada con enfermedad cardiovascular y a sus profesionales de la salud a dar el siguiente paso en la determinación del riesgo individual y familiar que la variante puede o no tener”.

Puntos clave para interpretar las variantes incidentales 

El informe, primero en ofrecer recomendaciones específicas sobre las variantes genéticas secundarias en el ámbito de las enfermedades cardiovasculares hereditarias, destaca los siguientes puntos en la interpretación de variantes:

Únicamente deberían comunicarse variantes incidentales asociadas con enfermedades cardiovasculares (de riesgo de patogenicidad o de bajo riesgo de patogenicidad) al paciente que ha aceptado conocer estos resultados antes de que la prueba genética se haya realizado.

La interpretación inicial de una variante como asociada a enfermedades cardiovasculares no siempre es precisa y puede cambiar a lo largo del tiempo.

Debería establecerse una pauta de trabajo para la interpretación de variantes incidentales en genes relacionados con enfermedades cardiovasculares que incluya: una evaluación exhaustiva específica de la enfermedad en cuestión para el paciente y una reevaluación de la asociación con la variante o el gen con la enfermedad cardiovascular en cuestión para llegar a la determinación de un riesgo de la variante a estar asociada al desarrollo de la enfermedad cardiovascular.

Esta pauta de trabajo de evaluación del riesgo de variantes determina el manejo clínico apropiado y el seguimiento del paciente y su familia.

La pauta de trabajo para la interpretación de variantes incidentales en genes relacionados con enfermedades cardiovasculares debería realizarse en un centro especializado en enfermedades cardiovasculares a través de una aproximación basada en equipos multidisciplinares.

En todo este proceso, los autores destacan la importancia de trabajar en equipos multidisciplinares que puedan “optimizar la evaluación del paciente y proporcionar apoyo continuo tanto para el paciente como para el seguimiento genético” en un entorno que evoluciona de forma tan rápida como la genética cardiovascular.

Fuente: What to do when a genetic test result signals possible heart risk. https://www.heart.org/en/news/2023/03/27/what-to-do-when-a-genetic-test-result-signals-possible-heart-risk

Abril 23/2023 (Genotipia) – Tomado de Genética Médica News https://genotipia.com/genetica_medica_news/prueba-genetica-enfermedad-cardiaca/ Copyright 2023 Genotipia.

Raúl Orozco Irles, enfermero en CSI Gerona (Alicante) ha demostrado la bondad de las curas que, además de antisépticos, se realizan con vendajes compresivos, evitando así que se produzca edema en la pierna. A la larga, es un abordaje más efectivo y reduce costes, ya que los pacientes tienen que ir con menos frecuencia a curarse y la tasa de cicatrización es mayor.

Según explica el enfermero, un porcentaje muy alto de las úlceras de difícil cicatrización que nos encontramos en la práctica diaria se localizan en miembros inferiores y son en su mayoría de etiología venosa. Sobre el aspecto clínico hay bastante evidencia, existiendo consenso respecto a la indicación de la terapia compresiva, «aunque paradójicamente, por un fenómeno multifactorial relacionado con los pacientes, los profesionales y el propio sistema de salud, esta vía terapéutica es infrautilizada».

Junto a mis compañeras, añade, «nos cuestionamos cuál era el coste de oportunidad implícito a la decisión de tratar las úlceras venosas sin incluir la terapia compresiva». Para ello, se centraron en el caso concreto de un varón con obesidad grado II, insuficiencia venosa y cardíaca, que presentaba una úlcera venosa que había sido tratada durante el año previo mediante cura en ambiente húmedo sin obtener evolución. Tras recibir tratamiento compresivo con un sistema de vendaje multicomponente, «logramos cerrar en cuatro semanas».

Además, analizando los datos de registro de la historia electrónica para cuantificar los costes asociados a ese período de tratamiento para contrastarlos con los datos en el de bajo compresión, «los resultados fueron muy esclarecedores a favor de la aplicación de la terapia compresiva, tanto por su mejoría en la tasa de cicatrización y la calidad de vida del paciente, como en el ahorro económico que supone su aplicación».

En concreto, el tratamiento con terapia compresiva consiguió la cicatrización total en 4 semanas, invirtiendo el 12,16% de materiales y el 5,66% de tiempo de enfermería en relación a los costes asociados al año de tratamiento previo.

A partir de este trabajo, apunta Orozco, «me gustaría seguir ahondando en los costes derivados de la úlcera venosa y ampliar el estudio a una muestra más significativa», destacando que las úlceras crónicas «cada vez son más prevalentes, suponen aproximadamente un 5% del gasto sanitario y, derivado del envejecimiento de la población, es una situación susceptible de agravarse». Por todo ello, es vital trabajar en favor del uso racional y eficiente de los recursos para garantizar la sostenibilidad del sistema.

 

Abril 23/2023 (Diario Médico) – Tomado de Enfermería – Investigación enfermera https://www.diariomedico.com/enfermeria/vendajes-compresivos-para-mejorar-resultados-y-reducir-costes.html Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

El aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en los últimos años ya tiene una consecuencia clara: su extensión a grupos vulnerables, en este caso a los recién nacidos. La tremenda escalada que están viviendo se ha convertido en un fenómeno que alcanza similares dimensiones en toda Europa y EEUU.

«El crecimiento de las cifras de sífilis congénita [en EEUU] refleja la realidad de la epidemia de sífilis del país y la tendencia creciente de las infecciones entre las mujeres y sus parejas sexuales», apuntaba Robert McDonald, de la División de Prevención de ITS, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta, EEUU en un artículo que publicaba hace un año The Lancet Microbe. «De 2015 a 2019, las tasas de sífilis primaria y secundaria aumentaron más del 170% en mujeres en edad reproductiva». Sin embargo, dos décadas antes este escenario era completamente diferente, ya que EEUU se preparaba para erradicar de forma definitiva la sífilis.

Al otro lado del Atlántico, el escenario es similar. En 2019, se notificaron 72 casos confirmados de sífilis congénita en 13 países de la UE, según los últimos registros del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Este es el segundo año consecutivo en una década en que aumenta el número de casos notificados (66 en 2018).

En España, las ITS han aumentado 158,93% en las mujeres y 113,83% en los hombres entre los años 2016 y 2019, según los datos más actualizados del Instituto de Salud Carlos III. En 2021 se notificaron 6.613 casos de sífilis y su tasa de incidencia por 100.000 habitantes se ha duplicado en los últimos 10 años, hasta los 13,97.

En Europa, la tendencia es similar y, en EEUU, los CDC en su último informe advierten de que los casos de sífilis se dispararon en 2021, especialmente entre las mujeres y un preocupante aumento de los casos de sífilis congénita en bebés, que puede ser mortal.

Según los últimos datos que registra el informe de febrero de Renave, que realiza el Instituto Carlos III, en el año 2021 se notificaron cinco casos confirmados de sífilis congénita precoz (menor de dos años de edad). Los casos correspondieron a tres niños y dos niñas, todos ellos se diagnosticaron antes del primer mes de vida, excepto una de las niñas que se diagnosticó con 10 meses. La tasa de incidencia de casos confirmados en 2021 es de 1,48, la quinta más alta desde el año 2000.

La sífilis congénita llega al recién nacido a través de la transmisión de la bacteria Treponema pallidum desde la madre al hijo. La probabilidad de transmisión vertical está directamente relacionada con el estadio de la sífilis materna durante el embarazo y/o el trimestre de la gestación en el que la madre adquirió la infección.

«Una infección durante la gestación supone un riesgo para para el feto si hay transmisión. Hemos visto un incremento en los casos en los últimos diez años, si se tiene en cuenta que hasta hace unos años era considerada excepcional, porque se había producido un descenso progresivo». Pero ahora «estamos evidenciando un incremento en España», manifiesta Aguilera.

Las mujeres de entre 25 y 34 años registran los índices más altos de sífilis. Esta cuestión se avala por razones biológicas y conductuales. Por un lado, se encuentra relacionado por el momento de experimentación en el que se encuentran las jóvenes con más parejas sexuales que las mujeres de más avanzada edad, explican desde Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego). Por otro lado, la biológica, la flora vaginal de la mujer se encuentra cambiante a esas edades, además, la zona de la metaplasia en el cuello uterino en las mujeres jóvenes es más grande siendo un lugar perfecto para que las bacterias y los virus se acantonen.

La bacteria puede permanecer latente en la mujer y dar la cara en el momento de los análisis rutinarios de la gestante. «A veces, puede pasar desapercibida durante el embarazo y dar la cara en el bebé recién nacido», detalla Aguilera. Esto ocurre porque la infección pasa por varias fases, en una de ellas quedan latente y sin tratamiento ni medidas profilácticas puede desembocar en complicaciones graves y nuevos contagios.

Existe una sífilis primaria que se caracteriza por la aparición de una úlcera en el lugar de la infección (chancro sifilítico) a las dos o tres semanas tras la exposición. Tras esto suele desarrollarse una erupción que suele afectar al tronco y a las palmas de las manos y plantas de los pies, conocida como sífilis secundaria).

Después de la exposición de síntomas se llega a la fase silenciosa, en la que se produce un periodo caracterizado por ausencia de signos de enfermedad, denominada sífilis latente. Aquí, puede coincidir con el momento de la gestación. Sin tratamiento la enfermedad avanza y muchos años después de la adquisición puede aparecer afectación de múltiples órganos, incluyendo daños severos vasculares y en el sistema nervioso, lo que se conoce como sífilis terciaria.

Síntomas de la sífilis congénita en el bebé

Hay dos escenarios por los que se llega al diagnóstico en el bebé. «El más frecuente es una detección durante el embarazo de sífilis en diferentes estadios, de tal forma que establecemos el riesgo de transmisión», explica el también médico adjunto de pediatría de infecciosas del Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid). «También puede ser por una serie de signos que presente el bebé en las primeras semanas de vida», añade.

El cuadro clínico en el recién nacido es variable y pueden no presentarse síntomas al nacer o manifestarse como rinitis, lesiones mucocutáneas, alteraciones óseas, hepatoesplenomegalia acompañada de ictericia y anemia en los dos primeros años de vida. A partir de esa edad puede existir afectación ocular, sordera y afectación ósea entre otras manifestaciones. Puede convertirse en causa de aborto, muerte neonatal o muerte del lactante debida a parto prematuro o a enfermedad sistémica.

Aguilera subraya la importancia de la detección a tiempo «porque la afectación puede ser grave, pudiendo afectar a nivel neurológico, hematológico… Se puede poner en peligro la vida del feto incluso antes de nacer».

«Hay que vigilar la evolución hasta el momento del parto y establecer el riesgo de transmisión de la infección y se comprueba en el momento del parto», explica Aguilera. Sea en la gestante o en el bebé, el abordaje terapéutico es a través de penicilina «a diferentes dosis y duración».

Abril 23/2023 (Diario Médico) – Tomado de Microbiología y Enfermedades Infecciosas – Aumento de las ITS https://www.diariomedico.com/medicina/enfermedades-infecciosas/preocupacion-entre-los-expertos-por-el-incremento-de-casos-de-sifilis-congenita.html Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

Investigadores de la Universidad de Pittsburgh han identificado un tipo de célula inmunitaria que provoca el fracaso crónico del trasplante de riñón en un modelo de ratón y han descubierto vías que podrían utilizarse terapéuticamente para mejorar los resultados de los pacientes. Los resultados se publican en un nuevo artículo de Science Immunology.

«En los trasplantes de órganos sólidos, como los renales, los resultados a un año son excelentes porque disponemos de fármacos inmunosupresores que controlan el problema del rechazo agudo», explica el Dr. Fadi Lakkis, coautor principal del estudio, catedrático de Cirugía, profesor de Inmunología y Medicina y director científico del Instituto de Trasplantes Thomas E. Starzl de Pitt y la UPM.

«Pero con el tiempo, estos órganos suelen empezar a fallar debido a una forma más lenta de rechazo denominada rechazo crónico, y los medicamentos actuales no parecen ayudar. Comprender este problema fue la motivación de nuestro estudio»

Anteriormente, Lakkis y sus colegas habían demostrado que un tipo de células inmunitarias llamadas células T de memoria residentes en el tejido impulsan el rechazo crónico. Como todas las células T de memoria, estas versiones residentes «recuerdan» amenazas anteriores al reconocer rasgos identificativos específicos denominados antígenos. Pero a diferencia de la mayoría de las células T de memoria, que circulan por el torrente sanguíneo, las células T de memoria residentes en los tejidos viven en el interior de los órganos.

En el nuevo estudio, el primer autor, el doctor Roger Tieu, estudiante del Programa de Formación de Científicos Médicos de Pitt, descubrió dos factores que mantienen las células T de memoria residentes en los injertos renales a lo largo del tiempo. El primero es el antígeno en sí: las moléculas que las células T utilizan para reconocer el injerto del donante como extraño. Dado que las células T residentes viven dentro del injerto renal, están constantemente expuestas a dichos antígenos. El segundo factor es una citocina, o proteína de señalización inflamatoria, denominada IL-15.

También es clave en este proceso otro tipo de células inmunitarias denominadas células dendríticas, que captan tanto el antígeno como la IL-15 y los presentan a los receptores de las células T de memoria residentes.

«Las células dendríticas son como el director de la orquesta», explica Lakkis. «Son fundamentales para activar muchos tipos de células inmunitarias y coordinar las respuestas inmunitarias».

Cuando los investigadores agotaron las células dendríticas o bloquearon su capacidad de presentar antígeno o IL-15, observaron un descenso en la cantidad y funcionalidad de las células T de memoria residentes.

«El antígeno y la IL-15 son necesarios para el mantenimiento de las células T», afirma el coautor Martin Oberbarnscheidt, doctor y profesor adjunto de cirugía en Pitt. «Si se elimina cualquiera de ellas, el número de células de memoria residentes disminuye. En un paciente trasplantado, no es factible eliminar el antígeno porque se encuentra en todo el órgano del donante, pero dirigirse a la IL-15 es clínicamente traducible.»

De hecho, cuando los investigadores bloquearon la señalización de la IL-15 con un anticuerpo que impedía la unión de la IL-15 a su receptor en las células T, comprobaron que la supervivencia del injerto se prolongaba enormemente en los receptores renales de ratones.

Los investigadores confían en que los hallazgos puedan sentar las bases de ensayos clínicos para probar el anticuerpo en pacientes trasplantados con el fin de minimizar el rechazo crónico. El bloqueo de la señalización de la IL-15 podría permitir una selección más precisa de las células T de memoria residentes en el injerto, minimizando al mismo tiempo la inmunosupresión global de otras células T de todo el organismo que son importantes para la inmunidad frente a las infecciones.

«En mi formación en la Facultad de Medicina, he tenido el privilegio de trabajar con pacientes trasplantados», ha declarado Tieu. «Me entusiasma que nuestro trabajo tenga el potencial de trasladarse del laboratorio a la clínica, con el objetivo de mitigar el rechazo crónico y elevar la calidad de vida de nuestros pacientes».

Abril 22/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Diabetes https://medicalxpress.com/news/2023-04-approach-chronic-transplant.html Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

Científicos del Instituto de Medicina Regenerativa Wake Forest (WFIRM) han creado una prometedora terapia celular inyectable para tratar la artrosis que reduce la inflamación y regenera el cartílago articular.

Recientemente identificada por la Food and Drug Administration como una crisis de salud pública, la artrosis afecta a más de 520 millones de personas en todo el mundo que sufren dolor e inflamación. La artrosis suele estar inducida por una tensión mecánica o traumática en la articulación, que da lugar a un cartílago dañado que no puede repararse de forma natural.

«Sin una mejor comprensión de lo que impulsa el inicio y la progresión de la osteoartritis, el tratamiento eficaz ha sido limitado», dijo la autora principal Johanna Bolander de WFIRM. «Inicialmente, estudiamos lo que va mal en las articulaciones osteoartríticas, comparamos estos procesos con entornos funcionales y utilizamos esta información para desarrollar un tratamiento celular inmunoterápico».

La artrosis es una enfermedad del sistema articular. La articulación incluye una membrana sinovial, un tejido conectivo que recubre la superficie interna de la articulación. La membrana protege la articulación y segrega un líquido lubricante lleno de elementos celulares necesarios para mantener un entorno sano y proporcionar un movimiento sin fricción.

En las articulaciones sanas, cuando se produce una lesión, el cuerpo recluta un ejército de células inflamatorias y las envía al lugar de la lesión para contribuir a la limpieza de los tejidos dañados. En la articulación artrósica, sin embargo, una lesión traumática provoca la inflamación de la membrana sinovial y daños en el cartílago.

«Con el tiempo, la inflamación empeora, lo que conduce a la degradación del cartílago que recubre los huesos de la articulación y a la inflamación crónica de los tejidos circundantes. Para los pacientes, esto causa dolor intenso, hinchazón y a menudo limita las actividades diarias», dijo el coautor Gary Poehling, MD, cirujano ortopédico en Atrium Health Wake Forest Baptist.

Para este estudio, publicado en Science Advances, la revista de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, el equipo de investigadores se propuso investigar qué ocurre en el entorno de la articulación osteoartrítica que impide que se produzca el proceso de curación.

«Evaluamos si la población celular presente en el entorno del líquido articular carecía de capacidad para contribuir a la reparación funcional del tejido, o si hay algo en el entorno que merma su capacidad para hacerlo», explica el doctor Gustavo Moviglia, investigador del WFIRM.

El equipo aisló células del líquido articular de pacientes con osteoartritis, las separó del líquido y las investigó solas, pero también en presencia del líquido autólogo. Separadas del fluido, vieron que las células tenían la capacidad de someterse a los procesos necesarios para la reparación funcional del tejido. Cuando volvieron a añadir un pequeño porcentaje del líquido al ensayo de cultivo celular, las capacidades de las células se vieron mermadas -no pudieron realizar su trabajo-, lo que sugiere que el entorno osteoartrítico específico las detiene.

A partir de estos resultados y de lo que se sabe sobre la reparación funcional de los tejidos, se diseñó una terapia celular capaz de superar el entorno inflamatorio y, además, regenerar el cartílago.

«Las células inmunitarias activadas por el cartílago que atacan la inflamación, combinadas con células progenitoras, ayudan a la regeneración tisular», explica el Dr. Anthony Atala, autor principal y director del WFIRM. «Es realmente una comunicación dinámica entre estas dos poblaciones celulares que son cruciales para la eficacia del tratamiento».

La combinación de células permite tratar simultáneamente varios de los aspectos implicados en la artrosis: inflamación sinovial, degradación del cartílago, esclerosis del hueso subcondral e inervación de las neuronas sensoriales del dolor.

La terapia se ensayó en un modelo preclínico y se comprobó que tenía capacidad para revertir el daño del cartílago en la membrana sinovial y disminuir también la inflamación. Para evaluar la eficacia clínica, se realizó un estudio de uso compasivo en nueve pacientes con osteoartritis confirmada que recibieron una o dos inyecciones cada uno. La eficacia se evaluó mediante la puntuación del dolor y la vida funcional, resonancias magnéticas antes y después del tratamiento y se obtuvo una biopsia de un paciente.

Una vez tratados, los pacientes experimentaron una mejora de su calidad de vida, de su capacidad para participar en actividades recreativas y una reducción del dolor. Además, los estudios de resonancia magnética confirmaron la regeneración del cartílago. Se requieren estudios clínicos adicionales para evaluar los resultados en una población de pacientes más amplia, así como para evaluar las posibles diferencias en pacientes de subgrupos específicos.

 

Abril 22/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Arthritis & Rheumatism https://medicalxpress.com/news/2023-04-cell-therapy-osteoarthritis.html Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

  • Noticias por fecha

    abril 2024
    L M X J V S D
    « mar    
    1234567
    891011121314
    15161718192021
    22232425262728
    2930  
  • Noticias anteriores a 2010

    Noticias anteriores a enero de 2010

  • Suscripción AL Día

  • Categorias

    open all | close all
  • Palabras Clave

  • Administración