oct
11
Comer sano y evitar los productos ultraprocesados y con un nivel calórico alto, como pizzas o patatas fritas, favorece la salud mental de los adolescentes y potencia sus habilidades neuropsicológicas, según un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y el Instituto de Salud Global de Barcelona.
Concretamente, seguir una dieta saludable mejora las habilidades sociales y personales para poder interactuar y comunicarse de forma sana con otras personas, así como la gestión e identificación de las propias emociones.
El estudio también ha constatado que «una alimentación rica en avellanas, nueces y almendras favorece el autocontrol y permite, en el caso de los adolescentes, mantener a raya la impulsividad», explica Nicolás Ayala, uno de lo investigadores de este trabajo.
«Una dieta que no sea sana hace que nuestro organismo no tenga los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento cognitivo. Los adolescentes que comen habitualmente frutos secos están abasteciendo al organismo de ácidos grasos, que juegan un papel esencial para un buen funcionamiento cognitivo», asegura Jordi Júlvez, otro de los investigadores de este estudio.
Para llevar a cabo esta investigación, analizaron los patrones alimentarios de más de 600 adolescentes, con una media de edad de 14 años, de la provincia de Barcelona.
09 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
25
Especialistas de la Universidad de Granada, el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (IBS Granada) y el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) han presentado un estudio que analiza la relación entre la fuerza muscular y la salud mental en adultos mayores cognitivamente sanos.
El trabajo incluye noventa adultos mayores (el 57 % mujeres) y ofrece nuevas perspectivas sobre cómo la condición física puede influir en el bienestar psicológico de las personas mayores, ha informado este martes el Ibima en un comunicado.
El estudio, publicado en la revista International Journal of Clinical and Health Psychology, se centró en evaluar la fuerza muscular a través de varias pruebas, como la fuerza de agarre manual, sentadillas y ejercicios de extensión de codo y rodilla, así como mediante indicadores percibidos como la Escala Internacional de Aptitud Física (IFIS).
Además, se evaluaron diversos aspectos de la salud mental, incluyendo la ansiedad, la depresión, el estrés, la soledad, la satisfacción con la vida, la autoestima y el bienestar emocional.
Una de las investigadoras, María Rodríguez, ha señalado que los resultados «indican que existe una asociación significativa entre la fuerza de agarre y la autoestima, así como entre la fuerza percibida y los síntomas depresivos».
Además, ha incidido en que «los hallazgos en este estudio subrayan la importancia de mantener una buena fuerza muscular no solo para la salud física, sino también para el bienestar mental en la tercera edad».
Otro investigador, Darío Bellón, ha recordado la relevancia de estos resultados para la práctica clínica, ya que «la identificación de la fuerza muscular como un factor modificable puede abrir nuevas vías para la intervención y prevención de problemas de salud mental en adultos mayores, reforzando la necesidad de promover programas de ejercicio físico adaptados a esta población».
Este estudio forma parte del ensayo aleatorizado controlado AGUEDA (Active Gains in brain Using Exercise During Aging).
AGUEDA ha desarrollado una intervención de fuerza muscular de seis meses de duración para examinar si las mejoras en fuerza muscular tras el programa de ejercicio producen mejoras en la salud mental y cognitiva en adultos mayores, e identificar los mecanismos de acción que subyacen a estas mejoras.
24 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
17
El año hidrológico 2023 fue el cuarto más seco del siglo XXI y el sexto de toda la serie histórica desde 1961, y los episodios de sequía están aumentando en frecuencia y gravedad en Europa desde el año 1980, una situación que, además de afectar a la agricultura y los ecosistemas, también podría tener consecuencias sobre la salud mental de las personas, según han advertido los epidemiólogos durante la XLII Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología, que se celebra en Cádiz.
Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigación que ha realizado una revisión de los estudios disponibles sobre el impacto de la sequía en la salud mental, presentados durante la Reunión.
A pesar de que apenas hay estudios que aborden este asunto en España y en Europa, la revisión de los doctores Julio Díaz, Cristina Linares, Isabel Noguer y Alicia Padrón-Monedero fue publicada en la revista International Journal of Biometeorology, y muestra que existe relación entre la sequía y la aparición o agravamiento de los trastornos mentales y sus consecuencias.
La simple amenaza del cambio climático y sus consecuencias, como la sequía, pueden producir estrés psicológico que puede tener graves consecuencias en el desarrollo de múltiples enfermedades crónicas, incluyendo los trastornos mentales. «Otras posibles vías causales entre la sequía y los trastornos mentales pueden ser la pérdida económica, la incertidumbre sobre el futuro y tristeza por la degradación del entorno», ha explicado la directora de Programa de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, Alicia Padrón-Monedero.
De acuerdo con los autores de la revisión, el único estudio específico que analizó cuantitativamente la relación entre la sequía y las emergencias hospitalarias por problemas mentales se realizó en Australia, y encontró asociaciones significativas. Otros dos estudios, también llevados a cabo en Australia, encontraron relación entre las sequías y la mortalidad por suicidio; y algunas investigaciones han analizado la relación entre la sequía y el malestar psicológico.
Para un mejor conocimiento de esta relación, los expertos afirman que es necesario explorar el uso de los recursos de salud mental, en concreto los contactos hospitalarios por problemas de salud mental coincidiendo con los episodios de sequía. «Es necesario poner en marcha sistemas de vigilancia de la salud mental a nivel nacional y autonómico. Además, las mediciones de la AEMET, que son muy precisas, se toman de estaciones meteorológicas al aire libre, en una zona concreta, pero no miden la exposición a la sequía de individuos concretos», ha señalado Padrón-Monedero como principales limitaciones.
No obstante, el grupo de científicos considera que es una línea de investigación que debe potenciarse. «El estudio de la salud y el clima y los factores que influyen en él son una prioridad reconocida por la evidencia científica disponible y por los organismos internacionales. El grupo del que formo parte tiene la intención de seguir con esta línea de investigación y alertar a las autoridades sanitarias para que pongan en marcha medidas para proteger a la población», asegura.
EL NIVEL SOCIOECONÓMICO Y EDUCATIVO, FACTORES DETERMINANTES
Otra de las cuestiones que influyen en la salud mental de las personas son los determinantes sociales, es decir, todos aquellos aspectos que hacen que su estado de salud no sea el óptimo. Como ya se ha visto, en él influyen cuestiones relacionadas con el medioambiente, pero también otras como la clase social, el nivel educativo, si se vive en un área urbana o una zona rural y, especialmente, el género.
«En todos los estudios se evidencia que las mujeres siempre tienen un peor estado de salud mental que los hombres. Esto se debe a distintos factores biológicos y a los determinantes sociales relacionados con los roles de género», ha apuntado la secretaria del Comité Científico de la Reunión Anual de la SEE, Carmen Rodríguez-Blázquez.
Las tareas de cuidado, la falta de conciliación entre la vida laboral y la familiar o la violencia de género son algunas de las variables que hacen que las mujeres tengan un peor estado de salud mental, especialmente ansiedad y depresión. Las circunstancias personales de algunos colectivos también pueden hacerles más vulnerables a los problemas de salud mental. Los migrantes, por ejemplo, pueden encontrarse en situación irregular y estar pasando por dificultades en su proceso migratorio; las personas LGTBIQ+, al verse expuestas a situaciones de discriminación; o las personas con discapacidad, con dificultades para acceder al mercado de trabajo o al de la vivienda, son algunos ejemplos.
Así, han señalado que «terminar con las desigualdades en salud mental pasa por terminar con las desigualdades en un sentido amplio, aunque suene utópico». «Hay que garantizar un acceso equitativo a los recursos educativos, sanitarios y sociales; un empleo de calidad, una vivienda digna y acceso al tiempo libre. Últimamente se habla mucho de salud mental pero solo se ponen parches, no se ataca la raíz de los problemas», ha concluido Rodríguez-Blázquez.
13 septiembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
7
El riesgo de suicidio se dispara en personas que han sido hospitalizadas por un problema de salud mental y es hasta 48 veces más alto en mujeres y 28 veces entre los varones, según un estudio del Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona que publica este jueves JAMA Network Open.
La publicación de la revista de la Asociación Médica Estadounidense agrega que el riesgo de mortalidad prematura, es decir, morir antes de los 70 años, también es más elevado en las personas ingresadas por un trastorno mental: 7,5 veces más alto en hombres y 7,7 en mujeres.
Ante estos datos, los investigadores han expresado la necesidad de mejorar los procesos de atención sanitaria de las personas ingresadas por problemas de salud mental una vez reciben el alta de los centros hospitalarios.
El trabajo se ha basado en datos de casi 50 000 personas hospitalizadas por un trastorno de salud mental entre los años 2014 y 2018, consultadas a través del Programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud (PADRIS) de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS), así como en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El 53 % de los pacientes eran hombres y la edad media en el momento del alta hospitalaria se situaba en los 44 años.
Del total de casos analizados, 2 260 personas (4,6 %) murieron prematuramente durante el seguimiento, 437 (1 %) fallecieron por suicidio, y 4 752 (10 %) se autolesionaron no letalmente.
El doctor Jordi Alonso, coordinador del Grupo de Servicios Sanitarios del Instituto de Investigación del Hospital del Mar, ha explicado que «a pesar de que la cifra absoluta de suicidios es pequeña, solo el 1 % del total, el suicidio es una de las maneras en que se expresa la mortalidad elevada en las personas con trastorno mental».
Por su parte, el doctor Víctor Pérez, firmante del trabajo y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Mar, ha destacado la importancia del estudio, pues «un 90 % de las personas que se suicidan tenían un diagnóstico de enfermedad mental».
Los trastornos más prevalentes en la población analizada son la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, relacionados con el consumo de drogas y con el alcohol, depresión y trastorno de personalidad.
El hecho de que haya más muertos por suicidio entre mujeres con enfermedades mentales contrasta con la situación en la población general, donde se producen más entre los hombres.
Los investigadores apuntan que esto puede deberse a dos fenómenos simultáneos: a una mayor demanda de atención sanitaria por parte de las mujeres y a un infradiagnóstico de la depresión en los hombres.
En ellas, era más alto en los casos de ingresos hospitalarios por trastorno bipolar y depresión, mientras que en ellos lo era en los casos de trastornos adaptativos, es decir, aquellos causados por situaciones de estrés externas a la persona, y depresión.
En relación con la mortalidad prematura, los trastornos más habituales, tanto en hombres como en mujeres, refieren a los cognitivos: el 6,3 %, como la demencia o el delirium, y el trastorno por consumo de alcohol, superior al 24 % del total de la población estudiada.
Por este motivo, el investigador del Hospital de Mar Philippe Mortier ha expresado la necesidad de «integrar los servicios de salud mental con los médicos. En esta población hace falta un abordaje multidisciplinario, que vaya más allá de la atención a la salud mental».
05 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
7
El Senado de Filipinas ratificó hoy el informe del comité de conferencia bicameral sobre la Ley de Promoción de la Salud Mental y el Bienestar en la Educación Básica.
El senador Sherwin Gatchalian, autor y patrocinador del Proyecto de Ley del Senado 2200, señaló que el objetivo de la legislación es mejorar el acceso de los estudiantes en las escuelas públicas y privadas a los servicios de salud mental.
Se pudo desarrollar una pieza legislativa histórica, que fortalecerá la implementación del programa de orientación y salud mental existente del Departamento de Educación mediante el establecimiento de un programa de salud mental en las escuelas, explicó Gatchalian.
La piedra angular de esta legislación es el establecimiento de un centro de atención en cada escuela pública de educación básica, así como garantizar su establecimiento y mantenimiento en las escuelas privadas de educación básica en el país, agregó.
Esa oficina proporcionará detección, evaluación, respuesta a crisis, alfabetización en salud mental, programas de desarrollo emocional y servicios de apoyo a los estudiantes.
04 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
3
La investigación más exhaustiva hasta la fecha sobre la relación entre los videojuegos y el bienestar mental, realizada por expertos japoneses, desafía las percepciones negativas y ha revelado sus beneficios psicológicos para sus usuarios habituales, según publican en la revista Nature Human Behavior.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Osaka, la Facultad de Medicina de la Universidad de Hamamatsu, la Universidad de Economía de la Ciudad de Takasaki, el Instituto Nacional de Posgrado de Estudios Políticos y la Universidad de Nihon (Japón), concluye que existe un vínculo causal entre los juegos y la mejora de la salud mental.
No obstante, encontraron que las diferentes consolas tuvieron diferentes impactos. Así, el estudio concluye que, si bien la PlayStation 5 ofrecía beneficios psicológicos relativamente menores para los niños, la Nintendo Switch ofrecía beneficios psicológicos mayores. Estos hallazgos cuestionan el estereotipo de que los juegos son universalmente nocivos para los niños y enfatizan la importancia de considerar la naturaleza multifacética de los juegos, incluidas las plataformas, los géneros y los estilos de juego, en la investigación y la formulación de políticas.
«Nuestros hallazgos desafían los estereotipos comunes sobre que los videojuegos son perjudiciales o simplemente brindan una euforia temporal», dice el autor principal Hiroyuki Egami, profesor adjunto en la Universidad de Nihon. «Hemos demostrado que los videojuegos pueden mejorar la salud mental y la satisfacción vital en un amplio espectro de personas».
«Muchos estudios anteriores sacaron conclusiones a partir de análisis correlacionales con datos observacionales, que no pueden distinguir entre causa y efecto. Nuestro diseño experimental natural nos permite decir con seguridad que los juegos realmente conducen a un mejor bienestar, en lugar de estar simplemente asociados a él», añade.
Si bien los datos de este estudio se recopilaron durante el período de la covid-19, los autores señalan la importancia de realizar investigaciones futuras para verificar estos resultados en diferentes contextos. No obstante, la sólida metodología del estudio proporciona evidencia convincente de la relación causal entre los videojuegos y la mejora del bienestar mental.
Esta pionera investigación aporta pruebas fundamentales para que los responsables de las políticas y las organizaciones internacionales como la OMS y la UNICEF elaboren enfoques más matizados sobre el consumo de medios digitales. También allana el camino para futuras investigaciones sobre experiencias de juego personalizadas que podrían mejorar el bienestar, señalan los investigadores.
01 septiembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia