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Tras la declaratoria de situación de desastre nacional por los incendios en Bolivia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Venezuela gestionan hoy un incremento de la cooperación frente a las llamas y sus consecuencias.
La representante de la Organización Panamericana de la Salud/OMS, Alma Morales, confirmó que se realizarán las gestiones para una nueva donación de medicamentos, mientras que el embajador de Venezuela, César Trómpiz, aseguró que buscará la manera de incrementar la colaboración de ese país sudamericano.
Esos pronunciamientos tuvieron lugar después de participar la víspera en una reunión encabezada por el presidente boliviano, Luis Arce, con el cuerpo diplomático acreditado en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores luego de la declaración de desastre nacional por incendios que ya dañaron más de siete millones de hectáreas.
Al respecto, el Colegio Veterinario de La paz advirtió del peligro de extinción de la fauna silvestre en ese territorio.
«Estamos buscando nuevos recursos para hacer una nueva donación, porque ya hemos hecho la primera hace aproximadamente dos semanas y ahora, desde la semana pasada, ya estamos gestionando una nueva donación», declaró a la prensa la representante de la OPS/OMS.
Recordó que en el primer donativo fueron entregados medicamentos, lágrimas artificiales, dexametasona y otros insumos.
Según Morales, se «verá (qué) otra (ayuda) se puede gestionar».
Trómpiz, por su parte, recordó que el 13 de septiembre arribaron al país andino-amazónico 61 bomberos de la Fuerza de Tarea Humanitaria Simón Bolívar con la misión de reforzar los operativos de sofocación de las llamas y continuarán en esta lucha.
«Nosotros -afirmó el embajador-, buscaremos la forma de incrementar la cooperación».
Mientras, la embajadora de Colombia, Elizabeth García informó que, al igual que Bolivia, su país enfrenta una crisis por los incendios; no obstante, sostuvo que «en medio de lo que no tenemos, estamos ahí solidarizándonos».
Agregó que existe un grupo de bomberos de la Amazonía que «estamos pensando reactivar, porque yo creo que, finalmente, son nuestros pueblos los que sufren el mayor daño».
De su lado, la embajadora de Francia, Helène Roos, recordó que, como resultado de un convenio entre el Centro de Crisis del Ministerio Francés de las Relaciones Exteriores y la Fundación Airbus, llegó el 21 de septiembre a Santa Cruz el helicóptero Airbus BK117 D3 con Bambi Bucket (aditamento para cargar agua).
Concluyó que el «helicóptero está trabajando de manera muy activa estos días con muchísimas rotaciones».
El Gobierno de Bolivia aprobó este lunes el Decreto Supremo 5235 que declara situación de desastre nacional por los incendios forestales, que azotan principalmente la zona oriental del país.
01 octubre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Una capa de niebla opacaba al sol el miércoles en Cuenca —una de las ciudades coloniales y patrimoniales más importantes del sur de los Andes ecuatorianos— provocada principalmente por decenas de incendios forestales y por un severo verano que afecta buena parte del país. La situación se replicó en la tarde en la capital del país, Quito, afectada por varios incendios simultáneos.
Las autoridades en ambas ciudades advirtieron de la mala calidad del aire, considerada, «poco saludable», debido a los incendios cercanos, y han recomendado medidas para la población, como no salir a la calle y usar tapabocas, además de la suspensión de clases presenciales para el jueves 5 de septiembre, en 22 instituciones educativas en Quito, en donde la tarde del miércoles, al menos tres incendios forestales se produjeron en laderas del nororiente de la ciudad.
En las calles del norte de la capital, las personas portaban tapabocas en busca de disminuir la aspiración del fuerte olor a humo. En las zonas altas se evidenciaba la densa neblina por la caída leve de partículas.
El ambiente de la capital se llenó de humo y de un olor penetrante que se sentía en las calles desde las que se veía una peculiar tonalidad del sol. El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, dijo en la noche a la radio FM Mundo que los incendios se mantenían activos y eran combatidos por tierra por unos 128 bomberos.
La secretaría de Ambiente de la ciudad informó en un comunicado que la calidad del aire está comprometida por el humo y contaminantes y «se espera un aumento en las concentraciones de partículas dañinas», representando un riesgo para la salud, por lo que se solicitó «evitar actividades al aire libre». En tanto, la secretaría de Gestión de Riesgos informó en un comunicado que 25 familias fueron evacuadas en Quito.
Más temprano, a 300 kilómetros al sur de la capital, en la ciudad de Cuenca, Omar Delgado, director del instituto de investigación de la Universidad del Azuay, dijo a la AP que las malas condiciones del aire en esa ciudad, cuyo cielo también se veía oscuro, se debe a las partículas finas que están suspendidas en la atmósfera provocadas por los incendios y atraídas por las corrientes del aire que llegan a Cuenca.
Las condiciones de sequía en esa región austral, intensifican el fenómeno, agregó Delgado.
Según el monitoreo de ese instituto, el nivel de partículas finas o material particulado (PM) suspendidas en el aire en Cuenca era de 109 PM, lo que implica que es «poco saludable».
Los parámetros de medición, según Delgado, se alinean a los establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, que señalan que la calidad del aire de hasta 50 partículas de hasta 2,5 micrómetros (50 PM) es buena, y hasta 100 PM es considerada moderada. Los niveles superiores a 100 son poco saludables y perjudiciales capaces de llegar al torrente sanguíneo, según la Organización Mundial de la Salud. En Quito aún no se ha hecho público en qué rango está la calidad de su aire tras los incendios.
En el rango en el que está Cuenca, los grupos vulnerables como niños, personas de la tercera edad o con enfermedades respiratorias, están obligados a «limitar su exposición al aire libre», recomendó Delgado.
Rodrigo Matute, jubilado de 64 años, vive en el sur de esa ciudad, y aseguró a la AP que se ve muy claro «la bruma, tenemos sol, pero está opacado». Relató que la única información que han recibido es que se trata de los efectos de los incendios forestales, un fenómeno que, dijo, no recuerda que haya sucedido antes.
El miércoles en Ecuador se registraron al menos 17 incendios forestales activos de diversa magnitud en siete provincias, seis de los cuales están controlados, pero no liquidados, según el reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos.
Entre estos últimos se encuentra uno en la comunidad rural de Quilanga, en la provincia de Loja, aledaña a la de Azuay, cuya capital es Cuenca, que fue considerado por las autoridades como el mayor en la última década y que consumió cerca de 5 000 hectáreas de bosque y cultivos, de acuerdo con la evaluación oficial.
Para neutralizar este último flagelo llegó ayuda de aeronaves de Perú con capacidad transportar agua y dejarla caer sobre las llamas, que aún trabajan en el sector afectado.
04 septiembre 2024|Fuente: AP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.| Noticia
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«Nos cuesta respirar», se queja Tayane Moraes, residente de Porto Velho, una ciudad de la Amazonia brasileña sumergida desde hace días en una nube de humo por los incendios récord que golpean la mayor selva tropical del planeta.
«Ese humo está arruinando nuestra nariz», dice a la AFP esta pedagoga de 30 años que, para sobrellevarlo, cuenta que bebe mucha agua y pone el humidificador en su casa.
Capital del estado de Rondonia (noroeste), cerca de la frontera con Bolivia, Porto Velho, de 460 000 habitantes, registró el martes la peor calidad del aire de todas las grandes ciudades brasileñas, según los datos del organismo de monitorización independiente IQAir.
El índice de partículas finas (PM2,5) marcaba 56,5 microgramos por metro cúbico, 11 veces más del límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 14 de agosto, ese índice alcanzó un pico de 246,4 microgramos por metro cúbico, el nivel «peligroso», el máximo definido por IQAir, con sede en Suiza.
El humo de los incendios forestales tiñó el cielo de Porto Velho de gris oscuro y la ciudad luce una espesa niebla.
Por momentos resulta difícil distinguir a lo lejos edificios que en condiciones normales son perfectamente visibles, constató un equipo de AFP.
Imposible escapar del humo, incluso dentro de las viviendas.
«Es horrible, me levanté a medianoche, los ojos me ardían, el humo estaba dentro de casa», relata Carlos Fernandes, un jubilado de 62 años.
Este hombre asegura que Porto Velho vive este año su «peor episodio de humo», que atribuye a los incendios «en las zonas rurales», donde los ganaderos realizan quemas para limpiar los pastizales.
El gobierno del estado de Rondonia lanzó una campaña para concientizar a la población e instarla a que denuncie las quemas ilegales.
Sequía e incendios
De acuerdo con los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), el estado de Rondonia registró su peor mes de julio en cuanto a incendios forestales en 19 años, con 1 618 focos identificados.
Y la situación continúa empeorando, con 2 114 focos ya registrados del 1° al 19 de agosto.
Imágenes aéreas captadas por AFP muestran grandes extensiones de selva amazónica completamente calcinadas en el territorio del municipio de Cujubim, al este de Porto Velho.
Golpeada desde hace meses por una severa sequía, la Amazonia brasileña registró desde inicios del año hasta mediados de agosto un incremento de más del 110 % de focos de incendios con respecto al mismo periodo de 2023.
Las imágenes satelitales de la agencia estadounidense de observación oceánica y atmosférica (NOAA) muestran una suerte de corredor de humo que atraviesa Brasil de norte a sur, que pasa también por Bolivia y Paraguay.
Otras localidades de la región han sufrido el humo las últimas semanas, como Manaos, la mayor ciudad de la Amazonia, donde el organismo público de salud Fiocruz recomendó el uso de máscaras de protección para salir a la calle.
Riesgos para la salud
Según las autoridades de Rondonia, el humo que cubre su capital proviene también de incendios en Bolivia, al oeste, y del estado vecino de Amazonas, al norte.
«Como estamos en el centro del continente, este humo permanece aquí por mucho más tiempo», explica Cae Aires, responsable del Centro de Gestión y Operaciones de Protección de la Amazonia (Censipam) en Porto Velho, en un video publicado en la cuenta de Instagram del gobernador de Rondonia, Marcos Rocha.
En el mismo video, la infectóloga Antonieta Ferreira, del hospital infantil Cosme e Damiao de Porto Velho, da cuenta de un aumento de las crisis de asma, así como de casos de neumonía, sinusitis y conjuntivitis.
«Es complicado, sobre todo para quien tiene problemas respiratorios», suspira Beatriz Graça, una ama de casa, de 35 años. «Sería bueno que Dios enviara una buena lluvia».
21 agosto 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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24
Los incendios forestales y el polvo sahariano repercuten en el agravamiento de determinadas enfermedades, como las cardiorrespiratorias. Ahora, un estudio constata que además pueden tener influencia en las enfermedades mentales, con un efecto ‘estadísticamente significativo’ en los ingresos hospitalarios.
Esta es una de las conclusiones de un trabajo que publica la revista Science of the Total Environment, firmado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), de la Universidad de Alcalá, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat).
Agravamiento de enfermedades mentales
El cambio climático afecta tanto a la frecuencia y magnitud de los incendios forestales como al aumento del número de días con intrusiones de polvo sahariano, lo que impacta en la salud, señala una nota del ISCIII. El nuevo estudio analiza cómo influyen ambos fenómenos en los ingresos hospitalarios por trastornos mentales.
Se conocía que el aumento de las denominadas partículas finas (PM), que se produce cuando hay incendios y polvo sahariano, repercute en enfermedades cardiorrespiratorias y variables adversas al nacimiento (bajo peso o prematuridad).
La nueva investigación evidencia que también puede tener influencia en el agravamiento de patologías mentales.
El trabajo analizó la relación entre las concentraciones medias diarias de partículas PM10, PM 2,5, dióxido de nitrógeno (NO2), ozono (O3) y la temperatura máxima diaria en olas de calor, y los ingresos hospitalarios diarios en urgencias en España debidos a trastornos mentales y del comportamiento, depresión y ansiedad.
El período de estudio abarcó 2009-2018 e incluyó datos de una provincia representativa de cada una de las nueve regiones en las que se dividió España para analizar las intrusiones de los compuestos y las partículas: A Coruña, Las Palmas, Madrid, Málaga, Islas Baleares, Sevilla, Valencia, Vizcaya y Zamora.
En algunas provincias, como Vizcaya, Islas Baleares y Sevilla, las concentraciones de PM llegan a relacionarse con cerca del 40 % de los ingresos que se producen los días en los que hay transporte de partículas por combustión de biomasa.
«Las PM que vienen de los incendios forestales son cinco veces más tóxicas que las que pueden venir de un tubo de escape», ha resumido Julio Díaz, investigador del ISCIII y coautor, junto a Cristina Linares, del estudio, en una sesión informativa organizada por Science Media Centre España.
Sin embargo, en los días con intrusiones de polvo sahariano, aunque sí se produce un aumento en las concentraciones de PM, son otras variables consideradas en el análisis las que están más relacionadas con este tipo de ingresos, como la propia temperatura en olas de calor, el NO2 o el O3, que también aumenta en estos días.
Esto podría suponer que en los días con intrusión de polvo del Sáhara centrar su impacto en salud únicamente en el efecto de las PM podría llevar a minimizar sus verdaderos efectos.
Para Julio Díaz, codirector de la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano, hay «mecanismos sólidos» que ya explican estas asociaciones encontradas en el estudio. Por ejemplo, las PM, el NO2 y el O3 se relacionan con el estrés oxidativo y la inflamación sistémica.
Dadas estas conclusiones, recomienda poner en marcha planes de prevención en salud pública que tengan en cuenta el efecto conjunto.
«Tenemos que ir a planes integrales que contemplen todas las variables», ha dicho Díaz, quien ha recordado que cuando hay un incendio forestal el penacho puede influir a 500-600 kilómetros.
Ingresos por enfermedades bacterianas
En un segundo estudio, el ISCII, con datos de entre 2013 y 2018, ha examinado una posible relación a corto plazo entre los ingresos hospitalarios urgentes debidos a las principales enfermedades bacterianas de transmisión alimentaria (salmonelosis, campilobacteriosis e infecciones por Eschericha coli) y las diferentes variables meteorológicas y de contaminación atmosférica, incluida la temperatura máxima diaria en olas de calor.
Los resultados respaldan que la temperatura máxima diaria es un factor de riesgo que puede favorecer el aumento de las hospitalizaciones. Se relaciona no solo con la reproducción del número de bacterias, sino también en el tiempo de incubación de la propia enfermedad.
22 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Una nueva investigación sugiere que las personas con insuficiencia renal pueden correr un mayor riesgo de morir prematuramente si están expuestas a la contaminación del aire por incendios forestales, según publican sus autores en el Journal of the American Society of Nephrology (JASN).
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Autoridades chilenas asociaron el brote de hantavirus que se desató en el país a la magnitud de los incendios forestales, causantes del cambio de hábitat de los agentes trasmisores de la enfermedad. Read more