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Un estudio realizado en el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) de Asturias ha descubierto que los estímulos ambientales físicos y cognitivos son capaces de lograr un «rejuvenecimiento molecular del cerebro», ha informado el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado.
El estudio, liderado por el CSIC y publicado en la revista Nature Communications, ha permitido generar una amplia colección de datos, al que los científicos se refieren como «atlas molecular» y que describe los cambios moleculares que acontecen en el hipocampo durante el envejecimiento y durante su estimulación cognitiva y física.
La investigación se ha llevado a cabo en el Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina del CINN, centro mixto del CSIC, el Gobierno del Principado de Asturias y la Universidad de Oviedo, y empleó ratones que convivieron durante meses en un espacio con gran diversidad de objetos, como juguetes, rampas o túneles, un ambiente que generó una estimulación importante de su actividad cognitiva, física y social.
Según los investigadores, los resultados son trasladables a humanos que realizasen un cambio en su estilo de vida.
«Los resultados de este trabajo revelan cómo los cambios en nuestro estilo de vida pueden tener un impacto molecular y epigenético en el organismo y ser utilizados en intervenciones de envejecimiento saludable», ha apuntado Mario Fernández Fraga, coordinador del Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina del CINN y colíder del estudio.
16 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La astronauta española Sara García ha reivindicado que la tecnología espacial «permite estudiar enfermedades como el envejecimiento» y ha reivindicado el impacto de la tecnología espacial en la sociedad que «forma parte de nuestra rutina».
Así lo ha afirmado la astronauta y científica Sara García Alonso en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) durante el curso «De Madrid al cielo: Talento e Innovación hacia el espacio» organizado por los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid.
Para la astronauta «el espacio permite estudiar distintas enfermedades como el envejecimiento» porque al investigar qué le pasa a un astronauta cuando está en una misión espacial» que por ejemplo pierde masa ósea y masa muscular «lo que se está haciendo es reproducir de manera acelerada lo que pasa a medida que envejecemos». Por lo tanto, estudiar las causas y cómo se puede aplicar para tratar enfermedades.
Ha añadido que la tecnología espacial repercute en todos los sectores de la sociedad y ha recalcado que la tecnología espacial forma parte de nuestra rutina «desde el acceso a Internet, a los cajeros automáticos, a la navegación, a la comunicación y hasta las predicciones meteorológicas».
La astronauta ha insistido que el motor de la exploración espacial y de las tecnologías del espacio «es el beneficio de la gente que está en la tierra para vivir de manera más cómoda» con tecnologías que hagan la vida más sencilla, con nuevos medicamentos y sistemas de diagnóstico.
Ha resaltado la importancia de la inversión en tecnología espacial, pues «es una inversión nimia por persona» y ha añadido que en Europa, a pesar de invertir menos que Estados Unidos, «repercute en nuevas tecnologías, en beneficio económico y tiene un impacto directo en nuevos puestos de trabajo».
En cuanto al sector espacial en nuestro país, para la científica España se ha posicionado muy bien en el sector, pues es capaz de fabricar cohetes y operarlos y ha recalcado que gracias al cohete MIURA 5 «dentro de poco tendremos también la opción de lanzarlos, ningún país de Europa puede hacer eso».
Sin embargo, a nivel científico «hace treinta años que España no tiene presencia de exploración espacial en el espacio, el último fue Pedro Duque», por lo que considera que es momento de España de llevar experimentos propios sacados de los centros de investigación, de las empresas y de las universidades.
08 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Fumar puede ser uno de los factores de estilo de vida más importantes que afectan la rapidez con la que las habilidades cognitivas declinan a medida que se envejece, sugirió un nuevo estudio divulgado hoy.
La pesquisa fue desarrollada por investigadores del Colegio Universitario de Londres, quienes analizaron datos de 32 000 adultos de 50 años o más de 14 países europeos que respondieron a encuestas durante 10 años, según publicó Nature Communications.
Analizaron cómo las tasas de deterioro cognitivo podrían diferir entre adultos mayores cognitivamente sanos con diferentes combinaciones de comportamientos relacionados con la salud, incluido el tabaquismo, la actividad física, el consumo de alcohol y el contacto social.
La función cognitiva se evaluó de acuerdo con el desempeño de los participantes en pruebas de memoria y fluidez verbal.
Los participantes fueron agrupados por estilos de vida en función de si fumaban o no, si realizaban actividad física moderada y veían a amigos y familiares al menos una vez por semana y si bebían más o lo mismo.
Descubrieron que los estilos de vida en los que se fumaba tenían puntuaciones cognitivas que se reducían hasta un 85 % más en 10 años que en los estilos de vida en los que no se fumaba.
La excepción fueron los fumadores que tenían un estilo de vida saludable en todas las demás áreas, es decir, hacían ejercicio regularmente, bebían alcohol con moderación y socializaban regularmente; este grupo tenía una tasa de deterioro cognitivo similar a la de los no fumadores.
En opinión de la doctora Mikaela Bloomberg, autora principal del estudio, «nuestros hallazgos sugieren que, entre los comportamientos saludables que examinamos, no fumar puede ser uno de los más importantes en términos de mantenimiento de la función cognitiva».
Para las personas que no pueden dejar de fumar, nuestros resultados sugieren que adoptar otros comportamientos saludables, como el ejercicio regular, el consumo moderado de alcohol y la actividad social, puede ayudar a compensar los efectos cognitivos adversos asociados con el tabaquismo, añadió.
05 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La farmacéutica Eli Lilly anunció este martes que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) aprobó el uso de su nuevo medicamento, donanemab, que ralentiza el alzhéimer para el tratamiento temprano de la enfermedad.
El medicamento, que será comercializado con el nombre de Kinsula, ha mostrado una ralentización del declive cognitivo y funcional de hasta el 35 % durante la fase final de pruebas clínicas, señaló el fabricante farmacéutico en un comunicado.
La FDA autorizó el uso de Kinsula a adultos que sufren alzhéimer sintomático temprano, que incluye a personas con un deterioro cognitivo moderado así como pacientes con demencia leve causada por el alzhéimer.
Donanemab ataca las placas amiloides, que se forman por la acumulación de proteínas producidas naturalmente por el cuerpo, que están vinculadas con varias dolencias como alzhéimer, parkison así como otras enfermedades neurológicas.
La acumulación excesiva de placas amiloides en el cerebro puede provocar pérdidas de memoria y otros problemas asociados con alzhéimer.
Eli Lilly señaló que el costo de la terapia es de 12 522 dólares por seis tratamientos en seis meses; 32 000 dólares por 13 tratamientos en 12 meses; y 48 696 dólares por 19 tratamientos en 18 meses.
Kinsula es el segundo tratamiento que la FDA ha aprobado en los últimos meses para tratar el alzhéimer.
El año pasado, el organismo federal ya autorizó el uso de lecanemab, un fármaco contra el alzhéimer de la japonesa Eisai y la estadounidense Biogen que se comercializa con la marca Leqembi.
Alrededor de 6,7 millones de estadounidenses mayores de 65 años de edad sufren de alzhéimer, una enfermedad neurodegenerativa irreversible que destruye lentamente la memoria y la habilidad para realizar tareas.
Según un informe de 2023 de Alzheimer Disease International, más de 55 millones de personas en todo el mundo sufren demencia. De esta cifra, entre el 60 % y el 70 % sufren alzhéimer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que en 2019 el costo económico de la demencia ascendió a 1,3 billones de dólares y que para 2050 la cifra de personas con la enfermedad aumentará a 139 millones.
02 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Se espera que la esperanza de vida en todo el mundo aumente en casi cinco años en los hombres y más de cuatro años en las mujeres durante las próximas tres décadas, afirma hoy la revista The Lancet.
Previsiones de investigadores de varias naciones, publicadas por ese medio de prensa, indican que estos incrementos se produzcan en países donde la esperanza de vida suele ser más corta, en la medida que las personas en las naciones menos desarrolladas vivan más tiempo y alcancen a las de mayores recursos.
La tendencia está impulsada por las medidas de salud pública para mejorar la prevención, la detección y el tratamiento de la enfermedad cardíaca, la covid-19 y una variedad de problemas de salud relacionados con las enfermedades infecciosas, el parto y la nutrición, señalaron.
Sin embargo, también detectaron un cambio en las afecciones que influyen en la esperanza de vida, por lo que prevén que las dolencias crónicas como la cardíaca, diabetes, cáncer y pulmonar desempeñen un papel más poderoso que las infecciosas en la duración de la vida de las personas.
Como resultado, los factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión arterial, la mala alimentación, la falta de ejercicio y el tabaquismo tendrán el mayor impacto en las enfermedades y la esperanza de vida en la próxima generación.
De hecho, el número de años perdidos por una mala salud y una muerte prematura por esos factores de riesgo metabólico ha aumentado en un 50 % desde el año 2000, encontraron los expertos.
Tenemos por delante una inmensa oportunidad de influir en el futuro de la salud global al adelantarnos a estos crecientes factores de riesgo metabólicos y dietéticos, en particular los relacionados con factores conductuales y de estilo de vida, como las cifras elevadas de azúcar en sangre, el índice de masa corporal alto y la hipertensión, señaló el catedrático de Ciencias de la Métrica de la Salud de la Universidad de Washington, Chris Murray.
Se prevé que la esperanza de vida general aumente de 73,6 años a 78,1 años entre 2022 y 2050, avizora el estudio, en tanto el número medio de años que una persona puede esperar vivir con buena salud crecerá de 64,8 años a 67,4 años en ese mismo período de tiempo.
Además de un incremento en la esperanza de vida en general, se encontró que la disparidad entre las geografías se reducirá, comentó Murray.
«Este es un indicador en que, si bien las desigualdades en materia de salud entre las regiones de ingresos más altos y más bajos se mantendrá, las brechas se reducirán por lo que los mayores aumentos estarán en África subsahariana», destacó.
01 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Un reciente estudio sobre longevidad humana, publicado en GeroScience, demostró que aquellas personas con bajos niveles de glucosa, creatinina y ácido úrico llegaron a vivir hasta 100 años.
Esta investigación tuvo como muestra a 44 000 suecos con edades que oscilaban de 64 a 99 años, sometidos a diferentes estudios médicos.
Durante la investigación, que duró 35 años, se compararon los perfiles de esas personas en la búsqueda de patrones y de las cuales 2,7 % vivió hasta los 100 años y entre ellas 85 % eran mujeres.
Al comparar los perfiles se incluyeron 12 biomarcadores sanguíneos relacionados con la inflamación, el metabolismo, la función hepática y renal, así como con la posible desnutrición y anemia.
Los resultados de los exámenes en la sangre revelaron los individuos con bajos niveles de glucosa, creatinina y ácido úrico llegaron a vivir hasta 100 años.
Cabe destacar que la glucosa es la principal fuente de energía para las células, por lo que su regulación adecuada es crucial para mantener la salud y prevenir enfermedades metabólicas como la diabetes.
Por otro lado, la creatinina y el ácido úrico son desechos que el cuerpo genera, los niveles de la primera son un indicador sobre el funcionamiento de los riñones, mientras el segundo es muestra de la función renal, por lo que el estado normal de ambas sustancias significan un buen proceso metabólico y un estándar saludable.
Cuando se compararon los resultados de las personas investigadas de 90 y 100 años, resultaban equivalentes al promedio de la población joven y saludable.
Aunque no fue posible sacar conclusiones sobre qué factores determinan la esperanza de vida de una persona, es razonable pensar que una dieta balanceada y la actividad física necesaria son variables que regulan el metabolismo y funcionamiento del cuerpo humano.
Si bien, hoy parece común encontrar personas de 70 u 80 años, lo cierto es que es una tendencia reciente, ya que a inicios del siglo XX la esperanza de vida no superaba los 40 años debido a la hambruna, epidemias y guerras.
Ello se debe a que desde mediados del siglo pasado la esperanza de vida ha aumentado 2,5 años por cada década.
27 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia