Imagen: Tom Koene / Zuma PressAlrededor de 25 niños han muerto por desnutrición en la provincia afgana de Badajshán (noreste) durante los últimos cinco meses, en los que cerca de 350 menores de cinco años han sido tratados en uno de sus hospitales, según fuentes de la administración de este centro, en medio de la grave crisis humanitaria en la que se encuentra sumido el país centroasiático.

Abdulmalik Rofi, portavoz del Hospital Provincial de Badajshán, ha detallado que durante los últimos cinco meses han sido ingresados 2 696 niños menores de cinco años, de los cuales 365 sufrían desnutrición. «26 niños han muerto», ha agregado. Los médicos achacan la situación a la escasez de comida sana y el limitado acceso a los centros de salud como principales causas de la desnutrición infantil en esta zona del país, controlado por los talibán desde que tomaran la capital, Kabul, en agosto de 2021 tras la huida del entonces presidente, Ashraf Ghani.

Basira, madre de un niño con desnutrición, ha relatado que la familia «no puede permitirse comprar carne y comida nutritiva». «Hay escasez en la aldea y mi marido está desempleado», ha detallado, tal y como ha recogido la cadena de televisión afgana Tolo TV.

En este sentido, Samiya, madre de otro niño con desnutrición, ha recalcado que la situación económica en su hogar es «mala». «Nuestro niño no bebe leche de forma adecuada, motivo por el que está desnutrido», ha argumentado la mujer.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) afirma que 12,4 millones de afganos se encuentran en situación de inseguridad alimentaria. Además, sostiene que 1,4 millones de madres y niños no reciben ya alimentos nutritivos especializados para evitar la desnutrición, con unas tasas «extremadamente altas» en el país centroasiático.

29 agosto 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

agosto 31, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Enfermedades Nutricionales, Nutrición, Pediatría | Etiquetas: , , |

Imagen: Prensa Latina.Un brote de contaminación de alimentos con Listeria que deja hasta hoy tres muertes y 43 intoxicados en Estados Unidos mantiene la alerta de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

La situación epidemiológica se dio en carnes frías de la marca Boar’s Head y el más reciente fallecimiento ocurrió en Virginia, indicaron la víspera los CDC (por sus siglas en inglés) en un comunicado de prensa. Los otros dos decesos ocurrieron en New Jersey e Illinois.

Según los informes, Boar’s Head sacó del mercado 3 170 toneladas de carnes frías el pasado 30 de julio, con lo cual amplió un retiro inicial realizado el 25 de julio, después de dar positivo a la Listeria una muestra de paté de hígado recogida en Maryland.

Los CDC notificaron que las autoridades sanitarias de Nueva York analizaron también el paté de hígado y confirmaron la existencia de similar cepa de la bacteria.

Cada año unas 1 600 personas son intoxicadas con alimentos contaminados de Listeria, y se calcula que alrededor de 260 mueren, dijeron los Centros.

Listeria es un género bacteriano que, hasta 1992, contenía 10 especies conocidas y en 2019 ya contaba con 20 especies identificadas. Su nombre se le asignó en honor al connotado cirujano británico Joseph Lister (1827-1912), descubridor de los antisépticos en 1865.

Los síntomas leves de la infección pueden incluir fiebre, dolores musculares, náuseas, cansancio, vómitos y diarrea, pero si se desarrolla la forma más grave de listeriosis el paciente podría estar expuesto a dolor de cabeza, rigidez en el cuello, confusión, pérdida del equilibrio y convulsiones.

09 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

Imagen: ABC.Diversos estudios habían advertido de que el eritritol, un edulcorante artificial habitual en productos de panadería, bebidas, chicles y caramelos, aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Hoy, una nueva investigación suma evidencias en contra de este sustituto del azúcar.

El estudio, dirigido por Stanley Hazen, catedrático de Ciencias Cardiovasculares y Metabólicas del Instituto de Investigación Lerner de la Clínica Cleveland (Ohio, Estados Unidos), ha demostrado que el eritritol hace más activas las plaquetas (un tipo de célula sanguínea), lo que puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos, algo que el azúcar (glucosa) no hace.

La investigación, publicada este jueves en Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, añade nuevas pruebas de que el eritritol no es tan seguro como lo clasifican actualmente las agencias reguladoras de los alimentos y debería reevaluarse.

«Muchas sociedades profesionales y médicos recomiendan habitualmente a las personas con alto riesgo cardiovascular -obesidad, diabetes o síndrome metabólico- que consuman alimentos que contengan sustitutos del azúcar en lugar de azúcar», explica Hazen, autor principal del estudio.

Por eso es importante hacer estudios clínicos a largo plazo que ayuden a «evaluar la seguridad cardiovascular del eritritol y otros sustitutos del azúcar», advierte el cardiólogo.

El eritritol en la sangre

El eritritol, que se obtiene de la fermentación del azúcar del maíz, es aproximadamente un 70 % más dulce que el azúcar y se usa como alternativa al azúcar o la sacarina porque no aportan calorías ni carbohidratos.

Pero, una vez ingerido, el eritritol no se metaboliza bien en el organismo sino que pasa al torrente sanguíneo y se elimina a través de la orina. El cuerpo humano crea cantidades bajas de eritritol de forma natural, por lo que cualquier consumo adicional puede acumularse.

Sin embargo, el eritritol está clasificado por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.) y por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria como ingrediente «generalmente reconocido como seguro», lo que permite su uso sin restricciones en productos alimentarios.

Esto se debe principalmente a que es un alcohol de azúcar que se encuentra de forma natural en frutas y verduras y es un subproducto del metabolismo de la glucosa en los tejidos humanos, aunque en pequeñas cantidades.

Sin embargo, estudios recientes han hallado pruebas de que el eritritol, en las cantidades que se consumen habitualmente, eleva el riesgo cardiovascular.

La nueva investigación, parte de un estudio anterior del equipo de Hazen, publicado el año pasado en Nature Medicine, que reveló que los pacientes cardiacos con niveles elevados de eritritol tenían el doble de probabilidades de sufrir un episodio cardiaco grave en los tres años siguientes, en comparación con los que tenían niveles bajos.

Aquella investigación también descubrió que añadir eritritol a la sangre o las plaquetas de los pacientes aumentaba la formación de coágulos. Estos hallazgos fueron confirmados por estudios preclínicos.

El daño de una magdalena «sin azúcar»

El nuevo trabajo se diseñó para observar de forma más directa los efectos en las plaquetas tras la ingestión de eritritol en una dosis típicamente contenida en un refresco o una magdalena «sin azúcar».

En 20 voluntarios sanos, el equipo descubrió que el nivel medio de eritritol después de comer aumentó más de 1 000 veces en el grupo que consumió eritritol en comparación con sus niveles iniciales.

Los resultados también revelaron que los participantes mostraron un aumento significativo en la formación de coágulos sanguíneos tras consumir eritritol, pero no se observó ningún cambio tras consumir glucosa.

«Esta investigación suscita cierta preocupación por la posibilidad de que una ración estándar de un alimento o bebida edulcorada con eritritol pueda estimular de forma aguda un efecto directo de formación de coágulos», afirma el coautor del estudio, W. H. Wilson Tang, de la Clínica Cleveland.

Los resultados de este estudio llegan poco después otra investigación reciente de este grupo que mostraba que el xilitol, otro edulcorante artificial común, también afecta a las plaquetas y su consumo se asocian a un mayor riesgo de infarto, ictus o muerte en los tres años siguientes.

Los autores señalan que urge hacer más estudios clínicos que evalúen la seguridad cardiovascular a largo plazo de estos edulcorantes.

«Las enfermedades cardiovasculares se acumulan con el tiempo, y las cardiopatías son la principal causa de muerte en todo el mundo. Tenemos que asegurarnos de que los alimentos que comemos no contribuyen de forma oculta», concluye Hazen.

08 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.El Instituto de la Mujer ha abordado en un estudio la importancia de combatir el estigma del peso y la continua presión sobre los cuerpos de las mujeres con cánones de belleza normativos o comentarios que les descalifican y que multiplican la baja autoestima y los trastornos alimentarios.

Según una encuesta realizada a más de 660 mujeres con trastornos de conducta alimentarios, el 87,6 % considera necesaria la representación de las mujeres con diversidad corporal y más del 82 % subraya la importancia de no hablar del cuerpo ni del aspecto físico de las mujeres y de desvincular la salud del peso.

Además, el 90,7 % propone no asociar el éxito de una mujer con su peso corporal o su apariencia física.

El sondeo forma parte del estudio «Mujeres jóvenes y trastornos de conducta alimentaria. Impacto de los roles y estereotipos de género», realizado por la psicóloga y profesora universitaria María Calado Otero, que aborda el estigma del peso en los cuerpos no normativos y las situaciones de presión por parte del entorno cercano, así como de violencia institucional vividas en la atención médica.

Según los testimonios de las mujeres que padecen o han padecido un trastorno alimentario evitan ir al médico por miedo a ser humilladas por su peso, se someten a interminables ciclos de dietas y su salud mental se ve afectada porque viven distintas situaciones en las que se sienten señaladas, estigmatizadas, infravaloradas, humilladas y discriminadas.

En relación a ello, la investigación expone cómo el Índice de Masa Corporal (IMC) que se usa como indicador de cuerpos normativos se diseñó hace 200 años con fines estadísticos y no tiene en cuenta variables como la masa muscular o la densidad ósea, por lo que lamenta su utilización como un índice de salud individual o general.

Sobre el papel de los agentes de socialización (medios de comunicación, redes sociales e industria audiovisual) señala que reproducen estereotipos de cuerpos no saludables que convierten en normativos, estigmatizan los que no se adaptan a los cánones y distorsionan la diversidad corporal asociando delgadez con belleza y éxito.

Para frenar el inicio a edades cada vez más tempranas de desórdenes alimentarios y su relación con enfermedades mentales (ansiedad, depresión o comportamientos autolesivos), el estudio publicado por el Instituto de las Mujeres incide en la necesidad de poner en marcha trasformaciones sociales que den paso a una sociedad que promueva una imagen corporal positiva, basada en el bienestar social, físico y emocional.

Entre las acciones a desarrollar, se propone cambiar los roles y estereotipos de género presentes en la cultura patriarcal y llevar a cabo campañas de sensibilización y concienciación contra las discriminaciones vinculadas a la imagen corporal y la cosificación del cuerpo de las mujeres.

Según las recomendaciones, estas acciones deben ir dirigidas a jóvenes, familias, comunidad médica y educativa, así como a industrias y sectores como el audiovisual, la comunicación, la moda, la alimentación o la farmacéutica.

06 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.Los niños desnutridos de un campamento de personas desplazadas, asolado por la hambruna en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, están en riesgo de morir, dijo el domingo un grupo humanitario, debido a que éste se ha visto obligado a racionar el tratamiento contra la desnutrición por un bloqueo impuesto por un famoso grupo paramilitar.

El grupo Médicos sin Fronteras señaló que las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que han sitiado la ciudad de al-Fasher como parte de su guerra contra el ejército sudanés, han bloqueado el paso de tres camiones que transportaban suministros médicos para salvar vidas, que incluyen alimentos terapéuticos, a esa ciudad y el cercano campamento Zamzam, donde la semana pasada se confirmó la existencia de una hambruna.

Sudán se sumergió en el caos en abril del año pasado, cuando las crecientes tensiones entre el ejército y las FAR se convirtieron en una lucha abierta en Jartum, la capital, antes de propagarse por todo el país del noreste de África. En Darfur se produjeron algunos de los peores y más devastadores combates de la guerra.

El conflicto ha provocado la muerte de miles de personas y ha llevado a muchas a la inanición. Ha causado la mayor crisis de desplazamiento el mundo, con más de 10 millones de personas obligadas a huir de sus casas desde abril de 2023, según el organismo de migración de la ONU. Más de dos millones de ellas huyeron a países vecinos.

Expertos internacionales del Comité de Revisión de la Hambruna de la ONU confirmaron el jueves que la inanición en el campamento de Zamzam, donde se refugian hasta 600 000 personas, se agravó hasta convertirse en una hambruna.

Expertos internacionales utilizan criterios establecidos para confirmar la existencia de hambrunas. Una hambruna se declara en un área donde una de cada cinco personas u hogares sufren una grave carencia de alimentos y enfrentan la inanición y la miseria que, al final, producen niveles críticos de desnutrición aguda y muerte.

En el campamento de Zamzam, que ha crecido con la llegada de más personas desplazadas, los niños se encuentran en condiciones graves, señaló Médicos Sin Fronteras, y añadió que el pabellón de desnutrición de su hospital de campo, situado en el campamento, está saturado, con un índice de ocupación de camas de 126 %.

04 agosto 2024|Fuente: Associated Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

agosto 6, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Enfermedades Nutricionales, Medicina Familiar y Comunitaria, Nutrición, Organización Mundial de Salud(OMS), Pediatría | Etiquetas: , , , , |

Imagen: Archivo.En España solo uno de cada 100 niños lleva una dieta saludable que le asegure una buena salud cardiovascular y cerebral; ahora un nuevo estudio acaba de demostrar que la receta para lograrla es tan sencilla como barata: educar en buenos hábitos en los primeros años de la vida, sobre todo antes de los 9 años.

Así lo pone de manifiesto una investigación llevada a cabo en 48 colegios públicos de la Comunidad de Madrid entre 2014 y 2020 por parte de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y la Fundación SHE (siglas en inglés de Ciencia, Salud y Educación), que recoge este lunes la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC).

La intervención se llevó a cabo con 1 771 niñas y niños de Educación Primaria, con edades comprendidas entre los seis y los 12 años.

Los 48 colegios fueron divididos en cuatro grupos: 12 recibieron educación en buenos hábitos alimenticios y salud integral durante los seis cursos de Primaria; otros 12 la tuvieron solo durante los tres primeros (de los 6 a los 9 años); otros 12 solo durante los tres últimos cursos (de 9 a 12 años), y finalmente hubo un cuarto grupo de control de 12 colegios que no accedió a esta formación.

Los niños participantes tuvieron una revisión médica antes de comenzar el estudio, incluyendo una serie de marcadores de obesidad y acumulación de grasa corporal, cuando todos ellos comenzaban la Primaria, y otras dos más al final del tercer y sexto curso, ha detallado a EFE uno de los investigadores, Rodrigo Fernández-Jiménez, director del Laboratorio de Imagen y Salud Cardiovascular del CNIC.

Mejor formación, menos obesidad

Los resultados han arrojado una conclusión clave: los niños de los 24 colegios que recibieron educación en salud integral en los tres primeros años de Primaria (de los 6 a los 9 años) presentaron menores niveles de obesidad y grasa abdominal que los que no recibieron ninguna formación en la materia y que los que recibieron esa formación solo durante los tres últimos cursos de primaria.

Los doctores no apreciaron diferencias significativas entre los 12 grupos de niños que recibieron píldoras educativas de salud integral los seis años completos, y aquellos que solo la tuvieron en los tres primeros años de primaria, lo que demuestra, a juicio de los doctores, que esos tres primeros años son los absolutamente claves para fijar hábitos saludables.

Las píldoras educativas, trabajadas con profesores, padres y con el colegio en sí para controlar cuestiones como qué se vendía en las cafeterías o máquinas automáticas, entre otros, consistieron en formación sobre el cuerpo humano; información sobre la relación entre salud y dieta; se les inculcó también la importancia de la actividad física y del descanso, y la gestión emocional de la comida.

«Los resultados confirman que las intervenciones educativas desde edades muy tempranas, cuando los niños están en condición total de absorber, tienen un gran beneficio y repercuten en mejores hábitos de vida y mejor salud», ha subrayado Fernández-Jiménez.

El investigador añade, «que cuánto antes empiece esa educación infantil mejor», es más esa educación debería de comenzar ya a los 4 o 5 años», como lleva demostrando el programa de Salud Integral (SI) de la Fundación SHE durante diez años de intervenciones educativas en colegios de Estados Unidos, Colombia o España.

Su director, Valentín Fuster, es otro de los autores del presente estudio.

Uno de cada tres niños españoles tiene sobrepeso

La acumulación de grasa abdominal y la obesidad son los factores de riesgo muy importantes para el desarrollo de diabetes tipo II, hipertensión arterial, riesgo cardiovascular y de ictus cerebral.

Tal y como señala Fernández-Jiménez la tendencia al exceso de peso en los niños españoles ha empeorado en los últimos años, con datos similares a los de Estados Unidos: 1 de cada 3 niños tiene exceso de peso.

Un factor que el doctor ha achacado también a la vulnerabilidad familiar, por falta de acceso económico a la comida saludable, o por falta de apoyo legislativo a una buena alimentación, con medidas como limitar por ejemplo los anuncios de comida basura.

«Los colegios son un entorno ideal para la implementación de programas educativos de promoción de la salud. Cualquier mejora en este ámbito puede ser beneficiosa si se implementa a gran escala, especialmente sabiendo que este tipo de intervenciones carece de efectos secundarios o adversos», ha concluido.

Esta investigación ha recibido el apoyo de Fundación «la Caixa».

29 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

julio 30, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Enfermedades metabólicas, Enfermedades Nutricionales, Medicina Familiar y Comunitaria, Nutrición, Obesidad, Pediatría | Etiquetas: , , , |

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