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11
Un pequeño estudio demuestra que permite evitar la prandial y, en la mayoría de casos, la basal, si se inicia el GLP-1 en los tres primeros meses tras el diagnóstico.
El agonista del GLP-1 semaglutida, autorizado en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, permite reducir de forma notable e incluso eliminar por completo la necesidad de insulina en pacientes con diabetes tipo 1 de reciente diagnóstico. Así lo muestran los resultados de un pequeño estudio publicados en una carta dirigida al editor de la revista The New England Journal of Medicine.
El equipo de Paresh Dandona, de Universidad Estatal de Nueva York en Búfalo (Estados Unidos), explica que llevó a cabo su investigación con el fármaco comercializado por Novo Nordisk como Ozempic, Wegovy y Rybelsus en diez pacientes de entre 21 y 39 años. Todos recibían el tratamiento estándar con insulina basal y prandial y presentaban un nivel medio de hemoglobina glicosilada (HbA1c) en el momento del diagnóstico de 11,7.
Los pacientes comenzaron el tratamiento con semaglutida dentro de los tres primeros meses tras el diagnóstico, primero con una dosis baja de 0,125 mg a la semana para vigilar efectos secundarios y evitar hipoglucemias. Posteriormente se fue aumentando la dosis de semaglutida hasta un máximo de 0,5 mg mientras se reducía la insulina prandial en consonancia con los valores de la monitorización continua de la glucosa.
Así, a los tres meses, todos los pacientes dejaron de recibir insulina en bolo. Pero además, a los seis meses, siete de estos diez pacientes prescindieron también de la insulina basal. Las dosis se mantuvieron hasta el final del seguimiento a los doce meses. La HbA1c media de los pacientes cayó a 5,9 a los seis meses y a 5,7 a los 12.
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Si bien, según explican los autores en su carta, durante el periodo de aumento de dosis de semaglutida se registraron hipoglucemias leves, tras la estabilización de las dosis no se registraron más episodios de este tipo, ni de cetoacidosis diabética u otros efectos secundarios graves.
Hipótesis
Se sabe que la mayoría de diabéticos tipo 1 de nueva aparición presentan una reserva sustancial de células beta intactas, que llega hasta el 50 % en el momento del diagnóstico. «Esto nos permitió plantear la hipótesis de que la semaglutida, que actúa mediante la estimulación de la secreción de insulina de la célula beta, podría potencialmente reemplazar la administración de insulina prandial», apunta Dandona en un comunicado difundido por la universidad.
Dandona lleva más de una década investigando la posible utilidad de los medicamentos para diabetes tipo 2 en la tipo 1. Ya en 2011 publicó un estudio en el que apuntaba que la liraglutida, otro agonista del GLP-1, podría podría funcionar en diabetes tipo 1.
Los nuevos resultados de la semaglutida «indudablemente nos sorprendieron nuestros hallazgos y también nos entusiasmaron mucho», observa Dandona. «Si se confirman en estudios más amplios y con períodos de seguimiento prolongados, posiblemente podría ser el cambio más dramático en el tratamiento de la diabetes tipo 1 desde el descubrimiento de la insulina en 1921″, señala el investigador.
Referencia
Paresh Dandona P, Ajay Chaudhuri, Husam Ghanim. Semaglutide in Early Type 1 Diabetes. N Engl J Med 2023; 389:958-959. DOI: 10.1056/NEJMc2302677
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMc2302677
07/09/2023
Fuente: (Diario Médico) -Tomado-Endocrinología © Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.
Semaglutida, insulina, pacientes, tratamiento, eliminación de insulina
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8
Según un nuevo estudio, un orden de bacterias puede ayudar a reducir la resistencia a la insulina.
El mismo estudio identificó otro tipo de bacteria que puede servir como indicador de resistencia a la insulina.
Una combinación de análisis y experimentos con animales confirmó una relación causal entre dichas bacterias y la resistencia a la insulina, un factor importante en la diabetes tipo 2.
Los primeros signos de una comunidad de células microbianas, en su mayoría bacterias, que viven principalmente en el microbioma de nuestro intestino superior e inferior se discernieron hace más de un siglo.
El término «microbioma» no fue acuñado hasta 2009 por Joshua Lederberg. Nos encontramos en los primeros días de nuestra comprensión de este complicado terreno microbiano.
Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro RIKEN de Ciencias Médicas Integrativas (IMS) en Japón informa el descubrimiento de un orden de bacterias intestinales que pueden ayudar a proteger contra la diabetes tipo 2 y la obesidad al mejorar la resistencia a la insulina. La bacteria es Alistipes indistinctus.
Los investigadores también identificaron bacterias del orden Lachnospiraceae que están presentes con mayor frecuencia en las heces de personas con resistencia a la insulina, en comparación con aquellas sin resistencia a la insulina. Esto sugiere que puede ser un biomarcador útil de la afección.
El estudio aparece en la revista Nature.
Bacterias y resistencia a la insulina.
Los investigadores analizaron muestras de heces tomadas en controles periódicos de 306 personas sanas de entre 20 y 75 años, con una edad promedio de 61 años. De este grupo, el 71 % eran hombres y ninguno tenía diabetes.
El contenido de sus heces se comparó con los niveles de resistencia a la insulina de los individuos.
Resultó que las personas con un exceso de carbohidratos (monosacáridos como glucosa, fructosa, galactosa y manosa) en su materia fecal tenían más probabilidades de tener resistencia a la insulina.
Al observar de cerca los habitantes bacterianos de las muestras, los investigadores encontraron una mayor cantidad de bacterias Lachnospiraceae en personas con resistencia a la insulina, así como en personas con monosacáridos reveladores en las heces.
Por el contrario, las personas cuyas heces contenían más bacterias del tipo Bacteroidales, a diferencia de las Lachnospiraceae, tenían una menor resistencia a la insulina y una menor cantidad de monosacáridos en el intestino.
Alistipes protege contra la resistencia a la insulina
Los autores consideran que el principal punto fuerte de su investigación es la catalogación de 2 800 metabolitos fecales anotados combinados con el microbioma y la patología del huésped.
Los metabolitos son moléculas pequeñas que son subproductos del metabolismo celular y pueden proporcionar pistas químicas sobre las células que los produjeron durante la metabolización.
Este proceso permitió a los investigadores identificar metabolitos relacionados con la resistencia a la insulina, identificar asociaciones entre los carbohidratos fecales y la inflamación de bajo grado por resistencia a la insulina y, por lo tanto, seleccionar candidatos para la validación en experimentos con ratones.
«Ha habido algunos estudios que muestran la asociación de los microbios intestinales con la obesidad o la resistencia a la insulina en humanos», señaló el Dr. Hiroshi Ohno, líder del equipo del Centro RIKEN y uno de los autores del estudio.
“Por ejemplo, se ha demostrado que Alistipes disminuye en personas obesas. Sin embargo, estos estudios no lograron revelar la relación causal entre esos microbios y la obesidad”, dijo a Medical News Today.
«Al combinar el análisis del metaboloma y los experimentos con animales, demostramos la relación causal y que la administración oral de Alistipes puede proteger contra la resistencia a la insulina», dijo.
Cuando se le preguntó si su equipo tenía más planes para sus 2 800 metabolitos, el Dr. Ohno respondió: “Nos centramos más en los metabolitos hidrófilos [metabolitos que se mezclan con agua] en este estudio. Nos gustaría investigar en el futuro metabolitos hidrofóbicos/lipidómicos, que también incluyen metabolitos interesantes asociados con la resistencia/sensibilidad a la insulina en nuestro análisis preliminar”.
La fuente de los monosacáridos.
La presencia de monosacáridos en las heces de los individuos es una sorpresa, dijo el gastroenterólogo Dr. Ashkan Farhadi, que no participó en el estudio.
«Creo que hasta ahora pensábamos que todo lo absorbible ya se absorbía cuando llegaba al colon», señaló.
Según el Dr. Ohno, la fuente de estos carbohidratos son las fibras dietéticas o polisacáridos que normalmente son descompuestos por las bacterias intestinales.
Sin embargo, el Dr. Ohno planteó la hipótesis de que «cuando hay más Lachnospiraceae en el colon, la probabilidad de que esos microbios produzcan más monosacáridos es alta, lo que da como resultado una mayor cantidad de monosacáridos fecales».
Los monosacáridos no pueden pasar del interior del cuerpo humano al tracto intestinal, por lo que es poco probable que la insulina esté involucrada en la presencia de niveles elevados de monosacáridos en las heces, anotó.
Aplicar los resultados del estudio
Aunque los autores señalan que actualmente no hay probióticos disponibles que contengan A. indistinctus, eso podría cambiar algún día con una mayor validación de esta investigación.
En cuanto al biomarcador de resistencia a la insulina de Lachnospiraceae, el Dr. Ohno sugirió: “Una posibilidad es identificar bacteriófagos y/o endolisinas específicos de Lachnospiraceae. Podrían lisar [destruir] cepas de Lachnospiraceae si pueden ser aplicables para su uso en humanos”.
Las bacterias juegan un papel clave en el metabolismo.
El Dr. Farhadi señaló: “Nuestra comprensión del papel de las bacterias intestinales es cada vez más profunda, pero aún no ha llegado a la superficie. En realidad, es una comprensión muy superficial de lo que ellas [las bacterias] están haciendo”.
“Hubo muchos otros estudios”, dijo el Dr. Farhadi, “que muestran que podemos transferir la obesidad de un animal obeso a un animal delgado mediante la transferencia de bacterias. Pero este es el primer estudio que aporta un poco más de detalle a la evidencia”.
«Así que creo que es un gran avance para nuestra comprensión de que estos gérmenes intestinales tienen más influencia en nuestro cuerpo y su función, y particularmente ahora en el metabolismo».
– Dr. Ashkan Farhadi
Referencia
Tadashi Takeuchi T, Kubota T, Nakanishi Y, Tsugawa H, Suda W, Tae-Jun Kwon A, et al. Yazaki J, K .Nemoto S, Mochizuki Y. Gut microbial carbohydrate metabolism contributes to insulin resistance. Nature (2023). https://doi.org/10.1038/s41586-023-06466-x
https://www.nature.com/articles/s41586-023-06466-x
Fuente: (Medical News Today) © 2023 Healthline Media UK Ltd, Brighton, UK. All
ago
24
Investigadores de la Universidad de Berlín han identificado un marcador epigenético en el gen POMC relacionado con el riesgo elevado a tener sobrepeso en mujeres que abre una posibilidad terapéutica para algunos pacientes con obesidad. Read more
ago
10
La mayor parte de los síntomas depresivos moderados a severos que afectan a los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 (DM1) o DM 2 se relacionan, entre otras causas, con la falta de adherencia al tratamiento farmacológico.
Las consecuencias determinan la necesidad de efectuar exámenes colectivos que evalúen la eventual incidencia de la depresión y, a su vez, requiere del sistema de salud la formación de equipos multidisciplinarios que trabajen en tiempo real con el fin de evitar el doble impacto que ocasiona la interacción de diabetes y depresión.
El artículo de la Revista Uruguaya de Medicina Interna se propone conocer la frecuencia de síntomas depresivos en una población con DM1 y DM2 y su relación con factores sociodemográficos, tratamiento farmacológico, control metabólico y complicaciones crónicas.
El estudio se llevó a cabo en una población con DM1 y DM2 asistida en el Hospital Pasteur, Facultad de Medicina, Universidad de la República, Montevideo, Uruguay.
Antecedentes del vínculo
El artículo hace hincapié en definir a la DM como una «enfermedad crónica de tratamiento complejo, ya que sus pilares terapéuticos se basan en ejercicio, dieta y uso de fármacos… «Esto determina que el paciente dedique parte de su tiempo al cuidado de la enfermedad, para lograr un buen control metabólico. El uso de nuevas tecnologías (infusores de insulina, monitoreo continuo de glucosa) de gran valor en el tratamiento de la diabetes pueden someter al paciente a una situación de estrés cotidiano.»
El conocimiento actual incorporó que la relación entre diabetes y depresión es bidireccional, es decir el diagnóstico de diabetes aumenta el riesgo de depresión, aunque ésta represente un factor de riesgo para la diabetes en personas que no transitan la enfermedad.
Los pacientes con DM1 o DM2 asocian con frecuencia síntomas depresivos diversos, relacionados tanto al periodo de duelo que acompaña al diagnóstico, como en las etapas sucesivas vinculadas a cambios de estilo de vida, tratamiento farmacológico y aparición de complicaciones.
La amplia prevalencia de depresión en la población diabética (11 a 82 %) depende del método utilizado para el diagnóstico, así como al rango etario, etnia y contexto sociocultural de las poblaciones bajo estudio. La prevalencia es superior a la depresión de la población general que alcanza un 5 %, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La introducción del trabajo aclara que la cifra de depresión aumenta cuando se la considera asociada a servicios de salud; para el caso de Uruguay el artículo informa una prevalencia de 22 % en pacientes que consultan de manera ambulatoria un servicio de medicina interna.
A nivel somático se conoce que la depresión y el estrés crónico activan el eje hipotálamo -hipofisario-suprarrenal, estimulando al sistema nervioso simpático, aumentando la agregación plaquetaria y los fenómenos inflamatorios, con la generación de insulinorresistencia y la estimulación de un mal control metabólico.
Población y tipo de estudio
El estudio analítico, observacional y transversal analizó 50 pacientes con DM1 (35 %) y 92 con DM2 (65 %) atendidos por el Hospital Pasteur, entre marzo y octubre de 2020.
Los 142 individuos fueron atendidos al menos dos veces en el último año cumplieron los criterios de inclusión: pacientes con diagnóstico de DM1 y DM2, mayores de 15 años.
Quedaron excluidos del estudio las pacientes embarazadas, los no capacitados para responder el cuestionario administrado, pacientes con enfermedades crónicas como cáncer en fase terminal, insuficiencia renal crónica en hemodiálisis, amaurosis, amputación de miembros inferiores.
Resultados y aseveraciones de la literatura
La prevalencia de depresión global en pacientes diabéticos encontrada por los autores fue de 36.7 %, superior a la frecuencia de depresión en la población general.
Al analizar las poblaciones por tipo de diabetes, los síntomas de depresión alcanzaron al 30 % de los pacientes con DM1 y 40 % de DM2, lo que evidencia alta frecuencia de síntomas de depresión.
Estos datos se acercan a los arribados en un estudio multinacional de 9000 pacientes con síntomas de depresión de 30.7 % de DM1 y 33.1 % en DM2.
Los autores mencionan algunas invetigaciones que revelaron una frecuencia mayor de síntomas de depresión (57.8 % en Perú y 82 % en Venezuela).
Si bien distintos estudios comunicaron un predominio de síntomas leves de depresión, tanto en DM1 como en DM2 del trabajo que publica la revista uruguaya predominaron los grupos con síntomas de depresión moderada a severa (18 % y 27 % respectivamente).
Los autores atribuyen la diferencia a la probable vinculación con las características de la población que se asiste en el tercer nivel de atención del Hospital Pasteur, más compleja, con mayor comorbilidad, mayor duración de la diabetes, más complicaciones y mayor proporción de pacientes con múltiples dosis de insulina.
El subdiagnóstico de la patología se manifiesta en que solo el 21 % de los pacientes con síntomas de depresión tenían diagnóstico previo; esta misma situación fue advertida en distintos trabajos, pese a que los grupos de pacientes fueran seguidos por equipos especializados en diabetes.
Los síntomas de depresión fueron significativamente superiores en mujeres, similar a lo reportado por otros autores. El trabajo aquí descripto al no encontrar esa asociación considera que podría deberse al tamaño reducido de la muestra.
La investigación tampoco vinculó los síntomas de depresión con los niveles primarios o secuendarios de instrucción.
Respecto a la falta de asociación con el control metabólico los autores opinan que podría deberse a múltiples factores vinculados al huésped, la atención médica, al tratamiento y al apoyo permanente desde los centros de atención a diabéticos. En este sentido, citan una revisión sistemática y metaanálisis donde se informa que la depresión está débilmente relacionada con el estado glucémico.
El trabajo vínculó los síntomas de depresión y el tiempo de evolución de la enfermedad con aquellos pacientes con diagnósticos de más de 5 años; esto fue observado al analizar toda la población y en el subgrupo de DM2. Read more
may
16
Las mujeres que experimentan sofocos más intensos tras la menopausia tienen más probabilidades de desarrollar síndrome metabólico e hipertensión arterial, según una investigación presentada en el 25º Congreso Europeo de Endocrinología celebrado en Estambul. Las conclusiones de este estudio a largo plazo ponen de relieve la importancia del uso de la terapia hormonal sustitutiva de la menopausia en estas mujeres.
El síndrome metabólico es un grupo de tres o más afecciones que se dan juntas y que aumentan el riesgo de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y diabetes de tipo 2. Estas afecciones incluyen hipertensión arterial, hiperglucemia, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos. Tras la menopausia, las mujeres corren un mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares.
En este estudio, investigadores de la Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas examinaron a 825 mujeres sanas de entre 40 y 65 años que habían pasado recientemente por la menopausia, en el Hospital Universitario Aretaieion de Atenas (Grecia). Realizaron un seguimiento de estas mujeres a lo largo de 15 años, entre 2006 y 2021, y descubrieron que las que sufrían sofocos de moderados a intensos eran más propensas a desarrollar hipertensión y síndrome metabólico. Además, las mujeres que desarrollaban hipertensión o síndrome metabólico eran diagnosticadas antes cuando experimentaban sofocos más intensos, en comparación con las que no los padecían o los tenían más leves.
Estudios anteriores también han mostrado una asociación entre los sofocos y el riesgo cardiovascular; las mujeres que experimentan sofocos tienen un mayor riesgo de desarrollar distintos tipos de afecciones que afectan al corazón y los vasos sanguíneos. Sin embargo, esta asociación nunca se había estudiado a tan gran escala en mujeres con distintos grados de síntomas. «Nuestro estudio a largo plazo está cuidadosamente diseñado: hemos emparejado a un grupo de mujeres cuidadosamente seleccionadas según la gravedad de los sofocos y su edad, y las hemos seguido durante 15 años», explica la Dra. Elena Armeni, investigadora principal.
Síntomas como los sofocos y los sudores nocturnos pueden empezar alrededor de la menopausia y durar hasta 10 años. Sin embargo, la terapia hormonal sustitutiva -medicación que contiene hormonas que el organismo ya no puede fabricar tras la menopausia- puede utilizarse para tratar los síntomas de la menopausia y proteger la salud a largo plazo, especialmente en mujeres que sufren sofocos de moderados a intensos. «Nuestros resultados vuelven a poner de relieve el papel de las estrategias de prevención cardiovascular, como el uso de la terapia hormonal sustitutiva, que deben aplicarse poco después de la menopausia», afirma el Dr. Armeni. «Debería animarse a este grupo de mujeres sanas que ya son candidatas a la terapia hormonal sustitutiva a optar por este tratamiento».
Los investigadores se interesan ahora por saber si estos factores de riesgo acumulados causan afecciones cardiacas. «Nuestro estudio muestra que las mujeres más sintomáticas después de la menopausia tienen factores de riesgo cardiovascular más prevalentes, pero no está claro si también tienen más probabilidades de desarrollar cardiopatías, diabetes de tipo 2 o sufrir un ictus», afirma el Dr. Armeni. «De ser así, las mujeres con síntomas más molestos necesitarán una educación sanitaria adecuada para asegurarse de que seguirán estando en forma y sanas en la vejez».
Mayo 16/2023 (EurekaAlerts!) – Tomado de News Releases Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS).
abr
21
La cirugía metabólica (bariátrica) es más eficaz que los medicamentos y las intervenciones sobre el estilo de vida para el tratamiento de la enfermedad hepática grasa no alcohólica avanzada.
Un nuevo trabajo, publicado hoy en The Lancet por el King’s College de Londres y la Universidad Católica de Roma, es el primero que compara tres tratamientos activos de la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) e investiga específicamente la eficacia de la cirugía metabólica (cirugía de pérdida de peso) en un ensayo clínico aleatorizado.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es la causa más frecuente de enfermedad hepática crónica y afecta globalmente al 55% de las personas con diabetes tipo 2 y al 75% de las que padecen obesidad. La esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) es la forma progresiva de la enfermedad, y se caracteriza por lesión e inflamación de las células hepáticas, que inducen fibrosis hepática (cicatrización del tejido). Si no se trata, puede provocar insuficiencia hepática y cáncer de hígado, y es una de las principales causas de trasplante de hígado en el mundo occidental.
La EHNA también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la mortalidad general en pacientes con obesidad o diabetes de tipo 2. La HGNA/NASH afecta actualmente al 12% de los adultos en el Reino Unido; en EE.UU. se calcula que esta enfermedad afectará a 27 millones de personas en 2030.
El ensayo multicéntrico aleatorizado se llevó a cabo en Italia. El ensayo comparó la eficacia de la cirugía bariátrica y metabólica frente a las modificaciones del estilo de vida y la mejor atención médica actual en 288 pacientes.
Las biopsias hepáticas pre y postoperatorias mostraron que la cirugía era más eficaz para inducir la reversión completa de la inflamación y el daño celular en el hígado -las características centrales de la EHNA- sin empeoramiento de la fibrosis hepática después de 1 año de la cirugía. La probabilidad de lograr la reversión de la EHNA era de 3 a 5 veces mayor con la cirugía metabólica que con la atención médica. La cirugía también fue más eficaz para conseguir una mejoría de al menos un estadio de la fibrosis hepática, otro criterio de valoración preespecificado del ensayo. Los dos procedimientos quirúrgicos parecieron mejorar por igual la EHNA.
Los investigadores afirman que la capacidad de la cirugía para controlar e incluso mejorar la fibrosis asociada a la EHNA es de especial relevancia clínica, ya que la fibrosis es el principal factor predictivo de complicaciones hepáticas y malos resultados cardiovasculares y muerte en pacientes con EHNA.
La profesora Geltrude Mingrone, primera autora del informe, catedrática de Medicina de la Universidad Católica de Roma y catedrática de Diabetes y Nutrición del King’s College de Londres, ha declarado: «Los resultados de nuestro estudio respaldan el uso de la cirugía metabólica como tratamiento de la EHNA, una afección que durante mucho tiempo se ha considerado huérfana de terapias eficaces.»
El profesor Francesco Rubino, coinvestigador principal y catedrático de Cirugía Bariátrica y Metabólica del King’s College de Londres y cirujano consultor del King’s College Hospital, declaró: «La presencia de EHNA predice un riesgo significativo de complicaciones y mortalidad en las personas con obesidad grave y diabetes tipo 2″.
El profesor Francesco Rubino, coinvestigador principal y catedrático de Cirugía Bariátrica y Metabólica del King’s College de Londres y cirujano consultor del King’s College Hospital, ha declarado: «La presencia de EHNA predice un riesgo significativo de complicaciones y mortalidad en personas con obesidad grave y diabetes de tipo 2. Los resultados de este estudio proporcionan argumentos convincentes para dar prioridad a la cirugía metabólica en esta población de pacientes. Los resultados de este estudio ofrecen argumentos convincentes para dar prioridad a la cirugía metabólica en esta población de pacientes.»
En comparación con el tratamiento médico convencional, la cirugía también produjo mejores beneficios generales para la salud. Aunque ambos procedimientos quirúrgicos parecían mejorar por igual la EHNA, el grupo de bypass gástrico fue más eficaz que el de gastrectomía en manga para mejorar la diabetes tipo 2 y reducir otros factores de riesgo cardiovascular asociados a la HGNA/EHNA.
Abril 21/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Diseases, Conditions, Syndromes Surgery https://medicalxpress.com/news/2023-04-surgery-effective-treatment-metabolic-liver.html Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.
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