may
24
Investigadores de la University College de Londres mostraron que es probable que el cambio climático y los fenómenos meteorológicos adversos afecten negativamente la salud de las personas con enfermedades cerebrales, publicó The Lancet Neurology.
El estudio enfatizó la urgente necesidad de comprender el impacto del cambio climático en las personas con afecciones neurológicas para preservar su salud y evitar que empeoren las desigualdades.
Luego de revisar 332 artículos publicados en todo el mundo entre 1968 y 2023, los expertos concluyeron que esperan que la escala de los efectos potenciales del cambio climático en las enfermedades neurológicas sea sustancial.
Consideraron 19 afecciones diferentes del sistema nervioso, elegidas sobre la base del estudio Global Burden of Disease 2016 incluidos accidentes cerebrovasculares, migrañas, Alzheimer, meningitis, epilepsia y esclerosis múltiple.
También analizaron el impacto del cambio climático en varios trastornos psiquiátricos graves como la ansiedad, la depresión y la esquizofrenia, considerando que existe evidencia clara de un impacto del clima en algunas afecciones cerebrales, especialmente los accidentes cerebrovasculares y las infecciones del sistema nervioso.
En este contexto, descubrieron que había un aumento en las admisiones, la discapacidad o la mortalidad como resultado de un accidente cerebrovascular en temperaturas ambiente más altas o en olas de calor.
Arribaron a la conclusión de que todo el concepto de ansiedad climática es una influencia adicional, potencialmente importante.
En esa línea añadieron que muchas afecciones cerebrales están asociadas con un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos, incluida la ansiedad, multimorbilidades que pueden complicar aún más el impacto del cambio climático y las adaptaciones necesarias para preservar la salud.
22 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
may
7
Un simple análisis de sangre podría permitir a los médicos determinar si una persona puede tener un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o deterioro cognitivo, trascendió hoy.
Publicado en la revista Stroke y a cargo de expertos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en Estados Unidos, la indagación refiere que medir las concentraciones de una red de moléculas inflamatorias en la sangre podría permitir a los médicos calcular una puntuación de riesgo de susceptibilidad a la enfermedad de los pequeños vasos cerebrales.
«Al calcular las concentraciones de esta red de moléculas inflamatorias en la sangre de pacientes que no han tenido un evento cerebrovascular, los doctores pueden evaluar cuantitativamente el riesgo de una persona de sufrir enfermedad cerebral de vasos pequeños y futuro accidente cerebrovascular», detallaron los científicos.
Las conclusiones fueron posibles gracias a que los estudiosos se centraron en una red biológicamente conectada de moléculas inflamatorias conocida como red de interleucina-18 o IL-18, que incluye proteínas y moléculas de señalización utilizadas para combatir diversas infecciones.
Sin embargo, advirtieron, «la concentración de estas moléculas individuales puede fluctuar en respuesta a otras dolencias como la gripe o trastornos autoinmunes, lo que las convierte en predictores poco fiables del riesgo de accidente cerebrovascular a nivel individual».
Dijeron también que su investigación no puede determinar aún si es posible modificar o reducir la puntuación de riesgo de una persona o prevenir un derrame cerebral incluso antes de que ocurra.
06 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
may
3
Uruguay está hoy libre de la encefalitis equina, luego de ausencia de notificaciones sobre la enfermedad en las últimas semanas.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) dio por terminado el evento sanitario, que tuvo su mayor incidencia entre diciembre de 2023 y enero de este año. Un comunicado del MGAP señala que teniendo en cuenta la ausencia de notificaciones de encefalitis equina y de casos positivos durante los tres últimos meses, se considera terminada la presencia de la enfermedad transmitida por mosquitos Aedes Albifasciatus.
Según el texto, los caballos residentes en los establecimientos rurales ubicados en terrenos bajos, con mucha humedad, vegetación alta, con presencia de aves y abundante actividad de mosquitos, fueron los mas afectados.
El 4 de diciembre de 2023 fue el de mayores notificaciones (91) y el 8 de enero de 2024 resultó el de más muertes, con 25.
Un destaque para la labor de los veterinarios y los tratamientos utilizados que permitieron la recuperación de los equinos afectados, dice el comunicado, el cual también encomia la importación y utilización de vacunas.
02 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
abr
20
Ace Alzheimer Center Barcelona remarca la importancia de contar con hábitos de lectura para estimular y preservar la función cognitiva y prevenir así el Alzheimer y otras formas de demencia ya que la lectura no solo es un placer para la mente, sino que se trata de una de las actividades más beneficiosas para la salud, pues estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales.
En concreto, la lectura ayuda a ejercitar la concentración, la atención, la memoria y la capacidad de visualización, actuando, así como un escudo protector contra el deterioro cognitivo.
Por esta razón, es muy importante fomentar este hábito desde pequeños y mantenerlo a lo largo de toda la vida. Y es que, más allá de preservar nuestras habilidades cognitivas, la lectura también reduce el estrés, que da origen a dolencias neurológicas como las cefaleas, y permite desarrollar buenas rutinas de higiene del sueño cuando se practica antes de dormir.
El cerebro necesita mantenerse activo para mejorar sus funciones e incrementar la rapidez de respuesta. Por esto, una de las mayores aportaciones que brinda la lectura es que ayuda a incrementar nuestra reserva cognitiva, un concepto clave en este contexto, que explica cómo el cerebro puede compensar y tolerar mejor los cambios ocasionados por determinadas patologías, permitiendo que las personas mantengan sus habilidades cognitivas a pesar de los cambios en el cerebro asociados con la edad o enfermedades neurodegenerativas.
Además de la lectura, el nivel educacional, estilo de vida y las actividades de ocio son otros de los factores que incrementan esta reserva y que proporcionan una mayor protección contra el deterioro cognitivo. Contar con un hábito de lectura frecuente durante más de cinco años y poseer al menos estudios primarios completos, ayuda a una protección más significativa ante este tipo de patologías.
Por último, cabe destacar la importancia de la lectura no solo para prevenir el Alzheimer sino también para tratarlo y mejorar la calidad de vida de las personas que ya lo padecen. En concreto, les ayuda en el trabajo del lenguaje y la memoria y contribuye significativamente a conservar las funciones cognitivas.
Para ello, la responsable de la Unidad de Atención Diurna de Ace Alzheimer Center Barcelona, Amèrica Morera, aconseja fomentar el hábito de leer en voz alta con los pacientes y resalta que «es importante adaptar las lecturas a las necesidades e intereses de cada paciente para conseguir que esta actividad les resulte atractiva e incluso les permita recordar aspectos o emociones vitales».
18 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de |Noticia
abr
11
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas (CCAA) han aprobado la actualización de la Estrategia del Ictus del Sistema Nacional de Salud con el objetivo de conseguir una mejor prevención, atención y rehabilitación del ictus, basadas en la excelencia clínica y en condiciones de igualdad en todo el territorio.
La Estrategia se publicó en 2009 y estableció los objetivos de mejora en todos los niveles de la atención sanitaria de esta enfermedad. Ahora, la actualización del documento ha sido elaborada por el Ministerio de Sanidad y las CCAA, junto a las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes.
En este punto, el Ministerio ha informado que en 2013 se realizó una primera evaluación y en 2021 la segunda, poniendo de manifiesto que se han alcanzado un gran número de los objetivos marcados, entre ellos, la reducción significativa de la mortalidad por ictus en España, el aumento de la autonomía de los supervivientes, así como la disminución en la variabilidad en los resultados en las diferentes comunidades autónomas.
El ictus sigue siendo un problema de salud pública en todo el mundo, asociado a una elevada mortalidad y discapacidad si no se trata adecuadamente. Unas 120 000 personas sufren un ictus y alrededor de 25 000 fallecen cada año en España a causa de este problema.
Además, es una enfermedad que trae consigo sufrimiento y un impacto en todas las esferas de la vida. Se calcula que una de cada seis personas en el mundo padecerá un ictus a lo largo de su vida, siendo la primera causa de discapacidad en Europa y una de las principales causas de muerte. Puede ocurrir a cualquier edad.
De hecho, en los últimos años se ha incrementado su incidencia en un 25 % en edades comprendidas entre 20 y 64 años, si bien es más frecuente a partir de los 65 años. Además, los estudios prevén un aumento significativo de su incidencia. Todo ello ha llevado a la publicación de planes de actuación internacionales, integrales, entre los cuales destaca el Plan Europeo de Acción para el Ictus 2018-2030 y el Plan de acción de la Organización Mundial del Ictus para una asistencia sanitaria de calidad. En ambos se incide en dos aspectos fundamentales: el ictus se puede prevenir y tratar de manera efectiva.
SE PUEDE PREVENIR EN UN 80-90 % DE LOS CASOS
El Ministerio recuerda que esta enfermedad se puede prevenir en un 80-90 % de los casos, si actuamos sobre estilos de vida y factores de riesgo modificables. Además, se han desarrollado métodos de diagnóstico y tratamientos muy efectivos, basados en la evidencia científica, que mejoran, de manera muy significativa, el pronóstico de las personas con ictus. Para ello se requiere de una actuación rápida y especializada por equipos interdisciplinares, coordinados por Neurología, así como una adecuada organización asistencial y asignación de recursos. Los tratamientos de neurorrehabilitación y la atención de las necesidades en la vida después del ictus son también cruciales para disminuir la discapacidad funcional y mejorar la calidad de vida de las personas con ictus, aseguran desde Sanidad. La Estrategia integra las directrices de la OMS y se alinea con los principales objetivos y recomendaciones recogidos en el Plan de Acción Europeo para el Ictus 2018-2030. Se aborda la complejidad de la enfermedad cerebrovascular desde una perspectiva integral de la atención, interdisciplinar, coordinada y centrada en la persona. En este sentido, considera la equidad, la sostenibilidad, el respeto de los derechos humanos y la bioética como pilares fundamentales.
También procura la participación de las personas afectas y sus familiares en la toma de decisiones y en el autocuidado y aborda la importancia del acompañamiento y el apoyo en todas las fases para lograr la máxima autonomía y calidad de vida. Por último, la Estrategia aborda la necesidad de una coordinación adecuada entre los numerosos profesionales implicados y una continuidad en la atención.
10 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
abr
6
Las experiencias estresantes en la mediana edad o durante la infancia pueden estar asociadas a un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer y neuroinflamación, respectivamente. Un estudio publicado en Annals of Neurology, que ha sido liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación «la Caixa», en colaboración con el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall.
Los acontecimientos vitales estresantes son aquellos en los que amenazas externas objetivas activan respuestas conductuales y psicológicas en nosotros, por ejemplo, la muerte de un ser querido, el desempleo o la enfermedad. Cada vez hay más pruebas de que el estrés podría estar asociado a un mayor riesgo de demencia y deterioro cognitivo.
El objetivo de esta investigación era evaluar si la acumulación de acontecimientos vitales estresantes a lo largo de la vida podría influir en el desarrollo de enfermedades relacionadas con el alzhéimer en etapas posteriores. Para ello, el equipo de investigación contó con 1290 personas voluntarias de la cohorte ALFA de Barcelona, también apoyada por la Fundación «la Caixa», todas ellas sin deterioro cognitivo en el momento del estudio, pero con antecedentes familiares directos de enfermedad de Alzheimer.
La mediana edad como periodo vulnerable
Los análisis estadísticos revelaron que la acumulación de acontecimientos estresantes durante la mediana edad se asociaba a niveles más elevados de proteína β-amiloide (Aβ), un factor clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Sabemos que la mediana edad es un periodo en el que empiezan a acumularse las patologías relacionadas con la enfermedad de Alzheimer. «Es posible que estos años representen un periodo vulnerable en el que experimentar estrés psicológico pueda tener un impacto duradero en la salud cerebral», afirma Eleni Palpatzis, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
Estrés infantil y neuroinflamación
El equipo de investigación también descubrió que niveles más altos de experiencias estresantes en la infancia estaban asociados con un mayor riesgo de desarrollar neuroinflamación en edades más avanzadas. La inflamación se ha reconocido como una respuesta molecular clave en las enfermedades neurodegenerativas y estos resultados están en consonancia con las nuevas pruebas que sugieren que los traumas infantiles están relacionados con un aumento de la inflamación en la edad adulta.
La acumulación de acontecimientos vitales estresantes a lo largo de la vida se asoció con mayores niveles de proteína β-amiloide (Aβ) sólo en los hombres. En las mujeres, sin embargo, los investigadores observaron que un mayor número de experiencias estresantes a lo largo de la vida se asociaba a menores volúmenes de materia gris, lo que implica que el estrés puede tener efectos específicos según el sexo.
«Nuestros resultados sugieren que los mecanismos a través de los cuales los factores estresantes de la vida afectan a la salud cerebral de hombres y mujeres son diferentes: acumulación de proteína amiloide en los hombres y atrofia cerebral en las mujeres», afirma Eider Arenaza-Urquijo, investigadora de ISGlobal y última autora del estudio.
Efectos más fuertes en personas con antecedentes psiquiátricos
Las autoras encontraron que los acontecimientos vitales estresantes en personas con antecedentes de enfermedades psiquiátricas se asociaron con mayores niveles de proteínas Aβ y tau, neuroinflamación y con un menor volumen de materia gris. Esto sugiere que esta población podría ser más susceptible a los efectos de los acontecimientos vitales estresantes, por ejemplo, debido a una menor capacidad para afrontar el estrés que podría hacerles más vulnerables.
«Nuestro estudio refuerza la idea de que el estrés podría desempeñar un papel importante en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y aporta pruebas iniciales sobre los mecanismos que subyacen a este efecto, pero se necesitan investigaciones adicionales para replicar y validar nuestros hallazgos iniciales», afirma Eider Arenaza-Urquijo.
04 de abril de 2024|Fuente: Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología