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Un estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos mostró que quienes consumen alimentos ultraprocesados son 10 por ciento más propensos a sufrir una muerte prematura, esencialmente por enfermedades cardiacas o diabetes.
Refrescos y carnes altamente procesadas como los perros calientes, salchichas y embutidos están más fuertemente asociados con el riesgo de mortalidad, señaló en un comunicado Erikka Loftfield, investigadora del centro.
Comer una dieta baja en estos alimentos ya se recomienda para la prevención de enfermedades y la promoción de la salud, añadió.
Según los expertos, los productos ultraprocesados están hechos principalmente de sustancias extraídas de alimentos integrales como grasas saturadas, almidones y azúcares añadidos.
También contienen una amplia variedad de aditivos para hacerlos más sabrosos, atractivos y estables, incluidos colorantes, emulsionantes, sabores y estabilizantes.
Entre ellos se encuentran los productos horneados envasados, los cereales azucarados, los listos para comer o para calentar y los embutidos.
Tras analizar datos recopilados en la década del 90 del pasado siglo de más de 540 000 personas entre 50 y 71 años, concluyeron que los alimentos ultraprocesados aumentaron específicamente el riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardíacas o diabetes, pero no cáncer.
«Los resultados de nuestro estudio respaldan un cuerpo más amplio de literatura, que incluye estudios observacionales y experimentales, que indican que la ingesta de alimentos ultraprocesados tiene un impacto adverso en la salud y la longevidad», dijo Loftfield.
Sin embargo, todavía hay mucho que no sabemos, incluyendo qué aspectos de los alimentos ultraprocesados plantean riesgos potenciales para la salud, apuntó la especialista.
03 julio 2024|Fuente: Prensa Latina|Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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El ayuno intermitente consiste en restringir la alimentación diaria a una ventana de 4 a 12 horas y no tomar nada más el resto del día. La mayoría de los que siguen este régimen comen en 8 horas y ayunan 16. Ahora, un estudio realizado con más de 20.000 adultos ha revelado que las personas que limitan su alimentación a menos de 8 horas tienen un 91% más probabilidades de morir de enfermedad cardiovascular en comparación con las que comen entre 12 y 16 horas al día.
Los resultados de esta investigación preliminar han sido presentados este lunes en las Sesiones Científicas 2024 sobre Estilo de Vida y Cardiometabolismo de Epidemiología y Prevención de la Asociación Americana del Corazón, una reunión anual que se celebra esta semana en Chicago y en la que se van a presentar los últimos estudios sobre salud, bienestar y estilo de vida.
Restringir el tiempo diario de comida a un periodo corto, como 8 horas al día, se ha popularizado en los últimos años como una forma de perder peso y mejorar la salud del corazón’ pero lo cierto es que ‘no se conocen los efectos a largo plazo’, advierte Victor Wenze Zhong, autor principal del estudio y jefe de epidemiología de la Escuela de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, China. Para averiguarlo, los autores hicieron un estudio con 20.000 adultos, revisaron la información sobre los patrones dietéticos de los participantes en las Encuestas Nacionales de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) anuales de 2003 a 2018 y los compararon con los datos sobre las personas fallecidas en los Estados Unidos entre 2003 y 2019.
El análisis encontró que los que se alimentaban en menos de 8 horas al día tenían un 91% más de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y también observó un mayor riesgo de muerte cardiovascular en las personas que padecían una enfermedad cardíaca o cáncer. Entre las personas con enfermedades cardiovasculares, una duración de la alimentación inferior a 10 horas al día se asoció con un 66% más de riesgo de muerte por enfermedad cardíaca o ictus.
Por el contrario, la restricción horaria no redujo el riesgo global de muerte por ninguna causa, mientras que la alimentación superior a 16 horas diarias se asoció a un menor riesgo de mortalidad en las personas con cáncer.
Nos sorprendió descubrir que los que seguían un horario de alimentación restringido a 8 horas tenían más probabilidades de morir de enfermedades cardiovasculares’, reconoce Zhong.
Aunque este tipo de dieta ha sido popular debido a sus posibles beneficios a corto plazo, nuestra investigación muestra claramente que, en comparación con un horario de comidas típico de 12-16 horas al día, una menor duración de las comidas no se asoció con vivir más tiempo’, subraya. A la vista de estos resultados, para Zhong, ‘es esencial que los pacientes, sobre todo los que padecen cardiopatías o cáncer, sean conscientes de la relación entre un intervalo alimentario de 8 horas y un mayor riesgo de muerte cardiovascular’ y que las recomendaciones dietéticas tengan en cuenta la salud de cada individuo.
Detalles del estudio En el estudio participaron aproximadamente 20.000 adultos con una edad media de 49 años (la mitad hombres y la otra mitad mujeres) a los que se les hizo un seguimiento de entre 8 y 17 años. El 73,3% de los participantes eran blancos, el 11% hispanos, el 8% negros y el 6,9% de otra raza, incluidos mestizos.
En general, este estudio sugiere que la restricción horaria puede tener beneficios a corto plazo, pero efectos adversos a largo plazo’, concluye Christopher D. Gardner, profesor de Medicina en la Universidad de Stanford (California). No obstante, los autores reconocen limitaciones al estudio que en el futuro deberían completarse con información adicional sobre la calidad nutricional de las dietas de los distintos subconjuntos de participantes y más información para comparar los datos demográficos y las características basales de los grupos clasificados en los distintos intervalos de restricción alimentaria. Además, los autores advierten de que al incluir información dietética autodeclarada, los participantes del estudio pueden haber cometido errores u omisiones provocados por la memoria.
Redacción Ciencia, 18 marzo 2024|Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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14
Unos 4,9 millones de niños murieron antes de su quinto cumpleaños a nivel mundial en 2022, una muerte cada seis segundos, lo que supone la tasa de mortalidad registrada en menores de cinco años más baja de la historia, reveló un informe publicado por agencias de Naciones Unidas. El estudio, con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), muestra que la mortalidad en niños menores de 5 años ha bajado un 51 % en lo que va de siglo. ‘Esto demuestra que es posible progresar cuando se asignan recursos suficientes a la atención primaria de salud, incluida la salud y el bienestar infantil’, destacó un comunicado de la OMS. No obstante, a pesar de estos avances, la OMS advierte que aún queda ‘un largo camino por recorrer’ para reducir el número de muertes registrado en 2022, donde casi la mitad de los cerca de 5 millones de fallecidos fueron de recién nacidos.
Más de dos millones de fallecidos entre 5 y 24 años, Además, el informe indica que otros 2,1 millones de niños, adolescentes y jóvenes de entre 5 y 24 años también murieron en ese año, muchos de ellos en las regiones de África subsahariana y Asia meridional. ‘El lugar donde nace un niño no debe determinar si vive o muere’, destacó en el comunicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien recordó que es fundamental mejorar el acceso a servicios sanitarios de calidad para todas las mujeres y niños ‘incluso en emergencias y zonas remotas’.
La organización sanitaria también alertó de otros factores que amenazan actualmente a estos avances como el aumento de la desigualdad económica, los nuevos conflictos, la intensificación del impacto del cambio climático o las consecuencias de la covid-19. El riesgo de muerte se duplica en entornos pobres Así, los niños de hogares más pobres tienen el doble de probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años que los de familias más ricas, mientras que los que viven en entornos frágiles o afectados por conflictos tienen casi el triple de probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años que niños de otros lugares.
La OMS recuerda que la mayor parte de estas muertes se deben a causas evitables como los partos prematuros, las complicaciones en el nacimiento o enfermedades infecciosas como la neumonía, la diarrea o la malaria. Para evitar estas muertes, las agencias de la ONU apuestan por aumentar las inversiones para dar unas condiciones dignas a los trabajadores sanitarios, los cuales, aseguran, deben recibir ‘una remuneración justa, una buena formación y los medios necesarios para prestar una atención de máxima calidad’. Advierten que, en caso de que la comunidad internacional no actúe rápidamente, unos 59 países podrían no cumplir el objetivo de la Agenda 2030 en este sentido, que es bajar la mortalidad en los menores de cinco años a 25 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, lo que podría suponer el fallecimiento de unos 35 millones de niños antes de cumplir los cinco años de aquí a 2030.
13 marzo 2024 | Fuente: Europa Press| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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Un estudio publicado en International Journal of Infectious Diseases, coordinado desde la Universidad CEU San Pablo en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, señala que la carga clínica de la influenza está aumentando en todo el mundo. El envejecimiento, la inmunosupresión y las enfermedades respiratorias subyacentes son determinantes de malos resultados clínicos, incluida una mayor mortalidad.
Las infecciones bacterianas parecen ser la razón principal, por lo que la información actualizada sobre el papel de la infección bacteriana como causa de complicaciones es valiosa para mejorar el pronóstico de los pacientes con influenza.
Esta evaluación es precisamente la que han llevado cabo los grupos de investigadores, analizando datos de 48.000 pacientes de gripe provenientes de 135 investigaciones de 28 países que ha concluido que la gripe, junto con una neumonía bacteriana, podría incrementar más de tres veces el riesgo de muerte (3,4 veces) por lo que prevenir neumonías bacterianas es especialmente importante cuando surge una infección por el virus de la gripe.
La investigación, en la que también han participado los hospitales Gregorio Marañón y 12 de Octubre, de Madrid, y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), también sugiere que se pueden estar infradiagnosticando las complicaciones bacterianas en casos de gripe y señala la necesidad de afrontar estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento antibiótico en casos con un riesgo alto de complicaciones asociadas a las infecciones gripales.
Los resultados alcanzados han sido validados de forma independiente mediante la plataforma TrietX. Estos apuntan hacia las infecciones pulmonares bacterianas como uno de los factores de riesgo más relevantes en infecciones por virus de la gripe. «Algunas de las bacterias que causan estas neumonías secundarias pueden vivir en nuestro cuerpo y colonizar nuestro aparato respiratorio superior o infectarnos desde el exterior. Las más habituales, como Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus, son responsables de más del 60% de las neumonías bacterianas asociadas a la gripe», detallan Javier Arranz-Herrero y Jesús Presa.
Los investigadores han hallado también que algunas enfermedades hematológicas crónicas presentan un riesgo similar, seguidas del riesgo asociado a desórdenes neurológicos, insuficiencia renal, inmunosupresión, enfermedades hepáticas o cardiovasculares crónicas, además de otras condiciones.
La prevención de neumonías bacterianas es, por tanto, una de las claves. Así, el estudio también pone de manifiesto la necesidad de afrontar estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento antibiótico en casos donde exista un riesgo alto de complicaciones asociadas a las infecciones gripales.
La gripe es una enfermedad causada por distintos virus Influenza: «A pesar de lo habituados que estamos a la palabra gripe, esta enfermedad se relaciona en España con más fallecimientos que los producidos por accidentes de tráfico. Existen distintas condiciones físicas, de edad, o enfermedades que hacen que los pacientes que desarrollen gripe tengan un riesgo alto de sufrir complicaciones y de morir», añade Nistal Villán.
En este sentido, los resultados apuntan a que la prevención mediante la vacunación, junto con medidas de contención de salud pública, el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado de las infecciones bacterianas para prevenir la posible aparición de otras bacterias cada vez más resistentes a antibióticos, son factores clave para mejorar el pronóstico de los pacientes con infecciones gripales.
La crisis actual de la covid-19 ha puesto de relieve la urgente necesidad de desarrollar nuevas estrategias que permitan mejorar nuestro sistema de salud para identificar y reducir riesgos concretos, señala el trabajo. La población infantil y las personas de edad avanzada son los grupos de mayor riesgo de sufrir complicaciones por la gripe. «Se trata de enfatizar con valores concretos los puntos débiles que deben de tenerse en cuenta para afrontar una mejor atención frente a la gripe», indican los primeros autores del estudio.
Abril 28/2023 (Diario Médico) – Tomado de Microbiología y Enfermedades Infecciosas – Análisis en ‘International Journal of Infectious Diseases’ Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U. Todos los derechos reservados.
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Las personas con esquizofrenia tienen casi tres veces más probabilidades de morir por el coronavirus que las que no padecen la enfermedad psiquiátrica, muestra un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Psychiatry. Su mayor riesgo, dicen los investigadores, no puede explicarse por otros factores que a menudo acompañan a los trastornos graves de salud mental, como tasas más altas de enfermedades cardíacas, diabetes y tabaquismo. Read more
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Un estudio demográfico liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) muestra que desarrollar una vida social activa mejora la calidad de vida de las personas mayores con discapacidad crónica, y observa que los ingresos familiares o el nivel educativo solo afectan al riesgo de muerte de manera marginal. Read more