oct
11
Comer sano y evitar los productos ultraprocesados y con un nivel calórico alto, como pizzas o patatas fritas, favorece la salud mental de los adolescentes y potencia sus habilidades neuropsicológicas, según un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y el Instituto de Salud Global de Barcelona.
Concretamente, seguir una dieta saludable mejora las habilidades sociales y personales para poder interactuar y comunicarse de forma sana con otras personas, así como la gestión e identificación de las propias emociones.
El estudio también ha constatado que «una alimentación rica en avellanas, nueces y almendras favorece el autocontrol y permite, en el caso de los adolescentes, mantener a raya la impulsividad», explica Nicolás Ayala, uno de lo investigadores de este trabajo.
«Una dieta que no sea sana hace que nuestro organismo no tenga los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento cognitivo. Los adolescentes que comen habitualmente frutos secos están abasteciendo al organismo de ácidos grasos, que juegan un papel esencial para un buen funcionamiento cognitivo», asegura Jordi Júlvez, otro de los investigadores de este estudio.
Para llevar a cabo esta investigación, analizaron los patrones alimentarios de más de 600 adolescentes, con una media de edad de 14 años, de la provincia de Barcelona.
09 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
3
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) en Castellón, la Universidad de Lleida, la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad de Zaragoza ha demostrado que los deportes técnicos e individuales, así como los que se practican al aire libre, repercuten en un mejor descanso de los adolescentes.
El trabajo, publicado en Kinesiology – International Journal of Fundamental and Applied Kinesiology, ha analizado los datos aportados por 1 831 jóvenes deportistas de élite españoles -42 % de mujeres- de entre 11 y 20 años, en torno a su calidad de sueño y su práctica deportiva.
«Nuestro objetivo era obtener una mejor comprensión de las complejas relaciones entre la práctica deportiva y la calidad del sueño en los adolescentes e identificar posibles vías para promover comportamientos de sueño saludables entre los jóvenes deportistas», ha explicado Vicente Beltrán, investigador y profesor del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón.
«Los resultados de nuestro trabajo -ha añadido- sugieren que, aunque los adolescentes que practican deportes de élite generalmente exhiben una buena calidad de sueño, esta se incrementa según el tipo de deporte que realizan».
Los datos obtenidos por los investigadores revelaron una mayor calidad de sueño entre los jóvenes que practican deportes técnicos en comparación con los deportes de equipo. «Esto puede atribuirse al hecho de que los deportes técnicos, entre los que se hallan el golf, la equitación, el surf, el tiro con arco y el tiro olímpico, requieren un nivel socioeconómico más alto, que se correlaciona con otros factores coadyuvantes para un buen descanso, como los nutricionales», ha señalado Beltrán.
Otra razón que podría explicar estas diferencias, según los autores del trabajo, es que más del 90 % de los sujetos que compiten en deportes técnicos lo hacían al aire libre, «por lo que están expuestos a la luz natural, que preserva el ritmo circadiano, a diferencia de quienes entrenan en instalaciones interiores».
DEPORTES DE ÉLITE INDIVIDUALES
La investigación muestra, así mismo, que los adolescentes y jóvenes que practican deportes de élite individuales tienen una mejor calidad de sueño que los que realizan deportes de equipo, «probablemente porque los deportes técnicos -que arrojan mejores resultados en la calidad de sueño- suelen ser individuales. Además, los deportes individuales implican un mayor gasto energético que los de equipo, que puede conducir a un aumento de la fatiga a la hora de acostarse», han subrayado.
El estudio no ha encontrado diferencias significativas en la calidad del sueño en función del metabolismo -aeróbico o anaeróbico- predominante de los deportes practicados. «Nuestros resultados, eso sí, sugieren una posible tendencia hacia una mejor calidad en los primeros», ha indicado Vicente Beltrán.
Según los autores, los hallazgos de este trabajo pueden contribuir a promover comportamientos de sueño saludables e individualizados entre los jóvenes atletas de élite y de los jóvenes en general. Y es que, según han destacado, la identificación de conductas modificables relacionadas con la dificultad para dormir abre la vía a intervenciones específicas y recomendaciones basadas en la evidencia para promover una mejor higiene del sueño.
Además, también sienta las bases de futuros estudios que analicen cómo las variaciones en los patrones, la duración y los trastornos del sueño podrían afectar el entrenamiento, los resultados y el desarrollo a largo plazo de los atletas jóvenes.
«Al considerar ambas perspectivas podemos obtener una visión más integral de la relación dinámica entre el sueño y los deportes, lo que permitirá recomendaciones más informadas para mejorar el rendimiento deportivo y el bienestar general entre los atletas jóvenes», ha añadido Beltrán.
FORTALEZAS DEL ESTUDIO
Uno de los puntos fuertes de este estudio radica en el gran tamaño de la muestra, lo que aumenta la precisión de los hallazgos. Además, el reclutamiento de participantes provenientes de federaciones nacionales y autonómicas, centros de alto rendimiento y de tecnificación de todo el país proporciona información sobre los hábitos de sueño y físicos de toda la población juvenil de la élite española.
El protocolo del estudio fue revisado y aprobado por el Comité de Ética de Investigación Clínica de Aragón. Todos los participantes completaron el cuestionario Pittsburgh para la evaluación de la calidad del sueño y se registró toda la información relativa a la participación deportiva, nivel competitivo y datos antropométricos.
Los criterios para participar en el estudio eran la ausencia de enfermedades crónicas, así como la participación en entrenamientos y competiciones de élite en una disciplina deportiva incluida en el programa de los Juegos Olímpicos de Verano durante al menos dos días a la semana durante un mínimo de seis meses. Además, todos los participantes competían en la máxima categoría nacional para su edad en sus respectivos deportes.
01 octubre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
25
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó hoy a invertir más para satisfacer las necesidades de salud mental, sexual y reproductiva de los casi 1 300 millones de adolescentes en el mundo.
La adolescencia (de 10 a 19 años de edad) es una etapa única y crítica del desarrollo humano, que implica importantes transiciones físicas, emocionales y sociales, y es una ventana fundamental para sentar las bases a largo plazo de una buena salud, señaló una nueva publicación científica del organismo sanitario.
Para el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom, «promover y proteger la salud y los derechos de los jóvenes es esencial para construir un futuro mejor para nuestro mundo».
Subrayó que desatender las amenazas para la salud que enfrentan los adolescentes no solo tendrá consecuencias graves para estos, sino que creará costos económicos en espiral para las sociedades, por lo que invertir servicios y programas para la salud de estos es «un imperativo moral y una obviedad económica».
La publicación, presentada en un evento en el contexto de la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas, destaca una serie de tendencias preocupantes en la salud de los adolescentes observadas en la última década, lo que indica la necesidad urgente de actuar.
Muestra de ello son algunos datos: al menos uno de cada siete adolescentes en todo el mundo sufre actualmente un trastorno mental, con tasas particularmente altas de depresión y ansiedad.
La anemia sigue siendo prevalente, en niveles similares a los de 2010, mientras que cerca de uno de cada 10 adolescentes es obeso.
Las infecciones de transmisión sexual, como sífilis, clamidia, tricomoniasis y el herpes genital, que se dan comúnmente entre los jóvenes, están aumentando y, si no se tratan, pueden tener consecuencias para la salud de por vida.
Mientras tanto, la violencia, incluido el acoso, afecta a millones de jóvenes cada año, con repercusión devastadora en su integridad física y mental.
El estudio hace hincapié en otros desafíos fundamentales más amplios para el futuro de los adolescentes, como el cambio climático, los conflictos y la desigualdad.
Los autores de la publicación piden que se promulguen e implementen leyes y políticas que protejan la salud y los derechos de los adolescentes, que los sistemas y servicios de salud respondan mejor a las necesidades únicas de estos y que se dé prioridad a la participación y el empoderamiento de los jóvenes en la investigación, la programación y la formulación de políticas.
23 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
ago
23
Más de la mitad de los estudiantes de secundaria y preparatoria en Canadá experimentan un nivel significativo de angustia psicológica, una cifra que se ha duplicado en la última década, muestra hoy una nueva investigación.
La encuesta realizada a estudiantes de los grados séptimo a doce destaca una disminución «preocupante» en la salud mental de los jóvenes, señala el Centro para la Adicción y la Salud Mental de Toronto.
Los datos recopilados en 235 escuelas de Ontario entre noviembre de 2022 y junio de 2023 también muestran que el 19 % de los encuestados se autolesionó y el 18 % tuvo pensamientos serios de suicidio durante el año anterior.
«La imagen es que los estudiantes están teniendo dificultades», dijo en una entrevista Hayley Hamilton, líder de la encuesta y codirectora del instituto de investigación de políticas de salud mental.
«Muchos luchan con problemas de salud mental y califican su capacidad para afrontar estos desafíos como regular o pobre», explicó.
La pesquisa, que se realiza cada dos años desde 1977 para evaluar la salud y el uso de drogas de los estudiantes, muestra que un tercio alegó necesitar apoyo de salud mental de un profesional, pero nunca buscaron ayuda.
Algunos dijeron que pensaban que podían solucionar el problema ellos mismos, mientras que a otros les preocupaba lo que pensarían los demás o simplemente estaban «demasiado ocupados».
«Sabemos que la salud mental de los jóvenes es peor ahora que nunca. Pero creo que, al ver las cifras, es bastante discordante», subrayó Alexia Polillo, científica que investiga el uso de las redes sociales.
Si bien la gran mayoría de los entrevistados apuntó que usan las redes sociales a diario y el 78 % informó pasar tres horas o más por día frente a una pantalla, Polillo manifestó que no hay datos suficientes para concluir que el tiempo pasado en línea haya causado mayores niveles de angustia.
La encuesta también encontró que alrededor del 18 % indicó estar muy o extremadamente preocupados por el cambio climático, mientras que el 45 % dijo que el tema sobre el futuro los deprime.
Asimismo, la indagación mostró algunos avances positivos, destacando una «disminución significativa» en el consumo de drogas entre los jóvenes durante varias décadas y una disminución constante en el consumo de alcohol en los últimos 25 años.
21 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
jul
4
Las autolesiones no suicidas pueden generar una adicción de riesgo extremo en los adolescentes, según el psiquiatra e investigador de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Hilario Blasco-Fontecilla.
Este investigador, junto a otros expertos internacionales, ha participado en un libro desarrollado por profesionales de la salud para dar luz y hacer una revisión a las últimas investigaciones sobre este tema.
Blasco-Fontecilla ha alertado de que «lo que puede empezar como un mecanismo de regulación emocional puede derivar en un mecanismo de recompensa», que «genera una resistencia y hace que cada vez se necesite más asiduidad o más intensidad en las autolesiones, pudiendo llevar al descontrol», ha detallado este miércoles la UNIR en una nota.
Algunos estudios, ha indicado, muestran cómo la subida de beta-endorfinas en sangre de las personas que se autolesionan puede ser similar al que se produce cuando se consume tabaco, alcohol o drogas, con lo que se puede generar una adicción.
Además, «el estado emocional que precede a las autolesiones no suicidas puede compartir los síntomas aversivos de abstinencia que experimentan otras adicciones», ha precisado.
La probabilidad de que un adolescente que se autolesiona pueda intentar el suicidio es de un 30 %, un riesgo que es aproximadamente el doble que el de un adulto.
«Es por ello por lo que los adolescentes con autolesiones no suicidas cumplen criterios suficientes para considerarlos como personas con riesgo de suicidio», ha indicado.
Ha explicado que «las autolesiones son como si el adolescente pusiera el semáforo en ámbar para pedir ayuda» y si no se acude a tiempo «el riesgo de que pase a un intento de suicidio es muy elevado».
Por ello ha incidido en la necesidad de un plan de formación específica para profesionales de Atención Primaria, por ser ellos quienes suelen detectar los primeros síntomas de autolesiones o ideación suicida entre los pacientes.
Sus datos indican que entre 2019 y 2022 un 44 % de los niños o adolescentes con conducta suicida recibió tratamiento psicológico; en esos años, el uso de las nuevas tecnologías en los intentos de suicidio aumentó del 33,5 al 51,5 %.
03 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
jun
25
Las redes sociales pueden exponer hoy a los jóvenes al acoso, el abuso, la explotación y el contenido extremo y el Congreso de Estados Unidos debe actuar para hacer que las plataformas sean más seguras, advirtió un experto.
El doctor Vivek Murthy, cirujano general de Estados Unidos compartió en su cuenta en X algunas de las consideraciones publicadas en el diario The New York Times donde «hablo de mi llamado a la acción en torno a las redes sociales y #YouthMentalHealth (salud mental de los jóvenes)».
Para él, es necesario que el Congreso federal tome medidas que tornen más seguras las redes sociales respecto a los niños y también se debe crear conciencia sobre los daños.
En un artículo que publicó en el periódico, Murthy instó al legislativo a colocar mensajes de advertencia en redes sociales acerca de su efecto, similares a las etiquetas obligatorias que aparecen en las cajas de cigarros.
Opinó que es momento de requerir una etiqueta de advertencia de salud pública en las plataformas de redes sociales, que indique que «están relacionadas con daños significativos a la salud mental en adolescentes».
«Una etiqueta de riesgo a la salud pública, la cual requiere de acción en el Congreso, sería un recordatorio constante para padres de familia y adolescentes de que no se ha demostrado que las redes sociales sean seguras», subrayó.
Dijo que una etiqueta no hará más segura una red social para los jóvenes, pero es un paso necesario porque la evidencia obtenida, a partir de los estudios relacionados con el tabaquismo, demuestra que ese tipo de advertencia puede aumentar la concientización y cambiar patrones de comportamiento.
Según datos del Pew Research Center, el uso de redes sociales es común entre los jóvenes, y hasta el 95 % de los adolescentes en el rango de 13 a 17 años aseguran que utilizan una de esas plataformas, mientras que más de una tercera parte de ellos afirman que las ven «casi constantemente».
22 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia