La epidemia por viruela del mono o monkeypox, desencadenada el año pasado, pudo declinar por dos factores. Por un lado, la consecución de una inmunidad de grupo y, por otro, por un cambio de comportamiento entre la población con más prácticas de riesgo de contraer dicha enfermedad.

Así lo sostienen un grupo de investigadores belgas que presentan sus conclusiones en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Eccmid) que comienza hoy sábado, en Copenhague.

Hasta el brote de monkeypox en 2022 no se había documentado un comportamiento similar de esta infección viral con una transmisión sostenida de persona a persona fuera de África.

El número total de casos registrados en todo el mundo superó los 85.000 casos, con la población de hombres que tienen sexo con hombres como la de mayor incidencia. Los casos aumentaron rápidamente desde mayo de 2022, para comenzar a disminuir unos meses después.

Las razones por las que el brote disminuyó no están claras. El investigador Christophe Van Dijck, del Instituto de Medicina Tropical de Amberes, Bélgica, sostiene que el rápido aumento de casos en mayo de 2022 probablemente fue causado por “una transmisión viral eficiente durante el contacto sexual entre personas con una alta rotación de parejas en una densa y geográficamente extendida red sexual”.

El conocimiento insuficiente de la enfermedad, así como la transmisión asintomática y presintomática, pueden haber favorecido la propagación de la misma, según plantean los responsables de este trabajo.

La posterior disminución de la epidemia después de julio de 2022 sigue sin explicarse suficientemente. Las hipótesis de partida que se plantean son un cambio de comportamiento en la población en riesgo y la adquisición de inmunidad inducida por vacunación o infección.

Disminución de casos antes de la vacunación

“Sin embargo, en la mayoría de los países, incluida Bélgica, la disminución de los casos de monkeypox ya había comenzado antes de que se vacunara a una proporción sustancial de la población en riesgo”, por lo que Van Dijk y su equipo se plantearon la hipótesis de que la epidemia disminuyó debido a un cambio en el comportamiento de la población en riesgo.

Una infección ‘vistosa’

Santiago Melón, jefe de Servicio de Virología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) destaca, a la hora de interpretar las conclusiones de este estudio, el hecho de que se trata de una infección “muy vistosa”, en el sentido de que se manifiesta con síntomas llamativos que no invitan al mantenimiento de relaciones sexuales.

Para obtener más información, utilizaron dos conjuntos de datos recopilados en el Instituto de Medicina Tropical en 2022. Todos los participantes dieron su consentimiento informado. El primer conjunto de datos provino de un cuestionario que completaron las personas con monkeypox en el momento del diagnóstico.

Abril 14/2023 (Diario Médico) – Tomado de la selección de noticias de Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en la sección de Microbiología y Enfermedades Infecciosas. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) María Neira confía en que el final de la pandemia del VIH está muy cerca.

Es importantísimo tener alguna victoria también en salud pública y estamos tan cerca de apuntar este final del VIH que vale la pena poner ese último esfuerzo, así como se está haciendo con la polio, señaló.

Neira aseguró que en salud pública nunca se es suficientemente optimista y no hay que poner límites a la ambición, aunque consideró que la humanidad tiene que llegar al fin de la pandemia de esa enfermedad y por supuesto que lo va a conseguir.

La directiva de la OMS apuesta por un esfuerzo colectivo para desarrollar nuevos diagnósticos y tratamientos y por mantener la financiación, para que “las desigualdades no impidan acabar con el VIH».

Tras la pandemia de la Covid-19, cuya alerta global espera que se desactive antes de que concluya el año, Neira tiene claro que el gran reto en estos momentos es prevenir.

En este sentido, consideró necesario una defensa de la salud animal, la humana y la ambiental.

«Como no protejamos los alimentos, el aire y el agua, las bases de nuestra salud, vamos a tener siempre un riesgo sin enfrentar», precisó al tiempo que alertó del impacto de las deforestaciones sobre la biodiversidad.

Neira defendió que se debe avanzar hacia energías limpias, una planificación urbana más saludable, y asegurar un sistema sostenible de producción de alimentos.

Según la Organización de Naciones Unidas, hasta diciembre de 2021, aproximadamente, 84,2 millones de personas habían contraído la infección por el VIH. De esos, 40,1 millones han muerto de enfermedades secundarias asociadas al SIDA.

Hoy día existen unas 38,4 millones de personas infectadas, y durante 2021 se contabilizaron cerca de 1,5 millones de nuevos casos, mientras el número de fallecidos fue de alrededor de 650 mil personas.

Abril 15/2023 (Prensa Latina) – Tomado de la selección de noticias de Ciencia. Copyright 2016-2021 Agencia Informativa Latinoamericana S.A.

Una nueva prueba, creada por investigadores daneses, permite detectar ácido nucleico de los tres virus con una simple gota de sangre seca.

Hasta ahora, el método habitual para detectar el virus del VIH y la hepatitis B y C consistía en extraer una muestra de sangre con una aguja. Pero, este método, supone algunas dificultades en lugares donde tomar muestras de sangre no siempre es fácil o en lugares donde es difícil mantener el proceso de conservación de estas.

Investigadores del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca) han desarrollado una prueba que permite detectar el VIH, la hepatitis B y la hepatitis C a partir de una sola gota de sangre. Esta prueba ha sido presentada en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID), que se celebra del 15 al 18 de abril en Copenhague. Este nuevo método es capaz de analizar una sola mancha de sangre y detectar ácido nucleico de los tres virus.

Stephen Nilsson-Moller y sus colegas del Departamento de Microbiología Clínica del Hospital Universitario de Copenhague han evaluado una de estas pruebas que, para realizarla, simplemente hay que pinchar el dedo de la persona, recoger algunas muestras de sangre en papel de filtro y dejarlas secar.

Los investigadores analizaron 20 muestras con cantidades conocidas de VIH, hepatitis B y hepatitis C mediante el método de la mancha de sangre seca y se detectaron los virus en todas ellas. También se diluyó el plasma para determinar el límite inferior de detección. Esto demostró que era posible detectar los virus a niveles muy inferiores a los que se encuentran normalmente en pacientes no tratados.

Ventajas

«La prueba de la mancha de sangre seca es ideal para lugares donde no se quiere utilizar una aguja por razones de seguridad o donde es menos práctico. Por ejemplo, en prisiones, centros de rehabilitación de drogodependientes y albergues para personas sin hogar. También es adecuado para países en desarrollo o lugares donde se corre el riesgo de que la muestra de sangre se estropee antes de ser trasladada a un laboratorio que pueda analizarla», ha explicado Nilsson.

Otra de las ventajas de este tipo de análisis es que, «generalmente, las muestras de sangre deben analizarse en seis horas si se conservan a temperatura ambiente, mientras que las manchas de sangre seca pueden durar nueve meses sin refrigeración».

Según el doctor Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable, podría decirse que este método tiene cinco ventajas, que podrían resumirse en cinco palabras: gota, aguja, laboratorio, sencillo y sensible. “La muestra no requiere su traslado a un laboratorio por lo que sería ideal para países con pocos recursos, como países africanos. Además, no requiere agujas, puede detectar tres virus, es muy sensible, porque detecta cargas virales bajas y es sencillo porque no necesita de una enfermera adiestrada”, concluye.

Abril 14/2023 (Medicina Responsable) – Tomado de la Selección Investigación. Copyright MEDICINA RESPONSABLE (Grupo Londra de Comunicación).  

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un virus que ataca el sistema inmunitario del organismo. Si no se trata, puede provocar el síndrome de deficiencia autoinmune (SIDA). Como ocurre con otros virus, cuando una sustancia extraña entra en nuestro cuerpo, el sistema inmunitario la reconoce como «no propia» y lanza una respuesta inmunitaria, que consiste en que varias células, tejidos y órganos trabajan juntos para identificar, atacar y eliminar esa sustancia extraña. En el caso del virus del VIH, primero ingresa al cuerpo a través de las células dendríticas, las células inmunitarias que están en contacto con el ambiente externo, patrullando nuestro cuerpo en busca de patógenos y protegiéndonos de infecciones.

La captura y transmisión del virus

Las células dendríticas son aquellas encargadas de procesar proteínas, moléculas o partículas extrañas y presentarlas a las células T del sistema inmunitario, actuando como mensajeros e iniciando la respuesta inmunitaria.

Un elemento clave que ayuda a que las células dendríticas reconozcan y se unan al virus es un grupo de proteínas de membrana encargadas de distinguir entre lo propio y lo ajeno. Una de esas proteínas, denominada Siglec-1, desempeña un papel clave en las primeras etapas de la infección por VIH, específicamente en la captura y transmisión del virus.

Cuando el VIH entra en el organismo lo primero que encuentra son las superficies mucosas, y allí se une a diversas moléculas. A continuación, las células dendríticas que expresan Siglec-1 pueden capturar y transmitir el virus a otras células, iniciando una respuesta inmunitaria. Pero en este trayecto, las partículas de VIH también pueden utilizar a las células dendríticas como vehículos para infectar a las células T auxiliares, también conocidas como células CD4+, propagando aún más la infección en un proceso conocido como trans-infección. Esto significa que, aunque puede ayudar a iniciar la respuesta inmunitaria, también puede facilitar la infección.

Aunque estudios previos, incluyendo aquellos de IrsiCaixa, ya habían identificado previamente a Siglec-1 como el principal receptor que se une a las partículas del VIH en las células dendríticas activas, aún se desconocen los mecanismos concretos de cómo esto ocurre. Entender el papel de Siglec-1 en la respuesta inmunitaria al VIH es fundamental para desarrollar tratamientos y terapias eficaces para las personas que viven con el VIH/SIDA.

Estudiando la formación de nanoclusters y compartimentos

Un equipo de investigadores describe en un nuevo artículo los mecanismos que subyacen a la captura de los virus del VIH en las células dendríticas, y el papel que desempeña Siglec-1 en la captura y el tráfico de estas partículas virales. El estudio, publicado en la revista eLife, ha sido desarrollado por los investigadores del ICFO Enric Gutiérrez, Nicolás Mateos, Kyra Borgman y Fèlix Campelo, liderados por la Prof. ICREA María García-Parajo, en colaboración con Susana Benet del Hospital Germans Trias i Pujol y de su Instituto de Investigación (IGTP), Itziar Ekizia, Núria Izquierdo-Useros y Javier Martínez-Picado de IrsiCaixa, Jon Nieto-Garai y Maier Lorizate de la Universidad del País Vasco (UPV) (UPV) y Carlo Manzo de la Universidad de Vic (UVic).

Mediante el uso de técnicas avanzadas como la microscopía de superresolución y el rastreo de partículas individuales, el equipo estudió la organización espacial de Siglec-1 en las membranas de las células dendríticas y su rol en las primeras fases de la infección. Curiosamente, han visto que cuando las células dendríticas se activan, se forman unos nanoclusters de Siglec-1, un agregado de estas moléculas, que son decisivos para potenciar la captura de partículas similares al VIH. Y lo que es más importante, la unión del virus a través de estos nanoclusters de Siglec-1 desencadena una transformación, masiva y global, del citoesqueleto de actina de las células dendríticas, que conduce a la formación de un único compartimento en forma de saco que acumula los virus. Ya se sabía previamente que estos compartimentos víricos están relacionados con la propagación e infección de las células T por el virus que conduce al sida, pero el mecanismo que causaba su formación era un misterio hasta ahora.

Además, los investigadores han descubierto que la organización y movilidad de estos nanoclusters están reguladas por la polimerización de actina, un proceso celular clave que tiene un papel destacado en varias funciones biológicas. También han visto que tanto la formación de estos nanoclusters como el confinamiento de los virus se producen en unas regiones específicas de la membrana celular caracterizadas por la actividad de RhoA, una proteína que también participa en la polimerización de la actina.

El potencial de la microscopía de superresolución

Las técnicas de microscopía de superresolución y de rastreo de una sola partícula han permitido a los investigadores comprender mejor los mecanismos que regulan la interacción entre los virus y las células, especialmente la distribución y función de los receptores. «Ver para creer», señala la profesora ICREA en ICFO María García-Parajo, «La mayoría de los virus son muy pequeños, con tamaños en torno a los 100 nm, y por tanto no se pueden resolver mediante microscopía óptica estándar. Aún más pequeños son los receptores a los que se unen en la membrana celular. Por ello, el uso de microscopía de superresolución y de métodos de obtención de imágenes de moléculas individuales son cruciales para visualizar directamente cómo los virus son captados por las células, y permiten a los investigadores seguir su destino hasta la infección final de las células inmunitarias».

Tal y como explica Javier Martínez-Picado, investigador en IrsiCaixa, “En 2012 IrsiCaixa descubrió que Siglec-1 era una proteína clave que funciona como receptor de unión del VIH en la superficie de determinadas células inmunitarias, facilitando la diseminación del virus en el organismo. Sin embargo, la manera en que Siglec-1 captura el virus en estas células específicas sigue siendo un misterio. Los resultados actuales nos ayudan a dibujar una imagen más precisa de la captura del VIH por parte de estas células y a desarrollar nuevas herramientas para bloquear este mecanismo”.

Aunque el papel exacto de Siglec-1 en el contexto de la infección por VIH-1 sigue siendo un área de investigación activa, y se requieren más estudios para evaluar completamente las interacciones complejas y su potencial como objetivo terapéutico, estos hallazgos ofrecen información valiosa sobre las interacciones complejas entre el virus y el sistema inmunitario.

(Fuente Revista eLife)

Abril 13/2023 (EurekAlert!) – Tomado de la Selección de Medicine and Health en español. Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS).

Investigadores de la Universidad de California Los Ángeles han identificado un mecanismo que podría explicar por qué las mujeres son menos susceptibles a infecciones virales como la del reciente coronavirus: la presencia de una mayor dosis de un gen que escapa de la inactivación del cromosoma X en linfocitos.

Como ocurre con otras características o rasgos, existen diferencias en la respuesta inmunitaria entre ambos sexos biológicos. Las mujeres suelen ser más proclives a las enfermedades autoinmunes, mientras que los hombres son más susceptibles a ciertas infecciones virales, como se puso de manifiesto en la reciente pandemia de COVID-19.

Un reciente estudio publicado en Nature Inmunology ofrece una explicación a la diferencia de susceptibilidad a algunas infecciones virales. El equipo ha identificado un gen, que escapa a la inactivación del cromosoma X y se expresa a mayores niveles en un tipo de célula inmunitaria en mujeres, facilitando su acción antiviral.

Los linfocitos NK como elemento central de las diferencias en la respuesta antiviral

Los linfocitos o células NK  (del inglés Natural Killer) representan una de las primeras líneas de defensa del organismo frente a virus por lo que estudios previos ya habían planteado que este tipo de células podría estar implicado en las diferencias en la respuesta antiviral entre ambos sexos.

Hasta el momento se sabía que el número de linfocitos NK es mayor en hombres que en mujeres, lo que resultaba inesperado, teniendo en cuenta que los hombres son más susceptibles a los virus. Ahora, los investigadores de la Universidad de California Los Angeles han encontrado una diferencia genética entre hombres y mujeres que lleva a que los linfocitos NK de las mujeres sean más efectivos frente a los virus.

Un gen que escapa a la inactivación del cromosoma X contribuye a  mejorar la eficacia de los linfocitos NK

A partir del análisis de expresión de linfocitos NK de ambos sexos, los investigadores encontraron que el gen KDM6A, se expresa a menores niveles en individuos masculinos que en los femeninos, tanto en ratón como en humanos.

El gen KDM6A codifica para UTX, un regulador epigenético que modula la expresión génica. Una característica de KDM6A es que se localiza en el cromosoma X, del que las mujeres tienen dos copias y los hombres una única. Para mantener el equilibrio de dosis génica entre ambos sexos, en las células de sexo femenino se produce la inactivación de uno de los dos cromosomas X. No obstante, algunos genes escapan a esa inactivación, contribuyendo a las diferencias entre ambos sexos. Este es el caso del gen que codifica para UTX.

Los investigadores han encontrado que KDM6A se expresa de forma más elevada en miembros del sexo femenino, independientemente de los niveles de hormonas gonadales. Por tanto la expresión diferencial de KDM6A entre ambos sexos es una característica de dimorfismo sexual independiente de las hormonas sexuales.

En los diferentes experimentos realizados los investigadores encontraron que, por una parte UTX regula el número de linfocitos NK, afectando negativamente a su supervivencia (razón por la cual las mujeres tienen menor número de estas células), y por otra aumenta su efectividad y efecto citotóxico.

“Aunque se sabe que los hombres tienen más células NK en comparación con las mujeres, no entendíamos por qué el aumento del número de células NK no era más protector durante las infecciones virales. Resulta que las mujeres tienen más UTX en sus células NK que los hombres, lo que les permite luchar contra las infecciones virales de manera más eficiente”, dijo la coautora principal, la Dra. Maureen Su, profesora de microbiología, inmunología y genética molecular y de pediatría en la Escuela de Medicina David Geffen de la UCLA.

A través de su papel como regulador epigenético, “la proteína UTX de las células NK es necesaria para controlar la eficacia biológica de las células NK, modular la accesibilidad a motivos de unión de factores de transcripción, aumentar la accesibilidad en genes efectores y preparar a las células NK para una rápida respuesta a la infección viral”, señalan los autores en el trabajo.

Implicaciones terapéuticas de los resultados

Los resultados del trabajo tienen diversas implicaciones para la práctica clínica. En primer lugar, pueden ser aplicados en el desarrollo de aproximaciones terapéuticas más personalizadas. Las diferencias en la función de los linfocitos NK observadas en ambos sexos apuntan a considerar el sexo biológico como variable en ciertos escenarios, como por ejemplo el de hombres con enfermedad viral grave donde “aumentar la actividad de UTX en las células NK podría proporcionar beneficio terapéutico”, señalan los autores.

Otro escenario de interés podría ser el de las terapias celulares frente al cáncer. “Dada la emoción reciente con el uso de linfocitos NK en la clínica, necesitaremos incorporar el sexo como un factor biológico en las decisiones de tratamiento y el diseño de la inmunoterapia”, ha señalado Tim O’Sullivan, profesor de Microbiología, Inmunología y Genética Molecular en la Universidad de California Los Angeles y uno de los directores del trabajo.

Además, los resultados aportan información que podría ser útil para comprender mejor dos condiciones asociadas a la deficiencia de  UTX: el síndrome de Kabuki y el síndrome de Turner. Ambas conllevan una alteración del sistema inmunitario y un riesgo aumentado a las infecciones. Estudios futuros deberán evaluar si las diferencias observadas entre ambos sexos en las linfocitos NK pueden tener relevancia en estas enfermedades.

Por último, los investigadores también plantean que serán necesarios nuevos estudios para determinar si UTX actúa también modulando las diferencias entre sexos que se observan en otros tipos celulares inmunitarios, como las células B, monocitos, neutrófilos o ciertos linfocitos T.

Artículo científico: Cheng, M.I., Li, J.H., Riggan, L. et al. The X-linked epigenetic regulator UTX controls NK cell-intrinsic sex differences. Nat Immunol (2023). https://doi.org/10.1038/s41590-023-01463-8

Fuente:  An extra X chromosome-linked gene may explain decreased viral infection severity in females. https://www.uclahealth.org/news/extra-x-chromosome-linked-gene-may-explain-decreased-viral

Abril 12/2023 (Genotipia) – Tomado de la selección de Genética Médica. Copyright 2023. Genotipia

abril 12, 2023 | Lic. Jessica Arias Ramos | Filed under: COVID-19, Enfermedades transmisibles, infecciones virales, Inmunología | Etiquetas: , , , , |

Un grupo de científicos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC han aplicado una nueva metodología en quirópteros que abre la puerta a estudiar cómo se comportan las infecciones virales. Los resultados, publicados en la revista Cell, podrían esclarecer las propiedades únicas de estos animales gracias a su respuesta contra el envejecimiento y el cáncer.  Read more

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