sep
23
Un equipo internacional de investigadores ha identificado cambios tempranos en el cerebro que podrían anticipar el riesgo que tienen algunas personas de padecer alzhéimer antes de que comiencen los primeros síntomas cognitivos.
La investigación internacional, que ha sido liderada por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), señala una asociación entre niveles elevados de una proteína (la «p-tau231″) en sangre y cambios en las redes cerebrales de personas sin síntomas cognitivos pero en riesgo de padecer alzhéimer, un descubrimiento que podría facilitar la identificación temprana de alteraciones asociadas a la enfermedad.
El estudio incluyó a 76 participantes sin deterioro cognitivo, de los cuales 54 tenían antecedentes familiares de alzhéimer, ha informado la UCM en una nota difundida este viernes, tras la publicación de las conclusiones del trabajo en la revista Brain Communications y en vísperas de la celebración -mañana- del Día Mundial del Alzheimer.
Algunos estudios anteriores ya habían apuntado al incremento de esa proteína en sangre y su asociación con la conectividad funcional cerebral, pero el nuevo trabajo aporta datos electrofisiológicos medidos con «magnetoencefalografía», una técnica de toma de registro de actividad cerebral no invasiva.
«Como resultado clave y novedoso, hemos podido identificar patrones de alteraciones en la topología cerebral en personas cognitivamente sanas con niveles elevados de esta proteína en sangre. Estos individuos presentan redes cerebrales más integradas y dependientes de hubs, regiones de alta importancia en la red», ha destacado Alejandra García Colomo, investigadora del Departamento de Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia de la UCM.
García Colomo ha explicado, mediante una metáfora, que si se imagina la comunicación del cerebro como un mapa de conexiones, donde las ciudades son las distintas regiones y las carreteras que las unen las conexiones que establecen, el objetivo del estudio ha sido conocer cómo este mapa cambia en función de la cantidad de proteína «p-tau231″ en sangre.
En personas adultas y sin alteraciones cognitivas, este mapa de conexiones tiene algunas «ciudades» grandes, conectadas entre sí y con otras ciudades pequeñas por muchas carreteras.
En personas con demencia por el alzhéimer, su mapa está muy dañado, «no quedan casi ciudades grandes y muchos pueblos pequeños han perdido la carretera que los conectaba con los vecinos», según la investigadora.
Los investigadores han encontrado en este estudio alteraciones en el mapa de conexiones de individuos cognitivamente sanos, asociados a niveles elevados de esa proteína en sangre.
«En conclusión, la presente investigación demuestra que incluso antes de que aparezcan los síntomas, el cerebro de las personas con altos niveles de este biomarcador muestra una organización alterada, aumentando la vulnerabilidad y la dependencia de ciertas áreas clave», ha señalado García Colomo.
Los resultados de este estudio pueden, según sus autores, ser útiles para desarrollar herramientas de diagnóstico temprano del alzhéimer y para evaluar tratamientos antes de que aparezcan los síntomas clínicos, ya que los profesionales de la salud, investigadores y farmacéuticas podrían utilizar esta información para identificar a individuos en riesgo y monitorear la efectividad de intervenciones tempranas.
Además, el uso de biomarcadores en sangre y técnicas de imagen no invasivas facilita un acceso más amplio y menos costoso a herramientas de diagnóstico.
Junto a la UCM, en el trabajo también han participado la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur y el Department of Clinical Neurophysiology and Magnetoencephalography Center at Amsterdam Neuroscience.
20 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
ene
11
Los cambios en el flujo sanguíneo de la retina podrían explicar por qué algunos pacientes con migraña experimentan síntomas visuales, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en los Ángeles (EE.UU.) y publicado en Headache. El hallazgo podría representar un marcador observable de las migrañas que el clínico podría utilizar para ayudar en el tratamiento clínico de la enfermedad.
Los investigadores de UCLA Health utilizaron la angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCTA) para visualizar los cambios en los vasos sanguíneos de la retina de los pacientes con migraña, tanto durante los ataques de migraña como entre ellos. Las imágenes se realizaron en 37 pacientes migrañosos con síntomas de aura, 30 pacientes migrañosos sin síntomas de aura y 20 pacientes sanos como grupo de control. Los investigadores descubrieron que el flujo sanguíneo disminuye en la retina durante los ataques de migraña, tanto en los pacientes migrañosos con síntomas de aura como en los que no los tienen.
Sin embargo, se observó que los pacientes con síntomas de aura presentaban un flujo sanguíneo menor en determinadas zonas de la retina en comparación con los pacientes sin síntomas de aura. Además, el flujo sanguíneo asimétrico en las retinas también estaba correlacionado con el lado de la cabeza en el que los pacientes migrañosos experimentaban dolor. Los hallazgos podrían indicar por qué algunos pacientes experimentan síntomas visuales y podrían representar un biomarcador de los ataques de migraña.
Referencia: Podraza K, Bangera N, Feliz A, Charles A. Reduction in retinal microvascular perfusion during migraine attacks Headache[Internet]. 2023[citado 10 ene 2024]. doi: 10.1111/head.14654.
10 enero 2024| Fuente: Neurología.com| Tomado de | Noticia
sep
1
Los investigadores han encontrado un nuevo biomarcador en la orina, distinto de la albúmina, que podría ayudar a diagnosticar la insuficiencia renal entre 5 y 10 años antes.
Un fármaco que bloqueó la producción del biomarcador en ratones protegió contra el daño renal.
Los investigadores esperan que sus hallazgos conduzcan a nuevas herramientas de diagnóstico y tratamientos para la insuficiencia renal.
Los riñones filtran toda la sangre del cuerpo en busca de desechos, toxinas y exceso de líquido cada 30 minutos.
La enfermedad renal crónica (ERC) ocurre cuando los riñones están dañados y ya no filtran la sangre tan bien como antes. Esto significa que los desechos y el exceso de líquido pueden acumularse en el cuerpo, donde pueden contribuir a enfermedades como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Alrededor del 15 % de los adultos en los EE. UU. tienen ERC, aunque la mayoría no está diagnosticada. A medida que avanza la ERC, los riñones pierden cada vez más función hasta que dejan de funcionar, etapa conocida como insuficiencia renal. Para sobrevivir, los pacientes con insuficiencia renal necesitan trasplantes de riñón o diálisis, cuando una máquina externa limpia la sangre.
Actualmente, la albúmina, una proteína producida por el hígado, se considera un importante marcador de diagnóstico de la enfermedad renal. Sin embargo, hasta el 50% de los pacientes con diabetes con alto riesgo de ERC e insuficiencia renal tienen niveles bajos de albúmina en la orina.
Los nuevos biomarcadores de insuficiencia renal podrían ayudar a los médicos a diagnosticar y tratar la ERC antes de que avance a etapas posteriores.
Recientemente, los investigadores investigaron si los niveles de adenina en la orina, un metabolito producido por el riñón, podrían predecir la enfermedad renal en personas con diabetes.
Descubrieron que los niveles más altos de adenina estaban relacionados con tasas más altas de insuficiencia renal.
El Dr. Donald A. Molony, profesor distinguido del Sistema de la Universidad de Texas en la Facultad de Medicina McGovern de la Universidad de Texas, que no participó en el estudio, dijo a Medical News Today:
«La implicación más importante de este estudio es que ahora tenemos un potente biomarcador que podría permitirnos identificar a las personas con ERC temprana en riesgo de progresión de la enfermedad».
El estudio fue publicado en The Journal of Clinical Investigation.
(https://www.jci.org/articles/view/170341)
Referencia. Kumar Sharma, Guanshi Zhang, Jens Hansen, Petter Bjornstad, Hak Joo Lee, Rajasree Menon, et al. Endogenous adenine mediates kidney injury in diabetic models and predicts diabetic kidney disease in patients. J Clin Invest. Agosto 2023. https://doi.org/10.1172/JCI170341.
https://www.jci.org/articles/view/170341
Fuente: tomado- Medical News Today
abr
16
La proteína GFAP podría emplearse para identificar fases precoces de la enfermedad, si se confirman los resultados de este estudio en ‘Brain’.
Uno de los principales escollos en la investigación de la enfermedad de Alzheimer es que su inicio se produce décadas antes de que aparezcan los primeros síntomas, cuando el daño cerebral ya está instaurado, y por tanto, es difícil trabajar en estrategias que actúen en la enfermedad precoz no digamos ya en la prevención.
En los últimos años se ha desarrollado una intensa búsqueda para identificar biomarcadores no invasivos de la fase preclínica. En un trabajo recientemente publicado en Frontiers in Aging Neuroscience realizado por un equipo de Universidad Shanghai Jiao Tong, en China se ha descubierto que los niveles de ácido fórmico en la orina pueden constituir un potencial biomarcador del deterioro cognitivo en la fase inicial de Alzheimer.
La identificación de biomarcadores accesibles facilitaría la realización de ensayos sobre prevención, así como para la evaluación de opciones terapéuticas en las etapas tempranas de la enfermedad, que se estima causa entre el 60 y el 70% de todos los casos de demencia.
Una de esas líneas de investigación, llevada a cabo por un equipo del Instituto Karolinska (Suecia), se centra en la proteína glial fibrilar ácida, conocida por sus siglas en inglés GFAP, y su posible uso como biomarcador de fases muy tempranas de la enfermedad.
Hacia un diagnóstico precoz
Según los resultados apuntados en el estudio llevado a cabo por estos científicos que publica hoy la revista Brain, se observan cambios detectables en plasma de la GFAP diez años antes de que se produzcan los primeros síntomas de la enfermedad, tales como pérdida de memoria o deterioro cognitivo. “Este hallazgo sobre la GFAP mejora las posibilidades de un diagnóstico precoz”, afirma en una nota sobre el estudio una de sus investigadoras, Caroline Graff, profesora del Departamento de Neurobiología del centro sueco.
El potencial biomarcador GFAP actúa normalmente en la neuroglía, que da soporte a las neuronas. Los investigadores han comprobado que su nivel plasmático crece antes de que se puedan registrar cambios cerebrales causados por la enfermedad de Alzheimer, como la acumulación de la proteína tau.
Predisposición a la enfermedad
Para realizar la investigación, los científicos han partido de personas portadoras de una mutación genética que se vincula con una forma rara y hereditaria de la enfermedad de Alzheimer. Esta forma genética de la neuropatología representa menos del 1% de todos los casos de la enfermedad.
En el estudio analizaron 164 muestras de plasma sanguíneo de 33 portadores de la mutación y de 42 familiares sin la predisposición patogénica heredada. Los datos se recogieron entre 1994 y 2018. Participaron en la investigación el Hospital Universitario Landspitali de Islandia, la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y el University College de Londres (Reino Unido).
Después de la variación del nivel de la proteína GFAP, el estudio detalla que registraron un aumento en las concentraciones de p-tau181 y, más tarde, del neurofilamento ligero NfL, ambas moléculas conocidas por su asociación al daño cerebral en la enfermedad de Alzheimer.
Los hallazgos sugieren, según destaca Caroline Graff, que “en el futuro podría utilizarse [la proteína GFAP] como un biomarcador no invasivo de la activación precoz de células inmunitarias como los astrocitos en el sistema nervioso central, lo que puede ser valioso para el desarrollo de nuevos fármacos y el diagnóstico de enfermedades cognitivas”.
La proteína GFAP como marcador de la enfermedad de Alzheimer en sus fases precoces ha sido objeto de diversas investigaciones.
Estudio de comparación
Recientemente, un grupo del Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) de la Fundación Pasqual Maragall en colaboración con el equipo de la Universidad de Gotemburgo de esta investigación compararon en un grupo de sujetos de la cohorte Alfa+ diversos marcadores plasmáticos, entre ellos GFAP, para la fase preclínica de la enfermedad de Alzheimer. La cohorte se compone de unas 500 personas cognitivamente sanas que son descendientes de pacientes con Alzheimer.
Así comprobaron que la elevación de las proteínas p-tau231 y p-tau217 en sangre resultaba idónea para detectar los primeros signos de acumulación de amiloide en el cerebro. En concreto, niveles altos de p-tau231 en sangre predijeron mayor acumulación de proteína en el cerebro así como pérdida cognitiva en un seguimiento de tres años.
Abril 12/2023 (Diario Médico) – Tomado de Neurología, Investigación del Instituto Karolinska. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.
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Investigadores españoles han desvelado que la regulación epigenética del gen ACE2 supone un biomarcador de riesgo en la enfermedad respiratoria y abre una vía a nuevas terapias en la medicina personalizada. Read more