oct
11
Comer sano y evitar los productos ultraprocesados y con un nivel calórico alto, como pizzas o patatas fritas, favorece la salud mental de los adolescentes y potencia sus habilidades neuropsicológicas, según un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y el Instituto de Salud Global de Barcelona.
Concretamente, seguir una dieta saludable mejora las habilidades sociales y personales para poder interactuar y comunicarse de forma sana con otras personas, así como la gestión e identificación de las propias emociones.
El estudio también ha constatado que «una alimentación rica en avellanas, nueces y almendras favorece el autocontrol y permite, en el caso de los adolescentes, mantener a raya la impulsividad», explica Nicolás Ayala, uno de lo investigadores de este trabajo.
«Una dieta que no sea sana hace que nuestro organismo no tenga los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento cognitivo. Los adolescentes que comen habitualmente frutos secos están abasteciendo al organismo de ácidos grasos, que juegan un papel esencial para un buen funcionamiento cognitivo», asegura Jordi Júlvez, otro de los investigadores de este estudio.
Para llevar a cabo esta investigación, analizaron los patrones alimentarios de más de 600 adolescentes, con una media de edad de 14 años, de la provincia de Barcelona.
09 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
8
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) comenzó una revisión para evaluar el riesgo de pensamientos y comportamientos suicidas vinculados al uso de fármacos que contienen finasterida y dutasteride, presentes en tratamientos para la alopecia androgenética en hombres y la hiperplasia prostática benigna.
La agencia europea, con sede en Ámsterdam, explicó este viernes que su comité de seguridad (PRAC) está evaluando los datos disponibles que vinculan «pensamientos y comportamientos suicidas» a los fármacos que contienen finasterida y dutasteride, tratamientos disponibles en el mercado europeo, así como el impacto real de estos síntomas comparado al balance beneficio-riesgo del medicamento.
«Los medicamentos que contienen finasterida y dutasterida administrados por vía oral tienen un riesgo conocido de efectos secundarios psiquiátricos, incluida la depresión. La ideación suicida se ha añadido recientemente como un posible efecto secundario de frecuencia desconocida en la información del producto para Propecia y Proscar, los primeros dos fármacos que contienen finasterida autorizados en varios países de la Unión Europea», explicó la EMA.
Los comprimidos que contienen 1 mg de finasterida y la solución de finasterida para aplicación en la piel se utilizan para tratar las primeras etapas de la alopecia androgénica (pérdida de cabello debido a hormonas masculinas) en hombres de entre 18 y 41 años.
Mientras, los preparados con 5 mg de finasterida y las cápsulas que contienen 0,5 mg de dutasterida se usan para tratar a hombres con hiperplasia prostática benigna (HPB), una condición en la que la próstata está agrandada y puede causar problemas con el flujo de orina.
Para minimizar los riesgos, ya se recomienda a los pacientes que estén pendientes a los síntomas psiquiátricos y busquen atención médica si experimentan alguno, mientras se pide a los profesionales de la salud que supervisen a los pacientes tratados con estas sustancias en busca de señales de depresión, para suspender el tratamiento de forma inmediata si aparecen síntomas.
Los expertos en seguridad farmacológica estudiarán ahora los datos disponibles sobre este efecto secundario y la EMA emitirá una recomendación sobre si las licencias europeas de comercialización de estos fármacos deben mantenerse, retirarse, suspenderse o modificarse de alguna forma.
04 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
4
La Comisión Europea ha dado hasta el próximo 15 de noviembre a YouTube, Snapchat y TikTok para que aclaren las medidas que están tomando para cumplir con las nuevas reglas de la Unión Europea sobre servicios digitales y demostrar que siguen la obligación de reducir los riesgos para la salud mental de los usuarios que puedan plantear sus sistemas de recomendación, de los que Bruselas investiga también su impacto en procesos electorales y pluralismo de los medios.
Así, los servicios digitales piden información detalladas sobre los parámetros utilizados por estas plataformas en sus algoritmos para recomendar contenidos a los usuarios, así como su papel en la amplificación de ciertos riesgos sistémicos, incluidos los relacionados con el proceso electoral y el discurso cívico, el bienestar mental de los usuarios, por ejemplo en lo que a conductas adictivas se refiere, y la protección de los menores.
Según ha indicado el Ejecutivo comunitario en un comunicado, las preguntas remitidas a las compañías también apuntan a las medidas que hayan tomado para mitigar la influencia potencial de sus sistemas de recomendación en la difusión de contenidos ilegales, como la promoción de drogas ilegales y el discurso de odio.
En el caso de TikTok, la Comisión espera también información sobre las medidas que haya puesto en marcha para evitar la manipulación de su servicio de recomendación por parte de terceros y reducir los riesgos relacionados con procesos electorales o el pluralismo de los medios que puedan verse amplificados por estos sistemas.
Las tres plataformas tienen de plazo hasta el próximo 15 de noviembre para responder a sus preguntas y a partir de ahí Bruselas iniciará una evaluación en detalle para decidir sobre los pasos a seguir, incluida la posibilidad de abrir un procedimiento formal de infracción en el marco de la Ley de Servicios Digitales.
02 octubre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
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El catedrático de Neurología de la Universidad de Harvard (EE.UU.) Álvaro Pascual-Leone afirma que ya existe tecnología capaz de «leer» y «modificar» la actividad del cerebro, hasta el punto de ‘escribir’ sobre él, lo que es «una razón de esperanza» pero también «un riesgo que requiere un debate ético».
Así lo ha declarado a los medios durante su participación en un encuentro científico sobre neurotecnología y salud cerebral organizado en el Cigarral de Menores de Toledo por la Fundación Ortega-Marañón, al que han asistido una treintena de expertos de este ámbito y donde Pascual-Leone, que también dirige el Guttmann Brain Health Institute, ha sido el invitado estrella.
Pascual-Leone (Valencia, 1961) ha aseverado que existen ya «distintas formas de poder ‘escribir’ sobre el cerebro», algunas «invasivas», como «poner electrodos en puntos concretos», y otras «no invasivas», que intervienen sobre la actividad cerebral «usando luz, ultrasonidos o técnicas electromagnéticas».
Hay asimismo técnicas de «neuroimagen», «electrofisiológicas» o «de modulación de actividad cerebral» que ya están «aprobadas para algunas indicaciones concretas: para depresión, problemas cognitivos, trastornos obsesivos, impulsividad, adicciones…».
«Al mismo tiempo, también ya tenemos la capacidad de captar la actividad de mi cerebro y usar inteligencia artificial para descodificar esa información y aprender cosas sobre mí que, literalmente, ni yo mismo sé», ha abundado.
Todo ello «es una razón de esperanza para todos los enfermos con enfermedades neurológicas y psiquiátricas», pero al mismo tiempo exige «un debate ético sobre qué queremos realmente ser capaces de modificar en los seres humanos, qué debemos plantear o qué no debemos siquiera intentar», según el neurólogo, que observa «una necesidad de redefinir los derechos de cada uno de nosotros en cuanto a qué uso se hace de esas tecnologías».
Pascual-Leone ha subrayado que «las enfermedades del cerebro son la causa número uno de discapacidad a nivel mundial, más que el cáncer y las enfermedades cardiovasculares juntas», lo que hace necesario fomentar «la salud cerebral a lo largo de toda la vida», de modo que se pueda «reducir el riesgo individual de esas enfermedades.
Algunas de las precauciones que se pueden tomar, según el neurólogo, «son las cosas que nos decían nuestros abuelos: duerme bien, come mejor, haz ejercicio, relaciónate con la gente, mantén un propósito vital…».
Pero los avances tecnológicos abren nuevas puertas. «Necesitamos poder tener un índice que nos diga cómo de sano está mi cerebro en este momento, cómo de arriesgado es que vaya a tener problemas», ha apuntado el catedrático, añadiendo que «la inteligencia artificial» y «el procesamiento de datos» ya permiten «vislumbrar formas de hacerlo».
Son procesos, avisa el neurólogo, más cercanos de lo que cabría pensar: «No somos conscientes de que, cuando estamos usando un teléfono móvil o llevamos un reloj inteligente, está captando actividad sobre cómo estoy funcionando yo en mi vida cotidiana, que puede dar indicios de mi riesgo de enfermedad».
«Creo que es importante hacer una educación pública sobre este tipo de tecnologías, sus posibilidades de ayuda y sus riesgos», ha concluido Pascual-Leone.
01 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
25
Especialistas de la Universidad de Granada, el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (IBS Granada) y el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) han presentado un estudio que analiza la relación entre la fuerza muscular y la salud mental en adultos mayores cognitivamente sanos.
El trabajo incluye noventa adultos mayores (el 57 % mujeres) y ofrece nuevas perspectivas sobre cómo la condición física puede influir en el bienestar psicológico de las personas mayores, ha informado este martes el Ibima en un comunicado.
El estudio, publicado en la revista International Journal of Clinical and Health Psychology, se centró en evaluar la fuerza muscular a través de varias pruebas, como la fuerza de agarre manual, sentadillas y ejercicios de extensión de codo y rodilla, así como mediante indicadores percibidos como la Escala Internacional de Aptitud Física (IFIS).
Además, se evaluaron diversos aspectos de la salud mental, incluyendo la ansiedad, la depresión, el estrés, la soledad, la satisfacción con la vida, la autoestima y el bienestar emocional.
Una de las investigadoras, María Rodríguez, ha señalado que los resultados «indican que existe una asociación significativa entre la fuerza de agarre y la autoestima, así como entre la fuerza percibida y los síntomas depresivos».
Además, ha incidido en que «los hallazgos en este estudio subrayan la importancia de mantener una buena fuerza muscular no solo para la salud física, sino también para el bienestar mental en la tercera edad».
Otro investigador, Darío Bellón, ha recordado la relevancia de estos resultados para la práctica clínica, ya que «la identificación de la fuerza muscular como un factor modificable puede abrir nuevas vías para la intervención y prevención de problemas de salud mental en adultos mayores, reforzando la necesidad de promover programas de ejercicio físico adaptados a esta población».
Este estudio forma parte del ensayo aleatorizado controlado AGUEDA (Active Gains in brain Using Exercise During Aging).
AGUEDA ha desarrollado una intervención de fuerza muscular de seis meses de duración para examinar si las mejoras en fuerza muscular tras el programa de ejercicio producen mejoras en la salud mental y cognitiva en adultos mayores, e identificar los mecanismos de acción que subyacen a estas mejoras.
24 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
23
Un equipo internacional de investigadores ha identificado cambios tempranos en el cerebro que podrían anticipar el riesgo que tienen algunas personas de padecer alzhéimer antes de que comiencen los primeros síntomas cognitivos.
La investigación internacional, que ha sido liderada por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), señala una asociación entre niveles elevados de una proteína (la «p-tau231″) en sangre y cambios en las redes cerebrales de personas sin síntomas cognitivos pero en riesgo de padecer alzhéimer, un descubrimiento que podría facilitar la identificación temprana de alteraciones asociadas a la enfermedad.
El estudio incluyó a 76 participantes sin deterioro cognitivo, de los cuales 54 tenían antecedentes familiares de alzhéimer, ha informado la UCM en una nota difundida este viernes, tras la publicación de las conclusiones del trabajo en la revista Brain Communications y en vísperas de la celebración -mañana- del Día Mundial del Alzheimer.
Algunos estudios anteriores ya habían apuntado al incremento de esa proteína en sangre y su asociación con la conectividad funcional cerebral, pero el nuevo trabajo aporta datos electrofisiológicos medidos con «magnetoencefalografía», una técnica de toma de registro de actividad cerebral no invasiva.
«Como resultado clave y novedoso, hemos podido identificar patrones de alteraciones en la topología cerebral en personas cognitivamente sanas con niveles elevados de esta proteína en sangre. Estos individuos presentan redes cerebrales más integradas y dependientes de hubs, regiones de alta importancia en la red», ha destacado Alejandra García Colomo, investigadora del Departamento de Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia de la UCM.
García Colomo ha explicado, mediante una metáfora, que si se imagina la comunicación del cerebro como un mapa de conexiones, donde las ciudades son las distintas regiones y las carreteras que las unen las conexiones que establecen, el objetivo del estudio ha sido conocer cómo este mapa cambia en función de la cantidad de proteína «p-tau231″ en sangre.
En personas adultas y sin alteraciones cognitivas, este mapa de conexiones tiene algunas «ciudades» grandes, conectadas entre sí y con otras ciudades pequeñas por muchas carreteras.
En personas con demencia por el alzhéimer, su mapa está muy dañado, «no quedan casi ciudades grandes y muchos pueblos pequeños han perdido la carretera que los conectaba con los vecinos», según la investigadora.
Los investigadores han encontrado en este estudio alteraciones en el mapa de conexiones de individuos cognitivamente sanos, asociados a niveles elevados de esa proteína en sangre.
«En conclusión, la presente investigación demuestra que incluso antes de que aparezcan los síntomas, el cerebro de las personas con altos niveles de este biomarcador muestra una organización alterada, aumentando la vulnerabilidad y la dependencia de ciertas áreas clave», ha señalado García Colomo.
Los resultados de este estudio pueden, según sus autores, ser útiles para desarrollar herramientas de diagnóstico temprano del alzhéimer y para evaluar tratamientos antes de que aparezcan los síntomas clínicos, ya que los profesionales de la salud, investigadores y farmacéuticas podrían utilizar esta información para identificar a individuos en riesgo y monitorear la efectividad de intervenciones tempranas.
Además, el uso de biomarcadores en sangre y técnicas de imagen no invasivas facilita un acceso más amplio y menos costoso a herramientas de diagnóstico.
Junto a la UCM, en el trabajo también han participado la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur y el Department of Clinical Neurophysiology and Magnetoencephalography Center at Amsterdam Neuroscience.
20 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia