Imagen: Archivo.El uso de antibióticos en adultos mayores no se vincula con un mayor riesgo de deterioro cognitivo o demencia, según un estudio publicado en Neurology, revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.

Los expertos precisaron que el deterioro cognitivo es cuando una persona tiene cambios sutiles en el pensamiento y la memoria, como olvidar eventos y perder objetos con mayor frecuencia.

En tanto, la demencia es cuando los problemas de pensamiento y memoria se vuelven más avanzados y afectan la capacidad de una persona para completar las tareas diarias.

El estudio involucró a 13 571 personas sanas mayores de 70 años, libres de deterioro cognitivo y demencia durante los primeros dos años de la investigación.

Durante este tiempo, los investigadores determinaron el uso de antibióticos de los participantes revisando los registros de prescripción, y señalaron que el 63 % consumió antibióticos al menos una vez durante ese periodo.

Los especialistas hicieron un seguimiento de los participantes durante un promedio de cinco años más, durante los cuales 461 personas desarrollaron demencia y 2 576 personas deterioro cognitivo.

Luego examinaron si el uso de antibióticos durante los dos primeros años se asociaba con cambios a lo largo del tiempo en las habilidades de pensamiento y memoria.

Después de ajustar factores como los antecedentes familiares de demencia, la función cognitiva al inicio del estudio y los medicamentos que se sabe afectan la cognición, los investigadores descubrieron que el uso de antibióticos no estaba asociado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo o demencia en comparación con no usar estos medicamentos.

Tampoco encontraron asociaciones con el uso acumulativo de antibióticos, el empleo continuo y los tipos específicos de antibióticos.

18 diciembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

diciembre 19, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Farmacología, Geriatría, Medicina Familiar y Comunitaria, Neurofisiología, Neurología, Psicología, Psiquiatría | Etiquetas: , , |

Imagen: Katarzynabialasiewicz / Istock / EP.El vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), el neuropediatra José Luis Peña Segura, ha destacado que este tipo de profesionales sanitarios son los encargados de «abrir la puerta de la discapacidad» a los niños y sus familias.

«Los neuropediatras somos, con mucha frecuencia, los responsables de ‘abrir la puerta de la discapacidad’ a muchos niños y sus familias. Somos expertos en trasmitir ‘la primera mala noticia'», ha afirmado Peña de cara al Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra este martes.

En ese sentido, ha recordado que se encuentran implicados tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, el cuidado y acompañamiento de estos niños desde edades muy tempranas, lo que implica «tranquilidad y seguridad», un mejor conocimiento del pronóstico o manejo y un mayor seguimiento de las comorbilidades asociadas.

«Los neuropediatras cuidamos a la población más sensible y vulnerable de nuestra sociedad, que son los niños y niñas con discapacidad», ha añadido.

El doctor también ha señalado que, como la discapacidad puede ser motora, intelectual, de la comunicación, de las relaciones sociales, de las emocionales o sensorial, se necesita en muchos casos un «abordaje disciplinar», resaltando que los neuropediatras son «especialistas» en trabajar en equipo.

LA IMPORTANCIA DE LA ATENCIÓN TEMPRANA EN LA DISCAPACIDAD

Por otro lado, Peña ha subrayado que los avances en el campo del desarrollo cerebral muestran la importancia de la influencia de las experiencias tempranas en el establecimiento y en el desarrollo de las conexiones neuronales, un campo donde la Atención Temprana se hace esencial para el colectivo.

«La evolución desde la concepción hasta los primeros años de vida no se puede comparar con ningún otro estadio de la vida. Sin embargo, el desarrollo puede verse claramente limitado por discapacidades sociales o emocionales. Aquí es donde se hace necesaria la Atención Temprana», ha manifestado.

Estas intervenciones, dirigidas a niños de entre cero y seis años, así como a sus familiares y entorno, tienen como objetivo dar una respuesta «lo más pronto posible» a las necesidades de estos niños, que deben ser consideradas en la «globalidad» del menor y planificadas por un equipo de profesionales.

Además, ha explicado que las experiencias positivas durante la primera etapa de la infancia pueden llegar a tener efectos positivos en el desarrollo cerebral, lo que les puede ayudar en la adquisición del lenguaje, en el desarrollo de destrezas de resolución de problemas, en la formación de relaciones saludables con iguales y adultos, y en la adquisición de capacidades que le serán de utilidad a lo largo de su vida.

Por último, ha resaltado el papel de los neuropediatras en el diagnóstico y cuidado de la discapacidad cuando está asociada a una enfermedad rara, lo que supone un «reto diagnóstico» o se asocia a problemas prevalentes como los trastornos del neurodesarrollo, la epilepsia o la parálisis cerebral.

02 diciembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

diciembre 3, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Enfermedades Neurológicas, Medicina Familiar y Comunitaria, Neurofisiología, Neurología, Pediatría, Psicología | Etiquetas: , , |

Imagen: Archivo.El presidente de la sociedad científica Socidrogalcohol, Benjamín Climent, ha afirmado que la reducción del consumo de alcohol, así como la ingesta cero, pueden mejorar la calidad del sueño, la memoria y la claridad mental, en el marco de la campaña ‘Redefinir el alcohol’ lanzada en Europa por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de cara al Día Sin Alcohol, que se celebra cada año el 15 de noviembre en toda España.

«La evidencia científica confirma que beber menos puede mejorar la calidad del sueño, la memoria y la claridad mental y reduce mucho el riesgo de enfermedades crónicas como hepatopatías, deterioro cognitivo, pancreatitis, osteoporosis, u otras como el cáncer. Es algo poco conocido entre la población, pero hay una relación directa entre consumo de alcohol y cáncer», ha afirmado Climent.

Además, ha destacado que entre los beneficios a nivel social se encuentran la reducción de lesiones, menos ahogamientos, menos suicidios y menos violencia, tanto de carácter general como sexual o de género, según un comunicado de Socidrogalcohol, que se ha sumado a la campaña junto con la Confederación de Personas Adictas y Familiares en Rehabilitación de España (CAARFE).

El objetivo principal de la campaña es «invitar a las personas a repensar su relación con el consumo de alcohol, aprender más sobre este y conocer los riesgos para la salud y considerar los beneficios de beber menos o no beber en absoluto».

En relación a ello, se busca realizar una reflexión sobre las «narrativas» y los «mitos» que hay en torno al alcohol, y concienciar así sobre los «riesgos ocultos» asociados, de forma que se inspire un cambio hacia la «aceptación de los beneficios» de reducir o eliminar su consumo en una región (Europa) donde es «barato, fácil de conseguir y muy promocionado».

Los profesionales de adicciones de Socidrogalcohol llevan advirtiendo «desde hace años» los riesgos de su consumo, como lo son la adicción, las enfermedades cardíacas, problemas digestivos, cáncer, violencia, lesiones o accidentes, algo compartido por CAARFE, que hace hincapié en sus efectos sobre las familias y la sociedad.

13 noviembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

noviembre 13, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Medicina Familiar y Comunitaria, Neurofisiología, Neurología, Organización Mundial de Salud(OMS), Psicología, Psiquiatría | Etiquetas: , , , |

Imagen: Álvaro Pascual-Leone. Foto: David Fernández / EFE.El catedrático de Neurología en la Universidad de Harvard (EE.UU.) y experto mundial en Neurotecnología, Álvaro Pascual-Leone, cree que los seres humanos corren el riesgo de ser víctimas de las tecnologías que ellos mismos han desarrollado, por eso subraya que hay que usarlas pero «sin perder el norte».

EFE ha entrevistado al neurólogo español, que participa este martes en el foro ‘Tecnología, salud y sociedad’, organizado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), la Fundación Tecnología y Salud (FTYS) y la Fundación Ortega-Marañón (FOM).

Pascual-Leone destaca que las enfermedades cerebrales son la causa número uno de discapacidad, más que el cáncer y las patologías cardiovasculares juntas, además de costar «más que cualquiera de las dos».

La razón fundamental es que cuando se detectan ya es tarde, por eso insta a que el cerebro sea «la diana número uno en nuestra salud» porque, «si lo hacemos, el cerebro literalmente puede curarnos».

El neurólogo ofrecerá en el foro que se celebrará en la sede de la FOM -entidad con la que EFE tiene un acuerdo para la distribución de contenidos informativos- una conferencia magistral sobre neurotecnología y salud cerebral.

En su exposición, entre otras cosas, abordará la importancia de la humanización en medicina porque considera que «hemos perdido un poco el sentido de la esencia del ser humano influidos por los avances en tecnología».

Autor de más de 950 artículos científicos y varios libros, así como un referente mundial también en plasticidad cerebral, destaca los avances «fantásticos» en tecnología pero advierte de que van más rápido de lo que la biología es capaz de adaptarse.

«Tenemos el riesgo de ser víctimas de la propia ingenuidad, de la propia creatividad del ser humano y las tecnologías que desarrollamos», asegura Pascual-Leone.

El catedrático de Harvard aboga por una medicina que vuelva a enfocarse en el ser humano dentro del contexto tecnológico.

«Sin olvidar la tecnología pero usándola sin perder el rumbo, sin perder el norte. Nos hace falta empezar a educarnos en lo que es seguir siendo humanos», reflexiona Pascual-Leone.

Subraya avances en el campo de la neurotecnología como los que permiten entender conexiones concretas del cerebro, detectarlas para conocer la alteración que producen y modificarlas para mejorar los síntomas de una enfermedad y poder eliminar discapacidades o aumentar el rendimiento de la persona, entre otros.

En este sentido destaca la importancia de que se empiece a elaborar una regulación para el manejo de este tipo de tecnologías «porque existe el riesgo de usar la pistola para la cosa equivocada».

«Creo que eso es importante tenerlo en cuenta y no esperar a que haya pasado, sino empezar a pensar en el tipo de regulación para que esa información sobre la actividad de mi cerebro se mantenga mía, para que la manipulación que se puede hacer sobre esa actividad sean para usos que uno mismo determine», afirma Pascual-Leone.

De momento, el experto indica que no es posible conocer hasta qué punto se puede cambiar de forma controlada un cerebro normal para mejorar ciertas capacidades sin perder las que ya se han adquirido.

«Que podemos mejorar ciertas habilidades, seguro. En mi propio laboratorio demostramos que podemos acelerar la adquisición de un ejercicio de cinco manos en el piano, hacer que la gente aprenda más rápido. Y dirías, ‘yo quiero que mis hijos aprendan, a lo mejor les hago esto, que aprenderán más rápido’, pero la pregunta es ¿Y qué van a perder? ¿Qué no van a poder hacer por hacer esto?», destaca el neurólogo.

En este sentido, indaga en que hay un argumento «bastante convincente» de que si se ganan ciertas habilidades es a costa de perder otras y esto puede ocurrir de forma inmediata o tiempo después.

«Necesitamos una regulación adecuada para que no se usen mal esas tecnologías por lo menos sin el control, el entendimiento y la aprobación específica de cada uno de nosotros como individuos», zanja el neurólogo.

01 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

octubre 4, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Medicina Familiar y Comunitaria, Neurofisiología, Neurología | Etiquetas: , , , |

Imagen: Álvaro Pascual-Leone (Ángeles Visdomine/EFE)El catedrático de Neurología de la Universidad de Harvard (EE.UU.) Álvaro Pascual-Leone afirma que ya existe tecnología capaz de «leer» y «modificar» la actividad del cerebro, hasta el punto de ‘escribir’ sobre él, lo que es «una razón de esperanza» pero también «un riesgo que requiere un debate ético».

Así lo ha declarado a los medios durante su participación en un encuentro científico sobre neurotecnología y salud cerebral organizado en el Cigarral de Menores de Toledo por la Fundación Ortega-Marañón, al que han asistido una treintena de expertos de este ámbito y donde Pascual-Leone, que también dirige el Guttmann Brain Health Institute, ha sido el invitado estrella.

Pascual-Leone (Valencia, 1961) ha aseverado que existen ya «distintas formas de poder ‘escribir’ sobre el cerebro», algunas «invasivas», como «poner electrodos en puntos concretos», y otras «no invasivas», que intervienen sobre la actividad cerebral «usando luz, ultrasonidos o técnicas electromagnéticas».

Hay asimismo técnicas de «neuroimagen», «electrofisiológicas» o «de modulación de actividad cerebral» que ya están «aprobadas para algunas indicaciones concretas: para depresión, problemas cognitivos, trastornos obsesivos, impulsividad, adicciones…».

«Al mismo tiempo, también ya tenemos la capacidad de captar la actividad de mi cerebro y usar inteligencia artificial para descodificar esa información y aprender cosas sobre mí que, literalmente, ni yo mismo sé», ha abundado.

Todo ello «es una razón de esperanza para todos los enfermos con enfermedades neurológicas y psiquiátricas», pero al mismo tiempo exige «un debate ético sobre qué queremos realmente ser capaces de modificar en los seres humanos, qué debemos plantear o qué no debemos siquiera intentar», según el neurólogo, que observa «una necesidad de redefinir los derechos de cada uno de nosotros en cuanto a qué uso se hace de esas tecnologías».

Pascual-Leone ha subrayado que «las enfermedades del cerebro son la causa número uno de discapacidad a nivel mundial, más que el cáncer y las enfermedades cardiovasculares juntas», lo que hace necesario fomentar «la salud cerebral a lo largo de toda la vida», de modo que se pueda «reducir el riesgo individual de esas enfermedades.

Algunas de las precauciones que se pueden tomar, según el neurólogo, «son las cosas que nos decían nuestros abuelos: duerme bien, come mejor, haz ejercicio, relaciónate con la gente, mantén un propósito vital…».

Pero los avances tecnológicos abren nuevas puertas. «Necesitamos poder tener un índice que nos diga cómo de sano está mi cerebro en este momento, cómo de arriesgado es que vaya a tener problemas», ha apuntado el catedrático, añadiendo que «la inteligencia artificial» y «el procesamiento de datos» ya permiten «vislumbrar formas de hacerlo».

Son procesos, avisa el neurólogo, más cercanos de lo que cabría pensar: «No somos conscientes de que, cuando estamos usando un teléfono móvil o llevamos un reloj inteligente, está captando actividad sobre cómo estoy funcionando yo en mi vida cotidiana, que puede dar indicios de mi riesgo de enfermedad».

«Creo que es importante hacer una educación pública sobre este tipo de tecnologías, sus posibilidades de ayuda y sus riesgos», ha concluido Pascual-Leone.

01 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

octubre 3, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Bioingeniería, Neurofisiología, Neurología, Psicología, Psiquiatría | Etiquetas: , , |

Imagen: Archivo.El ruido generado por el tráfico aéreo puede alterar la calidad del sueño de quienes viven cerca de los aeropuertos, mostró un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Leicester, en Reino Unido.

El equipo analizó los datos provenientes de más de 80 000 personas que residían cerca de cuatro grandes aeropuertos británicos: Londres Heathrow, Londres Gatwick, Manchester y Birmingham.

Durante la pesquisa, los individuos usaron dispositivos de muñeca que rastrearon sus patrones de sueño y respondieron cuestionarios sobre la calidad del mismo.

Los expertos compararon estos datos con los mapas creados por la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido, que muestran el nivel de ruido que producen los aviones en los vecindarios cercanos a los aeropuertos.

Encontraron que las personas expuestas a niveles más altos de ruido de aeronaves tendían a moverse más mientras dormían, una señal de interrupción del sueño, según un artículo publicado en la revista Environmental Health Perspectives.

El fuerte sonido de los aviones también parece alterar los ciclos de sueño y vigilia de las personas, lo cual hace que se duerman y despierten a horas irregulares, añadieron.

«Un mayor ruido nocturno de los aviones se vinculó con una alteración de la calidad del sueño, incluso si las personas no se daban cuenta», dijo el investigador principal Xiangpu Gong.

Los trastornos del sueño podrían tener efectos a largo plazo en la salud, por lo que es importante que las políticas aborden y reduzcan la contaminación acústica de los aviones, señaló el experto.

«El ruido nocturno de los aviones se asoció con un sueño más inquieto y ciclos de sueño y vigilia interrumpidos, lo que sugiere un vínculo entre la exposición al ruido de los aviones durante la noche y los trastornos del sueño», concluyó Gong.

Apuntó que los patrones de sueño más pobres se asociaron con un mayor riesgo de problemas de salud mental, afecciones como la diabetes y la obesidad, y con peligro de mortalidad.

Por su parte, la investigadora principal Anna Hansell, profesora de epidemiología ambiental de la Universidad de Leicester, manifestó que los responsables de las políticas deben tener en cuenta estos resultados al sopesar si añadir más vuelos en una terminal aérea.

«Es preocupante que la presión actual sobre los aeropuertos para aumentar los vuelos nocturnos pueda resultar en más ruido nocturno de los aviones, con impactos potenciales en los trastornos del sueño y, en última instancia, en la salud», dijo Hansell.

27 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

octubre 1, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Medicina Familiar y Comunitaria, Neurofisiología, Psicología | Etiquetas: , , , , |

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