jun
10
México confirmó hoy que la reciente muerte de un hombre, contagiado con el virus de la influenza aviar A/H5N2, no fue a causa del patógeno, sino por padecimientos crónicos que generaron un choque séptico.
La Secretaría de Salud precisó que el individuo de 59 años de edad, sufría de enfermedades como insuficiencia renal crónica, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial sistémica, todas eran de larga evolución y provocaron el fallo de varios órganos.
Según el despacho, un grupo multidisciplinario investigó la defunción ocurrida el pasado 24 de abril y analizó también el caso desde que llegó a un centro en busca de asistencia.
El paciente –indicó- era residente del estado de México, como parte del protocolo de atención médica se le tomaron muestras para virus respiratorio y tras el monitoreo en laboratorios especializados de la Secretaría de Salud se identificó el virus de influenza A/H5N2.
Añadió que no existen riesgos para la población y hasta la fecha son negativas todas las pruebas de los contactos relacionados con el caso de estudio.
Pero la investigación continúa porque sigue sin identificarse la fuente de infección.
Aparte de la entidad mexicana, también la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que el deceso ocurrió en realidad por causas multifactoriales y no por el virus A/H5N2, como había anunciado en un comunicado.
En conferencia de prensa en Ginebra, Suiza, Christian Lindmeier, portavoz de la OMS, señaló que el enfermo estuvo en cama tres semanas y después acudió al hospital por complicaciones respiratorias donde falleció.
08 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
jun
10
Las altas temperaturas, las sequías y otros efectos derivados del cambio climático tienen «graves repercusiones» sobre la salud mental y física de las embarazadas, los niños y la población de edad avanzada, alertó este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estos grupos están «especialmente expuestos» a los efectos del cambio climático, advirtió en rueda de prensa en Ginebra la experta de la OMS en Salud Materna, Recién Nacidos, Niños, Adolescentes y Mayores, Anayda Portela, quien pidió una mayor inversión para proteger a estas poblaciones.
Varios estudios publicados esta semana por la agencia sanitaria de la ONU arrojan datos alarmantes sobre el impacto de las altas temperaturas y la contaminación atmosférica en las embarazadas, como una mayor probabilidad de sufrir un parto prematuro, así como otros impactos negativos en el desarrollo cerebral y pulmonar del feto.
Además, las temperaturas inusualmente altas también estarían asociadas a la hipertensión y la diabetes gestacional en el embarazo.
En lo que respecta a la población infantil, la experta de la OMS advirtió que cada grado centígrado adicional de temperatura mínima diaria por encima de 23,9 °C aumenta el riesgo de mortalidad infantil hasta en un 22,4 %.
Además, el calor extremo también afecta gravemente a la población de edad avanzada, que tiene más probabilidades de sufrir infartos o problemas respiratorios durante las olas de calor.
Otros efectos del cambio climático, como la sequía en Somalia o las fuertes inundaciones en Pakistán o Brasil, también reducen el acceso al agua potable y al suministro de alimentos, lo que provoca un aumento de las enfermedades diarreicas y la malnutrición en los colectivos más vulnerables.
Ante esta situación, la experta de la OMS instó a los gobiernos a promover medidas específicas que protejan la salud en las distintas etapas de la vida, así como garantizar que los servicios sanitarios y asistenciales estén preparados para atender las necesidades de las personas más expuestas a los desastres climáticos.
07 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La ministra chilena de Salud, Ximena Aguilera, expresó hoy su preocupación por la presencia en el país de la bacteria Streptococcus pyogenes, que agrava los síntomas de la influenza y ha provocado algunas muertes.
Señaló la funcionaria el reciente fallecimiento de niños en edad escolar «que han sido pocos, pero con gran impacto» y algunos de ellos estuvieron asociados a una sobre infección con ese patógeno.
Aguilera informó que los casos donde la bacteria incidió en un cuadro fulminante están sujetos a una revisión minuciosa.
Esto puede ocurrir, no sólo con la influenza, sino que en otros padecimientos respiratorios porque se trata de un microorganismo particularmente agresivo, señaló la titular.
Desde la semana anterior el ministerio envió una alerta a todos los servicios de salud para prestar especial atención a cualquier sospecha de la presencia de este estreptococo, que por ahora tiene mayor incidencia en las regiones Metropolitana y Biobío.
También pidió a los padres de familia con hijos enfermos que los lleven de inmediato a un centro asistencial en caso de no presentar mejoría con el tratamiento indicado.
A pesar de sus graves efectos, la bacteria tiene una buena respuesta a los antibióticos si se aplican de manera oportuna, aseguró la ministra.
05 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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7
El consumo de alcohol durante un vuelo, en combinación con la presión de la cabina, podría suponer un riesgo para la salud cardíaca de los pasajeros que duermen, sobre todo en los trayectos largos, ademas de afectar a la calidad del sueño, sugiere un estudio hecho en laboratorio.
La investigación que publica Thorax, del grupo British Medical Journal, y realizada por investigadores alemanes señala que esa combinación reduce el oxígeno en sangre y aumenta la frecuencia cardíaca, incluso en personas jóvenes y sanas.
Cuanto mayor es el consumo de alcohol, mayores pueden ser estos efectos, sobre todo entre los pasajeros de más edad y los que padecen enfermedades preexistentes, afirmaron los investigadores.
El estudio se realizó en laboratorio, en una cámara de altitud, que asemeja el ambiente en la cabina presurizada de un avión, y en un laboratorio del sueño.
Un ambiente simulado «difiere significativamente de un viaje normal, donde las expectativas y condiciones varían», según el investigador Esteban Ortiz, de la Universidad de las Américas (Ecuador), que no participó en la prueba, citado por Science Media Centre, una plataforma de recursos científicos para periodistas.
Para el estudio, se formaron dos grupos de entre 18 y 40 años. La mitad se asignó a un laboratorio del sueño en condiciones normales de presión atmosférica ambiente (nivel del mar) y la otra a una cámara de altitud que imitaba la presión de cabina a altitud de crucero (2 438 metros sobre el nivel del mar).
Doce personas de cada grupo durmieron durante 4 horas sin haber bebido alcohol y otras tantas habiendo bebido durante una noche, seguida de dos noches de recuperación y otra noche en la que se invirtió el proceso.
Los participantes bebieron una cantidad de vodka puro equivalente a dos latas de cerveza o dos copas de vino en vodka. El ciclo de sueño, la saturación y la frecuencia cardíaca se monitorizaron continuamente durante cuatro horas.
El análisis final incluyó los resultados de 23 personas en el laboratorio del sueño y 17 en la cámara de altitud.
La combinación de alcohol y presión de cabina simulada provocaba una caída de la saturación de oxígeno en sangre a una media de algo más del 85% (para la mayoría de personas el nivel normal es 95 % superior) y un aumento compensatorio de la frecuencia cardíaca a una media de casi 88 latidos por minuto durante el sueño.
Para los que durmieron en cámara de altitud pero sin beber alcohol la saturación media fue del 88 % y algo menos de 73 latidos. Los que permanecieron en el laboratorio del sueño registraron 95 % de saturación y un poco menos de 64 pulsaciones entre los que no habían bebido alcohol.
En cuanto al sueño, el de tipo más profundo se redujo a 46,5 minutos bajo la exposición combinada de alcohol y presión de cabina simulada. En el laboratorio del sueño esa fase duro 84 minutos para los que habían bebido y 67,5 minutos para los que no.
Los investigadores reconocen el pequeño tamaño de la muestra de su estudio y que los participantes eran jóvenes y sanos, por lo que no reflejan a la población general. Además el sueño se hizo decúbito supino, una postura que no es posible para quienes viajan en clase turista.
En todo caso, consideraron que, «en conjunto, estos resultados indican que, incluso en individuos jóvenes y sanos, la combinación de la ingesta de alcohol con dormir en condiciones hipobáricas supone una carga considerable para el sistema cardiaco y podría provocar una exacerbación de los síntomas en pacientes con enfermedades cardiacas o pulmonares».
En su comentario del estudio, Ortiz señaló que el alcohol se consumió tipo chupito, cuya ingesta puede ser más brusca que una copa de vino o una cerveza a lo largo de un vuelo, generalmente más prolongado, además, excluyó el factor de la alimentación, que puede influir considerablemente en los resultados.
04 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un nuevo estudio publicado en la revista World Psyquiatry señala que las altas temperaturas que vive hoy el planeta y la exposición a sustancias contaminantes aumentan la incidencia de demencia o deterioro cognitivo y el riesgo de suicidio.
Según la investigación, el calentamiento global incrementó en un cinco por ciento las muertes por suicidio y la exposición a largo plazo a algunos contaminantes y disolventes, presentes en pinturas o barnices, está vinculada también con una mayor incidencia de demencia y deterioro cognitivo.
«El cambio climático desata fenómenos extremos cada vez más frecuentes, como olas de calor o grandes tormentas puede generar también efectos traumáticos en la población expuesta o quebrar los pilares clave para una buena salud mental, como la estabilidad económica o la seguridad alimentaria», apunta el informe.
Para llegar a sus conclusiones, los expertos analizaron 285 estudios realizados en todo el planeta y aunque no encontraron ninguna causa-efecto directa, sí hallaron asociaciones contundentes.
Por ejemplo, en el caso del suicidio, indican que algunas evidencias sugieren que la exposición a altas temperaturas puede afectar directamente la función cerebral, con alteraciones en la oxigenación adecuada y la permeabilidad de la barrera hematoencefálica.
«Además, otros estudios ya señalaban alteraciones en los neurotransmisores debido a las temperaturas más altas que pueden empeorar directamente el estado de ánimo, haciendo a las personas más irritables y estresadas, y amplificando los síntomas de los trastornos mentales», explicaron los científicos.
Ello no quiere decir que la gente se suicida por el aumento de la temperatura, sino porque está muy mal.
«El aumento de temperatura está generando un malestar emocional y es como una gota que añades a un vaso que ya está lleno», detalló Eduard Vieta, el jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic Barcelona y responsable del Grupo de Trastornos Bipolares y Depresivos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer de Barcelona.
La investigación también arrojó que contaminantes como el tolueno, la acetona, el xileno o el acetato de etilo presentes en las sustancias disolventes de pinturas y compuestos de limpieza pueden provocar desde irritación de la piel, dolores de cabeza y visión borrosa, hasta pérdida del conocimiento y la muerte.
Alerta, que la exposición a niveles altos de dióxido de azufre podría elevar el riesgo de recaída de pacientes con esquizofrenia.
La Organización Mundial de la Salud ya advirtió sobre esos efectos y reafirma que el cambio climático está haciendo tambalear los cimientos de la salud y «tiene el potencial de socavar décadas de progreso».
04 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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El secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, instó hoy a avanzar más rápido en la acción climática, y reconoció que queda mucho camino para lograr limitar el calentamiento global a 1,5 grados.
«Así que no podemos permitirnos paradas o desvíos en este punto intermedio del viaje climático de la humanidad», dijo Stiell al intervenir en la apertura de la Conferencia sobre Cambio Climático de Bonn que se desarrollará en esta ciudad alemana hasta el 13 de junio.
En estas jornadas unos 6 000 participantes, entre delegados nacionales y representantes de la sociedad civil, abordarán temas críticos como el establecimiento de compromisos climáticos nacionales más ambiciosos, la financiación climática, el nuevo mecanismo de transparencia, la transición energética y la revisión final del plan de trabajo de género.
En este evento, conocido también como Reuniones de junio, dio inicio el proceso de negociación previo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que tendrá lugar en Bakú, Azerbaiyán, el próximo mes de noviembre.
El funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó a los participantes a que avancen en la creación de sus planes nacionales de adaptación climática.
«Necesitamos que todos los países tengan un plan para 2025 y que avancen en su aplicación para 2030”, subrayó, tras revelar que solo 57 países han elaborado uno hasta el momento.
En cuanto a los compromisos climáticos nacionales, señaló que no se pueden limitar a reducir emisiones de gases de efecto invernadero, ya que, «si se hacen bien, pueden servir como poderosos modelos para impulsar cada una de sus economías y sociedades y crear más resiliencia, más oportunidades, una mejor salud humana y niveles de vida más altos».
Añadió que sus beneficios deben llegar a todos, incluidas las mujeres, los pueblos indígenas, los jóvenes y los más vulnerables a los impactos climáticos que golpean ahora mismo.
En otro punto, reconoció que queda «un largo y empinado camino por delante» para alcanzar el objetivo común de limitar el calentamiento global a 1,5 °C este siglo.
«Nos dirigimos a unos 2,7 grados. Esto sigue siendo ruinosamente alto», apuntó.
Sin embargo, alentó a los participantes al reconocer el trabajo realizado durante los últimos 30 años y los resultados obtenidos, sin los cuales, afirmó, «estaríamos abocados a un calentamiento global de hasta cinco grados, al que probablemente no podría sobrevivir la mayor parte de la humanidad».
03 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia