prsión ambos brazos1Medir la presión arterial en ambos brazos puede ayudar a reducir el riesgo cardiovascular y la hipertensión.

Según un estudio, la presión arterial debe medirse en ambos brazos y se debe adoptar la lectura más alta para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la hipertensión.

Presión arterial sistólica y resultados cardiovasculares del brazo superior versus el brazo inferior: un metanálisis de datos de participantes individuales de la colaboración INTERPRESS-IPD

Antecedentes:

Las pautas recomiendan medir la presión arterial (PA) en ambos brazos, adoptando las lecturas del brazo más alto para el diagnóstico y tratamiento. Faltan datos que respalden esta recomendación. Evaluamos las asociaciones de la presión arterial sistólica del brazo superior e inferior con los umbrales de diagnóstico y tratamiento, y el pronóstico de la hipertensión, utilizando datos de la diferencia de presión arterial entre brazos: colaboración de datos de participantes individuales.

Métodos:

Se utilizaron modelos de regresión de Cox multivariable de una etapa, estratificados por estudio, para examinar las asociaciones de PA más altas o más bajas en el brazo de lectura con la mortalidad cardiovascular, la mortalidad por todas las causas y los eventos cardiovasculares, en metanálisis de datos de participantes individuales agrupados de 23 cohortes.

Los eventos cardiovasculares se modelaron para las puntuaciones de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica y de Framingham. El ajuste del modelo se comparó utilizando los criterios de información de Akaike. También se compararon las proporciones reclasificadas entre los umbrales de intervención recomendados por las directrices.

Resultados:

Analizamos 53 172 participantes: edad media 60 años; 48% mujeres.

La presión arterial del brazo superior, en comparación con la del brazo inferior, reclasificó al 12 % de los participantes en umbrales de PA sistólica de 130 o 140 mm Hg (ambos P <0,001).

Los modelos de PA del brazo superior se ajustaron mejor a la mortalidad por todas las causas, la mortalidad cardiovascular y los eventos cardiovasculares (todos P <0,001).

Los modelos de PA del brazo superior predijeron mejor los eventos cardiovasculares con puntuaciones de Framingham y de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ambas P <0,001) y reclasificaron al 4,6 % y al 3,5 % de los participantes, respectivamente, en categorías de mayor riesgo en comparación con los PA del brazo inferior).

Conclusiones:

El uso de la presión arterial desde los brazos de lectura más altos en lugar de los inferiores reclasificó al 12 % de las personas por encima de los umbrales utilizados para diagnosticar la hipertensión. Todos los modelos de predicción obtuvieron mejores resultados cuando se utilizó la PA del brazo superior. Se deben medir ambos brazos para un diagnóstico y tratamiento precisos de la hipertensión.

Registro del estudio: URL: https://www.clinicaltrials.gov; Identificador único: CRD42015031227.

Comentarios

La investigación, dirigida por la Universidad de Exeter, analizó datos de 53 172 participantes en 23 estudios en todo el mundo para examinar las implicaciones de elegir la presión del brazo más alta o más baja.

El estudio, publicado en Hypertension, encontró que el uso de la lectura de presión arterial del brazo con el registro más alto reclasificó al 12 por ciento de las personas como hipertensas, que habrían caído por debajo del umbral de diagnóstico si se hubiera utilizado la lectura del brazo inferior.

Aunque las directrices internacionales recomiendan controlar la presión arterial en ambos brazos, actualmente la práctica no se adopta ampliamente en las clínicas.

El líder del estudio, el Dr. Christopher Clark, de la Universidad de Exeter, dijo: «La presión arterial alta es un problema global y un mal manejo puede ser fatal. Este estudio muestra que no medir ambos brazos y usar el brazo de lectura más alto no solo resultará en un subdiagnóstico y el tratamiento insuficiente de la presión arterial alta, pero también la subestimación de los riesgos cardiovasculares para millones de personas en todo el mundo».

El equipo descubrió que el uso de la medición del brazo con TA más elevada en comparación con el uso del brazo con un registro inferior resultó en la reclasificación de 6 572 (12,4 %) de la presión arterial sistólica de los participantes de menos a más de 130 mm Hg, y 6 339 (11,9 %) de menos a más de 140 mm. Hg, situándolos por encima de los umbrales de diagnóstico comúnmente utilizados para la hipertensión.

El Dr. Clark continuó: «Es imposible predecir cuál es el mejor brazo para medir la presión arterial, ya que algunas personas tienen una lectura más alta en el brazo izquierdo que en el derecho y en números iguales ocurre lo contrario. Por lo tanto, es importante comprobar ambos brazos para detectar la presión arterial alta correctamente es un paso vital para dar el tratamiento adecuado a las personas adecuadas.»

«Nuestro estudio proporciona ahora la primera evidencia de que una lectura más alta de la presión arterial en un brazo es un mejor predictor del riesgo cardiovascular futuro».

El estudio también reveló que las lecturas más altas de presión arterial en el brazo predijeron mejor la mortalidad por todas las causas, la mortalidad cardiovascular y los eventos cardiovasculares, en comparación con la lectura en la parte inferior del brazo. Los autores destacaron la importancia de evaluar ambos brazos en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.

Novedad y relevancia

¿Qué es nuevo?

Las directrices recomiendan la adopción de una lectura más alta de la presión arterial del brazo para el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión, según la opinión de expertos. Estudiamos datos de más de 53.000 participantes de 23 estudios en todo el mundo para examinar las implicaciones de elegir la presión arterial del brazo más alta o más baja.

La presión arterial más alta en el brazo predice mejor la mortalidad por todas las causas, la mortalidad cardiovascular y los eventos cardiovasculares, en comparación con la lectura en la parte inferior del brazo.

Hasta el 12 % de las personas clasificadas como hipertensas caen por debajo de los umbrales recomendados para el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión si se utiliza el brazo de lectura inferior, en lugar del superior.

¿Qué es lo más relevante?

La adopción rutinaria de la medición de la presión arterial en la parte superior del brazo permite una mejor predicción y clasificación del riesgo cardiovascular, así como un diagnóstico y tratamiento más precisos de la hipertensión.

¿Implicaciones clínicas/fisiopatológicas?

Al considerar el diagnóstico o tratamiento de la hipertensión arterial, la presión arterial debe medirse en ambos brazos y todas las decisiones se deben basar en la medición del brazo con el registro más alto. De no hacerlo, se corre el riesgo de que muchos millones de personas en todo el mundo sufran un diagnóstico y un tratamiento insuficientes.

Mensaje final

Este estudio proporciona pruebas sólidas de que más de 1 de cada 10 personas fueron recategorizadas para requerir tratamiento adicional utilizando el brazo de lectura superior en lugar del inferior. La presión arterial debe evaluarse en ambos brazos y las lecturas del brazo de lectura superior deben usarse en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.

Esta elección también mejoró significativamente la capacidad de pronóstico de la medición de la presión arterial para eventos cardiovasculares. Si no se utiliza el brazo de lectura más alto, se corre el riesgo de subdiagnóstico, tratamiento insuficiente de la presión arterial alta y subestimación del riesgo cardiovascular para muchos millones de personas en todo el mundo, perdiendo oportunidades para intensificar adecuadamente la prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares.

Referencia

Clark Ch, Warren F, Boddy K, McDonagh ST, Moore SF, Alzamora MT, et al. Higher Arm Versus Lower Arm Systolic Blood Pressure and Cardiovascular Outcomes: a Meta-Analysis of Individual Participant Data From the INTERPRESS-IPD Collaboration. Hypertension. 2022; 79:2328–2335. https://doi.org/10.1161/HYPERTENSIONAHA.121.18921

https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/HYPERTENSIONAHA.121.18921#d1583232e1

19/09/2023

Fuente: (IntraMed) Tomado de Noticias médicas 

consumo alcohol5Un estudio encuentra que una mayor ingesta de alcohol aumenta los depósitos de grasa en el corazón y otras partes del cuerpo-

Los investigadores están presentando nuevas pruebas de que el consumo excesivo de alcohol aumenta los depósitos de grasa en el corazón y otras partes del cuerpo. El estudio subraya el alto riesgo cardiovascular asociado con el consumo excesivo de alcohol, dijeron.

El estudio observacional utilizó datos de más de 6.000 participantes en el Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA) del NHLBI. Los investigadores analizaron los patrones de consumo de alcohol en este grupo racial y étnicamente diverso, incluido el consumo ligero, moderado y excesivo, así como la abstención a lo largo de toda la vida. También analizaron la distribución de la grasa en varias partes del cuerpo utilizando datos de tomografía computarizada y la compararon con los patrones de consumo de alcohol.

Los investigadores encontraron que el consumo excesivo de alcohol se asociaba con una mayor grasa ectópica, que se refiere a la grasa alrededor de órganos como el corazón, el hígado y los intestinos. Por el contrario, los niveles más bajos de grasa ectópica se observaron en personas que informaron un consumo de alcohol entre ligero y moderado, dijeron.

«Estos hallazgos solidifican aún más la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo cardiovascular y arrojan luz sobre enfermedades subclínicas específicas asociadas con el consumo excesivo de alcohol», dijo Cashell Jaquish, Ph.D., epidemiólogo genético y oficial de programas del NHLBI que trabaja con el Estudio MESA. «Se necesitan estudios adicionales para aclarar aún más el papel de la distribución de grasa ectópica en la relación entre el consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares», señaló.

El estudio, financiado por el NHLBI, apareció en el Journal of the American Heart Association.

Resumen

Asociación entre el consumo de alcohol y la grasa ectópica en el estudio multiétnico de aterosclerosis

AntecedentesLa relación entre el consumo de alcohol y la distribución de grasa ectópica, ambos factores conocidos de enfermedad cardiovascular, aún no se ha estudiado lo suficiente. Por lo tanto, nuestro objetivo fue examinar la asociación entre el consumo de alcohol y la adiposidad ectópica en adultos con riesgo de enfermedad cardiovascular.

Métodos y resultados

En este análisis transversal, categorizamos la ingesta de alcohol entre los participantes en MESA (Estudio multiétnico de aterosclerosis) de la siguiente manera (bebidas/día): <1 (bebida ligera), 1 a 2 (bebida moderada), >2 (bebida abundante), consumo de alcohol anterior y abstención de por vida. El consumo excesivo de alcohol se definió como consumir ≥5 tragos en 1 ocasión durante el último mes.

El área de grasa visceral, subcutánea e intermuscular, el volumen de grasa pericárdica y la atenuación de la grasa hepática se midieron mediante tomografía computarizada sin contraste. Utilizando regresión lineal multivariable, examinamos las asociaciones entre categorías de consumo de alcohol y grasa natural transformada en registros en depósitos ectópicos.

Se incluyeron 6 756 participantes de MESA (62,1 ± 10,2 años; 47,2 % mujeres), de los cuales 6 734 y 1 934 se sometieron a una tomografía computarizada de tórax (grasa pericárdica y hepática) y una tomografía computarizada abdominal (grasa subcutánea, intermuscular y visceral), respectivamente.

En el análisis ajustado, el consumo excesivo de alcohol, en relación con la abstención a lo largo de la vida, se asoció con una mayor (diferencia porcentual relativa) pericárdica 15,1 [IC 95 %, 7,1–27,7], hepática 3,4 [IC 95 %, 0,1–6,8], visceral 2,5 [95 % IC, -10,4 a 17,2], e intermuscular 5,2 [IC 95%, -6,6 a 18,4] grasa pero menor grasa subcutánea -3,5 [IC 95%, -15,5 a 10,2]).

Las asociaciones entre el consumo de alcohol y la adiposidad ectópica mostraron un patrón en forma de J. El consumo excesivo de alcohol, en comparación con el consumo ligero a moderado, también se asoció con una mayor grasa ectópica.

Conclusiones

El consumo de alcohol tuvo una asociación en forma de J con la adiposidad ectópica. Tanto el consumo excesivo de alcohol como el consumo los atracones de alcohol se asociaron con una mayor grasa ectópica.

Perspectiva clínica

¿Qué es nuevo?

En relación con la abstención a lo largo de la vida, el consumo excesivo de alcohol se asoció con una mayor adiposidad ectópica medida por tomografía computarizada, con la asociación más fuerte en los depósitos de grasa pericárdicos y hepáticos, seguidos de los depósitos de grasa intermuscular, visceral y subcutánea.

La relación entre el consumo de alcohol y la adiposidad ectópica mostró un patrón en forma de J, observándose los niveles más bajos en las categorías de consumo ligero y moderado.

¿Cuáles son las implicaciones clínicas?

El riesgo de enfermedad cardiovascular relacionado con el consumo excesivo de alcohol puede estar mediado por la distribución ectópica de grasa.

Referencia

Kazibwe R,  Chevli  PA, Evans JK, Allison M, Michos ED, Wood AC, et al. Association Between Alcohol Consumption and Ectopic Fat in the MultiEthnic Study of Atherosclerosis. Journal of the American Heart Association. 2023;12: e030470. https://doi.org/10.1161/JAHA.123.030470

https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/JAHA.123.030470

21/09/2023

Fuente: (Intramed) Tomado de Noticia médica

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septiembre 22, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Enfermedades Cardiovasculares, Riesgo a la Salud | Etiquetas: , |

laboratorio molecularUna necesidad apremiante es la de nuevas terapias para tratar lesiones por isquemia-reperfusión, provocadas por la pérdida de oxígeno en las arterias después de episodios de derrame cerebral o paro cardíaco.

Tras el descubrimiento del papel que desempeña el óxido nítrico (NO) en el sistema cardiovascular, los investigadores se han volcado en los últimos años en averiguar cómo funciona esta ´misteriosa molécula de señalización´ para reparar los vasos sanguíneos dañados por un ataque cardíaco.

Al respecto, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UMSOM) y sus colegas de la Universidad Wake Forest (WFU) (EEUU) podrían haber dado con una importante pieza del rompecabezas, según se constata en su estudio publicado, recientemente, en ´Nature Chemical Biology´.

El hallazgo de estos científicos se centra en el hemo, un compuesto que contiene hierro abundante en la circulación y en las células sanguíneas, que se une al NO y lo transporta por el sistema vascular. Esto permite que dicho compuesto regule el flujo sanguíneo, la presión arterial, la formación de coágulos sanguíneos y probablemente otros procesos de señalización implicados en la curación de los vasos sanguíneos dañados.

Ahondando sobre el NO

Los investigadores se mostraron interesados en comprender cómo esta molécula de vida corta viaja desde la sangre hasta los objetivos de señalización en la pared de los vasos sanguíneos. Para abordar esta brecha, el equipo caracterizó la formación de un intermediario estable del NO llamado NO-ferrohemo. Demostraron en estudios con animales que, después de la inyección, el NO-ferrohemo se transporta en la sangre, a menudo unido a la albúmina, y viaja a los vasos sanguíneos y hace que se dilaten, lo que reduce la presión arterial.

«El óxido nítrico, con su vida media extremadamente corta de menos de un segundo en la sangre, debe tener una forma de moverse a través del torrente sanguíneo y hacia los vasos sanguíneos a través de un mecanismo estable», expuso el autor principal del estudio, Anthony DeMartino, profesor asistente de Medicina de la UMSOM. «Estudiamos la química y la cinética de cómo se genera fisiológicamente el NO-ferrohemo en el tubo de ensayo y luego demostramos cómo funciona en un modelo animal, lo que proporciona una fuerte evidencia de nuestra hipótesis».

Para realizar sus estudios, el equipo de investigación decidió investigar el hemo, mejor conocido por su papel en el suministro de oxígeno a través de la hemoglobina en la sangre, pero también un objetivo de señalización común para el NO. Mezclaron hemo férrico (una forma oxidada del compuesto que puede causar daño celular) con NO y el antioxidante glutatión (que se encuentra en niveles altos en la mayoría de las células) para ver cómo reaccionarían en un laboratorio.

Descubrieron que, en presencia de glutatión, el NO reacciona rápidamente uniéndose rápidamente al hemo, formando un compuesto de hemo reducido y estable llamado NO-ferrohemo. El equipo decidió entonces probar los efectos de este compuesto sobre dos propiedades características del NO: como vasodilatador y como regulador de la agregación plaquetaria (que provoca la formación de coágulos sanguíneos). Cuando a los ratones se les infundió NO-ferrohemo, el compuesto tuvo efectos de vasodilatación, aumentando el flujo sanguíneo en las arterias y reduciendo la presión arterial. Además, el NO-ferrohemo inhibió la agregación plaquetaria en muestras de plaquetas de sangre humana.

«La estabilización del NO mediante la formación de NO-ferrohemo le permite difundirse a través de distancias, casi como ´un platillo volador químico´, para unirse directamente y activar las enzimas objetivo que controlan el flujo sanguíneo», explicó el responsable del estudio y autor correspondiente, el Dr. Mark T. Gladwin, decano y vicepresidente de Asuntos Médicos de la UMSOM.

Una necesidad apremiante es la de nuevas terapias para tratar el daño a los vasos sanguíneos llamado lesiones por isquemia-reperfusión. Estas lesiones, provocadas por la pérdida de oxígeno en las arterias después de, por ejemplo, un derrame cerebral o un paro cardíaco, a menudo provocan daño tisular permanente. Descubrir el NO-ferrohema como un «intermediario» biológico representa un paso adelante hacia la comprensión de los matices de los mecanismos de señalización del NO en innumerables estados patológicos.

Referencia

Martin E. NO signal. Nat Chem Biol.2023. https://doi.org/10.1038/s41589-023-01421-3

15/09/2023

Fuente: (IMMedico) Tomado- Noticias /Atención Primaria

© 2023 Copyright: Publimas Digital

recien-nacidos-primeros-cuidados-bebeLuanda, 11 sep (Prensa Latina) Angola vive hoy un hito de la salud, pues por primera vez practicaron con éxito una cirugía cardíaca en un bebé de 11 días de nacido, para retirar un cuerpo extraño alojado junto al órgano.

El procedimiento se llevó a cabo en el complejo hospitalario Cardenal Alexandre do Nascimento, en la provincia de Luanda, y en él participaron alrededor de una veintena de profesionales sanitarios. De acuerdo con declaraciones a la televisora TPA del director del servicio cardiovascular de la institución, Valdano Manuel, es la primera cirugía realizada en un bebé de su peso y edad, cuya vida corría riesgo debido al cateterismo (objeto extraño), que podía haber llegado al pulmón y ocasionarle la muerte.

La operación fue un éxito y salvó la vida de la recién nacida, que con un peso de cuatro kilos y 200 gramos llegó al hospital procedente de una clínica privada, donde se le encontró un cuerpo de 23 centímetros. Durante unas tres horas el equipo médico trabajó en la intervención quirúrgica y tuvo que sortear situaciones complejas como el pequeño tamaño del corazón y la anestesia. Reportada de estable, de continuar así la pequeña podría salir de cuidados intensivos en 48 horas. Inaugurado el 30 de noviembre de 2021, el Complejo Hospitalario de Enfermedades Cardio-Pulmonares Cardenal Dom Alexandre do Nascimento cuenta con cerca de mil 890 profesionales, entre médicos, enfermeros, técnicos de diagnóstico y personal administrativo.

11/09/2023 (Prensa Latina )Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

prevencion_cardiovascularUn estudio publicado en The Lancet Healthy Longevity muestra que las personas de mediana edad con un riesgo cardiovascular elevado de forma sostenida durante 5 años experimentan una mayor disminución del metabolismo cerebral medido a través de técnicas de imagen avanzadas.

Las enfermedades cardiovasculares y la demencia coexisten en etapas avanzadas en muchas ocasiones; sin embargo, hay pocos estudios longitudinales en personas de mediana edad, 50 años, que hayan evaluado la interacción entre la aterosclerosis y sus factores de riesgo sobre la salud del cerebro. Ahora, una investigación realizada en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en la que participa el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), arroja nuevos datos sobre esta relación y confirma la relevancia de controlar los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, como hipertensión, colesterol, diabetes, tabaquismo o sedentarismo, no solo para cuidar la salud cardiovascular, sino también para prevenir enfermedades como el alzhéimer.

Publicado en The Lancet Healthy Longevity, la investigación del CNIC muestra que la aterosclerosis -el acúmulo de placas de grasa en las arterias- y sus factores de riesgo asociados, además de ser las principales causas de enfermedad cardiovascular, están también implicados en alteraciones cerebrales típicas de la enfermedad de Alzheimer, la causa más común de demencia.

La información es muy relevante porque, asegura el Dr. Valentín Fuster, Director General del CNIC y uno de los autores principales del estudio, abre la posibilidad de intervenir sobre un trastorno modificable, como las enfermedades cardiovasculares, para prevenir el desarrollo de las demencias, para las que no existe tratamiento para muchos pacientes. «Cuanto antes empecemos a controlar los factores de riesgo cardiovascular, mejor será para nuestro cerebro», indica el Dr. Fuster.

Asimismo, subraya el Director del CNIC, «a pesar de que todos sabemos la importancia de cuidarse y controlar los factores de riesgo cardiovascular para evitar un infarto, el hecho de que están relacionados con un deterioro de la salud cerebral puede hacer que haya una mayor conciencia de la necesidad de adquirir hábitos saludables en las fases más jóvenes de la vida».

En 2021, los investigadores del CNIC descubrieron que la presencia de factores de riesgo cardiovascular y de aterosclerosis subclínica -antes de que aparezcan los síntomas- en las arterias carótidas, que son las que suministran sangre al cerebro, en individuos de 50 años aparentemente sanos que participan en el estudio PESA-CNIC-Santander, estaba asociada a un menor metabolismo de glucosa cerebral (Cortés-Canteli & Gispert et al. JACC. 2021). El metabolismo de la glucosa cerebral está considerado un indicador de salud cerebral.

El PESA-CNIC-Santander, dirigido por el Dr. Fuster, es un estudio prospectivo que incluye a más de 4 000 participantes asintomáticos de mediana edad en los cuales se está evaluando exhaustivamente la presencia y desarrollo de aterosclerosis subclínica desde el año 2010.

El equipo del Dr. Valentín Fuster, liderado por los Drs. Marta Cortés Canteli y Juan Domingo Gispert, han seguido a estos individuos a lo largo de 5 años y han encontrado que aquellos que mantienen un riesgo cardiovascular elevado durante todo este tiempo sufren una disminución aún mayor del metabolismo cerebral medido a través de técnicas de imagen como tomografía por emisión de positrones (PET).

«Hemos detectado un declive metabólico cerebral tres veces mayor que el de personas que se mantienen en bajo riesgo cardiovascular», señala Catarina Tristão-Pereira, primera firmante del artículo y becaria INPhINIT de la Fundación «la Caixa».

La glucosa es la principal fuente de energía de las neuronas y otras células cerebrales. «Si el consumo de glucosa cerebral disminuye durante varios años puede limitar la capacidad del cerebro de lidiar en un futuro con enfermedades neurodegenerativas o cerebrovasculares», asegura el Dr. Gispert, experto en Neuroimagen del CNIC y del Barcelonaβeta Research Center.

De hecho, en colaboración con los doctores Henrik Zetterberg y Kaj Blennow de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), expertos mundiales en la determinación de nuevos biomarcadores en sangre, los investigadores de CNIC descubrieron que este declive metabólico se debía en parte a que ya existía daño neuronal en estos individuos. «Este dato es particularmente relevante ya que la muerte de las neuronas es un proceso irreversible», remarca la Dra. Cortés Canteli, neurocientífica del CNIC e investigadora Miguel Servet del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz.

Además, el equipo del CNIC descubrió que la progresión de la aterosclerosis subclínica en las carótidas durante estos 5 años se relacionaba con una disminución del metabolismo en regiones cerebrales vulnerables a la enfermedad de Alzheimer, de manera aditiva al efecto de los propios factores de riesgo cardiovascular. «Estos resultados corroboran que la detección por imagen de la aterosclerosis subclínica aporta información muy relevante», añade el Dr. Fuster, investigador Principal del estudio PESA. «La relación entre el cerebro y el corazón es un tema fascinante y con este estudio hemos visto que empieza mucho antes de lo que se creía», continúa.

Los investigadores concluyen que a la luz de estos resultados, «el cribado de la carótida tiene un gran potencial para identificar a las personas vulnerables a sufrir alteraciones cerebrales y deterioro cognitivo en el futuro». Así, escriben, «este trabajo podría tener importantes implicaciones para la práctica clínica ya que apoya la implementación de estrategias de prevención cardiovascular primaria en etapas tempranas de la vida como enfoque valioso para una longevidad cerebral saludable».

«Aunque aún no conocemos el impacto que esta disminución en el metabolismo cerebral puede tener sobre la función cognitiva, el haber detectado ya daño neuronal sí que nos indica que cuanto antes empecemos a controlar los factores de riesgo cardiovascular, mejor será para nuestro cerebro», concluye la Dra. Cortés Canteli.

El estudio PESA está cofinanciado a partes iguales por CNIC y Banco Santander. Además, recibe financiación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII, PI15/02019 & PI20/00819), el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (ERDF – A Way to Build Europe) y el Fondo Social Europeo (ESF – Investing in Your Future).

Asimismo, para este estudio en particular también ha recibido financiación de la Fundación BrightFocus y una Beca Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales de la Fundación BBVA. CNIC cuenta con el apoyo del ISCIII, el Ministerio de Ciencia e Investigación (MCIN) y Fundación Pro- CNIC. En el estudio han participado investigadores del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CiberCV), del CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CiberFES) y el CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (Ciber-BBN).

Referencia

Catarina Tristão-Pereira, Valentin Fuster, Belen Oliva, Andrea Moreno-Arciniegas, Ines Garcia-Lunar, Cristina Perez-Herreras, et al. Longitudinal interplay between subclinical atherosclerosis, cardiovascular risk factors, and cerebral glucose metabolism in midlife: results from the PESA prospective cohort study. Lancet Healthy Longev 2023; 4: e487–98.

https://doi.org/10.1016/S2666-7568(23)00134-4

https://www.thelancet.com/journals/lanhl/article/PIIS2666-7568(23)00134-4/fulltext

Fuente: ( IMMedico)

04/09/2023

Los pacientes que se sometieron a rehabilitación cardíaca (RC) después de una cirugía de bypass o rehabilitación cardíaca tuvieron una tasa de mortalidad reducida absoluta del 3 al 5% en los dos años posteriores al procedimiento.

El artículo publicado por la revista The Annals of Thoracic Surgery evalúa la relación entre la práctica de RC y la mortalidad a largo plazo. Los resultados del análisis son descriptos en el estudio Cardiac Rehabilitation Reduces Two-Year Mortality After Coronary Artery Bypass Grafting.

El estudio encuentra que los participantes de programas en RC tienen un menor riesgo de mortalidad años después de la cirugía, con tendencia hacia mejores resultados en aquellos asistentes que concurren a un mayor número de sesiones. La mayor reducción de la mortalidad se encontró en quienes completaron 36 o más sesiones, número recomendado para pacientes con injerto de derivación de arteria coronaria.

Si bien la literatura existente demuestra que la rehabilitación cardíaca mejora los resultados y la calidad de vida afectada por cirugía cardíaca, los autores destacan la dificultad que enfrentan los médicos para lograr que los pacientes cumplan con el programa prestablecido.

Los investigadores exploraron la respuesta al uso de rehabilitación cardíaca de los pacientes después de un injerto de derivación de arteria coronaria o bypass, entre 2015 y finales de 2019.

El estudio multicéntrico concluyó que las personas que asumieron la rehabilitación cardíaca después de una cirugía de derivación cardíaca tuvieron una tasa de mortalidad reducida absoluta del 3 al 5 % en los dos años posteriores al procedimiento. La mayor reducción en la mortalidad se encontró en quienes completaron 36 o más sesiones, cantidad recomendada para los casos de de intervención por bypass.

El artículo remarca que la asistencia a una sesión de rehabilitación cardíaca es preferible a no concurrir a ninguna, ya que la información recabada en la investigación demuestra que los mayores beneficios se obtuvieron por asistencia a más sesiones. Es decir, tanto la concurrencia como la adherencia al programa implican beneficios para sus destinatarios.

La predisposición a participar en la rehabilitación cardíaca después de un injerto de derivación de la arteria coronaria se verificó en pacientes mayores, cuando alcanzaban el alta hospitalaria al hogar (en comparación con un centro de atención prolongada) y pasaban menos tiempo en el hospital.

Un poco más de la mitad de los pacientes asistieron a una sola sesión de RC, mientras solo el 12 % completó las 36 indicadas. Esto ocurrió a pesar de que los sistemas de salud derivaron pacientes al programa el 94 % de las veces.

Al referirse a sus hallazgos, los autores sugieren la realización de esfuerzos adicionales tendientes a mejorar la calidad y mayor participación puesto que el traslado al hogar en sí mismo no es suficiente para garantizar la adhesión a la RC. En este sentido, advierten la importancia de cerrar la brecha entre la remisión a rehabilitación cardíaca y su verdadero aprovechamiento con el fin de ofrecer a cada paciente una oportunidad de vida larga y saludable.

Después de tener en cuenta los factores de riesgo, solo el 5 % de los pacientes fueron afetados en el uso de la rehabilitación cardíaca por causas atribuibles al hospital donde se llevó acabo el procedimiento.

Diferencias sociales en la indicación de RC

En un estudio de 2022, los investigadores encontraron que los pacientes afroamericanos que se sometieron a una angioplastia con globo o stent por arterias obstruidas fueron derivados a rehabilitación cardíaca en tasas significativamente más bajas que los pacientes blancos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention) de EE.UU., las mujeres, las minorías, los adultos mayores y las personas con afecciones médicas adicionales no se derivan a rehabilitación cardíaca.

El artículo destaca que la eliminación de las barreras para la RC con que se enfrentan las poblaciones minoritarias y desatendidas, mejorará su alta hospitalaria, asistencia y adherencia y representaría una estrategia eficaz para mitigar las disparidades de larga data en los resultados cardiovasculares.

Referencia

Tyler M. Bauer, Jessica M. Yaser, Temilolaoluwa Daramola, Alexandra I. Mansour, Gorav Ailawadi, Francis D. Pagani, Patricia Theurer, Donald S. Likosky, Steven J. Keteyian, Michael P. Thompson. Cardiac Rehabilitation Reduces 2-Year Mortality After Coronary Artery Bypass Grafting. The Annals of Thoracic Surgery, 2023, ISSN 0003-4975, https://doi.org/10.1016/j.athoracsur.2023.05.044

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0003497523006227)

30/08/2023(SIICSalud) Tomado- Noticias Biomédicas   Copyright siicsalud© 1997-2023

 

 

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