Imagen: Archivo.El número de jóvenes italianos que viven aislados como consecuencia de adicciones virtuales a ordenadores y teléfonos móviles se calcula en unos 50 000, lo que representa un aumento significativo, indica hoy un reporte.

El ministro de Educación italiano, Giuseppe Valditara, dio la voz de alarma sobre este fenómeno en declaraciones divulgadas este miércoles en el sitio digital especializado Orizzontescuola, a partir de los datos contenidos en el reciente Informe anual al Parlamento sobre el fenómeno de la drogodependencia en Italia 2024.

Valditara se refirió a este fenómeno, conocido con el término japonés Hikikomori, debido a que se diagnosticó por primera vez en esa nación en la década de los años 90, el cual significa «hacerse a un lado» y se refiere al completo aislamiento de aquellos que lo padecen, quienes se apartan de la sociedad para refugiarse en el mundo virtual.

Esa adicción a los dispositivos tecnológicos se manifiesta con síntomas como ansiedad, depresión y aislamiento social, refirió el titular, quien hizo referencia a la existencia en Italia de más de cien centros especializados donde son tratados unos 3 700 pacientes, en su mayoría varones de entre 15 y 18 años.

El ministro se refirió a un reciente estudio publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (Unesco), el cual «ofrece datos dramáticos sobre la falta de atención, sobre el impacto negativo del abuso del teléfono móvil en la imaginación y la creatividad», agrega la fuente.

26 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

junio 28, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Adicciones, Medicina Familiar y Comunitaria, Psicología | Etiquetas: , , , , |

Imagen: Archivo.Europa y América son hoy las regiones que más alcohol consumen en el mundo con un promedio de 9,2 y 7,5 litros por persona respectivamente, aumentando los riesgos de padecer numerosas enfermedades y la mortalidad, advirtió la OMS.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló que el siete por ciento de la población de todo el planeta (400 millones de personas), mayor de 15 años, vive con algún trastorno relacionado con las bebidas alcohólicas.

Además, el nivel de consumo per cápita entre los bebedores asciende a una media de 27 gramos de algún líquido de ese tipo puro al día, lo que equivale aproximadamente a dos vasos de vino, dos botellas de cerveza o dos raciones de licores. El texto de la entidad de Naciones Unidas, señala también que, en 2019, el 38 % de los bebedores habían realizado un consumo episódico excesivo, definido como el consumo total o de al menos 60 gramos de alcohol puro en una o más ocasiones en los meses anteriores.

Advierte, además, que la prevalencia del consumo de alcohol entre los jóvenes de 15 a 19 años en 2019 fue «inaceptablemente alta» en todo el mundo con un 22 % y muy pocas diferencias de género.

Por otro lado, señala que el número total de muertes debidas al alcoholismo en todo el mundo ascendió a 2,6 millones en 2019 con las cifras más altas en la región europea y africana.

«La carga de morbilidad atribuible al alcohol fue más pesada entre los hombres: dos millones de muertes relacionadas con esa adicción y 0,6 millones entre las mujeres en 2019″, indica el comunicado de la OMS.

Hasta la fecha, alertó la organización, el 3,7 por ciento de la población mundial, es decir, 209 millones sufren dependencia del alcohol y destacó que sigue sin estar regulada la publicidad de esas sustancias en Internet y en las redes sociales, el segmento de más rápido crecimiento del marketing.

25 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

junio 27, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Adicciones, Dependencias, Organización Mundial de Salud(OMS), Psicología, Psiquiatría, Toxicología | Etiquetas: , , , |

Imagen: Archivo.Un estudio basado en neuroimágenes de cientos de adolescentes indicó que los jóvenes diagnosticados hoy con adicción a Internet, poseen alteraciones en regiones del cerebro para controlar la atención y la memoria de trabajo.

La indagación, publicada en la revista PLOS Mental Health, analizó 12 estudios de neuroimagen de adolescentes de 10 a 19 años entre 2013 y 2022.

Además, los participantes diagnosticados clínicamente con adicción a Internet participaron en actividades regidas por la red de funciones ejecutivas del cerebro como comportamientos que requieren atención, planificación, toma de decisiones y control de impulsos.

Expertos señalaron que esas regiones del cerebro mostraron una alteración sustancial en su capacidad para trabajar juntas, en comparación con aquellos en sus pares sin adicción a Internet.

El profesor asociado de ciencias de la computación en la Facultad de Ciencias de la Computación Khoury de la Universidad Northeastern en Boston, Caglar Yildirim, explicó que los patrones de conectividad funcional en los cerebros de los participantes, de hecho, coinciden con los observados en personas con adicciones a sustancias.

«Los mecanismos subyacentes a la adicción a Internet se parecen más a un patrón emergente que a una imagen terminada. Todavía se está entendiendo mucha causalidad entre lo que sucede en el cerebro y lo que se muestra a través del comportamiento. A partir de ahora, la observación mediante biomarcadores, como la conectividad funcional, ayuda a cerrar esa brecha», indicó por su parte el autor principal del estudio Max Chang.

Explicó, además, que al igual que los trastornos por sustancias y el juego, la adicción a Internet reconfigura el cerebro, lo que hace que sea más difícil resistir los estímulos relacionados con estar conectado a la red.

«Sin embargo, a diferencia del juego o el consumo de sustancias, Internet es una parte importante de nuestras vidas. Equilibrar la utilidad y los peligros de Internet es un campo muy crucial en el futuro del desarrollo de los adolescentes», añadió.

La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) incluyó a la adicción a las tecnologías como tema en su iniciativa presidencial para 2023 a 2024.

05 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

Imagen: Archivo.El consumo de alcohol durante un vuelo, en combinación con la presión de la cabina, podría suponer un riesgo para la salud cardíaca de los pasajeros que duermen, sobre todo en los trayectos largos, ademas de afectar a la calidad del sueño, sugiere un estudio hecho en laboratorio.

La investigación que publica Thorax, del grupo British Medical Journal, y realizada por investigadores alemanes señala que esa combinación reduce el oxígeno en sangre y aumenta la frecuencia cardíaca, incluso en personas jóvenes y sanas.

Cuanto mayor es el consumo de alcohol, mayores pueden ser estos efectos, sobre todo entre los pasajeros de más edad y los que padecen enfermedades preexistentes, afirmaron los investigadores.

El estudio se realizó en laboratorio, en una cámara de altitud, que asemeja el ambiente en la cabina presurizada de un avión, y en un laboratorio del sueño.

Un ambiente simulado «difiere significativamente de un viaje normal, donde las expectativas y condiciones varían», según el investigador Esteban Ortiz, de la Universidad de las Américas (Ecuador), que no participó en la prueba, citado por Science Media Centre, una plataforma de recursos científicos para periodistas.

Para el estudio, se formaron dos grupos de entre 18 y 40 años. La mitad se asignó a un laboratorio del sueño en condiciones normales de presión atmosférica ambiente (nivel del mar) y la otra a una cámara de altitud que imitaba la presión de cabina a altitud de crucero (2 438 metros sobre el nivel del mar).

Doce personas de cada grupo durmieron durante 4 horas sin haber bebido alcohol y otras tantas habiendo bebido durante una noche, seguida de dos noches de recuperación y otra noche en la que se invirtió el proceso.

Los participantes bebieron una cantidad de vodka puro equivalente a dos latas de cerveza o dos copas de vino en vodka. El ciclo de sueño, la saturación y la frecuencia cardíaca se monitorizaron continuamente durante cuatro horas.

El análisis final incluyó los resultados de 23 personas en el laboratorio del sueño y 17 en la cámara de altitud.

La combinación de alcohol y presión de cabina simulada provocaba una caída de la saturación de oxígeno en sangre a una media de algo más del 85% (para la mayoría de personas el nivel normal es 95 % superior) y un aumento compensatorio de la frecuencia cardíaca a una media de casi 88 latidos por minuto durante el sueño.

Para los que durmieron en cámara de altitud pero sin beber alcohol la saturación media fue del 88 % y algo menos de 73 latidos. Los que permanecieron en el laboratorio del sueño registraron 95 % de saturación y un poco menos de 64 pulsaciones entre los que no habían bebido alcohol.

En cuanto al sueño, el de tipo más profundo se redujo a 46,5 minutos bajo la exposición combinada de alcohol y presión de cabina simulada. En el laboratorio del sueño esa fase duro 84 minutos para los que habían bebido y 67,5 minutos para los que no.

Los investigadores reconocen el pequeño tamaño de la muestra de su estudio y que los participantes eran jóvenes y sanos, por lo que no reflejan a la población general. Además el sueño se hizo decúbito supino, una postura que no es posible para quienes viajan en clase turista.

En todo caso, consideraron que, «en conjunto, estos resultados indican que, incluso en individuos jóvenes y sanos, la combinación de la ingesta de alcohol con dormir en condiciones hipobáricas supone una carga considerable para el sistema cardiaco y podría provocar una exacerbación de los síntomas en pacientes con enfermedades cardiacas o pulmonares».

En su comentario del estudio, Ortiz señaló que el alcohol se consumió tipo chupito, cuya ingesta puede ser más brusca que una copa de vino o una cerveza a lo largo de un vuelo, generalmente más prolongado, además, excluyó el factor de la alimentación, que puede influir considerablemente en los resultados.

04 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

junio 7, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Adicciones, Cardiología, Compuestos Químicos y Drogas, Dependencias, Medicina Ambiental, Medio Ambiente, Toxicología | Etiquetas: , |

Imagen: Archivo.La industria del tabaco y la nicotina diseña productos, pone en marcha campañas de mercadotecnia y trabaja hoy para configurar unos entornos de políticas que ayudan a crear adicción entre los jóvenes del mundo.

Así lo ratificó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su informe «Enganchando a la próxima generación», divulgado la víspera con motivo de celebrar este 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco.

Según el texto, elaborado en conjunto con la agencia STOP, que ejerce funciones de vigilancia mundial de la industria tabacalera, en el mundo hay unos 37 millones de niños de entre 13 y 15 años que fuman y en muchos países la tasa de uso de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes supera la de la población adulta.

«Solo en las Américas, el 5,4 % de los adolescentes utilizan cigarrillos electrónicos, una cifra alarmantemente cercana al seis por ciento que consume cigarrillos convencionales. Estamos hablando de personas menores de 15 años, por lo que esta prevalencia debería ser cero», destacó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la OPS.

El comunicado de la entidad sanitaria critica que las industrias asociadas al tabaco siguen dirigiendo la mercadotecnia de sus productos a los jóvenes, utilizando sabores tentadores como los de caramelo y fruta.

Una investigación realizada en los Estados Unidos reveló que más del 70 % de los jóvenes que utilizaban cigarrillos electrónicos dejarían de usarlos si solo existieran productos con sabor a tabaco, señala el informe.

«Los jóvenes adictos representan beneficios para la industria durante toda su vida. Es por ello que la industria presiona de forma agresiva para crear un entorno, en el cual, engancharse resulte barato, atractivo y fácil», afirmó Jorge Alday, director de STOP en Vital Strategies.

Cifras de la OPS revelan que, en las Américas, el tabaquismo es responsable del 16 % de las muertes por enfermedades cardiovasculares, el 25 por cáncer, el 52 % por enfermedades respiratorias crónicas y el 11 por diabetes.

31 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

junio 3, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Adicciones, Dependencias, Enfermedades Respiratorias, Organización Panamericana de la Salud(OPS) | Etiquetas: , , , |

Imagen: Archivo.Los efectos adictivos del fentanilo pueden estar controlados por dos vías neuronales diferentes en el cerebro, una que tiene que ver con la recompensa y la otra que promueve la búsqueda de alivio de los síntomas de la abstinencia, según un estudio con ratones.

Este avance podría ayudar al desarrollo de tratamientos para reducción de la adicción a ese opioide, un potente analgésico que está en el centro de las preocupaciones de salud pública en muchos países como Estados Unidos.

Una combinación de efectos eufóricos provocados por la liberación de dopamina (refuerzo positivo) y graves síntomas de abstinencia (refuerzo negativo) hace que la droga sea adictiva para alrededor de una cuarta parte de los consumidores, señala un estudio que publica hoy Nature.

Un equipo liderado por la Universidad de Ginebra investigó los efectos del fentanilo en el cerebro de ratones, a los que administraron esa droga e indujeron el síndrome de abstinencia para identificar las regiones cerebrales que se activan durante el refuerzo positivo y negativo.

Aunque se ha sugerido que los receptores mu opioides del cerebro están relacionados con este comportamiento, aún no se han definido con precisión los circuitos neuronales implicados.

Los investigadores vieron que el fentanilo inducía actividad en el área ventral del cerebro, la región donde se libera la dopamina. Además, la reducción de la actividad del receptor mu opioide en esa zona provocó una menor liberación de dopamina y menos signos de refuerzo positivo en los ratones.

Sin embargo, inhibir el receptor mu opioide no alteró los efectos de la abstinencia, lo que sugiere que puede haber otra vía implicada en la mediación del refuerzo negativo.

Los autores identificaron en la amígdala central, otra región del cerebro, neuronas que también expresaban receptores mu opioides y cuya actividad aumentaba durante el síndrome de abstinencia.

La desactivación de estos receptores eliminó los síntomas de abstinencia en ratones, lo que sugiere que tiene un papel en la mediación del refuerzo negativo del fentanilo.

Estos resultados podrían contribuir al desarrollo de intervenciones y medicamentos para reducir la adicción al fentanilo y ayudar a la recuperación, proponen los autores.

En un artículo que acompaña al estudio y lo comenta, Markus Heilig y Michele Petrella de la Universidad Linköping (Suecia) consideraron que estos hallazgos «representan un gran avance en la comprensión de cómo los opioides promueven la adicción».

Los autores del comentario recuerdan que en 2022, los opioides representaron alrededor de tres cuartas partes de las 108 000 muertes asociadas a sobredosis de drogas en Estados Unidos.

22 mayo 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

mayo 24, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Adicciones, Compuestos Químicos y Drogas, Farmacología, Psiquiatría, Toxicología | Etiquetas: , , |

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