El estudio genómico señala que diferentes clones intratumorales evolucionan frente a tratamientos como el platino.

Siete artículos publicados en los últimos Nature y Nature Medicine han llevado a cabo un análisis completo de cómo evoluciona el cáncer de pulmón con el tiempo, hecho que puede ayudar a explicar por qué los tratamientos a veces dejan de funcionar.

Los datos se han obtenido mediante el estudio genómico de más de 1.600 muestras tumorales tomadas de los primeros 421 pacientes inscritos en el proyecto TRACERx  (TrAcking Cancer Evolution through therapy (Rx)). Las investigaciones incluyen, entre otros aspectos, el tipo más común de cáncer de pulmón (el no microcítico o CPNM) y evalúan por qué en ocasiones los tumores reaparecen, se extienden a otras partes del organismo o qué efectos tiene la quimioterapia con platino.

Según Charles Swanton,  del Francis Crick Institute de Longres, Reino Unido, y autor del artículo principal publicado en Nature, el de pulmón es la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en todo el mundo, pero se carece de una comprensión completa de los mecanismos biológicos que subyacen a esta enfermedad. «Los tumores están formados por diferentes tipos de células cancerosas, cada una con características diferentes; esta llamada heterogeneidad intratumoral puede impulsar la evolución del tumor y la progresión de la enfermedad. El objetivo del TRACERx es, por tanto, determinar la relación entre la heterogeneidad intratumoral y los resultados clínicos.

El equipo de Swanton evaluó 1.644 regiones tumorales muestreadas durante la cirugía o el seguimiento de 421 pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), el tipo más común de cáncer de pulmón. La cohorte estaba formada por pacientes con enfermedad en estadios I, II o III que tenían una variedad de subtipos de NSCLC, incluidos 248 adenocarcinomas de pulmón.

Patrones de heterogeneidad

Los investigadores identificaron diferencias en la estabilidad del genoma y patrones de heterogeneidad intratumoral que están asociados con los resultados de los pacientes.

En un artículo separado, los autores evaluaron por qué los tumores recidivan o se propagan a otras partes del organismo y los efectos de la quimioterapia basada en platino (unos de los tratamientos estándar para el cáncer de pulmón de células no pequeñas o NSCLC avanzado) sobre la heterogeneidad intratumoral, «demostrándose que dichos tratamientos contribuyen a la evolución y heterogeneidad del tumor”.

Los conocimientos adicionales de algunos de los otros artículos incluyen demostraciones de una herramienta que puede detectar evidencia de ADN tumoral circulante, un marcador potencial de resultados clínicos, y la identificación de factores que pueden predecir qué parte del tumor puede ser responsable de la recurrencia.

Los autores concluyen que «comprender la evolución genómica de los tumores puede ofrecer información sobre los factores que determinan cómo y cuándo el cáncer puede recidivar y, por lo tanto, mejorar nuestra comprensión de la biología del tumor. Este conocimiento puede facilitar futuros intentos de mejorar los resultados para los pacientes con cáncer».

Según Inmaculada Ibáñez de Cáceres, responsable del Laboratorio de Epigenética del Cáncer en Ingemm y coordinadora de Terapias Experimentales y Biomarcadores en Cáncer de IdiPAZ, Hospital Universitario La Paz, este estudio se ha realizado partiendo de muestras prospectivas de pacientes de CPNM (cáncer no microcítico de pulmón o también llamado de célula no pequeña, NSCLC por sus siglas en inglés), desde estadios localizados (linajes 1 y 2) y se han tomado muestras tanto de tejido como de sangre a lo largo de la patología en aquellos pacientes en los que ha recaído tras la cirugía (linaje 3) y en aquellos que han recaído tras tratamiento (linaje 4)», explica a SMC España.

Los estudios moleculares se han hecho a nivel genómico, transcriptómico y con el ADN tumoral libre circulando en sangre, comparando pacientes que no han recaído con los que sí lo han hecho, principalmente, a la terapia basada en platinos.

En todos los casos las variables clínicas de respuesta al tratamiento se han centrado en el estudio de la supervivencia global de pacientes o la supervivencia libre de enfermedad, hasta su recaída.

A su juicio, los resultados se dirigen hacia la caracterización genética de los clones y subclones iniciales y los que prevalecen posteriormente en las metástasis, en relación a la heterogeneidad tumoral. Diferencian las metástasis de divergencia precoz (early divergence), que son las que aparecen antes de que en el tumor temprano se haya establecido el clon prioritario.

Clones y supervivencias

«Aquellas que aparecen posteriormente o las que mantienen características de muchos clones son las relacionadas con peor supervivencia. Identifican como eventos tempranos o troncales aquellos relacionados con alteraciones en el gen MYC y alteraciones en los genes involucrados en las rutas tirosina cinasa, bien conocidas como activadoras de rutas de señalización celular de supervivencia en cáncer, mientras que las alteraciones también bien conocidas como son P53, KRAS se relacionan con eventos subclonales y, por tanto, con peor supervivencia».

La especialistas indica que es interesante el hecho de que estos resultados parecen indicar que «las metástasis en nódulos linfáticos no parecen una vía causal para futuras recurrencias, sino más bien una huella que permita identificar a los pacientes con pronóstico de un tumor más agresivo».

En el estudio transcriptómico, identifican alteraciones en la expresión de transcritos concretos de un mismo gen que, en los casos en los que el origen de la alteración no es genético, es decir, no se debe a variaciones del número de copias o alteraciones similares, sino que se relaciona con genes relacionados con la maquinaria de regulación epigenética que afecta a la metilación del ADN y a histonas preferiblemente.

Respecto a las alteraciones observadas en las metástasis que aparecen o se mantienen tras recibir tratamiento basado en platino, Ibáñez de Cáceres señala que los estudios también confirman datos que previamente se han reportado en la literatura, centrados en que estos tratamientos producen evoluciones drásticas en los tumores, aparición de resistencia y, por tanto, una mayor heterogeneidad.

Uno de los puntos fuertes de estos estudios, a juicio de la especialista, es el amplio tamaño muestral (421 pacientes) que permite tener acceso a las muestras de tejido de segundas intervenciones que en la mayoría de los estudios son tan limitadas que no tienen poder estadístico.

«En este trabajo se consiguen secuenciar segundas cirugías de 48 pacientes del total reclutado. También el uso de software y algoritmos informáticos que permiten ver las marcas clonales en ADN tumoral circulante de pacientes con tumores localizados, en los que están muy poco representadas estas alteraciones, ya que menos de un 1% del ADN libre circulante es de origen tumoral en pacientes metastásicos».

Tumores locales

Reportan también que en tumores locales ya pueden existir metástasis de divergencia precoz que pueden confundirse con el tumor primario inicial ya que estas habrían surgido cuando el diámetro del tumor primario era inferior (8 mm) al umbral que permite detectarlos con tomografía computarizada, lo que «podría limitar su uso en la detección temprana de estas metástasis».

Por otra parte, Ibáñez de Cáceres recuerda que, según los datos, los patrones de las alteraciones clonales que porten podrían ser el eje sobre el que hacer el seguimiento antes de que una metástasis distal se haya implantado y, sobre todo, para definir tratamientos en tumores primarios que no se hayan tratado.

Sin embargo, «una de las debilidades es que no se contemplan las alteraciones plásticas derivadas de los procesos epigenéticos, sobre todo aquellas que acontecen tras los tratamientos oncológicos», concluye esta profesional.

Abril 12/2023 (Diario Médico) – Tomado de Cardiología. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

La proteína GFAP podría emplearse para identificar fases precoces de la enfermedad, si se confirman los resultados de este estudio en ‘Brain’.

Uno de los principales escollos en la investigación de la enfermedad de Alzheimer es que su inicio se produce décadas antes de que aparezcan los primeros síntomas, cuando el daño cerebral ya está instaurado, y por tanto, es difícil trabajar en estrategias que actúen en la enfermedad precoz no digamos ya en la prevención.

En los últimos años se ha desarrollado una intensa búsqueda para identificar biomarcadores no invasivos de la fase preclínica. En un trabajo recientemente publicado en Frontiers in Aging Neuroscience realizado por un equipo de Universidad Shanghai Jiao Tong, en China se ha descubierto que los niveles de ácido fórmico en la orina pueden constituir un potencial biomarcador del deterioro cognitivo en la fase inicial de Alzheimer.

La identificación de biomarcadores accesibles facilitaría la realización de ensayos sobre prevención, así como para la evaluación de opciones terapéuticas en las etapas tempranas de la enfermedad, que se estima causa entre el 60 y el 70% de todos los casos de demencia.

Una de esas líneas de investigación, llevada a cabo por un equipo del Instituto Karolinska (Suecia), se centra en la proteína glial fibrilar ácida, conocida por sus siglas en inglés GFAP, y su posible uso como biomarcador de fases muy tempranas de la enfermedad.

Hacia un diagnóstico precoz

Según los resultados apuntados en el estudio llevado a cabo por estos científicos que publica hoy la revista Brain, se observan cambios detectables en plasma de la GFAP diez años antes de que se produzcan los primeros síntomas de la enfermedad, tales como pérdida de memoria o deterioro cognitivo. “Este hallazgo sobre la GFAP mejora las posibilidades de un diagnóstico precoz”, afirma en una nota sobre el estudio una de sus investigadoras, Caroline Graff, profesora del Departamento de Neurobiología del centro sueco.

El potencial biomarcador GFAP actúa normalmente en la neuroglía, que da soporte a las neuronas. Los investigadores han comprobado que su nivel plasmático crece antes de que se puedan registrar cambios cerebrales causados por la enfermedad de Alzheimer, como la acumulación de la proteína tau.

Predisposición a la enfermedad

Para realizar la investigación, los científicos han partido de personas portadoras de una mutación genética que se vincula con una forma rara y hereditaria de la enfermedad de Alzheimer. Esta forma genética de la neuropatología representa menos del 1% de todos los casos de la enfermedad.

En el estudio analizaron 164 muestras de plasma sanguíneo de 33 portadores de la mutación y de 42 familiares sin la predisposición patogénica heredada. Los datos se recogieron entre 1994 y 2018. Participaron en la investigación el Hospital Universitario Landspitali de Islandia, la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y el University College de Londres (Reino Unido).

Después de la variación del nivel de la proteína GFAP, el estudio detalla que registraron un aumento en las concentraciones de p-tau181 y, más tarde, del neurofilamento ligero NfL, ambas moléculas conocidas por su asociación al daño cerebral en la enfermedad de Alzheimer.

Los hallazgos sugieren, según destaca Caroline Graff, que “en el futuro podría utilizarse [la proteína GFAP] como un biomarcador no invasivo de la activación precoz de células inmunitarias como los astrocitos en el sistema nervioso central, lo que puede ser valioso para el desarrollo de nuevos fármacos y el diagnóstico de enfermedades cognitivas”.

La proteína GFAP como marcador de la enfermedad de Alzheimer en sus fases precoces ha sido objeto de diversas investigaciones.

Estudio de comparación

Recientemente, un grupo del Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) de la Fundación Pasqual Maragall en colaboración con el equipo de la Universidad de Gotemburgo de esta investigación compararon en un grupo de sujetos de la cohorte Alfa+ diversos marcadores plasmáticos, entre ellos GFAP, para la fase preclínica de la enfermedad de Alzheimer. La cohorte se compone de unas 500 personas cognitivamente sanas que son descendientes de pacientes con Alzheimer.

Así comprobaron que la elevación de las proteínas p-tau231 y p-tau217 en sangre resultaba idónea para detectar los primeros signos de acumulación de amiloide en el cerebro. En concreto, niveles altos de p-tau231 en sangre predijeron mayor acumulación de proteína en el cerebro así como pérdida cognitiva en un seguimiento de tres años.

Abril 12/2023 (Diario Médico) – Tomado de Neurología, Investigación del Instituto Karolinska. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

‘Jemperli’ proporciona una nueva opción terapéutica para pacientes con tumores dMMR/MSI-H avanzados o en recaída.

La multinacional  GlaxoSmithKline (GSK) anuncia el lanzamiento en España de Jemperli (dostarlimab) para el tratamiento del cáncer de endometrio con pérdida del mecanismo de reparación de apareamiento de bases (dMMR) / inestabilidad de microsatélites alta (MSI-H) en recaída o avanzado que ha progresado durante o después de un tratamiento previo basado en platino.

Dostarlimab es un anticuerpo monoclonal que bloquea el receptor de la proteína de muerte celular programada 1 (PD-1). Es la primera inmunoterapia financiada para el tratamiento del cáncer de endometrio con dMMR/MSI-H.

Según la compañía, actualmente, las mujeres con cáncer de endometrio con dMMR/MSI-H recurrente o avanzado que han progresado a una pauta previa de quimioterapia basada en platino disponen de limitadas opciones terapéuticas y un mal pronóstico de la enfermedad.

Ensayo ‘Garnet’

En el estudio pivotal de cohortes múltiples, Garnet, en el cual se basó la aprobación de la EMA, los resultados mostraron en la cohorte A1 de mujeres, que incluyó pacientes con cáncer de endometrio dMMR/MSI-H (n=143 pacientes evaluables para eficacia), que el tratamiento con dostarlimab alcanzó una tasa de respuesta objetiva del 45,5% y una tasa de control de la enfermedad del 60,1%.

La mediana de la duración de la respuesta no se había alcanzado (1,18+ a +47,21 meses) en estas pacientes y la probabilidad de mantener la respuesta a los dos años fue del 83,7%.

«A partir de ahora, las mujeres con cáncer de endometrio avanzado o en recaída con un perfil molecular de dMMR/MSI-H tendrán acceso a una nueva terapia innovadora y eficaz, la cual era muy necesaria para mejorar su pronóstico y su calidad de vida», señala Ana Oaknin Benzaquen, responsable de la Unidad de Tumores Ginecológicos del VHIO perteneciente al Hospital Universitario Vall d´Hebron de Barcelona e investigadora principal del estudio Garnet.

La especialista resalta que este ensayo «demuestra como el tratamiento con dostarlimab proporciona respuestas clínicamente significativas y duraderas para nuestras pacientes que anteriormente tenían pocas opciones terapéuticas».

«Para GSK es muy satisfactorio poder aportar una solución terapéutica innovadora para las mujeres con cáncer de endometrio de nuestro país y que, hasta ahora, contaban con limitadas opciones», expone Eloy Gómez, vicepresidente de Oncohematología de GSK España. «Hasta el día de hoy, nos sentimos muy orgullosos de haber podido hacer llegar este fármaco, en estos últimos 2 años, a más de 180 mujeres con cáncer de endometrio gracias a diversos programas de acceso temprano a medicamentos para el tratamiento de pacientes sin alternativas terapéuticas».

La compañía está estudiando este nuevo medicamento para el cáncer de endometrio en líneas más tempranas de tratamiento y en combinación con otros fármacos para pacientes con tumores sólidos avanzados (como cáncer de pulmón o colorrectal) o cáncer metastásico.

Abril 11/2023 (Diario Médico) – Tomado de Noticias. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

Esa planta alcanzó en el estudio una puntuación de 100 seguida de la col china con un 91,99; la acelga suiza 89,27 y la remolacha un 87,08.

Los científicos describieron al berro como una de las variedades de la familia Brassicaceae, que incluye otros superalimentos como el brócoli, la coliflor y la col rizada.

Este vegetal crece en arroyos poco profundos y suele cultivarse en sistemas hidropónicos, donde crece en agua rica en nutrientes, por lo tanto, el resultado es un alimento con un amplísimo abanico de beneficios para la salud.

Sus bondades favorecen la salud del corazón al reducir la presión arterial y aumentar los niveles de colesterol HDL, que es el bueno, además de tener propiedades anticancerígenas y ser una rica fuente de antioxidantes que ayudan a proteger las células.

También es rico en unos compuestos llamados glucosinolatos, que han demostrado tener efectos contra el cáncer: pueden ayudar a inhibir el crecimiento de células cancerosas y reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de mama, colon y pulmón.

Asimsimo, refuerza el estado inmunitario por ser un alimento rico en vitamina C, esencial para un sistema inmunológico sano, y otras vitaminas y minerales, que contribuyen a la salud general y la inmunidad, en tanto favorece una piel sana al protegerla frente a los daños causados por las radiaciones.

Abril 15/2023 (Prensa Latina) – Tomado de Noticias de Último Minuto. Copyright 2016-2021 Agencia Informativa Latinoamericana S.A.

abril 15, 2023 | Lic. Jessica Arias Ramos | Filed under: alimentación, Bienestar y Calidad de Vida, Ciencia y Tecnología | Etiquetas: , , , |

Reliquias de virus antiguos -que han pasado millones de años escondidos dentro del ADN humano- ayudan a nuestro cuerpo a combatir el cáncer, según señala un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Francis Crick, en Reino Unido.

La investigación mostró que los restos latentes de estos viejos virus se despiertan cuando las células cancerosas se salen de control.

Y esto ayuda involuntariamente al sistema inmunitario a atacar el tumor.

El equipo quiere ahora aprovechar este descubrimiento para diseñar vacunas que puedan potenciar el tratamiento contra el cáncer, o incluso prevenirlo.

Células B

Los investigadores habían notado un vínculo entre una mejor supervivencia frente al cáncer de pulmón y una parte del sistema inmunológico, llamadas células B, que se agrupan alrededor de los tumores.

Las células B son la parte de nuestro cuerpo que fabrica anticuerpos y son más conocidas por su papel en la lucha contra las infecciones, como la covid.

Qué estaban haciendo exactamente en el cáncer de pulmón era un misterio, pero una serie de intrincados experimentos con muestras de pacientes y pruebas con animales demostraron que todavía estaban intentando combatir virus.

«Resultó que los anticuerpos están reconociendo restos de lo que se denomina retrovirus endógenos«, le explicó a la BBC el profesor Julian Downward, director asociado de investigación en el Instituto Francis Crick.

Los retrovirus se las ingenian para deslizar una copia de sus instrucciones genéticas dentro de las nuestras.

  • Más del 8% de lo que consideramos como ADN «humano» tiene en realidad este origen viral.
  • Algunos de estos retrovirus se convirtieron en parte integrante de nuestro código genético hace decenas de millones de años y los compartimos con nuestros parientes evolutivos, los grandes simios.
  • Otros retrovirus pueden haber entrado en nuestro ADN hace unos miles de años.

Con el tiempo, algunas de estas instrucciones foráneas, han sido cooptadas y tienen propósitos útiles dentro de nuestras células, pero otras están estrictamente controladas para evitar que se propaguen.

Sin embargo, el caos domina dentro de una célula cancerosa cuando crece sin control y el control estricto de estos antiguos virus se pierde.

Engaño

Estas antiguas instrucciones genéticas ya no pueden resucitar virus completos, pero pueden crear fragmentos de virus que son suficientes para que el sistema inmunitario detecte una amenaza viral.

Esto «engaña al sistema inmunitario haciéndole creer que las células tumorales están infectadas y trata de eliminar el virus, por lo que es una especie de sistema de alarma», explica el profesor George Kassiotis, jefe de inmunología retroviral en el centro de investigación biomédica.

Los anticuerpos convocan a otras partes del sistema inmunitario que eliminan las células «infectadas»: el sistema inmunitario está tratando de detener un virus, pero en este caso está eliminando las células cancerosas.

Kassiotis dice que se trata de un cambio de rol notable para los retrovirus.

En su apogeo, «podrían haber estado causando cáncer en nuestros antepasados» debido a la forma en que invaden nuestro ADN, pero ahora nos protegen del cáncer, «lo cual me parece fascinante», añade.

El estudio, publicado en la revista Nature, describe cómo sucede esto naturalmente en el cuerpo, pero los investigadores quieren aumentar ese efecto mediante el desarrollo de vacunas que le enseñen al cuerpo a buscar retrovirus endógenos.

«Si podemos hacer eso, entonces no solo podemos pensar en vacunas terapéuticas, sino también en vacunas preventivas«, señala Kassiotis.

Prevención

La investigación surgió del estudio TracerX que ha estado rastreando los cánceres de pulmón con un detalle sin precedentes, y recientemente mostró la capacidad «casi infinita» de evolución del cáncer.

Esto llevó a los investigadores que hicieron el ensayo a centrar más su atención en la prevención del cáncer, ya que era muy difícil de detener.

«Todos tenemos ADN viral antiguo en nuestros genes, heredado de nuestros antepasados, y esta fascinante investigación ha destacado el papel que desempeña en el cáncer y cómo nuestro sistema inmunológico puede reconocer y destruir células cancerígenas», señaló la doctora Claire Bromley, de Cancer Research UK.

En su opinión, se necesita «más investigación» para desarrollar una vacuna contra el cáncer, pero «no obstante, este estudio se suma al creciente cuerpo de investigación que algún día podría hacer realidad este enfoque innovador para el tratamiento del cáncer».

Abril 15/2023 (BBC) – Tomado de Salud y Ciencia. Copyright 2023 BBC.

abril 15, 2023 | Lic. Jessica Arias Ramos | Filed under: cáncer, Ciencia y Tecnología, Noticias, PATOLOGÍA | Etiquetas: , , , , |

El jefe Clínico de Cirugía Aórtica, Jaume Dilmé, apunta los beneficios de este dispositivo, llamado Castor.

El Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital de Sant Pau ha implementado con éxito y «por primera vez» en España una nueva prótesis para la reparación endovascular del arco aórtico distal. Este dispositivo, llamado Castor, supone un avance en el tratamiento de distintas patologías que comprometen a la arteria aorta torácica descendiente proximal porque evita las cirugías que suponen abrir el tórax del paciente y reduce las posibles complicaciones posteriores y la recuperación del enfermo es más rápida, ha informado este viernes el hospital.
Las tres ramas que emergen del arco aórtico son el tronco branquiocefálico, la arteria carótida común izquierda y la arteria subclavia izquierda: es en esta última en la que se fija la única rama integrada que incluye el dispositivo, lo que permite preservarla para que siga irrigando sangre al cerebro y al brazo izquierdo al mismo tiempo que se repara el arco aórtico.
El jefe clínico de Cirugía Aórtica del Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de Sant Pau, Jaume Dilmé, ha explicado que la peculiaridad de esta endoprótesis es que «ya incorpora una rama específica integrada para la arteria subclavia».
Además, ha remarcado que ello evita que se deba fabricar un agujero en la prótesis llamada fenestración para poder conectar otro ‘stent’ o que se deba hacer un ‘bypass’ previo en el cuello a la colocación de la prótesis aórtica.

Reducir al máximo los riesgos

«De este modo, conseguimos reducir el riesgo de posteriores desconexiones entre nuestras prótesis y las complicaciones asociadas a la cirugía abierta. Con ello esperamos mejorar la evolución y la durabilidad de nuestra reparación aórtica», ha dicho.
Otra ventaja de esta endoprótesis, según Sant Pau, es intentar reducir al máximo los potenciales trastornos cerebrales, la hospitalización y la mortalidad con respecto a la cirugía clásica abierta porque es una técnica mínimamente invasiva, sin dependencia de la asistencia circulatoria mecánica y sin pinzamiento de la aorta.

Dilmé ha explicado que esta endoprótesis permite «tratar patologías del arco aórtico y está diseñada sobre todo para disecciones de la aorta».
El primera paciente al que Sant Pau ha implantado el dispositivo presentaba una patología muy específica, un arco aórtico situado a la derecha en lugar de a la izquierda, «con una arteria subclavia derecha aberrante y un divertículo de Kommerell en el origen de la arteria subclavia izquierda en la aorta descendiente proximal», recoge Europa Press.
El Hospital de Sant Pau ha resaltado que, con la implantación de la endoprótesis Castor por primera vez en España desde que tiene la marca CE, consolida su posicionamiento en las técnicas de cirugía endovascular que involucran el arco aórtico, y ha recordado que hace unos meses también implantó un dispositivo endovascular de triple rama para reconstruir toda la anatomía del arco aórtico, también mediante cirugía endovascular.

Abril 14/2023 (Redacción Médica) – Tomado de sección de Cardiología. Copyright 2004 – 2023 Sanitaria 2000.

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