feb
23
Científicos de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, hallaron una manera de predecir la enfermedad de Alzheimer hasta siete años antes de que aparezcan los síntomas, publicó hoy la revista Nature Aging. Según el artículo esto es mediante el análisis de los registros de los pacientes con aprendizaje automático. Las condiciones que más influyeron en la predicción del Alzheimer fueron el colesterol alto y, en el caso de las mujeres, la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos.
El trabajo demuestra la promesa de utilizar inteligencia artificial (IA) para detectar patrones en datos clínicos que luego pueden usarse para rastrear grandes bases de datos genéticas para determinar qué está impulsando ese riesgo. ‘Este es un primer paso hacia el uso de la IA en datos clínicos de rutina, no sólo para identificar el riesgo lo antes posible, sino también para comprender la biología detrás de él’, dijo la autora principal del estudio, Alice Tang, estudiante de doctorado en el Laboratorio Sirota en el centro universitario.
El poder de este enfoque de IA proviene de la identificación de riesgos basados en combinaciones de enfermedades, explicaron los expertos. El Alzheimer, una forma progresiva y mortal de demencia que destruye la memoria, afecta a unos 6,7 millones de estadounidenses, casi dos tercios de los cuales son mujeres.
El riesgo de contraer la enfermedad aumenta con la edad y las mujeres tienden a vivir más que los hombres, pero eso no explica completamente por qué la padecen más mujeres que hombres. Los investigadores utilizaron la base de datos clínica de más de cinco millones de pacientes para buscar condiciones concurrentes en pacientes que habían sido diagnosticados con Alzheimer.
Descubrieron que podían identificar con un 72 por ciento de poder predictivo quién desarrollaría la enfermedad hasta siete años antes. Varios factores, entre ellos la hipertensión, el colesterol alto y la deficiencia de vitamina D, fueron predictivos tanto en hombres como en mujeres. La disfunción eréctil y el agrandamiento de la próstata también fueron predictivos para los hombres. Pero para las mujeres, la osteoporosis fue un predictor particularmente importante, lo cual no significa que todas las personas con esta enfermedad ósea, que es común entre las mujeres mayores, contraerán Alzheimer.
21 febrero 2024 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
feb
22
La investigación, publicada en la revista Immunity, proporciona el mapa celular más exhaustivo hasta la fecha de la amígdala humana, aumentando nuestra comprensión sobre la respuesta inmunitaria y la percepción de enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario, como las leucemias y los linfomas.
El análisis de más de 556.000 células individuales, utilizando tecnologías genómicas de vanguardia, ha revelado 121 tipos de células diferentes, poniendo de relieve la importancia de la amígdala como modelo para estudiar las respuestas inmunitarias.
El cuerpo humano está formado por más de 37 mil millones de células, casi 5 veces el número de seres humanos en el planeta. A nivel celular, el cuerpo humano es una estructura altamente organizada aún muy desconocida. Los científicos de los proyectos vinculados con el Human Cell Atlas centran ahora sus esfuerzos en descifrar este universo de células. Un catálogo con información de cuántos tipos de células hay en nuestros órganos, sus estados, sus ubicaciones y cómo interactúan entre sí es clave para entender la regulación de nuestro organismo y cómo nos protegemos frente a las enfermedades.
Un mapa de los tipos de células de órganos linfoides como la amígdala, que regulan la generación de respuestas de las células inmunitarias, es de gran valor para comprender las enfermedades inflamatorias y el cáncer. Las amígdalas son un excelente modelo de órgano debido a su accesibilidad y su ubicación estratégica, situadas en la intersección de los sistemas respiratorio y digestivo, donde entran los patógenos que ingerimos o inhalamos. De esta forma, las amígdalas desempeñan un papel clave en la organización de nuestra defensa inmunitaria y, por lo tanto, se vuelve imprescindible entender su arquitectura celular. Esta fue la principal motivación para la elaboración del atlas celular de la amígdala humana, un estudio internacional publicado recientemente en la prestigiosa revista Immunity.
Fue creado el atlas de alta resolución de la amígdala humana ha sido un monumental esfuerzo colaborativo de todos los investigadores involucrados. Ha proporcionado en profundizan la comprensión de cómo funcionan los órganos linfoides secundarios. El sistema inmunitario es notable por su complejidad y belleza”, destaca Ivo Gut, coordinador del proyecto y director de CNAG.
La publicación de este proyecto incluye el censo más exhaustivo de los tipos de células presentes en la amígdala humana, un recurso de más de 556.000 células individuales, clasificadas en 121 tipos de células diferentes.
La amígdala humana es un órgano excelente para estudiar la interacción entre las células inmunitarias innatas y adaptativas. Mientras que las primeras proporcionan la primera barrera de defensa de nuestro cuerpo, las segundas representan células inmunitarias especializadas que atacan y destruyen invasores extranjeros y mantienen una memoria para futuros ataques. En el universo celular, la inmunidad adaptativa se produce por una reacción en cadena de un gran número de células inmunitarias especializadas. Cuando los patógenos ingresan a la amígdala, son procesados por células presentadoras de antígenos, que activan los linfocitos T y B para generar una respuesta dirigida a combatir los respectivos patógenos.
“Hemos sido capaces de crear un mapa, a través de las lentes de nuevas tecnologías, del inmenso universo celular oculto dentro de la amígdala humana. No es un mapa estable, sino una estructura dinámica y compleja con muchas células diferentes que se ayudan mutuamente para producir finalmente células inmunitarias altamente efectivas para luchar contra los patógenos”, declara Iñaki Martín-Subero de IDIBAPS.
La investigación ha permitido caracterizar la amplia gama de heterogeneidad de células de la amígdala y una mejor comprensión de la regulación de los tipos de células. Por ejemplo, el estudio ha descubierto múltiples subtipos de células mieloides residentes en la amígdala, ha establecido que la región reguladora que rodea el BCL6 es localmente activa en las células T y B, y ha descrito el factor de transcripción SIX5 como un potencial nuevo regulador de la maduración de las células plasmáticas. El atlas de la amígdala es un recurso valioso para comprender la complejidad de la amígdala con más profundidad y cómo defiende nuestro cuerpo de los ataques de los patógenos. También proporciona un plano de un órgano linfoide secundario que se puede utilizar como referencia para definir mecanismos impulsores de enfermedades, como sucede en el caso de las neoplasias linfoides, un ejemplo de las cuales es la leucemia linfocítica crónica (LLC).
Este mapa detallado de células inmunitarias proporciona una estructura excepcional para comprender mejor el desarrollo de enfermedades malignas como los tumores linfoides. Además, una descripción tan detallada de las células inmunitarias saludables es esencial para mejorar las terapias inmunológicas celulares actuales, que se basan en modular la interacción entre las células de nuestro sistema inmunitario y las células cancerosas”, informa Elías Campo, coordinador del estudio (IDIBAPS).
Los coordinadores del estudio y jefe del Equipo de Genómica de Célula Única de CNAG, Holger Heyn: “Con el atlas de la amígdala, contribuimos al Human Cell Atlas con un órgano que está en el corazón de nuestro sistema inmunitario. Integraremos nuestro atlas con otros compartimentos inmunitarios, como los ganglios, para profundizar en el conocimiento que tenemos sobre cómo se construye y se conserva la inmunidad. La enorme complejidad observada en la amígdala destaca nuevamente la sorprendente plasticidad de las células inmunitarias, optimizadas a lo largo de millones de años de evolución. Descifrar las reglas subyacentes permitirá avances impensables en diagnósticos y terapias, convirtiendo este atlas celular de la amígdala en una herramienta clínica universal”.
CNAG ha desarrollado un software, HCATonsilData, con el objetivo de asegurar que el estudio esté disponible para la comunidad de investigación y clínica. El programa ayuda a los usuarios a acceder y descargar los datos analizados, permitiendo que otros profesionales den un paso más en sus investigaciones.
Amígdaland, el atlas celular de la amígdala convertido en un cómic
El atlas celular de la amígdala humana se ha traducido en un cómic que narra las aventuras de una célula B en la lucha contra los patógenos. El personaje principal reside en Amígdaland, junto con los otros tipos de células descritos en la investigación. En esta ciudad, que representa las principales características histológicas de las amígdalas, todos sus habitantes crecen, interactúan y maduran hasta que desarrollan una profesión específica destinada a defendernos contra los patógenos. Estas profesiones están determinadas por los genes que expresan, que son la parte del ácido desoxirribonucleico (ADN) que se transcribe a ácido ribonucleico (ARN) y, finalmente, se traduce en proteínas que determinan la función de la célula inmunitaria. Todo esto se narra a través de un protagonista singular, que comienza siendo un linfocito hasta que, a través de un proceso de maduración, se convierte en una célula plasmática específica capaz de generar anticuerpos contra los patógenos.
Ver Artículo científico: Massoni-Badosa R, Aguilar Fernández S, Nieto JC, Campo E, Martin Subero JI, Heyn H, et al. An atlas of cells in the human tonsil. Immunity [Internet]. 2024[citado 15 feb 2024]; Jan 31:S1074-7613(24)00031-1. doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.immuni.2024.01.006
12 febrero 2024| Fuente: Genotipia| Tomado de | Genética Médica
ene
29
En este momento, hay pocos medios para predecir si un embarazo terminará en un parto prematuro
Una nueva investigación sugiere que un análisis más detallado de los datos de ultrasonido podría dar pistas tempranas sobre los nacimientos prematuros
Los médicos podrían vigilar más de cerca la salud fetal en las mujeres cuyas exploraciones sugieren que tienen un mayor riesgo
Las ecografías que detectan cambios «microestructurales» en el cuello uterino de una mujer podrían apuntar a que ella tiene un riesgo más alto de parto prematuro, informan unos investigadores.
Las exploraciones se realizaron a partir de la semana 23 de embarazo y podrían ayudar a evaluar los riesgos de un parto «prematuro», incluso entre las madres primerizas.
Entre el 10% y el 15% de los nacimientos se producen antes de término.
Hoy en día, los médicos esperan señales y síntomas de un parto prematuro», como una ruptura de membrana, explicó la autora principal del estudio, Barbara McFarlin. Es profesora emérita de enfermería en la Universidad de Illinois Chicago (UIC).
Nuestra técnica sería útil para tomar decisiones basadas en el tejido y no solo en los síntomas», comentó en un comunicado de prensa de la UIC.
Como explicó el equipo de McFarlin, en este momento la única pista de que un embarazo podría terminar en un parto prematuro es el historial de parto previo de la mujer. Eso significa que los médicos no pueden predecir el parto prematuro en las mujeres que dan a luz por primera vez.
McFarlin y sus colegas han estado trabajando durante años en el ajuste fino de las tecnologías de ultrasonido, en busca de indicios de que una mujer podría no dar a luz a término.
La forma de exploración utilizada en el nuevo estudio se llama «ultrasonido cuantitativo».
En lugar de basarse únicamente en una imagen visual, los médicos también utilizan los datos de radiofrecuencia obtenidos de la ecografía para medir la densidad de varios tejidos.
A McFarlin se le ocurrió la idea por primera vez cuando era estudiante de posgrado en enfermería, mientras trabajaba como partera y ecografista. Se dio cuenta de que el cuello uterino aparecía de manera diferente en las exploraciones de las mujeres que luego dieron a luz prematuramente.
Nadie lo estaba mirando», dijo. Así, McFarlin y otros colegas estudiaron los embarazos de 429 mujeres que dieron a luz sin inducción.
Usando ultrasonido cuantitativo para detectar cambios microestructurales en el tejido cervical, el grupo de McFarlin encontró que los escáneres eran efectivos para predecir qué madres primerizas darían a luz prematuramente o no.
La estrategia fue aún más efectiva entre las madres que habían dado a luz antes.
Combinar los datos de la ecografía más cualquier antecedente previo de parto prematuro fue más efectivo para predecir un parto prematuro posterior que usar cualquiera de las dos mediciones solas, encontraron los investigadores.
¿Cómo podría la ecografía cambiar la práctica obstétrica?
Según los investigadores, si los médicos supieran a las 23 semanas de gestación que hay una mayor probabilidad de parto prematuro, concertarían citas más frecuentes para monitorizar la salud del feto.
El nuevo estudio también podría ser un punto de partida para «comenzar a estudiar los procesos mediante los cuales se podría prevenir o retrasar el parto prematuro», planteó el coautor del estudio, Bill O’Brien, profesor de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante años, O’Brien ha estado investigando cómo los datos cuantitativos de ultrasonido podrían promover la investigación.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 24 de enero de la revista American Journal of Obstetrics & Gynecology.
Referencia: McFarlin BL, Villegas-Downs M, Mohammadi M, Han A, Simpson DS, O’brien WD. Enhanced Identification of At-Risk Women for Preterm Birth via Quantitative Ultrasound: A Prospective Cohort Study. American Journal of Obstetrics & Gynecology[Internet]. 2023[citado 28 ene 2024]. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ajogmf.2023.101250
25 enero 2024| Fuente: EurekAlert| Tomado de | Comunicado de prensa
ene
25
La revista científica Nature Medicine ha identificado cuáles son los once ensayos clínicos que pueden ser determinantes en la medicina durante el año 2024, y ha señalado entre ellos aplicaciones tecnológicas y de la inteligencia artificial y nuevas inmunoterapias y vacunas.
Entre los ensayos que pueden ser determinantes para la medicina y cuyos resultados se esperan para el próximo año figuran algunas terapias que se podrían aplicar por primera vez en humanos, como la «edición de base», un tipo de edición del genoma que permitiría cambiar alguna de las letras del ADN individual sin llegar a romperlo.
La lista de los ensayos más prometedores que han realizado los editores de la revista científica destaca el uso de la inteligencia artificial, y subraya que, aunque de momento se han planteado muchas posibilidades de esta tecnología, todavía son pocas las herramientas que se han probado en ensayos clínicos.
1. Aprendizaje automático para el triaje de pacientes
Y en ese sentido apuntan la importancia de un ensayo que está evaluando los beneficios de un modelo de inteligencia artificial para ayudar a predecir el riesgo de mortalidad entre los pacientes tratados en servicios de urgencia.
2. IA para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón
Otro está probando si la inteligencia artificial puede ayudar a identificar radiografías de tórax de pacientes que podían beneficiarse de una tomografía computarizada en el mismo día para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón.
3. Cribado por TAC del cáncer de pulmón
Entre los ensayos relacionados con el cáncer destacan uno que comparará si el cribado cada dos años de cáncer de pulmón mediante tomografía computarizada es tan eficaz para prevenir las muertes como las pruebas anuales para quienes no presentan anomalías en su primera exploración.
4. Medicamento para metástasis cerebrales
Así como el que evalúa la eficacia y seguridad de un medicamento contra alguno de los tipos de cáncer de mama más agresivos en pacientes con o sin metástasis cerebral.
5. Inmunoterapia para el melanoma
Otro posible avance en la investigación oncológica es el ensayo NADINA, centrado en el cáncer de piel. Su objetivo es comparar la eficacia del ipilimumab neoadyuvante y el nivolumab adyuvante en el melanoma en estadio III, con el fin de identificar la inmunoterapia más eficaz de las dos.
6. Terapia para la depresión perinatal
En cuanto a la salud mental, se está evaluando una aplicación que permite a una mujer sin experiencia previa en la prestación de asistencia sanitaria ofrecer una intervención basada en la terapia cognitiva a otras mujeres de la comunidad en el segundo o tercer trimestre del embarazo con depresión grave.
7. Modelo de intervención en salud mental infantil
También el que investigará la eficacia y rentabilidad de un modelo de intervención para la salud mental infantil en relación con los servicios habituales de asistencia social para niños de 0 a 5 años en régimen de acogida en Glasgow y Londres (Reino Unido).
8-9. Vacuna contra el VIH y la malaria
Los responsables de esta revista han apuntado la trascendencia que pueden tener los resultados de la vacuna «VIR-1388″ contra el virus responsable del sida o el ensayo de una vacuna contra la malaria en niños africanos con edades entre 5 y 36 meses en Burkina Faso, Kenia, Tanzania y Mali.
10. Células madre para la enfermedad de Parkinson
Un ensayo (el STEM-PD) va a comprobar la eficacia de un trasplante de un tipo de neuronas (las llamadas domaminérgicas) derivadas de células madre embrionarias humanas al cerebro de pacientes de 50 a 75 años con enfermedad de párkinson moderada.
11. Edición de base para la hipercolesterolemia
Otro ensayo determinará si la «edición de base» del ADN tiene potencial como tratamiento para la reducción duradera del colesterol en pacientes con hipercolesterolemia de causa genética.
Referencia: Arnold C, Webster P. 11 clinical trials that will shape medicine in 2024. Nat Med [Internet].2023[citado 23 ene 2024]; 29:2964–2968. https://doi.org/10.1038/s41591-023-02699-5
12 diciembre 2023│ Fuente: DW│ Tomado de Ciencia
ene
24
Un programa de apoyo telefónico puede ayudar a los pacientes que se enfrentan a una enfermedad crónica y potencialmente mortal
Los pacientes vieron mejoras en la depresión, la ansiedad y la calidad de vida después de llamadas regulares realizadas por una enfermera y un trabajador social
Las mejoras duraron meses después de que concluyó el programa
Las personas con enfermedades crónicas potencialmente mortales pueden recibir un respaldo efectivo por teléfono mientras gestionan su afección día a día, encuentra un ensayo clínico reciente.
Los veteranos gravemente enfermos que vivían con enfermedad pulmonar o cardiaca experimentaron mejoras significativas en la depresión, la ansiedad y la calidad de vida gracias a un programa de cuidados paliativos que se administró por teléfono, encontraron los investigadores.
«Si bien hacemos un gran trabajo en el cuidado de las enfermedades de estos pacientes, podemos hacer más por la calidad de vida. Muchos tienen síntomas persistentes, como depresión, ansiedad, falta de aliento y problemas para dormir, que pueden hacer que vivir con estas enfermedades sea muy difícil, y se han asociado con una muerte más temprana», señaló el autor principal del estudio, el Dr. David Bekelman, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado.
«Los cuidados paliativos pueden ayudar», añadió Bekelman en un comunicado de prensa de la universidad. «Sin embargo, el acceso a especialistas en cuidados paliativos ambulatorios es limitado o inexistente, y se necesitan formas nuevas y escalables de proporcionar cuidados paliativos tempranos».
En este estudio, Bekelman y sus colaboradores proporcionaron consejería telefónica a la mitad de un grupo de 306 pacientes en dos sistemas de atención de la salud de la Administración de Veteranos, ubicados en Colorado y Washington.
Los pacientes tenían una de tres enfermedades crónicas, no estaban siendo tratados en un hospital y todos tenían un riesgo alto de muerte y una mala calidad de vida, dijeron los investigadores. Las enfermedades fueron enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardíaca y enfermedad pulmonar intersticial.
Los pacientes asignados a un grupo recibieron 12 llamadas telefónicas de consejería durante un período de cuatro meses: seis llamadas con una enfermera para ayudar con el manejo de los síntomas y seis llamadas con un trabajador social para proporcionar terapia y apoyo.
La enfermera y el trabajador social se reunían regularmente con un médico de atención primaria y de cuidados paliativos para revisar la condición de cada paciente y determinar la mejor manera de abordar sus inquietudes. También tenían acceso a un cardiólogo o neumólogo según fuera necesario.
De esta manera, el programa proporcionó una atención de apoyo que no está ampliamente disponible, además de abordar los problemas de salud que podrían pasarse por alto en las visitas regulares al médico, señalaron los investigadores.
Las personas del otro grupo recibieron un folleto educativo que describía el autocuidado para su enfermedad crónica.
A los seis meses, la calidad de vida de los pacientes del grupo de consejería había mejorado significativamente más que la de los pacientes del grupo de control.
Los que recibieron asesoramiento telefónico también experimentaron mejoras en la depresión, la ansiedad y el estado de su EPOC o insuficiencia cardíaca.
Bekelman dijo que los resultados positivos del programa duraron muchos meses después de que el programa terminó.
El estudio aparece en la edición del 16 de enero de la revista Journal of the American Medical Association.
«Hay personas que soportan síntomas persistentes y mala calidad de vida a pesar de los buenos tratamientos. Necesitamos llenar los vacíos y proporcionar más a estos pacientes», dijo Bekelman.
«Este innovador modelo de atención en equipo es adaptable, escalable y puede ayudar a mejorar la vida de las personas que viven con estas enfermedades», añadió. «Este programa demuestra que incluso un corto período de tiempo proporcionando teleasistencia estructurada da como resultado una mayor calidad de vida meses después de que finalicen las llamadas».
Referencia: Bekelman DB, Feser W, Morgan B,Welsh C, Parsons EC, Paden G, Baron A, et al. Nurse and Social Worker Palliative Telecare Team and Quality of Life in Patients With COPD, Heart Failure, or Interstitial Lung Disease: The ADAPT Randomized Clinical Trial. JAMA[Internet]. 2024[citado 23 ene 2024];331(3):212–223. doi:10.1001/jama.2023.24035
19 enero 2024│Fuente: HealthDay│ Tomado de │ Noticias de Salud
ene
24
Una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) que analiza cómo se informaron los españoles durante la pandemia de la COVID-19 y su percepción sobre el papel de periodistas, medios, comunidad científica y autoridades gubernamentales y sanitarias durante la misma concluye que los jóvenes confían menos en la ciencia que la gente mayor, entre otras cuestiones.
Un 72,6 % de los jóvenes de 18 a 24 años está de acuerdo con que la ciencia busca la verdad y la hace pública, mientras que el 90,2 % de los adultos de más de 65 años apoya esta afirmación. Además, el porcentaje de jóvenes de esta misma edad que creen que la ciencia es un peligro para la humanidad casi triplica a quienes sostienen esta opinión entre los más mayores. Estos son algunos de los datos que se desprenden de este estudio, publicado recientemente por estos investigadores de la UC3M y la USC en la revista Profesional de la Información.
Estos resultados sugieren que aumenta la desconfianza en la ciencia entre los jóvenes, algo que explica, por ejemplo, la escasez de vocaciones científicas en este segmento. “La gente joven no quiere enrolarse en carreras de ciencia, tecnología y matemáticas, porque creen que la ciencia no es un método para la búsqueda de la verdad y que incluso es peligrosa para el futuro del ser humano”, indica uno de los autores del estudio, Carlos Elías, catedrático de Periodismo en el Dpto. de Comunicación de la UC3M.
«Es paradójico, y muy preocupante, que las generaciones con mayor acceso a la información y a la educación, las mejor formadas en la historia de España, son las que menos información consumen y las que más desconfían de la ciencia y del periodismo, dos campos que comparten la búsqueda de la verdad. Debemos hacer una reflexión profunda sobre qué está pasando», señala Alberto Quian, profesor de Periodismo en la USC y coautor del estudio.
Los resultados de este trabajo apuntan que la edad y la ideología son los factores que más condicionan el uso de diferentes tipos de fuentes informativas. En relación al consumo de medios tradicionales, las personas que más los consultan son las que se sitúan en el centro político, mientras que los de izquierdas suelen recurrir más a fuentes oficiales (como las autoridades sanitarias); al contrario que los que se sitúan en la derecha, que prefieren más los organismos de investigación (como el CSIC, Instituto Carlos III, etc.) o las universidades. Por otra parte, “los antivacunas, en cambio, prefieren las fuentes alternativas (programas como Cuarto Milenio o La Estirpe de los Libres, por ejemplo). Y esto se explica porque los medios tradicionales sí son favorables a las vacunas”, señalan los investigadores.
Este trabajo, financiado por fondos FEDER, de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Ciencia e Innovación, se basa en una encuesta descriptiva a una muestra de 1 800 personas representativas de la población española, mayores de edad y residentes en las 17 comunidades autónomas, realizada entre el 6 y el 22 de junio de 2022.
Los resultados de este trabajo podrían encontrar aplicación en el ámbito educativo y de políticas públicas, según los investigadores. “Creo que hay que incidir en los colegios, en los institutos y en las universidades, en algo que se llama ‘educomunicación’, para que los jóvenes entiendan cuáles son las fuentes solventes y las implicaciones de la ciencia y el método científico”, señala Carlos Elías.
Referencia: Quian A, Elías C, Soengas Pérez X. Consumption of information and citizen´s perception of the sources consulted during the Covid-19 pandemic: A study of the situation based on opinion polls. International political communication [Internet].2023[citdo 23 ene 2024];32(4). DOI DOI: https://doi.org/10.3145/epi.2023.jul.13
18 enero 2024│Fuente: EurekAlert│ Tomado de│ comunicado de Prensa