corazón11Un estudio muestra por primera vez el sustrato anatómico de las arritmias que ocurren en quienes padecen esta enfermedad. El virus de la fiebre amarilla afecta especialmente al hígado, pero otros órganos también son acometidos. Read more

uso audifonosLas personas con pérdida auditiva, pero que no usan audífonos, tienen un riesgo aumentado de padecer demencia, hecho que se suma, en la misma situación, a una mortalidad prematura. Read more

enero 6, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Demencia | Etiquetas: , , , , , |

mascota adulto mayorTener una mascota puede estar asociado con un deterioro cognitivo más lento. Read more

enero 5, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Cerebro, Deterioro cognitivo | Etiquetas: , , |

alzheimerUn nuevo estudio indica que la gravedad de la deposición de amiloide en el cerebro, y no sólo la edad, puede ser clave para determinar la evolución del Alzheimer y quién se beneficiará de las nuevas terapias antiamiloide para retrasar la progresión de la enfermedad, según publican en Neurology un grupo de clínicos y científicos de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.). El trabajo constata que la acumulación de aglomeraciones beta amiloides tóxicas, que señalan el Alzheimer, se acelera en la vejez, pero la carga amiloide basal y la salud general del cerebro son predictores más potentes de quién tiene más probabilidades de evolucionar a enfermedad de Alzheimer.

Los investigadores se propusieron analizar en profundidad la relación entre la deposición de beta amiloide y los nuevos casos de demencia en 94 ancianos que no tenían problemas cognitivos cuando se inició el estudio. Los participantes se inscribieron en el estudio a una edad media de 85 años y fueron seguidos durante 11 años o hasta su fallecimiento, recibiendo al menos dos PET a lo largo del estudio. La tasa de deposición de amiloide en el cerebro de estas personas se comparó con la de un grupo más joven del estudio Australian Imaging, Biomarker, and Lifestyle (AIBL). Los investigadores observaron un aumento constante de la acumulación de beta amiloide en todos los participantes, independientemente de su estado inicial. Pero esta acumulación fue significativamente más rápida en los pacientes de 80 años o más, en comparación con los más jóvenes, lo que explica la mayor prevalencia de beta amiloide en las personas de más edad. Al final, muy pocos participantes desarrollaron demencia sin tener depósitos de beta amiloide en el cerebro y, lo que es más importante, los individuos cuyos escáneres cerebrales dieron positivo para amiloide al inicio del estudio desarrollaron demencia 2 años antes que los que dieron negativo para amiloide.

También observaron que el cambio a corto plazo en beta amiloide, por sí solo, durante un periodo de 1,8 años no podía predecir el riesgo futuro de demencia. Muy al contrario, la gravedad de la carga basal de beta amiloide, junto con otros marcadores de daño cerebral definidos por la presencia de lesiones en la sustancia blanca y la disminución del grosor de la sustancia gris en la corteza cerebral fueron los predictores más potentes del riesgo, lo que indica que existía un proceso patológico activo cuando comenzó el estudio.

Ver más información:  Lopez OL, Villemagne VL, Chang YF, Cohen AD, Klunk WE,   Mathis CA, et al. Association Between β-Amyloid Accumulation and Incident Dementia in Individuals 80 Years or Older Without Dementia. Neurology[Internet]. 2024[citado 4 ene 2024]; 102 (2). https://doi.org/10.1212/WNL.0000000000207920

5 ene 2024| Fuente: Neurología.com| Tomado de | Noticia

personas y demenciaUn grupo de investigadores de la Universidad de Exeter (UK) y la Universidad de Maastricht (Países Bajos) ha identificado una amplia gama de factores de riesgo de demencia de aparición temprana y sus resultados cuestionan la idea de que la genética sea la única causa de la enfermedad, sentando las bases de nuevas estrategias de prevención, según publican en JAMA Neurology. El estudio a gran escala identificó 15 factores de riesgo, similares a los de la demencia tardía y, por primera vez, indican que es posible reducir el riesgo de demencia de aparición temprana actuando sobre factores relacionados con la salud y el estilo de vida.

Este trabajo ha realizado un seguimiento de más de 350 000 participantes menores de 65 años de todo el Reino Unido del estudio UK Biobank. El equipo evaluó una amplia gama de factores de riesgo, desde predisposiciones genéticas hasta influencias ambientales y del estilo de vida. El estudio reveló que una menor educación formal, un nivel socioeconómico más bajo, variaciones genéticas, factores relacionados con el estilo de vida como los trastornos por consumo de alcohol y el aislamiento social, y problemas de salud como la carencia de vitamina D, la depresión, los accidentes cerebrovasculares, las deficiencias auditivas y las cardiopatías elevan significativamente el riesgo de demencia de aparición temprana.

Los autores destacan los resultados de este estudio pionero, que ha revelado la posibilidad de tomar medidas para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad debilitante, actuando sobre una serie de factores diferentes.

Ver más información: Hendriks S, Ranson JM, Peetoom K, Lourida I, You Tai X, Vugt M de, et al. Risk Factors for Young-Onset Dementia in the UK Biobank. JAMA Neurol[Internet]. 2023[citado 3 ene 2024]. doi:10.1001/jamaneurol.2023.4929

5 ene 2024| Fuente: Neurología.com|Tomado de| Noticia

Daño cerebralUn equipo internacional con investigadores del CSIC ha desarrollado una nueva técnica biomatemática, optimizada en pacientes y roedores, que permite monitorizar con precisión la evolución del daño cerebral en accidentes cerebrovasculares y muestra que el tejido cerebral puede presentar actividad en un encefalograma debido a los impulsos eléctricos de las capas más profundas y, aun así, estar sufriendo un daño irreparable en las capas más superficiales. Los resultados, publicados en Nature Communications, aconsejan «replantear los criterios y quizá la praxis en el seguimiento y tratamiento de los accidentes cerebrovasculares (ACV)».

La extensión del volumen cerebral dañado se va monitorizando en el paciente mediante tiras de electrodos colocados en la superficie cerebral. La zona donde se pierde la actividad del electroencefalograma se va extendiendo gradualmente (spreading depression) y se toma como indicación del volumen cerebral dañado, lo que ayuda al personal médico a conocer la evolución del tejido y determinar cuándo y con qué estrategia va a intentar protegerlo. En este trabajo, realizado en paralelo con pacientes y en modelos animales, los investigadores, en colaboración con investigadores de la Universidad Aix-Marseille y de la Universidad de Medicina de Berlín, han descubierto que el tejido cortical que aun muestra actividad mediante encefalografía cerebral (EEG) puede, en realidad, estar sufriendo ya la muerte irreversible de las capas neuronales más superficiales.

Esto se ha conseguido utilizando una compleja técnica biomatemática de análisis de los potenciales eléctricos cerebrales que fue optimizada anteriormente en animales en Madrid y permite separar y ver actividad de distintas capas neuronales. Los hallazgos cuestionan el concepto de extensión de la depresión del EEG como un indicador estricto del tejido que ha muerto, pues las capas superficiales pueden haber sucumbido ya y aun presentar EEG que llega desde las capas profundas.

Ver más información:  Nasretdinov A, Vinokurova D, Lemale CL, Burkhanova Zakirova G, Chernova K, Makarova J, et al. Diversity of cortical activity changes beyond depression during Spreading Depolarizations. Nat Commun[Internet].2023[citado 3 ene 2023];  7729. https://doi.org/10.1038/s41467-023-43509-3

5 ene 2024| Fuente: Neurología.com| Tomado de | Noticias

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