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Gran Bretaña emitió nuevas guías para los médicos que tratan a niños con enfermedades graves o terminales, aconsejando que las opiniones de los propios niños de si quieren vivir o morir deban ser tomadas en cuenta.
Las guías, de la Real Universidad de Pediatría y Salud Infantil de Gran Bretaña, serán observadas en todo el mundo, dijeron expertos, ya que es uno de los pocos países que tienen un marco de trabajo para ayudar a los médicos a decidir si y cuándo retirar el tratamiento de soporte vital a un niño.
«No es un área fácil de la medicina. Desafortunadamente, no podemos salvar a todos los niños», dijo Joe Brierley, asesor de cuidados intensivos pediátrico y neonatal del Hospital Great Ormond Street de Londres.
«Otros países están escuchando lo que decimos y siguiendo lo que hacemos», agregó.
Las guías, preparadas por doctores, abogados y expertos en ética médica, aconsejan por primera vez que niños enfermos a partir de los nueve años con poca esperanza de vivir una vida plena deberían tener más voz sobre si su tratamiento tiene que terminar.
Un niño que ha pasado por varias sesiones de quimioterapia, o un trasplante de médula o de un órgano y que no ha salido bien «tendrá una opinión más formada sobre continuar el tratamiento que un adulto que enfrenta ese tratamiento por primera vez», según las guías.
Vi Larcher, ex asesor en pediatría y ética y coautor de las guías, dijo que éstas buscaban abordar «una preocupación subyacente de que estamos haciendo mucho por muchos por demasiado tiempo».
Los avances en la medicina significan que más bebés que nacen muy prematuros, algunos hasta de 22 semanas de gestación, pueden sobrevivir.
Los niños más grandes con condiciones como severos traumas cerebrales también tienen mejores posibilidades de sobrevivir gracias al progreso médico.
Sin embargo, las guías instan a los médicos a consideran con cuidado si continuar un tratamiento es siempre la opción correcta para un niño muy enfermo.
«Para algunos, continuar el tratamiento de soporte de vida es simplemente prolongar el sufrimiento de cara a lo inevitable», dijo Simon Newell, un asesor de neonatología en el Hospital Leeds General de Gran Bretaña.
«A algunos bebés, ningún tratamiento los va a curar y su calidad de vida será inexistente», agregó.
Marzo 24 / 2015 (Reuters) – Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2015. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A