sep
8
Investigadores de la Universidad de East Anglia (UK) han desarrollado una nueva forma de identificar a los pacientes con riesgo de sufrir fibrilación auricular, según publican en el European Journal of Preventive Cardiology. Aunque no es mortal, aumenta hasta cinco veces el riesgo de sufrir un accidente isquémico transitorio (AIT) o un ictus. El nuevo estudio revela cuatro factores específicos que pueden predecir qué pacientes padecerán fibrilación auricular: edad avanzada, presión arterial diastólica elevada y problemas de coordinación y funcionamiento de la cavidad superior izquierda del corazón.
El equipo de investigación recopiló datos de 323 pacientes de todo el este de Inglaterra, tratados en el Cambridge University Hospitals NHS Foundation Trust, que habían sufrido un ictus embólico de origen indeterminado. Se analizaron los historiales médicos y los datos de la monitorización prolongada del ritmo cardiaco y se estudiaron sus ecocardiogramas. Seguidamente, se determinaron cuántos de estos pacientes presentaban fibrilación auricular hasta tres años después de su ictus, y pasaron a realizar una evaluación exhaustiva para identificar si existen parámetros específicos relacionados con la identificación de la fibrilación auricular. Identificaron cuatro parámetros relacionados con el desarrollo de fibrilación auricular, que estaban presentes de forma sistemática en los pacientes que presentaban esta arritmia y, a continuación, desarrollaron un modelo que puede utilizarse para predecir quién presentará fibrilación auricular en los próximos tres años y, por tanto, corre un mayor riesgo de sufrir otro ictus en el futuro.
Aseguran que se trata de una herramienta muy sencilla que cualquier médico puede utilizar en la práctica clínica y potencialmente puede ayudar a proporcionar un tratamiento más específico y eficaz de estos pacientes, con el objetivo último de destacar a las personas con mayor riesgo de esta arritmia que pueden beneficiarse de una monitorización prolongada del ritmo cardiaco y de una anticoagulación más temprana para prevenir un futuro ictus.
Referencia: Panagiota Anna Chousou and others. Atrial fibrillation in embolic stroke of undetermined source: role of advanced imaging of left atrial function. European Journal of Preventive Cardiology, 2023;, zwad228, https://doi.org/10.1093/eurjpc/zwad228
Fuente: (Neurología.com)
sep
6
Investigadores de la Universidad Médica y Dental de Tokio (Japón) han identificado lípidos que estimulan los mecanismos de autorreparación del cerebro tras un ictus isquémico. En este estudio, publicado en Neuron, los investigadores descubrieron que las neuronas que rodean la zona de muerte celular segregan lípidos que pueden desencadenar la reparación neuronal autónoma del cerebro tras una lesión cerebral isquémica.
Los científicos investigaron los cambios en la producción de metabolitos lipídicos en ratones tras un ictus isquémico. Curiosamente, los niveles del ácido dihomo-y-linolénico (DGLA) y sus derivados aumentaron tras el ictus. Los investigadores descubrieron además que la proteína PLA2GE2 (una enzima del grupo IIE de la fosfolipasa A2) media el aumento de DGLA. Al manipular la expresión de PLA2GE2, también demostraron su impacto en la recuperación funcional. La deficiencia de PLA2GE2 provocó más inflamación, menor expresión de factores que estimulan la reparación neuronal y más pérdida de tejido. El equipo prosiguió con la identificación de las dianas de PLA2GE2/DGLA.
Los autores constatan que cuando observaron los genes expresados en ratones que carecían de PLA2GE2, encontraron niveles bajos de proteína peptidil arginina deiminasa 4 (PADI4), que regula la transcripción y la inflamación. Sorprendentemente, la expresión de PADI4 en ratones limitó la extensión del daño tisular y la inflamación tras el ictus isquémico. Además, el estudio demuestra que PADI4 promueve la transcripción de genes implicados en la reparación cerebral. También identifica toda la vía de señalización implicada en este proceso. Por ello consideran que estos resultados podrían conducir al desarrollo de compuestos que promuevan los efectos de PADI4, que estimulen la recuperación de los pacientes. Asimismo, creen que los descubrimientos podrían cambiar la comprensión y enfoque actuales sobre el ácido eicosapentaenoico (EPA) o el ácido docosahexaenoico (DHA), como únicos lípidos beneficiosos para prevenir la aterosclerosis y las enfermedades vasculares.
Referencia
Nakamura A, Sakai S, Taketomi Y, et al. PLA2G2E-mediated lipid metabolism triggers brain-autonomous neural repair after ischemic stroke. Neuron. 2023 Jul 17;S0896-6273(23)00483-X. doi: 10.1016/j.neuron.2023.06.024
https://www.cell.com/neuron/fulltext/S0896-6273(23)00483-X
Fuente: Neurología.com
ene
5
Un estudio publicado en Nature Immunology, apunta un nuevo medio de control del sistema inmunitario, localizado en una de sus células más importantes: los neutrófilos. El hallazgo podría tener importantes efectos sobre enfermedades como el infarto de miocardio, el ictus o los procesos inflamatorios agudos. Read more
nov
5
Fiebre, consumir drogas, sexo, ejercicio vigoroso y beber refrescos de cola multiplican el riesgo de ACV a la hora o pocas horas en personas jóvenes. Read more
oct
31
Después de haber padecido un ictus, aumenta el riesgo de sufrir otro, una nueva investigación ha demostrado que mantener la presión arterial bien controlada, podría ser la clave para la reducción significativa de ese riesgo.
oct
20
El mayor estudio genético realizado hasta ahora sobre ictus, con más de 1 500 000 participantes y unos 110 000 pacientes, ha permitido identificar 89 regiones cromosómicas relacionadas con el riesgo de padecerlo. El avance puede ayudar a desarrollar nuevos fármacos y tratamientos frente a esta enfermedad cerebral. Read more
