autismo (1)Investigadores de todo el mundo subrayan que no hay pruebas de que el paracetamol cause autismo; estudios con datos de millones de niños descartan un efecto causal y destacan el papel central de la genética y otros factores de riesgo en su aparición.

La administración Trump anunció ayer una supuesta relación entre el uso de paracetamol —conocido en EE.UU. como Tylenol— durante el embarazo y un mayor riesgo de autismo en los hijos, según adelantó The Washington Post. La Casa Blanca también ha aprobado el leucovorin, un fármaco utilizado contra el cáncer y la anemia, como potencial tratamiento del autismo, una propuesta que contrasta con las recomendaciones médicas internacionales y con la ausencia de pruebas sólidas que respalden esa estrategia.

El propio Trump anticipó la noticia durante un acto público el domingo, donde afirmó: “Creo que hemos encontrado una respuesta al autismo”. Las palabras del presidente estadounidense han generado expectación, no solo por la magnitud de la afirmación —calificó el anuncio como “una de las cosas más importantes que haremos”— sino también porque se produce en un contexto de revisión interna de estudios científicos en EE.UU. que apuntaban a una posible asociación entre el consumo temprano de paracetamol en el embarazo y trastornos del neurodesarrollo, aunque sin demostrar causalidad.

Hemos repasado las principales preguntas que suscita esta decisión y analizado la respuesta de varios científicos implicados en este tipo de investigaciones y consultados por el Science Media Center de Reino Unido. Los expertos coinciden en que no hay evidencia de que el paracetamol cause autismo. El consenso científico actual respalda su seguridad en el embarazo, mientras que los intentos de presentarlo como un riesgo suponen un perjuicio para la salud pública y una victimización de las madres.

En cuanto al leucovorin, los resultados preliminares son prometedores pero limitados. Por último, el aumento de diagnósticos de autismo —que es real— refleja principalmente mejoras en la detección, no una epidemia.

¿Es seguro el paracetamol en embarazadas?

Sí, cuando se utiliza en las dosis recomendadas. El paracetamol es considerado el analgésico más seguro en el embarazo, frente a alternativas que pueden resultar más dañinas.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) acaba de emitir un comunicado en el que señala que los medicamentos que contienen paracetamol pueden utilizarse durante la gestación, de acuerdo con las recomendaciones oficiales. “El paracetamol (también conocido como acetaminofén) puede utilizarse para reducir el dolor o la fiebre durante el embarazo si es clínicamente necesario. Actualmente no hay nuevas pruebas que requieran cambios en las recomendaciones de uso vigentes en la UE”.

La farmacóloga Claire Anderson, presidenta de la Royal Pharmaceutical Society, recuerda que “el paracetamol ha sido utilizado con seguridad por millones de personas durante décadas, incluidas las embarazadas, cuando se toma según las indicaciones. Es la primera opción para el tratamiento del dolor y la fiebre en pacientes diversos, incluidas mujeres embarazadas, niños y personas mayores”.

Linden Stocker, consultor en medicina fetomaterna en la Universidad de Southampton (Reino Unido), añade: “Como médico experimentado, he prescrito paracetamol durante toda mi carrera. No hay pruebas sólidas de que cause daño al feto, y es uno de los analgésicos más estudiados en embarazo. Generar miedo en torno a su uso solo aumenta la ansiedad de mujeres ya vulnerables”.

¿Qué evidencias apuntan a la relación entre su consumo y el desarrollo de autismo?

Existen estudios observacionales que sugerían un ligero aumento de riesgo, pero los análisis más sólidos no encuentran relación causal.

El farmacólogo Ian Douglas, de la London School of Hygiene and Tropical Medicine, señala que “es muy difícil medir si realmente hubo exposición durante el embarazo y, además, las mujeres que toman paracetamol suelen hacerlo por circunstancias (como infecciones o fiebre) que en sí mismas podrían aumentar el riesgo de autismo. Un estudio sueco que comparó hermanos, publicado en 2024, no halló mayor riesgo, lo que sugiere que las asociaciones previas estaban afectadas por sesgos metodológicos”.

En la misma línea, Edward Mullins, profesor asociado en el Imperial College de Londres, subraya: “La mejor evidencia disponible indica que el uso de paracetamol en el embarazo no está vinculado al autismo. El comunicado de la administración Trump parece una teoría no fundamentada, que puede privar a las mujeres de un tratamiento esencial para la fiebre y el dolor, en contra de las recomendaciones médicas en EE.UU. y Europa”.

La psicóloga Monique Botha (Universidad de Durham) va más allá: “No hay evidencia robusta de una relación causal y estoy excepcionalmente segura de que no existe. El alarmismo solo impedirá que las mujeres accedan a la atención que necesitan y reavivará el patrón de culpabilizar a las madres por el autismo”.

¿Qué papel tienen los factores genéticos?

La genética es clave. Angelica Ronald, profesora de Psicología y Genética en la Universidad de Surrey, explica que “los estudios con gemelos muestran que si el paracetamol causara autismo, ambos gemelos fraternos lo tendrían. Pero no es así: generalmente solo uno lo presenta. Además, la investigación molecular ha identificado cientos de genes que influyen en la probabilidad de desarrollar autismo, lo que es incompatible con la idea de que el paracetamol sea un factor causal principal”.

¿Existen evidencias a favor del uso de leucovorin para reducir el riesgo de autismo?

El leucovorin, o ácido folínico, ha mostrado beneficios en ensayos pequeños con niños ya diagnosticados de autismo y con dificultades de lenguaje, especialmente en casos con anticuerpos específicos. Sin embargo, no previene el autismo ni constituye una cura. Los expertos insisten en que se necesitan estudios mucho más amplios antes de recomendarlo de forma general.

Las cifras en EE.UU. reflejan un aumento de casos diagnosticados, con una prevalencia estimada de 1 de cada 31 niños. Sin embargo, la mayoría de especialistas señala que este incremento se explica sobre todo por mejoras en los criterios de diagnóstico, mayor concienciación social y detección más temprana, y no por una epidemia causada por un nuevo factor ambiental.

23 septiembre 2025 | Fuente: Sinc | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia

octubre 2, 2025 | wferrerentenza | Filed under: Autismo, Bienestar, salud y calidad de vida, Neurología, Pediatría | Etiquetas: |

Imagen: Loic Venance / AFPEl proyecto ‘Ampadrina una mamá’, puesto en marcha por el Grupo ASVj junto a la ONG Rafiki África, ha conseguido atender en seis meses a «unas 200 mujeres embarazadas» y ha ofrecido «cientos de consultas médicas posparto» en la región africana de Ikoba, Uganda, donde, según Unicef, la tasa de mortalidad materna representa una de las más elevadas del mundo.

«Cerca de 70 mujeres dieron a luz sin ningún problema, pero gracias al seguimiento que permite este proyecto pudimos detectar y tratar a tiempo 65 casos de malaria, 40 de sífilis, 32 infecciones urinarias, 52 casos de otras enfermedades como fiebres tifoideas y 10 abortos», ha explicado Juan José Amirola, presidente de la ONG Rafiki África.

Asimismo, se han hecho también campañas sobre cuidado durante el embarazo o higiene. Y, se pretende en los próximos meses, mejorar el proyecto con algunas actuaciones nuevas como son cursos de formación sanitaria y una campaña especial para erradicar la sífilis, que según Amirola «es una de las causas que mayores complicaciones está provocando transmitiéndose además a los niños que nacen de forma congénita».

De hecho, con este proyecto se ha podido financiar el viaje de dos doctoras de hospitales alicantinos para llevar a cabo una campaña de detección y tratamiento de esta infección de transmisión sexual en todas las mujeres embarazadas, sus maridos y sus hijos.

Se quiere conseguir así mejorar el acceso y calidad de la atención materno-infantil en esta región africana y fomentar el acompañamiento previo y la educación sanitaria. Además de evitar los nacimientos en casas particulares sin atención reduciendo así complicaciones y fallecimientos durante los mismos.

«Nos parece fundamental seguir vinculados a este proyecto de Rafiki África tan relevante para las mujeres embarazadas en una zona tan vulnerable como es esta región de Uganda, lugar al que hemos mandado también una ambulancia para facilitar y agilizar los desplazamientos», ha explicado por su parte Sonia Carricondo, responsable de Comunicación y ESG de Grupo ASV.

«Gracias a la implicación de Grupo ASV pudimos arrancar con este proyecto en nuestro centro médico en Ikoba, Uganda, en funcionamiento desde febrero de 2022, teniendo garantizado con esta colaboración, como mínimo de momento, todo un año de atención maternal a las mujeres de la zona, donde se suelen superar los 400 partos anuales», ha finalizado Amirola.

18 diciembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

diciembre 19, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Medicina familiar y comunitaria, Obstetricia y ginecología | Etiquetas: , , , , |

Imagen: Archivo.Un estudio publicado por British Medical Journal descartó que la covid-19 y la vacuna contra el virus que la genera sean causa de malformaciones congénitas en bebés, cuya madre se infectó o inmunizó durante el embarazo.

La investigación no reveló un mayor riesgo de malformaciones congénitas significativas en los hijos de gestantes que durante el primer trimestre enfermaron o se vacunaron contra el SARS-Cov-2.

Sobre la base de que una infección con ese coronavirus se asocia a un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo o el parto, como el nacimiento prematuro, fueron investigados unos 350 000 bebés nacidos entre 2020 y 2022 en Dinamarca, Noruega y Suecia.

De ellos alrededor del cinco por ciento nacieron con una malformación importante, que abarca una gama muy amplia, desde defectos cardíacos hasta problemas oculares o genitales. Pero aún se desconocen cuáles pueden ser las consecuencias de esos trastornos.

La investigación buscó establecer también las posibles consecuencias de una vacunación anti-covid, ya que esta suele ser ampliamente recomendada a las embarazadas.

Dicha proporción encontrada no parece diferir significativamente en función de si la madre estaba o no infectada o vacunada durante los tres primeros meses de gestación, período que es clave para el desarrollo del feto.

Tales resultados aportaron nuevas pruebas de que la vacunación anticovid en las mujeres embarazadas es segura, concluyeron los investigadores.

18 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

julio 20, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: COVID-19, Higiene y epidemiología, Medicina familiar y comunitaria, Neonatología, Obstetricia y ginecología | Etiquetas: , |

Imagen: Archivo.Consumir más pescado del recomendado en el embarazo se asocia a problemas en el desarrollo cognitivo del hijo, esencialmente del lenguaje, concluyó un estudio publicado hoy en la revista especializada Neurology.

Para llegar a tal aseveración un equipo de investigadores del grupo Nutrisam (Nutrición y Salud Mental) de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, en Cataluña, España, analizaron 460 parejas de madre e hijo.

Asociaron la exposición a tóxicos procedentes del pescado —arsénico inorgánico, metilmercurio, bifenilos policloratos con efecto dioxina (DL-PCB) y bifenilos policloratos no similares a las dioxinas (NDL-PCB)— a un peor desarrollo del lenguaje de los niños.

Los resultados confirmaron que esta afectación se produce cuando el consumo de pescado está por encima de las recomendaciones durante el embarazo (71 gramos al día), mientras que cuando la ingesta está dentro de los parámetros no se relaciona con ninguna mejora ni empeoramiento del desarrollo del lenguaje.

Según los expertos, las asociaciones negativas vistas en el estudio pueden estar vinculadas con el hecho de que el arsénico inorgánico y el metilmercurio promueven el estrés oxidativo y provocan neuroinflamación, lo cual puede afectar las funciones cerebrales cruciales para el desarrollo del lenguaje.

Por otra parte, los DL-PCB pueden alterar el volumen regional del cerebro y los NDL-PCB pueden afectar procesos celulares en el cerebro, como por ejemplo la homeostasis del calcio, que también podría conducir a déficits del lenguaje.

Para los investigadores estas concluciones ponen de manifiesto la importancia de adherirse a las recomendaciones de consumo de pescado durante el embarazo para garantizar un correcto desarrollo cognitivo de la descendencia.

A ello agregan la necesidad de implementar estrategias de salud pública dirigidas a controlar y reducir la presencia de tóxicos en el pescado.

11 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

julio 13, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Embriología, Nutrición, Obstetricia y ginecología, Toxicología | Etiquetas: , , , , |

Imagen: Archivo. Las altas temperaturas, las sequías y otros efectos derivados del cambio climático tienen «graves repercusiones» sobre la salud mental y física de las embarazadas, los niños y la población de edad avanzada, alertó este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estos grupos están «especialmente expuestos» a los efectos del cambio climático, advirtió en rueda de prensa en Ginebra la experta de la OMS en Salud Materna, Recién Nacidos, Niños, Adolescentes y Mayores, Anayda Portela, quien pidió una mayor inversión para proteger a estas poblaciones.

Varios estudios publicados esta semana por la agencia sanitaria de la ONU arrojan datos alarmantes sobre el impacto de las altas temperaturas y la contaminación atmosférica en las embarazadas, como una mayor probabilidad de sufrir un parto prematuro, así como otros impactos negativos en el desarrollo cerebral y pulmonar del feto.

Además, las temperaturas inusualmente altas también estarían asociadas a la hipertensión y la diabetes gestacional en el embarazo.

En lo que respecta a la población infantil, la experta de la OMS advirtió que cada grado centígrado adicional de temperatura mínima diaria por encima de 23,9 °C aumenta el riesgo de mortalidad infantil hasta en un 22,4 %.

Además, el calor extremo también afecta gravemente a la población de edad avanzada, que tiene más probabilidades de sufrir infartos o problemas respiratorios durante las olas de calor.

Otros efectos del cambio climático, como la sequía en Somalia o las fuertes inundaciones en Pakistán o Brasil, también reducen el acceso al agua potable y al suministro de alimentos, lo que provoca un aumento de las enfermedades diarreicas y la malnutrición en los colectivos más vulnerables.

Ante esta situación, la experta de la OMS instó a los gobiernos a promover medidas específicas que protejan la salud en las distintas etapas de la vida, así como garantizar que los servicios sanitarios y asistenciales estén preparados para atender las necesidades de las personas más expuestas a los desastres climáticos.

07 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.Algunas de las nanopartículas presentes en la contaminación ambiental y en multitud de productos que consumimos podrían alterar la función protectora de la placenta durante el embarazo, con daños indirectos en el desarrollo embrionario, advierte un estudio.

La investigación, llevada a cabo por el equipo del Laboratorio Federal Suizo de Ciencia y Tecnología de Materiales (EMPA), sostiene que las nanopartículas presentes en el tejido placentario interrumpen la producción de una gran cantidad de hormonas del embarazo, impidiendo la formación de los vasos sanguíneos del óvulo.

«Estas sustancias las absorbemos del medio ambiente a través de nuestros alimentos y cosméticos o del aire que respiramos», aseguró la experta de la EMPA y responsable del estudio, Tina Bürki.

Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron las consecuencias de nanopartículas comunes como el dióxido de titanio, utilizado como colorante alimentario, en placentas humanas completamente funcionales desechadas tras cesáreas planificadas.

Así, las placentas contaminadas por nanopartículas demostraron tener posibles consecuencias nocivas para el embrión como el bajo peso al nacer, el desarrollo de autismo o de enfermedades respiratorias.

El equipo también analizó estos efectos en modelos de laboratorio con huevos de gallina y observó que, mientras que en los huevos no contaminados los vasos sanguíneos del óvulo crecieron a gran velocidad y densidad para permitir el desarrollo del embrión, en los contaminados los vasos presentaban anomalías que les impidieron crecer.

No obstante, el estudio advirtió que, a pesar de que la comunicación entre la placenta y el feto se puede ver alterada por la presencia de nanopartículas, el desarrollo del sistema nervioso del embrión, sin embargo, no parece verse afectado.

Por ello, los expertos recordaron que es fundamental que los análisis futuros muestren ahora qué otros trastornos pueden provocar indirectamente las nanopartículas en el desarrollo embrionario.

«Dado que los efectos pueden tener repercusiones en la salud de la mujer embarazada y en el desarrollo del niño, este conocimiento debe tenerse en cuenta a la hora de evaluar los riesgos asociados a los nanomateriales», concluyó Bürki.

06 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

junio 10, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Embriología, Medio ambiente, Obstetricia y ginecología | Etiquetas: , , |

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