nov
21
El gobierno de Colombia aprobó un documento de política pública que garantiza tres billones de pesos (cerca de 807 millones de dólares al cambio actual) para modernizar y ampliar la infraestructura hospitalaria del país.
De acuerdo con la Presidencia, dichos recursos monetarios estarán dirigidos a reducir los tiempos de espera, mejorar la calidad del servicio y garantizar el derecho fundamental a la atención médica en todo el territorio nacional.
El proyecto, liderado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), contempla la intervención de 102 sedes hospitalarias y la dotación de 13 hospitales con equipos biomédicos de última generación, según abundó la fuente.
Las obras incluirán reforzamientos estructurales, ampliaciones, adecuaciones, modernización de redes eléctricas, sistemas de gases medicinales y la implementación de plataformas tecnológicas e información clínica digital para ofrecer diagnósticos más precisos y atención oportuna.
La directora del DNP, Natalia Molina, comentó que el documento de política pública 4169 representa una respuesta concreta a décadas de rezago en la infraestructura hospitalaria.
«Este Gobierno le cumple al país fortaleciendo la red pública, modernizándola y asegurando su financiamiento para garantizar una salud digna y de calidad», señaló.
Según un diagnóstico realizado por la entidad, en la nación 290 municipios no cuentan con servicio de parto, 293 carecen de hospitalización para adultos y 175 no disponen de urgencias ni hospitalización básica.
Trascendió además que el plan prevé mecanismos de seguimiento semestral que aseguren transparencia y trazabilidad en la ejecución de los recursos.
El análisis técnico del Departamento de Planeación estimó cada peso invertido generará un retorno positivo en bienestar social y equidad sanitaria.
13 noviembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de | Noticia
nov
11
Colombia anunció una inversión de 150 millones de dólares para poner en marcha la nueva Política Nacional de Salud Mental con el objetivo de mejorar la atención dispensada hoy a quienes padecen de esos trastornos.
De acuerdo con el ministro del ramo, durante la actual administración se conformaron 10 850 equipos básicos en salud, en los cuales 6 615 profesionales en psicología garantizan un servicio de salud mental efectivo, continuo y sin discriminación en todo el país.
Según trascendió, la estrategia contará con una inyección de recursos destinados a poner en marcha un modelo articulado y coordinado que integrará una red de prestación de servicios escalonada e interconectada, organizada en varios niveles a través de un centro nacional de referencia en salud mental y 39 centros de referencia regionales.
“En cada rincón del país debe existir un servicio de salud mental. Buscamos llegar a la Colombia profunda y garantizar cobertura total de los servicios requeridos de manera continua e integral”, declaró Jaramillo.
El ministro además resaltó el trabajo de los equipos básicos de salud para jóvenes que acompañan a quienes se encuentran en contextos de alta vulnerabilidad, beneficiarios del Programa Nacional Jóvenes en Paz y que hacen parte del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente.
Aseguró además que el Gobierno continuará realizando inversiones concretas para fortalecer el acceso y la calidad de la atención dirigida a esta población.
La estrategia, que tendrá una implementación de cuatro años, contempla ampliación de infraestructura, fortalecimiento del transporte sanitario y formación del talento humano y comunitario, entre otras líneas funcionales que se encuentran en la Política Nacional de Salud Mental.
También integrará el sistema de urgencias y emergencias en salud mental, con protocolos de respuesta rápida y un sistema de referencia y contrarreferencia eficiente que asegure la continuidad del cuidado.
02 noviembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de | Noticia
oct
29
Las epidemias de covid-19 y ébola pusieron de manifiesto los daños que pueden sufrir los seres humanos cuando interfieren en la vida silvestre. Expertos y activistas instan al mundo a aprender la lección en la COP16 sobre biodiversidad que se celebra en Colombia.
«La deforestación, la agricultura intensiva, el comercio y la explotación de animales salvajes son los principales factores de la pérdida de biodiversidad y del desarrollo de zoonosis» o enfermedades transmitidas de animales a humanos, explica a la AFP Adeline Lerambert, de la ONG británica Born Free, presente en Cali.
Corresponde a los gobiernos actuar y no hay tiempo que perder, en momentos en que los expertos advierten sobre la probabilidad de pandemias más frecuentes y letales en el futuro.
«Cuanto más penetran los seres humanos y su ganado en zonas hasta ahora vírgenes de gran biodiversidad, más probabilidades tienen de encontrarse con nuevas cepas de virus (sobre todo de ARN, como el covid-19) que mutan constantemente», declara a la AFP Colman O’Criodain, responsable de fauna salvaje del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
En la cumbre de Cali se debate un «plan de acción» sobre el vínculo entre biodiversidad y salud, para ser adoptado por los 196 países miembros del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), reunidos hasta el 1.° de noviembre.
Incluye compromisos para limitar la agricultura y la silvicultura, reducir el uso de pesticidas, fertilizantes y otros productos químicos dañinos para la naturaleza, y reducir el uso de antibióticos en los animales de granja.
«Tenemos que cambiar nuestra relación con la naturaleza si queremos evitar más epidemias y pandemias», resume Sue Lieberman, vicepresidenta de la Wildlife Conservation Society que impulsa la adopción del plan.
– «Todo está interconectado» –
«Las pandemias del futuro serán más frecuentes, se propagarán con mayor rapidez, causarán más daños a la economía mundial y matarán a más personas que el covid-19, a menos que se modifique el enfoque global de la lucha contra las enfermedades infecciosas», advierte la plataforma intergubernamental científico-normativa sobre diversidad biológica y servicios de los ecosistemas (IPBES), el equivalente del IPCC para los expertos en clima.
Las enfermedades zoonóticas pueden brotar cuando los humanos invaden bosques antes vírgenes o transportan y comercian con animales salvajes por su carne.
Ejemplos de ello son el mercado de Wuhan, en China, donde, según la hipótesis de algunos científicos, apareció por primera vez el covid-19; y las toneladas de carne de animales salvajes que cruzan ilegalmente los continentes en las bodegas de los aviones.
«Cuando los animales están estresados en una jaula unos encima de otros liberan fluidos corporales que contienen virus», explica Lieberman.
«Todo está relacionado. Todo está interconectado», añade.
– «Otra pandemia» –
El informe IPBES 2020 había pedido un «cambio transformador en el enfoque global para hacer frente a las enfermedades infecciosas».
El reporte calcula que en mamíferos y aves existen unos 1,7 millones de virus actualmente «por descubrir», de los cuales hasta 827 000 podrían tener capacidad para infectar a las personas.
El plan discutido en la COP16 tendrá la autoridad moral de un documento aprobado en un consenso de 196 países, pero no será vinculante.
«El texto está casi listo para su adopción», «un paso positivo para la COP», afirma WWF.
El documento menciona explícitamente el riesgo de zoonosis causado por la destrucción de hábitats o la propagación de especies exóticas invasoras por parte de la humanidad.
«Un plan de acción voluntario no tiene consecuencias si un gobierno quiere ignorarlo», subraya Lieberman, miembro del grupo de trabajo.
Pero confía en que el temor a una nueva pandemia inspire la acción, incluso mientras un nuevo brote mortal, el del virus de Marburgo transmitido a los humanos por los murciélagos, azota Ruanda.
«Si no se hace nada, si nada cambia, habrá otra pandemia. La cuestión no es si habrá otra, sino cuándo», advierte.
25 octubre 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
24
Desde inicios de enero hasta fines de agosto de 2024 se confirmaron 38 casos de fiebre amarilla y 19 defunciones en la región de las Américas, informó hoy la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según la última actualización epidemiológica publicada este viernes por el organismo sanitario, esto representa cinco casos y dos decesos adicionales desde el anterior informe de la OMS emitido el pasado 29 de julio.
Los 38 casos fueron registrados en cinco países de la región: Bolivia (siete casos, incluidas tres defunciones), Brasil (tres y dos, respectivamente), Colombia (ocho y cinco), Guyana (dos) y Perú (18 y nueve).
Los casos fueron notificados principalmente a lo largo de la región amazónica de Bolivia, Perú, Brasil, Colombia y Guyana.
De acuerdo con los expertos, en las Américas el riesgo de ocurrencia de brotes de fiebre amarilla es alto.
Si bien la inmunización es una de las intervenciones de salud pública más exitosas para prevenir esta enfermedad, la mayoría de los casos registrados durante el 2024 no tienen antecedentes de vacunación.
Ante este panorama la OPS/OMS alienta a los Estados Miembros con áreas de riesgo para fiebre amarilla a que continúen con sus esfuerzos para fortalecer la vigilancia y la vacunación en zonas endémicas.
Advierten de la necesidad de que los países garanticen coberturas de vacunación mayores o iguales al 95 % en las poblaciones de áreas de riesgo de forma homogénea y que las autoridades sanitarias aseguren contar con un inventario de reserva estratégico que les permita mantener la vacunación de rutina y al mismo tiempo responder a eventuales brotes.
La fiebre amarilla es una grave enfermedad viral hemorrágica que representa un desafío para el profesional de la salud, pues requiere un reconocimiento temprano de signos y síntomas, que a menudo son inespecíficos y pueden simular otros síndromes febriles agudos.
Estudios clásicos sobre la historia natural de la enfermedad muestran que esta se caracteriza clínicamente por tres fases: de infección, con temperatura corporal elevada; de remisión, con la presencia de albuminuria; y tóxica, con manifestaciones hemorrágicas y signos y síntomas de insuficiencia hepática aguda, como ictericia y encefalopatía hepática.
Aún no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, por lo tanto, la detección temprana de casos sospechosos o confirmados, el monitoreo de signos vitales, las medidas de soporte vital y el manejo de la insuficiencia hepática aguda continúan siendo las estrategias recomendadas para el manejo de casos.
20 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
jul
23
La muerte de una residente de medicina en Colombia, que se quitó la vida porque presuntamente no soportó el maltrato y las humillaciones de sus superiores, ha abierto una polémica en el país donde estudiantes y médicos denuncian que esas prácticas son habituales en la formación universitaria.
La víctima en este caso fue la médica Catalina Gutiérrez Zuluaga, que realizaba su primer año de posgrado como residente de cirugía general en la Universidad Javeriana.
«A todos los residentes, gracias. De cada uno me llevo muchas enseñanzas. Siempre los llevaré en mi corazón. Ustedes pueden. Ánimo. CGZ», dice una nota dejada por la joven médica.
La Universidad Javeriana dijo este domingo en un comunicado que «revisará e indagará sobre la existencia de situaciones que no estén en línea con nuestro modo de proceder y tomará las medidas que sean necesarias para garantizar el bienestar de la comunidad javeriana».
«Es un acontecimiento muy duro para nuestra comunidad educativa, que nos llama a reflexionar profundamente, y con humildad, sobre la cultura y los modos de proceder en la formación de nuestros médicos especialistas», agregó la institución en el comunicado emitido sobre «la triste noticia del fallecimiento de nuestra residente de cirugía Catalina Gutiérrez Zuluaga».
El mensaje añade que «la formación médica es retadora y desafiante y que en algunos casos implica mucho estrés y presión por las responsabilidades que conlleva», razón por la cual a partir de la próxima semana la universidad comenzará reuniones con profesores y «espacios de diálogo» con los médicos residentes «para establecer la mejor línea de acción».
Denuncias de abusos
Tras la muerte de la médica, muchos profesionales que pasaron por situaciones similares han publicado en las redes sociales cartas en las que denuncian que eran sometidos a humillaciones y abusos laborales.
Algunos señalan que se les obligaba a cumplir jornadas de hasta 20 horas diarias durante semanas enteras, se les castigaba delante de sus compañeros sin justificación alguna y se les ponían tareas que no estaban relacionadas con sus estudios, lo que en algunos casos los llevó a abandonar su sueño de convertirse en especialistas.
Por su parte, el estatal Instituto Nacional de Salud (INS) lamentó «profundamente el deceso de la doctora Catalina Gutiérrez y las condiciones en las cuales se produjo».
Igualmente, hizo «un enérgico llamado para que se ponga fin a hechos y conductas que puedan constituir cualquier tipo de acoso en la formación quirúrgica en Colombia».
También instó a las instituciones de formación y educación médica y especializada «para que se adopten medidas para reducir la prevalencia de estas conductas».
La junta directiva del Colegio Médico Colombiano también lamentó «la tragedia de la muerte» de la médica y dijo que es «vital» promover «un ambiente de respeto» en estos entornos para que «la educación médica no sea sinónimo de sufrimiento y desgaste emocional».
«Todos debemos trabajar juntos para asegurar que nuestros futuros médicos se formen en un entorno saludable y solidario que les permita alcanzar su máximo potencial sin poner en riesgo su salud mental y emocional», dijo el Colegio Médico Colombiano en un comunicado.
Sumado a lo anterior, el Colegio invitó a una jornada de solidaridad con familiares, amigos y colegas de la médica fallecida, que se realizará este lunes en la plazoleta principal de la Universidad Javeriana.
21 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
jul
12
En una «biofábrica» de mosquitos en Medellín algunos escapan de sus «jaulas» y pican a los visitantes. Aunque idénticos a los insectos atigrados que transmiten el dengue, son inofensivos y hacen parte de un ambicioso experimento en Colombia para combatir la enfermedad.
El biólogo Nelson Grisales se pasea junto a su hija de dos años por el laboratorio que dirige en la segunda ciudad del país.
Desde hace casi una década el World Mosquito Program (WMP) ha venido reemplazando a la población local de mosquitos Aedes aegypti por insectos de la misma especie «modificados biológicamente» para evitar la transmisión del dengue, que ha causado al menos 4 500 en lo corrido del año en América Latina.
«Estamos usando vida para preservar la vida», dice a la AFP Grisales.
Gracias a una bacteria y sin alterar el ADN de los insectos, han logrado resultados prometedores: la incidencia del dengue en el departamento de Antioquia (noroeste) se ha reducido en un 95 % frente a la década anterior, según autoridades sanitarias de esta región de 4,4 millones de habitantes.
Una victoria pese a la campaña de desinformación que padecen en redes sociales, según la cual Bill Gates- uno de sus financiadores- usa estos mosquitos para fines oscuros.
Bacteria vs. virus
Aunque en apariencia peligrosos los mosquitos criados en el laboratorio no contagian el dengue, una enfermedad endémica de zonas tropicales que provoca fiebres, dolores de cabeza, vómitos, dolor muscular y, en los casos más graves, hemorragias fatales.
A diferencia de sus pares silvestres, contienen la bacteria Wolbachia, que «genera una barrera e impide la transmisión del dengue», explica Beatriz Giraldo, otra de las biólogas de WMP.
El descubrimiento lo hizo Scott O’Neill, un científico australiano abanderado de la lucha contra esta enfermedad desde principios de los años noventa. En sus investigaciones encontró esta bacteria presente en la mitad de las especies de insectos, pero no en el Aedes aegypti, también conocido como mosquito tigre por las franjas blancas en su cuerpo.
O’Neill intuyó que al infectarlo con Wolbachia lograría detener la transmisión de dengue.
«De la mosquita de la fruta extrajeron la Wolbachia y la inyectaron en millones de huevos de Aedes aegypti hasta que lograron establecer una colonia que durante muchas generaciones pudiera reproducirse con Wolbachia«, detalla Grisales.
Problema creciente
La evidencia respalda a los mosquitos modificados, que nacen en «jaulas» hechas con mallas plásticas y son transportados en frascos hasta zonas castigadas por el dengue. Allí se cruzan con mosquitos silvestres y van reemplazando a la población local gradualmente a medida que se reproducen.
Los primeros insectos del WMP en Colombia fueron liberados en 2015 en el municipio de Bello, ubicado en el área metropolitana de Medellín. La incidencia del dengue pasó de 144,7 casos anuales por cada 100 000 habitantes antes del experimento, a 6,4 casos anuales por cada 100 000 habitantes a partir de 2021.
Antes de Medellín la hazaña se había hecho en Jakarta, Indonesia y en Niteroy, Brasil, con resultados igualmente satisfactorios. La iniciativa también se está implementando en la ciudad colombiana de Cali y pronto en El Salvador.
«Todo esto se va acelerando a medida que se nos va acelerando el problema del dengue», resume Grisales.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió este año que América Latina y el Caribe vivirán su «peor temporada de dengue» con unos 9,3 millones de casos y al menos 4 500 muertes entre enero y junio.
La combinación del fenómeno El Niño y el cambio climático favorecen la propagación de este mosquito de tierras cálidas que se reproduce en el agua.
La agencia sanitaria de la Unión Europea ha alertado que los casos de dengue también aumentan en Europa por cuenta de las altas temperaturas.
Desinformación
El laboratorio ha sido blanco de teorías de conspiración asociadas a la imagen de Bill Gates.
En septiembre del año pasado un puñado de personas llegó hasta la sede del laboratorio para protestar contra el fundador del gigante estadounidense Microsoft.
La convocatoria surgió en redes sociales, donde se encuentran docenas de publicaciones acusando al WMP de propagar «fiebre amarilla» o «paludismo».
Dicen «por ejemplo que los mosquitos que estamos liberando tienen chips para control mental por parte de Bill Gates», detalla Grisales.
Por el momento, el proyecto funciona como una iniciativa particular autorizada por los gobiernos locales, pero Grisales espera que pronto sea considerada como una «política pública».
En la Comuna 18 de Cali, donde vuelan los mosquitos con wolbachia desde 2019, «a muchas personas no les gustó el primer impacto de hacer liberación de zancudos», explica la residente Albency Orozco.
«Pero a medida que se hace el seguimiento y la explicación adecuada ellos lo aceptaron», asegura.
10 julio 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
