may
18
El paciente mayor y pluripatológico es un perfil habitual en la consultas de los médicos internistas y, probablemente, “el que más puede beneficiarse de los avances terapéuticos, que implican mayor seguridad en los fármacos y más eficacia”, apunta José María Galván, adjunto del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de La Princesa, en Madrid.
Por ello, “no debemos excluirles de esos avances por ser mayores o por tener más enfermedades, al contrario, hay que priorizarlos para su administración”.
Así resumen este especialista el mensaje de unas jornadas científicas donde se ha revisado la práctica clínica en algunas de las enfermedades que los internistas atienden con más frecuencia.
Con la peculiaridad de que los ponentes de estas I Jornadas de Actualización en Medicina Interna han sido residentes (R4 y R5) del Servicio de Medicina Interna del hospital madrileño.
Residentes ‘expertos’
Bajo la dirección científica de Carmen Suárez, y con la organización de Miguel Martínez, Carmen Sáez y José María Galván, este encuentro se beneficia de un sistema de formación con el que se busca favorecer una carrera investigadora y asistencial. Galván considera que se trata de una fórmula poco habitual en los centros hospitalarios: “Durante la residencia, a partir del tercer año, se asigna a cada médico un tema de interés, en el que tendrán que profundizar y del que serán una especie de abanderados, con todo lo que ello supone”, desde una actualización exhaustiva a una mayor implicación en potenciales ensayos clínicos.
El también responsable de la consulta de diagnóstico rápido del Servicio describe cómo a través de sesiones específicas, los residentes ponen en común los conocimientos adquiridos, pero este año por primera vez se ha abierto a un auditorio externo, algo que esperan poder repetir en sucesivas convocatorias.
Los residentes como ponentes de las jornadas han “bajado a tierra” las principales novedades de aspectos de la práctica clínica tan diversos como las vasculitis primarias de pequeño vaso; el uso de la vía subcutánea en los cuidados paliativos; el pronóstico en la pluripatología, y el manejo de las encefalopatías, por mencionar algunos de los temas abordados.
VIH en pacientes no tan jóvenes
El manejo del paciente con VIH, otro perfil habitual para el internista es, tal como se expuso en la actualización a cargo de Aresio Sancha, todo un desafío a medida que aumenta la edad media y las comorbilidades.
Galván advierte de que “tenemos la idea de que los pacientes con VIH son personas jóvenes, pero la realidad es que muchos de los nuevos diagnósticos, como, por supuesto, aquellos donde se detectó la infección hace tiempo se encuentran en su cuarta o quinta década de vida. Son pacientes que presentan todo un reto de cronicidad”, afirma en alusión al riesgo de osteoporosis y de enfermedades cardiovasculares que suele confluir en estos pacientes, así como de trastornos por abuso de sustancias tóxicas o de otras enfermedades de transmisión sexual diferentes al VIH, y que, sobre todo, requieren de una adecuada organización con atención primaria y otras especialidades.
Riesgo cardiovascular e insuficiencia cardiaca
En las jornadas también salió a la palestra la importancia de optimizar la adherencia a los tratamientos para la hipertensión arterial (HTA), patología cuya actualización corrió a cargo de Carlos Rodríguez. Y Jesús Álvarez abordó, entre otros temas relativos al manejo de la insuficiencia cardiaca, cómo se están integrando algunas novedades terapéuticas, en concreto, los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2), cuyo papel beneficioso en pacientes con fracción de eyección conservada, además de en aquellos con diabetes y/o con enfermedad renal crónica, avala un uso cada vez más amplio.
Mayo 18/2023 (Diario Médico) – Tomado de Médico Joven – Jornadas de Actualización Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.
may
18
En los últimos 5-10 años, la detección del cáncer de próstata ha experimentado un notable. La incorporación de novedosas técnicas de imagen «ha revolucionado completamente el diagnóstico», indica Juan Gómez Rivas, del Servicio de Urología del Hospital Clínico de Madrid. Según indica, los clínicos basaban el diagnóstico de cáncer de próstata en el tacto rectal, determinación de PSA y biopsia, en cierta medida aleatoria. La tasa de éxito de esta actuación era que aproximadamente de uno de cada tres pacientes biopsiados tenía un tumor.
«En estos momentos, la resonancia magnética (RM), al igual que en el caso de la mama, nos ayuda a saber dónde está la sospecha tumoral, lo que ha mejorado el diagnóstico: de ese tercio de pacientes, se ha pasado a que más de la mitad de los pacientes que tienen una RM positiva tienen un cáncer de próstata. De hecho, las guías clínicas señalan que todo paciente en el que se sospecha un cáncer de próstata debe tener una resonancia magnética antes de practicarle una biopsia».
Se trata además de una medida diagnóstica coste-efectiva porque la RM no sólo dirige la biopsia sino que «discierne sobre un grupo de pacientes que no la necesita porque no tiene tumor. Evita biopsias, sobrediagnósticos y sobretratamientos», señala Gómez Rivas, que acaba de recibir uno de los premios anuales que otorga anualmente la Asociación Europea de Urología en diferentes áreas; concretamente el Cristal Matula, dedicado a un urólogo joven, menor de 40 años, con una buena trayectoria académica y de divulgación científica.
El profesional, cuya línea de interés se centra en tumores genitourinarios, y más específicamente el cáncer de próstata, alude también al apoyo que ha supuesto la PET con marcador de membrana de próstata muy específico, el PSMA.
Se trata de otra nueva técnica de imagen de Medicina Nuclear que ha variado el diagnóstico de recidivas porque permite valorar dónde se encuentra con valores muy bajos de PSA. «Esta metodología permite hacer tratamientos muy dirigidos. Por ejemplo, si un paciente tiene captación de PSMA en un ganglio de la fosa ilíaca derecha, se realiza un tratamiento de radioterapia dirigido a esa zona o se practica una linfadenectomía de rescate. Si el paciente es metastásico se le trata como tal precozmente antes de que pudiera verse en un TAC o Gammagrafía. Sin duda, tanto la imagen como el PSMA han revolucionado el escenario del cáncer de próstata».
Más esperanza de vida
En el tratamiento de la enfermedad metastásica y resistente a la castración, el experto señala que en la última década, y más concretamente desde 2015 en patología metastásica, existen múltiples tratamientos que han aumentado la esperanza de vida de estos pacientes. «Anteriormente, en la patología metastásica, con terapia de deprivación estrogénica, la esperanza de vida era menor de cinco años, dependiendo de la carga metastásica. Pero, con los tratamientos actuales, la supervivencia ha aumentado más de siete años. Se ha producido un cambio positivo muy importante teniendo en cuenta, además que nuestra población de referencia está muy envejecida».
Mayo 17/2023 (Diario Médico) – Tomado de Urología – Se ensayan otras nuevas opciones de detección (Seguir leyendo) Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.
may
17
Ser madre es una experiencia sin igual: un momento de alegría, ilusión y amor. Pero, para algunas mujeres, la nueva maternidad puede venir acompañada de emociones difíciles.
Muchas mujeres luchan contra sentimientos de tristeza, ansiedad y agotamiento abrumador. Estas luchas emocionales, unidas a las exigencias físicas del cuidado de un recién nacido, pueden ser signos de una enfermedad llamada depresión posparto (DPP).
¿Qué es la depresión posparto?
Aproximadamente 1 de cada 7 mujeres desarrolla DPP, según StatPearls. Este trastorno del estado de ánimo se produce después del parto. Se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad y desesperación que pueden afectar significativamente a la capacidad de la mujer para funcionar y cuidar de sí misma y de su bebé, según la Biblioteca de Salud del Hospital Mount Sinai.
Síntomas de la depresión posparto
Según el Mount Sinai, la DPP suele comenzar en las primeras semanas tras el parto, aunque puede desarrollarse hasta 6 meses después de dar a luz. Su causa exacta no se conoce del todo, pero pueden contribuir los cambios hormonales, los factores emocionales y los factores relacionados con el estilo de vida, como la falta de apoyo, la privación de sueño y el estrés.
Los síntomas más comunes de la depresión posparto citados en el artículo son:
- Tristeza persistente, desesperanza y sensación de vacío.
- Cambios en el apetito, con pérdida o aumento de peso significativos.
- Alteraciones del sueño, como insomnio o sueño excesivo.
- Fatiga y pérdida de energía
- Dificultad para concentrarse, tomar decisiones o recordar cosas.
- Pérdida de interés o placer en actividades que antes disfrutaba
- Irritabilidad, agitación o inquietud
- Sentimientos de inutilidad, culpa o autoinculpación.
- Pensamientos de muerte o suicidio.
La DPP comparte similitudes con la depresión mayor o menor en cuanto a sus síntomas emocionales y la capacidad de la mujer para cuidar de su recién nacido. «Aunque los criterios son los mismos, la forma en que se presenta a menudo puede ser diferente, o puede quedar enmascarada por el hecho de estar embarazada», explica la Dra. Tiffany Moore Simas, catedrática de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina Chan de la Universidad de Massachusetts. Añadió que hay muchas cosas que pueden ser peligrosas para la madre y el bebé: dificultad para establecer vínculos afectivos, pérdida de apetito, fatiga, insomnio y sentimientos de culpa.
La otra diferencia entre la depresión posparto y la «melancolía posparto» es que los síntomas de la DPP persisten durante más de dos semanas y siguen mermando la capacidad funcional de la madre.
¿Cuánto dura la depresión posparto?
Si no se trata, la DPP puede durar varios años, según los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos. En algunas mujeres, los síntomas persisten más allá del primer año después del parto y se prolongan hasta los primeros años de vida del niño. Es importante señalar que, con el tratamiento y el apoyo adecuados, muchas mujeres pueden recuperarse de la DPP y recobrar su bienestar emocional mucho antes.
¿Qué causa la depresión posparto?
La DPP puede deberse a una combinación de factores biológicos, hormonales, psicológicos y sociales, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG). Entre ellos figuran
Cambios hormonales: Tras el parto, los niveles de estrógeno y progesterona caen en picado. Estas fluctuaciones hormonales, similares a las que se experimentan antes del periodo menstrual, pueden desencadenar depresión y cambios de humor.
Antecedentes de depresión: Las mujeres que han sufrido depresión anteriormente, ya sea antes, durante o después del embarazo, tienen un mayor riesgo de padecer DPP.
Factores emocionales: Las dudas e incertidumbres sobre el embarazo son frecuentes y pueden influir en el bienestar emocional. Los embarazos no planificados o no deseados pueden afectar a la forma en que la mujer se siente con respecto a su embarazo y al feto en desarrollo. Incluso en los embarazos planificados, adaptarse a la idea de un nuevo bebé puede llevar tiempo. Los padres de bebés enfermos o que requieren estancias hospitalarias prolongadas pueden experimentar tristeza, enfado o culpabilidad, lo que puede afectar a su autoestima y a su capacidad para afrontar el estrés.
Fatiga: Las exigencias físicas del parto y la posterior recuperación pueden causar una profunda fatiga. Además, las mujeres que han tenido cesáreas pueden tardar semanas, e incluso más, en recuperar la fuerza y la energía. El agotamiento persistente puede contribuir a sentimientos de vulnerabilidad emocional y aumentar el riesgo de DPP.
Factores relacionados con el estilo de vida: La falta de apoyo de los demás y los acontecimientos vitales estresantes, como la pérdida reciente de un ser querido, las enfermedades familiares o el traslado a una nueva ciudad, pueden aumentar significativamente el riesgo de DPP. Estos factores estresantes externos pueden amplificar los retos emocionales a los que se enfrenta durante el periodo posparto.
Tratamientos de la depresión posparto
La Clínica Mayo afirma que la duración del tratamiento y la recuperación de la depresión posparto pueden variar en función de la gravedad de la depresión y de sus necesidades específicas. Si tienes una tiroides hipoactiva o alguna enfermedad subyacente que contribuya a la depresión posparto, tu médico puede tratarla o derivarte a un especialista que pueda proporcionarte el tratamiento adecuado.
Cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aprobó el primer medicamento específicamente diseñado para tratar la PPD en 2019, marcó un hito importante. Una combinación de medicación y apoyo de un profesional de la salud mental puede proporcionar apoyo adaptado a sus necesidades.
Recursos de ayuda para la DPP
Comprender los síntomas, los factores de riesgo y los recursos disponibles es crucial para apoyar a las mujeres con DPP en su camino hacia la recuperación. Si usted o un ser querido está experimentando signos de DPP, puede buscar ayuda de profesionales sanitarios que puedan proporcionarle un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Además, existen recursos como el sitio web de los CDC sobre salud reproductiva, la línea de ayuda nacional de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias y Postpartum Support International. Estos ofrecen información, redes de apoyo y líneas de ayuda que pueden proporcionar asistencia. Recuerde que hay ayuda disponible y que nadie debe enfrentarse solo a la DPP.
Mayo 17/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Psychology & Psychiatry – Obstetrics & gynaecology Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.
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17
Un estudio presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO), que se celebra en Dublín (Irlanda) del 17 al 20 de mayo, sugiere que el aumento de peso en la adolescencia y la veintena aumenta el riesgo de muerte por cáncer de próstata.
El análisis de los datos de más de 250.000 hombres suecos reveló que el aumento de peso a lo largo de la vida se asociaba al desarrollo de cáncer de próstata en general y de cáncer de próstata agresivo y mortal.
La relación con el cáncer de próstata agresivo y mortal se debía al aumento de peso entre los 17 y los 29 años.
El cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente en los hombres de todo el mundo, con más de 1,4 millones de casos diagnosticados anualmente. Es el cáncer más frecuente en hombres en Suecia, con 10.000 casos al año, y la causa más común de muerte por cáncer en varones, con 2.000 fallecimientos anuales.
Es el cáncer más frecuente en hombres en el Reino Unido, con unos 52.000 casos al año, y la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer en varones, con casi 12.000 muertes al año.
«Saber más sobre los factores que causan el cáncer de próstata es clave para prevenirlo», afirma la Dra. Marisa da Silva, del Departamento de Medicina Traslacional de la Universidad de Lund (Malmö, Suecia).
«Los únicos factores de riesgo bien establecidos, como el aumento de la edad, los antecedentes familiares de la enfermedad y varios marcadores genéticos, no son modificables, por lo que es vital identificar factores de riesgo que puedan cambiarse».
Además, aunque muchos cánceres de próstata son de crecimiento lento y pueden no causar daño a un hombre durante su vida, otros son más agresivos -tienen o es probable que se extiendan rápidamente fuera de la próstata y son más difíciles de tratar- y es importante averiguar si tienen los mismos o distintos factores de riesgo.
Investigaciones anteriores han encontrado pruebas sólidas de que el exceso de grasa corporal aumenta el riesgo de cáncer de próstata mortal. Sin embargo, no están claras las pruebas de que la grasa corporal esté asociada al cáncer de próstata en general. Además, muchos de estos estudios se basaron en mediciones de la grasa corporal en un momento determinado y no evaluaron la agresividad.
Para saber más sobre la relación entre el peso y el cáncer de próstata, el Dr. da Silva y sus colegas analizaron los datos de 258.477 hombres cuyo peso se había medido al menos tres veces entre los 17 y los 60 años, como parte del estudio Obesity and Disease Development Sweden (ODDS).
El peso se midió de forma objetiva (83%), subjetiva (5%) y recordada (12%).
Los hombres, que estaban libres de cáncer de próstata cuando se inscribieron en el ODDS entre 1963 y 2014, fueron seguidos hasta 2019 (mediana de seguimiento de 43 años). Se registraron los diagnósticos de cáncer de próstata y las muertes durante ese tiempo.
Del grupo, 23.348 participantes fueron diagnosticados de cáncer de próstata, con una edad media en el momento del diagnóstico de 70 años, y 4.790 hombres murieron de cáncer de próstata.
El aumento de peso (más de medio kg o 1,1 lb al año) en comparación con un peso estable a lo largo de la vida de un hombre se asoció con un riesgo un 10% mayor de cáncer de próstata agresivo y un 29% mayor de cáncer de próstata mortal.
Un análisis más detallado demostró que esta relación se debía al aumento de peso entre los 17 y los 29 años.
El aumento de peso de un hombre de 1 kg al año entre los 17 y los 29 años (en total, 13 kg) se asocia a un aumento del 13% del riesgo de cáncer de próstata agresivo y del 27% del riesgo de cáncer de próstata mortal.
El Dr. da Silva afirma: «Investigaciones anteriores han relacionado las concentraciones elevadas del factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1), una hormona que interviene en el crecimiento y el desarrollo celular, con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Los niveles de esta hormona se elevan en personas con obesidad y un aumento pronunciado de peso puede alimentar esta elevación y el desarrollo del cáncer.»
Los investigadores concluyen que prevenir el aumento de peso en la edad adulta joven puede reducir el riesgo de cáncer de próstata agresivo y mortal.
El Dr. da Silva añade: «No sabemos si es el aumento de peso en sí o la larga duración del sobrepeso el principal impulsor de la asociación que observamos. No obstante, hay que ganar peso para ser más pesado, por lo que evitar un aumento pronunciado de peso en los hombres jóvenes es imperativo para la prevención del cáncer de próstata.»
Mayo 17/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Oncology & Cancer – Overweight & Obesity Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.
may
16
Investigadores del Instituto Nacional de Ciencia de Materiales (NIMS) y sus colegas japoneses han desarrollado una superficie con un revestimiento especial que responde a la luz y ayuda a comprobar cómo influye la dirección de la gravedad en los movimientos celulares. Los resultados, publicados en la revista Science and Technology of Advanced Materials, podrían ayudar a comprender mejor lo que les ocurre a las células de las personas postradas en cama durante periodos prolongados y el impacto de la dirección de la gravedad en la migración de las células cancerosas.
Las superficies especiales se fabrican recubriendo portaobjetos de vidrio con una combinación de moléculas sensibles a la luz. Al incidir la luz sobre una zona circular central del portaobjetos, las moléculas se rompen y se crea una zona libre de recubrimiento a la que pueden adherirse las células. Una vez estabilizadas en esta zona, los científicos utilizan la luz para despejar el área que rodea el círculo central. Esto anima a las células a moverse hacia fuera para llenar el cuadrado. El equipo investigó qué ocurre con el movimiento celular cuando el portaobjetos se coloca en posición vertical, con las células tumbadas encima y la dirección de la gravedad incidiendo sobre las células de arriba abajo. A continuación, realizaron una prueba similar con el portaobjetos volteado y apoyado a ambos lados, de modo que las células estuvieran invertidas y la dirección de la gravedad fuera desde la parte inferior de las células hacia su parte superior.
«Descubrimos que la dirección de la gravedad dificultaba la migración celular colectiva en la posición invertida al reducir el número de células líderes que se movían hacia el exterior en los bordes de las agrupaciones y al redistribuir los filamentos formadores de forma, compuestos de actina y miosina, de modo que mantenían las células agrupadas», explica la investigadora en biomateriales Shimaa Abdellatef, que realiza un postdoctorado en el NIMS.
Las superficies recubiertas que responden a la luz ofrecen una ventaja sobre los métodos actuales que estudian los efectos de la dirección de la gravedad, ya que requieren un contacto físico con la superficie a la que se adhieren las células. El nuevo método permite inducir a distancia la migración celular.
«Tenemos previsto aplicar nuestro método para analizar las respuestas de las células cancerosas a la dirección de la gravedad», explica Jun Nakanishi, nanocientífico del NIMS que dirigió el estudio. «Esperamos encontrar diferencias entre las células sanas y las enfermas, lo que podría aportar información importante sobre la progresión del cáncer en pacientes encamados».
Mayo 16/2023 (Asia Research News) – Tomado de News Room Copyright 2004 – 2023 Asia Research News
may
16
Las mujeres que experimentan sofocos más intensos tras la menopausia tienen más probabilidades de desarrollar síndrome metabólico e hipertensión arterial, según una investigación presentada en el 25º Congreso Europeo de Endocrinología celebrado en Estambul. Las conclusiones de este estudio a largo plazo ponen de relieve la importancia del uso de la terapia hormonal sustitutiva de la menopausia en estas mujeres.
El síndrome metabólico es un grupo de tres o más afecciones que se dan juntas y que aumentan el riesgo de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y diabetes de tipo 2. Estas afecciones incluyen hipertensión arterial, hiperglucemia, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos. Tras la menopausia, las mujeres corren un mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares.
En este estudio, investigadores de la Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas examinaron a 825 mujeres sanas de entre 40 y 65 años que habían pasado recientemente por la menopausia, en el Hospital Universitario Aretaieion de Atenas (Grecia). Realizaron un seguimiento de estas mujeres a lo largo de 15 años, entre 2006 y 2021, y descubrieron que las que sufrían sofocos de moderados a intensos eran más propensas a desarrollar hipertensión y síndrome metabólico. Además, las mujeres que desarrollaban hipertensión o síndrome metabólico eran diagnosticadas antes cuando experimentaban sofocos más intensos, en comparación con las que no los padecían o los tenían más leves.
Estudios anteriores también han mostrado una asociación entre los sofocos y el riesgo cardiovascular; las mujeres que experimentan sofocos tienen un mayor riesgo de desarrollar distintos tipos de afecciones que afectan al corazón y los vasos sanguíneos. Sin embargo, esta asociación nunca se había estudiado a tan gran escala en mujeres con distintos grados de síntomas. «Nuestro estudio a largo plazo está cuidadosamente diseñado: hemos emparejado a un grupo de mujeres cuidadosamente seleccionadas según la gravedad de los sofocos y su edad, y las hemos seguido durante 15 años», explica la Dra. Elena Armeni, investigadora principal.
Síntomas como los sofocos y los sudores nocturnos pueden empezar alrededor de la menopausia y durar hasta 10 años. Sin embargo, la terapia hormonal sustitutiva -medicación que contiene hormonas que el organismo ya no puede fabricar tras la menopausia- puede utilizarse para tratar los síntomas de la menopausia y proteger la salud a largo plazo, especialmente en mujeres que sufren sofocos de moderados a intensos. «Nuestros resultados vuelven a poner de relieve el papel de las estrategias de prevención cardiovascular, como el uso de la terapia hormonal sustitutiva, que deben aplicarse poco después de la menopausia», afirma el Dr. Armeni. «Debería animarse a este grupo de mujeres sanas que ya son candidatas a la terapia hormonal sustitutiva a optar por este tratamiento».
Los investigadores se interesan ahora por saber si estos factores de riesgo acumulados causan afecciones cardiacas. «Nuestro estudio muestra que las mujeres más sintomáticas después de la menopausia tienen factores de riesgo cardiovascular más prevalentes, pero no está claro si también tienen más probabilidades de desarrollar cardiopatías, diabetes de tipo 2 o sufrir un ictus», afirma el Dr. Armeni. «De ser así, las mujeres con síntomas más molestos necesitarán una educación sanitaria adecuada para asegurarse de que seguirán estando en forma y sanas en la vejez».
Mayo 16/2023 (EurekaAlerts!) – Tomado de News Releases Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS).