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La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó hoy al talco y al acrilonitrilo como productos probablemente cancerígenos, tras varios estudios realizados por expertos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.
Tales resultados fueron publicados este viernes en la revista especializada The Lancet Oncology, el cual analiza dos entornos: el laboral donde los trabajadores están en contacto con el mineral durante la extracción, molienda o procesamiento del talco.
El segundo examina la población general expuesta al uso de cosméticos y polvos corporales que contienen talco.
Si bien las investigaciones no confirmaron una conexión estrictamente directa, la OMS decidió clasificar como probablemente cancerígeno al producto luego de una combinación de estudios parciales en seres humanos -apuntados a desentrañar el cáncer de ovario- y una serie de pruebas realizadas en animales de laboratorio.
El talco es un mineral extraído en muchas regiones del mundo y empleado para cientos de productos, sin embargo, los expertos no descartan ciertos sesgos en los estudios que mostraron un aumento en la incidencia de cáncer.
Uno de los primeros estudios se realizó en la década de 1970, al surgir una preocupación sobre la contaminación del talco con amianto, que a menudo se encuentra cerca de los minerales utilizados para fabricarlo. Posteriormente, se detectó un mayor riesgo de cáncer de ovario en las usuarias de ese polvo, apuntó la OMS.
La agencia sanitaria de la ONU también clasificó como cancerígeno para los humanos al acrilonitrilo, un compuesto orgánico volátil utilizado principalmente en la producción de polímeros, a partir de pruebas suficientes de cáncer de pulmón y pruebas limitadas de cáncer de vejiga.
Estos polímeros se utilizan en fibras para ropa, alfombras, plásticos para productos de consumo o piezas de automóviles, también están presentes en el humo del cigarrillo por lo que la contaminación del aire constituye otra fuente de exposición de la población.
05 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Realizar ejercicios físicos sencillos junto con el tratamiento del cáncer puede prevenir en muchos casos los daños nerviosos que ocasiona la quimioterapia, para los cuales los medicamentos demuestran ser ineficaces, publicó hoy una revista especializada.
Así lo demostró un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Basilea (Suiza), junto con un equipo interdisciplinario de Alemania, cuyos hallazgos aparecen divulgados en JAMA Internal Medicine.
En la pesquisa participaron 158 pacientes de cáncer, de ambos sexos, que recibían tratamiento con oxaliplatino o con alcaloides de la vinca, y fueron divididos al azar en tres grupos.
El primero fue un grupo de control, cuyos miembros recibieron la atención estándar, en tanto los otros dos completaron sesiones de ejercicio dos veces por semana, entre 15 y 30 minutos, en el periodo que duró su quimioterapia.
Uno de estos grupos realizó ejercicios que se centraron principalmente en el equilibrio sobre una superficie cada vez más inestable, mientras el otro entrenó en una plataforma vibratoria.
Los exámenes periódicos realizados durante los siguientes cinco años mostraron que en el grupo de control, aproximadamente el doble de participantes desarrollaron neuropatía periférica inducida por la quimioterapia que en cualquiera de los conjuntos que practicaron ejercicios.
Mientras, los ejercicios realizados junto con la quimioterapia pudieron reducir la incidencia de daño a los nervios entre un 50 y un 70 por ciento.
A la par aumentaron la calidad de vida percibida subjetivamente por los pacientes, hicieron menos necesario disminuir la dosis de medicamentos contra el cáncer y redujeron la mortalidad en los cinco años posteriores a la quimioterapia.
Los expertos detallaron que los participantes que recibieron alcaloides de la vinca y realizaron entrenamiento sensoriomotor tuvieron el mayor beneficio.
04 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Agentes infecciosos virulentos como el coronavirus SARS-CoV-2 pueden inducir daño tisular y, ahora, un estudio liderado por la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) propone un nuevo enfoque para tratar la covid-19: usar un medicamento experimental contra el cáncer.
Hace doce años, investigadores oncológicos de este centro universitario identificaron una molécula que ayuda a las células cancerosas a sobrevivir transportando células inflamatorias nocivas al tejido tumoral.
En esta nueva investigación, demuestran que la misma molécula hace lo mismo en el tejido pulmonar infectado por covid-19, y que la molécula puede suprimirse con un fármaco contra el cáncer reorientado.
El trabajo, publicado en Science Translational Medicine, representa un nuevo enfoque para prevenir daños irreversibles en órganos en enfermedades como la covid-19 y el SARM (acrónimo de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina), que no mejora con el tipo de antibióticos usados para las infecciones por estafilococos.
Los dos actores clave en este planteamiento son unas células inflamatorias llamadas células mieloides y la enzima PI3K gamma, explica un comunicado de la universidad.
Las células mieloides pertenecen al sistema inmunitario innato -la inmunidad con la que se nace antes de exponerse a los agentes patógenos del entorno- y actúan con gran rapidez para eliminar agentes mortales como el SARS-CoV-2, el virus causante de la covid-19.
El trabajo demuestra que los fármacos capaces de impedir el reclutamiento de células mieloides dañinas en tejidos infectados por agentes graves, como la covid-19 o el SARM, tienen un efecto beneficioso significativo en la preservación de la función tisular, si se administran en una fase suficientemente temprana de la infección, afirma la investigadora Judith Varner.
La mayoría de los fármacos covid se dirigen contra el virus, ya sea previniendo la infección o impidiendo que este produzca más de sí mismo después de esta. El enfoque actual se dirige al huésped, evitando que el sistema inmunitario reaccione de forma exagerada o que se acumulen fibras en los pulmones.
Las células mieloides protegen, pero también pueden hacer mucho daño, explica Varner. Si se tiene una pequeña infección, entran en acción, matan bacterias, liberan alertas que reclutan células inmunitarias asesinas aún más potentes y producen sustancias que pueden curar el daño.
Pero si la infección es demasiado fuerte, se produce una sobreproducción de estas señales de alerta y las sustancias que liberan para matar a los agentes infecciosos también pueden afectar al paciente; eso ocurre en la covid.
PI3K gamma promueve el movimiento de las células mieloides hacia los tejidos cancerosos, como descubrió el equipo hace doce años. El trabajo actual demuestra que esta enzima también ayuda a mover las células mieloides hacia tejidos infectados con SARS-CoV-2.
Esta constatación llevó al equipo a pensar que un fármaco contra el cáncer que inhibe PI3K gamma, llamado eganelisib, podría ser eficaz en la supresión de la inflamación en covid-19 mediante la anulación de la capacidad de la citada enzima para mover las células mieloides en el tejido infectado.
Los investigadores secuenciaron tejido pulmonar de pacientes con covid y vieron que muchas de sus células pulmonares mueren y hay un enorme aumento de células mieloides. También descubrieron lo mismo en ratones infectados.
El equipo comprobó que el eganelisib -aún no aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos- impide la entrada de las células mieloides en el tejido para que no puedan hacer todo ese daño. Estudios posteriores determinarán si realmente puede revertir el daño, señalan los investigadores, que también obtuvieron los mismos resultados en ratones infectados con SARM.
04 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Protegerse del sol en edades tempranas, especialmente durante los primeros 30 años y no solo con crema, es clave para reducir el riesgo de cáncer de piel durante el resto de la vida, sobre todo en un contexto de cambio climático que aumenta los días de sol y la radiación.
Así lo explica a EFE la doctora Susana Puig Sardá, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona, con motivo del Día Mundial del Cáncer de Piel.
«Gracias a la cultura de las medidas de fotoprotección, la incidencia de estas enfermedades en poblaciones jóvenes está estabilizada y no se incrementa, a diferencia de los mayores de 60 años», sostiene la doctora Puig.
Esta diferencia entre generaciones se explica por los hábitos durante los años 60, cuando se popularizó la exposición solar recreacional sin medidas de fotoprotección, junto con el incremento de la esperanza de vida.
Así, es en la franja de los mayores de 60 años que de jóvenes no se protegieron entre los que los cánceres de piel están aumentando «exponencialmente», según la dermatóloga.
En cambio, para las nuevas generaciones la exposición al sol se ha visto agravada por el contexto del cambio climático, otro de los factores de riesgo a tener en cuenta que señala la dermatóloga y que debe tomarse en consideración para prevenir los problemas en la piel.
«En Barcelona, por ejemplo, el número de días soleados se ha visto incrementado en las últimas décadas, así como el Índice de Radiación Ultravioleta (IUV)», especifica la responsable de Dermatología del Clínic.
Es por eso que lamenta que la población solo haya aumentado el uso de las cremas fotoprotectoras para protegerse, cuando son necesarias a su juicio más medidas.
«Habría que cambiar los horarios de las actividades al aire libre, usar sombras naturales y usar más gorras y sombreros, por ejemplo», así como «fomentar los diagnósticos precoces», resalta.
Independientemente del tipo de piel, color del pelo y de los ojos, factores históricamente relacionados con un mayor o menor riesgo de contraer enfermedades de la piel, existen otros aspectos que inciden en la gravedad de la exposición al sol, como el momento del día o los productos de protección.
Sobre estos últimos, el presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (FEFAC), Antoni Torres, advierte de que deben ser cremas solares con protección 50+ y preferiblemente de farmacias, donde «pueden asesorar al cliente en función de sus casos particulares».
«La cantidad del fotoprotector para estar protegido durante dos horas es de nueve cucharas medias (de café con leche), protegiendo cara, brazos, piernas, pecho, espalda, y la parte de detrás de ambas piernas», puntualiza a EFE el experto, quien añade una décima cuchara para la cabeza, sobre todo en casos de alopecia.
Torres hace hincapié en que, cuando llega el calor, hay que ponerse crema por la mañana y luego, cada dos horas, aunque en el caso de que la exposición se prolongue o haya una excesiva sudoración, debería ser cada hora, y así hasta que se vaya el sol.
«Acertar en la cantidad es esencial, porque si no es la correcta, no protege. Una protección que debería durar dos horas puede hacer efecto solo media hora o incluso menos», asevera el presidente de la FECAC.
Aparte de la herencia cultural que afecta a los más mayores y a la cantidad y calidad de los productos de fotoprotección, hay otro elemento que se añade a la lista de factores a tener en cuenta para evitar enfermedades dermatológicas: la presión estética.
«Uno de los grandes problemas que tenemos es la valoración estética. Debemos hacer un cambio y tener como modelos, por ejemplo, personas con pieles claras y cuidadas», revela la doctora Susana Puig.
La jefa del Servicio de Dermatología del Clínic vincula esta tendencia a la tanorexia o adicción al bronceado, una condición en la cual una persona genera una necesidad obsesiva para lograr un tono de piel más oscuro.
«El daño que hace la radiación ultravioleta produce la hormona alfa-MSH, que actúa a nivel de receptores opiáceos y crea esta adicción. Sin embargo, protegerse del sol es la mejor estrategia para protegerse de las arrugas y el envejecimiento cutáneo», concluye la doctora Puig. EFE
13 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Los primeros resultados de los estudios en fase preclínica de una vacuna contra el cáncer podrían presentarse ya a finales de este año, declaró hoy el ministro ruso de Salud, Mijaíl Murashko.
El titular, quien intervino al margen del XXVII del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (Spief por sus siglas en inglés) añadió que la vacuna se somete ahora a estudios preclínicos, cuyos primeros resultados esperan recibir a finales de año para pasar después a los ensayos clínicos.
Murashko explicó que la vacuna fue desarrollada conjuntamente por varios equipos científicos: el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, el Instituto de Investigación Oncológica Herzen de Moscú y el Centro de Investigación del Cáncer Blojin.
El Foro Económico Internacional de San Petersburgo se llevó a cabo del 5 al 8 de junio. El tema del encuentro de este año fue La base de un mundo multipolar: formación de nuevos puntos de crecimiento. El evento estuvo organizado por la Fundación Roscongress.
09 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Un estudio en el que ha participado el Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona ha descubierto, mediante la manipulación de una proteína, una posible vía para generar células madre de la sangre desde el laboratorio para combatir la leucemia.
En el estudio, publicado en Nature Communications, un grupo de investigadores ha descrito el papel de la proteína IkBa en el proceso de diferenciación de las células madre hematopoyéticas, claves en la producción de sangre.
La diferenciación celular es un proceso por el cual las células madre son capaces de cambiar y transformarse en otros tipos de células, habitualmente más especializadas, que se encuentran en el cuerpo.
Según ha informado este miércoles el Hospital del Mar, la nueva investigación ha determinado que, al faltar IkBa, estas células madre entran en un estado de quiescencia, es decir, se duermen y mantienen su potencialidad para producir otras células con características distintas a las de la original.
El estado de quiescencia puede permitir el trasplante de estas células madre para usos terapéuticos o en enfermedades de la sangre de origen genético.
Así, la investigación abre la puerta a poder generar este tipo de células en el laboratorio, por la vía de inducirles a que no se diferencien ni que se conviertan en otras células antes de tiempo.
El estudio, en el que también ha colaborado el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (Ciberonc), se ha llevado a cabo a partir de embriones de ratón que se habían modificado para eliminar esta proteína.
Esto permitió a los investigadores demostrar que el número de células madre hematopoyéticas que se generan en los embriones carentes de IkBa es escaso, aunque mantienen su potencial de célula madre y de convertirse en cualquier célula sanguínea.
Los resultados también han revelado que IkBa reduce los niveles de ácido retinoico, básico a la hora de inducir a las células un estado de quiescencia, es decir, que se mantengan inactivas, sin alterar sus características y sin diferenciarse.
«Al eliminar esta proteína, los niveles de ácido retinoico aumentan y esto permite que las células se duerman. Esto enriquece una población de células que hace la función de célula madre más primitiva, la más conservada, y perdura durante toda su vida», ha explicado la doctora Anna Bigas, de Instituto de Investigación del Hospital del Mar y del Instituto Josep Carreras.
Pese a presentar un número reducido, las células madre hematopoyéticas de los embriones modificados no dejaban de tener su potencial de convertirse en otras células.
Según Bigas, en un futuro se podría evitar que se diferencien las células madre hematopoyéticas «y disponer de ellas para trasplantarlas a un paciente».
En estos momentos, la única fuente viable de este tipo de tratamiento es una donación de células madre de una persona sana y que sea compatible con el enfermo.
En este sentido, este proyecto abre la puerta a avanzar hacia el objetivo de generar células madre hematopoyéticas en el laboratorio, teniendo en cuenta los beneficios de una mayor presencia de ácido retinoico, para que se puedan utilizar en múltiples aplicaciones.
«Estas irían desde trasplante directo de células madre a pacientes de leucemia, hasta al tratamiento con terapia génica de otros trastornos», ha detallado la doctora Bigas, quien ha concluido que el siguiente paso debe ser «que los resultados sean trasladables también a células humanas».
05 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia