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Una dieta rica en omega-3 podría ayudar a mejorar la función cerebral y prevenir la demencia asociada con el Alzheimer, según un estudio publicado en Alzheimer’s and Dementia: Diagnosis, Assessment & Disease Monitoring.
De acuerdo con la investigación de un equipo del Barcelona Beta Brain Research Center y el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, el consumo habitual de alimentos ricos en grasas omega-3, de origen vegetal y marino, está relacionado con una mejor capacidad del cerebro para metabolizar la glucosa necesaria para su funcionamiento. El trabajo confirma que el omega-3 tiene un importante papel, ya que contribuye al correcto funcionamiento de los receptores necesarios para la captación de la glucosa en el cerebro, de forma que la incorporación de este producto a la dieta puede ser beneficioso de cara a tener un cerebro resistente a los cambios que están produciéndose antes de la aparición de la enfermedad.
La pesquisa incluyó datos de 320 personas voluntarias, cognitivamente sanas, sin síntomas clínicos de Alzheimer, pero descendientes en su mayoría de individuos afectados por esta enfermedad y por tanto, con un riesgo genético elevado de desarrollarlo.
Los resultados mostraron que los omega-3 de origen vegetal se asociaban a un mejor uso de la glucosa cerebral, especialmente en los participantes con mayor riesgo genético, es decir, portadores del gen APOE-e4.
Por su parte, los omega-3 de origen marino resultaron más beneficiosos en aquellas personas que, pese a no presentar síntomas de Alzheimer, ya empezaban a tener la acumulación de proteínas amiloide y tau, características de la enfermedad.
Los expertos concluyeron que es positivo mantener niveles adecuados de omega-3 en la sangre para prevenir la enfermedad, especialmente en personas con mayor riesgo de desarrollar demencia.
16 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Un estudio realizado en el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) de Asturias ha descubierto que los estímulos ambientales físicos y cognitivos son capaces de lograr un «rejuvenecimiento molecular del cerebro», ha informado el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado.
El estudio, liderado por el CSIC y publicado en la revista Nature Communications, ha permitido generar una amplia colección de datos, al que los científicos se refieren como «atlas molecular» y que describe los cambios moleculares que acontecen en el hipocampo durante el envejecimiento y durante su estimulación cognitiva y física.
La investigación se ha llevado a cabo en el Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina del CINN, centro mixto del CSIC, el Gobierno del Principado de Asturias y la Universidad de Oviedo, y empleó ratones que convivieron durante meses en un espacio con gran diversidad de objetos, como juguetes, rampas o túneles, un ambiente que generó una estimulación importante de su actividad cognitiva, física y social.
Según los investigadores, los resultados son trasladables a humanos que realizasen un cambio en su estilo de vida.
«Los resultados de este trabajo revelan cómo los cambios en nuestro estilo de vida pueden tener un impacto molecular y epigenético en el organismo y ser utilizados en intervenciones de envejecimiento saludable», ha apuntado Mario Fernández Fraga, coordinador del Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina del CINN y colíder del estudio.
16 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Las personas de hábitos nocturnos tienen mejores resultados cognitivos que las madrugadoras, pero tal condición no significa que todos debamos trabajar de noche, sugiere un estudio difundido hoy aquí.
Publicado en la revista BMJ Public Health, la pesquisa demuestra que el cronotipo (influenciado por la genética y impulsado por su ritmo circadiano) puede incidir en las capacidades cognitivas generales de un individuo.
El estudio analizó los datos de más de 26 000 personas tras una serie de pruebas cognitivas, cuyo objetivo era averiguar cómo diferentes aspectos del sueño -como la duración, los patrones y la calidad- podían afectar la agudeza mental y la capacidad cognitiva en general.
Los investigadores descubrieron que dormir entre siete y nueve horas por noche es lo óptimo para una buena función cerebral, pero que el cronotipo de una persona también tiene un impacto en ella.
Los adultos que son naturalmente más activos de noche tienden a obtener mejores resultados en las pruebas cognitivas que los que son madrugadores, señala la autora principal, Raha West, del Imperial College de Londres, en un comunicado de prensa que circuló el sitio del medio Deutsche Welle.
Más que ser meras preferencias personales, estos cronotipos podrían influir en nuestra función cognitiva, añadió West.
Pero eso no significa que todas las personas madrugadoras tengan un peor rendimiento cognitivo. Los hallazgos reflejan una tendencia generalizada en la que la mayoría de quienes prefieren estar activos en las horas nocturnas pueden llegar a tener una mejor cognición, indica West.
12 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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El neurofisiólogo experto en medicina del sueño del Hospital Clínico de Valencia, el doctor Manuel de Entrambasaguas, ha afirmado que la terapia cognitivo conductual para el insomnio es la más rentable y efectiva, ya que «la persona que responde a la terapia cognitivo-conductual para insomnio adquiere herramientas que le permiten entender qué hay detrás de su insomnio y cómo manejarlo».
Según un estudio elaborado por el grupo de trabajo de Insomnio de la Sociedad Española de Sueño (SES) y presentado en la última reunión anual de la sociedad, la prevalencia del insomnio crónico se ha duplicado en España desde 1999 hasta la actualidad, pasando de afectar al 6,4 % de la población adulta a hacerlo sobre el 14%, lo que supone que 5,4 millones de personas sufren este trastorno del sueño en España.
Según el miembro del grupo de trabajo de Insomnio de la SES, esos costes indirectos se derivan, por un lado, de que las personas con trastorno de insomnio consumen más recursos sanitarios (más consultas, más fármacos, más pruebas diagnósticas y más hospitalizaciones) porque presentan una mayor morbilidad general, «ya que el insomnio influye negativamente en la salud física y mental, y cuando no se trata, empeora las enfermedades a las que se asocia».
Por otro lado, señala el experto, estarían los costos indirectos relacionados con la pérdida de la productividad laboral, al existir un mayor riesgo de accidentes y absentismo laboral, pero sobre todo de «presentismo» laboral.
En 2023, un estudio de la corporación RAND estimó que el impacto económico del trastorno de insomnio crónico sobre la productividad en España fue del 0,82 % del PIB. «Si extrapoláramos las cantidades estimadas por la corporación RAND a los datos actualizados de prevalencia del insomnio crónico aportados por nuestro estudio, el impacto económico en nuestro país sería enorme, de más del doble de su estimación», subraya de Entrambasaguas.
En su opinión otro de los beneficios de la terapia cognitivo conductual es que es «una de las opciones más rentables» para el abordaje de este tratamiento del sueño y que es la que «puede aportar más beneficios económicos a largo plazo, especialmente en cuanto a eficacia duradera y reducción de costes». «El principal beneficio de la terapia cognitivo-conductual para insomnio es su mayor eficacia frente a fármacos, tanto a corto como a largo plazo.
«Su beneficio se basa, en gran medida, en lo que dice un conocido proverbio chino: Dale a una persona un pescado y lo alimentarás durante un día; enséñale a pescar y lo alimentarás para toda la vida», reflexiona el portavoz de la SES.
EN QUÉ CONSISTE LA TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL
La terapia, explica Manuel de Entrambasaguas, es un sistema de tratamiento, que puede darse en formato individual o grupal, con múltiples componentes. El primero pasa por adquirir un estilo de vida favorecedor de la salud del sueño. El segundo, por corregir las creencias erróneas acerca del sueño y el insomnio, que generan mayor inquietud y lo empeoran. El tercero, por corregir también las conductas inadecuadas que aparecen como consecuencia del insomnio, y sustituirlas por estrategias útiles. Y el cuarto, por disminuir la hiperactivación, que es el aumento diurno o la falta de desactivación nocturna de la actividad mental en forma de pensamientos que no paran, emociones mal reguladas, y tensión en el cuerpo.
«Esta terapia mejora de forma significativa el insomnio en el 50 % de los casos. Podemos decir incluso que lo cura, y en estas personas se puede llegar a retirar la medicación para dormir si la estaban consumiendo, dado que la expectativa es que su mejoría sea persistente», afirma el experto, que señala que en otro 25 % de los pacientes la mejora es parcial, algo que puede deberse a que algunos pacientes tienen dificultades para seguir las instrucciones y estrategias propuestas.
«En estos casos también se pueden emplear fármacos como rescate puntual, a temporadas, o a bajas dosis de forma más persistente, siguiendo siempre la evolución del paciente», apunta de Entrambasaguas, que destaca que una correcta aplicación de la terapia requiere un diagnóstico correcto y completo del paciente que recoja todas sus características (incluyendo su historia personal y familiar, sus rasgos biológicos, las circunstancias laborales y sociales que influyen en su sueño, así como sus comorbilidades).
«La terapia cognitivo-conductual es un traje a medida, es medicina de precisión», añade el experto, que lamenta que pese a los buenos resultados en España aún sean «escasas» las Unidades del Sueño multidisciplinares «en las que profesionales de distinto origen abordan de forma conjunta los trastornos del sueño».
En su opinión, un error, ya que los trastornos del sueño, y especialmente el insomnio, «son transversales e implican a distintos profesionales». Esta falta de trabajo multidisciplinar, unida a la falta de tiempo, de formación, o desconocimiento de la oferta cuando existe, según el portavoz de la SES, suele derivar en que «muchas veces se despache a los pacientes que padecen insomnio con pastillas para dormir, sin una valoración adecuada ni un seguimiento posterior».
10 julio 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Fumar puede ser uno de los factores de estilo de vida más importantes que afectan la rapidez con la que las habilidades cognitivas declinan a medida que se envejece, sugirió un nuevo estudio divulgado hoy.
La pesquisa fue desarrollada por investigadores del Colegio Universitario de Londres, quienes analizaron datos de 32 000 adultos de 50 años o más de 14 países europeos que respondieron a encuestas durante 10 años, según publicó Nature Communications.
Analizaron cómo las tasas de deterioro cognitivo podrían diferir entre adultos mayores cognitivamente sanos con diferentes combinaciones de comportamientos relacionados con la salud, incluido el tabaquismo, la actividad física, el consumo de alcohol y el contacto social.
La función cognitiva se evaluó de acuerdo con el desempeño de los participantes en pruebas de memoria y fluidez verbal.
Los participantes fueron agrupados por estilos de vida en función de si fumaban o no, si realizaban actividad física moderada y veían a amigos y familiares al menos una vez por semana y si bebían más o lo mismo.
Descubrieron que los estilos de vida en los que se fumaba tenían puntuaciones cognitivas que se reducían hasta un 85 % más en 10 años que en los estilos de vida en los que no se fumaba.
La excepción fueron los fumadores que tenían un estilo de vida saludable en todas las demás áreas, es decir, hacían ejercicio regularmente, bebían alcohol con moderación y socializaban regularmente; este grupo tenía una tasa de deterioro cognitivo similar a la de los no fumadores.
En opinión de la doctora Mikaela Bloomberg, autora principal del estudio, «nuestros hallazgos sugieren que, entre los comportamientos saludables que examinamos, no fumar puede ser uno de los más importantes en términos de mantenimiento de la función cognitiva».
Para las personas que no pueden dejar de fumar, nuestros resultados sugieren que adoptar otros comportamientos saludables, como el ejercicio regular, el consumo moderado de alcohol y la actividad social, puede ayudar a compensar los efectos cognitivos adversos asociados con el tabaquismo, añadió.
05 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Las autoridades israelíes realizarán una inspección del agua en el lago de Tiberíades luego de que un hombre de 25 años resultó infectado por la ameba Naegleria fowleri, reporta el diario The Jerusalem Post.
El paciente, sin enfermedades preexistentes, fue ingresado en una UCI en estado crítico a causa de meningoencefalitis amebiana, una infección rara causada por la ameba Naegleria fowleri. Se supone que se infectó en una playa de la costa occidental del lago de Tiberíades conocido también como mar de Galilea, lago de Genesaret y lago de Kineret.
«El Ministerio de Salud envió inspectores de salud ambiental para verificar y tomar muestras del agua para una investigación adicional», escribe el periódico.
La ameba Naegleria fowleri, conocida popularmente como ameba «comecerebros», suele encontrarse en agua dulce tibia. No causa enfermedad si se ingiere, pero puede resultar mortal cuando asciende por la nariz durante algunas actividades como buceo o esquí acuático.
Esta infección, que comienza con dolor de cabeza intenso, fiebre, náuseas y vómitos y luego progresa a rigidez cervical, convulsiones y coma, es bastante rara. Se han reportado hasta la fecha unos 400 casos a lo largo del mundo. La enfermedad puede desarrollarse hasta nueve días después de la infección.
05 julio 2024|Fuente: Sputnik |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia