jul
20
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó hoy que se investiga la probable transmisión vertical (de madre a hijo antes o inmediatamente después del parto) del virus Oropouche (OROV) en Brasil.
En el gigante sudamericano fueron reportados recientemente varios casos de gestantes infestadas por el virus cuyos fetos murieron y durante su análisis se detectó material genético de OROV en la sangre del cordón umbilical y en tejidos de varios órganos, incluidos el cerebro, hígado, riñones, pulmones, corazón y el bazo, lo cual es un indicativo de transmisión vertical.
La OPS/Organización Mundial de la Salud instó a los Estados Miembros a que se mantengan alerta ante la ocurrencia de eventos similares en sus territorios y a que notifiquen su ocurrencia a través de los canales establecidos en el Reglamento Sanitario Internacional.
Según la alerta epidemiológica de la OPS, hasta el 16 de julio de 2024 han sido notificados 7 688 casos confirmados de Oropouche en cinco países de la Región de las Américas.
Estos son: Bolivia, con 313 casos, Brasil (6 976), Colombia (38), Cuba (74) y Perú (287).
Durante el último trimestre se han notificado casos de OROV en zonas y países donde no se habían registrado casos autóctonos previamente.
OROV se transmite al ser humano principalmente a través de la picadura del jején Culicoides paraensis que está presente en la Región de las Américas, pero también puede ser transmitido por el mosquito Culex quinquefasciatus.
Así, la proximidad de criaderos de los vectores a los lugares de habitación humana es un factor de riesgo importante para la infección.
Las medidas de control vectorial se enfocan en la reducción de las poblaciones de los vectores mediante la identificación y eliminación de los lugares de desarrollo y reposo de ellos.
Estas medidas incluyen: fortalecer la vigilancia entomológica para la detección de especies con potencial vectorial, mapear las áreas urbanas, periurbanas y rurales con condiciones para el desarrollo de los potenciales vectores, y el fomento de buenas prácticas agrícolas para evitar la acumulación de residuos que sirvan de sitios de reproducción y reposo.
Adicionalmente se deben tomar medidas para prevenir la picadura de los vectores, las cuales se refuerzan en el caso de las mujeres embarazadas.
Entre estas se encuentran la protección de viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas (de esta manera también se previenen otras arbovirosis), y uso de prendas que cubran piernas y brazos, sobre todo en casas donde existe alguien enfermo.
También el empleo de repelentes que contienen DEET, IR3535 o icaridina, los cuales se pueden aplicar en la piel expuesta o en ropa de vestir, y su empleo debe estar en estricta conformidad con las instrucciones de la etiqueta del producto.
Los expertos destacan que en situaciones de brote deben evitarse las actividades al aire libre durante el periodo de mayor actividad de los vectores, es decir, al amanecer y atardecer.
18 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
jul
19
Brotes de enfermedades como cólera, sarampión, malaria, dengue, meningitis o tos ferina han sido detectados entre poblaciones desplazadas por la guerra civil en Sudán, advirtió este miércoles la directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la saudí Hanan Balkhy.
La responsable de la agencia sanitaria para Oriente Medio indicó, en rueda de prensa, que la falta de agua potable y medidas de higiene en las zonas donde se refugian estos desplazados han contribuido al aumento de casos de estas enfermedades en diversos estados de Sudán.
«La gente que vive en los estados de Darfur, Kordofán, Jartum y Al Yazira está básicamente aislada de toda ayuda humanitaria», agregó la responsable regional de la OMS.
Expresó su especial preocupación por la situación en la asediada ciudad de Al Fasher, último bastión del ejército sudanés en Darfur, donde unas 800 000 personas tienen escaso acceso a alimentos y suministros sanitarios.
Como en otras zonas de la región afectadas por conflictos, Balkhy denunció los frecuentes ataques de las partes combatientes a instalaciones sanitarias, habiendo contabilizado 82 desde el inicio de las hostilidades en abril de 2023, con 54 muertos.
17 julio 2024|Fuente: EFE|Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
jul
19
Las autoridades sanitarias siguen hoy atentas a la evolución de una decena de casos con ántrax, una enfermedad que ya le costó la vida a dos personas en las últimas horas.
En estos momentos 10 ciudadanos están hospitalizados en la nación caribeña tras consumir carne de res contaminada. La intoxicación ocurrió en Bayara, la primera sección comunal de Petit-Goâve, precisó el diario digital Haití Libre.
De acuerdo con la literatura médica, el ántrax, también llamado carbunco, es una enfermedad infecciosa causada concretamente por la bacteria Bacillus anthracis.
Las bacterias causantes del ántrax son formadoras de esporas, unas estructuras muy resistentes que les permiten sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo.
Se trata de una bacteria zoonótica, es decir, que se puede transmitir de animales a personas. En este caso, sus hospedadores naturales son los rumiantes de ganadería como las vacas, ovejas y cabras, y también algunos animales de caza.
Los humanos se pueden infectar al tener contacto directo con el animal enfermo o de productos provenientes de un ejemplar con ántrax.
Una vez que estas esporas se ingieren, inhalan o ingresan al cuerpo a través de cortes en la piel, pueden multiplicarse y producir unas toxinas sumamente potentes.
Cuando se trata del ántrax cutáneo, en la zona expuesta aparece una llaga que produce picazón y que cambia su color a negro.
Puede ir acompañada de otros síntomas como dolor de cabeza y muscular, fiebre y vómitos.
El gastrointestinal, inicialmente se presenta como una intoxicación alimentaria que empeora, produciendo dolor abdominal intenso, vómitos de sangre y diarrea grave.
Mientras que el pulmonar, el más peligroso de todos, tiene una sintomatología inicial parecida al resfriado común, que evoluciona a dificultades respiratorias graves y shock.
17 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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18
Los virus de ARN, que tienen el ácido ribonucleico o ARN como material genético en lugar de ADN o ácido desoxirribonucleico, tienen unas de las tasas de mutación más altas de la naturaleza. Esto les permite burlar al sistema inmune para seguir contagiando, y hace más difícil crear fármacos para evitarlo. Ahora, un equipo del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València (UV), ha realizado el primer análisis sobre cómo afectan las mutaciones al proteoma completo (grupo completo de proteínas elaboradas por un organismo) de un virus de ARN, encontrando una variabilidad significativa en la tolerancia a las mutaciones entre las diferentes proteínas virales. Esto facilitará el desarrollo de fármacos que reduzcan la probabilidad de que el virus desarrolle resistencia. Los resultados se publican en la revista Plos Biology.
La alta tasa de mutación de los virus de ARN se debe a que su replicación la controla una proteína, llamada ARN polimerasa, con tendencia a cometer errores al generar nuevas copias del genoma del virus. Estas mutaciones presentan una distribución heterogénea, sugiriendo que las distintas proteínas virales difieren en su forma de tolerar mutaciones. Para entender este fenómeno, los autores del estudio realizaron un análisis exhaustivo sobre cómo las mutaciones en las distintas proteínas codificadas por el genoma viral afectan a la viabilidad de un virus humano de ARN, el coxsackievirusB3, que provoca una inflamación grave del corazón en humanos.
Utilizando una técnica denominada ‘escaneo mutacional profundo’, con la que producen poblaciones de virus que codifican casi todas las mutaciones posibles y detectan la frecuencia de estos cambios utilizando las últimas técnicas de secuenciación genética, los autores han podido determinar el efecto de más de 40 000 mutaciones y 1 300 deleciones (pérdida de material genético) en la viabilidad del virus. «Es necesario generar poblaciones virales que alberguen una gran cantidad de diversidad y ser capaz de secuenciarlas con alta fidelidad. Pocos laboratorios pueden hacer esto», afirma Ron Geller, investigador del CSIC en el I2SysBio que lidera el estudio.
Bolsillos para alojar fármacos antivirales
Los autores encontraron una variabilidad significativa en la tolerancia a las mutaciones entre las diferentes proteínas virales. Esta variabilidad está relacionada con características estructurales y funcionales específicas de cada proteína. Además, observaron que estos efectos se mantienen en diferentes tipos de células, con excepción de algunos residuos involucrados en la entrada del virus en la célula. Esto remarca la importancia de los factores de entrada en el proceso de expansión viral, sostienen los investigadores.
«Analizamos los llamados ‘bolsillos’ [pockets, en inglés], unos huecos en las proteínas virales con propiedades favorables para ser atacadas por moléculas pequeñas de fármacos. Encontramos doce pockets de este tipo repartidos en diferentes proteínas virales», revela Geller. «A continuación, descubrimos que algunos de estos pockets son muy intolerantes a las mutaciones, por lo que es probable que cualquier mutación que conduzca a la resistencia a los fármacos también sea letal para el virus, lo que evitaría la propagación de dichos mutantes. Otros mostraron una tolerancia muy alta a las mutaciones, por lo que puede que no sean buenas dianas farmacológicas», argumenta el investigador del CSIC.
Desarrollo de fármacos
Este es el primer análisis de cómo las mutaciones afectan un proteoma completo de un virus humano de ARN hecho hasta la fecha, lo que permite hacer una comparación directa entre las distintas clases de proteínas de su tolerancia a mutaciones, destacan los investigadores. Los resultados del estudio proporcionan un conjunto de datos que ayuda a entender mejor la biología y la evolución de este tipo de virus, que pertenece a una familia de virus con una relevancia médica para humanos (poliovirus, rinovirus, enterovirus A71…).
«Uno de los principales desafíos en el desarrollo de moléculas antivirales es la aparición de mutaciones que permiten al virus escapar de estos fármacos», explica Geller. «Los datos proporcionados en este estudio sobre la tolerancia de las proteínas virales a las mutaciones podrían utilizarse para identificar regiones con baja tolerancia a las mutaciones, facilitando el desarrollo de fármacos que reduzcan la probabilidad de que el virus desarrolle resistencia».
17 julio 2024|Fuente: CSIC |Tomado de |Noticia
jul
18
Dos personas murieron y 10 están hospitalizadas en Haití tras consumir carne de res contaminada con ántrax, informó hoy la prensa local.
La intoxicación ocurrió en Bayara, la primera sección comunal de Petit-Goâve, precisó el diario digital Haití Libre.
De acuerdo con la literatura médica, el ántrax, también llamado carbunco, es una enfermedad infecciosa causada concretamente por la bacteria Bacillus anthracis.
Las bacterias causantes del ántrax son formadoras de esporas, unas estructuras muy resistentes que les permiten sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo.
Se trata de una bacteria zoonótica, es decir, que se puede transmitir de animales a personas. En este caso, sus hospedadores naturales son los rumiantes de ganadería como las vacas, ovejas y cabras, y también algunos animales de caza.
Los humanos se pueden infectar al tener contacto directo con el animal enfermo o de productos provenientes de un ejemplar con ántrax.
Una vez que estas esporas se ingieren, inhalan o ingresan al cuerpo a través de cortes en la piel, pueden multiplicarse y producir unas toxinas sumamente potentes.
Cuando se trata del ántrax cutáneo, en la zona expuesta aparece una llaga que produce picazón y que cambia su color a negro.
Puede ir acompañada de otros síntomas como dolor de cabeza y muscular, fiebre y vómitos.
El gastrointestinal, inicialmente se presenta como una intoxicación alimentaria que empeora, produciendo dolor abdominal intenso, vómitos de sangre y diarrea grave.
Mientras que el pulmonar, el más peligroso de todo tiene una sintomatología inicial parecida al resfriado común, que evoluciona a dificultades respiratorias graves y shock.
16 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
jul
17
La microbiota intestinal produce enzimas que inactivan las hormonas responsables del control de glucosa en sangre, según ha revelado un estudio liderado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España.
La investigación, publicada en Genome Biology, presenta un hallazgo clave para mejorar el tratamiento frente a la diabetes tipo 2, ya que abre la puerta a desarrollar fármacos frente a enzimas de origen bacteriano y mejorar los tratamientos, según ha informado este martes el CSIC.
La microbiota intestinal, el conjunto de microorganismos que habita el intestino, controla varios aspectos relacionados con el metabolismo humano y el comportamiento alimentario, y también tiene estrecha vinculación con el desarrollo de afecciones metabólicas como la diabetes o la obesidad.
Según este estudio, algunas bacterias intestinales producen unas sustancias con una función idéntica a la enzima humana DPP-4, responsable de la degradación de las incretinas, las hormonas que controlan la glucosa en sangre ya que son las causantes de la secreción de insulina por parte del páncreas cuando se ingiere comida.
Las dos incretinas principales son el polipéptido inhibidor gástrico (GIP) y el péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), hormonas con las que la DPP-4 interacciona directamente. La investigación del IATA-CSIC evidencia que las enzimas producidas por las bacterias, con un comportamiento idéntico a la DPP-4, también interactúan con estas hormonas.
«Hasta ahora sabíamos que la actividad de la dipeptidil peptidasa-4 o DPP-4 producida por las células humanas empeoraba la respuesta a la glucosa, porque rompe e inactiva las incretinas, responsables de que se libere la insulina tras la ingesta de comida. Ahora hemos detectado que algunas bacterias intestinales producen un homólogo del DPP-4. Se trata de un mecanismo a través del cual la microbiota puede empeorar nuestra salud metabólica», explica Marta Olivares, investigadora del CSIC en el IATA y una de las autoras del estudio.
La investigación farmacéutica para el tratamiento de la diabetes tipo 2 ha puesto el foco en la interacción entre DPP-4 y las incretinas, intentando aumentar la vida útil de estas inhibiendo a la actividad de la enzima DPP-4.
«Estos fármacos se han diseñado para actuar sobre la DPP-4 humana, pero no sabíamos que algunas bacterias intestinales producen enzimas que actúan de manera idéntica», afirma Alfonso Benítez, científico del CSIC en el IATA y autor del estudio.
Los resultados del trabajo muestran que, si bien algunos fármacos son efectivos para impedir la acción de las enzimas homólogas a DPP-4 de las bacterias del género Parabacteroides merdae, otros medicamentos no tienen ningún efecto sobre su comportamiento. Es decir, los inhibidores utilizados habitualmente las terapias antidiabéticas varían en su capacidad de acción frente a las enzimas bacterianas.
El equipo de investigación destaca la importancia de desarrollar tratamientos que actúen frente a las enzimas de origen bacteriano. «Nuestro hallazgo muestra la necesidad de incorporar este factor para conseguir unas terapias más efectivas frente a la diabetes tipo 2″, afirma Benítez.
Los autores señalan que su estudio «aporta evidencias científicas sobre el posible papel causal de la microbiota en el desarrollo de la diabetes tipo 2, y destaca la necesidad de abordar no sólo los factores dietéticos, sino también la composición y la funcionalidad de las bacterias intestinales en dicha enfermedad».
16 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia