jul
22
Habitantes y turistas sofocados, bosques en llamas e incluso una invasión de saltamontes en Italia: desde hace más de una semana, una nueva ola de calor azota el este y el sur del continente europeo.
«No logramos dormir. Sin aire acondicionado, es imposible», se queja Alexandre Tudor, un habitante de la capital rumana, Bucarest.
Al igual que Rumania, todo el este de Europa está inmerso en una ola de calor, la tercera de la temporada.
«Es exactamente lo que predijeron los científicos», señaló a la AFP el profesor Ilan Kelman, del University College de Londres.
«Esto es parte integrante del cambio climático provocado por los seres humanos, y sólo empeorará en el futuro si no actuamos», añadió.
Pistas de aeropuerto afectadas
El aeropuerto húngaro de Debrecen, el segundo del país, tuvo que cerrar temporalmente porque el calor dañó sus pistas. Y la compañía ferroviaria nacional MAV aconsejó a sus pasajeros tomar autobuses con aire acondicionado.
En la vecina Rumania, los cortes de electricidad se multiplican en los hospitales debido a los picos de consumo de aire acondicionado.
Un hombre de 45 años murió debido al calor en la ciudad de Botosani (norte) y en varias ciudades del país se batieron récords de temperatura por la noche, con el termómetro manteniéndose por encima de los 27 ºC.
«Es muy preocupante que las temperaturas no bajen. Si los organismos no tienen tiempo de enfriarse durante la noche es probable que el número de muertos aumente», advirtió el profesor Kelman.
Los incendios arrasaron con miles de hectáreas en Macedonia del Norte, Albania y Bulgaria.
Según Hannah Cloke, climatóloga de la Universidad de Reading, «los habitantes de las ciudades europeas tendrán que adaptar no sólo sus infraestructuras sino también sus hábitos hacer frente a olas de calor más intensas en el futuro».
«En el futuro podría ser casi imposible salir a la calle en determinados días», advirtió.
«Tendremos que acostumbrarnos»
Las olas de calor son cada vez más probables y agudas como consecuencia del cambio climático, estiman los expertos.
Europa es el continente que más se está calentando, con temperaturas que aumentan el doble de rápido que la media mundial.
Algunas regiones de Grecia llevan ya más de 10 días inmersas en temperaturas superiores a los 40 ºC.
El calor es tan intenso que la Acrópolis de Atenas, el lugar más turístico del país, ha tenido que cerrar sus puertas varios días, durante las horas más calurosas de la jornada.
El jueves, en el centro de Atenas, Sam Rizek, un mesero de 19 años, intentaba atraer a clientes que buscaban un poco de sombra. «Aquí en Grecia tendremos que acostumbrarnos» a las olas de calor, dijo resignado.
Prohibido trabajar al aire libre
La economía también ha tenido que adaptarse a las temperaturas.
En Sicilia, desde el miércoles, está prohibido trabajar en la agricultura y la construcción entre las 12:30 y las 16:00 hora local los días en que el riesgo de trabajar al aire libre es «alto». La medida estará vigente hasta el 31 de agosto.
Un total de 14 ciudades italianas, entre ellas Roma y Florencia, fueron declaradas en «alerta roja» a causa del calor y la humedad.
Debido a las temperaturas, varias regiones italianas sufrieron una invasión de saltamontes, alertó el sindicato agrícola Coldiretti.
El riesgo de incendios forestales era particularmente alto en Portugal, mientras que en España, tras un inicio de verano con temperaturas por debajo de las habituales, el calor recién empieza a sentirse, pero en los próximos días se espera que suban los termómetros, con 44 ºC en el sur de la península.
19 julio 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un estudio realizado en 130 países demuestra que el cambio climático afecta a los niños y, especialmente, a los de las zonas con ingresos medios y bajos.
Así lo recoge el artículo «Clima, tiempo y salud infantil: cuantificación de los beneficios colaterales para la salud», publicado en Environmental Research Letters que revela una brecha tras combinar amplios datos de salud infantil de varios países con datos climáticos de alta resolución.
La investigación realizada por Shouro Dasgupta, del Centro Euro Mediterráneo sobre el el Cambio Climático (CMCC), y Elizabeth Robinson, directora del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente, señala que cuantificar los efectos negativos del cambio climático en la salud infantil e identificar las zonas donde los menores corren mayor riesgo puede favorecer la formulación de políticas basadas en la evidencia.
La investigación se centra especialmente en el estudio de los impactos del cambio climático en la salud de los niños en países de ingresos bajos y medios, tras una revisión científica reciente que notó la falta de atención a los efectos en la población infantil en esas naciones.
El cambio climático impacta negativamente la salud de las personas de maneras complejas que varían con el tiempo y entre regiones, dice el estudio, con efectos directos como el aumento de la mortalidad durante las olas de calor y efectos indirectos como cambios en la propagación de enfermedades infecciosas.
Según el análisis de los datos, el cambio climático en esos países influye en la mortalidad, la emaciación (pérdida de masa corporal) y en el retraso del crecimiento en un segmento de la población particularmente vulnerable a los impactos.
El estudio identifica, por ejemplo, una relación compleja y no lineal entre los aumentos de temperatura y los resultados de salud infantil. Sin embargo, los resultados muestran que tanto los aumentos graduales de la temperatura como los impactos climáticos agudos, así como las sequías y las olas de calor, afectan negativamente la salud de los niños.
Dasgupta, primer autor del estudio, precisa que «tanto los impactos climáticos graduales como los agudos empeoran la salud infantil».
En su opinión, «se prevé que estos impactos serán mayores en el futuro a medida que aumente la temperatura y aumente la frecuencia e intensidad de los eventos extremos».
Según los datos, se prevé que Arabia Saudita, Chad, Kuwait y Burkina Faso experimentarán los mayores aumentos de la mortalidad infantil en el mediano plazo, mientras que Sudán, Etiopía, Kenia, Níger, Malí y Mauritania enfrentan los mayores riesgos a largo plazo.
Por ello, el estudio subraya los importantes beneficios para la salud de los niños el alcanzar escenarios de bajas emisiones, recogidos en el Acuerdo de París sobre cambio climático.
El artículo destaca «los claros beneficios colaterales para la salud que se pueden obtener en todo el mundo con mayores esfuerzos tanto para reducir las emisiones como para adaptarse al clima ya cambiante», asegura Robinson, otra autora del estudio.
El estudio resulta crucial para los tomadores de decisiones políticas, según el CMCC que subraya la importancia de la incorporación de datos socioeconómicos con la ciencia climática.
17 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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18
El gobierno de Grecia ordenó hoy a algunas empresas la cancelación de algunas tareas pesadas al aire libre en horas de la tarde por esta semana mientras el país sufre otra ola de calor.
Constructores, repartidores de alimentos, mensajeros y armadores están entre los que tendrán que pausar el trabajo desde el mediodía hasta las cinco de la tarde de martes a viernes, ya que se esperan picos de 43 °C en algunas partes, informaron fuentes del Ministerio de Trabajo.
Dado que en la mayor parte del país ha llovido poco o nada en meses, muchas de sus islas, que atraen a millones de turistas durante el verano, también lidian con escasez de agua.
Según la prensa local al menos seis turistas, entre ellos el conocido presentador de televisión británico Michael Mosley, murieron el pasado mes aquí a causa del intenso calor.
16 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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16
Entre 2002 y 2022, una media de casi 1 500 personas fueron atendidas en hospitales de Alemania debido al calor y a la fuerte radiación solar, indican cifras suministradas hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
«El calor extremo es también un problema para la salud de la población aquí en Alemania», afirmó la entidad oficial. En el mismo periodo, el número de muertes causadas directamente por el calor alcanzó una media de 20 casos al año.
Sin embargo, las temperaturas muy altas provocan un aumento global de la mortalidad, ya que en muchos casos tienen un efecto indirecto, y la combinación de calor y enfermedades preexistentes aumenta el riesgo de muerte.
Según Destatis, el número de tratamientos hospitalarios relacionados con el calor suele ser mayor en los años con muchos días de calor. De acuerdo con la definición del Servicio Meteorológico Alemán, los días de ola de calor son aquellos en los que las temperaturas alcanzan los 30 grados centígrados o más.
Como ejemplo, los expertos en estadística citaron el año 2015, que tuvo un número comparativamente elevado de días calurosos con una media de 17,6 días. En ese año, el número de casos de daños causados por el calor y la luz solar atendidos en el hospital, por ejemplo, fue un 59 % superior a la media de los años 2002 a 2022, con un total de 2 322.
A tenor de los datos, 60 fallecimientos en el mismo año se debieron al calor o la luz solar, tres veces más que la media de los años 2002 a 2022.
Asimismo, la entidad contabilizó el mayor número de tratamientos hospitalarios (2 600) y comparativamente el mayor número de fallecimientos (41) debidos al calor o la luz solar en 2003, año en el que también hubo relativamente muchos días de calor, con una media de 19,0.
En su estudio, la Oficina Federal de Estadística hace referencia a las cifras de las estadísticas hospitalarias y las estadísticas sobre causas de muerte, así como a los datos del Servicio Meteorológico Alemán.
15 julio 2024|Fuente: DPA |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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8
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) de España ha recordado este viernes que algunos medicamentos agravan los efectos del calor en la salud, como diuréticos, antiinflamatorios o antidepresivos, y ha apelado a una correcta conservación de hasta 7 500 presentaciones, la mitad de las comercializadas.
El CGCOF ha lanzado este aviso coincidiendo con el incremento de los termómetros en España, por lo que ha querido dar una serie de recomendaciones que han de cumplirse para esquivar el impacto de las altas temperaturas en la salud.
Por una parte, señala que hay fármacos que pueden favorecer la deshidratación o la pérdida de electrolitos, como los diuréticos; otros afectan a la funcionalidad del riñón, como los antiinflamatorios, y también hay algunos que interfieren con los mecanismos de pérdida de calor del cuerpo, como los antihistamínicos o tratamientos para el Parkinson.
Además, analgésicos como tramadol o los antipsicóticos para la esquizofrenia pueden aumentar de forma directa la temperatura corporal.
Por otra parte, los farmacéuticos explican que la mitad de las presentaciones de medicamentos comercializadas en España -7 500 de 15 000- precisan de especial precaución durante una ola de calor.
Sobre todo, aquellos que exigen ser conservados en nevera, como los indicados para el tratamiento de la diabetes o las vacunas, de los que en España se venden más de 1 000 presentaciones. De ellos, 400 son dispensables en las farmacias comunitarias y el resto son de uso hospitalario.
En estos casos, aconsejan utilizar una nevera portátil para transportarlos hasta casa y conservarlos a temperatura indicada -entre 2 y 8 °C-, utilizándolos tan pronto como se hayan sacado del frigorífico, especialmente en estas fechas en las que aumentan los viajes.
Para las vacunas que deben mantenerse en nevera, la operativa es la misma: entre el centenar disponibles en las farmacias, se encuentran algunas antigripales, indicadas frente a la hepatitis B o C o frente al rotavirus, que es una de las principales causas de diarrea grave en niños menores de cinco años.
Las recomendaciones de uso y conservación de los medicamentos y vacunas están recogidas en su prospecto, por lo que el CGCOF subraya la importancia que tiene su lectura antes de utilizarlos, así como de preguntar al farmacéutico en caso de duda, especialmente en los productos que necesitan de conservación especial, sea en frío o una temperatura inferior a 20 o 30 grados.
Aquellos que deben conservarse por debajo de 25 o 30 grados -que engloba cremas, pomadas, geles, supositorios y óvulos- tienen un límite superior de tolerancia; rebasar puntualmente estas temperaturas no tiene consecuencia sobre su estabilidad o su calidad, pero hay que supervisar las condiciones de conservación.
Por ejemplo, en cremas o pomada se puede producir una separación de las fases, en las que el medicamento deja de tener un aspecto homogéneo y se puede distinguir una parte acuosa o semisólida; en el caso de los óvulos o supositorios se pueden reblandecer. En estos casos, se recomienda evitar utilizarlos.
Asimismo, los estudios de los medicamentos que no comportan ninguna mención especial de conservación demuestran que no se degradan cuando son expuestos a temperaturas de 40 grados durante seis meses.
El CGCOF ha lanzado la campaña «Cuidados del verano 2024″, que incide en la importancia de usar una correcta fotoprotección; en este sentido, señala que los fotoprotectores orales nunca van a sustituir a los tópicos, sino que son un complemento que permite alcanzar una protección frente al sol más profunda e integral.
05 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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8
El Ministerio de Sanidad y la Comunidad de Madrid están analizando los factores que explican la alta tasa de mortalidad atribuible al exceso de calor en esta autonomía, que el año pasado alcanzó 194 defunciones/100 000 habitantes, muy alejada de la segunda, Galicia, que llegó a 120.
Así lo ha indicado a EFE el responsable de Salud y Cambio Climático en el Ministerio de Sanidad e integrante del Observatorio de Salud y Cambio Climático, Héctor Tejero, que reconoce la preocupación de ambas administraciones por la cifra de esta región.
«Estamos estudiando qué factores concretos hay», ha asegurado Tejero, que cree que una de las explicaciones podría ser que Madrid, con un gran número de grandes ciudades, es uno de los lugares con más islas de calor, un fenómeno meteorológico que se traduce en un aumento de la temperatura en áreas urbanas, generalmente por la noche, por el calor acumulado durante el día en ciertos elementos.
Muertes por calor
Según el balance del «Plan Nacional de Actuaciones Preventivas del Exceso de Temperatura en la Salud 2023″ publicado recientemente por el Ministerio de Sanidad, entre el 15 de mayo y el 30 de septiembre de 2023 murieron 3 009 personas como consecuencia de las altas temperaturas, 24 de ellas por golpe de calor.
El de 2023 fue el tercer verano más mortal desde que se tienen registros, solo superado por el histórico de 2003 (6 570) y 2022 (4 789). El 90 % de los fallecidos tenía más de 74 años.
Las ciudades con más muertes por calor
Tras Madrid, donde se produjeron 409 muertes achacables al calor (194/100 000 habitantes), y Galicia, donde hubo 317 (121/100 000), se situaron Cataluña (290 defunciones, 52/100 000) y Castilla y León (284; 47/100 000). Donde menos, Baleares, cuya tasa fue de 0, y La Rioja, Murcia y Navarra, que llegaron a 3/100 000.
Aunque el impacto de las sucesivas olas de calor del verano de 2023 fue muy heterogéneo según la comunidad, el Ministerio ha detectado «un patrón en el que las provincias del oeste tienen mayor tasa de defunciones atribuibles a temperatura».
Los factores implicados
En Galicia y Castilla y León, explica el experto en cambio climático, confluyen factores sociodemográficos, ya que son comunidades con la población más envejecida que el resto y, por tanto, más vulnerable a los efectos del calor.
Porque hay otro elemento clave, añade, y es la cultura del calor; de hecho, las zonas más habituadas a las altas temperaturas son las que menos mortalidad sufren.
«El factor que más explica la mortalidad en las regiones es la adaptación de la gente al calor», de modo que se muere más «donde no saben qué consejos seguir, donde las ciudades no están adaptadas, donde los edificios y las casas no tienen aire acondicionado o ventilador».
Las ciudades sin sombras o refugios climáticos y que son «puro cemento» son lugares «hostiles y peores para la salud» y, en este sentido, el caso concreto de la ciudad de Madrid «es muy particular».
Un estudio del Instituto de Salud Carlos III reveló, por ejemplo, que la diferencia de temperatura entre el centro de Madrid y el la periferia es de 7,1 °C.
«Creo que todos debemos ir en la dirección contraria, que es la que tiene París u otras ciudades más peatonales, más para la bici, con muchas más sombras y donde hay refugios climáticos», concluye.
05 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
