mar
26
Médicos y pacientes de cáncer de pulmón han reclamado integrar la sexualidad en la consulta oncológica para conocer los efectos que la enfermedad y los tratamientos tienen en su sexualidad y, en el caso de las mujeres, han pedido información que vaya más allá de la maternidad.
Así lo ha expresado la Asociación de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP) que ha presentado este jueves la segunda edición del proyecto ‘A Pulmón’ para visibilizar el cáncer ‘y convivir con la enfermedad de manera diferente, rompiendo estigmas y afrontando retos, como el montañismo’.
En el acto, el coordinador médico de ‘A pulmón’, Santiago Viteri, ha resaltado la importancia de integrar la sexualidad en los procesos oncológicos, ‘un aspecto de la vida y la salud del paciente que muchas veces no se explora por falta de tiempo o tabú social’.
El impulsor de la iniciativa, Alberto Urtasun, ha incidido en la situación de las mujeres con cáncer, quienes ven limitado el seguimiento de su sexualidad a una vigilancia de la fertilidad, y ha afirmado que los oncólogos deberían ofrecer información sobre los efectos secundarios que tienen los tratamientos sobre aspectos como la sensibilidad sensorial, la lubricación o los niveles hormonales de las afectadas.
Pacientes como Teresa han reivindicado un cambio en la atención oncológica en lo referente a sexualidad y ha lamentado que la preocupación se centre en si podrán o no tener hijos.
El sexo forma parte de nuestras vidas y tendríamos que darle cancha libre en el tratamiento médico’, señala Vanesa, paciente que logró escalar el Pico de Sotllo del Pirineo catalán tan solo 90 después de su operación.
Esta reivindicación forma parte del objetivo de la AEACaP de mejorar la calidad de vida de los pacientes de cáncer de pulmón, un diagnóstico que era desfavorable en la mayoría de los casos, pero que gracias a la investigación cada vez tiene más supervivencia.
Así, el estigma que recae sobre el paciente es una barrera que le impide desarrollar su vida con la mayor normalidad posible, con independencia de la edad, el diagnóstico y el pronóstico que tenga.
Por ello, uno de los oncólogos participantes del proyecto ‘A pulmón’, Fabio Franco, ha expresado la importancia de ‘quitar la mesa entre el paciente y el médico’ y de impulsar iniciativas que permitan a los pacientes ‘compartir su propia experiencia’ y ‘contagiarse de esta visión de la vida y de la enfermedad’.
Si puedo subir una montaña podré superar muchos más retos. (…) Los pacientes no somos tan pacientes, no somos enfermos. La calidad de vida no la podemos perder, la tenemos que cuidar’, comenta Vanesa.
Madrid, 21 marzo 2024|Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
mar
21
Según los nuevos resultados de un ensayo presentado en la 14ª Conferencia Europea sobre el Cáncer de Mama, en Milán, participar en un programa de ejercicio redujo el dolor y la fatiga, y mejoró la calidad de vida de las personas con cáncer de mama metastásico.
Si bien las pacientes de todas las edades se beneficiaron del ejercicio, los investigadores observaron que el mayor impacto se produjo entre las menores de 50 años. Además, añaden los autores, el estudio aporta otra evidencia sólida de que a los pacientes con cáncer metastásico se les debe ofrecer ejercicio como parte de su paquete de tratamiento y atención.
La investigación se ha presentado por Anouk Hiensch, del Centro Médico Universitario de Utrecht, en Países Bajos: “Se han realizado muchas investigaciones sobre el ejercicio en personas con cáncer en etapa temprana, pero había muy poca investigación en pacientes con enfermedad más avanzada”, ha expuesto. “Los pacientes con cáncer metastásico suelen someterse a un tratamiento continuo cuyo objetivo es prolongar su vida. Gracias a esos tratamientos, muchos viven más tiempo, pero también informan de un deterioro de su calidad de vida. Por lo tanto, necesitamos estrategias de atención como el ejercicio, que la mejoren”.
Ejercicio supervisado
El ensayo incluyó a 357 pacientes diagnosticadas de cáncer de mama metastásico con una edad promedio de 55 años: 178 participaron en un programa de ejercicio de nueve meses junto con una atención habitual y los otros 179 solo recibieron la atención habitual.
El programa de ejercicios consistió en un entrenamiento personalizado dos veces por semana, con ejercicios de resistencia, aeróbicos y de equilibrio supervisados por un fisioterapeuta o fisiólogo del ejercicio. Se animó a los pacientes de ambos grupos a realizar actividad física durante al menos 30 minutos todos los días y se les entregaron rastreadores de actividad.
Al inicio del estudio y después de tres, seis y nueve meses, los investigadores preguntaron a los pacientes sobre sus niveles de fatiga y su calidad de vida, incluido el dolor que padecían.
En general, los investigadores encontraron que las pacientes que participaron en el programa de ejercicio experimentaron menos fatiga y tuvieron una mejor calidad de vida.
Las mejoras más señaladas se produjeron en las menores de 50 años y en las que sufrían dolor al comienzo del estudio, aunque los científicos ignoran por qué el ejercicio ayuda en ese aspecto: “Creemos que podría deberse a que reduce la inflamación”, ha especulado la autora principal, quien ya ha iniciado un análisis de muestras de sangre de las participantes del ensayo en aras de tener más datos. Con base en estos hallazgos, recomendamos el ejercicio supervisado para todos los pacientes con cáncer de mama metastásico, particularmente las que experimentan dolor, como parte de su atención estándar”, ha concluido Hiensch.
El profesor Michail Ignatiadis, del Instituto Jules Bord, en Bruselas, y presidente de la 14ª Conferencia Europea sobre el Cáncer de Mama, valora el trabajo como experto independiente: “Es una buena noticia para los pacientes con cáncer de mama avanzado, porque muestra que pueden disfrutar de una mejor calidad de vida con menos fatiga y dolor si participan en un programa de ejercicio como parte de su paquete de tratamiento y atención. Las personas con cáncer metastásico no siempre pueden curarse de su enfermedad, pero pueden vivir muchos meses o años, por lo que garantizar que tengan la mejor calidad de vida posible es absolutamente vital”.
20 marzo 2024| Fuente: Diario Médico| Tomado de| Medicina| Ginecología y Obstetricia
mar
21
El cáncer pediátrico, también llamado cáncer del desarrollo, es poco frecuente. En todo el mundo, se diagnostican unos 400.000 nuevos casos al año. La probabilidad de que una niña o un niño desarrolle dos cánceres independientes en su etapa infantil es extremadamente baja. Sin embargo, estos casos se dan y estudiar el origen de estas segundas neoplasias no solo sirve para explicar estos casos concretos, sino que también contribuye a entender mejor el origen del cáncer pediátrico en general.
En un estudio publicado hoy por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y el PCCB-Hospital Sant Joan de Déu · Institut de Recerca Sant Joan de Déu (HSJD – IRSJD) en la revista Cancer Discovery, un equipo científico ha logrado importantes avances en la comprensión delorigen del cáncer infantil.
El trabajo no sólo esclarece el origen de las patologías tan improbables de estos pacientes, sino que mejora la comprensión de los cánceres pediátricos en general. En el futuro, este conocimiento podría contribuir a determinar el tratamiento y seguimiento de los pacientes jóvenes”, reflexiona el Dr. Abel González-Pérez.
La huella mutacional de la quimioterapia
El estudio se enfocó en explorar el origen de estos segundos cánceres, utilizando técnicas avanzadas de secuenciación del genoma. Los resultados revelaron que las terapias contra el cáncer, específicamente aquellas basadas en el platino, introducen mutaciones —cambios en el ADN— en el segundo tumor y en los tejidos sanos de los niños. Esta huella mutacional específica ayuda a entender cuándo se formó el segundo cáncer.
En concreto, uno de los pacientes del estudio desarrolló una leucemia (o cáncer de la sangre) cuatro años después de haber sido sometido a quimioterapia para el tratamiento de un primer tumor (sarcoma) en una pierna. Los patrones mutacionales que se hallaron, desvelaron que la leucemia se desarrolló posteriormente a este tratamiento.
Aunque sabemos que la quimioterapia recibida años antes está relacionada con el desarrollo del segundo cáncer, no podemos determinar si este ha sido causado por la acción mutagénica de la quimio, o por otras causas. Sea como sea, estas terapias aumentan el número de mutaciones en el cuerpo de los niños más allá de lo que se acumularía naturalmente con el tiempo, lo que nos hace preguntarnos cómo podrían afectar su salud en el futuro”, explica la primera autora del trabajo, la investigadora postdoctoral del IRB Barcelona Dra. Mónica Sánchez-Guixé.
Mutaciones tempranas o eventos independientes
Otro descubrimiento clave del estudio es que, en el caso de un paciente, ambos tumores (tanto el primero como el segundo, que se manifestó 8 años después) se desarrollaron a partir de una única mutación, que el niño había adquirido en una etapa temprana de su desarrollo embrionario, mucho antes de haber recibido cualquier tratamiento contra el cáncer.
La importancia de compartir los datos clínicos para impulsar la investigación
El progreso en la investigación médica, especialmente en áreas tan complejas y críticas como el cáncer, depende en gran medida de la disponibilidad y el análisis de datos clínicos. Especialmente en el caso de enfermedades raras (el cáncer del desarrollo es una de ellas), la falta de datos es uno de los mayores obstáculos en su investigación, ya que limita la capacidad de los científicos para identificar patrones, probar hipótesis y desarrollar terapias eficaces.
La decisión de pacientes y familias de compartir esta información tan personal y sensible es un acto de generosidad que tiene el potencial de transformar la investigación y salvar vidas. “Este estudio no hubiera sido posible si los padres de los pacientes no hubieran demostrado un compromiso total con la investigación a lo largo de todo su camino. Primero autorizando el uso de las muestras de sus hijos para seguir investigando. Segundo, autorizando el estudio de las muestras de autopsia en los casos de fallecimiento, un acto de donación extraordinario y con clara vocación para seguir ayudando a los siguientes afectados. Este convencimiento es lo que ha impulsado la creación del Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB)”, añade el Dr. Jaume Mora, Director Científico del Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu y coordinador del programa de Cáncer Pediátrico del IRSJD.
Este estudio, no solo contribuye significativamente a nuestra comprensión del cáncer pediátrico, sino que también enfatiza la importancia de mejorar los tratamientos pensando en el futuro de los pacientes, asegurando no solo su supervivencia, sino también su calidad de vida a largo plazo” concluye la Dra. Núria López-Bigas, investigadora ICREA del IRB Barcelona.
Ver artículo: Sánchez Guixé M, Muiños F, Pinheiro Santin M, González Huici V, Rodriguez Hernandez CJ, Avgustinova A, et al. Origins of Second Malignancies in Children and Mutational Footprint of Chemotherapy in Normal Tissues. Cancer Discov[Internet]. 2024[citado 20 mar 2024]; https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-23-1186
20 marzo 2024| Fuente: Dicyt| Tomado de| Noticias|Salud
mar
19
La bacteria Streptococcus anginosus podría desempeñar un papel importante entre las causas del cáncer de estómago, el quinto cáncer más común en el mundo, según constatan recientes investigaciones.
La bacteria Streptococcus anginosus existe junto con otros gérmenes en la boca, la garganta, los intestinos y la vagina. Dicha bacteria puede causar, ocasionalmente, infecciones leves como dolor de garganta e infecciones de la piel, y, normalmente, no plantea problemas a las personas sanas. Sin embargo, para los pacientes con problemas de salud subyacentes o sistemas inmunológicos comprometidos, dicha bacteria puede provocar infecciones más graves, dañando el corazón e, inclusol, el cerebro.
En este contexto, una investigación codirigida por NTU Singapur y la Universidad China de Hong Kong sugiere que, además, la bacteria Streptococcus anginosus podría desempeñar un papel importante entre las causas del cáncer de estómago, el quinto cáncer más común en el mundo.
Los investigadores encontraron en ratones que la bacteria S. anginosus está involucrada en infecciones estomacales que causan daño celular y cambios que se sabe estimulan el cáncer gástrico. Esto incluye la inflamación gástrica, que da lugar a una irritación del revestimiento del estómago, pudiendo causar daño en las células del revestimiento gástrico y hacer que algunas de ellas se transformen gradualmente en células cancerosas.
Principales hallazgos
Los experimentos con ratones también revelaron que las bacterias estimulaban el crecimiento de células cancerosas de estómago, duplicando el tamaño y el peso de los tumores en algunos casos.
Asimismo, los autores de este trabajo encontraron que la alteración de una proteína en la superficie de la bacteria, que necesitan para interactuar con las células del revestimiento del estómago, reducía la capacidad de S. anginosus de contribuir al cáncer de estómago.
«Nuestros resultados sugieren que la infección prolongada por S. anginosus causa gastritis crónica intensiva que es comparable a la infección por H. pylori. De hecho, estos dos patógenos podrían actuar en colaboración para promover la inflamación gástrica y, eventualmente, el cáncer gástrico. Esto podría cambiar la forma en que abordamos la prevención y el tratamiento de la enfermedad», indicó el prof. Joseph Sung , vicepresidente senior (Salud y Ciencias de la Vida) de NTU y decano de la Facultad de Medicina Lee Kong Chian, y codirector del estudio.
Los hallazgos se suman al número de especies de bacterias que se sabe que causan cáncer gástrico. Si bien se sabe que la infección por otra bacteria, Helicobacter pylori , aumenta el riesgo de cáncer gástrico, hasta ahora no estaba claro si otras bacterias están involucradas.
«Los resultados sientan una base importante para futuros estudios en humanos y que pueden contribuir a una mejor atención a los pacientes afectados», concluyó el prof. Sung.
18 marzo 2024|Fuente: IMMédico| Tomado de |Noticia
mar
15
Un proyecto colaborativo para llevar la promesa de la terapia celular a pacientes con glioblastomna ha mostrado resultados espectaculares entre los primeros pacientes que recibieron el nuevo tratamiento. En un artículo publicado en The New England Journal of Medicine, investigadores del Mass General Cancer Center (Boston), miembro del sistema de salud Mass General Brigham, compartieron los resultados de los primeros tres casos de pacientes de un ensayo clínico de fase 1 que evalúa un nuevo enfoque de la terapia CAR-T para el glioblastoma (GBM).
El ensayo, conocido como INCIPIENT, está diseñado para evaluar la seguridad de las células T CARv3-TEAM-E en pacientes con GBM recurrente. Apenas unos días después de un único tratamiento, los pacientes experimentaron reducciones dramáticas en sus tumores, y un paciente logró una regresión tumoral casi completa. El enfoque del estudio combina dos formas de terapia, lo que permite tratar el glioblastoma de una manera más amplia y potencialmente más efectiva.
Los autores desarrollaron previamente células CAR-T para atacar una mutación cancerosa común conocida como EGFRvIII, pero cuando eso por sí solo tuvo efectos limitados, su equipo diseñó estas células CAR-T para administrar TEAM contra EGFR de tipo salvaje, que no se detecta en condiciones normales en el tejido cerebral, pero se expresa en más del 80% de los casos de GBM.
El enfoque combinado resultó prometedor en modelos preclínicos de glioblastoma, lo que animó al equipo de investigación a buscar una traducción clínica. Se inscribieron tres pacientes en el estudio entre marzo de 2023 y julio de 2023. Las células T de los pacientes se recolectaron y transformaron en la nueva versión de células CAR-TEAM, que luego se volvieron a infundir en cada paciente. Los pacientes fueron monitorizados para detectar toxicidad durante todo el estudio. Todos los pacientes habían sido tratados con radiación de atención estándar y quimioterapia con temozolomida y fueron inscritos en el ensayo después de la recurrencia de la enfermedad. Los pacientes toleraron bien las infusiones, aunque casi todos tuvieron fiebre y un estado mental alterado poco después de la infusión.
Ver artículo: Choi BD, Gerstner ER, Frigault MJ, Leick M, Mount C, Balaj L, et al. Intraventricular CARv3-TEAM-E T Cells in Recurrent Glioblastoma. N Engl J Med. 2024 Mar 13. doi: 10.1056/NEJMoa2314390.
15 marzo 2024| Fuente: Neurología| Tomado de |Noticia
mar
14
Según un reciente estudio, la vitamina C, una molécula esencial para la vida, puede mejorar la eficacia de la quimioterapia en la reducción del adenocarcinoma ductal pancreático.
Científicos de la Universidad Católica San Antonio de Murcia y del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz en Madrid sugieren que la vitamina C podría ser una herramienta útil en el tratamiento del cáncer de páncreas, especialmente en casos de resistencia a la quimioterapia, y considerarse como una opción clínica futura para mejorar la respuesta de los pacientes a esta enfermedad.
El adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC) se destaca como uno de los cánceres de páncreas más agresivos en todo el mundo, con una tasa de supervivencia a 5 años lamentablemente baja, alcanzándola solo el 8 por ciento de los pacientes diagnosticados. Las opciones de tratamiento actuales se basan en sesiones estándar de quimioterapia, que han demostrado mejorar la supervivencia global de los pacientes en aproximadamente 5 meses. Sin embargo, dada la naturaleza quimiorresistente de este tipo de cáncer, se necesitan urgentemente terapias más efectivas y que puedan alumbrar nuevos enfoques terapéuticos.
En este contexto, recientemente se ha llevado a cabo una investigación por parte del Departamento de Oncología Traslacional de la Fundación Jiménez Díaz -a través de su Instituto de Investigación Sanitaria (IIS-FJD)-, dirigido por Jesús García-Foncillas, y diversos grupos de investigación de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), coordinados por su vicerrectora de Investigación, Estrella Núñez Delicado, que ha identificado que la vitamina C, una molécula esencial para la vida, puede mejorar la eficacia de la quimioterapia en la reducción del adenocarcinoma ductal pancreático.
Este estudio se centró en explorar el potencial terapéutico de la vitamina C, un nutriente cuya deficiencia se ha relacionado con múltiples enfermedades, como el cáncer, las enfermedades autoinmunes, la arteriosclerosis y la depresión, y puso el énfasis en comprender cómo esta vitamina puede afectar al metabolismo oncológico, una huella molecular presente en la mayoría de los tumores, entre ellos el cáncer de páncreas.
Por primera vez, se ha descubierto que dosis farmacológicas de vitamina C son capaces de inhibir el crecimiento de las células tumorales de tumores pancreáticos y sensibilizarlas a la quimioterapia estándar. El ensayo se ha realizado en un modelo preclínico donde tanto células tumorales como muestras de tumores pancreáticos han sido injertadas en un modelo animal para su tratamiento quimioterapéutico con gemcitabina y vitamina C.
El estudio ha demostrado que la acción combinada de vitamina C con la quimioterapia estándar puede reducir significativamente el crecimiento tumoral. Así, mientras el tratamiento convencional de quimioterapia logró retrasar el crecimiento de los tumores en un 50-60 por ciento, el uso conjunto con vitamina C mostró una inhibición del crecimiento tumoral de hasta un 85 por ciento.
La vitamina C parece inducir la destrucción de células cancerosas impactando en dianas genéticas relacionadas con la ruta molecular de producción de citrato, una molécula implicada en la metástasis del cáncer de páncreas. De esta manera se potencia la eficacia del tratamiento convencional con quimioterapia.
Aunque esperanzador, la traslación clínica de estos hallazgos aún requiere profundizar en la investigación y el apoyo de las asociaciones farmacéuticas y oncológicas para la realización de estudios en fase III. El objetivo es encontrar nuevos enfoques al tratamiento de esta devastadora enfermedad que proporcionen mejoras en la supervivencia del paciente y una esperanza para sus familias.
13 marzo 2024| Fuente: Diario Medico| Tomado de| Psiquiatría