personas y demencia¿Tienes una disposición naturalmente positiva? Podría protegerte de la demencia a medida que avanzan los años, muestra una investigación reciente.

Un equipo de la Universidad Northwestern, en Chicago, informa que ciertos rasgos de personalidad (ser concienzudo, extrovertido y positivo) parecen reducir las probabilidades de que una persona reciba un diagnóstico de demencia.

Por otro lado, ser neurótico y tener una perspectiva y una conducta más negativas se vinculó con un mayor riesgo de deterioro mental, encontró el mismo estudio.

La buena noticia: los comportamientos diarios son probablemente el factor clave y los comportamientos se pueden cambiar.

La forma de ser de las personas puede influir en si los hábitos diarios son saludables o no saludables para el cerebro, explicó un equipo dirigido por la investigadora Eileen Graham, profesora asociada de ciencias sociales médicas de la Universidad Northwestern.

«Ser neurótico se relaciona con la aparición de la demencia, y las personas con características neuróticas son más propensas a la ansiedad, el mal humor y la preocupación, mientras que las personas concienzudas son más propensas a hacer ejercicio, a acudir a sus citas de salud preventivas, y a beber menos», señaló Graham en un comunicado de prensa de la universidad.

«Entonces, tal vez ahí es donde una intervención podría ser útil para mejorar las conductas de salud de alguien para obtener mejores resultados de salud», razonó Graham.

El nuevo análisis se centró en lo que los psicólogos han llamado durante mucho tiempo los «Cinco Grandes» rasgos de personalidad: escrupuloso, extrovertido, abierto a nuevas experiencias, neurótico y amable.

El equipo de Graham observó los datos de ocho estudios. En conjunto, los estudios incluyeron a más de 44,000 personas, 1,703 de las cuales desarrollaron demencia.

Las puntuaciones altas de los rasgos negativos, como ser neurótico y los estados emocionales negativos, además de las puntuaciones bajas de ser escrupuloso, extravertido y afectuoso, parecieron aumentar las probabilidades de demencia.

Por el contrario, puntuaciones altas en la apertura a nuevas experiencias, la amabilidad y la satisfacción con la vida se asociaron con un riesgo más bajo de deterioro cerebral, encontró el equipo.

Estas tendencias se mantuvieron incluso después de que los investigadores tuvieran en cuenta otras influencias, como la edad, el sexo y el nivel de educación.

Tampoco hubo evidencia de que el daño físico en el cerebro jugara un papel en los hallazgos, anotaron Graham y sus colaboradores.

En cambio, los rasgos de personalidad positivos pueden, a lo largo de la vida, dar a las personas resiliencia a enfermedades como el Alzheimer y otras demencias, incluso si no están conscientes de ello.

Entonces, incluso si se están produciendo cambios en el cerebro, una personalidad optimista podría contrarrestar el efecto y permitir que las personas lo sobrelleven mejor, teorizaron los investigadores.  Este estudio ha sido publicado en la revista ‘Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association’.

Ver más información:

Beck ED, Yoneda T, James BD, Bennett DA, Hassenstab J, Katz MJ, et al. Personality predictors of dementia diagnosis and neuropathological burden: An individual participant data meta-analysis. Alzheimer’s Dement[Internet].2023[citado 2 dic 2023];1–18. https://doi.org/10.1002/alz.13523

5 diciembre 2023 | Fuente: HealthDay News| Tomado de | Noticias de Salud| Neurología

dieta veganaUn nuevo estudio de gemelos idénticos ha proporcionado nuevas evidencias de que una dieta vegana puede mejorar enormemente la salud cardiaca de una persona.

Los gemelos asignados a una dieta vegana durante dos meses tuvieron mejoras significativas en el colesterol, la insulina y el peso corporal en comparación con sus hermanos, que comieron una dieta saludable que incluía proteína animal.

«Basándonos en estos resultados y pensando en la longevidad, la mayoría de nosotros nos beneficiaríamos de una dieta más basada en plantas», planteó el investigador Christopher Gardner, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.

Es bien sabido que reducir el consumo de carne mejora la salud del corazón, pero las diferencias entre los participantes en los estudios sobre la dieta (cosas como la genética, la crianza y las elecciones de estilo de vida) dificultan que los investigadores saquen conclusiones definitivas.

Gardner y sus colegas eligieron estudiar gemelos idénticos porque comparten la misma genética, crecieron en el mismo hogar y a menudo tienen estilos de vida similares.

«Este estudio no solo proveyó una forma innovadora de afirmar que una dieta vegana es más saludable que la dieta omnívora convencional, sino que también fue un sensacional trabajar con los gemelos», anotó Gardner en un comunicado de prensa de la universidad. «Se vestían igual, hablaban igual y hacían bromas entre ellos que solo podías tener si pasabas mucho tiempo con ellos».

El equipo de investigación reclutó a 22 pares de gemelos idénticos para participar en un ensayo clínico basado en la dieta que se llevó a cabo de mayo a julio de 2022. Todos los gemelos fueron incluidos en el Registro de Gemelos de Stanford, una base de datos de gemelos fraternos e idénticos que aceptaron participar en estudios de investigación.

A un gemelo de cada pareja se le asignó una dieta vegana y al otro una dieta omnívora.

Ambas dietas eran saludables, conteniendo muchas verduras, frijoles, frutas y granos integrales. Las dietas también limitaron los azúcares y los almidones refinados.

Pero la dieta vegana era totalmente vegetal, no contenía ni carne ni productos animales como huevos o leche. La dieta omnívora incluía pollo, pescado, huevos, queso, lácteos y otros alimentos de origen animal.

Durante las primeras cuatro semanas, un servicio de comidas entregaba tres comidas al día. Durante las cuatro semanas restantes, los participantes prepararon sus propias comidas.

De las 44 personas que participaron en el estudio, 43 lo siguieron hasta su finalización, dijo Gardner.

«Nuestro estudio usó una dieta generalizable que es accesible para cualquiera, porque 21 de los 22 veganos siguieron la dieta», dijo Gardner, que también es profesor del Centro de Investigación de Prevención de Stanford. «Esto sugiere que cualquier persona que elija una dieta vegana puede mejorar su salud a largo plazo en dos meses, con el mayor cambio observado en el primer mes».

Los niveles promedio de lipoproteínas de baja densidad o colesterol LDL «malo» disminuyeron constantemente para los veganos y se mantuvieron más o menos iguales para los omnívoros.

Los veganos también vieron una disminución del 20 % en sus niveles de insulina en ayuno, y perdieron un promedio de 4 libras más que los omnívoros.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 30 de noviembre de la revista JAMA Network Open.

Gardner reconoció que es poco probable que la mayoría de las personas se vuelvan veganas, pero dijo que incluso una tendencia en la dirección basada en plantas podría mejorar su salud.

«Lo que es más importante que volverse estrictamente vegano es incluir más alimentos de origen vegetal en su dieta», dijo Gardner, y agregó que ha sido «mayormente vegano» durante los últimos 40 años. «Afortunadamente, divertirse con alimentos veganos multiculturales como el masala indio, el salteado asiático y los platos a base de lentejas africanas puede ser un gran primer paso».

Ver más información:  Landry MJ, Ward CP, Cunanan KM, Durand L, Perelman D, Robinson JL, et al. Cardiometabolic Effects of Omnivorous vs Vegan Diets in Identical Twins: A Randomized Clinical Trial. JAMA Netw Open[Internet]. 2023[citado 2 dic 2023];6(11):e2344457. doi:10.1001/jamanetworkopen.2023.44457

5 diciembre 2023 | Fuente: HealthDay News| Tomado de | Noticias de Salud| Nutrición

estilo saludableLa mejora cognitiva del adulto mayor está asociada a la actividad física, compromiso social, control de la presión arterial y la diabetes, reveló hoy una fuente especializada. ‘Los cambios personalizados en la salud y el estilo de vida pueden retrasar o incluso prevenir la pérdida de memoria en los adultos mayores de mayor riesgo’, subrayaron los investigadores de la Universidad de California San Francisco y Kaiser Permanente Washington, Estados Unidos. Enfocar de manera diferente a cada individuo, tratarlos de manera personalizada sería más eficaz para lograr una mejoría cognitiva o prevenir la demencia, insistieron los científicos citados por la revista JAMA Internal Medicine.

A diferencia de los medicamentos antiamiloides, los programas de reducción de riesgos basados actividad física, compromiso social, control de la presión arterial y la diabetes suelen ser menos costosos. Estos, además, ni tienen criterios estrictos de elegibilidad ni requieren un seguimiento exhaustivo para detectar efectos secundarios, explicaron los expertos.

Ver más información: Yaffe K, Vittinghoff E, Dublin S, Peltz CB, Fleckenstein LE, Rosenberg DE, et al. Effect of Personalized Risk-Reduction Strategies on Cognition and Dementia Risk Profile Among Older Adults: The SMARRT Randomized Clinical Trial. JAMA Intern Med[Internet].2023[citado 2 dic 2023]. doi:10.1001/jamainternmed.2023.6279.

4 diciembre 2023|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

sal y hipertensionLas personas que siguieron una dieta baja en sal durante solo una semana experimentaron una reducción de la presión arterial sistólica de unos 6 mm Hg, según un nuevo estudio.

En el ensayo CARDIA-SSBP participaron 213 personas de 50 a 75 años, tanto hipertensas como no hipertensas, y se demostró que el descenso de la presión arterial producido por una dieta baja en sal era independiente del estado de hipertensión y del uso de fármacos antihipertensiva. También se observó una coherencia general entre los subgrupos y no se produjo un exceso de efectos adversos.

«La reducción de la presión arterial que observamos aquí es significativa y equivalente a la producida por un fármaco antihipertensivo», dijo a Medscape Noticias Médicas el investigador principal, Dr. Deepak Gupta, del Vanderbilt University Medical Center, en Nashville, Tennessee.

El Dr. Gupta presentó el estudio CARDIA-SSBP el 11 de noviembre en el congreso Sesiones Científicas 2023 de la American Heart Association (AHA), que tuvo lugar en Filadelfia, Estados Unidos. El estudio también fue publicado en versión electrónica el 11 de noviembre en JAMA. Los menús exactos utilizados en el estudio están disponibles en un suplemento del artículo de JAMA.

«Para llevar un estilo de vida sano, entender lo que comemos tiene importantes efectos sobre la salud. El aumento de la presión arterial contribuye a 1 de cada 8 muertes en todo el mundo», señaló el Dr. Gupta. «Si la gente quiere reducir su presión arterial, prestar atención al sodio de la dieta es una parte de ello. Si los individuos pueden seguir una dieta baja en sodio, podrán dejar de tomar uno de sus fármacos antihipertensivos, y los que son normotensos tendrán menos probabilidades de padecer hipertensión».

Los comentaristas afirmaron que el estudio tenía importantes implicaciones para la salud pública, pero señalaron que mantener una dieta baja en sodio a largo plazo es difícil, dado el alto contenido en sal de los alimentos generalmente disponibles.

El Dr. Gupta agregó que en el estudio se utilizaron productos comerciales en las dietas bajas en sodio y que los menús están disponibles para que la gente los siga, lo que las hace más accesibles que algunas dietas utilizadas en estudios anteriores.

«Lo que también puede resultar atractivo para la gente es que no hay que esperar meses para ver un efecto. Si se empieza a consumir una dieta baja en sodio, se pueden ver resultados en la presión arterial rápidamente, en una semana», comentó.

La dieta de este estudio implicó una gran reducción de sodio, pero el Dr. Gupta enfatizó que cualquier reducción de sodio en la dieta es probablemente beneficiosa.

«Si se llega al nivel al que llegamos, se podría esperar una reducción de unos 6 mm Hg. Pero es como caminar: no es necesario dar 10 000 pasos al día. Cualquier caminata o actividad física es beneficiosa. Lo mismo puede decirse de la sal: Cualquier reducción es beneficiosa».

Para el estudio, se midió la presión arterial de los participantes mediante monitorización ambulatoria durante 24 horas mientras seguían su alimentación habitual. A continuación, se les aleatorizó a una dieta rica o baja en sodio durante una semana. Después, los participantes cambiaron a la dieta opuesta durante una semana y se les midió la presión arterial durante un periodo de 24 horas el último día.

Según la excreción urinaria de 24 horas, la dieta habitual de los participantes ya era rica en sodio (mediana: 4,45 g/d). Esta cifra aumentaba a una mediana de 5,00 g/d cuando seguían la dieta rica en sodio del estudio y disminuía a 1,27 g/d cuando seguían la dieta pobre en sodio.

Los resultados revelaron que los participantes tenían una mediana de presión arterial sistólica de 125 mm Hg con sus dietas habituales. Esta cifra aumentaba a 126 mm Hg con la dieta rica en sodio y bajaba a 119 mm Hg con la dieta baja en sodio.

Los investigadores también informaron que 75 % de los individuos mostraron una reducción de la presión arterial con la dieta baja en sodio y, por tanto, se definen como «sensibles a la sal». Es un porcentaje superior al hallado en estudios anteriores.

«Aquellos que no mostraron una reducción de la presión arterial con una dieta baja en sodio en este estudio al parecer no se apegaron tanto a la dieta como los que sí tuvieron una presión arterial más baja», apuntó el Dr. Gupta.

Subrayó que la hipertensión es la enfermedad crónica más común en todo el mundo, con unos 1 300 millones de personas afectadas, y aunque se sabe desde hace tiempo que el sodio de la dieta afecta la presión arterial, ha habido algunas lagunas en estudios anteriores.

Por ejemplo, en muchos estudios anteriores se ha excluido a las personas que ya tomaban antihipertensivos y a los pacientes con diabetes, y en general no han incluido a muchas personas mayores. En el estudio actual se observó que todos estos grupos también mostraban reducciones significativas de la presión arterial al disminuir el sodio de la dieta.

Gran efecto en personas con diabetes

Los análisis de subgrupos mostraron en gran medida resultados coherentes en toda la población, independientemente de la edad, el sexo, la raza y el índice de masa corporal y de si los participantes tomaban o no fármacos antihipertensivos, pero hubo un par de excepciones. Los individuos con una presión arterial más alta al inicio del estudio parecían experimentar un mayor efecto de la reducción del sodio en la dieta, aunque para los normotensos al inicio del estudio también hubo una reducción significativa de la presión arterial, informó el Dr. Gupta.

Los investigadores también observaron que la presión arterial de los pacientes con diabetes (21 % de la cohorte total) bajaba de manera importante al disminuir su ingesta de sodio. Su reducción media de la presión arterial sistólica entre la dieta alta y la baja en sodio fue de casi 17 mm Hg, en lugar de los 7-8 mm Hg de toda la cohorte.

El Dr. Gupta aseguró que los resultados son aplicables a la mayoría de la población.

«Las personas que estarán más motivadas a seguir una dieta baja en sodio son las hipertensas, pero incluso los individuos normotensos es probable que obtengan beneficios».

Para ayudar a la gente a seguir una dieta baja en sodio, el Dr. Gupta enfatizó que se necesitan campañas educativas «para demostrar a la gente que puede hacerlo y que funciona». Pero hay cuestiones estructurales más grandes que deben abordarse a nivel político y gubernamental.

«La mayoría de los alimentos disponibles en tiendas y restaurantes tienen un alto contenido en sal. Ahora tenemos evidencia preponderante de que hay que cambiar lo que se ofrece en el suministro de alimentos», dijo. España, México, Uruguay, Chile y Brasil se incluyen en una lista de apenas 9 países del mundo que poseen un conjunto integral de políticas para reducir la ingesta de sodio, calificadas con la mejor evaluación (puntaje de 4) por la Organización Mundial de la Salud (OMS); el organismo recomienda un consumo menor de 2.000 mg/día (equivalente a una cucharadita).

Difícil de mantener a largo plazo

El Dr. Paul Whelton, catedrático de salud pública mundial de la Tulane University School of Medicine, comentó a Medscape Noticias Médicas que se sabe que la reducción del sodio disminuye la presión arterial, y que una mayor reducción del sodio lleva a un mayor descenso de la presión arterial, y que algunas personas son más sensibles a los efectos del sodio que otras.

Describió CARDIA-SSBP como un «estudio bien hecho»: «Consiguieron una ingesta de sodio muy baja y una gran diferencia entre los dos grupos, lo que se tradujo en una gran reducción de la presión arterial sistólica», destacó el Dr. Whelton. «Sin embargo, el problema de este tipo de ensayos en los que se proporcionan las dietas a los participantes es que, aunque muestran una prueba preliminar, es difícil generalizar porque normalmente no podemos proporcionar a los pacientes sus comidas. En este tipo de estudio de ‘alimentación’ nos resulta difícil mantener a las personas en su intervención conductual a largo plazo».

El Dr. Whelton dijo que le entusiasmaba más este ensayo sabiendo que los alimentos que se daban estaban disponibles comercialmente. «Eso lo hace más práctico, pero aun así hay que estar bastante motivado para seguir una dieta como esta. Comprar productos bajos en sodio en el supermercado requiere bastante trabajo para leer las etiquetas y a veces los alimentos bajos en sodio son productos especiales y resultan más caros».

Señaló que las personas mayores de clases socioeconómicas más altas tienen más probabilidades de intentarlo y obtienen mejores resultados de las intervenciones conductuales en general. «Por desgracia, las personas a las que no les van bien las intervenciones conductuales de este tipo son las de grupos socioeconómicos más bajos, que son las que tienen más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares».

El Dr. Whelton agregó que la industria alimentaria se ha mostrado reacia a reducir el contenido de sodio porque los alimentos ricos en sal se venden mejor. «Lamentablemente, los alimentos ricos en grasas saturadas y sal saben bien a la mayoría de la gente. En general, estamos acostumbrados a un consumo elevado de sal. Pero cuando la gente lleva un tiempo siguiendo una dieta baja en sal, por lo general ya no le gustan los alimentos ricos en sal. Se acostumbran a una dieta baja en sodio», añadió.

La sal está omnipresente en los alimentos

Cheryl Anderson, Ph. D., maestra en salud pública, de la University of California en San Diego, Estados Unidos, y ponente del estudio CARDIA-SSBP en el congreso, afirmó que los resultados eran importantes y coherentes con estudios anteriores.

«Estos estudios tienen implicaciones globales porque la sal está omnipresente en el suministro de alimentos en gran parte del mundo», apuntó, y añadió que «los estadounidenses consumen casi 50 % más de sodio de lo recomendado, y ha habido una persistente falta de adhesión a las recomendaciones de dietas saludables para reducir la sal, el azúcar y las grasas».

Anderson señaló que en 2021, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos emitió una guía para la reducción voluntaria de sodio, que utiliza un enfoque gradual, con objetivos para alcanzar una meta poblacional de 3.000 mg/d de sodio para 2023 y 2.300 mg/d para 2031.

«Estos objetivos se aplican a 150 categorías de alimentos ponderados por ventas para centrarse en los vendedores dominantes de cada categoría. Se aplican a los fabricantes de alimentos, los restaurantes y los servicios alimentarios», concluyó. «Estos objetivos sirven de base para continuar el diálogo. La comunidad investigadora espera con impaciencia la revisión de los datos basados en la población para ayudar a perfeccionar este enfoque y los objetivos».

 

Ver más información:  Gupta DK, Lewis CE, Varady KA, Ru Su Y, Mdhur MS, Lackland DT, et al. Effect of Dietary Sodium on Blood Pressure: A Crossover Trial. JAMA[Internet].2023[citado 30 nov 2023].  doi:10.1001/jama.2023.23651

2 diciembre 2023 | Fuente: Medscape | Tomado de | Noticias y Perspectivas

bilingue1La investigación reveló que las personas bilingües exhibieron una mayor capacidad de controlar su atención, especialmente al momento de descartar información no relevante.

Mucho se habla de los beneficios asociados al dominio de más de un idioma, y es innegable que estas ventajas son variadas. Desde mejorar las perspectivas laborales hasta abrir puertas a nuevas culturas y conocimientos, las virtudes de ser bilingüe son extensas. Sin embargo, los beneficios directos sobre la función cerebral son menos evidentes.

Varios estudios han explorado las diferencias entre quienes hablan una sola lengua y quienes hablan dos, revelando impactos significativos en diversos procesos cognitivos, desde la toma de decisiones hasta la memoria y la creatividad. A pesar de ello, según Grace deMeurisse, doctoranda en lingüística por la Universidad de Florida, la influencia del bilingüismo en el control cognitivo sigue siendo objeto de debate.

La literatura existente sugiere que estas diferencias no son tan marcadas, pero deMeurisse plantea la posibilidad de que esto se deba a las tareas específicas utilizadas por los lingüistas al investigar estas disparidades entre hablantes de un solo idioma y bilingües.

Motivados por esta incertidumbre, deMeurisse y la profesora Edith Kaan, del Departamento de Lingüística de la Universidad de Florida, se propusieron examinar las diferencias entre hablantes bilingües y monolingües. Para ello, emplearon un nuevo método que no se había aplicado antes en psicolingüística, el «Coste de Repetición Parcial», para evaluar la capacidad de los participantes para procesar la información entrante y controlar su atención.

Aunque no buscaron demostrar que los bilingües tienen una ventaja inherente sobre los monolingües, afirmaron que aprender un segundo idioma siempre será beneficioso, ya sea en términos cognitivos, sociales o ambientales. Aunque no buscaron demostrar que los bilingües tienen una ventaja inherente sobre los monolingües, afirmaron que aprender un segundo idioma siempre será beneficioso, ya sea en términos cognitivos, sociales o ambientales.

Bilingües, más eficientes para ignorar información irrelevante

En su reciente estudio, publicado en la revista Bilingualism: Language and Cognition, llegaron a una conclusión intrigante: aquellos que hablan dos idiomas parecen tener una mayor habilidad para cambiar su atención de manera eficiente, enfocándose en la información más relevante y siendo más eficaces en la omisión de datos irrelevantes.

«Nuestros resultados mostraron que los bilingües parecen ser más eficientes a la hora de ignorar información que es irrelevante, en lugar de suprimir –o inhibir– información», dijo deMeurisse, según un comunicado de la Universidad de Florida. «Una explicación de esto es que los bilingües están cambiando constantemente entre dos idiomas y necesitan desviar su atención del idioma que no están utilizando», agregó.

El estudio

El estudio implicó la presentación de tres conjuntos de estímulos a los participantes, que consistían en flechas o cuadrados de colores. Se les pidió que seleccionaran opciones basadas en el primer y tercer estímulo, mientras que el estímulo intermedio proporcionaba información innecesaria para completar la tarea.

En específico, el equipo de investigación trabajó con dos grupos de participantes: monolingües funcionales y bilingües. Los primeros tenían poca o ninguna experiencia en un idioma extranjero, mientras que los segundos habían aprendido ambos idiomas antes de los 9 años y continuaban utilizándolos. Los resultados destacaron la capacidad de los bilingües para ignorar información irrelevante de manera más efectiva.

Kaan, coautora del estudio, enfatizó que la cognición de un individuo se adapta constantemente a factores externos, y en el caso del bilingüismo, esta adaptación es evidente. Sin embargo, señaló que esta adaptabilidad no es estática y puede cambiar si se deja de utilizar la segunda lengua.

Los investigadores subrayaron la necesidad de una mayor consistencia en los experimentos utilizados para comprender las diferencias entre hablantes de un solo idioma y bilingües.

«En el estudio del bilingüismo y la cognición, estamos redefiniendo la forma de hablar de las diferencias entre bilingües y monolingües y buscando más factores a tener en cuenta y más métodos para llevar a cabo esa investigación», dijo deMeurisse.

Los investigadores también afirmaron que el estudio no pretendía demostrar las ventajas de los bilingües, aunque subrayaron que el aprendizaje de una segunda lengua siempre aporta beneficios, ya sean cognitivos, sociales o ambientales.

Ver más información:  DeMeurisse G, & Kaan E. Bilingual attentional control: Evidence from the Partial Repetition Cost paradigm[Internet]. Bilingualism: Language and Cognition;2023: 1-11. doi:10.1017/S1366728923000731

1 diciembre 2023 | Fuente: DW.com| Tomado de| Ciencia

alimentos saludablesLlenar el carro de frutas y verduras, priorizar las legumbres y cereales integrales, evitar el alcohol y los refrescos edulcorados y azucarados y las grasas saturadas son gestos que, acompañados con el ejercicio físico, podrían evitar dos de cada diez cánceres. Por eso, la Asociación Contra el Cáncer (AECC) ha lanzado la ‘Guía de Alimentación Saludable: ¿Qué hábitos puedes cambiar para prevenir un cáncer?’ para tratar de fomentar la adopción de hábitos alimenticios más sanos y, al mismo tiempo, concienciar sobre la reducción de factores de riesgo asociados a esta enfermedad. ¿Y cuáles son esos hábitos? Además de hacer ejercicio, la guía, creada en colaboración con FuturLife y siguiendo las recomendaciones del Código Europeo contra el Cáncer, propone un decálogo:

  1. Cuenta colores no calorías: come muchos colores de frutas y verduras, enriquecerás tus platos sin darte cuenta.
  2. Bebe agua, evitando alcohol y refrescos edulcorados o azucarados.
  3. Carbohidratos: prioriza verduras, frutas, legumbres, pseudocereales y cereales siempre integrales. 4. Grasas: reduce las grasas saturadas, prioriza las grasas de pescados, frutos secos, semillas y Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE).
  4. Proteínas: elige las naturales sin procesar, limitando el consumo de carne roja.

Los lácteos: siempre naturales y sin edulcorar.

  1. Come RICO, si no DISFRUTAS de lo que comes es imposible mantener un hábito.
  2. Que tus platos en comida y cena incluyan: 1/2 verdura, 1/4 proteína magra natural, 1/4 carbohidratos (cereales integrales, legumbres…) + grasa saludable.
  3. Haz deporte y mantente activo.
  4. Duerme al menos 7 horas al día.

10. Mantén el estrés a raya, y si sientes que puede contigo, pide ayuda. La guía facilita además una lista de la compra para preparar un plato equilibrado, en el que no deben faltar los hidratos de carbono contundentes -legumbres, quinoa, arroz integral, avena, harinas 100% integrales, verduras ricas en almidón- y ligeros -verduras bajas en almidón como brócoli, acelgas, espinacas, etc.-; proteínas naturales y grasas ‘buenas’, como las del AOVE, el aguacate o las semillas y frutos secos.

28 noviembre 2023 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

noviembre 28, 2023 | gleidishurtado | Filed under: alimentación, Bienestar y Calidad de Vida, cáncer | Etiquetas: , |

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