“Es un momento emocionante en la investigación sobre regeneración de células productoras de insulina como terapia para la diabetes”. Así lo afirma Adolfo García Ocaa, jefe del Departamento de Endocrinología Molecular y Celular del Instituto de Investigación Beckman/Centro Médico City of Hope, en Duarte (California). Adolfo ha destacado durante el congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED) cómo la familia de fármacos que inhiben la diana intracelular DYRK1A, con la harmina a la cabeza, están confirmando su potencial regenerador. Para García Ocaña, en combinación con otras moléculas, esta familia podría convertirse en un arma terapéutica fundamental tanto para la diabetes tipo 1 como el tipo 2.

El XXXIV Congreso Nacional de la SED, reúne estos días en el Palacio de Congresos de Valencia a más de 1.200 profesionales para analizar las últimas novedades en esta patología, de gran impacto a nivel sanitario y económico.

Según explica Adolfo García Ocaña a DM, “en el año 2015 se descubrió la harmina entre más de 100.000 compuestos y, a partir de entonces, ha existido una explosión de estudios y nuevas moléculas que inhiben de forma específica la diana intracelular DYRK1A” y los ensayos en modelos animales preclínicos arrojan una conclusión clara: “Son capaces de aumentar la regeneración de células beta”.

Multiplicar por siete las células beta

Los resultados del grupo de investigación de García Ocaña -muchos de los cuales han sido presentados en los últimos dos años en la Sociedad Americana de Diabetes y han sido enviados recientemente para su publicación en revistas de alto impacto- indican que el tratamiento durante tres meses con harmina, en combinación con activadores del receptor de GLP1 (como exenatida, semaglutida), es capaz de aumentar siete veces la cantidad de células beta humanas en ratones trasplantados con islotes humanos.

“Esto supone que una persona que sea diabética con un número limitado de células beta pancreáticas, podría multiplicar por siete ese número en tres meses de tratamiento. Es muy significativo”, resume.

En estos momentos, están muy avanzados y próximos a su finalización estudios clínicos en fase 1 realizados en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, cuyo objetivo es calibrar la seguridad y determinar la dosis máxima tolerable de harmina. No obstante, recuerda García Ocaña, estamos en una etapa inicial del proceso y aún son necesarios los estudios en fase 1B y posteriores para comprobar “su utilidad en diabetes tipo 1 y 2”.

Posible encaje

¿Pero cuál es el posible encaje? En diabetes tipo 1, apunta el experto, “está claro que no hay una bala de plata: la harmina, o cualquier molecular similar, no va a ser capaz per se de automodular el sistema inmune, aumentar el número de células y protegerlas, entre otras cosas”.

Así se vislumbra “una combinación de las moléculas que aumentan la regeneración con inmunomoduladores para que el sistema inmune no ataque las células que estamos creando”. Para García Ocaña, el candidato podría ser “una semaglutida, que se están utilizando ahora” o los nuevos fármacos que están saliendo, que afectan tanto al receptor del GLP-1 como al del GIP o el glucagón. En palabras del especialista, ese enfoque “permitirá que haya una sinergia y mayor seguridad y especificidad”.

Su grupo de investigación ya ha observado que “harmina, en conjunción con un anticuerpo anti-CD3 (teplizumab, recientemente aprobado por la FDA), induce la remisión de la diabetes tipo 1 en ratones diabéticos”. En cualquier caso, insiste, fija un marco temporal para resultados definitivos por alrededor de 10-15 años. En diabetes tipo 2, es previsible que el proceso sea más ágil. Por el momento, “lo que hemos descubierto es que la harmina, junto con los activadores del receptor de GLP-1, tienen un efecto sinérgico aumentando la potencia de estas pequeñas moléculas”.

Además, se suma la especificidad que producen estos activadores del receptor de GLP-1 en células con dichos receptores. Y como existen fármacos que ya se usan en la clínica en pacientes con diabetes tipo 2, “es más fácil añadir una nueva molécula y ver cuál es el resultado”.

Abril 21/2023 (Diario Médico) – Tomado de Endocrinología – XXXIV Congreso Nacional de la SED https://www.diariomedico.com/medicina/endocrinologia/una-molecula-regenera-las-celulas-beta-en-islotes-pancreaticos.html Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

Científicos, pacientes y políticos abordan cómo conseguir este objetivo bajo la iniciativa ‘La voz de una gran noticia’

Las grandes empresas de Astrazeneca (empresa farmacéutica global con sede en Cambridge) y la Fundación FERO (fundación privada dedicada a la investigación oncológica, con sede en Barcelona) se unen para conseguir que el cáncer se cronifique y deje de ser mortal en 2023.

Este miércoles en la tarde se ha presentado la iniciativa ‘La voz de una gran noticia’ en la que han estado presentes representantes de los agentes necesarios para conseguir que este propósito sea una realidad. Se proponen unir las voces más relevantes de sanitarios, científicos, pacientes, instituciones e incluso medios de comunicación para conseguir la cronificación del cáncer para el siguiente año.

Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de Astrazeneca, ha explicado que este miércoles, con la presentación de la campaña, “es un día para mirar el futuro”. Pero para ello ha asegurado que el camino por recorrer “debemos hacerlo juntos”. “Esta iniciativa nace de la ambición de dar la noticia en el 2030 de que el cáncer ha dejado de ser una causa de muerte”, ha insistido.

La vicepresidenta de la fundación FERO, Silvia Garriga, durante su intervención ha insistido en que la razón de ser de la fundación y su compromiso es seguir luchando contra el cáncer desde que fue inaugurada en 2001 por su marido Josep Baselga. “Él tenía muy claro que la mejor manera de erradicar el cáncer era con el conocimiento y la investigación”, ha recordado. Además, ha incidido en que los últimos dos años antes de que el facultativo muriera, estuvo trabajando con Astrazeneca y “tenía la convicción de que si todos colaboramos esteremos cerca de dar la gran noticia”.

Tras la presentación inaugural, se han desarrollado dos mesas redondas con parte de los agentes protagonistas de la enfermedad del cáncer, coordinadas por Iñaki Gabilondo. En la primera, diferentes científicos y una paciente han debatido sobre cómo hacer posible este propósito. Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac) ha comenzado explicando los pasos a seguir para mejorar las tasas de supervivencia y lo ha resumido en dos aspectos: seguir las recomendaciones de una vida saludable y cumplir con las campañas de vacunación y los cribados. Y ha lanzado una petición: “Ojalá pronto tengamos cribados de cáncer de pulmón, de próstata…”.

Continuando con la prevención, Aleix Prat, jefe de Oncología del Hospital Clínico de Barcelona y miembro del Patronato de FERO, ha incluido también a los biomarcadores. “En el ámbito de la prevención o detección precoz, los biomarcadores van a cambiar la forma de diagnosticar antes y tratar mejor”, ha detallado.

Mariana Bastos, miembro de Junta Directiva de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y hematóloga del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, se ha detenido en los pasos importantes que ha habido en los últimos años en relación con estas patologías. “Ha habido grandes hitos que han cambiado la forma de diagnosticar, como la incorporación de técnicas de secuenciación masiva; o la incorporación de terapias diana y la inmunoterapia que ha permitido cambiar el tratamiento”.

El presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) y jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda de Madrid, Mariano Provencio, ha abordado un tema que ha estado presente durante toda la jornada: la rotura de eslabones. Ha defendido que en España la investigación oncológica tiene “muy buena salida”, pero por el esfuerzo de los médicos, ya que el sistema no lo facilita. “Si somos un país que investiga mucho, que tiene pacientes que se benefician, pero no se traslada a nuestro país, solo a los pacientes del ensayo clínico…”, ha criticado y ha añadido que si Europa ya tiene un mecanismo central que es el CHMP donde la EMA evalúa la validez o no de la investigación, no entiende por qué ha de someterse posteriormente otra vez al fármaco. Prat, se ha unido a estas reivindicaciones y ha expresado que existe “un retraso inaceptable” de la incorporación de estos fármacos y de que sean financiados.

La política como parte de la ecuación para combatir el cáncer

La política también tiene un papel importante en conseguir el objetivo. Como representación política ha estado Concep Cañadell, portavoz del PDeCat de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, y Elvira Velasco, su homónima en el Partido Popular. Gabilondo les ha planteado a ambas qué harían en materia sanitaria oncológica en el caso de ganar las elecciones. Cañadell ha apostado por hacer un equipo de estudio interdisciplinar, reuniendo a los principales agentes como políticos, investigadores y farmacéuticas, entre otros, para conseguir centrar los esfuerzos y que haya un trabajo no supeditado al parlamento, con un periodo de tiempo para analizar dicho trabajo y el devenir de un proyecto que pueda dar respuesta a las personas.

Velasco, por su parte, ha insistido en actualizar la estrategia del cáncer, “hablar un idioma común” y coordinar entre todas las comunidades autónomas para evitar las inequidades “que estamos viendo”. Por otro lado, considera necesario modificar la financiación de la sanidad, cuidando de los sanitarios y actualizando los programas formativos. “En cuanto a los medicamentos tenemos que modificar la incorporación de las innovaciones terapéitocas con un sistema transparente”, ha explicado.

El acto ha sido clausurado de la mano de Cristóbal Balde, director del Instituto de Salud Carlos III, que ha recordado que la única herramienta posible para alcanzar el objetivo es la ciencia. “El impulso y la apuesta por la ciencia es lo único que va a permitir alcanzarlo”.

 

Abril 19/2023 (Redacción Médica) – Tomado de Industria Farmacéutica: https://www.redaccionmedica.com/secciones/industria/la-suma-de-voces-para-cronificar-el-cancer-en-2030-une-a-astrazeneca-y-fero-2765 Copyright 2004 – 2023 Sanitaria 2000. 

Los dolores de cabeza en muchos casos pueden llegar a ser inhabilitantes y es común que se produzcan siguiendo un patrón horario siendo los momentos más frecuentes a última hora de la noche o a primera hora de la mañana, concretamente el 71 por ciento de las personas tienen cefálea asociada a un patrón horario y el 50 por ciento migrañas, según ha revelado un meta-análisis publicado en la edición online de ´Neurology´, la revista médica de la Academia Americana de Neurología (Minnesota, Estados Unidos).

Los resultados de este estudio concluyen que tanto la cefalea como la migraña tienen fuertes vínculos con el sistema circadiano, el reloj interno que regula los procesos corporales de manera que estas afecciones se suelen producir a la misma hora del día.

En el caso de la cefalea en racimos, el metaanálisis halló que los ataques alcanzaban su punto álgido entre las últimas horas de la noche y las primeras horas de la mañana.

A lo largo del año, las personas sufrían más ataques en primavera y otoño. A nivel genético, la cefalea en brotes se ha asociado con dos genes circadianos principales, y cinco de los nueve genes que aumentan la probabilidad de padecer cefalea en brotes son genes con un patrón circadiano de expresión.

Las personas con cefalea en brotes también tenían niveles más altos de cortisol y niveles más bajos de melatonina que las personas sin cefalea en brotes.

En cuanto a la migraña, mientras que el pico de ataques durante el día era amplio, desde última hora de la mañana hasta primera hora de la tarde, había un punto circadiano bajo durante la noche, cuando se producían pocos ataques. La migraña también se ha asociado a dos genes circadianos centrales, y 110 de los 168 genes asociados a la migraña eran genes con un patrón circadiano de expresión.

Las personas con migraña tenían niveles más bajos de melatonina en la orina que las personas sin migraña. Además, los niveles de melatonina eran más bajos durante un ataque de migraña.

«Los datos sugieren que estos dos trastornos de cefalea son altamente circadianos en múltiples niveles, especialmente la cefalea en racimos», asegura el autor del estudio, el doctor Mark Joseph Burish, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston, Texas, y miembro de la Academia Americana de Neurología.

El meta-análisis incluyó todos los estudios disponibles sobre cefalea en racimos y migraña que incluían características circadianas. Esto incluía información sobre el calendario de los dolores de cabeza durante el día y durante el año, así como estudios sobre si los genes asociados con el reloj circadiano son más comunes en las personas con estos dolores de cabeza.

Los investigadores también analizaron estudios sobre la cefalea en racimos y la migraña y las hormonas relacionadas con el sistema circadiano, como el cortisol y la melatonina.

El doctor Joseph Burish asegura que estos resultados refuerzan «la importancia del hipotálamo» -la zona del cerebro que alberga el reloj biológico primario- y «su papel en la cefalea en racimos y la migraña». Asimismo, plantea «la cuestión de la genética de los factores desencadenantes, como los cambios en el sueño, que son desencadenantes conocidos de la migraña y son señales para el ritmo circadiano del cuerpo».

Por último, estos resultados plantean la posibilidad de utilizar tratamientos circadianos para las cefaleas que podrían incluir «tanto tratamientos basados en el ritmo circadiano -como tomar medicamentos a determinadas horas del día- como tratamientos que provoquen cambios circadianos, algo que pueden hacer ciertos medicamentos», según explica el autor del estudio.

Abril 17/2023 (IMmédico) – Tomado de Atención primaria – Neurología. Copyright 2023: Publimas Digital

abril 18, 2023 | Lic. Jessica Arias Ramos | Filed under: Bienestar y Calidad de Vida, Enfermedades Neurológicas, Investigaciones | Etiquetas: , , , |

Varias líneas de trabajo se centran en el estudio de los efectos del ejercicio físico y los programas nutricionales en el bienestar de las pacientes con esta enfermedad.

Se estima que para 2040 el número de nuevos diagnósticos de cáncer aumentará en más de un 53%. Más allá de los tratamientos de quimioterapia o radioterapia, las intervenciones basadas en la nutrición, el ejercicio físico, la modificación de los factores ambientales y la atención integral de los pacientes con cáncer empiezan a cobrar fuerza en aras de mejorar su calidad de vida. La atención integral comprende el abordaje multidisciplinar del paciente; es decir, que todos los profesionales implicados en su manejo trabajen de manera consensuada y a la par, personalizando cada una de las acciones en cada uno de los pacientes y sus necesidades.

Así, Ejercicio, fisioterapia y bienestar en pacientes con cáncer de mama -publicado en una serie especial de la revista Frontiers in Oncology- se pregunta cómo influye el tipo de programa de recuperación del bienestar en el enfoque de intervención que se toma, así como ​​qué tipo de actividad es más efectiva y adecuada para cada paciente.

El cáncer de mama, al igual que el resto de los diagnósticos oncológicos, presenta un reto por su gran supervivencia y la posibilidad de mantener las actividades de la vida diaria con un alto nivel de bienestar y calidad de vida. «Desde una perspectiva multidisciplinar -en la que participan oncólogos, enfermeras especialistas, trabajadores sociales, fisioterapeutas y expertos en ejercicio físico y cáncer- se abordan acciones encaminadas a mantener esta calidad de vida, así como a solucionar problemas presentes o potenciales. De hecho, ya existe evidencia respecto a la prevención del cáncer de mama. Algunos estudios muestran que grandes cohortes de la población, con respecto a las recomendaciones habituales sobre ejercicio físico, reducen el riesgo entre un 6-10% en aquellas personas que realizan actividad física que oscila entre 7,5 y 15 MET (el equivalente metabólico de la tarea) por semana», señala De la Torre.

El director de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios añade que la línea de trabajo de los investigadores se centra en el cuidado de las pacientes con cáncer de mama y, de manera concreta, en el estudio de los efectos del ejercicio físico y los programas nutricionales en su bienestar.

«Las principales conclusiones se centran en los efectos beneficiosos de programas específicos de ejercicio físico en diferentes maneras, normalizados, reglados y practicados con asiduidad, así como los planes que incluyan una dieta equilibrada para mejorar la calidad de vida de estas pacientes. Lo que se puede ver es que no solamente los tratamientos farmacológicos, indudablemente necesarios, son los únicos que se deben implementar en el cuidado de las pacientes, de tal manera que este debe ser integral, multiprofesional y específico, personalizando cada una de las intervenciones que se realicen», dice.

¿En qué tratamientos (no basados en farmacoterapia o radioterapia) se ha basado este estudio? De la Torre explica que hay diferentes tipos de intervenciones descritas en esta serie especial, «desde la descripción del tratamiento basados en ejercicio (algunos trabajan la alta intensidad), hasta los basados en modalidades de Tai Chi. También se describen en algunos artículos síntomas asociados, como pueden ser sofocos, insomnio, dolores musculares, cansancio físico y mental, etcétera. En general, se han descrito aspectos relacionados con la calidad de vida, actividades de vida diaria y bienestar», indica.

Paliar los efectos secundarios de los tratamientos

La composición corporal en supervivientes de cáncer de mama a largo plazo que toman inhibidores de la aromatasa mejora con el ejercicio aeróbico y el ejercicio de resistencia, además de aliviar los efectos secundarios negativos, y los resultados de los informes de los pacientes también mejoran. «Para reducir el linfedema, por ejemplo, el protocolo incluye sesiones de ejercicio de intensidad moderada a intensa, siguiendo un plan de trabajo específico».

De La Torre también señala que los efectos comunes y conocidos derivados de los tratamientos orales posquimioterápicos, como los basados ​​en tamoxifeno, muestran que más del 70% de los pacientes presentan síntomas derivados, especialmente si son menores de 40 años. «Anticiparse a este tipo de situaciones facilita mucho el control precoz de los síntomas y la adopción de medidas para minimizarlos. También son importantes las terapias conductuales para reducir los efectos de la fatiga, llegando a una reducción de este síntoma en el 77,77% de los pacientes desde el inicio de la intervención hasta seis semanas después. Los síntomas depresivos también se pueden llegar a reducir en el 55,55% de los casos».

Añade que, en la misma línea, existe otra revisión que analiza los efectos del ejercicio físico en la mejora de las actividades. de la vida diaria.

«Ba Duan Jin es una una serie de 8 ejercicios de ChiKung (ejercicios cuerpo/mente y de meditación tradicional china que utiliza movimientos lentos del cuerpo con respiración controlada) cuyo propósito es aumentar la energía interna a través del ejercicio y la práctica espiritual para mejorar la salud y el estado físico. Los movimientos deben ejecutarse de manera moderada, relajada, fluida y consistente. La fuerza solo es necesaria durante un instante, al cambiar de movimiento, manteniendo la relajación el resto del tiempo. Este tipo de entrenamiento en 12 semanas podría reducir los efectos del inhibidor de la aromatasa, ya que las puntuaciones globales de calidad de vida y funcionamiento físico aumentaron significativamente en las pacientes que lo practicaban».

Por otro lado, la adherencia a este tipo de tratamientos no farmacológicos e intervenciones «suele ser excelente», señala De La Torre. «Los beneficios de manera directa son palpables, aunque obviamente no inmediatos, pero muy estimulantes para las pacientes con el objetivo de que estas no pierdan la motivación. El gran problema de la adherencia la tenemos en el largo plazo, donde los profesionales debemos aprender a generar motivaciones y objetivos que ayuden a los pacientes a mantener su actividad a largo plazo», asegura.

Por su parte, Soraya Casla, profesora de la la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios y directora del programa Ejercicio y Cáncer, explica que «los programas de fisioterapia personalizados, los planes nutricionales, las intervenciones cognitivas y el ejercicio físico son fundamentales en los cuidados de enfermería, así como en los tratamientos médicos, farmacológicos o radioterápicos. Aún así, deben ir más allá e integrar cada uno de los aspectos que influyen en la calidad de vida y el bienestar de las personas, los pacientes y sus familias».

¿Qué profesionales pueden recomendar/prescribir estos tratamientos de bienestar? En opinión de Casla, «la prescripción y seguimiento de programas de ejercicio físico tiene matices que pueden resultar convergentes, y a veces disputados y discutidos, en diferentes profesionales, sean expertos en ejercicio físico, bien sean fisioterapeutas o profesionales médicos o de enfermería».

El papel de la familia 

En la mayor parte de este nuevo paradigma de atención al paciente, el grupo familiar y las relaciones interpersonales juegan un papel importante en cuanto a los cambios que se deben producir a largo plazo.

«La adherencia al tratamiento en estos casos no se basa en la motivación del paciente para continuar con el tratamiento farmacológico. Aún así, a veces se basa en un cambio de rutinas, hábitos de vida y la adquisición de otros nuevos, que incluyen cambios de actitud y, en ocasiones, resultan en una menor necesidad de tratamientos orales», dice De La Torre.

Añade que el papel de la familia es fundamental, «teniendo en cuenta que, en las interacciones familiares con respecto a la alimentación o el tiempo dedicado al ejercicio ayuda contar con el apoyo de los mismos», concluye.

Abril 18/2023 (Diario Médico) – Tomado de Enfermería – Varias líneas de trabajo. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

Eli Lilly and Company ha anunciado que el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del Medicamentos (EMA) ha emitido una opinión positiva para el uso de mirikizumab en pacientes adultos con colitis ulcerosa (CU) activa de moderada a grave que hayan tenido respuesta inadecuada, pérdida de respuesta o fueran intolerantes a la terapia convencional o a un tratamiento biológico.
Este dictamen marca el primer paso hacia la aprobación reglamentaria europea de mirikizumab, cuya información se remite ahora a la Comisión Europea para la decisión definitiva. Una vez aprobado, este fármaco será el primer antagonista de la interleucina-23p19 (IL-23p19) autorizado para el tratamiento de la CU activa de moderada a grave en la Unión Europea. Se espera que la decisión de la Comisión Europea llegue en los próximos dos meses.
«Los objetivos terapéuticos en la colitis ulcerosa están avanzando en los últimos años y en muchos casos no consiguen alcanzarse con los fármacos actuales o se pierde su eficacia con el tiempo», afirma la Dra. María Dolores Martín Arranz, jefa de Servicio de Digestivo del Hospital Universitario La Paz. En este contexto, «la aparición de moléculas con nuevos mecanismos de acción, más selectivas y seguras, añade oportunidades para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, incluso en pacientes con otras enfermedades inmunomedidadas concomitantes», añade esta experta.
La opinión positiva se basó en los resultados del programa LUCENT, que incluía dos ensayos clínicos de fase 3 aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo: el LUCENT-1, un estudio de inducción de 12 semanas de duración, y LUCENT-2, un estudio de mantenimiento de 40 semanas, constando en total un seguimiento de 52 semanas.
En el estudio de inducción LUCENT-1 se incluyeron 1.162 pacientes en la población de eficacia primaria. Los pacientes fueron aleatorizados para recibir mirikizumab 3:1 (300 mg) por vía intravenosa (IV) o placebo IV cada 4 semanas durante 12 semanas. Tras 12 semanas de tratamiento con mirikizumab, el 24.2% (n=210/868) de los pacientes alcanzaron el objetivo primario de remisión clínica, frente al 13.3% (n=39/294) que recibió placebo.
Los pacientes que lograron una respuesta clínica (63.5%, n=551/868) con mirikizumab en el estudio LUCENT-1 fueron re-aleatorizados 2:1 para recibir inyección subcutánea de mirikizumab (200 mg) o inyección subcutánea de placebo cada 4 semanas durante otras 40 semanas en el estudio LUCENT-2. De los pacientes de LUCENT-1 que lograron una respuesta clínica a las 12 semanas, el 49,9% (n=182/365) alcanzaron la remisión clínica, y el 43,3% (n=158/365) la remisión histológica-endoscópica mucosa al año, en comparación con placebo (25,1%, n=45/179 y 21,8%, n=39/179 para la remisión clínica y la remisión histológica-endoscópica mucosa, respectivamente).
Así mismo, los pacientes tratados con mirikizumab lograron una mayor reducción del sangrado rectal y de la frecuencia de deposiciones ya a las dos semanas del tratamiento. En los estudios LUCENT también se tuvieron en cuenta nuevos criterios de valoración, como la remisión y la gravedad de la urgencia intestinal, medida con la Escala de Calificación Numérica de la Urgencia (NRS) de 0-10 centrada en el paciente, siendo cero la ausencia de urgencia y 10 la peor urgencia posible. Así, en los pacientes tratados con mirikizumab se observó una reducción en la gravedad de la urgencia intestinal ya a las dos semanas de estudio. Tras el tratamiento con mirikizumab, el 42,9% (n=144/336) de los pacientes lograron la remisión de la urgencia intestinal al año, frente al 25% (n=43/172) de los tratados con placebo.
El programa de ensayos clínicos de fase 3 LUCENT también evaluó el perfil de seguridad de mirikizumab. Pocos pacientes interrumpieron el tratamiento debido a acontecimientos adversos, y la mayoría de los acontecimientos adversos emergentes fueron de leves a moderados. Las reacciones adversas notificadas con mayor frecuencia fueron infecciones de las vías respiratorias superiores, cefalea, artralgia, erupción cutánea y reacciones en el lugar de inyección.
«Mirikizumab puede convertirse en el primer y único antagonista de la IL-23p19 autorizado a nivel europeo para la colitis ulcerosa. El desarrollo clínico de este nuevo fármaco pone de manifiesto el continuo foco de Lilly para generar innovación relevante que contribuya a mejorar la salud de los pacientes, incidiendo en el tratamiento de los síntomas que más afectan a su calidad de vida», afirmó José Antonio Sacristán, director médico de Lilly España. «La opinión positiva del CHMP representa un hito importante en el tratamiento de la colitis ulcerosa en la Unión Europea, y pone de manifiesto el compromiso de Lilly de seguir aportando opciones terapéuticas innovadoras en el área de las enfermedades autoinmunes», concluye.
Abril 17/2023 (IMmedico) – Tomado de Farmacia Hospitalaria y Gastroenterología Digestivo. Copyright 2023: Publimas Digital.

abril 18, 2023 | Lic. Jessica Arias Ramos | Filed under: Bienestar y Calidad de Vida, Ciencia, Enfermedades del Sist. Digestivo | Etiquetas: , , , , |

Se ha logrado un avance que podría evitar que determinados enfermos renales avancen hacia la insuficiencia renal.
Investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) han logrado un avance que podría evitar que determinados enfermos renales avancen hacia la insuficiencia renal. Con financiación de la organización benéfica Kidney Research UK, los profesores Moin Saleem y Gavin Welsh, de la Facultad de Medicina de Bristol, y su equipo han identificado una nueva vía de tratamiento para pacientes con síndrome nefrótico no genético (idiopático), dirigida a un factor aún desconocido que provoca la progresión hacia la insuficiencia renal.
El síndrome nefrótico es una afección renal que hace que los órganos pierdan proteínas en la orina. Esto se debe a fallos en el sistema de filtración del riñón y, en algunos casos, puede llevar al paciente a desarrollar insuficiencia renal. Aunque se trata de una enfermedad poco frecuente, afecta a unas 10.000 personas al año en el Reino Unido y la mayoría de los casos están relacionados con causas no genéticas. El impacto que tiene en los pacientes, muchos de los cuales son niños, puede ser devastador.
Los científicos de Bristol sabían que podría haber uno o más factores en la sangre (sustancia que participa en una reacción biológica dentro del organismo) que provocaran el fallo de los riñones de los pacientes con síndrome nefrótico, pero hasta ahora no habían podido averiguar exactamente cuáles podían ser. Sin embargo, el equipo probó un enfoque diferente para identificar cómo funcionaba el factor e intentar evitar su activación.
Utilizando plasma sanguíneo de pacientes con síndrome nefrótico tratados con diálisis, el equipo de Bristol quería confirmar si un receptor (una sustancia molecular que provoca un efecto específico en la célula) conocido como PAR-1 funcionaba en conjunción con el factor desconocido.
El doctor May utilizó el plasma de los pacientes y, por separado, un activador de PAR-1 para investigar sus efectos en las células renales en el laboratorio. Ambos tratamientos provocaron trastornos en las células renales. Una vez confirmada la relación entre el PAR-1 y el factor desconocido, sus resultados sugieren que los medicamentos para bloquear el receptor podrían ser una opción viable.
Los esteroides son actualmente el tratamiento más eficaz para el síndrome nefrótico, pero tienen efectos secundarios desagradables y no funcionan igual de bien en todos los pacientes. Además, con el factor desconocido circulando por la sangre del paciente, un trasplante puede ofrecer cierto respiro, pero la enfermedad suele reaparecer y dañar el nuevo riñón, a veces casi instantáneamente. Este descubrimiento podría revolucionar las opciones de tratamiento de los pacientes con síndrome nefrótico y ofrece la posibilidad de erradicar el uso de esteroides y hacer del trasplante una opción más viable.
«Los investigadores han hecho muchos intentos por identificar el factor desconocido que da lugar al síndrome nefrótico, con escaso éxito. Sabíamos que uno o más factores estaban presentes en la sangre y si pudiéramos identificar cómo funciona en los enfermos renales, podríamos crear una vía clara para tratarlos y, en última instancia, frenar su progresión hacia la insuficiencia renal», ha indicado Carl May.
El uso de tratamientos anti-PAR-1 no sólo erradicaría la necesidad de esteroides, sino que también permitiría que el trasplante fuera un tratamiento más beneficioso, ya que los riñones recién trasplantados ya no serían tan susceptibles a los efectos del factor desconocido.
Si se confirma la seguridad de estos tratamientos, en los próximos años los pacientes con síndrome nefrótico podrían dejar de tomar corticoides y recibir nuevos tratamientos.
Abril 17/2023 (IMmédico) – Tomado de Noticias Equipo Hospitalario. Copyright 2023: Publimas Digital.

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