sep
30
Los seres humanos comienzan a perder altura desde los 30 años y la contracción se acelera en el tiempo, demuestra un estudio difundido hoy con más de 2 000 personas entre 17 y 94 años.
El estudio realizado por el grupo Baltimore Longitudinal Study of Aging (BLAS), liderado por el National Institute of Aging (NIA) de Estados Unidos, siguió a 2 084 personas (de 17 a 94 años) durante 35 años.
En promedio, entre los 30 y los 70 años, los hombres perdieron tres centímetros, mientras que las mujeres perdieron cinco centímetros. A los 80 años, los hombres han perdido cinco centímetros y las mujeres ocho centímetros, destaca un artículo publicado en el sitio Meteored.
La pérdida de masa ósea (osteopenia u osteoporosis) hace que los huesos en algunas regiones del cuerpo disminuyan en grosor. También perdemos masa muscular a medida que envejecemos, lo que dificulta una postura correcta y nos encorva.
Esto ocurre debido a una combinación de tres factores: nuestros huesos comienzan a descomponerse, nuestros cartílagos se adelgazan y nuestros músculos se adelgazan. Pero vale la pena destacar aquí que el ritmo al que ocurren estos procesos varía según los genes, la nutrición física y los niveles de actividad a lo largo de la vida de una persona.
Alrededor de los 40 a 50 años, comenzamos a perder masa ósea gradualmente, a medida que nuestros huesos comienzan a descomponer el hueso viejo más rápido de lo que el cuerpo puede generar hueso nuevo. La sarcopenia es un síndrome caracterizado por la pérdida progresiva de masa muscular asociada a la pérdida de fuerza muscular y a la disminución del rendimiento físico. Es más frecuente en las personas mayores.
Cuando las personas pierden masa ósea, cualquier daño a los huesos los hace más débiles, delgados y quebradizos, causando osteoporosis, esto puede provocar una disminución de la altura.
La pérdida de altura también puede deberse a una mala postura. La pronunciada curvatura hacia adelante de la columna, también conocida como hipercifosis, puede provocar un redondeo permanente de la parte superior de la espalda, lo que reduce la altura unos pocos centímetros.
Y el otro motivo que explica el encogimiento se debe a la degeneración y deshidratación de los discos intervertebrales. Los discos de cartílago entre las vértebras se dañan o adelgazan debido a una lesión o se secan con el tiempo.
La pérdida de altura puede tener graves consecuencias para la salud. Aunque el motivo aún no está claro, algunos estudios han demostrado vínculos entre la pérdida de altura y problemas de salud graves, como problemas respiratorios y enfermedades cardiovasculares.
27 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
jun
24
La artrosis en la Edad Media estaba causada por un exceso de trabajo físico, mientras que hoy en día es el sedentarismo lo que la provoca, según un estudio presentado este viernes que analiza restos óseos de los siglos XI y XII encontrados durante las excavaciones efectuadas en el Parque Arqueológico del Coliseo.
El análisis de microestructura ósea de los restos de cuatro individuos de una familia romana encontrados en la Domus Tiberiana ha sido promovido por la fundación AILA, que lucha contra la artrosis y la osteoporosis, en colaboración con el parque arqueológico del Coliseo y dos profesores de la Universidad La Sapienza de Roma.
En la Edad Media, la combinación del trabajo agrícola y las labores manuales intensas contribuían a un notable desarrollo muscular y óseo, sobre todo en las articulaciones inferiores, pero esto también conducía «al desarrollo de artrosis precoz a una edad que hoy consideramos joven», explicó Michela Relucenti, profesora de la Sapienza.
Los primeros restos óseos analizados corresponden a los de una mujer de entre 20 y 30 años, a la que se le detectó artrosis por la erosión del cartílago en el fémur, pero no presentó ningún tipo de osteoporosis.
También se analizaron los huesos de un menor de entre 6 y 9 años del que se desconoce el sexo que revelaron síntomas de anemia, además de presentar una hernia discal debido al levantamiento de pesos superiores para su edad y su complexión física.
Esta familia romana de la Edad Media llevaba una dieta basada en vegetales y suplementos proteicos derivados de carne de origen animal, «por lo que no eran personas particularmente mal nutridas, eran personas normales para la época», concluye Relucenti.
Dada la fragilidad de las muestras se utilizó un microscopio innovador con una sonda EDX que permitió observar las muestras óseas con un método no destructivo, en su estado natural y sin ningún procedimiento de preparación que las modifique permanentemente.
En contraste con la Edad Media, cuando las personas soportaban «cargas excesivas que desarrollaban la artrosis, hoy el sedentarismo, además de desarrollar la artrosis también lleva a la osteoporosis», explicó el presidente de AILA, Francesco Bove, quien destacó la importancia de «un equilibrio entre la carga y la edad» en la actividad física diaria.
También advirtió de que «otro peligro de la sociedad moderna es la obesidad» y aseguró que esta enfermedad supone que «un individuo que debe pesar 65 kilos pesa 85, es como si llevase una carga de 25 kilos a la espalda», ejemplificó, por lo que en este caso la artrosis tiene las mismas causas que en la antigüedad.
Gracias «al estudio de los individuos antiguos comprendemos la importancia de un correcto estilo de vida para conservar la salud de los huesos, ayer hoy y también en el futuro», concluyó Relucenti.
21 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
feb
24
El oxiresveratrol reduce la diferenciación de los osteoclastos, o células destructoras del hueso, incrementando la densidad ósea del fémur.
Científicos coreanos han determinado que la administración oral diaria de oxiresveratrol durante 8 semanas mejora la estructura ósea en ratas ovariectomizadas, modelo representativo de la osteoporosis humana. Cualquiera de las dos dosis mayores redujo tanto los niveles urinarios de deoxipiridinolina como los séricos de la fosfatasa ácida TRAP, marcadores cuyo aumento se asocia a resorción del hueso. La terapia también indujo un incremento de la densidad ósea, determinada mediante el examen microtomográfico del fémur.
Jin-Chul Ahn, investigador de la Universidad de Dankook y codirector del estudio, afirma que, a diferencia del compuesto del que deriva, el oxiresveratrol presenta un mayor número de grupos hidroxilo en su estructura química, lo que potencia su actividad antioxidante y antiinflamatoria, con menor citotoxicidad. En el examen del mecanismo de acción lo científicos hallaron que este estilbeno vegetal inhibe la diferenciación de los osteoclastos mediante el bloqueo del receptor RANKL, lo que resulta en la reducción del grado de fosforilación de las quinasas MAPK, JAK y ERK. Como consecuencia, estas quinasas pierden eficacia en su capacidad de activar un factor de transcripción esencial en el proceso de diferenciación. Ahn prosigue indicando que la necesidad de desarrollar nuevas terapias para la osteoporosis está justificada por los riesgos asociados a los bisfosfonatos, fármacos ampliamente utilizados en esta indicación. En contraste, a las dosis de oxiresveratrol utilizadas, no se registraron signos de citotoxicidad, asegura el investigador. Los autores concluyen señalando la necesidad de estudios in vivo más amplios.
Ver Artículo completo: Jin Lee Y, Chul Ahn J, Hun Oh C. Oxyresveratrol attenuates bone resorption by inhibiting the mitogen-activated protein kinase pathway in ovariectomized rats. Nutr Metab (Lond). 2024 Jan 19;21(1):7. doi: 10.1186/s12986-024-00781-4.
23 febrero 2024| Fuente: IMMédico| Tomado de | Noticias
feb
23
Científicos de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, hallaron una manera de predecir la enfermedad de Alzheimer hasta siete años antes de que aparezcan los síntomas, publicó hoy la revista Nature Aging. Según el artículo esto es mediante el análisis de los registros de los pacientes con aprendizaje automático. Las condiciones que más influyeron en la predicción del Alzheimer fueron el colesterol alto y, en el caso de las mujeres, la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos.
El trabajo demuestra la promesa de utilizar inteligencia artificial (IA) para detectar patrones en datos clínicos que luego pueden usarse para rastrear grandes bases de datos genéticas para determinar qué está impulsando ese riesgo. ‘Este es un primer paso hacia el uso de la IA en datos clínicos de rutina, no sólo para identificar el riesgo lo antes posible, sino también para comprender la biología detrás de él’, dijo la autora principal del estudio, Alice Tang, estudiante de doctorado en el Laboratorio Sirota en el centro universitario.
El poder de este enfoque de IA proviene de la identificación de riesgos basados en combinaciones de enfermedades, explicaron los expertos. El Alzheimer, una forma progresiva y mortal de demencia que destruye la memoria, afecta a unos 6,7 millones de estadounidenses, casi dos tercios de los cuales son mujeres.
El riesgo de contraer la enfermedad aumenta con la edad y las mujeres tienden a vivir más que los hombres, pero eso no explica completamente por qué la padecen más mujeres que hombres. Los investigadores utilizaron la base de datos clínica de más de cinco millones de pacientes para buscar condiciones concurrentes en pacientes que habían sido diagnosticados con Alzheimer.
Descubrieron que podían identificar con un 72 por ciento de poder predictivo quién desarrollaría la enfermedad hasta siete años antes. Varios factores, entre ellos la hipertensión, el colesterol alto y la deficiencia de vitamina D, fueron predictivos tanto en hombres como en mujeres. La disfunción eréctil y el agrandamiento de la próstata también fueron predictivos para los hombres. Pero para las mujeres, la osteoporosis fue un predictor particularmente importante, lo cual no significa que todas las personas con esta enfermedad ósea, que es común entre las mujeres mayores, contraerán Alzheimer.
21 febrero 2024 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
ago
19
Un nuevo estudio del proyecto PhyloBone identifica cientos de proteínas no colágenosas de la matriz ósea que podrían desempeñar funciones regulatorias en la formación y regeneración de los huesos. El estudio abre la puerta a nuevos tratamientos y medidas preventivas para la investigación de la regeneración ósea y la osteoporosis.
– El proyecto PhyloBone utiliza un enfoque novedoso, basado en los principios de la biología evolutiva, para estudiar la formación ósea, lo cual contribuirá sustancialmente a la identificación de mecanismos moleculares y nuevas dianas terapéuticas», afirma el Dr. Pere Puigbò, co-investigador principal del proyecto PhyloBone.
La osteoporosis es uno de los problemas óseos más comunes en la población de edad avanzada a nivel mundial. Aproximadamente, 9 millones de fracturas al año, en promedio una cada tres segundos, son causadas por la osteoporosis, lo cual contribuye significativamente a las tasas de morbilidad y mortalidad en los países desarrollados. Dado que la esperanza de vida está aumentando a nivel global, la osteoporosis se ha convertido en un tema emergente, ya que afecta de manera significativa la calidad de vida de las personas en la mayoría de los países.
Dado que la matriz ósea desempeña roles tanto estructurales como reguladores, los componentes orgánicos no colagenosos tienen una función clave en la regulación ósea. Aunque se sabe que algunas proteínas no colágenosasa, como la osteopontina, desempeñan un papel importante en la formación ósea, el proteoma de la matriz ósea está compuesto por cientos de proteínas poco estudiadas y podrían tener un papel regulador importante en la regeneración ósea y la osteoporosis.
– El proyecto PhyloBone ha identificado 255 proteínas en 30 especies de vertebrados. El objetivo del proyecto es servir como un recurso valioso para investigaciones futuras en áreas de regeneración ósea, osteoporosis y campos relacionados, dice el Dr. Puigbò.
La base de datos del proyecto PhyloBone ha sido publicada en la revista Bone Research. Este proyecto, financiado por la Fundación Sigrid Jusélius y la Sociedad Japonesa para la Promoción de la Ciencia, proporciona el recurso más completo de proteínas de la matriz ósea en humanos y organismos modelo, y tendrá un impacto en campos de investigación como la regeneración ósea, la osteoporosis y la mecanobiología.
– Nuestro estudio indica que varias proteínas no colágenas son determinantes para regular la formación y regeneración ósea, afirma la Dra. Miho Nakamura, co-investigadora principal del proyecto PhyloBone.
– En futuros desarrollos del proyecto, esperamos contar con evidencia experimental sobre el papel regulador de varias proteínas óseas en la regeneración ósea y la osteoporosis, agrega la Dra. Nakamura.
Fuente: Fontcuberta-Rigo, M., Nakamura, M. & Puigbò, P. Phylobone: a comprehensive database of bone extracellular matrix proteins in human and model organisms. Bone Res 11, 44 (2023). https://doi.org/10.1038/s41413-023-00281-w
17 agosto 2023, EurekAlert
abr
19
Científicos del Instituto Van Andel han identificado un factor clave de la baja densidad ósea, un descubrimiento que podría conducir a tratamientos mejorados con menos efectos secundarios para las mujeres con osteoporosis.
Los hallazgos se describen en un estudio publicado este mes en Science Advances por los profesores asociados del VAI Connie M. Krawczyk, Ph.D., y Tao Yang, Ph.D..
Su investigación revela que la pérdida de un modulador epigenético, KDM5C, preserva la masa ósea en ratones. KDM5C actúa alterando las «marcas» epigenéticas, que son similares a interruptores de «encendido» y «apagado» que garantizan que las instrucciones escritas en el ADN se utilicen en el momento y lugar adecuados.
«La osteoporosis es una enfermedad frecuente que puede tener consecuencias debilitantes», afirma Yang. «KDM5C es una diana prometedora para tratar la baja masa ósea en las mujeres porque es muy específica. Esperamos que nuestros hallazgos contribuyan a mejorar las terapias.»
Casi el 19% de las mujeres estadounidenses de 50 años o más padecen osteoporosis en las caderas y la parte inferior de la columna vertebral. El debilitamiento de los huesos asociado a la osteoporosis aumenta el riesgo de fracturas y plantea importantes riesgos para la salud y la calidad de vida.
Hay varios medicamentos aprobados para tratar la osteoporosis, pero el temor a efectos secundarios graves y poco frecuentes suele ser un obstáculo para su uso. También existen tratamientos que potencian la hormona estrógeno, pero sólo se recomiendan en dosis bajas y a corto plazo debido, en parte, a su asociación con el riesgo de cáncer.
Está demostrado que la masa ósea de las mujeres es desproporcionadamente menor que la de los hombres a lo largo de su vida. La pérdida de masa ósea se acelera con la menopausia, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas asociadas en las mujeres a medida que envejecen.
Para averiguar por qué ocurre esto, Krawczyk, Yang y sus equipos estudiaron las diferencias en la regulación ósea de ratones machos y hembras, que comparten muchas similitudes con los humanos y son modelos importantes para estudiar la salud y la enfermedad. Se centraron en unas células especializadas llamadas osteoclastos, que ayudan a mantener la salud ósea descomponiendo y reciclando el hueso viejo.
Los investigadores descubrieron que la reducción de KDM5C alteraba la producción de energía celular en los osteoclastos, lo que ralentizaba el proceso de reciclaje y preservaba la masa ósea. Es importante señalar que la KDM5C está ligada al cromosoma X, lo que significa que es más activa en las mujeres que en los hombres.
«Reducir los niveles de KDM5C es como accionar un interruptor para detener un proceso de reciclaje hiperactivo. El resultado es más masa ósea, lo que en última instancia significa huesos más fuertes», afirma Krawczyk. «Estamos muy ilusionados con este trabajo y esperamos llevar a cabo futuros estudios para perfeccionar nuestros hallazgos. Al fin y al cabo, esperamos que estos conocimientos marquen la diferencia para las personas con osteoporosis.»
Este estudio ha sido financiado en parte por la Campaña de Impacto de los Empleados de VAI, un programa de donaciones filantrópicas sostenido por los empleados de VAI. Esta financiación crítica apoya proyectos innovadores y de colaboración en el Instituto.
Otros autores son Haudie Liu, Ph.D., Lukai Zhai, Ph.D., Ye Liu, Ph.D., Di Lu, M.S., y Alexandra Vander Ark, M.S., del VAI.
La investigación de la que se informa en esta publicación fue financiada por el Instituto Van Andel; la Campaña de Impacto de los Empleados del Instituto Van Andel; y el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los Institutos Nacionales de Salud bajo el premio no. R01AG061086 (Yang). El contenido es responsabilidad exclusiva de los autores y no representa necesariamente las opiniones oficiales de los Institutos Nacionales de Salud u otras organizaciones financiadoras.
Abril 19/2023 (EurekaAlert!) – Tomado de Latest News Releases. Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS). Traducido por DeepL.