ago
24
Investigadores de la Universidad de Cambridge han obtenido las primeras evidencias de que, durante el embarazo, el feto utiliza un gen paterno para controlar el suministro de nutrientes desde la placenta.
Durante el embarazo, el metabolismo materno se adapta para suministrar nutrientes que favorezcan el crecimiento y desarrollo fetal. La placenta, órgano temporal formado por células del feto y de la madre, actúa como intermediaria entre la madre y el feto y facilita el intercambio de nutrientes y oxígeno entre ambos. Conforme progresa el embarazo, el feto aumenta sus demandas de nutrientes para promover su crecimiento, lo que se opone, en cierto modo, a las necesidades maternas de mantener los nutrientes necesarios para su salud y prepararse para la lactancia y posibles posteriores embarazos.
A partir de estudios en ratones un equipo de la Universidad de Cambridge ha encontrado que IGF2, una señal endocrina similar a la insulina, modifica el metabolismo materno y distribución de recursos hacia el feto. Además, la señalización mediada por Igf2 participa en el desarrollo de diversos tejidos como la placenta, el hígado y el cerebro. En un estudio previo, el equipo había identificado el papel de IGF2 en el desarrollo de la vasculatura de la placenta para adaptarse al crecimiento del embrión.
Un gen de expresión paterna
Interesantemente, IGF2 está codificada por un gen con impronta genómica, de forma que únicamente la copia paterna está activa en la placenta. “Si la función de Igf2 del padre es inactivada en las células señalizadoras, la madre no produce suficiente cantidad de glucosa y lípidos disponible para su circulación”, señala Jorge Lopez-Tello, Investigador en el Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia, así como primer firmante del trabajo, publicado en Cell Metabolism. “Por lo tanto, estos nutrientes llegan al feto en cantidades insuficientes y el feto no crece adecuadamente”.
Los investigadores plantean que la expresión de Igf2 con impronta genética en la placenta puede haber evolucionado como una estrategia para movilizar nutrientes hacia el feto en crecimiento. En este contexto, Igf2 y placenta tienen un papel central en el conflicto materno-fetal por los recursos maternos.
Impacto a largo plazo de los defectos en Igf2
Los investigadores también han determinado que la reducción en la señalización mediada por Igf2 en la placenta tiene consecuencias metabólicas postnatales. Los ratones deficientes para Igf2 mostraron un crecimiento restringido e hipoglucémico, con efectos que se extendieron a la edad adulta.
“Nuestra investigación pone de relieve lo importante que es la distribución controlada de nutrientes hacia el feto para la salud de la descendencia a lo largo de toda su vida, y el papel directo que desempeña la placenta”, ha señalado Amanda Sferruzzi, catedrática en Fisiología Fetal y de la Placenta en la Universidad de Cambridge. “La placenta es un órgano asombroso. Al final del embarazo, la madre expulsa la placenta, pero los recuerdos de cómo estaba funcionando la placenta dejan un legado duradero en la forma en que se han desarrollado los órganos fetales y en cómo van a funcionar a lo largo de la vida”.
El siguiente paso de los investigadores será determinar con mayor detalle cómo Igf2 controla las hormonas de la placenta implicadas en regulación de nutrientes y crecimiento de los órganos e identificar la función exacta de estas hormonas.
Fuente: Genética Médica News
Referencia: Lopez-Tello J, et al. Fetal manipulation of maternal metabolism is a critical function of the imprinted Igf2 gene. Cell Metab. 2023 Jul 11;35(7):1195-1208.e6. doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.cmet.2023.06.007
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1550413123002176?via%3Dihub
ago
19
Los patrones de presión arterial sistólica del embarazo temprano predicen la preeclampsia de inicio temprano y tardío y la hipertensión gestacional entre los grupos de riesgo ostensiblemente bajo a moderado
Antecedentes
Los factores de riesgo clínicos, una sola medición de la presión arterial (PA), los biomarcadores actuales y los parámetros biofísicos pueden identificar eficazmente el riesgo de preeclampsia de inicio temprano, pero tienen una capacidad limitada para predecir la preeclampsia de inicio tardío y la hipertensión gestacional. Los patrones clínicos de PA son prometedores para mejorar la estratificación temprana del riesgo de trastornos hipertensivos del embarazo.
Métodos y Resultados
Después de excluir hipertensión preexistente, enfermedad cardíaca, renal o hepática, o preeclampsia previa, la cohorte retrospectiva (n=249 892) tenía PA sistólica <140 mm Hg y PA diastólica <90 mm Hg o una sola elevación de PA ≤20 semanas de gestación, atención prenatal a <14 semanas de gestación y parto de un recién nacido vivo o muerto en los hospitales de Kaiser Permanente del norte de California (2009–2019).
La muestra se dividió aleatoriamente en conjuntos de datos de desarrollo (N=174 925; 70%) y validación (n=74 967; 30%).
El rendimiento predictivo de los modelos de regresión logística multinomial para la preeclampsia de aparición temprana (<34 semanas), la preeclampsia de aparición tardía (≥34 semanas) y la hipertensión gestacional se evaluó en el conjunto de datos de validación. Hubo 1008 (0,4%), 10 766 (4,3%) y 11 514 (4,6%) pacientes con preeclampsia de inicio temprano, preeclampsia de inicio tardío e hipertensión gestacional, respectivamente.
Los modelos con 6 grupos de trayectoria de PA sistólica (0-20 semanas de gestación) más factores de riesgo clínicos estándar se comportaron sustancialmente mejor que los factores de riesgo solos para predecir la preeclampsia de inicio temprano y tardío y la hipertensión gestacional, con estadísticas C (IC del 95 %) de 0,747 (0,720–0,775), 0,730 (0,722–0,739) y 0,768 (0,761–0,776) frente a 0,688 (0,659–0,717), 0,695 (0,686–0,704) y 0,692 (0,683–0,701), respectivamente, con excelente calibración (Hosmer ‐Lemeshow P=0,99, 0,99 y 0,74, respectivamente).
Conclusiones
Los patrones de PA del embarazo temprano hasta las 20 semanas de gestación más los factores clínicos, sociales y conductuales discriminan con mayor precisión los trastornos hipertensivos del riesgo entre los embarazos de riesgo bajo a moderado.
Las trayectorias tempranas de la PA en el embarazo mejoran la estratificación del riesgo para revelar individuos de mayor riesgo ocultos dentro de grupos de riesgo ostensiblemente de bajo a moderado e individuos de menor riesgo considerados de mayor riesgo según los criterios del Grupo de trabajo de servicios preventivos de EE. UU.
Perspectiva Clínica
¿Cuáles son las implicaciones clínicas?
La clasificación de los patrones de PA sistólica del embarazo temprano en función de los cambios de PA de 0 a 16 a 20 semanas de gestación en combinación con otros factores de riesgo estándar (clínicos, sociales y conductuales) puede mejorar significativamente la estratificación de riesgo individual para la preeclampsia de inicio temprano y tardío e hipertensión gestacional, lo que permite una vigilancia más específica y potencialmente intervenciones para mejorar los trastornos hipertensivos del embarazo y los resultados adversos, así como evitar la monitorización adicional o las intervenciones innecesarias (es decir, la administración de dosis bajas de aspirina) en los embarazos de bajo riesgo.
En el futuro, estos hallazgos pueden traducirse en una herramienta clínica automatizada dentro del sistema de registros de salud electrónicos, o una herramienta basada en la web para clasificar los cambios en el patrón de PA durante la gestación temprana para la estratificación del riesgo individual de preeclampsia o hipertensión gestacional que puede mejorar la medicina de precisión al identificando con mayor precisión a los pacientes que realmente pueden beneficiarse más de una mejor monitorización e intervención(es).
Fuente: Erica P. Gunderson, Mara Greenberg, Baiyang Sun, Nancy Goler, Alan S. Go, James M. Roberts, et al. Fuente: Journal of the American Heart Association. 2023;12:e029617 Early Pregnancy Systolic Blood Pressure Patterns Predict Early and LaterOnset Preeclampsia and Gestational Hypertension Among Ostensibly LowtoModerate Risk Groups https://doi.org/10.1161/JAHA.123.029617 https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/JAHA.123.029617
17 agosto 2023, IntraMed
may
29
La mitad de las mujeres, el 51 por ciento, carece de información detallada sobre qué es la reserva ovárica y cuál es su papel en la consecución del embarazo, según la VIII encuesta ´Conocimientos y hábitos de la fertilidad de las mujeres´ realizado por las clínicas Ginefiv.
«Aunque tendemos a relacionar la edad con más dificultad a la hora de conseguir el embarazo, muchas veces no sabemos cuál es la causa biológica detrás de estas complicaciones ni por qué es tan relevante conocer el estado de la reserva ovárica para poder planificar la maternidad», ha explicado el director médico de estas clínicas de reproducción asistida, Joaquín Llácer.
En este sentido, el experto ha indicado que la reserva ovárica es la capacidad que tienen los ovarios de producir óvulos de una calidad suficiente para conseguir un embarazo, aunque, «el principal inconveniente es que el número de gametos desciende drásticamente después de los 35 años».
Para ampliar el conocimiento de la sociedad sobre el papel de la reserva ovárica, cómo cuidar la fertilidad y los medios a su disposición para planificar el embarazo, Ginefiv ha puesto en marcha en junio la campaña ´Cuida tu Fertilidad´, coincidiendo con el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad, en la que realizará test de fertilidad.
«A través de una prueba sencilla, como es el análisis de la hormona antimülleriana (AMH), podemos saber cuál es la reserva ovárica de las mujeres y ayudarlas a planificar su vida reproductiva», ha argumentado Llácer.
En esta misma línea, según la encuesta, también se ha evidenciado que muchas mujeres no conocen qué es ni en qué consiste la vitrificación de ovocitos, concretamente, un 46 por ciento de las encuestadas por las clínicas.
Asimismo, un 26 por ciento de las mujeres manifiestan haber escuchado o leído el término, pero nunca se han informado en detalle acerca de la técnica. Sin embargo, la vitrificación «es la principal técnica que ayuda a planificar y retrasar la maternidad, ya que permite conservar los óvulos con la misma calidad que el día de la extracción».
Acerca del proceso, el director médico de Ginefiv ha explicado que «la vitrificación de ovocitos es la técnica empleada para congelar los óvulos por aquellas mujeres que desean, por diferentes motivos, preservar su fertilidad. El proceso consiste en hacer una estimulación ovárica con un tratamiento hormonal y una extracción de óvulos mediante una punción ovárica bajo anestesia, siendo esta rápida, sencilla y segura. Los buenos resultados obtenidos con la vitrificación han supuesto uno de los cambios más importantes en el área de la reproducción asistida».
En cuanto a las revisiones ginecológicas, el 34 por ciento de mujeres asegura distanciarlas más de un año. «Es en las revisiones periódicas con el ginecólogo en las que podemos valorar si hay algún factor que puede perjudicar a la fertilidad y al futuro deseo de la mujer de ser madre, son por ello clave en el momento en que nos enfrentamos a planificar la futura maternidad», ha señalado el especialista.
Desde las clínicas también han destacado que a estas buenas prácticas se debe sumar el autocuidado y el seguimiento de unos hábitos saludables, que incluyan una alimentación equilibrada y con amplia presencia de frutas y verduras, la práctica habitual de ejercicio a intensidad moderada y la supresión de hábitos nocivos, como el alcohol y el tabaco, que se ha demostrado afectan de forma directa a la capacidad reproductiva.
Mayo 29/2023 (IMmédico) – Tomado de Atención primaria, Obstetricia y Ginecología Copyright 2023: Publimas Digital
may
13
Según un estudio presentado en el 25º Congreso Europeo de Endocrinología, celebrado en Estambul, unos niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, durante el tercer trimestre del embarazo pueden mejorar el habla y el lenguaje en los tres primeros años de vida del niño. Los resultados ayudan a los investigadores a comprender mejor el papel del cortisol en el desarrollo tanto fetal como infantil.
El desarrollo del lenguaje durante la primera infancia puede indicar lo bien que se desarrolló el sistema nervioso del bebé en el útero. La exposición prenatal al cortisol -una hormona esteroidea que ayuda al organismo a responder al estrés- dirige el crecimiento del feto y también afecta a su desarrollo cerebral. Sin embargo, aún se desconocen los efectos del cortisol en el desarrollo temprano del lenguaje.
En este estudio, investigadores del Hospital Universitario de Odense analizaron datos sobre los niveles de cortisol de 1.093 mujeres danesas durante su tercer trimestre de embarazo y sobre las habilidades del habla y el lenguaje de 1.093 niños daneses de entre 12 y 37 meses, procedentes de la Cohorte Infantil de Odense. Descubrieron que los niños expuestos a altos niveles de cortisol en el útero podían decir más palabras entre los 12 y los 37 meses, mientras que las niñas comprendían mejor más palabras entre los 12 y los 21 meses.
«Que sepamos, éste es el primer estudio que investiga la relación entre los niveles de cortisol materno y el desarrollo del lenguaje en los niños a lo largo del tiempo, teniendo en cuenta también el sexo del niño y el nivel educativo de la madre», afirma la Dra. Anja Fenger Dreyer, que participó en el estudio.
Y añade: «Hemos tenido acceso a una gran cohorte de estudio, métodos de análisis de alta calidad y covariables relevantes, lo que convierte nuestro estudio en una importante contribución a la comprensión fisiológica de la exposición prenatal al cortisol en la maduración fetal y el desarrollo infantil.»
El equipo evaluará a continuación si los niños expuestos a un cortisol elevado en el útero tienen más probabilidades de presentar puntuaciones más altas en el cociente intelectual (CI). Además de los datos sobre los niveles de cortisol materno y el desarrollo temprano del lenguaje, la cohorte infantil de Odense también dispone de datos sobre pruebas de inteligencia realizadas a niños de 7 años. «Se sabe que el desarrollo temprano del lenguaje en los niños predice la función cognitiva en etapas posteriores de la vida, como la atención, la memoria y el aprendizaje, por lo que queremos investigar si la exposición prenatal al cortisol también está asociada a las puntuaciones de CI de los niños de 7 años», afirma la Dra. Fenger Dreyer.
Mayo 13/2023 (EurekaAlert!) – Tomado de News Releases – Reports and Proceedings EUROPEAN SOCIETY OF ENDOCRINOLOGY Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS).
may
7
En mujeres con cáncer de mama homonosensible que desean ser madres, pausar la terapia endocrina para intentar quedarse embarazadas durante un tiempo máximo de dos años no incrementa el riesgo de recaídas a corto plazo. Así lo avalan los resultados del ensayo clínico Positive, publicado en The New England Journal of Medicine, y coordinado en España por el Grupo Solti, de investigación clínica en cáncer, y por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).
Tras tres años y medio de seguimiento, los resultados, que ya que se avanzaron en el último congreso internacional San Antonio Breast Cancer Symposium 2022 (SABCS), muestran un riesgo de recaída en estas pacientes del 8,9%, frente a un 9,2% en pacientes que no pausaron la terapia en busca de un embarazo.
La terapia endocrina, indicada para el tratamiento adyuvante en cáncer de mama con receptores hormonales positivos, puede provocar malformaciones en el feto, por lo que se desaconseja a las pacientes que se queden embarazadas durante el tratamiento. Asimismo se considera el aumento de estrógenos durante la gestación puede aumentar el riesgo de recaídas en tumores con receptor hormonal positivo.
Positive es el primer estudio prospectivo diseñado para dar respuesta a mujeres que se diagnostican de cáncer de mama en edad temprana y sin haber completado su deseo de ser madres. Se estima que entre el 40% y el 60% de las pacientes a las que se diagnostica un cáncer de mama a los 40 años o antes están preocupadas por su futura fertilidad.
Cada vez más frecuente
«Sabemos que el cáncer de mama es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes y, por tanto, coincide con el deseo de ser madre de muchas de ellas. Por esta razón, fertilidad y embarazo resultan preocupaciones importantes tanto para las pacientes oncológicas como para los investigadores», comprende Manuel Ruiz Borrego, co-coordinador del estudio Positive en España, miembro de la Junta Directiva de Geicam y jefe de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Este nuevo estudio «abre la posibilidad de un embarazo seguro para aquellas pacientes con cáncer de mama que lo deseen, una vez que han realizado al menos 18 meses de terapia endocrina adyuvante», señala Cristina Saura, coordinadora del estudio en España, miembro de la junta directiva de Solti y jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Vall d’Hebron y VHIO.
Hasta ahora la recomendación era empezar a buscar el embarazo pasados un mínimo de 5 años tras haber superado el cáncer de mama, y siempre que no hubiera habido recaídas. Según la experta, los resultados de Positive «pueden cambiar las guías clínicas actuales», pero advierte de que «el seguimiento a largo plazo de estas pacientes será fundamental para corroborar estos datos».
El presidente de Geicam, Miguel Martín, que es además jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón, advierte de que «este estudio da tranquilidad a los médicos y pacientes que ya anteriormente se decidían a una interrupción de la terapia endocrina, después de al menos dos años, para permitir un embarazo».
«Ya se sabía que el embarazo no empeoraba el pronóstico de las mujeres con cáncer de mama. También muchos oncólogos debatíamos con las pacientes la posibilidad de interrumpir transitoriamente el tratamiento endocrino para permitir un embarazo muy deseado y lo hacíamos, pero ahora hay evidencia prospectiva que apoya esa opción», sostiene
El estudio
Para examinar el impacto de la pausa de la terapia endocrina con el objetivo de buscar un embarazo, el estudio Positive incluyó a 518 mujeres de 42 años o menos, procedentes de veinte países, con cáncer de mama de receptores hormonales (RH) positivos que deseaban quedarse embarazadas. De estas, 72 pacientes procedían de 18 hospitales españoles y fueron reclutadas a través de los grupos de investigación Solti y Geicam.Antes de pausar su tratamiento, las pacientes habían completado entre 18 y 30 meses de terapia endocrina adyuvante. Además, se instó a las participantes en el ensayo que reanudaran el tratamiento endocrino tras un intento de embarazo o un paréntesis de su tratamiento hormonal de dos años para intentarlo.
Los datos actuales surgen tras un seguimiento de 3 años y medio. No obstante, los investigadores continuaran el seguimiento de las participantes en el estudio durante 10 años.
Curiosamente los resultados muestran tasas de concepción y parto que están a la par o son superiores a las de la población en general; de 497 mujeres a las que se hizo seguimiento para ver si se habían quedado embarazadas, 317 dieron a luz al menos a un hijo y nacieron un total de 365 niños, debido a embarazos múltiples o consecutivos.
Mayo 6/2023 (Diario Médico) – Tomado de Oncología – Resultados publicados en ‘The New England Journal of Medicine’ Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.
may
3
El tratamiento con glucocorticoides se utiliza mucho durante los embarazos con riesgo de parto prematuro para favorecer la maduración pulmonar del feto. Aunque es un tratamiento eficaz, también puede desencadenar problemas cardíacos y vasculares. Una nueva investigación publicada en The FASEB Journal desvela los mecanismos que subyacen a los efectos cardiovasculares de los glucocorticoides más utilizados, la dexametasona (Dex) y la betametasona (Beta).
Cuando los investigadores trataron embriones de pollo con estos glucocorticoides diferentes, descubrieron que ambos provocaban una restricción del crecimiento, siendo Beta más grave. A nivel del corazón, ambos tratamientos fomentaron el estrés celular y los cambios en el ciclo celular, pero a través de vías moleculares diferentes. Mientras que Dex inducía estrés oxidativo y disminuía la activación del receptor de glucocorticoides, el tratamiento con Beta provocaba una activación sostenida del receptor de glucocorticoides y no inducía estrés oxidativo. Beta, en comparación con Dex, indujo una mayor disfunción cardiaca. Además, Dex provocó un aumento en el número de células del músculo cardíaco, pero Beta promovió una disminución. En los vasos sanguíneos, Beta alteró la dilatación de los vasos sanguíneos, mientras que Dex provocó una mayor constricción de los vasos sanguíneos.
Los resultados indican que Dex y Beta tienen efectos perjudiciales diferentes sobre el sistema cardiovascular en desarrollo.
«La terapia prenatal con glucocorticoides para acelerar la maduración pulmonar fetal en el embarazo humano amenazado de parto prematuro es un tratamiento que salva vidas y que debe mantenerse. Sin embargo, también puede provocar problemas cardiacos y circulatorios en la descendencia que requieren atención», afirma el autor principal Dino A. Giussani, PhD, ScD, FRCOG, de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. «Aquí, utilizamos un sistema modelo para aislar los efectos directos de los dos glucocorticoides más comunes utilizados en la clínica en todo el mundo para revelar las vías moleculares implicadas. Estos conocimientos son indispensables para mejorar la terapia actual y mantener los efectos beneficiosos de los esteroides sobre el pulmón en desarrollo, eliminando al mismo tiempo los efectos secundarios adversos sobre el corazón y la circulación en desarrollo, lo que hace que la terapia sea más segura para el recién nacido prematuro.»
Mayo 3/2023 (EurekaAlerts!) – Tomado de News Releases – Peer-Reviewed Publication (WILEY) Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS)
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator