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16
Expertos dominicanos en salud mental destacaron hoy la importancia de la asociación de los colores con las emociones de las personas, pues podrían advertir sobre el inicio o desarrollo de una enfermedad mental.
Acerca de este interesante tema, especialistas del Departamento de Salud Mental realizaron el conversatorio «El Suicidio visto desde la obra de Vincent Van Gogh».
El doctor Alejandro Uribe, director de dicho Departamento, analizó los indicadores de salud mental como la autoestima, la impulsividad y los síntomas depresivos e ideas suicidas, reflejados estos dos últimos en la obra del artista holandés, según señaló.
Recordó que Van Gogh, uno de los pintores más famosos y reconocidos a nivel mundial, luchó contra la depresión y la ansiedad durante casi toda su vida, y finalmente se quitó la vida a los 37 años de edad.
Consideró que su inestable carácter marcó su estilo artístico y dijo que en sus obras se puede advertir algún rasgo de su personalidad.
Entre estos elementos, mencionó el tratamiento de los colores, trazos, objetos dibujados y sus autorretratos, que mostraban una psicología enfermiza.
El especialista habló sobre los diferentes tipos de colores y su relación con alegría y la tristeza.
Mientras el verde tiene un efecto calmante, el amarillo- muy utilizado por Van Gogh, representa un reclamo de atención, inteligencia, pero en un tono más claro revela preocupación y enfermedad.
Para historiadores del arte, una de las principales motivaciones del pintor, a quien describen como un individuo solitario, era transmitir sentimientos.
Elías Tejada, técnico del Departamento de Salud Mental, aplaudió la idea de celebrar la conferencia en el Museo de Historia Natural y Geografía, fuera de los hospitales, clínicas y universidades, donde de manera habitual se trata el suicidio, un problema de salud pública importante pero con frecuencia descuidado.
13 abril 2024|Fuente: Prensa Latina||Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Los programas de ejercicio físico pautados y supervisados por un especialista pueden ayudar a las personas con síntomas depresivos a mejorar su estado, según un estudio.
El trabajo, publicado en la revista Journal of Affective Disorders, ha sido liderado por investigadores del Instituto de Salud Mental y del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital del Mar.
Los investigadores han revisado la literatura científica sobre este campo, seleccionando 15 estudios, que sumaban más de 2.000 participantes.
El denominador común entre ellos es el efecto del ejercicio físico en personas que presentaban síntomas depresivos, bien como diagnóstico primario o en el contexto de otra enfermedad, de los cuales el 70 % eran mujeres, con un abanico de edades de los 30 a los 81 años.
El psicólogo clínico del Hospital del Mar, Francesc Colom, que coordina el Grupo de Investigación en Salud Mental, ha destacado que, según los estudios analizados, la prescripción personalizada de ejercicio, teniendo en cuenta las capacidades y limitaciones de cada persona, tiene un impacto directo sobre el funcionamiento de las personas que presentan síntomas depresivos en el contexto de cualquier enfermedad.
En este sentido, una amplia mayoría de los participantes en los estudios analizados experimentó un notable impacto sobre su funcionamiento, ha añadido.
Los programas de ejercicio físico que muestran más eficacia tienen una duración de entre 8 y 12 semanas, con tres horas de trabajo semanal, coincidiendo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los efectos positivos se muestran tanto en el retorno al funcionamiento previo a la depresión como en la mejora de los mismos síntomas depresivos, y en la calidad de vida de los pacientes.
La investigadora del Instituto de Investigación del Hospital del Mar y primera autora del trabajo, Aitana García-Estela, ha resaltado por su parte la importancia de seleccionar el programa de ejercicio más adecuado en cada caso. ‘La recomendación genérica, como ir a caminar cada día, no tiene el mismo efecto, mientras que el entrenamiento directo lo maximiza, ha señalado.
En este sentido, es importante una primera valoración por parte de un especialista en medicina física y rehabilitación, y un seguimiento con un equipo formado por psicólogos y fisioterapeutas. La depresión tiene una prevalencia estimada del 6,4 % de la población, con casi 300 millones de personas diagnosticadas en todo el mundo.
Es uno de los trastornos mentales que más afecta la calidad de vida de los pacientes, e incluso en los casos leves están vinculados a una marcada pérdida de bienestar, funcionalidad y calidad de vida.
Ver artículo: García Estela A, Angarita Osorio N, Charlotte Holzhausen M, Mora Salgueiro J, Pérez V, Duarte E, et al. Evaluating the effect of exercise-based interventions on functioning in people with transdiagnostic depressive symptoms: A systematic review of randomised controlled trials. Journal of Affective Disorders [Internet].2024[citado 05 abr 2024];351:231-242. https://doi.org/10.1016/j.jad.2024.01.191.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0165032724002106
Barcelona, 05 abril 2024|Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
mar
16
La Asociación Mundial de Medicina del Sueño y otras organizaciones relacionadas con este tema celebran hoy el Día Mundial del Sueño para que las personas tomen conciencia acerca de su importancia en la salud física y mental. La efeméride fue creada a iniciativa de proveedores y miembros de la comunidad médica vinculados con esta área de investigación y medicina a fin de prevenir y manejar los trastornos del sueño, así como divulgar los beneficios para la salud y el bienestar personal. De acuerdo a los últimos estudios realizados, se llegó a la conclusión de que nuestra vida mejoraría notablemente si dedicáramos el tiempo suficiente a tener un sueño de calidad.
Se estima que una persona adulta requiere entre siete y ocho horas de sueño, para restaurar las funciones del organismo. La falta de sueño trae como consecuencia daños irreparables a la salud y la calidad de vida de las personas, afectando a un alto porcentaje de la población a nivel mundial. Algunos de los principales trastornos son la apnea del sueño, que son patrones anormales en la respiración durante la etapa de sueño, interrumpiendo el llamado sueño profundo.
También, el insomnio o dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, la narcolepsia (somnolencia extrema o trastorno crónico del sueño durante el día). Asimismo, el síndrome de las piernas inquietas o enfermedad de Willis-Ekbom (impulso de movilizar las piernas al tratar de dormir, así como sensaciones de hormigueo, ardor y comezón).
Los trastornos del sueño pueden provocar a la larga enfermedades degenerativas y si no podemos disfrutar de un sueño de calidad es probable que el cuerpo comience a experimentar una serie de cambios y alteraciones, como los problemas en el sistema nervioso, endocrino e inmunológico, que conllevarán a otras complicaciones más graves.
Algunos efectos y consecuencias son los cambios de humor, el incremento de los niveles de azúcar (diabetes) y el aumento de la presión arterial e inflamación, que pueden generar enfermedades del corazón. Igualmente, la obesidad, la debilidad del sistema inmunitario, la ansiedad y la depresión.
Washington, 15 marzo 2024 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
mar
14
Un estudio observacional en población japonesa aporta nuevas evidencias sobre el mayor riesgo en la salud cardiovascular de la depresión entre mujeres.
Es sabido que las personas con depresión tienen más probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares (ECV); un nuevo estudio indica, además, por qué esa relación es aún más estrecha cuando se trata de mujeres diagnosticadas con depresión.
Estudios pangenómicos, como el realizado en el Hospital General de Massachusetts sobre más de 300.000 individuos registrados en el Biobanco de Reino Unido, han demostrado una asociación entre la depresión y su gravedad con mayor riesgo de infarto o de diabetes tipo 2, al margen de otros factores asociados al estilo de vida. El estudio también sugería que la asociación entre trastorno depresivo y riesgo cardiovascular estaba más marcada en las mujeres que en los hombres.
Ahora, un trabajo en JACC: Asia aporta nuevas evidencias que avalan ese hecho de que más mujeres experimentan enfermedades cardiovasculares tras un diagnóstico de depresión. Esta vez la investigación se ha realizado con población asiática, en concreto, se han empleado datos de la cohorte observacional JMDC, en la que se identificaron a 4.125.720 de sujetos que cumplían los criterios del estudio, que evaluaba la aparición de eventos cardiovasculares una vez se había determinado clínicamente la depresión; la mediana de edad fue de 44 años (36-52) y 2.370.986 participantes eran hombres.
Más riesgo de ictus y fibrilación auricular
El índice de riesgo de depresión en la ECV fue de 1,39 en hombres y 1,64 en mujeres, en comparación con los participantes sin depresión. Los modelos del estudio también revelaron que los índices de riesgo de depresión correlacionados con infarto de miocardio, angina de pecho, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular mayores en las mujeres que en los hombres.
«Nuestro estudio encontró que el impacto de las diferencias por sexo en la asociación entre la depresión y los resultados cardiovasculares es consistente», afirma el autor principal del trabajo Hidehiro Kaneko, de la Universidad de Tokio, en Japón.
Ver artículo: Senoo K, Kaneko H, Ueno K, Suzuki Y, Okada A, Fujiu K, et al. Sex Differences in the Association Between Depression and Incident Cardiovascular Disease. JACC[Internet].2024[citado 13 mar 2024]. DOI: 10.1016/j.jacasi.2023.11.015 https://www.jacc.org/doi/10.1016/j.jacasi.2023.11.015
13 marzo 2024| Fuente: Diario Medico| Tomado de| Psiquiatría
mar
2
Una mayor ingesta de comida ultraprocesada puede aumentar hasta en un 50 por ciento el riesgo de ansiedad y otros trastornos mentales, señala un artículo publicado hoy en la revista British Medical Journal (BMJ). Según esta indagación, las pizzas industriales, muchas salsas, los aperitivos salados o los fiambres se encuentran en este grupo que cada vez se consume más e incrementa también los peligros de padecer a edades tempranas enfermedades no transmisibles como trastornos cardiovasculares y diabetes tipo 2. ‘Entre los artículos revisados, publicados en los últimos tres años y que, si se suman sus participantes, incluyen a casi 10 millones de personas, los autores encuentran ‘pruebas convincentes’ de que, a mayores ingestas de esas comidas, el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular sube en un 50 por ciento, y un 21 el incremento de obesidad o problemas de sueño y un 22 por ciento más de depresión’, detalla el informe.
Otro estudio de los mismos autores de este más reciente en BJM indicaba ya que el riesgo de depresión se dispara cuando los ultraprocesados superan el 30 por ciento de la dieta diaria de una persona, además de potencial una mala salud gastrointestinal. Las evidencias con respecto a dichos ‘alimentos’ sugieren que son menos nutritivos y empeoran la dieta de quienes los toman pues, además de aportar demasiada sal, grasa o azúcar, dejan menos espacio en el estómago a otras comidas como las frutas, que contienen compuestos beneficiosos: los polifenoles o los fitoestrógenos. ‘También contienen menos fibra y proteínas, y concentran más calorías en menos cantidad.
Esta combinación puede favorecer el desarrollo de enfermedades crónicas que surgen por inflamación crónica o cambios en la microbiota’, revelaron los expertos Melissa Lane y Wolfgang Max, de la Universidad Deakin, en Australia, líderes de la indagación. Para sustentar mejor y a más largo plazo sus evidencias, estos especialistas proponen a la comunidad científica mundial hacer estudios a corto plazo para probar los efectos de los ultraprocesados, midiendo cambios en el peso, en la resistencia a la insulina, en la microbiota o en los niveles de inflamación.
29 febrero 2024 | Fuente: Prensa Latina| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
mar
1
Los trastornos mentales más frecuentes entre las embazadas son los depresivos, que afectan a una de cada diez mujeres en esta situación, mientras una de cada quince sufre ansiedad por preocupaciones centradas en la salud del bebé recién nacido.
La psiquiatra del Hospital Universitario Vall d’Hebron y experta en salud mental de la mujer Gemma Parramon, que participa en el XXXII Curso Nacional de Actualización en Psiquiatría de Vitoria, alerta además de que estas dolencias ‘son dos de los mayores factores de riesgo para los trastornos mentales postparto’.
El embarazo se asocia con un mayor riesgo de sufrir trastornos mentales graves, lo que incluye tanto reagudizaciones de enfermedades preexistentes, como la aparición de nuevos trastornos. A pesar de ello hay pocos estudios que orienten el tratamiento de estas mujeres, se lamenta.
Estos trastornos incluyen la depresión postparto de diversa gravedad, que es relativamente común; los trastornos de ansiedad, principalmente por preocuparse por la salud del bebé; y el estrés postraumático, que puede surgir tras un parto traumático o puede reflejar un trauma previo al embarazo. Hay otro trastorno ‘poco frecuente pero muy grave’ que es la psicosis postparto, que aparece de ‘forma abrupta en el postparto inmediato (en un plazo de dos semanas) y requiere de una atención hospitalaria psiquiátrica urgente’, señala Parramon, que va a participar en el taller ‘El puerperio: la vulnerabilidad en una etapa clave de la mujer’.
La psicosis postparto se da en 1 de cada 1.000 partos, y debido a su gravedad y a una evolución ‘imprevisible, existe un riesgo significativo para la madre y el bebé si no se trata (suicidio e infanticidio, en cada caso)’. Otros trastornos que pueden empeorar o reaparecer después del parto están relacionados con la conducta alimentaria y con el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
Este último genera ‘mucho miedo y angustia’ a la madre, que teme que su comportamiento pueda terminar en un daño al bebé. ‘
Estos pensamientos no están asociados con un daño directo real y tienen un tratamiento bastante eficaz’, apunta Parramon. Consecuencias para la madre y para el bebé Una enfermedad psiquiátrica durante el embarazo no tratada, señala la experta, ‘aumenta las consecuencias adversas tanto en la madre como en el bebé’ tras el parto y, de hecho, el suicidio materno es ‘la principal causa de mortalidad materna en el primer año postparto’.
En el caso del bebé se observan ‘más complicaciones obstétricas, como mayor riesgo de bajo peso al nacer, prematuridad, trastornos del vínculo y desnutrición durante el primer año de vida y en casos muy raros pero muy dramáticos, infanticidio’.
Ante las consecuencias que puede tener un trastorno mental perinatal no tratado, esta psiquiatra reclama una atención integral a la salud mental durante el embarazo que vaya desde la promoción de la salud mental, a la prevención y la detección de síntomas, hasta disponer de recursos necesarios para una ‘intervención especializada, escalonada y adaptada a cada caso’.
La conferencia inaugural del XXXII Curso Nacional de Actualización en Psiquiatría, que por segundo año consecutivo se celebra de forma conjunta con el III Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psiquiatría Clínica, tendrá lugar esta tarde de la mano del arquitecto Luis Fernández-Galiano que hablará de ‘La Ciudad Saludable.
El también catedrático emérito de la Universidad Politécnica de Madrid defiende que, si las ciudades superan sus tres grandes desafíos, la congestión con los problemas de tráfico y contaminación, la seguridad y la salubridad, las
ciudades son el mejor escenario’ para vivir. La urbe densa, compacta y compleja ofrece inmejorables oportunidades de desarrollo personal y profesional, porque el mercado de trabajo lo es también de los afectos.
Para ello, sin embargo, debe evitar tanto el hacinamiento como la dispersión, porque ambos extremos son fuente de trastornos económicos, ecológicos y sanitarios.
28 febrero 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A