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El año hidrológico 2023 fue el cuarto más seco del siglo XXI y el sexto de toda la serie histórica desde 1961, y los episodios de sequía están aumentando en frecuencia y gravedad en Europa desde el año 1980, una situación que, además de afectar a la agricultura y los ecosistemas, también podría tener consecuencias sobre la salud mental de las personas, según han advertido los epidemiólogos durante la XLII Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología, que se celebra en Cádiz.
Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigación que ha realizado una revisión de los estudios disponibles sobre el impacto de la sequía en la salud mental, presentados durante la Reunión.
A pesar de que apenas hay estudios que aborden este asunto en España y en Europa, la revisión de los doctores Julio Díaz, Cristina Linares, Isabel Noguer y Alicia Padrón-Monedero fue publicada en la revista International Journal of Biometeorology, y muestra que existe relación entre la sequía y la aparición o agravamiento de los trastornos mentales y sus consecuencias.
La simple amenaza del cambio climático y sus consecuencias, como la sequía, pueden producir estrés psicológico que puede tener graves consecuencias en el desarrollo de múltiples enfermedades crónicas, incluyendo los trastornos mentales. «Otras posibles vías causales entre la sequía y los trastornos mentales pueden ser la pérdida económica, la incertidumbre sobre el futuro y tristeza por la degradación del entorno», ha explicado la directora de Programa de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, Alicia Padrón-Monedero.
De acuerdo con los autores de la revisión, el único estudio específico que analizó cuantitativamente la relación entre la sequía y las emergencias hospitalarias por problemas mentales se realizó en Australia, y encontró asociaciones significativas. Otros dos estudios, también llevados a cabo en Australia, encontraron relación entre las sequías y la mortalidad por suicidio; y algunas investigaciones han analizado la relación entre la sequía y el malestar psicológico.
Para un mejor conocimiento de esta relación, los expertos afirman que es necesario explorar el uso de los recursos de salud mental, en concreto los contactos hospitalarios por problemas de salud mental coincidiendo con los episodios de sequía. «Es necesario poner en marcha sistemas de vigilancia de la salud mental a nivel nacional y autonómico. Además, las mediciones de la AEMET, que son muy precisas, se toman de estaciones meteorológicas al aire libre, en una zona concreta, pero no miden la exposición a la sequía de individuos concretos», ha señalado Padrón-Monedero como principales limitaciones.
No obstante, el grupo de científicos considera que es una línea de investigación que debe potenciarse. «El estudio de la salud y el clima y los factores que influyen en él son una prioridad reconocida por la evidencia científica disponible y por los organismos internacionales. El grupo del que formo parte tiene la intención de seguir con esta línea de investigación y alertar a las autoridades sanitarias para que pongan en marcha medidas para proteger a la población», asegura.
EL NIVEL SOCIOECONÓMICO Y EDUCATIVO, FACTORES DETERMINANTES
Otra de las cuestiones que influyen en la salud mental de las personas son los determinantes sociales, es decir, todos aquellos aspectos que hacen que su estado de salud no sea el óptimo. Como ya se ha visto, en él influyen cuestiones relacionadas con el medioambiente, pero también otras como la clase social, el nivel educativo, si se vive en un área urbana o una zona rural y, especialmente, el género.
«En todos los estudios se evidencia que las mujeres siempre tienen un peor estado de salud mental que los hombres. Esto se debe a distintos factores biológicos y a los determinantes sociales relacionados con los roles de género», ha apuntado la secretaria del Comité Científico de la Reunión Anual de la SEE, Carmen Rodríguez-Blázquez.
Las tareas de cuidado, la falta de conciliación entre la vida laboral y la familiar o la violencia de género son algunas de las variables que hacen que las mujeres tengan un peor estado de salud mental, especialmente ansiedad y depresión. Las circunstancias personales de algunos colectivos también pueden hacerles más vulnerables a los problemas de salud mental. Los migrantes, por ejemplo, pueden encontrarse en situación irregular y estar pasando por dificultades en su proceso migratorio; las personas LGTBIQ+, al verse expuestas a situaciones de discriminación; o las personas con discapacidad, con dificultades para acceder al mercado de trabajo o al de la vivienda, son algunos ejemplos.
Así, han señalado que «terminar con las desigualdades en salud mental pasa por terminar con las desigualdades en un sentido amplio, aunque suene utópico». «Hay que garantizar un acceso equitativo a los recursos educativos, sanitarios y sociales; un empleo de calidad, una vivienda digna y acceso al tiempo libre. Últimamente se habla mucho de salud mental pero solo se ponen parches, no se ataca la raíz de los problemas», ha concluido Rodríguez-Blázquez.
13 septiembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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El riesgo de suicidio se dispara en personas que han sido hospitalizadas por un problema de salud mental y es hasta 48 veces más alto en mujeres y 28 veces entre los varones, según un estudio del Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona que publica este jueves JAMA Network Open.
La publicación de la revista de la Asociación Médica Estadounidense agrega que el riesgo de mortalidad prematura, es decir, morir antes de los 70 años, también es más elevado en las personas ingresadas por un trastorno mental: 7,5 veces más alto en hombres y 7,7 en mujeres.
Ante estos datos, los investigadores han expresado la necesidad de mejorar los procesos de atención sanitaria de las personas ingresadas por problemas de salud mental una vez reciben el alta de los centros hospitalarios.
El trabajo se ha basado en datos de casi 50 000 personas hospitalizadas por un trastorno de salud mental entre los años 2014 y 2018, consultadas a través del Programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud (PADRIS) de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS), así como en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El 53 % de los pacientes eran hombres y la edad media en el momento del alta hospitalaria se situaba en los 44 años.
Del total de casos analizados, 2 260 personas (4,6 %) murieron prematuramente durante el seguimiento, 437 (1 %) fallecieron por suicidio, y 4 752 (10 %) se autolesionaron no letalmente.
El doctor Jordi Alonso, coordinador del Grupo de Servicios Sanitarios del Instituto de Investigación del Hospital del Mar, ha explicado que «a pesar de que la cifra absoluta de suicidios es pequeña, solo el 1 % del total, el suicidio es una de las maneras en que se expresa la mortalidad elevada en las personas con trastorno mental».
Por su parte, el doctor Víctor Pérez, firmante del trabajo y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Mar, ha destacado la importancia del estudio, pues «un 90 % de las personas que se suicidan tenían un diagnóstico de enfermedad mental».
Los trastornos más prevalentes en la población analizada son la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, relacionados con el consumo de drogas y con el alcohol, depresión y trastorno de personalidad.
El hecho de que haya más muertos por suicidio entre mujeres con enfermedades mentales contrasta con la situación en la población general, donde se producen más entre los hombres.
Los investigadores apuntan que esto puede deberse a dos fenómenos simultáneos: a una mayor demanda de atención sanitaria por parte de las mujeres y a un infradiagnóstico de la depresión en los hombres.
En ellas, era más alto en los casos de ingresos hospitalarios por trastorno bipolar y depresión, mientras que en ellos lo era en los casos de trastornos adaptativos, es decir, aquellos causados por situaciones de estrés externas a la persona, y depresión.
En relación con la mortalidad prematura, los trastornos más habituales, tanto en hombres como en mujeres, refieren a los cognitivos: el 6,3 %, como la demencia o el delirium, y el trastorno por consumo de alcohol, superior al 24 % del total de la población estudiada.
Por este motivo, el investigador del Hospital de Mar Philippe Mortier ha expresado la necesidad de «integrar los servicios de salud mental con los médicos. En esta población hace falta un abordaje multidisciplinario, que vaya más allá de la atención a la salud mental».
05 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un equipo de investigadores ha identificado que en el cerebro de algunas personas hay un patrón distinto de interacciones neuronales que podría predisponer a desarrollar depresión; lo señalan nuevas dianas potenciales para futuras intervenciones médicas.
La investigación que publica Nature está encabezada por el Weill Cornell Medicine de Nueva York y en ella participó, entre otros, el Basque Center on Cognition, Brain and Language.
A través de repetidos escáneres del cerebro a lo largo del tiempo, el equipo identificó una red neuronal que es casi dos veces más grande en la mayoría de las personas con depresión que en la sanas.
Se trata de la Red de Saliencia, un grupo de regiones cerebrales del córtex frontal y del cuerpo estriado del cerebro que se cree que intervienen en el procesamiento de la recompensa y en la determinación de los estímulos que merecen más atención.
A pesar de décadas de estudios de neuroimagen, solo se han identificado pequeñas diferencias en la estructura y conectividad cerebrales de las personas con depresión, lo que limita la comprensión actual de los mecanismos o factores de riesgo de la aparición de la enfermedad.
Los patrones individuales de actividad cerebral difieren no solo entre las personas, sino a lo largo del tiempo en una misma persona. Esto es especialmente problemático para estudiar enfermedades como la depresión.
Esta enfermedad es, «por definición, un síndrome psiquiátrico episódico que se caracteriza por periodos de bajo estado de ánimo mezclados con periodos de bienestar», indicó Conor Liston, autor principal del estudio del Weill Cornell Medicine.
Para investigar los fundamentos neurobiológicos de la depresión, el equipo empleó una técnica denominada mapeo funcional de precisión en un análisis primario de 141 individuos, con una edad media 41 años y diagnóstico de depresión mayor, junto a 37 controles sanos.
El equipo escaneó los cerebros de los participantes con la técnica de Imagen por resonancia magnética funcional (IRMf) a lo largo de varios meses.
La exploración en profundidad reveló que la mayoría de los voluntarios con diagnóstico de depresión tenían la red de saliencia casi dos veces mayor que las personas sin depresión clínica.
«Tener una red de saliencia más grande parece aumentar el riesgo de depresión: El efecto es un orden de magnitud mayor de lo que solemos ver en los estudios de IRMf», agregó Liston.
Esa expansión de la red era estable en el tiempo, no se veía afectada por los cambios en el estado de ánimo y podía detectarse en niños antes de la aparición de los síntomas depresivos en la adolescencia.
Esto último sugiere que la expansión de la red de saliencia frontoestriatal puede servir potencialmente como biomarcador del riesgo de depresión, aunque los autores señalan que se necesitan más estudios para confirmar esta asociación.
El equipo amplió el trabajo de forma internacional para analizar los datos de otros cientos de pacientes cuyos cerebros habían sido escaneados con menos frecuencia.
Los datos sugieren que las personas con redes de saliencia más amplias en la infancia son más propensas a desarrollar depresión en etapas posteriores de su vida, «como si estuvieran predispuestas a padecerla», informó el Weill Cornell Medicine.
Como trabajos anteriores han relacionado la red de saliencia con el procesamiento cerebral de las recompensas, su implicación en la depresión «tiene sentido, porque uno de los principales déficits de la depresión es la anhedonia, es decir, la incapacidad de sentir placer y disfrutar de las actividades cotidianas», agregó el también firmante de estudio Charles Lynch.
Los actuales resultados deben reproducirse y ampliarse antes de que puedan aplicarse directamente en la clínica, aunque el trabajo ya ha proporcionado una importante validación del enfoque de exploración profunda, según el equipo.
Durante años, muchos investigadores asumieron que las redes cerebrales tenían el mismo aspecto en todo el mundo, pero los hallazgos de este trabajo se basan -dijo Lynch- «en un creciente cuerpo de investigación que indica que hay diferencias fundamentales entre los individuos».
04 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Cuando suben a escena dejan atrás sus trastornos de salud mental y dan la mejor versión de sí mismos y es que en ‘Arriba el telón’, la única compañía de teatro de Europa con todos los actores con diagnóstico de salud mental grave, sus integrantes afirman que el teatro debería ser preceptivo en colegios y hospitales.
‘Arriba el telón’
El director de ‘Arriba el telón’ es Javier Martín, actor y expresentador del mítico programa de televisión Caiga Quien Caiga, pero también paciente con trastorno bipolar diagnosticado. Desde hace tres años dirige a este grupo y lo hace sacando el trastorno mental de la escena y profesionalizando la actividad, que para este colectivo es una terapia rehabilitadora, tan útil como el más conservador tratamiento farmacológico.
«En ningún momento vengo pensando que tienen esquizofrenia o bipolaridad, no tengo eso en mi mente. Dirijo desde la humildad y aportando lo poco que sé», dice Martín en una entrevista con EFE en la que constata la evolución de los actores en estos años: «Cuando llegué se reían menos, les veía más apagados y con más miedos. Ahora nos reímos de nosotros mismos y de nuestros fallos y eso es muy importante».
Francisco, Paquita, Antonio, Juanjo e Isabel son pacientes del Hospital psiquiátrico de Día Lajman, en Madrid, que desde hace años colabora con la asociación La Barandilla por la salud mental, y forman parte del elenco de actores de ‘Arriba el telón’ que en los últimos tres años ha puesto en escena tres comedias: ‘Napoléon’, ‘Lalolilolialolialo’ y ‘Todo para el alma’.
El escenario, lugar de desconexión del sufrimiento
Martín sostiene que el teatro es «absolutamente sanador» y no lo ve solo en sus actores, también en él mismo. «Cuando tuve una depresión que me llevó a querer quitarme la vida, el único momento del día donde desconectaba de esos pensamientos terribles era la hora y media en que me subía al escenario».
«Solo ahí dejaba de ser yo y adquiría otro personaje, otro texto, otra vida. Me ayudaba a desconectar del sufrimiento», relata el expresentador.
Y aunque todas las artes ayuden a sanar la salud mental, el teatro, dice, es la más completa porque trata el humor, el compañerismo, la empatía con el otro, es pura expresión.
Cuando Martín decidió, a petición de la asociación La Barandilla, tomar las riendas del teatro se puso a pensar en qué tipo de obras representar y optó por «comedias fresquitas, divertidas» porque hacer reír es sanador.
Y es que los actores ven en Martín a un amigo. Francisco, con diagnóstico de esquizofrenia afectiva, valora sobre todo que el teatro consigue que la sintomatología se diluya.
Francisco no tiene miedo escénico porque durante cuatro años estuvo cantando en el coro de la Universidad Autónoma, elogia la forma de dirigir de Martín y reconoce que el teatro le activa la mente.
Obras ya escritas y media hora de duración máxima
En ‘Arriba el telón’ se opta por obras ya escritas, con seis o siete personajes y media hora de duración máximo. Las representaciones no solo se circunscriben a casas de acogida, centros de mayores o sociales sino que también las han llevado a la Casa de Vacas del madrileño Parque del Retiro e incluso en Zaragoza, al centro cívico de la Estación del Norte.
«Nos trata como a profesionales, no como a pobrecitos»
«El teatro es absolutamente sanador» lo reitera Francisco y lo corrobora Paquita, con diagnóstico de depresión derivado de una esquizofrenia paranoide previa.
«Cuando subes al escenario dejas de lado tus problemas y tus somatizaciones, ver al público disfrutar es impagable, maravilloso», señala Paquita, que ya actuaba de niña en el colegio, sobre todo recitando poesía.
También Juanjo e Isabel constatan que actuar les ayuda a desenvolverse en la vida real y les activa la memoria, mientras que Antonio, diagnosticado con esquizofrenia, pone en valor el final de la obra, ese aplauso que define como «una explosión, que sienta muy bien».
Y es que el mérito, dice Antonio, está en el director que les trata «como a profesionales, no como a pobrecitos. A veces es exigente, pero a mí el teatro me daba mucho miedo y ahora me divierto».
El teatro debería ser «indispensable» en los colegios
Para Antonio, como para sus compañeros, el teatro debería ser «indispensable» en los colegios para prevenir futuros problemas de salud mental y en los hospitales, donde la rutina de los ensayos ayuda a manejar las emociones.
Martín subraya que él les dirige igual que si lo hiciera a un grupo de chavales de una asociación de barrio. «Hago lo mismo, no pienso en el trastorno mental».
Y esa forma de trabajar ha hecho que la familia de algunos actores haya expresado su sorpresa, e incluso emoción, tras asistir a una de sus obras.
«Nunca lo habíamos visto así, ha sido verlo actuar y se me ha puesto la carne de gallina», le han trasladado a Martín algunos familiares.
30 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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30
Investigadores del Grupo TXP de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Castellón han publicado los resultados de un ensayo clínico que demuestra que la clozapina puede actuar como un estabilizador del estado de ánimo en pacientes con trastorno esquizoafectivo, «lo que supone un avance significativo para el tratamiento de esta enfermedad», ha informado la institución académica en un comunicado.
El trastorno esquizoafectivo combina síntomas de dos trastornos: la esquizofrenia y el trastorno afectivo, como depresión o trastorno bipolar. Las personas con este trastorno pueden experimentar alucinaciones, generalmente auditivas, y delirios o creencias falsas, pero también pueden padecer episodios de depresión severa o fases de manía, han apuntado las mismas fuentes.
El ensayo clínico con este tratamiento se ha realizado sobre 27 pacientes vinculados al Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, tanto hospitalarios como ambulatorios, con trastorno esquizoafectivo y sintomatología psicótica resistente, durante más de dos años: entre junio de 2021 y julio de 2023.
En el estudio se ha seguido a los pacientes durante los primeros tres meses del tratamiento, con visitas mensuales en las que se ha evaluado la sintomatología afectiva, tanto maníaca como depresiva, el consumo de alcohol y drogas, los efectos secundarios de la clozapina y la cantidad total de medicación psiquiátrica que tomaban.
El autor principal del trabajo, Marc Peraire, que realiza su tesis doctoral en la Escuela Internacional de Doctorado CEU (CEINDO), ha apuntado: «Nuestro estudio refuerza la utilidad del fármaco más allá de su tradicional uso en síntomas psicóticos, como las alucinaciones o las paranoias, pues este ensayo clínico demuestra su efecto como estabilizador del ánimo».
Esta propiedad estabilizadora de la clozapina se manifiesta en la reducción de los síntomas afectivos en las primeras semanas de tratamiento, con efectos sostenidos a lo largo del tiempo: «Este hallazgo es crucial, ya que aborda una necesidad no satisfecha en el manejo de los síntomas afectivos del trastorno esquizoafectivo», ha subrayado Peraire.
Otro aspecto destacado de los resultados de este ensayo clínico es que la clozapina, además de tener escasos efectos secundarios, permite la reducción de la dosis de otros medicamentos psiquiátricos. Así pues, mejora la tolerabilidad del tratamiento del trastorno esquizoafectivo, lo que a su vez mejora la adherencia a la prescripción por parte de los pacientes, reduciendo el riesgo de abandono, han apuntado desde CEU.
VENTAJAS DEL NUEVO TRATAMIENTO
Según ha destacado el investigador principal del Grupo TXP y profesor del Grado en Medicina de la CEU UCH, Gonzalo Haro, director de la tesis, «este ensayo clínico, realizado sin financiación por parte de ningún laboratorio farmacéutico y cuyos resultados son independientes, ha permitido fijar el tratamiento con clozapina por un coste de entre 20 y 40 euros al mes, diez veces inferior al de los nuevos antipsicóticos».
Haro ha explicado que «durante la última década, conocer y diagnosticar el trastorno esquizoafectivo ha supuesto un gran esfuerzo para los profesionales de la salud mental, pero este esfuerzo no se ha visto reflejado en la búsqueda de un tratamiento específico ni por la administración pública, ni por la industria privada». Este ensayo clínico es el primer trabajo que explora el efecto de la clozapina sobre la sintomatología afectiva en una enfermedad mental que sólo tenía un psicofármaco autorizado: la paliperidona.
El doctor Francisco Arnau, psiquiatra del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón y coautor del artículo, ha agregado: «Este descubrimiento tiene el potencial de cambiar la práctica clínica actual y mejorar considerablemente la calidad de vida de los pacientes con trastorno esquizoafectivo».
Otro de los elementos clave del estudio es que ha demostrado la eficacia de la clozapina en el tratamiento de pacientes con patología dual, es decir, personas que además del trastorno esquizoafectivo sufren también una adicción al alcohol o a las drogas.
Gonzalo Haro, actual presidente del comité nacional de la Asociación Mundial sobre Patología Dual (WADD, por sus siglas en inglés), ha destacado: «Los pacientes con patología dual sufren peor pronóstico de ambos trastornos, pues la adicción agrava la otra enfermedad mental y viceversa. Por esta razón, suelen ser excluidos de los ensayos clínicos convencionales. Es necesario que los psiquiatras realicen un sobreesfuerzo a la hora de apoyarse en la investigación científica para elegir el mejor tratamiento para los pacientes duales».
Dada la conveniencia de que el tratamiento de las enfermedades mentales tenga un enfoque biopsicosocial, que busque la integración del paciente en la sociedad, el equipo de investigación de este ensayo clínico ha sido multidisciplinar, contando con la participación de la doctora Ana Benito, psicóloga clínica de la Unidad de Salud Mental de Torrent (Valencia), e Isabel Almodóvar-Fernández, profesora de Enfermería en la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón. También ha colaborado en esta investigación el doctor Alejandro Fuertes-Saiz, profesor de Medicina en la CEU UCH y psiquiatra responsable de la Unidad de Depresión Resistente del Hospital La Salud de Valencia.
29 julio 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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El vitiligo es la enfermedad despigmentante más frecuente (afecta al 1,6 % de la población), pero más allá del impacto físico, los pacientes hacen frente al emocional por el estigma social que provoca y que deriva en una alta prevalencia de diagnósticos de depresión y ansiedad, más del 50 % de los afectados.
En rueda de prensa con motivo del día mundial de esta enfermedad, el presidente de la Asociación de Pacientes con Vitiligo (ASPAVIT), Luis Ponce de León, ha presentado la campaña «Vitiligo: más allá de lo que se ve» que se inicia este martes en Madrid con un autobús que recorrerá las calles de la capital hasta el 1.° de julio para concienciar y sensibilizar sobre la enfermedad.
Este autobús circulará también por Barcelona, del 2 al 8 de julio, y por Valencia, del 10 al 15.
Ponce de León ha señalado la importancia de que la sociedad visibilice que «la piel de los pacientes con vitiligo está sana», lo único que ocurre es que los melanocitos, que son las células encargadas de la producción de melanina y responsables del color de la piel, pelo y mucosas dejan de ejercer su función por una cuestión de genética o inmunológica.
El vitiligo es una enfermedad crónica autoinmune que provoca pérdida de pigmentación, pese a no ser una enfermedad grave tiene una importante repercusión en la calidad de vida por el «el cambio constante que se produce en el cuerpo debido a la despigmentación y que más allá de la estética, afecta mentalmente», según ha relatado el presidente de ASPAVIT.
Ponce de León ha comentado que la adolescencia suele ser la peor etapa, por el estigma que provoca y que contribuye a la baja autoestima y al aislamiento social.
El jefe del servicio de dermatología del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón, José Luis Estebaranz, ha explicado que la enfermedad se caracteriza por «la aparición de manchas blancas en la cara y en otras partes del cuerpo, generalmente de forma simétrica lo que repercute en la imagen del paciente».
Estebaranz ha comentado que algo tan cotidiano en época estival como ir a bañarse a playas o piscinas, se convierte en un reto para estas personas.
Por ello, ha insistido en acabar con los falsos mitos sobre esta enfermedad como, por ejemplo, que es contagiosa, lo que lleva al rechazo y la discriminación.
No hay tratamiento curativo, pero muchos efectivos
También ha comentado que «el 60 % de dermatólogos y médicos Atención Primaria dice a sus pacientes, por desconocimiento, que no hay tratamiento efectivo para su patología, lo que frustra aún más».
Estebaranz ha asegurado que no hay tratamientos curativos, pero sí efectivos para cada fase «como la fototerapia para estimular el melanocito, que combinado con inmunomoduladores consigue repigmentaciones significativas».
Además, ha dicho, «hay tratamientos de corticoides orales e inmunosupresores».
Ha insistido en que hay que tratar a estos pacientes ya que muchas veces tienen déficit de vitamina D y otras comorbilidades, como enfermedades del tiroides, alopecia areata, artritis reumatoide, diabetes o psoriasis, que se suman a trastornos psiquiátricos.
Este experto ha explicado que el vitiligo puede debutar en cualquier momento de la vida si bien el 50 % lo hace antes de los 30 años. Cuando antes aparece, la carga genética es mayor y el vitiligo es más intenso y con mayor afectación.
Para los próximos años, Estebaranz ha avanzado que habrá «muchas moléculas vía oral y vía tópica, que ayudarán muchísimo al paciente» y ha comentado que la investigación está muy involucrada en ensayos clínicos para revertir la alteración molecular.
Por su parte, el presidente de ASPAVIT ha comentado que, en España, solo el 0,2 % de las personas con vitiligo están diagnosticadas por lo que ha pedido más agilidad para que el paciente sea derivado al equipo dermatológico de su centro hospitalario de referencia.
«Tanto a nivel médico como social hemos de conseguir que no se banalice la enfermedad, hay que normalizar la patología», ha señalado.
La campaña, que hoy comienza, ha sido puesta en marcha por la biofarmacéutica Incyte, tiene el aval de ASPAVIT y ha sido revisada por la Fundación Piel Sana de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
El director general de Incyte Biosciences Iberia, Juan Díaz, ha reconocido que el vitiligo es una enfermedad compleja, pero el compromiso de la biofarmacéutica es poner a disposición de los pacientes tratamientos innovadores y soluciones a necesidades no cubiertas.
La campaña también se difundirá en redes sociales mediante el hashtag #VitiligoInvisible y la página www.esvitiligo.es dirigida a la población en general, para promover la inclusión y el respeto hacia quienes viven con la enfermedad.
25 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia