nov
17
Un trabajo de la Universidad de Sevilla, CABIMER y el IRB Barcelona liderado por los investigadores Andrés Aguilera (US-CABIMER) y Aleix Bayona Feliu (IRB Barcelona) abre la posibilidad de que los híbridos DNA-RNA y las mutaciones en diferentes factores celulares que los forman puedan ser responsables del origen de procesos cancerígenos. Por ello, los autores resaltan la necesidad de estudiar dichos factores para entender y evaluar posibles riesgos en cáncer.
El estudio muestra que la cromatina y los factores que la regulan evitan la formación de híbridos de DNA-RNA, una fuente de inestabilidad genómica asociada a cáncer. Estos híbridos bloquean la replicación, dando lugar a un incremento de roturas cromosómicas y colisiones entre la transcripción y la replicación.
La investigación ha demostrado que la cromatina constituye una primera barrera para la protección de la integridad del genoma. Así se ha observado en análisis de silenciamiento de diferentes factores remodeladores de la cromatina en cultivos de células tumorales.
Mediante un estudio comparado de sus datos con las bases de datos de genomas de células tumorales, han descubierto que los sitios del genoma enriquecidos en híbridos de DNA-RNA coinciden con los lugares con la más alta frecuencia de mutaciones encontrados en células de tumores. El trabajo revela así por primera vez una asociación directa entre los híbridos de DNA-RNA y mutaciones asociadas a cáncer, sugiriendo que son un elemento de riesgo en el origen de tumores.
El laboratorio de Aguilera es pionero en el estudio del papel de los híbridos de DNA-RNA en el origen de la inestabilidad genética, y este nuevo trabajo no solo permite entender mejor el control celular de los híbridos y su regulación por factores epigenéticos, sino que sugiere la posibilidad de que los niveles de híbridos DNA-RNA en las células se puedan usar como un indicador potencial de riesgo cancerígeno.
El trabajo, publicado en la revista Nature Communications, ha sido financiado con fondos de la Agencia Estatal de Investigación y la European Research Council entre otros.
Referencia
Bayona Feliu A, Herrera Moyano E, Badra Fajardo N, Galván Femenía I, Soler Oliva ME, Aguilera A. The chromatin network helps prevent cancer-associated mutagenesis at transcription-replication conflicts. Nature[Internet].2023[citado 15 nov 2023];14(6890). https://doi.org/10.1038/s41467-023-42653-0
17 noviembre 2023 | Fuente: IMMÉDICO| Tomado de Noticias -Oncología
nov
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Este hallazgo puede marcar un hito en el desarrollo de fármacos de nueva generación
En las últimas décadas se ha desarrollado la terapia dirigida con el uso de los primeros fármacos que actúan específicamente contra dianas (causas) moleculares del cáncer, lo que aumenta su eficacia y reduce los efectos secundarios. Muchos de ellos son fármacos que inhiben la acción de enzimas llamadas tirosina-quinasas, y han supuesto un avance significativo en el tratamiento dirigido contra varios tipos de cáncer. Por eso es relevante que el grupo del investigador Iván Plaza-Menacho, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), haya descubierto un nuevo mecanismo de activación para la primera tirosina-quinasa conocida, que es también el primer oncogén.
“Hemos descubierto un nuevo paradigma en el mecanismo de acción del primer oncogén identificado, c-Src, con importantes implicaciones en el descubrimiento de fármacos de nueva generación”, explica Plaza-Menacho, jefe del Grupo de Quinasas, Fosforilación de Proteínas y Cáncer del CNIO. El estudio se publica en Nature Communications.
Un oncogén sobreactivado en los tumores más prevalentes
Las quinasas modifican químicamente otras proteínas agregándoles el grupo químico fosfato, y esa modificación (la fosforilación) actúa como señal química que activa la proliferación celular. Cuando las quinasas funcionan mal las células reciben constantemente la orden de proliferar, dando lugar a la formación de un tumor.
Esta relación entre el cáncer y c-Src se descubrió molecularmente a finales de los años setenta, pero pese al tiempo transcurrido aún no se entiende del todo, y se sigue investigando. El oncogén c-Src aparece sobreactivado en aproximadamente el 50 por ciento de tumores de colon, hígado, pulmón, mama, próstata y páncreas. Lo que desvela el nuevo trabajo es un nuevo mecanismo, inesperado, por el que c-Src puede activarse a sí mismo de forma autónoma mediante la autofosforilación (el proceso por el cual una proteína se fosforila así misma) y provocar cáncer.
El oncogén c-Src aparece sobreactivado en aproximadamente el 50% de tumores de colon, hígado, pulmón, mama, próstata y páncreas
Hasta la fecha se sabía que la función y actividad del oncogén c-Src están controlados por otra proteína quinasa, CSK, que fosforila una tirosina clave en c-Src para inhibir su actividad. Pero los investigadores del CNIO muestran ahora que c-Src, además, “tiene la capacidad de regular de forma autónoma la fosforilación de dicha tirosina clave fosforilándose así misma”, señala Iván Plaza.
Los autores han logrado diseccionar a alta resolución la secuencia de autofosforilación, y también cómo se produce el ensamblaje de la molécula activa que actúa como quinasa, con la molécula que es fosforilada que actúa como substrato.
Nueva diana terapéutica
Existen inhibidores dirigidos contra la actividad de c-Src con aplicaciones terapéuticas. Por ejemplo, dasatinib ha sido aprobado para el tratamiento de pacientes con leucemia mieloide múltiple y leucemia linfocítica aguda. Actualmente hay en curso ensayos clínicos con pacientes de cáncer de mama metastático, cáncer de colon y próstata con inhibidores que actúan sobre la actividad de c-Src con otras quinasas, por ejemplo, bosutinib, bafetinib o saracatinib.
Los nuevos resultados obtenidos por el grupo del CNIO tienen implicaciones importantes en el diseño y búsqueda de nuevos fármacos
Los nuevos resultados obtenidos por el grupo del CNIO “tienen implicaciones importantes en el diseño y búsqueda de fármacos de nueva generación que bloqueen de una manera más específica la función alostérica y no catalítica como substrato de c-Src”, señala Iván Plaza-Menacho. El investigador avanza que “en el futuro queremos determinar la estructura tridimensional de c-Src en su formato completo, y saber cómo se ensambla y con qué moléculas es capaz de interaccionar y regular a nivel celular cuando está hiperfosforilada en cáncer”.
Referencia
Cuesta-Hernández H N, Contreras J, Soriano-Maldonado P, Sánchez Wndelmer J, Yeung W, Martín Hurtado A, et al. An allosteric switch between the activation loop and a c-terminal palindromic phospho-motif controls c-Src function. Nat Commun[Internet].2023[citado 4 nov 2023]; 6548. https://doi.org/10.1038/s41467-023-41890-7
6 noviembre 2023 | Fuente: CNIO| Tomado de Noticias
oct
23
El despliegue de las tecnologías basadas en IA podría mejorar la detección precoz del cáncer y ayudar a compensar los retrasos diagnósticos en toda Europa.
La inteligencia artificial (IA) ha entrado en el debate público por todo lo alto, pero los investigadores llevan tiempo estudiando su potencial para transformar la atención a las personas con cáncer y mejorar los resultados de los pacientes. En el Congreso ESMO 2023 en Madrid (España), del 20 al 24 de octubre habrá sesiones específicas centradas en la IA para dar a conocer los avances que se han hecho en términos de métodos de computación avanzados aplicados a la oncología.
La Ley de Amara dice que tendemos a sobreestimar el impacto inmediato de la tecnología y subestimar sus efectos a largo plazo. No obstante, como sucede con cualquier área de conocimiento relacionada con la salud humana, es necesario añadir cierta precaución al entusiasmo y, por lo tanto, nuevas tecnologías como la IA, el aprendizaje automático y el análisis de grandes cantidades de datos (`big data´) se están incorporando de manera más lenta y con más precauciones que en otros sectores. Los ejemplos de su aplicación en la práctica clínica hasta ahora se limitan a la clasificación (triaje) de imágenes de biopsias, mamografías y tomografías computarizadas (CT, por sus siglas en inglés) de pulmón usadas para realizar cribados de pacientes en función de la presencia de tumores, así como a algunas áreas de la investigación sobre el cáncer. No obstante, la implementación de estas tecnologías en la investigación oncológica y la práctica clínica más extendidas está lejos de ser homogénea, lo cual indica que existen barreras que pueden ralentizar su adopción y los beneficios que podrían aportar en los procesos de investigación y los cuidados del cáncer, incluyendo prevención, cribado y rutas de atención.
Aprovechar el potencial de la IA para mejorar la detección del cáncer
A partir de un estudio cualitativo presentado en el Congreso ESMO 2023, que explora el potencial de las tecnologías basadas en IA para mejorar la obtención de imágenes, el diagnóstico y los retrasos en el área de oncología en siete países europeos, la Dra. Raquel Pérez-López, radióloga del Instituto de Oncología Val d´Hebron de Barcelona, considera que las guías existentes sobre cribado y diagnóstico del cáncer, que están bien definidas, no se aplican de forma homogénea dentro de Europa, por razones que pueden incluir tanto aspectos económicos como culturales.
Pérez-López vio el potencial de las soluciones digitales emergentes para intervenir desde la base de la organización y anteponer el cribado de los pacientes a partir de sus historias clínicas. «Ya existen plataformas basadas en IA que permiten el análisis de datos recogidos de forma habitual en las historias clínicas electrónicas y en las unidades de imagen, y que podrían contribuir a los programas de prevención y cribado identificando a los individuos en riesgo de desarrollar la enfermedad, pero estos recursos están siendo infrautilizados», ha declarado Pérez-López, quien atribuye este fenómeno a la ausencia de un marco legal para que los datos de los pacientes sean utilizados en estos procesos.
Controlar la IA para potenciar la investigación en el mundo real
Aplicaciones menos tangibles, pero igualmente importantes de los métodos de computación avanzados están transformado algunas áreas de la investigación en oncología. En el campo de la genética del cáncer, por ejemplo, muchas de las mutaciones incluidas en los estudios genómicos modernos se emplean para identificar a los pacientes adecuados para recibir terapias dirigidas empleando herramientas de IA que comparan los perfiles genéticos de cientos de miles de personas y elaboran predicciones sobre la función de estas mutaciones en el riesgo de desarrollar cáncer. Estas tecnologías se han empezado a usar también recientemente de forma más extendida para analizar diversos tipos de datos incluidos en estudios de evidencia obtenida en el mundo real, que están ganando terreno como un medio de generar evidencia en campos como el de los cánceres raros, en los que no es posible realizar ensayos clínicos aleatorizados tradicionales, o para acercar los resultados de los ensayos clínicos y los resultados de los pacientes en la práctica clínica, entre los cuales se observan diferencias frecuentemente.
No es casual que la reciente publicación de la `ESMO Guidance for Reporting Oncology real-World evidence (GROW)´, desarrollada para orientar las publicaciones científicas en este campo, también aborden el asunto de las tecnologías basadas en IA. En particular, la guía ESMO-GROW tiene como objetivo armonizar las prácticas de la investigación oncológica proporcionando recomendaciones detalladas sobre las pruebas y pasos de validación necesarios para presentar datos obtenidos en el mundo real de forma precisa y transparente. Entre esas recomendaciones se incluyen consideraciones relacionadas con el empleo de algoritmos de IA para el análisis de datos en estudios sobre mundo real, una inclusión necesaria para plasmar todas las consideraciones relevantes y específicas al área de oncología y adelantarse a los avances que se presenten en el futuro.
«En el futuro próximo, podremos ver cómo las herramientas de IA transforman el procesamiento de datos dentro de los sistemas de información de los hospitales y de las historias clínicas haciendo posible que los médicos estructuren notas sin texto y obtengan resúmenes de grandes cantidades de información presionando un botón, lo cual facilitará en gran medida la obtención de datos del mundo real de las historias clínicas para generar nuevo conocimiento en la investigación», ha declarado el Dr. Rodrigo Dienstmann, redactor jefe de la revista ESMO Real World Data and Digital Oncology y Director de Oncoclínicas Precisión Medicine en Sao Paulo (Brasil), explicando además que el documento aborda este probable escenario en el cual los datos empleados para investigar ya no serán recogidos ni estructurados por expertos, sino procesados y resumidos por una máquina.
«Adoptar un método estándar para evaluar las tecnologías basadas en IA con el mismo grado de fiabilidad con el cual se evalúan los medicamentos en los ensayos clínicos será crucial para aprovechar al máximo sus beneficios, a la vez que se garantiza que su adopción no incrementa el riesgo de distorsiones que podría causar desigualdad en la atención a los pacientes», ha puntualizado Dienstmann.
Implementando la oncología digital en la práctica
La investigación en el mundo real impulsada por el análisis de datos avanzado está siendo cada vez más habitual en los ensayos clínicos, algo que también está empezando a extenderse entre las agencias reguladoras que lo emplean en los procesos de autorización de nuevos medicamentos. Por lo tanto, la capacidad de interpretar con precisión este tipo de evidencia será una habilidad esencial para todos los profesionales de la oncología en el futuro. La revista ESMO Real World Data and Digital Oncology es una nueva plataforma revisada por pares en abierto dedicada a la publicación de ciencia y formación de alta calidad sobre la transformación de la atención en cáncer con tecnologías digitales y del mundo real.
Según Dienstmann, los oncólogos -como grupo- no están preparados para esta evolución y tiene necesidades formativas que van a crecer en la misma medida en que lo haga la IA a los flujos de trabajo clínicos. «Hay mucha aprensión sobre el impacto que la IA tendrá en la profesión cuando las máquinas superen a los médicos en algunas de sus tareas tradicionales y repetitivas», cuenta. «Necesitamos formar a los médicos para que empleen estas herramientas con inteligencia y confianza a partir de una comprensión clara de sus valores y de sus limitaciones, para que las máquinas y las personas puedan conseguir, trabajando juntos, mejores resultados de los que obtendrían por separado. ESMO Real World Data and Digital Oncoogy va a ser una fuente para que los médicos se enfrenten a la incorporación de la oncología digital en su práctica habitual».
Referencia
Dienstmann R. ESMO Real-World Data and Digital Oncology: a journal to understand how health systems can help provide better cancer care[Internet]. ESMO Real-World Data and Digital Oncology [citado 21 oct 2023];2023. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.esmorw.2023.09.002
23 octubre 2023|Fuente: IMMÉDICO| Tomado de Oncología
oct
4
La radioterapia podría incrementar en algunos casos el riesgo de complicaciones con la reconstrucción mamaria, incluido un mayor riesgo de infección.
Investigadores del Dana-Farber Brigham Cancer Center (EEUU) sostienen que un ciclo más corto de radioterapia después de la mastectomía y la cirugía de reconstrucción mamaria puede proporcionar la misma protección contra la recurrencia del cáncer de mama y los efectos secundarios físicos equivalentes.
Dichos investigadores han llevado a cabo el primer ensayo aleatorio que compara un ciclo de radioterapia de tres semanas con un ciclo de cinco semanas en pacientes con cáncer de mama que se han sometido a una mastectomía con reconstrucción inmediata.
Muchas pacientes con cáncer de mama optan por una mastectomía para reducir las posibilidades de recurrencia del cáncer. Para una de cada tres de estas pacientes, se recomienda radioterapia posmastectomía para reducir aún más la posibilidad de recurrencia. Por otra parte, cada vez más pacientes optan por realizar una reconstrucción basada en implantes como parte de la mastectomía.
Sin embargo, la radioterapia aumenta el riesgo de complicaciones con la reconstrucción mamaria, incluido un mayor riesgo de infección, y riesgos cosméticos como la formación de tejido cicatricial alrededor de la mama que provoca dureza y asimetría.
La radioterapia hipofraccionada proporciona una dosis más alta de radiación en cada sesión y se completa en tres semanas, mientras que la radioterapia convencional administra una dosis más baja durante cinco semanas.
«Los resultados de nuestros ensayos sugieren que el hipofraccionamiento se puede utilizar de forma segura en este entorno sin comprometer la eficacia ni aumentar los efectos secundarios», según la autora principal, la Dra. Rinaa S. Punglia, oncóloga radioterápica del Dana-Farber Brigham Cancer Center. «Reducir el requisito de radioterapia a tres semanas supondría una mejora significativa en la calidad de vida de nuestros pacientes».
«Sabemos que la radiación puede causar cambios no deseados en los resultados cosméticos en pacientes que se someten a mastectomía y reconstrucción», según la primera autora, Dra. Julia S. Wong, oncóloga radioterápica del Dana-Farber Brigham Cancer Center. «Con este ensayo buscábamos una manera de mejorar la calidad de vida y los resultados cosméticos sin sacrificar la eficacia».
Para comparar los ciclos cortos y largos de radioterapia en el ámbito de la mastectomía, los investigadores reclutaron a 400 pacientes con cáncer de mama en estadio 0 a III que fueron tratadas con mastectomía y radiación inmediata basada en implantes y que requirieron radioterapia posquirúrgica. Siguieron a los pacientes durante una media de 40 meses para rastrear la recurrencia y los efectos secundarios relacionados con la radiación.
También evaluaron los resultados informados por los pacientes, incluido el bienestar físico, utilizando la herramienta de informes de pacientes FACT-B seis meses después del tratamiento de radiación. La herramienta pide a los pacientes que evalúen cómo se sienten física, emocional, social y funcionalmente y reporta una puntuación compuesta.
Los resultados oncológicos fueron muy similares entre los dos grupos, con números comparables de pacientes que experimentaron recurrencia después de una mediana de 40 meses de seguimiento. Los efectos secundarios relacionados con la radiación también fueron similares.
La mejora informada por los pacientes en la evaluación del bienestar físico, el criterio de valoración principal del estudio, también fue similar entre los dos grupos de tratamiento, lo que sugiere que el tratamiento más corto no condujo a una mejora mayor en la calidad de vida. Entre los pacientes menores de 45 años, hubo un beneficio pequeño pero estadísticamente significativo en el bienestar físico para aquellos que recibieron radioterapia de corta duración en el momento de los 6 meses.
Sin embargo, el ciclo más corto de radioterapia redujo la carga de tiempo y el coste de los tratamientos de los pacientes. «La diferencia entre tres semanas y cinco semanas presenta una mejora significativa en la calidad de vida de nuestros pacientes en términos de interrupción de su vida laboral, familiar, social y financiera», según Wong.
En estudios futuros, el equipo continuará explorando ciclos aún más cortos de radioterapia y nuevas formas de radioterapia en un esfuerzo continuo por reducir la carga del tratamiento sin comprometer la eficacia.
Referencia
Technology Networks. Shorter Radiotherapy Courses May Benefit Some Breast Cancer Patients [Internet]. Dana-Farber Brigham Cancer Center [citado 3 oct 2023]. Disponible en: https://www.technologynetworks.com/cancer-research/news/shorter-radiotherapy-courses-may-benefit-some-breast-cancer-patients-379400
4 octubre 2023 | Fuente: MMedico | Tomado de Oncología
sep
23
Un proyecto español para estudiar cómo ajustar la administración de la terapia antitumoral a un horario en el que resulte más efectiva del grupo de María Casanova-Acebes, Ph. D., investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) recibió millón y medio de euros del Consejo Europeo de Investigación.
El estudio, denominado INN-TIME, dará continuidad a las investigaciones del grupo del CNIO para descubrir cómo ajustar los tratamientos contra el cáncer a la hora en que resulten más efectivos según la fisiología del propio organismo.
Estas ayudas forman parte del programa Horizonte Europa de la Unión Europea, en cuya última convocatoria se presentaron 2 696 propuestas y se han otorgado 400 ayudas dotadas con hasta 1,5 millones de euros que sufragarán el trabajo de cinco años. La propuesta de Casanova-Acebes corresponde a 43% de las que han ido a parar a mujeres, 39 % más que en 2022.
La investigadora, que dirige el Grupo de Inmunidad del Cáncer, lleva años estudiando la relación entre tumor, sistema inmunitario y biorritmos. Estos últimos son importantes para que los diferentes procesos fisiológicos estén sincronizados con los ritmos circadianos.
Sincronizar con el biorritmo del sistema inmunitario
Casanova-Acebes comentó a Medscape en español los resultados conseguidos hasta el momento de los que parte el proyecto: «En modelos preclínicos (ratón) hemos visto cómo dependiendo de la hora del día en que administremos un tratamiento de inmunoterapia la respuesta antitumoral se ve aumentada hasta 10 veces, siendo mayor por la tarde». En los ratones de noche el sistema inmunitario está más activo, es decir, hay más oportunidades de impedir que el tumor crezca. «Pero las células tumorales consiguen anular esa ventaja emitiendo señales que distorsionan el ritmo circadiano del sistema inmunitario, favoreciendo su crecimiento. Así, este deja de reconocerlas como tumorales».
Curiosamente la actividad antitumoral la desarrollan principalmente los linfocitos T, pero también existe una contribución de las células del sistema inmunitario innato (macrófagos y neutrófilos) que se encuentran en un estado menos patogénico, favoreciendo en conjunto la efectividad de la terapia. «Nuestro objetivo es centrarnos precisamente en este eje de la inmunidad innata, ya que en la actualidad no existen fármacos que modulen de manera específica su actividad temporal», añadió la especialista.
La inteligencia artificial irrumpe en el microambiente tumoral
En el proyecto INN-TIME los investigadores analizarán durante los próximos cinco años los ciclos de actividad de las células tumorales, del sistema inmunitario y de los fibroblastos, células del microambiente tumoral que regulan el reclutamiento y la actividad del sistema inmunitario.
Los datos obtenidos se integrarán en un modelo inteligente que permitirá «entender los mensajes temporales en cada uno de los tres bloques implicados en el microambiente tumoral: células tumorales, sistema inmunitario y fibroblastos», destacó.
Los estudios se llevarán a cabo en modelos animales y en muestras de pacientes con cáncer de pulmón. Habrá acceso a muestras cedidas por más de 300 pacientes con cáncer de pulmón depositadas en los biobancos del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, y del Institut de Recerca Biomèdica de Lleida en Lérida.
En la vertiente humana del proyecto se analizarán también muestras de sangre de un colectivo con una actividad laboral desajustada de los ritmos circadianos, los tripulantes de cabina de pasajeros en los aviones, se hará un seguimiento de cinco años a tripulantes de vuelos de corto rango y a otros de muy largo recorrido, para comparar cómo se modifican los biorritmos de las células del sistema inmunitario cuando se ven sometidos a alteraciones de los ritmos circadianos en viajes transoceánicos.
Ahondando en el INN-TIME el «laboratorio dispone de modelos genéticos y fisiológicos en los que podemos modificar el reloj molecular en modelos animales», agregó Casanova-Acebes. Estas aproximaciones son complejas en humanos, «pero sabemos que los datos que obtengamos en ratones, podremos trasladarlos a muestras de pacientes con unas características específicas. Para ello hemos contactado con la Red Nacional de Biobancos, a través de la Unidad de Biobanco del CNIO, que nos facilitarán el acceso a muestras de pacientes con cáncer de pulmón y a sus muestras de sangre, para identificar marcadores moleculares que permitan tracear alteraciones patogénicas en leucocitos como resultado de la presencia del tumor y anomalías en sus horarios».
Datos preclínicos y retrospectivos hasta ahora
El Dr. Rodrigo Sánchez Bayona, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), del Hospital 12 de Octubre de Madrid, comentó a Medscape en español: «Actualmente no hay evidencia científica de ningún estudio que haya evaluado de manera prospectiva y aleatorizada el efecto diferencial que puede ejercer el momento del día en que se administra el tratamiento y la eficacia antitumoral. Los datos que tenemos hasta ahora son en su mayor parte retrospectivos y preclínicos».
El objetivo final es identificar «ventanas temporales en que el rendimiento terapéutico es mayor», para así ajustar la aplicación de los tratamientos a estos horarios y aumentar su efectividad, señaló Casanova-Acebes.
Respecto a lo que se conoce hasta hoy sobre el efecto de la cronoterapia antitumoral en humanos, Casanova-Acebes expuso que «actualmente se han realizado estudios en los que pacientes con un estadio avanzado de melanoma, fueron tratados con distintos agentes inmunoterapéuticos antes o después de las 16:30 horas».[1] Entre los 299 pacientes estudiados, aquellos que recibieron el tratamiento por la mañana demostraron una mejor sobrevida que aquellos que la recibieron por la tarde, «hecho que sugiere que la administración de estos tratamientos antes del mediodía podrían ser considerados en el abordaje terapéutico del cáncer».
Referencia
Qian D, Kleber T, Brammer B, Xu KM, Switchenko JM, Janopaul-Naylor JR, et al. Effect of immunotherapy time-of-day infusion on overall survival among patients with advanced melanoma in the USA (MEMOIR): a propensity score-matched analysis of a single-centre, longitudinal study. The Lancet Oncology.2021; 22(12): 1777-1786. https://doi.org/10.1016/S1470-2045(21)00546-5
20/09/2023
Fuente: (Medscape) Tomado de Noticias y Perspectivas
sep
20
Suma 16 para 10 tumores distintos y puede beneficiar a 50 000 nuevos pacientes españoles cada año. Es hoy el mayor ejemplo de la versatilidad de la inmunoterapia en oncología.
Ha pasado poco más de una década desde que la inmunoterapia irrumpió en el tratamiento del cáncer y hoy, el anticuerpo monoclonal dirigido a PD-1 nivolumab (Opdivo) suma ya 16 indicaciones financiadas por el SNS para 10 tipos de tumores.
El Ministerio de Sanidad acaba de dar luz verde a 6 nuevos usos para nivolumab, que se suman a los 10 que ya tenía reconocidos. Con estas 16 indicaciones financiadas se estima que cada año puede llegar a beneficiar a unos 50.000 nuevos pacientes españoles.
Bristol Myers Squibb (BMS) afirma que su medicamento estrella es «el fármaco oncológico innovador con el mayor número de indicaciones». Hace doce años esta misma compañía lanzaba al mercado ipilimumab (Yervoy) en melanoma, el primer medicamento de su clase y que marcó un antes y un después en el tratamiento del cáncer al dar paso a la nueva era de la inmunooncología.
Las nuevas indicaciones de nivolumab comprenden su uso en monoterapia y en combinación con ipilimumab y quimioterapia en mesotelioma pleural maligno, cáncer de pulmón no microcítico, vejiga, y cáncer de esófago, estómago o de la unión gastroesofágica. Además, este inmunoterápico está financiado en melanoma, linfoma de Hodgkin y cáncer de cabeza y cuello.
El director médico de BMS, José Cabrera, advierte de que las indicaciones comprenden estadios avanzados y fases tempranas, como en esófago y vejiga. «Es donde hay que ir haciendo más foco, porque es donde está la posibilidad real de alcanzar la curación», enfatiza.
Tumores torácicos
Nivolumab ha sido financiado para el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico escamoso metastásico y en mesotelioma pleural maligno irresecable no epiteliode, ambos tumores graves y con pocas opciones terapéuticas disponibles.
En pulmón no microcítico escamoso, la combinación de nivolumab e ipilimumab reduce un 50% la necesidad de quimioterapia (solo son necesarios dos ciclos) sin impacto en la supervivencia. «Esto se traduce en menos efectos secundarios», destaca Bartomeu Massuti, jefe de Servicio de Oncología del Hospital General Dr. Balmis de Alicante.
En mesotelioma pleural maligno irresecable no epitelioide, el cáncer ligado al amianto, la aprobación de nivolumab más ipilimumab en primera línea «ofrece un cambio significativo para la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes».
Vejiga
El tratamiento adyuvante con nivolumab en monoterapia en carcinoma urotelial músculo invasivo reduce la recurrencia de enfermedad y muerte en un 48%, «un dato nunca visto en oncología», subraya Begoña Pérez-Valderrama, de la Unidad de Tumores Urológicos y Ginecológicos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
La oncóloga resalta que la irrupción de nivolumab en enfermedad metastásica permitió pasar de un escenario en el que las posibilidades de supervivencia eran «ínfimas» a empezar a hablar de largos supervivientes. Pero dada la alta agresividad del tumor, Pérez-Valderrama indica el beneficio de usar también el fármaco en estadios locales.
Con su uso en adyuvancia, permite retrasar dos años la recaída de la enfermedad y aumenta el porcentaje de pacientes cuyo tumor no recaerá, «con todo lo que ello implica para mejorar la supervivencia y, sobre todo, la calidad de vida de nuestros pacientes».
Aparato digestivo
En tumores digestivos, nivolumab es la primera inmunoterapia financiada para tumores esofagogástricos, un tipo de cánceres de mal pronóstico.
En cáncer de esófago y gástrico avanzado, «nivolumab ha demostrado en los ensayos clínicos una clara mejora de la supervivencia tras la combinación de la quimioterapia con inmunoterapia», asegura Fernando Rivera, jefe de servicio de Oncología del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander.
En el tratamiento adyuvante del cáncer de esófago o de la unión gastroesofágica resecable la inmunoterapia tras la cirugía y los tratamientos convencionales reduce de forma «significativa» las recaídas y «dobla la supervivencia libre de enfermedad frente al tratamiento estándar», como quimioterapia o radioterapia, que son opciones «mucho más agresivas».
Referencia
Brian Furlov. Adding Nivolumab to SABR Improves EFS in NSCLC. Cancer Therapy Advisor. Conference Coverage » WCLC 2023.
Fuente: (Diario Médico) Tomado Oncología