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La radioterapia podría incrementar en algunos casos el riesgo de complicaciones con la reconstrucción mamaria, incluido un mayor riesgo de infección.
Investigadores del Dana-Farber Brigham Cancer Center (EEUU) sostienen que un ciclo más corto de radioterapia después de la mastectomía y la cirugía de reconstrucción mamaria puede proporcionar la misma protección contra la recurrencia del cáncer de mama y los efectos secundarios físicos equivalentes.
Dichos investigadores han llevado a cabo el primer ensayo aleatorio que compara un ciclo de radioterapia de tres semanas con un ciclo de cinco semanas en pacientes con cáncer de mama que se han sometido a una mastectomía con reconstrucción inmediata.
Muchas pacientes con cáncer de mama optan por una mastectomía para reducir las posibilidades de recurrencia del cáncer. Para una de cada tres de estas pacientes, se recomienda radioterapia posmastectomía para reducir aún más la posibilidad de recurrencia. Por otra parte, cada vez más pacientes optan por realizar una reconstrucción basada en implantes como parte de la mastectomía.
Sin embargo, la radioterapia aumenta el riesgo de complicaciones con la reconstrucción mamaria, incluido un mayor riesgo de infección, y riesgos cosméticos como la formación de tejido cicatricial alrededor de la mama que provoca dureza y asimetría.
La radioterapia hipofraccionada proporciona una dosis más alta de radiación en cada sesión y se completa en tres semanas, mientras que la radioterapia convencional administra una dosis más baja durante cinco semanas.
«Los resultados de nuestros ensayos sugieren que el hipofraccionamiento se puede utilizar de forma segura en este entorno sin comprometer la eficacia ni aumentar los efectos secundarios», según la autora principal, la Dra. Rinaa S. Punglia, oncóloga radioterápica del Dana-Farber Brigham Cancer Center. «Reducir el requisito de radioterapia a tres semanas supondría una mejora significativa en la calidad de vida de nuestros pacientes».
«Sabemos que la radiación puede causar cambios no deseados en los resultados cosméticos en pacientes que se someten a mastectomía y reconstrucción», según la primera autora, Dra. Julia S. Wong, oncóloga radioterápica del Dana-Farber Brigham Cancer Center. «Con este ensayo buscábamos una manera de mejorar la calidad de vida y los resultados cosméticos sin sacrificar la eficacia».
Para comparar los ciclos cortos y largos de radioterapia en el ámbito de la mastectomía, los investigadores reclutaron a 400 pacientes con cáncer de mama en estadio 0 a III que fueron tratadas con mastectomía y radiación inmediata basada en implantes y que requirieron radioterapia posquirúrgica. Siguieron a los pacientes durante una media de 40 meses para rastrear la recurrencia y los efectos secundarios relacionados con la radiación.
También evaluaron los resultados informados por los pacientes, incluido el bienestar físico, utilizando la herramienta de informes de pacientes FACT-B seis meses después del tratamiento de radiación. La herramienta pide a los pacientes que evalúen cómo se sienten física, emocional, social y funcionalmente y reporta una puntuación compuesta.
Los resultados oncológicos fueron muy similares entre los dos grupos, con números comparables de pacientes que experimentaron recurrencia después de una mediana de 40 meses de seguimiento. Los efectos secundarios relacionados con la radiación también fueron similares.
La mejora informada por los pacientes en la evaluación del bienestar físico, el criterio de valoración principal del estudio, también fue similar entre los dos grupos de tratamiento, lo que sugiere que el tratamiento más corto no condujo a una mejora mayor en la calidad de vida. Entre los pacientes menores de 45 años, hubo un beneficio pequeño pero estadísticamente significativo en el bienestar físico para aquellos que recibieron radioterapia de corta duración en el momento de los 6 meses.
Sin embargo, el ciclo más corto de radioterapia redujo la carga de tiempo y el coste de los tratamientos de los pacientes. «La diferencia entre tres semanas y cinco semanas presenta una mejora significativa en la calidad de vida de nuestros pacientes en términos de interrupción de su vida laboral, familiar, social y financiera», según Wong.
En estudios futuros, el equipo continuará explorando ciclos aún más cortos de radioterapia y nuevas formas de radioterapia en un esfuerzo continuo por reducir la carga del tratamiento sin comprometer la eficacia.
Referencia
Technology Networks. Shorter Radiotherapy Courses May Benefit Some Breast Cancer Patients [Internet]. Dana-Farber Brigham Cancer Center [citado 3 oct 2023]. Disponible en: https://www.technologynetworks.com/cancer-research/news/shorter-radiotherapy-courses-may-benefit-some-breast-cancer-patients-379400
4 octubre 2023 | Fuente: MMedico | Tomado de Oncología
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El riesgo a desarrollar cáncer debido a la presencia de mutaciones patogénicas en los genes BRCA es menor cuando no hay antecedentes familiares en primer grado.
Las mujeres portadoras de mutaciones patogénicas en los genes BRCA1 o BRCA2 tienen un riesgo elevado a desarrollar cáncer de mama y ovario. No obstante, es importante considerar la existencia de antecedentes familiares en primer grado, para definir con mayor precisión ese riesgo elevado, según indica un reciente estudio publicado en eClinicalMedicine. En él, los autores estiman que en ausencia de antecedentes familiares, el riesgo aumentado es menor de lo que se pensaba.
“Este hallazgo tiene importantes ramificaciones para el cribado de la población mediante secuenciación genómica”, ha señalado Caroline Wright, investigadora en la Universidad de Exeter y una de las autoras del trabajo. “Tenemos que asegurarnos de que estamos llevando a cabo investigaciones para encontrar el verdadero nivel de riesgo, y también ser responsables en la forma en que comunicamos el riesgo, para evitar el miedo y la angustia innecesarios que pueden conducir a procedimientos evitables.”
El impacto de las mutaciones patogénicas en genes BRCA en población general
En el trabajo, los investigadores buscaban determinar la penetrancia de las mutaciones patogénicas en BRCA1 en la población general, es decir, en qué proporción de casos la presencia de la mutación derivaba en un cáncer.
Hasta hace unos años, el análisis genético de estos genes solo se recomendaba en un contexto clínico a mujeres que con cáncer de mama u ovario y/o historia familiar de cáncer. Esta práctica ha resultado en que la mayor parte de las variantes patogénicas detectadas, identificadas en pacientes ya con cáncer de mama, fueran consideradas como de penetrancia alta (alta probabilidad de derivar en un cáncer). Una situación similar ocurre con el síndrome de Lynch, otro síndrome hereditario de predisposición al cáncer.
Los autores pensaron que podía haber un efecto de sobreestimar el carácter patogénico de las variantes por sí mismas. Con la expansión de las pruebas genéticas directas al consumidor, que consideran únicamente la información genética para elaborar los informes, conocer el impacto real de las variantes patogénicas es especialmente relevante, para informar sobre el riesgo a desarrollar cáncer.
Información genética de más de 450 000 personas
Los investigadores utilizaron los datos de análisis de exomas e historiales clínicos de 454 712 personas para estimar la penetrancia de las variantes genéticas conocidas por su papel en el cáncer de mama y ovario, así como en el síndrome de Lynch (otro síndrome de predisposición al cáncer).
Los resultados indican que las mujeres con una variante en genes BRCA e historia familiar con cáncer en familiares de primer grado tienen un mayor riesgo a desarrollar cáncer de mama que aquellas personas que únicamente son portadoras de las variantes. Por ejemplo, el equipo ha estimado que, a los 60 años, ser portadora de una variante de BRCA patogénica está asociada a un riesgo del 18% (en el caso de BRCA2) y del 23% (en el caso de BRCA1) de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, si además, la persona portadora tiene un familiar cercano con la enfermedad, el riesgo se eleva a 24 % y 45 % (para BRCA2 y BRCA1, respectivamente).
Diferencias similares se observan en el caso de personas portadoras de variantes genéticas patogénicas relacionadas con el síndrome de Lynch y el riesgo a desarrollar cáncer colorrectal.
Impacto en la comunicación y reacción a resultados de pruebas genéticas
Los resultados muestran que, a la hora de interpretar resultados genéticos relacionados con el cáncer, el contexto importa. Y que gran parte del riesgo que confieren las variantes patogénicas asociadas a formas hereditarias de cáncer proviene de la historia familiar. A nivel biológico, esto implica que el contexto genómico compartido por el parentesco puede influir en el riesgo a desarrollar cáncer.
De los resultados del análisis de los genes BRCA y otros genes de predisposición al cáncer pueden derivar decisiones tan importantes como la cirugía preventiva. El ejemplo más conocido es el de la actriz Angelina Jolie, que por sus antecedentes familiares y prueba positiva para una variante patogénica decidió someterse a una doble mastectomía como medida preventiva al posible desarrollo de un cáncer de mama.
En este contexto y con el mayor acceso a pruebas genéticas fuera de la consulta clínica, estimar de forma precisa el riesgo genético cobra una importancia especial.
“Que te digan que tienes un alto riesgo genético de padecer una enfermedad puede influir realmente en los niveles de miedo a una afección concreta y en las medidas resultantes que puedas tomar”, destaca Leigh Jackson, investigador de la Universidad de Exeter y primer autor del trabajo. “Un riesgo de hasta el 80% de desarrollar cáncer de mama es muy diferente de un 20%. Esta diferencia puede influir en la decisión de someterse o no a una operación invasiva de mama. Algunas mujeres pueden decidir someterse a esa intervención sabiendo que el riesgo es del 20%, pero queremos que tomen una decisión informada. Instamos a que cualquier persona que comunique el riesgo de cáncer lo haga basándose en un historial familiar detallado, no sólo en la genética”.
Referencia
Jackson L, Weedon MN, Green HD, Mallabar Rimmer B, Harrison JW, Wood AR, et al. Influence of family history on penetrance of hereditary cancers in a population setting. EClinicalMedicine[Internet]. 2023[citado 2 oct 2023]. DOI: https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2023.102159
2 octubre 2023 |Fuente: Genotipia| Tomado de Genética Médica
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29
El Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctor Jarbas Barbosa, lanzó hoy una nueva iniciativa denominada “Mejor Atención para las ENT: Acelerar Acciones en la atención Primaria de Salud”, a fin de ampliar el acceso a los servicios de enfermedades no transmisibles (ENT) en los sistemas de atención primaria de salud. El lanzamiento tuvo lugar durante un acto paralelo al 60º Consejo Directivo de la OPS, que se celebra esta semana.
“Garantizar unos servicios de atención primaria de salud para hacer frente a las ENT que sean de alta calidad, seguros, completos, integrados, accesibles, disponibles y asequibles para todos debe ser nuestro principio rector», afirmó el doctor Barbosa.
«Esta iniciativa pretende acelerar la integración de la gestión de las ENT en los servicios de atención primaria de salud, partiendo de los esfuerzos existentes y centrándose firmemente en llegar a los desatendidos, guiados por los principios de equidad, para que nadie se quede atrás», añadió.
Las ENT, principalmente las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, son las principales causas de muerte en la región de las Américas, representando el 81 % de las vidas perdidas. Se estima que 240 millones de adultos en la región viven con al menos una ENT, lo que requiere acceso a una atención continua, prestada a través de la atención primaria de salud.
Aunque las Américas ha logrado «progresos encomiables en la lucha contra las ENT», persisten importantes lagunas en el acceso, la cobertura y la calidad de los servicios de salud para el diagnóstico y el tratamiento de las ENT, que se agravaron aún más con la pandemia de COVID-19, destacó el doctor Barbosa.
En la actualidad, ningún país de la región está en vías de alcanzar los nueve objetivos mundiales de la Organización Mundial de la Salud en materia de ENT para 2025, ya que sólo el 57 % de los países declaran disponer de directrices para el tratamiento de las cuatro ENT comunes. Solo el 26 % declara ofrecer tratamiento farmacológico, incluido para el control de la diabetes, y asesoramiento a las personas de alto riesgo que reúnan los requisitos, con el fin de prevenir los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.
Para afrontar esta situación, la iniciativa «Mejor Atención para las ENT» tiene como objetivo garantizar las siguientes acciones:
Reforzar las capacidades de las autoridades sanitarias para planificar y poner en marcha servicios integrales de ENT en la atención primaria;
Aumentar la capacidad de los servicios de atención primaria para prestar servicios integrales de calidad de detección, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las ENT;
Reforzar la recopilación de datos y el seguimiento del diagnóstico, el tratamiento y los resultados de la atención a las ENT.
Como parte de la iniciativa, los Fondos Rotatorios Regionales de la OPS ofrecerán a los Estados Miembros un paquete de medicamentos contra las ENT que les permitirá acceder a medicamentos asequibles y de alta calidad para tratar la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades respiratorias crónicas, así como pruebas diagnósticas y equipos vitales como dispositivos de control de la glucosa en sangre y de la presión arterial.
El acceso a la atención de las ENT dentro de los sistemas de atención primaria es vital, no sólo para prevenir enfermedades en las generaciones futuras, sino también para evitar complicaciones y muertes prematuras en quienes viven actualmente con una o más ENT, explicó el Director de la OPS.
Durante la presentación, Chile, El Salvador y Jamaica expusieron sus avances en la incorporación de las ENT a la atención primaria de salud y en la ampliación de los servicios para llegar a más personas.
29 septiembre 2023 Fuente: OPS Tomado de Noticias
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26
Un estudio del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs. GRANADA) ha destacado que las desigualdades socioeconómicas influyen en la mortalidad de las enfermedades respiratorias, especialmente por cáncer de pulmón.
El trabajo, desarrollado por el grupo de investigación sobre control de cáncer del ibs.Granada, ha incidido en el impacto de las condiciones económicas y geográficas en la supervivencia de personas con enfermedades respiratorias, especialmente cáncer de pulmón.
Este estudio ha caracterizado las desigualdades socioeconómicas en la mortalidad por cáncer de pulmón en España tras analizar las muertes por esta enfermedad registradas entre 2011 y 2017 y diferenciadas por nivel económico, zona de residencia, sexo y edad.
Los resultados demuestran un patrón claro de diferencias entre hombres y mujeres que se mantiene estable durante el periodo de estudio y tanto en zonas rurales como urbanas. ‘Entre los hombres, la mortalidad por cáncer de pulmón es más alta en aquellos que viven en las zonas más pobres del país’, según el estudio.
Al contrario, entre las mujeres la mortalidad por cáncer de pulmón es más alta entre las que viven en las zonas más ricas, ha detallado el investigador del ibs.GRANADA y del CIBERESP y primer firmante del trabajo, Daniel Redondo-Sánchez. La profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) e investigadora principal del grupo, María José Sánchez, ha apuntado que los expertos coinciden en relacionar estas diferencias con el consumo de tabaco que causa alrededor de 90 % de los cánceres de pulmón. ‘La mortalidad por cáncer de pulmón es más alta en los hombres que en las mujeres, en parte debido a su mayor exposición histórica al tabaquismo’, ha añadido Sánchez, que ha matizado que en los últimos años se observa un incremento importante en la mortalidad por cáncer de pulmón entre las mujeres por su incorporación al tabaquismo, especialmente entre las más ricas o con más estudios.
El estudio, que ha sido publicado en la revista International Journal for Equity in Health, se ha hecho con una metodología reproducible y aplicable a todo el territorio nacional que se podría utilizar para estudiar los efectos a largo plazo de las políticas e intervenciones que tiene como objetivo reducir la mortalidad por cáncer de pulmón.
Referencia
Redondo-Sánchez D, Fernández-Navarro P, Rodríguez-Barranco M, Núñez O, Petrova D, García Torrecillas JM, et al. Socio-economic inequalities in lung cancer mortality in Spain: a nation-wide study using area-based deprivation. Int J Equity Health. 2023; 145. https://doi.org/10.1186/s12939-023-01970-y
Fuente: (EFE) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
sep
26
El consumo de fentanilo y otros opiáceos está provocando la peor crisis de drogas de la historia de Estados Unidos y llega ya a todos los rincones del país. Los datos son contundentes: más de 1.500 personas de media mueren a la semana por consumir algún tipo de opiáceo, la principal causa de sobredosis mortal en el territorio.
El fentanilo, un potente opiáceo sintético hasta 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina, ha ganado notoriedad durante los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia de coronavirus. Desde el año 2000, más de medio millón de personas han muerto de sobredosis, la mayoría por el consumo de este tipo de droga, según datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
En 2021, en plena pandemia de COVID-19, el país registró una cifra récord de sobredosis, con más de 100 000 muertos en todo el país en tan solo un año. De estos decesos, más del 66 por ciento están relacionados con el consumo de fentanilo, tal y como recoge un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Estos datos suponen una media de 21,6 muertes por cada 100 000 habitantes. Las muertes por sobredosis de fentanilo se concentran en consumidores de entre 34 y 44 años –con una tasa de 43,5 por cada 100 000 habitantes–, seguido muy de cerca por personas de entre 25 y 34 años –40,8 por cada 100 000 habitantes–, mientras que la mayoría son indios americanos, por delante de los afroamericanos. Las regiones más afectadas son Connecticut, Maine, Massachusetts, New Hampshire, Rhode Island y Vermont, así como los estados de Delaware, Maryland, Pensilvania, Virginia, Virginia Occidental y Washington D.C, si bien se han registrado decesos en las diez regiones sanitarias del país.
Los expertos coinciden en que el problema se remonta a la alta prescripción de estos productos para hacer frente al dolor crónico, una situación que se ha exacerbado ante la irrupción de carteles y redes de tráfico ilegal de drogas, que han inundado el mercado negro con grandes flujos de la llamada ‘heroína barata’ y opiáceos sintéticos. Los opiáceos se dividen fundamentalmente en dos categorías: medicamentos fabricados legalmente y narcóticos ilícitos procedentes principalmente de terceros países.
Los medicamentos como la oxicodona, la morfina y el fentanilo son a menudo recetados para tratar el dolor agudo, mientras que la metadona es utilizada en procesos de rehabilitación de personas con adicción. La Administración de Control de Drogas (DEA) estima que las redes criminales están produciendo pastillas en masa para hacerlas pasar por medicamentos legales obtenidos con receta.
Estas pastillas, accesibles a través de Internet y redes sociales, pueden contener dosis mortales de fentanilo.
LA PRIMERA OLA DEL CONSUMO DE OPIÁCEOS
Los opiáceos ganaron popularidad entre los médicos en la década de los 90 para tratar a pacientes que se habían sometido a cirugía o padecían cáncer, unos tratamientos impulsados por farmacéuticas como Purdue, que comenzaron a introducir medicamentos como el Oxycontin en el mercado. En la década de los 2000, no obstante, los médicos comenzaron a recetarlos para tratar afecciones crónicas, como dolor de espalda o articulaciones, a pesar de las preocupaciones sobre su seguridad y eficacia. La primera ola de la crisis, que derribó en gran medida la barrera racial, llegó así ante una falta de control sobre el uso de estos medicamentos debido a la autonomía con la que contaban las clínicas privadas para prescribirlos, a lo que se sumaba una insuficiente regulación y coordinación por parte del sistema.
Este aumento de las prescripciones se vio influido por las garantías dadas a los médicos por las empresas farmacéuticas, que aseguraban que el riesgo de adicción era bajo. En 1999, el 86 por ciento de los pacientes que utilizaban opiáceos lo hacían para el dolor no relacionado con el cáncer y las comunidades en las que los opiáceos eran fácilmente accesibles y se prescribían con facilidad fueron las primeras en experimentar un consumo abusivo, según datos de la organización Poison Control, que busca concienciar sobre el peligro de estas sustancias y evitar las sobredosis.
Cuando las primeras medidas puestas en marcha para frenar esta ola empezaron a surtir efecto, la heroína volvió a ganar terreno dada su disponibilidad y potencia como sustituto de medicamentos como la oxicodona, cuyo uso estaba muy extendido. Las muertes por sobredosis relacionadas con la heroína aumentaron entonces un 286 por ciento entre 2002 y 2013 a medida que los adictos buscaban vías alternativas, y aproximadamente cerca del 80 por ciento de los consumidores admitieron haber consumido previamente opiáceos.
En 2016 se produjo un significativo aumento de estos casos, con más de 20 000 muertes por fentanilo y drogas similares, según cifras de los CDC, después de que el opiáceo sintético comenzara a ganar terreno de mano del narcotráfico chino. Los intentos por cambiar las pautas de prescripción de estos medicamentos se han topado con la intervención indirecta de la industria farmacéutica a través de grupos de presión.
Investigadores de dos universidades descubrieron que la oposición a las directrices de los CDC era significativamente más común entre las organizaciones que recibían financiación de los fabricantes de opiáceos, según la citada organización. Mientras, la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado detalló que existían vínculos financieros entre los fabricantes, los grupos de defensa y las asociaciones médicas profesionales. Dicha comisión informó de que tanto los grupos de defensa de los pacientes como las asociaciones de médicos han estado invirtiendo millones de dólares en promover mensajes y políticas que favorecen la venta de estos medicamentos y los intereses de la industria farmacéutica.
LA IMPORTANCIA DE CHINA Y MÉXICO
La situación ha llevado a las autoridades estadounidenses a exigir medidas a los gobiernos de países como China y México, principales implicados en el tráfico ilegal de estas sustancias, que han llevado a Estados Unidos a sufrir la peor ola de la epidemia de los opiáceos y la más mortífera hasta el momento.
Gran parte de la heroína que llega a Estados Unidos es cultivada en México y son los carteles los que controlan la producción y distribución del opiáceo para introducirlo en las principales ciudades del país norteamericano, la mayoría de las veces a través de los pasos fronterizos y con ayuda de ciudadanos estadounidenses.
México ha pasado a sustituir así a China como principal país exportador de fentanilo después de que las autoridades del gigante asiático empezaran a tomar medidas al respecto –si bien el país sigue siendo el principal productor de los ingredientes para su fabricación–.
El expresidente Donald Trump puso en marcha una serie de medidas para hacer frente a la epidemia de fentanilo y acusó en varias ocasiones a Xi Jinping de fracasar a la hora de tomar medidas. Ante la creciente presión del Gobierno estadounidense, China incluyó en su lista de narcóticos prohibidos el fentanilo y todos sus derivados, lo que dejó la puerta abierta a los carteles mexicanos.
Ahora, el Departamento de Seguridad Nacional aboga por sacar adelante una operación en México que permita hacer frente a un problema que está acarreando un coste de 1,5 billones de dólares (cerca del 7 por ciento del PIB) a nivel interno. Con su nueva estrategia para combatir los opiáceos ilícitos, el Gobierno de Joe Biden busca hacer frente a la situación en la frontera sur y plantar cara a los carteles a medida que Trump asegura que, en caso de ganar las elecciones presidenciales de 2024, desplegaría al Ejército y estaría dispuesto a ‘bombardear’ laboratorios de fentanilo en México.
Fuente: (Europa Press) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
Referencia
Datos sobre el fentanilo. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Fuente: (CDC) Tomado de Detener la sobredosis
sep
23
La identificación de nuevos genes relacionados con la resistencia quimioterapia en pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (CECyC) abre nuevas vías para la medicina de precisión en este tipo de cáncer.
El cáncer de cabeza y cuello (CECyC) engloba un grupo de cánceres que se forman en los tejidos del tracto digestivo superior o en los senos y cavidad nasal. La mayoría derivan de las células escamosas que forman estos tejidos, de donde reciben su nombre.
Cuando el CECyC no está muy avanzado existen opciones de tratamiento efectivas con una elevada tasa de supervivencia a cinco años. En el caso de enfermedad avanzada, sin embargo, existen menos oportunidades de tratamiento. Una de las causas de esta situación es que todavía se desconoce en gran medida la variabilidad genética del CECyC. Como resultado, todos los pacientes reciben un tratamiento similar sin tener en cuenta el perfil genético de su cáncer. No existen opciones de tratamientos de precisión que permitan definir el mejor tratamiento para el tumor de cada paciente y, en muchos casos, las combinaciones de quimioterapia estándar derivan en toxicidad o resistencia al tratamiento.
Con el objetivo de mejorar esta situación, investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres han utilizado diferentes aproximaciones bioinformáticas y genéticas dirigidas a identificar genes que puedan estar relacionados con la enfermedad y permitan clasificar mejor a los pacientes. Los resultados apuntan a dos nuevos genes de interés y dos moléculas con potencial terapéutico.
“Estos resultados son un paso prometedor para que en el futuro los pacientes de cáncer reciban un tratamiento personalizado basado en sus genes y su tipo de tumor que les proporcione una mejor tasa de supervivencia y mejores resultados terapéuticos”, ha señalado Muy-Teck Teh, investigador en la Universidad Queen Mary de Londres y uno de los responsables del estudio.
Identificando los genes que confieren resistencia a la quimioterapia en carcinoma escamoso de cabeza y cuello
En primer lugar, los investigadores utilizaron minería de datos para identificar genes que se expresan de forma diferente en muestras sanas y tumorales de pacientes con CECyC. De esta forma identificaron 40 genes candidatos.
A continuación, el equipo analizó la expresión de los 40 genes seleccionados en ocho líneas de células orales, así como en 10 líneas de CECyC. De esta forma, acotaron el número de candidatos a 28 genes con expresión diferencial entre células normales y células tumorales. Los candidatos, además, participan en procesos relacionados con el cáncer, como la modulación del sistema inmunitario o la proliferación.
Por último, el equipo evaluó en diferentes experimentos qué genes de los que mostraban diferente actividad podían influir en la resistencia a la quimioterapia en el CECyC. En este paso identificaron 10 genes relacionados, y seleccionaron los cuatro más significativos (TOP2A, DNMT1, INHBA y NEK2) para realizar estudios más detallados.
Finalmente, a partir de ensayos más precisos con los cuatro genes más prometedores, los investigadores concluyen que la expresión de NEK2 confiere quimioresistencia al cisplatino, al 5-fluorouracilo, al paclitaxel, y al docetaxel. Por otra parte, los genes INHBA y TOP2A confieren la resistencia a la mayoría de líneas celulares resistentes a fármacos. Y en cuanto a DNMT1, los investigadores señalan que ejerce efectos heterogéneos en cuanto a la quimiorresistencia.
Nuevas perspectivas para hacer frente a la resistencia a la quimioterapia
Una vez identificados los genes cuya activación está relacionada con la resistencia a los multitratamientos que se utilizan para hacer frente al CECyC, el siguiente paso de los investigadores fue identificar fármacos o sustancias que pudieran regular su actividad.
El equipo utilizó una librería de fármacos para rastrear posibles interacciones fármaco-gen y encontró dos compuestos de origen natural muy interesantes. Tanto la Sirodesmina A, de origen fúngico, como el fármaco anticáncer Carfilzomib, bloquean la expresión de NEK2 e INHBA y devuelven la sensibilidad al cisplatino a las células resistentes.
Los investigadores plantean que tanto la Sirodesmina A como el Carfilzomib podrían reposicionarse para contrarrestar la resistencia al cisplatino en tumores con expresión elevada de NEK2 y/o INHBA.
Resultados prometedores para la medicina de precisión
El trabajo identifica dos genes relacionados con la resistencia al tratamiento en el CECyC, cuya expresión podría servir para clasificar mejor a los pacientes. Además, también presenta dos compuestos que podrían ayudar a hacer frente a la aparición de resistencias.
Estudios futuros deberán investigar en mayor detalle las interacciones entre la Sirodesmina A y el Carfilzomib y los genes NEK2 y INHBA, así como su potencial en un entorno clínico.
“Por desgracia, hay muchas personas que no responden a la quimioterapia ni a la radioterapia”, indica Muy-Teck Teh, investigador en la Universidad Queen Mary de Londres y director del estudio. “Pero nuestro estudio ha demostrado que, al menos en los cánceres de cabeza y cuello, son estos dos genes concretos los que podrían estar detrás de esta situación, y que se pueden atacar para luchar contra la quimiorresistencia”.
Referencia científica
Khera N, Soodhalaagunta Rajkumar A, Abdulkader M Alkurdi K, Liu Z, Ma H, et al. Identification of multidrug chemoresistant genes in head and neck squamous cell carcinoma cells. Mol Cancer. 2023; 146. doi: http://dx.doi.org/10.1186/s12943-023-01846-3
19/09/2023
Fuente: (genotipia) Tomado de Noticias Genética Médica News
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