Imagen: Archivo.Un estudio publicado por British Medical Journal descartó que la covid-19 y la vacuna contra el virus que la genera sean causa de malformaciones congénitas en bebés, cuya madre se infectó o inmunizó durante el embarazo.

La investigación no reveló un mayor riesgo de malformaciones congénitas significativas en los hijos de gestantes que durante el primer trimestre enfermaron o se vacunaron contra el SARS-Cov-2.

Sobre la base de que una infección con ese coronavirus se asocia a un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo o el parto, como el nacimiento prematuro, fueron investigados unos 350 000 bebés nacidos entre 2020 y 2022 en Dinamarca, Noruega y Suecia.

De ellos alrededor del cinco por ciento nacieron con una malformación importante, que abarca una gama muy amplia, desde defectos cardíacos hasta problemas oculares o genitales. Pero aún se desconocen cuáles pueden ser las consecuencias de esos trastornos.

La investigación buscó establecer también las posibles consecuencias de una vacunación anti-covid, ya que esta suele ser ampliamente recomendada a las embarazadas.

Dicha proporción encontrada no parece diferir significativamente en función de si la madre estaba o no infectada o vacunada durante los tres primeros meses de gestación, período que es clave para el desarrollo del feto.

Tales resultados aportaron nuevas pruebas de que la vacunación anticovid en las mujeres embarazadas es segura, concluyeron los investigadores.

18 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

Imagen: Archivo.Las mordeduras de serpientes se estima que matan a unas 138 000 personas al año, sobre todo en África subsahariana y sur y sudeste de Asia. Ahora, un equipo científico descubrió que un anticoagulante de uso común, la heparina, puede utilizarse como antídoto barato contra el veneno de la cobra.

La prometedora investigación, portada de la revista Science Translational Medicine, se realizó en células y ratones. Detrás hay científicos de la Universidad de Sídney (Australia) y de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Inglaterra).

Las cobras matan a miles de personas al año en todo el mundo y muchas más quedan gravemente mutiladas por la necrosis (muerte de tejidos y células) que provoca el veneno, que puede llevar a la amputación. El tratamiento antiveneno actual es caro y no trata eficazmente la necrosis de la carne, señala un comunicado de Sídney.

«Nuestro descubrimiento podría reducir drásticamente las terribles lesiones causadas por la necrosis provocada por las mordeduras de cobra y podría frenar el veneno, lo que mejoraría las tasas de supervivencia», afirma Greg Neely, de la universidad australiana.

La ‘disección’ molecular del veneno

El equipo, en el que también hay científicos de Canadá y Costa Rica, utilizó la tecnología de edición genética CRISPR para identificar formas de bloquear el veneno de la cobra escupidora de cuello rojo y cuello negro y logró reutilizar la heparina y otros fármacos afines, demostrando que pueden detener la necrosis.

Los investigadores usaron CRISPR para encontrar los genes humanos que el veneno de cobra necesita para causar necrosis. Una de las dianas que este necesita son las enzimas necesarias para producir las moléculas heparán y heparina, en muchas células humanas y animales.

El heparán se encuentra en la superficie celular y la heparina se libera durante una respuesta inmunitaria; su estructura similar significa que el veneno puede unirse a ambas. El equipo utilizó estos conocimientos para fabricar un antídoto capaz de detener la necrosis en células humanas y ratones.

A diferencia de los métodos actuales para las mordeduras de cobra, con tecnologías del siglo XIX, los fármacos heparinoides actúan como antídoto ‘señuelo’. Al inundar el lugar de la mordedura con sulfato de heparina (señuelo) o moléculas heparinoides afines, el antídoto puede unirse a las toxinas del veneno que causan daños tisulares y neutralizarlas.

Tres de las heparinas utilizadas en el estudio son los mismos fármacos que se usan actualmente para prevenir los coágulos sanguíneos. Todos están ya autorizados como anticoagulantes, incluida la heparinoide más eficaz probada (tinzaparina), explica a EFE Nicholas Casewell, de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool.

«Los heparinoides están disponibles para uso subcutáneo, por lo que prevemos que estas moléculas se inyecten cerca del lugar de la mordedura en el entorno comunitario, donde se produce la mordedura de serpiente».

En la actualidad, los pacientes tienen que viajar muchas horas para llegar a un hospital donde puedan recibir tratamiento antiveneno; «nuestra esperanza es poder utilizar heparinoides mucho antes, tras una mordedura para reducir la gravedad del envenenamiento», añade Casewell.

Para este investigador, los hallazgos son interesantes porque los antivenenos actuales son en gran medida ineficaces contra el envenenamiento local grave.

Un reto de la OMS

Las mordeduras de serpiente matan hasta 138 000 personas al año y 400 000 más sufren secuelas a largo plazo. Aunque el número de afectados por cobras no está claro, en algunas partes de la India y África, estas representan la mayoría de las mordeduras de serpiente.

La Organización Mundial de la Salud identificó las mordeduras de estos reptiles como una prioridad en su programa de lucha contra las enfermedades tropicales desatendidas y anunció el ambicioso objetivo de reducir a la mitad la carga mundial de estas mordeduras para 2030.

Los compuestos no requieren refrigeración como la mayoría de los antivenenos basados ​​en anticuerpos, lo que hace que los heparinoides sean particularmente útiles en regiones remotas que carecen de infraestructura médica, resume la revista.

Por ahora no hay previsto un ensayo clínico con humanos. «Esta es nuestra esperanza para la siguiente fase de este trabajo, primero tenemos que conseguir financiación (…)», indica a EFE Casewell, quien no obstante recuerda que las moléculas de heparina ya fueron sometidas en su día a ensayos clínicos para usos distintos de las mordeduras de serpiente.

«Tras el éxito de los ensayos en humanos, podría extenderse con relativa rapidez y convertirse en un fármaco barato, seguro y eficaz para tratar las mordeduras de cobra», concluye Tian Du, de la Universidad de Sídney.

17 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.Investigadores de Weill Cornell Medicine (EEUU) y un equipo internacional han utilizado biopsias hepáticas para identificar marcadores celulares y moleculares que podrían servir para predecir si el cáncer de páncreas se extenderá al hígado o a otros órganos, como el pulmón, y en qué momento.

El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, propone que la información procedente de una biopsia hepática -una pequeña muestra de tejido recogida para su análisis en el laboratorio- cuando se diagnostica un cáncer de páncreas puede ayudar a orientar a los médicos en la personalización del tratamiento, como las inmunoterapias dirigidas al hígado, antes de que las células cancerosas tengan la oportunidad de metastatizar.

En este sentido, solo el 10 % de las personas con cáncer de páncreas sobreviven más de dos años tras el diagnóstico inicial. «Si podemos predecir el momento y la localización de las metástasis, esto podría cambiar las reglas del juego en el tratamiento del cáncer de páncreas, sobre todo en los pacientes con alto riesgo de metástasis», ha afirmado David Lyden, el coautor del estudio, catedrático Stavros S. Niarchos de Cardiología Pediátrica y profesor de Pediatría y Biología Celular y del Desarrollo en Weill Cornell Medicine.

En 2015, Lyden y sus colegas descubrieron que las células de cáncer de páncreas secretan factores que llegan a órganos distantes, con mayor frecuencia el hígado, para establecer un nicho premetastásico donde se forman nuevos tumores.

Para averiguar cómo estas alteraciones preparan su nueva ubicación para la colonización cancerosa, Lyden colaboró con la autora principal, la doctora Linda Bojmar, profesora adjunta de investigación en biología molecular en pediatría en Weill Cornell Medicine y profesora adjunta de medicina clínica y experimental en la Universidad Linköping de Suecia.

Junto con otros investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (EE.UU.) y el equipo hepatopancreatobiliar, obtuvieron biopsias hepáticas de 49 individuos sometidos a tratamiento quirúrgico por cáncer de páncreas en estadio inicial. También recogieron biopsias hepáticas de 19 personas que se sometieron a una operación similar por afecciones no relacionadas con el cáncer, por ejemplo, la extirpación de quistes pancreáticos benignos.

LAS BIOPSIAS HEPÁTICAS REVELAN SIGNOS PRECOCES DE METÁSTASIS RÁPIDA

A continuación, los investigadores llevaron a cabo una serie de análisis moleculares, celulares y metabólicos de estas muestras para determinar si podían identificar los rasgos distintivos que precedían -o potencialmente prevenían- las metástasis posteriores en los pacientes.

Descubrieron que los hígados de los supervivientes sin recidiva, que no mostraban signos de propagación del cáncer tras un periodo de seguimiento de al menos tres años, se parecían mucho a los hígados de las personas que nunca habían tenido cáncer.

En el otro extremo del espectro se encontraban los que desarrollaron metástasis hepáticas en los seis meses siguientes al diagnóstico, un grupo de pacientes con mal pronóstico y opciones terapéuticas limitadas. Sus hígados estaban plagados de las llamadas trampas extracelulares de neutrófilos (NET), densas marañas de ADN y enzimas liberadas por los neutrófilos moribundos, células inmunitarias que constituyen la primera línea de defensa contra las infecciones. Dado que estas NET están estrechamente relacionadas con futuras metástasis y se desarrollan tan pronto en el curso de la enfermedad, es posible que en un futuro próximo las imágenes radiológicas puedan detectarlas e identificar a los pacientes en peligro de esta agresiva propagación.

«Estos individuos podrían recibir entonces un ciclo completo de quimioterapia o, si las metástasis se detectan cuando sólo aparecen unas pocas, tal vez se podrían extirpar quirúrgicamente los tumores secundarios», ha explicado Lyden.

RESPUESTAS INMUNITARIAS EN METÁSTASIS POSTERIORES

Los investigadores identificaron otras dos categorías de pacientes en el estudio: los que desarrollarían metástasis posteriores en el hígado y los que tendrían el cáncer diseminado a otros lugares, como el pulmón. Los pacientes cuyos cánceres se extendieron a órganos distintos del hígado mostraban una fuerte respuesta inmunitaria contra el cáncer: las células T protectoras y las células asesinas naturales se habían infiltrado en sus hígados y se habían activado muchos genes reguladores del sistema inmunitario. Para los autores, estas personas propensas a desarrollar metástasis fuera del hígado podrían beneficiarse de la inmunoterapia para reforzar su respuesta inmunitaria antitumoral.

Por otro lado, aquellos cuyos hígados sucumbieron a metástasis posteriores también acumularon células inmunitarias, pero éstas mostraban signos de agotamiento metabólico. «Es como si el hígado intentara protegerse, pero al final perdiera la batalla», ha afirmado Bojmar.

Los investigadores planean validar sus hallazgos en una cohorte más amplia de pacientes con cáncer de páncreas y examinar si este enfoque podría ser útil con otros cánceres recién diagnosticados. «Esperamos desarrollar una herramienta para predecir qué pacientes con cáncer colorrectal desarrollarán metástasis hepáticas basándonos en los perfiles celulares, moleculares y metabólicos de sus biopsias hepáticas», ha finalizado Robert Schwartz, coautor principal y profesor asociado de medicina en Weill Cornell Medicine.

17 julio 2024|Fuente: Europa Press|Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

julio 19, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: cáncer, Inmunología, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Interna, Oncología, Patología Clínica | Etiquetas: , , |

Imagen: Archivo.Brotes de enfermedades como cólera, sarampión, malaria, dengue, meningitis o tos ferina han sido detectados entre poblaciones desplazadas por la guerra civil en Sudán, advirtió este miércoles la directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la saudí Hanan Balkhy.

La responsable de la agencia sanitaria para Oriente Medio indicó, en rueda de prensa, que la falta de agua potable y medidas de higiene en las zonas donde se refugian estos desplazados han contribuido al aumento de casos de estas enfermedades en diversos estados de Sudán.

«La gente que vive en los estados de Darfur, Kordofán, Jartum y Al Yazira está básicamente aislada de toda ayuda humanitaria», agregó la responsable regional de la OMS.

Expresó su especial preocupación por la situación en la asediada ciudad de Al Fasher, último bastión del ejército sudanés en Darfur, donde unas 800 000 personas tienen escaso acceso a alimentos y suministros sanitarios.

Como en otras zonas de la región afectadas por conflictos, Balkhy denunció los frecuentes ataques de las partes combatientes a instalaciones sanitarias, habiendo contabilizado 82 desde el inicio de las hostilidades en abril de 2023, con 54 muertos.

17 julio 2024|Fuente: EFE|Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.Las autoridades sanitarias siguen hoy atentas a la evolución de una decena de casos con ántrax, una enfermedad que ya le costó la vida a dos personas en las últimas horas.

En estos momentos 10 ciudadanos están hospitalizados en la nación caribeña tras consumir carne de res contaminada. La intoxicación ocurrió en Bayara, la primera sección comunal de Petit-Goâve, precisó el diario digital Haití Libre.

De acuerdo con la literatura médica, el ántrax, también llamado carbunco, es una enfermedad infecciosa causada concretamente por la bacteria Bacillus anthracis.

Las bacterias causantes del ántrax son formadoras de esporas, unas estructuras muy resistentes que les permiten sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo.

Se trata de una bacteria zoonótica, es decir, que se puede transmitir de animales a personas. En este caso, sus hospedadores naturales son los rumiantes de ganadería como las vacas, ovejas y cabras, y también algunos animales de caza.

Los humanos se pueden infectar al tener contacto directo con el animal enfermo o de productos provenientes de un ejemplar con ántrax.

Una vez que estas esporas se ingieren, inhalan o ingresan al cuerpo a través de cortes en la piel, pueden multiplicarse y producir unas toxinas sumamente potentes.

Cuando se trata del ántrax cutáneo, en la zona expuesta aparece una llaga que produce picazón y que cambia su color a negro.

Puede ir acompañada de otros síntomas como dolor de cabeza y muscular, fiebre y vómitos.

El gastrointestinal, inicialmente se presenta como una intoxicación alimentaria que empeora, produciendo dolor abdominal intenso, vómitos de sangre y diarrea grave.

Mientras que el pulmonar, el más peligroso de todos, tiene una sintomatología inicial parecida al resfriado común, que evoluciona a dificultades respiratorias graves y shock.

17 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

julio 19, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Enfermedades transmisibles, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Interna, Medicina Tropical, Microbiología | Etiquetas: , , , |

haiti-antraxDos personas murieron y 10 están hospitalizadas en Haití tras consumir carne de res contaminada con ántrax, informó hoy la prensa local.

La intoxicación ocurrió en Bayara, la primera sección comunal de Petit-Goâve, precisó el diario digital Haití Libre.

De acuerdo con la literatura médica, el ántrax, también llamado carbunco, es una enfermedad infecciosa causada concretamente por la bacteria Bacillus anthracis.

Las bacterias causantes del ántrax son formadoras de esporas, unas estructuras muy resistentes que les permiten sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo.

Se trata de una bacteria zoonótica, es decir, que se puede transmitir de animales a personas. En este caso, sus hospedadores naturales son los rumiantes de ganadería como las vacas, ovejas y cabras, y también algunos animales de caza.

Los humanos se pueden infectar al tener contacto directo con el animal enfermo o de productos provenientes de un ejemplar con ántrax.

Una vez que estas esporas se ingieren, inhalan o ingresan al cuerpo a través de cortes en la piel, pueden multiplicarse y producir unas toxinas sumamente potentes.

Cuando se trata del ántrax cutáneo, en la zona expuesta aparece una llaga que produce picazón y que cambia su color a negro.

Puede ir acompañada de otros síntomas como dolor de cabeza y muscular, fiebre y vómitos.

El gastrointestinal, inicialmente se presenta como una intoxicación alimentaria que empeora, produciendo dolor abdominal intenso, vómitos de sangre y diarrea grave.

Mientras que el pulmonar, el más peligroso de todo tiene una sintomatología inicial parecida al resfriado común, que evoluciona a dificultades respiratorias graves y shock.

16 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

julio 18, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Enfermedades transmisibles, Epidemiología, Higiene, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Tropical, Microbiología | Etiquetas: , , |

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