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Los adultos europeos consumen un promedio de 9,2 litros de alcohol puro al año, lo que los convierte en los mayores bebedores del mundo, comunicó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según un nuevo informe de OMS/Europa, que abarca a los países europeos y centroasiáticos, en el área se mantiene la costumbre de beber alcohol a pesar de los riesgos que implica para la salud.
El estudio abarcó a 53 países y reveló que los hombres de la región beben casi cuatro veces más que las mujeres y que los bebedores suman 470 millones.
Los datos mostraron que dos terceras partes de los adultos beben, uno de cada 10 tiene un trastorno por consumo de alcohol y cerca del seis por ciento vive con dependencia de esta sustancia.
Sin embargo, apenas 12 de los 53 países en cuestión han avanzado en la reducción del consumo en un 10 % desde 2010.
En los países con mayor población de Europa como Rusia, Turquía y Ucrania se han registrado disminuciones notables en el consumo de bebidas alcohólicas debido al aumento de los impuestos y las limitaciones de disponibilidad.
La OMS explicó que esas reducciones hacen parecer en los números totales que hay una baja importante en el consumo de alcohol en Europa como región, aunque en realidad no sea así, pues no se evidencia ningún cambio en la ingestión de bebidas alcohólicas en más de 10 años.
Los expertos alertaron sobre el impacto de largo alcance que supone este hábito, el cual incluye violencia doméstica, accidentes y problemas de salud mental.
El alcohol es el causante de cientos de miles de enfermedades cardiovasculares, lesiones, cánceres y cirrosis hepática en la zona, donde constituye una de las principales causas de muerte: casi 800 000 al año.
Las enfermedades no transmisibles como las cardíacas, el cáncer, la diabetes y los padecimientos respiratorios crónicos, representan el 90 % de los decesos y el 85 % de los años de discapacidad en la región europea de la OMS.
Ante este panorama la agencia de las Naciones Unidas instó a los países a implementar políticas efectivas para reducir el consumo de alcohol.
26 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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El síndrome del corazón en vacaciones es un tipo de arritmia relacionada con el consumo excesivo de alcohol en poco tiempo. Un estudio en ratones indica que puede estar relacionado con un pico de una proteína del estrés que hay en el corazón.
Un equipo de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.) estudió ese síndrome y probó en ratones una molécula protectora del corazón para reducir el pico de la proteína del estrés y los ritmos cardíacos irregulares resultantes.
Los resultados del estudio son provisionales, pues aún no han sido revisados, pero se han presentado en las Sesiones Científicas de Ciencias Cardiovasculares Básicas 2024 de la Asociación Americana del Corazón, que se celebran en Chicago (EE.UU.).
El síndrome del corazón en vacaciones es una arritmia, de las que la fibrilación auricular (FibA) es la más común, relacionada con el consumo excesivo de alcohol (cinco copas en dos horas para los hombres y cuatro copas en dos horas para las mujeres, dice la investigación), en solo un día o en periodos largos de vacaciones, como el verano.
Este tipo de borracheras pueden llevar al hospital a personas que nunca han padecido cardiopatías porque su corazón está acelerado o late de forma anómala, explicó el primer autor del estudio Saugat Khanal.
Investigaciones previas en animales descubrieron que las arritmias relacionadas con el consumo excesivo de alcohol están provocadas por elevaciones de una proteína inducida por el estrés llamada JNK2.
Esto puede hacer que las células cardíacas gestionen mal el calcio con lo que el corazón late demasiado deprisa o de forma irregular.
El nuevo estudio sugiere que la molécula Alda-1, un agente protector cardíaco en fase de investigación, puede prevenir la activación de JNK2 que conduce a la fibrilación auricular.
En el estudio , más del 70 % de los ratones a los que se administró alcohol imitando el consumo excesivo desarrollaron fibrilación auricular, frente a ninguno de los que también recibieron Alda-1.
Tanto la actividad de la enzima JNK2 como la gestión del calcio se mantuvieron normales en las células cardíacas de los ratones tratados con Alda-1.
Los hallazgos sugieren que el desarrollo de nuevos fármacos, entre ellos Alda-1 y otros inhibidores específicos de JNK2, puede ser una estrategia anti-AFib eficaz para las personas con síndrome del corazón en vacaciones, afirmó Khanal.
El siguiente paso será estudios con animales más grandes para traducir estos hallazgos en aplicaciones clínicas, dijo el investigador.
Un segundo estudio analizó, también en ratones, por qué el alcohol puede afectar negativamente a la función cardíaca de las mujeres que toman terapia de sustitución de estrógenos.
En ratas que carecían de producción de estrógenos para simular la menopausia humana, la exposición al alcohol provocó cambios negativos en la función cardíaca de los animales que recibieron sustitución de estrógenos.
La hormona estrógeno contribuye a mantener los vasos sanguíneos abiertos y flexibles y, en general, se cree que ayuda a proteger a las mujeres de las enfermedades cardíacas.
En un estudio de ocho semanas, se extirparon a las ratas los ovarios para simular la menopausia, cuando los ovarios prácticamente no producen estrógenos.
Los investigadores compararon las ratas menopáusicas que recibieron una exposición regular al alcohol (suministrado como etanol al 5 % en una dieta líquida) con las que recibieron alcohol y sustitución de estrógenos.
El estudio descubrió que las ratas menopáusicas tratadas con reemplazo de estrógenos más alcohol tenían cambios tanto positivos (menor aumento de peso y masa grasa) como negativos (aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca).
El equipo consideró sorprendente ver el impacto significativo que tuvieron los estrógenos en la disfunción cardíaca inducida por el alcohol, a pesar de sus conocidos efectos cardioprotectores.
22 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Fumar puede ser uno de los factores de estilo de vida más importantes que afectan la rapidez con la que las habilidades cognitivas declinan a medida que se envejece, sugirió un nuevo estudio divulgado hoy.
La pesquisa fue desarrollada por investigadores del Colegio Universitario de Londres, quienes analizaron datos de 32 000 adultos de 50 años o más de 14 países europeos que respondieron a encuestas durante 10 años, según publicó Nature Communications.
Analizaron cómo las tasas de deterioro cognitivo podrían diferir entre adultos mayores cognitivamente sanos con diferentes combinaciones de comportamientos relacionados con la salud, incluido el tabaquismo, la actividad física, el consumo de alcohol y el contacto social.
La función cognitiva se evaluó de acuerdo con el desempeño de los participantes en pruebas de memoria y fluidez verbal.
Los participantes fueron agrupados por estilos de vida en función de si fumaban o no, si realizaban actividad física moderada y veían a amigos y familiares al menos una vez por semana y si bebían más o lo mismo.
Descubrieron que los estilos de vida en los que se fumaba tenían puntuaciones cognitivas que se reducían hasta un 85 % más en 10 años que en los estilos de vida en los que no se fumaba.
La excepción fueron los fumadores que tenían un estilo de vida saludable en todas las demás áreas, es decir, hacían ejercicio regularmente, bebían alcohol con moderación y socializaban regularmente; este grupo tenía una tasa de deterioro cognitivo similar a la de los no fumadores.
En opinión de la doctora Mikaela Bloomberg, autora principal del estudio, «nuestros hallazgos sugieren que, entre los comportamientos saludables que examinamos, no fumar puede ser uno de los más importantes en términos de mantenimiento de la función cognitiva».
Para las personas que no pueden dejar de fumar, nuestros resultados sugieren que adoptar otros comportamientos saludables, como el ejercicio regular, el consumo moderado de alcohol y la actividad social, puede ayudar a compensar los efectos cognitivos adversos asociados con el tabaquismo, añadió.
05 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Las autolesiones no suicidas pueden generar una adicción de riesgo extremo en los adolescentes, según el psiquiatra e investigador de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Hilario Blasco-Fontecilla.
Este investigador, junto a otros expertos internacionales, ha participado en un libro desarrollado por profesionales de la salud para dar luz y hacer una revisión a las últimas investigaciones sobre este tema.
Blasco-Fontecilla ha alertado de que «lo que puede empezar como un mecanismo de regulación emocional puede derivar en un mecanismo de recompensa», que «genera una resistencia y hace que cada vez se necesite más asiduidad o más intensidad en las autolesiones, pudiendo llevar al descontrol», ha detallado este miércoles la UNIR en una nota.
Algunos estudios, ha indicado, muestran cómo la subida de beta-endorfinas en sangre de las personas que se autolesionan puede ser similar al que se produce cuando se consume tabaco, alcohol o drogas, con lo que se puede generar una adicción.
Además, «el estado emocional que precede a las autolesiones no suicidas puede compartir los síntomas aversivos de abstinencia que experimentan otras adicciones», ha precisado.
La probabilidad de que un adolescente que se autolesiona pueda intentar el suicidio es de un 30 %, un riesgo que es aproximadamente el doble que el de un adulto.
«Es por ello por lo que los adolescentes con autolesiones no suicidas cumplen criterios suficientes para considerarlos como personas con riesgo de suicidio», ha indicado.
Ha explicado que «las autolesiones son como si el adolescente pusiera el semáforo en ámbar para pedir ayuda» y si no se acude a tiempo «el riesgo de que pase a un intento de suicidio es muy elevado».
Por ello ha incidido en la necesidad de un plan de formación específica para profesionales de Atención Primaria, por ser ellos quienes suelen detectar los primeros síntomas de autolesiones o ideación suicida entre los pacientes.
Sus datos indican que entre 2019 y 2022 un 44 % de los niños o adolescentes con conducta suicida recibió tratamiento psicológico; en esos años, el uso de las nuevas tecnologías en los intentos de suicidio aumentó del 33,5 al 51,5 %.
03 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy sus primeras directrices para dejar de consumir tabaco, un conjunto de recomendaciones para los más de 750 millones de personas que desean abandonar el dañino hábito.
Más del 60 % de los 1 250 millones de consumidores de tabaco que hay en el mundo (unas 750 millones de personas) desean abandonar el hábito, pero el 70 % no puede acceder a servicios eficaces que les ayuden debido a las carencias y la escasez de recursos de los sistemas de salud.
En las directrices el organismo recomienda un amplio conjunto de intervenciones que abarcan el apoyo para el cambio de comportamiento prestado por profesionales de la salud, los recursos electrónicos y los tratamientos farmacológicos.
Según los expertos, la combinación del tratamiento farmacológico con intervenciones sobre el comportamiento contribuye a aumentar significativamente las tasas de éxito en el abandono del consumo de tabaco.
Enfatizan que los países de ingresos bajos y medianos deben proporcionar estos tratamientos sin costo alguno o a un costo reducido a quienes los necesitan para que les resulten más accesibles.
La OMS recomienda la vareniclina, la terapia de sustitución con nicotina, el bupropión y la citisina como tratamientos eficaces para dejar de consumir tabaco.
En abril de 2024 precalificó los dos primeros medicamentos para la terapia de sustitución con nicotina: el chicle y el parche de nicotina de la empresa Kenvue.
La agencia sanitaria sugiere intervenciones conductuales, como el asesoramiento breve (de 30 segundos a tres minutos) por profesionales como recurso que se ofrezca sistemáticamente en los establecimientos de salud, junto con el apoyo más personalizado para el cambio de comportamiento a los interesados, mediante asesoramiento individual o en grupo.
Ello se puede complementar con el envío al teléfono de mensajes de texto y con otros recursos que implican la participación activa del paciente, como las aplicaciones para teléfonos inteligentes y los programas disponibles en Internet.
La OMS anima a los profesionales de la salud, los responsables políticos y las partes interesadas a incorporar y aplicar estas directrices para promover el abandono del consumo de tabaco y mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo.
02 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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El uso hoy de las redes sociales «vuelve adicta la mente a estar conectada», comentó la psicóloga clínica del Ministerio de Salud Sinaí Valverde, en una entrevista con el canal costarricense Teletica.
Sobre semejanzas o diferencias de ese tipo moderno de dependencia con la causada por sustancias psicoactivas como el alcohol o el tabaco, la científica explicó que las primeras «repercuten en lo biológico y neuroquímico y las segundas en lo cognitivo, sicológico y emocional».
La adicción hacia sustancias psicoactivas –explicó- cambia desde el cuerpo, que se acostumbra a ellas, necesita más para sentirse normal (entre comillas) y cuando le falta aparecen los síntomas de abstinencia por esa dependencia, «que es física y muy fuerte».
Las redes sociales afectan las funciones de lo mental y de lo emocional y eso está ligado «a cómo le prestamos atención a la memoria, al bienestar emocional en general». «Es como si la mente se volviera adicta a estar conectada todo el tiempo», añadió la académica de la Secretaría Técnica de Salud Mental del Ministerio de Salud.
La sicóloga clínica tica observa «una relación muy profunda entre el uso excesivo de las redes sociales y altos niveles relacionados con la ansiedad y la depresión, que es de pronto de lo que más hablamos, es donde el problema se ve reflejado».
Valverde analizó que estar en las redes sociales implica una constante comparación con otros, «“vista desde la idealización de dichas vidas ajenas, porque nadie está publicando lo que hace, solo las cosas bonitas».
También significa una búsqueda constante de validación a través de los «me gusta» o de los «comentar», que pueden ser positivos, «pero también generar inseguridades y ansiedad, o situaciones adversas».
La científica aludió, además, a «la conducta compulsiva de la persona, a través de su adicción o dependencia a las redes sociales. Esa necesidad constante de estar revisando y actualizando las redes, similar a otras adicciones. Necesita estar, tenerlas ahí presentes».
Hace que la persona genere –agregó- una dependencia emocional en la búsqueda de esa validación, de estar actualizado, que va a ser parte de su bienestar o que más bien afecta su bienestar mental, porque para estar bien, necesita de eso.
Para la estudiosa, ese proceso conduce «a una disminución de capacidad de concentración, a una distracción a nivel de memoria». El consumo constante de información, de redes, interfiere en la consolidación de esa memoria a largo plazo.
«Es tanta la sobrecarga de información que recibe de tanta multitarea, de lo que te dan las redes, que dificulta esa capacidad de retener o de recordar información que podría ser importante».
La sicóloga clínica confirmó, por otro lado, que los más propensos a sufrir esa dependencia a las redes «son los jóvenes, los menores de edad, la fase de niñez y adolescencia, porque son quienes entran en un proceso de construcción de identidad».
30 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia