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Enfermedades comunes como depresión, estreñimiento e infecciones del tracto urinario pueden ser una señal de alerta para esclerosis múltiple (EM)
Los pacientes con EM tenían más probabilidades de presentar estos síntomas en los cinco años previos a su diagnóstico
Estos síntomas podrían ayudar a las personas con antecedentes familiares de EM a detectar el trastorno más temprano
Los pacientes en las primeras etapas de la esclerosis múltiple podrían desarrollar ciertos síntomas que ofrecen una pista temprana sobre la enfermedad degenerativa del sistema nervioso, informan unos investigadores.
La depresión, el estreñimiento, las infecciones del tracto urinario y los problemas sexuales son más probables en los pacientes con EM cinco años antes de su diagnóstico oficial, en comparación con las personas que nunca desarrollan EM, encontraron los investigadores.
Esas afecciones también son más propensas a ocurrir en personas con otras enfermedades autoinmunes como el lupus o la enfermedad de Crohn, muestran los resultados.
Estos signos tempranos «no necesariamente conducirían a un diagnóstico más temprano de la enfermedad en la población general, ya que estas afecciones son comunes y también podrían ser signos de otras enfermedades, pero esta información podría ser útil para las personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar EM, como las personas con antecedentes familiares de la enfermedad o aquellas que muestran signos de EM en los escáneres cerebrales pero no tienen ningún síntoma de la enfermedad. dijo la investigadora, la Dra. Celine Louapre, profesora asociada de neurología de la Universidad de la Sorbona, en París.
La esclerosis múltiple se produce cuando el sistema inmunitario ataca la vaina protectora que cubre las fibras nerviosas, lo que provoca una interrupción progresiva de las señales nerviosas entre el cerebro y el cuerpo.
En el estudio, Louapre y sus colaboradores compararon a más de 20 000 personas recién diagnosticadas con EM con casi 55 000 personas que no tienen EM. Cada paciente con EM fue emparejado con tres personas sanas de la misma edad y sexo.
También compararon a los pacientes con EM con casi 30,500 personas con enfermedad de Crohn y más de 7 300 pacientes con lupus.
Los investigadores revisaron específicamente los expedientes médicos, en busca de 113 enfermedades y síntomas diferentes que los pacientes podrían haber tenido en los cinco años anteriores y posteriores a su diagnóstico.
Las personas con EM fueron:
Un 22 % más de probabilidades de tener depresión.
Un 50 % más de probabilidades de tener estreñimiento.
Un 38 % más de probabilidades de tener infecciones del tracto urinario.
Un 47 % más de probabilidades de tener problemas sexuales.
Un 21 % más de probabilidades de tener infecciones de la vejiga.
Alrededor de un 14 por ciento de los pacientes con EM tenían recetas de antidepresivos cinco años antes del diagnóstico, en comparación con un 10 por ciento de los que no tenían EM.
Cinco años después del diagnóstico, al 37 % de los pacientes con EM se les habían recetado antidepresivos, en comparación con el 19 % de los que no tenían EM.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 5 de diciembre de la revista Neurology.
«Por supuesto, no todas las personas que tienen estos síntomas desarrollarán EM», dijo Louapre en un comunicado de prensa de la revista. «Esperamos que, con el tiempo, estos primeros signos nos ayuden a comprender los mecanismos biológicos que ocurren en el cuerpo antes de que se desarrollen los síntomas reales de la enfermedad».
Ver más información: Guinebretiere O, Nedelec T, Gantzer L, Lekens BB, Durrleman S, Louapre C. Association Between Diseases and Symptoms Diagnosed in Primary Care and the Subsequent Specific Risk of Multiple Sclerosis. Neurology [Internet].2023[citado 8 dic 2023]. https://doi.org/10.1212/WNL.0000000000207981
9 diciembre 2023 | Fuente: HealthDay |Tomado de Neurología
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La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha advertido este miércoles que, aunque el mal uso de la tecnología afecta a la salud física, mental, sexual y social, además de al neurodesarrollo y el aprendizaje de los menores, prohibirles de forma indiscriminada el móvil no resolverá el problema.
El grupo de trabajo de Salud Digital del Comité de Promoción de la Salud de la AEP ha opinado así sobre la edad adecuada para el uso de móviles inteligentes por parte de niños y adolescentes y la propuesta de retrasar la adquisición de uno más allá de los 12 años y limitar su uso por debajo de los 16 años que han hecho algunos sectores sociales, educativos y grupos de familias.
Los pediatras consideran necesaria una normativa que exija a las aplicaciones dirigidas a niños cumplir con ciertas obligaciones, desde que incluyan recomendaciones de acuerdo con los años de los usuarios o tiempo de uso que no exceda el aconsejable para cada grupo de edad a que no puedan utilizar los datos de menores para personalizar publicidad.
También que se apliquen medidas que garanticen el cumplimiento de la regulación actual en cuanto a la limitación de edad en el uso de las redes sociales y que se desarrollen sistemas para que exista una limitación real de acceso por parte de los menores a contenido adulto, ya que no todas las familias tienen la capacidad ni el nivel educativo para proteger en la misma medida a sus hijos.
El mal uso de la tecnología digital afecta a la salud física, mental, sexual y social y, en la infancia y en la adolescencia, también afecta al neurodesarrollo y al aprendizaje, subraya la AEP.
Pero ‘los estudios científicos no han demostrado, por el momento, que las prohibiciones indiscriminadas en el uso de los dispositivos móviles supongan un beneficio para la salud de los niños y adolescentes’.
Según los pediatras, el peso de la edad a la que se empieza a utilizar el dispositivo es relativo respecto a otros factores con mayor influencia, como lo son el uso que hacen los propios progenitores, si existen límites para su empleo en casa y la finalidad con la que se usa, el tipo de dispositivo y de contenido que se visualiza, el acompañamiento que hacen los padres o la madurez de cada niño.
‘Pensar que, sólo instaurando una prohibición, el problema del uso inadecuado de los teléfonos móviles se va a resolver, puede hacer que no se haga hincapié por parte de las familias y las instituciones en estos otros factores’, señalan.
La protección de los niños de los potenciales riesgos de las pantallas, añaden, requiere una acción colectiva y consensuada entre los progenitores, los centros escolares, las instituciones encargadas de la protección a la infancia, las empresas tecnológicas y la sociedad en general.
Y reducir el impacto negativo de los medios digitales sobre la salud infanto-juvenil precisa educación y formación tanto a los propios menores como a padres, educadores y sociedad en general, que deben apoyarse en la evidencia científica más actualizada. ‘La clave es aprender a hacer un uso saludable de los dispositivos digitales a cualquier edad’, concluyen.
23 noviembre 2023 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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La importancia de nuestro entorno para la salud mental es de sobra conocido, familiares y amigos se convierten para mucha gente en una red de seguridad, pero los vecinos también cumplen una importante función, ayudándonos a socializar y a abrirnos al mundo, tal y como han revelado ciertos expertos.
Con el paso del tiempo, somos más conscientes de la importancia que tiene una planificación adecuada de las ciudades a la hora de mejorar la vida de los ciudadanos. Cada vez, sin ir más lejos, son más los municipios en España que dan la importancia que merecen a las zonas verdes, en busca de espacios menos agresivos para el ciudadano y que ayuden a compensar la contaminación a la que se enfrenta a diario.
Este es solo un ejemplo, uno de los más evidentes, de cómo una buena planificación urbanística puede mejorar la vida de los ciudadanos, porque todos los detalles son importantes. De algunas cosas nos damos cuenta y otras nos sorprende cuando las descubrimos, por ejemplo, un reciente estudio realizado en Dinamarca asegura que vivir sin vecinos puede ser malo para la salud mental.
Vivir sin vecinos, ¿un problema para la salud mental?
Son varios los estudios que han relacionado el lugar en el que vivimos con la salud mental, porque todo influye a la hora de cuidarnos. Se sabe que la gente que vive en zonas urbanas es más propensa a padecer depresión que quien vive en zonas rurales, pero no se ha estudiado demasiado cómo los diferentes entornos urbanos influyen en la salud mental de las personas que los habitan. Science Advances ha publicado un estudio realizado en Dinamarca en el que se aborda esto.
Este estudio ha llegado a la conclusión que las personas que viven en barrios residenciales, son más propensos a desarrollar depresión que quienes viven en centros urbanos o zonas rurales. Existe un riesgo menor en quienes viven en zonas cercanas a espacios abiertos, parques y zonas de ocio como comercios y escuelas, espacios que favorecen las relaciones y los encuentros.
La intención del estudio es resaltar la importancia de las relaciones a la hora de cuidar la salud mental, porque establece un sentido de comunidad, confianza y reciprocidad entre sus habitantes, tal y como refería Karen Chen, autora principal del estudio.
Mujer haciendo calistenia
Las zonas residenciales suponen modelos en los que el contacto con los vecinos es casi inexistente, son lugares muy individualistas. “Se trata de mejorar la transitabilidad, la capacidad para andar en bicicleta y el transporte público en áreas que originalmente estaban centradas en el automóvil”, explica Chen sobre los objetivos del estudio.
En el estudio se concretó que la combinación de edificios de alta densidad y pocos espacios abiertos reduce la exposición al sol y aumenta la temperatura interior, lo que puede llegar a favorecer el desarrollo de enfermedades como la depresión.
Las relaciones sociales benefician nuestra salud mental
Somos animales sociales, necesitamos comunicarnos y mantenernos en contacto con otros para sentirnos realizados y también para cuidar nuestra salud mental. Hablar, escuchar, compartir ideas… todo ello es importante y nos puede ayudar a sentirnos mejor, menos solos y también menos aislados.
Socializar mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y aumenta la autoestima, porque nos ayuda a sentirnos valorados y respetados. También ayuda a construir nuevas amistades, conociendo a nuevas personas, y fortalece las relaciones que ya tenemos. Promueve el bienestar general, mejorando la salud física y, como venimos señalando, también la salud mental. Socializar es indispensable para mantener activo el cerebro.
La soledad, clave en el incremento de la tristeza
La falta de interacciones sociales dificulta la expresión y el procesamiento de las emociones, lo que puede afectar negativamente a la salud mental porque puede llevar a la acumulación de emociones negativas y aumentar la carga emocional. Las actividades compartidas pueden proporcionar distracciones que mitigan los síntomas de depresión, son actividades agradables que pueden mejorar el estado de ánimo. La soledad puede contribuir al desarrollo de la depresión.
Referencia
Tzu Hsin KC, Thisted Horsal H, Karl SL, Closter AM, Davies M, Barthel S, et al. Higher depression risks in medium- than in high-density urban form across Denmark. Science Advances[Internet].2023[citado 9 oct 2023]; 9(21).
10 octubre 2023 | Fuente: 20minutos| Tomado de Salud
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Los problemas de salud mental plantean importantes retos en las próximas décadas. Concretamente, la demencia es ya una de las principales causas de discapacidad y dependencia en todo el mundo y, aunque no es un proceso natural del envejecimiento, suele afectar más a personas de edades más avanzadas. Según la OMS, en el mundo hay actualmente más de 55 millones de personas que sufren demencia, y entre un 60 %-70 % de los casos corresponden a la enfermedad de Alzheimer.
Y eso solo el principio: los expertos calculan que 153 millones de personas la padecerán para el año 2050. Teniendo en cuenta el gran impacto que tiene este problema en la persona afectada, así como en su entorno familiar y social, es comprensible la preocupación compartida a nivel internacional y la necesidad de implicar a toda la sociedad.
Entornos diseñados para personas con demencia
Ante este panorama, existen numerosas investigaciones y disciplinas que están abordando los retos de la demencia desde múltiples perspectivas. Una de ellas es cómo el diseño de los espacios y las ciudades puede tener en cuenta las necesidades específicas de las personas que la padecen.
A nivel internacional, existen equipos de investigación pioneros como el departamento Dementia Services Development Centre de la Universidad de Stirling, quienes han desarrollado una certificación específica para entornos construidos con elementos evaluables basados en la evidencia científica disponible y el conocimiento experto del equipo.
En España, el equipo de Matia Instituto trabaja en una herramienta de similares características adaptada al contexto nacional. Una novedosa propuesta de evaluación de entornos que emerge en el marco del proyecto “Como en Casa” (2022-2024), uno de los proyectos de innovación social que forman parte de la Estrategia Estatal de Desinstitucionalización y ha sido financiado por el Ministerio de Derechos Sociales español y Agenda 2030 en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España y los fondos Next Generation EU de la Unión Europea.
Entornos que facilitan la rutina y la convivencia
Cuando hablamos de personas con demencia, principalmente nos referimos a personas con edades avanzadas. Por lo tanto, hay componentes similares a las necesidades específicas de los diseños adaptados a personas mayores que deben ser tenidos en cuenta. Pero, en concreto, podemos identificar también la necesidad de adaptar servicios de la ciudad, como el transporte, los comercios locales o la policía municipal, para generar una sociedad sensibilizada que facilite que las personas puedan permanecer el máximo tiempo posible en sus entornos de toda la vida manteniendo sus rutinas habituales.
Con motivo de mi tesis doctoral “La ciudad para personas con demencia: metodología para integrar el diseño y la calidad de vida en las ciudades europeas” analicé una decena de casos de estudio a nivel europeo, comparando las principales innovaciones en cuestión de diseño e integración en el entorno urbano, a partir de una revisión de buenas prácticas internacionales. Y de paso identificamos una serie de recomendaciones también aplicables en interiores o espacios específicos, como son parques o jardines o equipamientos públicos, que igualmente pueden ser de gran interés para progresivamente adaptar los entornos para que sean más accesibles y amables.
‘Dementia-village’ y nuevas tipologías alternativas a las residencias que conocemos
Entre los centros residenciales más innovadores cabe destacar las dementia-villages. Quizá la más conocida es De Hogeweyk (2009), en Weesp, un municipio en las afueras de Ámsterdam. Sin embargo este modelo se ha ido extendiendo a otros países como Village Landais Henri Emmanuelli en Dax, Francia (2021), o Harmonia Village en Dover, Reino Unido (2020).
Fruto del estudio de estas y otras experiencias internacionales, la Fundación Matia recientemente ha inaugurado dos edificios residenciales innovadores de alojamientos para personas mayores y personas en situación de gran dependencia: las viviendas con apoyos en Lugaritz en Donostia-San Sebastián, y Egurtzegi, viviendas en Unidades de Convivencia en Usurbil.
Un aspecto clave es la organización del edificio en unidades de convivencia de pequeña escala, articuladas en “apartamentos” o “viviendas” autónomas. Eso permite que las personas que viven en ellas y el personal que las cuida establezcan vínculos más profundos y estables. En el siguiente vídeo podemos recorrer una de ellas:
La distribución y la organización espacial deben garantizar en todo momento la seguridad, permitiendo que la persona deambule e interactúe con total libertad y minimizando los riesgos de que se pierda o salga del centro. Otro aspecto clave es que el diseño debe reducir los estímulos ambientales negativos, a la vez que fomenta los positivos.
Y todo con un diseño familiar y hogareño que -cumpliendo la normativa- tenga en cuenta que se trata de un alojamiento donde las personas viven, probablemente hasta el fin de sus días. Como en cualquier hogar, el cariño y mimo en la decoración y en los objetos personales son aspectos fundamentales para sentirse a gusto.
También es importante destacar los esfuerzos que se están haciendo en integrar estos alojamientos con el resto del tejido urbano para que sean itinerarios continuos en un entorno de proximidad familiar y reconocible por la persona.
El contacto con el exterior no solo se realiza a través de ventanales que permiten ver el exterior desde una silla o desde la cama: también se incorpora mobiliario urbano, distintas zonas estanciales y juegos que permiten hacer uso de estos espacios y disfrutarlos por toda la comunidad.
Merece la pena pararse a reflexionar sobre lo que consideramos calidad de vida y hasta qué punto el adecuado diseño de edificios puede repercutir en nuestro bienestar y permitirnos mantener al máximo nuestras rutinas deseadas y el contacto con nuestro entorno social y físico.
Referencia
Naciones Unidas. La demencia es un problema de salud sin respuesta en el 75% de los países.
20/09/2023
Fuente: (The Conversation) Tomada de Noticias ONU Copyright © 2010–2023
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Las mujeres con problemas de salud mental tuvieron 50% más de probabilidades de dar a luz a un bebé prematuro, según un nuevo estudio que analizó 2 millones de embarazos en el Reino Unido.[1] Read more
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Una de cada cinco personas sufre una enfermedad mental al año en Nueva York, pero el acceso a terapias adecuadas resulta hoy difícil para muchos en esa ciudad estadounidense.
Se estima que esa proporción es como decir, aproximadamente, el mismo número de personas que viven en Manhattan, señaló la Oficina del Alcalde para la Salud Mental Comunitaria.
La raza, el sexo, la cobertura del seguro y otros factores determinan el acceso a esos tratamientos, alertó un artículo publicado en el periódico Amsterdam News.
Los residentes blancos son más propensos a utilizar los recursos de salud mental que las poblaciones negra, latina y asiática, en lo cual influye también la cuestión económica.
Pero además, existe un elemento importante, la falta de profesionales para atender a los segmentos minoritarios, indicó el diario.
Un estudio publicado en Counseling Psychology descubrió que por cada mil dos personas negras, indígenas y mestizas en las 45 ciudades más grandes del país, solo hay un terapeuta que sea igualmente de esos grupos demográficos.
Si se compara con la proporción de individuos blancos por terapeuta blanco (307 a uno), la realidad arroja que para esa población es tres veces más accesible hallar un profesional.
Una investigación que recopiló miles de perfiles individuales del directorio de terapeutas de Psychology Today para evaluar la disponibilidad de terapeutas con los datos del censo de diferentes etnias e idiomas.
Para no pocos profesionales de la salud mental la cuestión de hablar con un terapeuta de un origen étnico equivalente o que comparta una experiencia vivida beneficia la comodidad de los clientes durante las sesiones, y también puede ahorrar tiempo.
Terrance Martin, un terapeuta afroamericano licenciado en Harlem, dijo que la atención a la salud mental es crucial para combatir las desigualdades sistémicas en los sistemas de atención sanitaria y de justicia penal.
Según Roberta Jackson, trabajadora social clínica licenciada en Harlem, la terapia puede ser una herramienta para que las personas procesen sus traumas y cambien sus vidas.
Fuente: Prensa Latina 14 agosto 2023

