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Médicos hallaron una mosca intacta en el colon de un paciente de 63 años durante una colonoscopia rutinaria, desconcertando tanto al equipo médico como al paciente, quien desconoce cómo llegó la mosca.
Médicos en Missouri, Estados Unidos, se sorprendieron al descubrir una anomalía durante una colonoscopia de rutina en un paciente de 63 años. Durante el procedimiento, que transcurría sin problemas hasta llegar al colon transverso del intestino grueso, los médicos encontraron una mosca completamente intacta.
Matthew Bechtold, jefe de Gastroenterología de la Universidad de Misuri, confirmó a The Independent que la mosca estaba muerta después de haber sido examinada.
El paciente, cuya identidad se mantiene en privado, tenía un historial médico relativamente normal, con problemas cardíacos leves, asma y tinnitus. Antes de la colonoscopia, siguió las preparaciones habituales, consumiendo solo líquidos claros el día anterior al procedimiento.
El hombre informó a los médicos que, dos días antes, había comido pizza y lechuga, pero no recordaba haber ingerido una mosca con ninguno de sus alimentos. Desconcertado, afirmó no tener idea de cómo la mosca había llegado a su colon.
El misterio de la mosca intacta en el colon
La presencia inusual de la mosca intacta en el colon transverso se describe como un «hallazgo colonoscópico muy poco común y un misterio sobre cómo la mosca intacta llegó al colon transverso». Este misterio médico se documentó en la revista American Journal of Gastroenterology.
Bechtold señaló al medio británico que la mosca tendría que haber ingresado al cuerpo a través de la boca o el recto, aunque los médicos aún no tienen certeza al respecto.
Bechtold consideró improbable que la mosca hubiera podido entrar por la boca y sobrevivir al proceso digestivo debido a las enzimas y el ácido estomacal. Por otra parte, la teoría de que entró por el recto plantea dificultades, ya que, según Bechtold, implicaría la creación de una abertura lo bastante grande como para permitir a la mosca volar sin ser detectada hasta el colon y pasar al intestino grueso medio en un intestino grueso muy curvilíneo y sin luz.
Aunque existen casos raros de infestación de moscas y larvas en los intestinos humanos, conocidos como miasis intestinal, suele requerir la ingestión de alimentos que contengan huevos y larvas, y la supervivencia a condiciones gástricas hostiles es poco probable, según cita The Independent a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Ver más información: Neal S, Matthew B. To Be a Fly on the Wall: A Mysterious Finding on Colonoscopy. The Am J Gastroenterol[Internet].2023[citado 30 nov 2023]; 118(10): 1731. DOI: 10.14309/ajg.0000000000002307
2 diciembre 2023| Fuente: DW.COM | Tomado de | Ciencia
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Las hernias inguinales son una afección frecuente que requiere reparación quirúrgica en niños. En pediatría suelen ser indirectas y se caracterizan por la protrusión del contenido intraabdominal a través del proceso vaginal permeable (PVP). La incidencia de hernias inguinales es de aproximadamente 8 a 50 por cada 1.000 nacidos vivos en recién nacidos a término, y aumenta hasta casi el 20% en recién nacidos de peso extremadamente bajo (menos de 1000 gr).
Se calcula que el riesgo de hernia inguinal incarcerada en niños es del 4%, y el riesgo más alto (8%) se observa en los lactantes; por consiguiente, se suelen reparar poco después del diagnóstico.
En este informe se revisan la embriología, la fisiopatología y la historia natural de la PVP, así como la evaluación y el tratamiento contemporáneos de las hernias pediátricas, con especial atención a los riesgos de la anestesia general en niños muy pequeños.
Algunas controversias en el tratamiento de las hernias inguinales incluyen el momento óptimo de la reparación en niños prematuros, quién debe realizar estas reparaciones, el abordaje óptimo, la necesidad de una evaluación contralateral, el abordaje de las hernias recurrentes y el tratamiento de un PVP asintomático identificado durante una exploración del abdomen no relacionada con hernias.
Embriología e historia natural del proceso vaginal
La comprensión completa de las cuestiones relacionadas con la reparación quirúrgica de una hernia inguinal requiere del conocimiento de la embriología y el posterior desarrollo del proceso vaginal.
En los varones, el descenso testicular implica 2 fases: intraabdominal y extraabdominal.5 El testículo en desarrollo está unido inicialmente al diafragma por el ligamento craneosensorial; la regresión de este ligamento provoca la migración transabdominal del testículo. Simultáneamente, a medida que el feto masculino crece y el abdomen se alarga, el testículo queda anclado esencialmente por el gubernáculo engrosado al escroto dependiente.
En el feto femenino, el ligamento craneosensorial se mantiene; por lo tanto, el ovario conserva su localización intraabdominal dorsal (retrocelómica o retroperitoneal). Además, el gubernaculum no se engrosa, sino que persiste como ligamento redondo del ovario.
Durante la fase extraabdominal (25-35 semanas de gestación), el testículo desciende a través del canal inguinal, arrastrando consigo una extensión del revestimiento peritoneal denominada proceso vaginal.7 Normalmente, el proceso vaginal se oblitera y persiste como túnica vaginal, envolviendo al testículo. Tanto los cultivos de tejidos humanos in vitro como los estudios en modelos de roedores implican que la inervación genitofemoral es fundamental para la regulación de la longitud gubernacular, así como para la obliteración del proceso vaginal.
Una involución incompleta da lugar a un PVP que, cuando está lleno de líquido, puede presentarse clínicamente como un hidrocele. Si la comunicación es grande o las presiones intraabdominales son elevadas, las estructuras intraabdominales como el intestino pueden herniarse, dando lugar a una hernia inguinal indirecta. En este trabajo, el PVP indica una comunicación entre los labios/escroto y la cavidad peritoneal, el «hidrocele» indica un PVP que contiene líquido, y la «hernia inguinal» indica un PVP que contiene contenido abdominal.
Se cree que la relación del proceso vaginal con el descenso testicular explica por qué más del 90% de las hernias inguinales pediátricas se producen en varones.11 La involución del proceso vaginal izquierdo precede a la del derecho, lo que concuerda con la observación de que el 60% de las hernias inguinales indirectas se producen en el lado derecho.
La prevalencia de PVP es mayor durante la infancia (hasta un 47% en recién nacidos y un 27% en niños menores de 2 años) y disminuye con la edad.13 Los hidroceles congénitos, que son esencialmente PVP clínicamente aparentes, suelen resolverse espontáneamente en un plazo de 18 a 24 meses14-16 Sin embargo, estas estimaciones de prevalencia se han extrapolado generalmente a partir de los hallazgos en el momento de la exploración del anillo interno contralateral durante la reparación de una hernia inguinal y posiblemente sobrestiman la prevalencia real de PVP en la población general. Rowe y colaboradores informaron de una tasa del 64% de PVP contralateral identificada en el momento de la reparación de la hernia inguinal en lactantes menores de 2 meses.
Las tasas notificadas de PVP contralateral disminuyen a entre el 33% y el 50% en niños menores de 1 año y son tan bajas como el 15% a los 5 años.13,17-20 Centeno-Wolf Weaver y colaboradores notificaron que la tasa de PVP asintomática en niños sometidos a cirugías abdominales no relacionadas con hernia era del 9,1% y el 20%, respectivamente.
La mayoría de los pacientes incluidos en el primer estudio eran mayores de 8 años, lo que podría explicar la menor prevalencia puntual estimada en ese grupo.17 No todos los pacientes con un PVP asintomático desarrollan posteriormente una hernia inguinal. En pacientes sometidos a una intervención por patología inguinal, Toki y colaboradores estimaron que la tasa de regresión espontánea del PVP después de 9 meses de edad oscilaba entre el 67% y el 91%.22
Rowe y colaboradores informaron de que el PVP contralateral se oblitera en aproximadamente el 40% de los pacientes en los primeros meses de vida y en un 20% adicional en los 2 años siguientes, y sólo el 40% permanece presente después de 2 años.17 Entre los que presentan un PVP después de 2 años, aproximadamente la mitad desarrollará una hernia clínica.
Entre los pacientes sin una patología inguinal conocida previamente y un PVP descubierto incidentalmente en los estudios de Centeno-Wolf y Weaver y colaboradores, se desarrolló una hernia inguinal clínicamente evidente en una proporción del 10,5% y el 13,5%, respectivamente, durante un período de seguimiento medio de 10,5 y 8,1 años, respectivamente.16,21 La incidencia de PVP descubierto incidentalmente en adultos se estima de forma similar en un 12%, y la presencia de una de ellas confiere un riesgo del 12% de desarrollar una hernia inguinal indirecta posterior.
Tiempo óptimo de reparación en lactantes pretérminos entre los prematuros
A pesar de ser una de las operaciones más frecuentes en neonatos prematuros, el momento óptimo para la reparación de la hernia inguinal sigue siendo controvertido, como sugiere la significativa variabilidad en la práctica entre los especialistas en cirugía pediátrica. Sulkowski y colaboradores informaron que, aunque los niños tratados en los hospitales participantes en el Sistema de Información de Salud Pediátrica eran en general más propensos (67,1%) a someterse a una reparación antes del alta hospitalaria, existían variaciones notables en la práctica, ya que entre el 3% y el 74% de las reparaciones en centros individuales se realizaban de forma ambulatoria.27 Además, algo más de la mitad (53%) de los especialistas en cirugía infantil, en una encuesta realizada por la Academia Americana de Pediatría, informaron que reparaban las hernias inguinales en neonatos prematuros cuando era conveniente.
Entre las posibles motivaciones para retrasar la reparación de la hernia inguinal en neonatos prematuros se incluyen las dificultades técnicas, la mayor tasa de recurrencia, las comorbilidades asociadas a la prematurez y las preocupaciones relacionadas con la anestesia, incluido el riesgo de apnea postoperatoria y la dependencia prolongada del respirador postoperatorio.
Lautz y colaboradores utilizando la base de datos Kids’ Inpatient Database de 2003 y 2006, demostraron que la tasa de incarceración de hernia inguinal en 49.000 recién nacidos prematuros revisados fue del 16%, con un aumento proporcional de la tasa de incarceración al aumentar la edad gestacional corregida en el momento de la cirugía.31 Dada esta posible mayor incidencia de incarceración en lactantes prematuros, algunos cirujanos pediátricos sostienen que el retraso en la reparación puede aumentar la frecuencia de complicaciones relacionadas con la hernia inguinal, como la incarceración intestinal, la estrangulación y la atrofia testicular.32,33 Además, en caso de incarceración, las reparaciones urgentes en este grupo de pacientes también suponen un mayor riesgo de complicaciones perioperatorias.
Otros plantean la hipótesis de que las reducciones repetidas de la hernia atribuibles a la incarceración intermitente pueden conducir potencialmente a la cicatrización del saco herniario, aumentando así la complejidad de la reparación posterior.34 Un meta-análisis reciente que incluía 7 estudios retrospectivos con un total de 2.024 pacientes intentó identificar el momento óptimo de la reparación.30 En este análisis se incluyeron 1.176 pacientes que se sometieron a reparación antes del alta de la UCIN y 848 pacientes que se sometieron a reparación después del alta de la UCIN, sin que se observaran diferencias en las tasas de incarceración: 18,1% frente a 11,3%, respectivamente.
Las tasas de recidiva (5,7% frente a 1,8%), reintervención (5,7% frente a 3,3%), complicaciones respiratorias (odds ratio 5 4,9) y duración de la intervención quirúrgica fueron significativamente superiores en los que se sometieron a reparación antes del alta de la UCIN. Además, un estudio retrospectivo de 263 recién nacidos prematuros reveló una duración de la estancia hospitalaria tras la reparación considerablemente inferior en la cohorte que se sometió a la reparación después del alta de la UCIN (11,75 frente a 1,02 días).
Los autores concluyeron que existían pruebas de calidad moderada que apoyaban postergar la reparación de la hernia inguinal hasta después del alta de la UCIN en los recién nacidos prematuros, porque esto puede reducir el riesgo de dificultades respiratorias sin aumentar el riesgo de incarceración y reintervención.30 El ensayo Timing of Inguinal Hernia Repair in Premature Infants (#NCT01678638) finalizó recientemente el reclutamiento de pacientes. Se está a la espera de los resultados de este ensayo y se espera que ayuden a determinar si un enfoque de reparación precoz o tardía es óptimo en lactantes prematuros.
¿Quién debe realizar las reparaciones de hernias inguinales pediátricas?
Varios estudios previos han demostrado que el volumen de formación en subespecialidades y el volumen de especialistas en cirugía general pediátrica pueden conducir a mejores resultados quirúrgicos.36,37 Cuando los especialistas en cirugía pediátrica con formación de becarios atienden determinadas afecciones quirúrgicas, como la piloromiotomía y la apendicitis aguda, se han demostrado previamente mejores resultados.
Borenstein y colaboradores 41 utilizaron el Canadian Institute for Health Information para revisar 20.545 reparaciones de hernia inguinal pediátricas y demostraron que, a pesar de que los especialistas en cirugía pediátrica atendían a una mayor proporción de pacientes menores de 1 año, el riesgo global de recurrencia de la hernia era 2,4 veces mayor entre los pacientes tratados por cirujanos generales.
Entre los especialistas en cirugía pediátrica, el riesgo estimado de recurrencia fue independiente de los volúmenes quirúrgicos. Sin embargo, existía una relación inversa significativa entre las tasas de recurrencia y el volumen de casos del cirujano general: los cirujanos generales que realizaban menos de 10 hernias inguinales pediátricas al año tenían la mayor incidencia de recurrencia, y los cirujanos generales de mayor volumen alcanzaban tasas de recurrencia similares a las de los especialistas en cirugía pediátrica.
Los especialistas en cirugía pediátrica con formación académica tienen la tasa más baja de recidivas de hernias. Sin embargo, si el acceso a un especialista en cirugía pediátrica es difícil debido a limitaciones geográficas, los cirujanos generales que realizan un número razonable de reparaciones de hernias pediátricas pueden lograr resultados similares. Del mismo modo, se ha demostrado que los urólogos pediátricos logran tasas muy bajas de recidivas de hernia inguinal. Otro recurso necesario para la atención óptima de un lactante sometido a una reparación de hernia inguinal es la atención prestada bajo la dirección de un anestesiólogo especialista en pediatría.
Ver más información:
Khan FA, Jancelewicz T, Kieran K, Islam S, Committee on Fetus and Newborn, Section Surgery, et al. Assessment and Management of Inguinal Hernias in Children. Pediatrics[Internet].2023[citado 24 nov 2023]: 152 (1): e2023062510.
24 noviembre 2023 |Fuente: IntraMed| Tomado de Evaluación y tratamiento
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Estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) con participación del IBSAL
CIBER/DICYT El hepatoblastoma es el cáncer de hígado más común en la infancia. A pesar de los avances en su tratamiento combinado de cirugía y quimioterapia, esta enfermedad presenta importantes desafíos terapéuticos, especialmente para los pacientes con tumores agresivos. Ahora, un estudio publicado en la revista científica Journal of Hepatology ha identificado unas dianas epigenéticas clave para su tratamiento, una investigación que abre nuevas perspectivas para el tratamiento de diversas formas de cáncer.
El trabajo es un estudio multicéntrico liderado por el Grupo de Hepatología del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra en colaboración con José Juan García Marín, científico del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y de la Universidad de Salamanca (USAL); María Luz Martínez-Chantar, del Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias – CIC bioGUNE; Pau Sancho-Bru, del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer – IDIBAPS; y Carolina Armengol, del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP). La investigación se ha desarrollado en el marco del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), dentro del Proyecto Coordinado PMed4HB y el Proyecto Intramural, y ha contado con la ayuda del Ministerio de Ciencia e Innovación y de la Asociación Española Contra el Cáncer, entre otras instituciones públicas y privadas.
“Nuestro trabajo revela que las alteraciones epigenéticas, mecanismos que controlan la actividad de los genes, desempeñan un papel crucial en el desarrollo y progresión de la enfermedad. En concreto, hemos identificado una diana terapéutica prometedora, la enzima histona-lisina-metiltransferasa G9a, que participa activamente en la regulación epigenética en estos tumores”, apunta Matías Ávila, codirector del Programa de Tumores Sólidos del Cima y coordinador del estudio, según la información del CIBER recogida por DiCYT.
«Este descubrimiento es un avance significativo en la comprensión del hepatoblastoma y presenta nuevas oportunidades para desarrollar terapias dirigidas que puedan mejorar la calidad de vida de los pacientes pediátricos que luchan contra esta enfermedad», comenta Carolina Armengol, que cuenta con 20 años de experiencia en investigación del hepatoblastoma y es líder del grupo de Oncología Hepática Infantil C-LOG del IGTP, grupo pionero en el estudio del cáncer hepático infantil en España.
En opinión de Maite García, investigadora del Laboratorio de Hepatología del CIMA, grupo líder en el estudio de los tumores hepáticos, «este trabajo no solo arroja luz sobre el hepatoblastoma sino que también sugiere que las terapias dirigidas contra la enzima G9a podrían ser efectivas en otros tipos de tumores dependientes del mismo oncogén (c-MYC)”.
Bloqueo del crecimiento celular
El estudio descubrió que, a pesar de que el hepatoblastoma no presenta muchas mutaciones genéticas, sí muestra alteraciones en ciertos mecanismos que controlan la actividad de los genes. “En particular, encontramos que una enzima llamada G9a estaba muy activa en estos tumores. Cuando bloqueamos esta enzima con moléculas inhibidoras en experimentos de laboratorio, pudimos detener el crecimiento de las células cancerosas del hepatoblastoma”, apuntan los autores del trabajo.
También observaron que este cáncer de hígado infantil cambia la forma en que las células metabolizan los nutrientes. Al bloquear G9a, pudieron revertir estos cambios metabólicos, que realizan un papel importante para el crecimiento del cáncer.
Este estudio destaca la importancia de las alteraciones epigenéticas en el hepatoblastoma y sugiere que G9a es una diana terapéutica prometedora. Además, ofrece una comprensión más profunda de los mecanismos moleculares involucrados en la agresividad de los tumores de hígado infantil y en la falta de respuesta a la terapia farmacológica. Los hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevas herramientas y terapias más efectivas para el tratamiento de esta enfermedad.
Referencia
Clavería-Cabello A, Herranz JM, Latasa MU, Arechederra M, Uriarte I, Pineda-Lucena A, et al. Identification and experimental validation of druggable epigenetic targets in hepatoblastoma. J Hepatol[Internet]. 2023[citado 24 oct 2023];79(4):989-1005. DOI: 10.1016/j.jhep.2023.05.031.
26 octubre 2023 | Fuente: DICYT| Tomado de Ciencias Sociales
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Los investigadores realizaron 69 modificaciones genéticas para lograr evitar el rechazo hiperagudo, la reacción habitual ante un trasplante entre especies diferentes.
Obtener órganos de ‘repuesto’, desarrollados en animales y disponibles para el trasplante en humanos, es un objetivo que persiguen diferentes grupos de investigación en todo el mundo.
Aunque en 2022 se llevaron a cabo varios xenotrasplantes experimentales, como la implantación de un corazón de cerdo modificado genéticamente a un paciente de Baltimore que sufría una grave enfermedad cardiaca; este tipo de abordaje todavía está lejos de llegar a la clínica. Antes, se deben solventar desafíos biotecnológicos importantes que plantea el ‘salto’ entre especies, como el rechazo hiperagudo tras el injerto o el riesgo de zoonosis.
Una investigación liderada por científicos de la Universidad de Harvard y la compañía eGenesis allana ese camino al haber conseguido implantar riñones de cerdo editados genéticamente en macacos y lograr unas cifras de supervivencia reseñables. Uno de los ejemplares trasplantados vivió más de dos años con el injerto de riñón. Los detalles de la investigación se publican en la revista Nature.
Para minimizar el riesgo de rechazo y la posibilidad de transmisión de virus porcinos con el trasplante, los investigadores realizaron 69 modificaciones genéticas en el animal donante, un cerdo de Yucatán.
Estas modificaciones pueden agruparse en tres bloques: en primer lugar, eliminaron tres antígenos glicanos, ‘marcadores’ presentes en la superficie de las células que inducen un rechazo inmediato. Además, introdujeron cambios para que las células animales expresaran siete genes humanos con el objetivo de mejorar la tolerancia y neutralizar otros fenómenos asociados al rechazo hiperagudo. Y, por último, inactivaron todas las copias de la genética relacionada con retrovirus porcinos.
En combinación con medicación inmunosupresora, este cóctel de ingeniería genética proporcionó una supervivencia de hasta 758 días a uno de los macacos trasplantados.
CLAVES DEL XENOTRASPLANTE
Una de las principales claves para conseguir esa prolongada supervivencia fue la manipulación para añadir los genes humanizados, implicados en varias vías relacionadas con el rechazo, como la inflamación, la inmunidad innata o la coagulación, tal y como explicaron los investigadores en una rueda de prensa.
Los estudios in vitro, señalan los científicos, mostraron que las células endoteliales renales de los animales con estas ediciones genéticas eran capaces de modular la inflamación de una forma «indistinguible» de las células endoteliales humanas. «Nuestros resultados nos colocan un paso adelante para alcanzar la compatibilidad humana», subrayó Michael Curtis, responsable de eGenesis en el encuentro con la prensa.
Este diseño y desarrollo se trata de una «prueba de concepto» que «apoya el avance hacia el desarrollo clínico» del principal candidato que la compañía eGenesis está diseñando para el trasplante de riñón, denominado EGEN-2784, ha señalado la compañía en un comunicado.
Para Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), este diseño «se trata de un modelo que proporciona resultados muy prometedores».
Domínguez-Gil destaca el diseño de modificaciones genéticas que ha permitido alcanzar «una supervivencia prolongada en primates no humanos».
Pero, además, hace hincapié en el hecho de que el desarrollo proporciona «un modelo experimental que nos va a permitir avanzar en el ámbito del xenotrasplante de una forma mucho más segura».
Este diseño permite dar un paso importante «a la hora de demostrar que un abordaje es seguro y eficaz antes de dar el salto a la realización de ensayos clínicos».
Desde esas dos perspectivas, «es un estudio muy novedoso y de mucha relevancia», subraya Domínguez-Gil, que también apunta que la utilización de este tipo de primates no humanos como receptores en los experimentos puede facilitar la traslación posterior de los resultados a la clínica. «Es un modelo probablemente más trasladable a la realidad del humano que los que se han utilizado previamente», destaca.
UN LARGO CAMINO POR RECORRER
De cualquier manera, la directora de la ONT recuerda que «todavía quedan muchísimos pasos en este en ese camino de llevar el xenotrasplante a la clínica».
Queda mucho trabajo por realizar en el ámbito preclínico, subraya Domínguez-Gil. En este sentido, los propios investigadores reconocen en la revista científica que las modificaciones genéticas planteadas deben afinarse para conseguir resultados clínicos.
Pero, además, también hay que abordar las cuestiones éticas que plantea este tipo de procedimientos. «Entre otras cosas, se tiene que decidir cuál es el paciente al que se le va a ofrecer esta opción frente a la alternativa; es decir, qué criterios tiene que cumplir un paciente para entrar en un ensayo clínico de estas características cuando tenemos ya un tipo de trasplante entre humanos muy consolidado, que es una realidad clínica ya habitual y que ofrece extraordinarios resultados», señala.
También hay que abordar cuestiones relacionadas con la protección de los animales, así como la planificación de cómo se va a lograr que estos tratamientos «extraordinariamente costosos» puedan llegar a los pacientes de una forma equitativa, plantea la directora de la ONT.
«Hay muchas cuestiones que avanzar y que tener en cuenta, pero yo creo que en los próximos 10 años sí vamos a ver un salto importante a la clínica de esta opción terapéutica», concluye Domínguez-Gil.
Referencia
Anand RP, Layer JV, Heja D, Hirose T, Lassiter G, Firl D, et al. Design and testing of a humanized porcine donor for xenotransplantation. Nature[Internet]. 2023[citado 12 oct 2023]; 622, 393–401. https://doi.org/10.1038/s41586-023-06594-4
13 octubre 2023│Fuente: El Mundo│ Tomado de Salud
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En el contexto quirúrgico británico, la conducta sexual inapropiada representa un problema grave dentro del Servicio Nacional de Salud (National Health Service – NHS) y del personal relacionado al área, con derivaciones que afectan la seguridad de los pacientes.
El artículo que publica la revista British Journal of Surgery reúne cantidad de información demostrativa de la conducta sexual inapropiada que ejerce buena parte del plantel quirúrgico del Reino Unido.
La encuesta anónima, éticamente aprobada, examinó en particular durante los últimos cinco años la conducta sexual que desarrollan los “compañeros de trabajo” (no pacientes), tal como denominan a sus colegas las nueve mujeres y el hombre, respectivamente profesionales de la salud autoras y autor del estudio.
Esta evidencia sobre el comportamiento delictivo de los abusadores puede ser particularmente procesable para las organizaciones responsables. El Grupo de Trabajo sobre Conducta Sexual Inapropiada en Cirugía (Working Party on Sexual Misconduct in Surgery – WPSMS) ideó este estudio y obtuvo el apoyo de múltiples sectores interesados con poder para conseguir que las condiciones laborales sean más seguras, tanto para el personal como para los pacientes.
Los actos ilegales y criminales comunicados por el estudio también proporcionaron evidencia sólida respecto a que las mujeres y hombres que se desempeñan en el ambiente quirúrgico viven realidades diferentes. La prueba de ello se manifiesta cuando al estar con colegas, las mujeres son testigos y víctimas de conducta sexual inapropiada en mayor proporción que los hombres.
Los resultados de la encuesta indican además la desconfianza generalizada en la idoneidad de los principales organismos reguladores y organizaciones responsables que deberían manejar estas cuestiones, situación que refleja un problema grave dentro del NHS y del personal quirúrgico en general, con implicancias que se extienden a la seguridad del paciente.
Datos recabados
De los 1704 participantes encuestados, 1434 proporcionaron datos suficientes para incluir en los análisis primarios no ponderados.
Las dos subespecialidades quirúrgicas con mayor cantidad de personal también fueron las más representadas en la muestra: traumatología y cirugía ortopédica (31,8 %) y cirugía general (18,5 %); de igual manera, en cuanto a presencia, las dos categorías preponderantes de la cirugía: médicos especialistas (63,1 por ciento) y especialistas en formación (20,2 %).
Los análisis ponderados incluyeron a los 756 participantes del personal quirúrgico del NHS de Inglaterra.
La evaluación de la numerosa muestra concluyó que el 29,9 % de las mujeres declararon haber sido agredidas sexualmente por un colega en los últimos cinco años, en contraste con el 6,9 % de los hombres.
Además, el 63,3 % de las participantes afirmaron haber sufrido acoso sexual por parte de compañeros, al igual que el 23,7 % de los hombres.
El artículo señala que estos resultados subrayan las diferencias notables en las experiencias de mujeres y hombres en el ámbito quirúrgico, espacio en el que las mujeres, con mayor frecuencia, son víctimas y testigos de conductas sexuales conflictivas.
La investigación del NHS inglés también pone de manifiesto que cerca del 90 % de las mujeres y el 81 % de los hombres fueron testigos de acoso sexual entre colegas durante el período analizado de cinco años. Además, el 11 % de las mujeres declaró haber sufrido contactos físicos forzados que relacionaron con ofertas laborales.
Los participantes en la encuesta también denunciaron casos de violaciones por parte de colegas en otros contextos de trabajo, como espacios de enseñanza, conferencias y eventos fuera del horario laboral.
El estudio advierte que la conducta sexual delictiva es frecuente en el ámbito quirúrgico, atribuyéndola a una falta de control que imputa a la oscura estructura jerárquica británica y a los desequilibrios de género y poder que imperan en el ejercicio local de la profesión.
La doctora Tamzin Cuming, presidenta del Foro de Mujeres Cirujanas del Colegio Real de Cirujanos (Women In Surgery Forum at The Royal College) de Inglaterra, afirmó que la instancia histórica representa un momento MeToo (“Yo también”) para la cirugía y llamó a iniciar un esfuerzo genuino para lograr un cambio profundo en la cultura de la atención sanitaria.
El movimiento Metoo surgió en octubre de 2017 para denunciar los casos de acoso sexual vinculados al abuso de poder que se cometen en el mundo del cine, los deportes y otros campos profesionales [Aclaración de aSNC].
La encuesta fue encargada por el Grupo de Trabajo sobre Conducta Sexual Impropia en Cirugía (The Working Party on Sexual Misconduct in Surgery – WPSMS), integrante del grupo de cirujanos, clínicos e investigadores del NHS, cuya actividad se focaliza en el tema con el fin de lograr un cambio cultural y organizativo.
Referencia
Begeny Ch, Arshad H, Cuming T, Dhariwal DK, Fisher RA, Franklin M, et al. Sexual harassment, sexual assault and rape by colleagues in the surgical workforce, and how women and men are living different realities: observational study using NHS population-derived weights. British Journal of Surgery. 2023; znad242, https://doi.org/10.1093/bjs/znad242
22/09/2023
Fuente: SIIC Salud Tomado de Noticias Biomédicas Copyright siicsalud© 1997-2023
sep
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Luanda, 11 sep (Prensa Latina) Angola vive hoy un hito de la salud, pues por primera vez practicaron con éxito una cirugía cardíaca en un bebé de 11 días de nacido, para retirar un cuerpo extraño alojado junto al órgano.
El procedimiento se llevó a cabo en el complejo hospitalario Cardenal Alexandre do Nascimento, en la provincia de Luanda, y en él participaron alrededor de una veintena de profesionales sanitarios. De acuerdo con declaraciones a la televisora TPA del director del servicio cardiovascular de la institución, Valdano Manuel, es la primera cirugía realizada en un bebé de su peso y edad, cuya vida corría riesgo debido al cateterismo (objeto extraño), que podía haber llegado al pulmón y ocasionarle la muerte.
La operación fue un éxito y salvó la vida de la recién nacida, que con un peso de cuatro kilos y 200 gramos llegó al hospital procedente de una clínica privada, donde se le encontró un cuerpo de 23 centímetros. Durante unas tres horas el equipo médico trabajó en la intervención quirúrgica y tuvo que sortear situaciones complejas como el pequeño tamaño del corazón y la anestesia. Reportada de estable, de continuar así la pequeña podría salir de cuidados intensivos en 48 horas. Inaugurado el 30 de noviembre de 2021, el Complejo Hospitalario de Enfermedades Cardio-Pulmonares Cardenal Dom Alexandre do Nascimento cuenta con cerca de mil 890 profesionales, entre médicos, enfermeros, técnicos de diagnóstico y personal administrativo.
11/09/2023 (Prensa Latina )Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.