ovari poliquisticoLas personas con síndrome de ovario poliquístico (SOP) pueden tener más probabilidades de tener problemas de memoria y pensamiento en la mediana edad. La investigación realizada por científicos de la Universidad de California (EE.UU.) y publicada en la revista  Neurology.

En el estudio participaron 907 mujeres que tenían entre 18 y 30 años al inicio de la investigación. Fueron seguidos durante 30 años, momento en el que completaron pruebas para medir la memoria, las habilidades verbales, la velocidad de procesamiento y la atención. En el momento de la prueba, 66 participantes tenían SOP. En una prueba para medir la atención, los participantes observaron una lista de palabras de diferentes colores y se les pidió que indicaran el color de la tinta en lugar de leer la palabra real. Por ejemplo, la palabra «azul» podría aparecer en rojo, por lo que la respuesta correcta sería roja. Los investigadores encontraron que, para esta prueba, las personas con SOP presentaban una puntuación media un 11% más baja respecto a las personas sin SOP.

Después de ajustar por edad, raza y educación, los investigadores encontraron que las personas con SOP tenían puntuaciones más bajas en tres de las cinco pruebas que se les realizaron, específicamente en áreas de memoria, atención y habilidades verbales, en comparación con aquellas sin esta condición. En los años 25 y 30 del estudio, un grupo más pequeño de 291 participantes se sometió a escáneres cerebrales. De ellas, 25 tenían SOP. Con las exploraciones, los investigadores observaron la integridad de las vías de la sustancia blanca en el cerebro observando el movimiento de las moléculas de agua en el tejido cerebral. Los investigadores encontraron que las personas con SOP tenían una menor integridad de la sustancia blanca, lo que puede indicar evidencia temprana de envejecimiento cerebral.

Ver artículo: Huddleston HG, Jaswa EG, Casaletto KB, Neuhaus J, Kim C, Wellons M, et al. Associations of Polycystic Ovary Syndrome With Indicators of Brain Health at Midlife in the CARDIA Cohort. Neurology[Internet]. 2024[citado 01 mar 2024];27;102(4):e208104. doi: 10.1212/WNL.0000000000208104.

05 febrero 2024 | Fuente: Neurología.com| Tomado de| Noticia

marzo 2, 2024 | gleidishurtado | Filed under: aspectos cognitivos, Neurofisiología, Neurología, Problemas de Salud, Riesgo a la Salud, Salud |

estilo saludableLa mejora cognitiva del adulto mayor está asociada a la actividad física, compromiso social, control de la presión arterial y la diabetes, reveló hoy una fuente especializada. ‘Los cambios personalizados en la salud y el estilo de vida pueden retrasar o incluso prevenir la pérdida de memoria en los adultos mayores de mayor riesgo’, subrayaron los investigadores de la Universidad de California San Francisco y Kaiser Permanente Washington, Estados Unidos. Enfocar de manera diferente a cada individuo, tratarlos de manera personalizada sería más eficaz para lograr una mejoría cognitiva o prevenir la demencia, insistieron los científicos citados por la revista JAMA Internal Medicine.

A diferencia de los medicamentos antiamiloides, los programas de reducción de riesgos basados actividad física, compromiso social, control de la presión arterial y la diabetes suelen ser menos costosos. Estos, además, ni tienen criterios estrictos de elegibilidad ni requieren un seguimiento exhaustivo para detectar efectos secundarios, explicaron los expertos.

Ver más información: Yaffe K, Vittinghoff E, Dublin S, Peltz CB, Fleckenstein LE, Rosenberg DE, et al. Effect of Personalized Risk-Reduction Strategies on Cognition and Dementia Risk Profile Among Older Adults: The SMARRT Randomized Clinical Trial. JAMA Intern Med[Internet].2023[citado 2 dic 2023]. doi:10.1001/jamainternmed.2023.6279.

4 diciembre 2023|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

retraso crecimiento1Los niños que son demasiado bajos para su edad pueden sufrir una reducción de la capacidad cognitiva derivada de diferencias en la función cerebral ya a los seis meses de edad, según una nueva investigación de la Universidad de East Anglia (UK), publicada en Nature Human Behaviour. Los investigadores compararon la memoria de trabajo visual en niños con retraso en el crecimiento con los que tenían un crecimiento típico. El estudio revela que la memoria de trabajo visual de los niños con crecimiento físico deficiente estaba alterada, lo que les hacía distraerse con más facilidad y preparaba el terreno para una menor capacidad cognitiva un año después.

El equipo de investigadores estudió a más de 200 niños en el primer estudio de imágenes cerebrales de este tipo y, a pesar de que esperaban que un crecimiento deficiente pudiera afectar a la cognición en las primeras etapas del desarrollo, se sorprendieron al poder comprobarlo a nivel de función cerebral. Así, los lactantes con desarrollo típico mostraron la participación de una red cerebral de memoria de trabajo, y esta actividad cerebral predijo los resultados cognitivos un año más tarde, pero los bebés con retraso en el crecimiento mostraban un patrón diferente, lo que sugiere que eran bastante distraíbles.

La actividad cerebral y las capacidades cognitivas de los bebés se evaluaron entre los seis y los nueve meses, y se realizó un seguimiento de la capacidad cognitiva un año después. Los resultados mostraron que los bebés con el llamado «retraso en el crecimiento», a menudo causado por mala nutrición o mala salud, presentaban capacidades cognitivas significativamente peores en ambas etapas que sus homólogos con desarrollo típico. Pero los niños que no siguieron la tendencia y obtuvieron buenos resultados en el segundo año de pruebas cognitivas a pesar de tener un crecimiento restringido fueron aquellos cuya memoria visual había sido inesperadamente buena entre los seis y los nueve meses. Esto sugiere que los esfuerzos por mejorar la memoria de trabajo y abordar la distracción en los niños durante sus primeros meses pueden reducir o prevenir desventajas cognitivas más adelante en la vida.

Referencia

Wijeakumar S, Forbes SH, Magnotta VA, Deoni S, Jackson K, Shingh VP, et al. Stunting in infancy is associated with atypical activation of working memory and attention networks. Nat Hum Behav[Internet].2023[citado 10 nov 2023].  https://doi.org/10.1038/s41562-023-01725-3

11 noviembre 2023| Fuente: Neurología.com| Tomado de Noticia

disfuncion cognitivaLa  prolongada es un deterioro común post-Covid 19.

Los efectos a largo plazo de la COVID-19 sobre la función cognitiva se han convertido en un área de creciente preocupación. Este artículo proporciona una descripción general de las características, factores de riesgo, posibles mecanismos y estrategias de manejo de la disfunción cognitiva en la condición post-COVID-19 (PCC).

La disfunción cognitiva prolongada es uno de los deterioros más comunes en la condición post-COVID-19 (PCC), afecta entre el 17% y el 28% de los individuos más de 12 semanas después de la infección y persiste en algunos casos durante varios años.

Las disfunciones cognitivas pueden manifestarse como una amplia gama de síntomas que incluyen deterioro de la memoria, déficit de atención, disfunción ejecutiva y velocidad de procesamiento reducida.

Los factores de riesgo para desarrollar PCC, con o sin deterioro cognitivo, incluyen la edad avanzada, las condiciones médicas preexistentes y la gravedad de la enfermedad aguda. Los mecanismos subyacentes aún no están claros, pero los contribuyentes propuestos incluyen neuroinflamación, hipoxia, daño vascular y reactivación del virus latente, sin excluir la posibilidad de una invasión viral directa del sistema nervioso central, lo que ilustra una patología viral compleja.

Síntomas cognitivos

Las funciones de atención permiten la capacidad de procesar información de nuestro entorno y se consideran de naturaleza jerárquica. La atención focalizada y la atención sostenida se consideran funciones de atención fundamentales. Los niveles más altos de atención dependen de funciones ejecutivas y abarcan atención alterna, selectiva y dividida. A pesar de su nombre, la memoria de trabajo también se considera una función de la atención y desempeña un papel importante en la codificación de la memoria y la recuperación de información almacenada en la memoria a largo plazo.

Dado que las funciones de atención sirven como procesos y subsistemas cognitivos fundamentales para otras funciones cognitivas, son cruciales para gestionar nuestra vida cotidiana. Las funciones de atención deterioradas, incluso en los casos de deficiencias leves, afectan directamente el rendimiento tanto en las tareas cotidianas como en la vida laboral.

Las funciones de atención se asocian frecuentemente con la velocidad de procesamiento. Desde una perspectiva neuroanatómica, el tálamo desempeña un papel crucial como centro de redes que respaldan procesos relacionados con la atención, el procesamiento de información, la memoria y las funciones ejecutivas. Sin embargo, en los estudios realizados hasta el momento sobre la COVID-19 no se ha determinado cuál de las funciones de atención se ve más afectada en el PCC, ni en qué medida otras disfunciones cognitivas son independientes o están vinculadas a funciones de atención disminuidas.

Las deficiencias en la atención, la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas a menudo tienen efectos secundarios en las pruebas que evalúan la codificación y recuperación de la memoria. En consecuencia, la memoria episódica puede verse afectada indirectamente por el tipo de daño neurológico causado por enfermedades virales, principalmente a través de reducciones en la atención y la velocidad de procesamiento necesarias para la codificación. En el contexto del PCC, aún no está completamente establecido si los resultados observados en las pruebas de memoria se deben a dificultades primarias en el almacenamiento de la memoria o si son efectos secundarios resultantes de un deterioro de la atención y/o de la memoria de trabajo.

Fatiga

La fatiga es un síntoma destacado tanto en el COVID-19 agudo como en el PCC. Las tasas de prevalencia de fatiga post-COVID oscilan entre el 32 % y el 46 % en diferentes estudios y en el metanálisis de seguimientos de 1 año entre el 18 % y el 39 %. Sin embargo, la fatiga es un síntoma multifactorial y vagamente definido presente en diversas afecciones, incluidos trastornos neurológicos, dolor crónico y depresión. También se ha informado de fatiga posinfecciosa después de otras epidemias virales.

En la mayoría de los estudios, la fatiga se informa subjetivamente mediante escalas de autoevaluación diseñadas para capturar un nivel bajo de energía que no es proporcional al nivel de actividad del individuo y que no se alivia con el descanso o el sueño normales. Actualmente, no existe una escala de fatiga validada específicamente para la fatiga post-COVID.

Como COVID-19 es una afección nueva, no es evidente si la fatiga experimentada en el PCC es equivalente y comparte los mismos mecanismos subyacentes que la fatiga en las afecciones neurológicas. En condiciones neurológicas, la disminución de la atención, la disminución de la velocidad de procesamiento y la fatigabilidad se han relacionado con la experiencia de fatiga, pero también han mostrado correlaciones significativas con la depresión y los trastornos del sueño.

Abordaje

Como la variación individual de los deterioros cognitivos es grande, se requiere un examen neuropsicológico y un enfoque multidimensional centrado en la persona. Según la Organización Mundial de la Salud, la evidencia limitada sobre los deterioros cognitivos relacionados con la COVID-19 requiere la implementación de intervenciones de rehabilitación a partir de prácticas establecidas para condiciones similares.

Se recomienda psicoeducación y entrenamiento en habilidades compensatorias. Podrían ser útiles los productos de asistencia y las modificaciones ambientales adaptadas a las necesidades individuales.

En disfunciones específicas de la atención y la memoria de trabajo, el entrenamiento cognitivo (cuidadosamente controlado en cuanto a su intensidad) podría ser eficaz para las personas que no sufren malestar post-esfuerzo.

Es crucial realizar más investigaciones para intervenciones basadas en evidencia específicas para los deterioros cognitivos relacionados con la COVID-19.

Conclusiones

La disfunción cognitiva prolongada es un deterioro común que afecta a las personas con PCC. Los factores de riesgo del PCC en general incluyen el sexo femenino, la edad, las condiciones médicas preexistentes y la gravedad de la enfermedad aguda.

Los mecanismos propuestos que contribuyen al PCC y los deterioros cognitivos incluyen neuroinflamación, hipoxia, daño vascular, reactivación viral latente e invasión viral directa del sistema nervioso central.

El manejo de la disfunción cognitiva en el PCC requiere un enfoque multidimensional que incluya un examen neuropsicológico y rehabilitación individualizada. Aunque la evidencia específica sobre los deterioros cognitivos relacionados con la COVID-19 es limitada, se pueden implementar intervenciones basadas en prácticas establecidas para otras afecciones neurológicas. La OMS recomienda educación, entrenamiento de habilidades, ejercicios cognitivos, productos de asistencia y modificaciones ambientales.

Se recomienda un entrenamiento funcional con un cuidadoso control de la intensidad para las personas que no padecen PEM. Es esencial realizar más investigaciones para intervenciones basadas en evidencia específicas para los deterioros cognitivos relacionados con la COVID-19.

Referencia

Möller M, Borg K, Janson C, Lerm M, Normark J, Niward K, et al.  Cognitive dysfunction in post-COVID-19 condition: Mechanisms, management, and rehabilitation. J Intern Med [Internet]. 2023[citado 31 oct 2023]; ;294(5):563-581. doi: 10.1111/joim.13720.

1 noviembre 2023| Fuente: IntraMed |Tomado de Noticias biomédicas

noviembre 1, 2023 | gleidishurtado | Filed under: aspectos cognitivos, COVID-19, Disfunción Cognitiva, Neurología | Etiquetas: , , |

tumor cerebraLUn trabajo del CSIC y el CNIO apunta a que la pérdida cognitiva en pacientes con metástasis cerebral responde a las interferencias que crea el cáncer en los circuitos neuronales.

Los investigadores midieron la actividad eléctrica del cerebro de ratones con y sin metástasis.

El comportamiento del cáncer en el cerebro es un misterio del que poco a poco la ciencia va desvelando piezas. Cuando un tumor crecía alojado en la cavidad de este órgano lo hacía presionando al resto de tejidos a su alrededor. Esta ocupación de espacios se asumía como principal razón para las alteraciones neurológicas que sufrían hasta un 45% de los pacientes.

Y no, no es así. Un estudio pionero realizado por investigadores españoles ha resuelto que los tumores cerebrales no presionan con su masa los tejidos, sino que sus células hackeala comunicación existente entre las neuronas. «Esto es un paso importante«, subraya Manuel Valiente, director del Grupo de Metástasis Cerebrales del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). «No habríamos conseguido pasar con éxito esta prueba de concepto sin el trabajo conjunto de dos disciplinas«, insiste haciendo alusión al trabajo del laboratorio de Liset Menéndez de la Prida, directora del Laboratorio de Circuitos Neuronales del Instituto Cajal (CSIC).

«Juntos hemos conseguido responder a preguntas clave: ¿por qué un tumor pequeño genera alteraciones grandes? ¿por qué uno mayor casi no se traduce en afectación en el paciente?», comenta Valiente. El investigador recalca que han logrado una base científica a las observaciones clínicas que venían recopilando. Este avance ha sido la portada del último número de Cancer Cell.

Se trata de que la diseminación de las células tumorales en el tejido cerebral que se traduce en metástasis provoca la alteración de la química cerebral. «Hay alteraciones bioquímicas y moleculares realizadas por el tumor y responsables de la alteración de la capacidad cognitiva de los pacientes. Estamos ante un cambio de paradigma con implicaciones en el diagnóstico y tratamiento», manifiesta Valiente.

¿Cómo han conseguido estos resultados?

Los investigadores midieron la actividad eléctrica del cerebro de ratones con y sin metástasis, y observaron que los registros electrofisiológicos de los animales con cáncer son distintos entre sí. Para asegurarse de que esa diferencia es atribuible a la metástasis recurrieron a la inteligencia artificial. Entrenaron un algoritmo automático con numerosos registros electrofisiológicos y, en efecto, el modelo logró identificar la presencia de metástasis.

El sistema llegó incluso a diferenciar metástasis provenientes de tumores primarios distintos, como cáncer de piel, pulmón y mama. Estos resultados muestran que, en efecto, la metástasis influye en la actividad eléctrica cerebral de manera específica, dejando una huella muy clara y reconocible.

Menéndez de la Prida explica el método que han puesto en marcha para validar la hipótesis. «Mediante aprendizaje automático hemos sido capaces de integrar todos los datos para crear un modelo que permite saber si en un cerebro hay o no metástasis mirando únicamente su actividad eléctrica. Esta aproximación computacional podría tener la capacidad incluso de predecir subtipos de metástasis cerebral en estadios iniciales. Es un trabajo totalmente pionero, que abre un camino inexplorado».

El cambio de enfoque que aporta esta investigación hace que los laboratorios busquen profundizar sistemáticamente en el estado cognitivo de los pacientes con metástasis cerebral. «Para ello, contamos ya con 18 hospitales trabajando en red. Se trata de algo único en el mundo», explica Valiente. «Se recogen las muestras vivas de los pacientes para su estudio, que se alojan en el Biobanco del CNIO«.

El investigador añade que el siguiente paso que darán es la evaluación neurocognitiva de los pacientes. «Tendremos la oportunidad, a través de un software, de realizar una base de datos estandarizada y correlacionada, que asociará la muestra a unas capacidades. En el laboratorio vamos a poder medir, en modelos de ratón, la eficacia de los fármacos y así diseñar estrategias más tarde en la clínica asistencial». Esto será posible gracias a la tecnología METPlatform desarrollada en el CNIO para evaluar la posible actividad terapéutica cientos de compuestos a la vez sobre las muestras de tejido cerebral afectadas por la metástasis.

Pistas clave para el desarrollo de tratamientos

Más allá del registro de los cambios en la actividad eléctrica cerebral en presencia de metástasis, los investigadores también han dado los primeros pasos para determinar los cambios bioquímicos que explicarían esta alteración. Analizando los genes que se expresan en los tejidos afectados, han identificado una molécula, EGR1, con un papel potencialmente importante en el proceso. El hallazgo abre la posibilidad de diseñar un fármaco que prevenga o palíe los efectos neurocognitivos de la metástasis cerebral.

Liset Menéndez de la Prida, por su parte, avanzará en la integración del registro de la actividad cerebral con el análisis de las moléculas implicadas, «para desarrollar nuevas sondas diagnósticas de tumores cerebrales«, señala. Es una tarea en línea con el proyecto europeo NanoBright, que busca crear técnicas no invasivas para investigar el cerebro y tratar sus patologías, y en el que participan el CSIC y el CNIO.

Otro objetivo es dar con fármacos que protejan al cerebro de las interferencias creadas por el cáncer en los circuitos neuronales, utilizando las estrategias ya mencionadas. «Buscaremos las moléculas que juegan un papel en las alteraciones inducidas por la metástasis en la comunicación neuronal, y las evaluaremos como posibles dianas terapéuticas», explica Valiente.

Referencia

Sanchez-Aguilera A, Masmudi-Martín M, Navas-Olive A, Baena P, Hernández-Oliver C, Priego N, Cordón-Barris L, et al. Machine learning identifies experimental brain metastasis subtypes based on their influence on neural circuits. Cancer Cell 41, 2023 https://doi.org/10.1016/j.ccell.2023.07.010

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1535610823002507

30/08/2023 (Diario Médico) Tomado Medicina Oncología © junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

Las hormonas sexuales femeninas propias del ciclo menstrual no solo tienen funciones reproductivas, también influyen en otros sistemas fisiológicos pudiendo afectar al rendimiento deportivo y cognitivo.

rendimiento fisicoArchivos de medicina del deporte: revista de la Federación Española de  Medicina del Deporte y de la Confederación Iberoamericana de Medicina del  Deporte – DialnetEl artículo publicado por la revista española Archivos de Medicina del Deporte * (AMD) evalúa en mujeres jóvenes eumenorreicas el efecto del ciclo menstrual sobre la composición corporal, la resistencia, diferentes aspectos cognitivos (memoria y tiempo de reacción) y características del músculo (fuerza muscular, grosor y rigidez).

La hipótesis de la investigación plantea que en la fase lútea se observaría una mayor masa corporal y porcentaje de agua y en la fase folicular un mayor rendimiento físico y una mejor respuesta de aptitudes cognitivas como la memoria a corto plazo.

FEMEDE convoca los premios de investigación en el deporteLa revista AMD es la publicación oficial de la Federación Española de Medicina del Deporte.

Los autores afirman que sería incorrecto aplicar directamente a las mujeres los estudios realizados en hombres, dadas las diferencias fisiológicas y endocrinológicas entre sexos.

Por lo tanto, la línea de investigación centrada en analizar los efectos de la fisiología de la mujer considera que un estudio idóneo sobre el rendimiento deportivo en las mujeres debe incluir los efectos de las fluctuaciones hormonales en el ciclo menstrual.

Detalles de la investigación

Participaron 8 mujeres jóvenes eumenorreicas (edad = 23,1 ± 4,4 años) con ciclos menstruales regulares.

La composición corporal fue analizada con una prueba de densitometría y una bioimpedancia; las habilidades cognitivas mediante una evaluación de memoria visual a corto plazo y un test de tiempo de reacción específico y se estudiaron las características del músculo (grosor y rigidez del recto anterior y fuerza muscular) junto a una prueba de esfuerzo para evaluar el rendimiento durante las fases folicular media (FF) y lútea media (FL) de los ciclos menstruales de las participantes.

Los resultados permitieron observar que durante la fase folicular las participantes registraron un mayor tiempo total y una frecuencia cardiaca inicial menor en la prueba de esfuerzo. Además, respecto a las habilidades cognitivas, en la fase folicular se obtuvieron mejores resultados en el tiempo de reacción tanto con la mano derecha como con la mano izquierda. Por otro lado, se encontró un mayor porcentaje de grasa en la fase lútea.

Hallazgos claves

Entre sus hallazgos los autores destacan:

1) la grasa corporal total y el porcentaje de grasa fueron mayores en la fase lútea,

2) en la resistencia encontraron un mayor tiempo total de esfuerzo y una menor frecuencia cardiaca basal en la fase folicular,

3) el tiempo de reacción fue mejor en la fase folicular y, por último,

4) la memoria a corto plazo, la fuerza muscular y las características del musculo no se vieron afectadas por el ciclo menstrual y las hormonas implicadas.

El análisis de las variables de composición corporal a lo largo del ciclo menstrual mostró valores mayores en la masa grasa total y el porcentaje de grasa en la FL.

Estas variaciones en la grasa total podrían ser una de las causas por las cuales se producen alteraciones en el rendimiento deportivo en las mujeres. Muchas mujeres aseguran experimentar cambios físicos durante el ciclo menstrual, destacando el aumento de peso, siendo notorio en los días antes del flujo menstrual que se corresponden a la fase lútea

Pese a que el estudio no encontró diferencias significativas en el agua corporal, los autores recomiendan tener en cuenta que no se controló el grado de hidratación de las sujetos, aunque se les pidió concurrir al laboratorio en las mismas condiciones previas con cumplimiento de ambas pruebas a la misma hora del día.

Por otro lado, es comprensible que la densidad mineral ósea (DMO) no variará en los distintos momentos del ciclo menstrual, ya que es un parámetro que lo hace muy poco a lo largo del tiempo.

Respecto a la resistencia, el tiempo total de la prueba de esfuerzo muestra unos resultados similares a las conclusiones de últimas investigaciones en las que se afirma que las resistencias al ejercicio sub-máximo son significativamente diferentes durante las fases del ciclo menstrual.

Antecedentes de la literatura

Algunos estudios sugieren un posible aumento leve en la capacidad aeróbica o la eficiencia del ejercicio durante la fase folicular. Estas afirmaciones pueden estar relacionadas con los niveles altos de estrógenos propios de la fase folicular y su relación con los bajos niveles de lactato.

Otros estudios observaron una relación inversa donde a niveles más altos de estrógenos se corresponden niveles más bajos de lactato, dando lugar a la disminución de fatiga muscular y, por tanto, una mejora del rendimiento.

La investigación que nos ocupa registró mayores pulsaciones iniciales en la fase lútea, hecho que podría relacionarse con los altos niveles de progesterona característicos de la fase.

A pesar de esta afirmación, existe una gran variedad de estudios que no confirman esta hipótesis y que defienden la inexistencia de diferencias en la capacidad aeróbica y anaeróbica durante el transcurso del ciclo menstrual.

En línea con los últimos ensayos que no revelan efectos clínicos importantes del efecto de la progesterona sobre la función cognitiva en las mujeres, los autores aclaran que en su trabajo tampoco encontraron diferencias entre las dos fases analizadas en la memoria a corto plazo.

Respecto al tiempo de reacción, el artículo describe diferencias significativas tanto en la mano derecha como en la mano izquierda, con un mejor tiempo de reacción de las participantes en la fase folicular.

El rendimiento en resistencia y en aspectos cognitivos como es el tiempo de reacción fue mejor en la Fase Folicular mientras que se observó un mayor porcentaje de grasa en la Fase Lútea. Sin embargo, la memoria, la fuerza y las características musculares no se vieron afectadas por las fluctuaciones hormonales propias del ciclo menstrual.

Al finalizar el artículo, los autores escriben que la composición corporal, la velocidad de reacción y el rendimiento en la prueba de resistencia variaron en las fases del ciclo menstrual analizadas (fases lútea y folicular).

En la fase lútea encontraron un mayor porcentaje de grasa y más grasa total que en la folicular, mientras que el rendimiento en la velocidad de reacción y en la prueba de resistencia fue mayor en la fase folicular. Por otro lado, la memoria a corto plazo, el grosor y la rigidez muscular y la fuerza no se vieron afectadas por los cambios hormonales que suceden durante el ciclo menstrual.

Fuente: SIIC Salud  

Referencia: Inés Piñas Bonilla, Pablo Abián, Alfredo Bravo-Sánchez, María Ramírez-de la Cruz, Fernando Jiménez, Javier Abián-Vicén. Influencia del ciclo menstrual en el rendimiento físico y cognitivo en mujeres eumenorreicas. Arch Med Deporte 2023;40(3):131-13840    doi: 10.18176/archmeddeporte.00128    https://archivosdemedicinadeldeporte.com/articulo/es/163/2001/2047/

agosto 28, 2023 | gleidishurtado | Filed under: aspectos cognitivos, Mujer | Etiquetas: , , , |

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