ayuno 11Desde hace milenios el ser humano practica el ayuno con fines médicos, culturales o religiosos, pero, a día de hoy, todavía no se conocen bien sus efectos en el organismo. Ahora, un estudio realizado con una docena de voluntarios ha arrojado luz sobre las consecuencias de ayunar. La investigación, cuyos resultados se han publicado este viernes en la revista Nature Metabolism, revela que el cuerpo experimenta cambios significativos y sistemáticos en múltiples órganos durante periodos prolongados de ayuno y que, aunque ayunar beneficia al organismo, los cambios positivos para la salud sólo se producen tras tres días sin comer.

El estudio, realizado por el Instituto Universitario de Investigación Precision Healthcare (PHURI) de la Universidad Queen Mary de Londres, la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte y el Instituto de Salud de Berlín (BIH), ayudará a trazar futuras investigaciones con fines terapéuticos. Desde la antigüedad, el ayuno se ha utilizado para tratar enfermedades como la epilepsia o la artritis reumatoide, pero sin conocer bien el mecanismo. Ahora, gracias a las nuevas técnicas, los investigadores pueden medir las proteínas que circulan por la sangre, lo que permite estudiar sistemáticamente y con gran detalle las adaptaciones moleculares al ayuno en humanos. Siete días a base de agua Para hacer el estudio, el equipo hizo seguimiento de doce voluntarios sanos que participaron en un ayuno de siete días en los que solo tomaron agua. Todos ellos fueron sometidos a un estrecho seguimiento diario para registrar los cambios en los niveles de unas 3.000 proteínas en sangre antes, durante y después del ayuno. Al identificar qué proteínas intervienen en la respuesta del organismo, pudieron predecir los posibles efectos del ayuno prolongado sobre la salud integrando información genética procedente de estudios a gran escala. Como era de esperar, los investigadores observaron que el organismo cambiaba de fuente de energía -de la glucosa a la grasa almacenada en el cuerpo- en los dos o tres primeros días de ayuno. Los voluntarios perdieron una media de 5,7 kg tanto de masa grasa como de masa magra (órganos, músculos y huesos).

A los tres días de ayuno, el peso se mantuvo: la pérdida de masa magra se invirtió casi por completo, pero la masa grasa se mantuvo. Por primera vez, los investigadores observaron que el organismo experimentaba cambios en los niveles de proteínas tras tres días de ayuno, lo que indicaba una respuesta de todo el cuerpo a la restricción calórica total. En general, una de cada tres proteínas medidas cambió significativamente durante el ayuno en todos los órganos principales, según el estudio. Además, observaron que estos cambios eran comunes en todos los voluntarios, aunque había rasgos distintivos del ayuno que iban más allá de la pérdida de peso, como cambios en las proteínas que forman la estructura de soporte de las neuronas en el cerebro. ‘Por primera vez hemos podido ver lo que ocurre a nivel molecular en el organismo cuando ayunamos. Nuestros resultados demuestran que el ayuno tiene beneficios para la salud que van más allá de la pérdida de peso, pero sólo se aprecian después de tres días de restricción calórica total, más tarde de lo que pensábamos’, aclara la investigadora del Queen Mary y coautora del estudio, Claudia Langenberg. Para Maik Pietzner, catedrático del Instituto de Salud de Berlín, estos hallazgos constatan por qué se ha utilizado el ayuno para determinadas afecciones desde tiempos ancestrales.

Sin embargo, advierte, ‘aunque el ayuno puede ser beneficioso para tratar algunas afecciones, muchas veces no es una opción para los pacientes que padecen enfermedades. Esperamos que estos hallazgos puedan aportar información sobre por qué el ayuno es beneficioso en ciertos casos, que luego pueda utilizarse para desarrollar tratamientos que los pacientes puedan realizar’.

Ver artículo: Horne BD. The weight-loss-independent benefits of fasting. Nature Metabolism[Internet].2024[citado 01 mar 2024]. https://doi.org/10.1038/s42255-024-01012-z

01 marzo 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

marzo 4, 2024 | gleidishurtado | Filed under: alimentación, Nutrición, Pérdida de Peso, Salud | Etiquetas: , , , |

ni;oLos niños guatemaltecos aparecen entre los que mayor desnutrición crónica sufren en América Latina.

Una iniciativa de la corporación Castillo Hermanos mostró en esta capital los efectos de la desnutrición crónica en niños de Guatemala, un tema preocupante y otro reto para el Gobierno actual. Por Zeus Naya Corresponsal jefe en Guatemala El presidente del país, Bernardo Arévalo, y la titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, Mireya Palmieri, asistieron a la presentación,cuyo objetivo consistió en exponer los verdaderos efectos del problema. Al intervenir, el mandatario expresó que ese grupo de empresas demuestra que hacen esto, no preocupándose por el problema, sino ocupándose y dando una respuesta a las necesidades. ‘Es una actitud con la que también entramos nosotros como Ejecutivo, no preocupándonos por los indicadores sino ocupándonos en la forma de construir respuestas al problema’, subrayó eljefe de Estado. Palmieri comentó, por su parte, que ‘las alianzas público-privadas son una estrategia muy importante como parte del proceso de diálogo que delineó Arévalo entre diferentes sectores, lo cual debe contribuir en el desarrollo’.

Un informe de la Procuraduría de Derechos Humanos aquí expuso que Guatemala ocupa el sexto puesto mundial en el indicador, y advirtieron expertos, fue una asignatura pendiente en las administraciones anteriores. Datos oficiales coinciden en señalar que el padecimiento impacta en un 46,5 por ciento de infantes de cinco años; sin embargo, agregaron los entendidos, pasa desapercibido para un buen número de la población. La oficial de nutrición de la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), María Claudia Santizo, describió tiempo atrás el alto valor de la mortalidad infantil en el país del quetzal. Entre sus principales causas mencionó la neumonía y las enfermedades diarreicas agudas, y el 54 por ciento, planteó, asociadas a algún grado de desnutrición. ‘Es el problema básico de la infancia, que trae muchas consecuencias y perpetúa todo el ciclo de la pobreza’, acotó la funcionaria. La deserción escolar es muy alta y en gran parte no se debe a la falta de oportunidades, sino a las propias secuelas de la desnutrición, enfatizó. A juicio de Santizo, disminuye la capacidad de concentración de los niños y terminan desertando del centro educativo, mientras -consideró-, se puede prever y tratar.

El Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Siinsan) reportó el pasado año más de 25 mil niños con desnutrición aguda, un alza de casi un 26 por ciento en comparación con los de 2022 (20 mil 806 menores afectados). Como los departamentos con las tasas de incidencia más altas por cada 10 mil menores de cinco años destacaron Escuintla, Sacatepéquez e Izabal, en ese orden, similar situación a la registrada en el período anual previo. La crisis también estuvo marcada por los menores fallecidos, más de 50, igualmente superior a los confirmados durante todo el 2022, según el monitoreo de Siisan. De acuerdo con el último reporte de la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria en Fases, esta enfermedad deviene constante en hogares rurales por la inseguridad alimentaria con la que lidian diariamente 3,2 millones de guatemaltecos. La especialista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, María del Carmen Aceña, aseveró en declaraciones a la prensa que el poco avance experimentado en el combate a la desnutrición no pasa por falta de presupuesto. Más bien constituye un problema de gestión pública, reflexionó, e indicó la necesidad de un cambio de cultura con relación a prácticas alimentarias, pero asimismo fortalecer el primer nivel de atención en salud.

Arévalo propuso como plan bajar en un 10 por ciento la prevalencia de la desnutrición en los niños menores de cinco años y busca atacar los problemas estructurales que la originan. Incluyó la falta de ingresos en los hogares, las precarias condiciones de vivienda, el saneamiento ambiental y el acceso a agua para el consumo humano. El ministro de Salud, Oscar Cordón, refirió que en los primeros 120 días del Gobierno de Arévalo se fortalecerán iniciativas sectoriales por la nutrición que involucran a distintos organismos.

El catedrático de la Escuela de Nutrición de la Universidad Panamericana, Jorge Pernillo, llamó a evaluar el efecto de eventos naturales y la incidencia de la Covid-19. ‘La enfermedad y la falta de servicios es una de las causas inmediatas de la desnutrición y por lo tanto debe ser la primera línea de atención y prevención’, sugirió. Instó a trazar un plan de asistencia de emergencia que priorice departamentos, municipios, comunidades remotas y necesitadas para asegurar y ofrecer de forma inmediata atención de salud a todos los habitantes. En su criterio, hace falta rescatar los servicios públicos, ampliar la cobertura y calidad, así como buscar la participación de la gente en el proceso. ‘Las propuestas del plan de Gobierno de Semilla son compatibles con las acciones que tienen evidencia para reducir la desnutrición crónica’, afirmó. Entrevistados por esta agencia coincidieron en significar que el tema les llena de indignación y frustración, lo calificaron de ‘uno de los rostros más feos de Guatemala’ y ‘una realidad que no se puede negar’. Pidieron todas las iniciativas, la colaboración, la unidad para llegar a las familias con atención primaria de salud, servicios para mujeres embarazadas, programas de saneamiento y educación a las madres, entre otras. En la larga y compleja batalla contra la desnutrición crónica, concluyeron, cada compromiso, responsabilidad y acción a favor de la infancia cuentan; son vidas, un círculo o cadena a romper, niños, la base del progreso nacional.

27 febrero 2024 | Fuente: Prensa Latina| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

contaminantes1Los contaminantes atmosféricos dañan la salud humana, y una nueva investigación acaba de confirmar que también ponen en riesgo la llegada de los alimentos a la mesa, debido a que estos agentes están dificultando la polinización a nivel global.  Un estudio, en la revista de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés), basa sus conclusiones en una serie de minuciosos experimentos llevados a cabo desde 2017 por parte de investigadores de la Universidad del estado de Washington con las polillas halcón que polinizan las flores de onagra pálida, ‘Oenothera pallida’.

Los investigadores han demostrado que la alteración del aroma floral que producen dos de los contaminantes atmosféricos más comunes, el ozono troposférico (O₃) y el dióxido de nitrógeno (NO₂), disuade a los polinizadores de acercarse a las flores en busca de alimento. Origen de los contaminantes.

Ambos contaminantes provienen de los gases que se emiten en los procesos de combustión relacionados con el tráfico (sobre todo vehículos automóviles, y en especial de motores diésel) y con el transporte en general, así como en instalaciones industriales de alta temperatura y de generación eléctrica de origen fósil.

Su afectación negativa a la vegetación, además de a la salud humana, ha sido probada ya previamente en numerosos estudios: concentraciones no muy altas pero persistentes pueden actuar como un agente debilitador o que predispone a la vegetación a ciertas enfermedades, mientras que en acumulaciones importantes provoca la muerte prematura de las hojas.

Mediante observaciones de campo en el este del estado de Washington y experimentos de laboratorio, los autores de este estudio descubrieron que el NO₂ degrada rápidamente compuestos específicos del aroma floral, haciendo que las flores sean indetectables para los polinizadores nocturnos. El deterioro del aroma debido a estos contaminantes hace que la visita de los polinizadores se reduzca en más de un 70 %, lo que debilita el proceso de fructificación de la planta.

El más dañino Según los resultados, el dióxido de nitrógeno es aún más reactivo que el ozono troposférico a la hora de alterar los componentes del olor floral que hace que las polillas reconozcan la flor y acudan a ella a alimentarse. Es más, los científicos han visto cómo las altas concentraciones de NO₂ eliminan directamente la llegada de polinizadores a la flor.

Los modelos atmosféricos globales de oxidación del aroma floral debido a estos contaminantes que han desarrollado los científicos revelan que la mayoría de las zonas urbanas cuentan con unos niveles de O₃ y NO₂ lo suficientemente elevados como para reducir significativamente las distancias a las que los polinizadores pueden percibir las flores. ‘Estos resultados ilustran el impacto de los contaminantes antropogénicos, causados por la acción humana, en la capacidad olfativa de un animal e indican que tales contaminantes pueden ser reguladores críticos de la polinización global’, advierten los autores.

8 de febrero 2024| Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

alimentos nutracéuticosVivimos apurados. Con mucho que hacer y poco tiempo, parece que no nos queda otra opción que hacer varias cosas a la vez. En este vertiginoso mundo de ritmo acelerado y multitarea, con frecuencia nos encontramos atrapados en el hábito de comer de forma apresurada, sin apreciar verdaderamente los matices y texturas que nuestros alimentos ofrecen. Para colmo, las pantallas se han convertido en nuestras compañeras inseparables durante las comidas, desviando nuestra atención.

La duda es: ¿tiene esta prisa al alimentarnos algún impacto sobre nuestra salud? Definitivamente, sí.

Los cinco sentidos en el plato

En el año 1927, Pavlov introdujo el concepto de “respuesta cefálica” para describir cómo nuestro metabolismo prepara al organismo para la ingestión de alimentos. La respuesta cefálica comprende la fase inicial del proceso de consumo alimentario, que involucra respuestas neuronales a estímulos como el olor, el sabor, la textura y la apariencia de los alimentos antes de consumirlos. Nuestro cerebro y nuestros sentidos se emocionan antes de abrir la boca, preparando a nuestro cuerpo para comer.

En esa fase inicial, basta observar la comida para que el cerebro envíe señales que activan la liberación de una hormona llamada grelina. Apodada como la “hormona del hambre”, la grelina marca el comienzo de la ingesta y responde aumentando el apetito, al mismo tiempo que estimula la producción de saliva y ácido gástrico. Esencialmente, la mente prepara al cuerpo para el acto de comer.

¿Y qué pasa después, cuando ya nos llevamos la comida a la boca? Recientemente, un estudio de la revista Nature puso el foco en dos sustancias cerebrales directamente relacionadas con la saciedad, la GCG, que se libera con el movimiento intestinal, y la hormona liberadora de prolactina (PRLH). Cuando se introdujeron alimentos directamente en el estómago de los ratones, las células PRLH respondieron a señales del tracto gastrointestinal. Pero al comer de forma natural y saboreando los alimentos, estas señales cambiaron por completo. Según reveló un análisis más profundo, los estímulos de la comida en boca hacían que la PRLH frenara el ritmo de la ingesta.

Una prueba más de que el simple acto de observar, oler y saborear sin prisas los alimentos desempeña un papel significativo en nuestra relación con la comida.

Comer despacio para comer menos

Cuando introducimos los alimentos en nuestra boca, se desencadena una serie de eventos que constituyen la fase gástrica de la digestión. La acción de masticar no solo estimula la salivación, sino que también potencia la experiencia gustativa y cómo percibimos y disfrutamos los alimentos. Masticar lentamente mejora la estimulación orosensorial. Y eso puede tener un impacto positivo en el proceso digestivo.

Una investigación publicada en la revista Eating Behaviors exploró cómo comer lentamente afecta a mujeres con sobrepeso u obesidad. Durante 5 semanas, sesenta y cinco participantes se sumaron a una intervención de slow-eating (comer lentamente) mediante sesiones individuales o reuniones semanales en pequeños grupos. Quienes comieron despacio experimentaron una reducción en la cantidad de comida ingerida durante las pruebas.

No queda ahí la cosa. Otro estudio reciente, dado a conocer en la revista Appetite, investigó cómo comer lentamente puede influir en la atención y la memoria. Cuarenta voluntarios acudieron al laboratorio para comer 400 mL de sopa de tomate, a una velocidad rápida (120 mL/min) o lenta (30 mL/min), a través de un tubo conectado a una bomba peristáltica. Los resultados revelaron que aquellos que comían despacio experimentaban una mayor sensación de saciedad y recordaban mejor posteriormente lo que habían comido.

Pero ¿por qué nos beneficia tanto comer despacio? Puede que tenga que ver con la acción de la leptina. Se trata de una hormona que desempeña un papel crucial en la regulación del peso corporal y, por ende, del apetito. Cuando comemos en exceso y aceleradamente, en un corto período de tiempo, no le damos a nuestro cuerpo el tiempo necesario para procesar los alimentos y liberar las hormonas de saciedad. Como consecuencia, lo normal es que aumente la ingesta calórica total.

Parece indiscutible, por tanto, que comer a un ritmo lento y conscientemente, poniendo los cinco sentidos en el plato, puede tener beneficios considerables para nuestra salud.

Referencia: Ly T, Oh JY, Sivakumar N, Shehata S, La Santa Medina N, Huang H, Liu Z, et al. Sequential appetite suppression by oral and visceral feedback to the brainstem. Nature[Internet]. 2023[citado 19 ene 2024]; 624: 130–137. https://doi.org/10.1038/s41586-023-06758-2

18 enero 2024| Fuente: The Conversation | Tomado de | Ciencia

enero 20, 2024 | gleidishurtado | Filed under: alimentación | Etiquetas: , , , |

sentido del gustoDesde el primer bocado, nuestro sentido del gusto ayuda a controlar nuestra alimentación.

Los registros del tronco encefálico muestran que nuestras papilas gustativas son la primera línea de defensa contra comer demasiado rápido. Comprender cómo ocurre puede conducir a nuevas vías para perder peso.

Supresión secuencial del apetito mediante retroalimentación oral y visceral al tronco del encéfalo.

La terminación de una comida está controlada por circuitos neuronales específicos en el tronco del encéfalo caudal. Un desafío clave es comprender cómo estos circuitos transforman las señales sensoriales generadas durante la alimentación en un control dinámico del comportamiento. El núcleo caudal del tracto solitario (cNTS) es el primer sitio del cerebro donde se detectan e integran muchas señales relacionadas con las comidas, pero se desconoce cómo el cNTS procesa la retroalimentación de la ingestión durante el comportamiento. Aquí describimos cómo la hormona liberadora de prolactina (PRLH) y las neuronas GCG, dos tipos principales de células cNTS que promueven la saciedad no aversiva, se regulan durante la ingestión. Las neuronas PRLH mostraron una activación sostenida por retroalimentación visceral cuando se infunden nutrientes en el estómago, pero estas respuestas sostenidas se redujeron sustancialmente durante el consumo oral. En cambio, las neuronas PRLH cambiaron a un patrón de actividad fásico que estaba limitado en el tiempo a la ingestión y vinculado al sabor de los alimentos. Las manipulaciones optogenéticas revelaron que las neuronas PRLH controlan la duración de los estallidos de alimentación en escalas de tiempo de segundos, revelando un mecanismo mediante el cual las señales orosensoriales se retroalimentan para frenar el ritmo de la ingestión. Por el contrario, las neuronas GCG se activaron mediante retroalimentación mecánica del intestino, rastrearon la cantidad de comida consumida y promovieron la saciedad que duró decenas de minutos. Estos hallazgos revelan que las señales secuenciales de retroalimentación negativa de la boca y el intestino activan distintos circuitos en el tronco del encéfalo caudal, que a su vez controlan elementos del comportamiento alimentario que operan en escalas de tiempo cortas y largas.

Comentarios

Cuando te apetece con entusiasmo una cena tan esperada, las señales del estómago al cerebro te impiden comer tanto que, más tarde, te arrepientas, o al menos eso se piensa. Esa teoría nunca había sido probada directamente hasta que un equipo de científicos de la Universidad de California en San Francisco recientemente abordó la cuestión.

Resulta que el panorama es un poco diferente.

El equipo, dirigido por Zachary Knight, PhD, profesor de fisiología de la UCSF en el Instituto Kavli de Neurociencia Fundamental, descubrió que es nuestro sentido del gusto el que nos aleja del borde de la inhalación de alimentos en un día de hambre. Estimuladas por la percepción del sabor, un conjunto de neuronas (un tipo de célula cerebral) salta a la atención casi de inmediato para reducir nuestra ingesta de alimentos.

«Hemos descubierto una lógica que utiliza el tronco encefálico para controlar qué tan rápido y cuánto comemos, utilizando dos tipos diferentes de señales, una que viene de la boca y otra que llega mucho más tarde desde el intestino», dijo Knight, quien también es un investigador del Instituto Médico Howard Hughes y miembro del Instituto Weill de Neurociencias de la UCSF. «Este descubrimiento nos brinda un nuevo marco para comprender cómo controlamos nuestra alimentación».

El estudio publicado en Nature, podría ayudar a revelar exactamente cómo funcionan los medicamentos para bajar de peso y cómo hacerlos más efectivos.

Nuevas visión del tronco del encéfalo

Pavlov propuso hace más de un siglo que la vista, el olfato y el sabor de los alimentos son importantes para regular la digestión. Estudios más recientes de las décadas de 1970 y 1980 también han sugerido que el sabor de la comida puede limitar la rapidez con la que comemos, pero fue imposible estudiar la actividad cerebral relevante durante la comida porque las células cerebrales que controlan este proceso están ubicadas en lo profundo del tronco del encéfalo lo que dificulta el acceso a ellas o el registro en un animal que está despierto. Con el paso de los años, la idea se había olvidado, dijo Knight.

Nuevas técnicas desarrolladas por el autor principal, Truong Ly, PhD, estudiante de posgrado en el laboratorio de Knight, permitieron obtener por primera vez imágenes y registros de una estructura del tronco encefálico fundamental para sentirse lleno, llamada núcleo del tracto solitario, o NTS, en un ratón despierto. Los autores utilizaron esas técnicas para observar dos tipos de neuronas que se sabe desde hace décadas que desempeñan un papel en la ingesta de alimentos.

El equipo descubrió que cuando pusieron comida directamente en el estómago del ratón, las células cerebrales llamadas PRLH (hormona liberadora de prolactina) se activaron mediante señales de nutrientes enviadas desde el tracto gastrointestinal, en línea con el pensamiento tradicional y los resultados de estudios anteriores.

Sin embargo, cuando permitieron que los ratones comieran la comida como lo harían normalmente, esas señales del intestino no aparecieron. En cambio, las células cerebrales PRLH cambiaron a un nuevo patrón de actividad que estaba completamente controlado por señales de la boca.

«Fue una sorpresa total que estas células fueran activadas por la percepción del gusto», dijo Ly. «Esto demuestra que hay otros componentes del sistema de control del apetito en los que deberíamos pensar».

Si bien puede parecer contradictorio que nuestro cerebro ralentice la comida cuando tenemos hambre, en realidad el cerebro utiliza el sabor de la comida de dos maneras diferentes al mismo tiempo. Una parte es decir: «Esto sabe bien, come más» y otra parte es observar qué tan rápido comes y decir: «Más despacio o te enfermarás». «El equilibrio entre ambos es la rapidez con la que se come», dijo Knight.

La actividad de las neuronas PRLH parece afectar el sabor de la comida para los ratones, dijo Ly. Eso encaja con nuestra experiencia humana de que la comida es menos apetitosa una vez que te has saciado.

Células cerebrales que inspiran medicamentos para bajar de peso

La desaceleración inducida por la neurona PRLH también tiene sentido en términos de sincronización. El sabor de la comida hace que estas neuronas cambien su actividad en segundos, desde controlar el intestino hasta responder a señales de la boca.

Mientras tanto, se necesitan muchos minutos para que un grupo diferente de células cerebrales, llamadas neuronas CGC, comience a responder a las señales del estómago y los intestinos. Estas células actúan en escalas de tiempo mucho más lentas (decenas de minutos) y pueden contener el hambre durante un período de tiempo mucho más largo.

«Juntos, estos dos conjuntos de neuronas crean un circuito de retroalimentación», dijo Knight. «Uno utiliza el gusto para ralentizar las cosas y anticipar lo que viene. El otro utiliza una señal visceral para decir: ‘Esto es lo que realmente comí. Ok, ¡ya estoy lleno!'».

La respuesta de las células cerebrales CGC a las señales de estiramiento del intestino es liberar GLP-1, la hormona imitada por algunos medicamentos (semaglutide) para bajar de peso.

Estos fármacos actúan en la misma región del tronco del encéfalo que la tecnología de Ly finalmente ha permitido a los investigadores estudiar. «Ahora tenemos una manera de desentrañar lo que sucede en el cerebro que hace que estos medicamentos funcionen», dijo.

Una comprensión más profunda de cómo las señales de diferentes partes del cuerpo controlan el apetito abriría las puertas al diseño de regímenes de pérdida de peso diseñados para las formas individuales en que las personas comen, optimizando cómo interactúan las señales de los dos conjuntos de células cerebrales, dijeron los investigadores.

El equipo planea investigar esas interacciones, buscando comprender mejor cómo las señales gustativas de los alimentos interactúan con la retroalimentación del intestino para suprimir nuestro apetito durante una comida.

Ver más información:  Ly T, Oh JY, Sivakumar N, Shehata S, La Sant Medina N, Huang H,  et al. Sequential appetite suppression by oral and visceral feedback to the brainstem. Nature[Internet].2023[ citado 6 dic 2023]; 624: 130-137. https://doi.org/10.1038/s41586-023-06758-2

7 diciembre 2023 | Fuente: IntraMed | Tomado de |Noticias médicas

diciembre 7, 2023 | gleidishurtado | Filed under: actividad cerebral, alimentación | Etiquetas: , , , , , |

reloj biologicoUn estudio publicado en ‘Science‘ y realizado por el descubridor del primer gen del reloj biológico en mamíferos, Joseph Takahashi, ha probado un método experimental usado para prolongar la vida en animales modelo y ha demostrado que la hora a la que se come puede influir en la longevidad.

La investigación de Takahashi muestra que el reloj biológico influye más de lo que se creía en numerosas funciones del organismo, en particular en el metabolismo. Según ha afirmado en una conferencia en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ‘hay una relación directa entre el reloj biológico y la salud y entenderla a escala molecular permitirá abrir nuevas vías contra el cáncer y otras enfermedades’.

Con respecto a la nueva investigación sobre la relación entre el reloj biológico y la longevidad, Takahashi ha demostrado que la restricción calórica (ingerir menos calorías de manera controlada) es más efectiva si se aplica teniendo en cuenta los ritmos biológicos. En la investigación varios grupos de ratones comieron toda su vida un 30 por ciento menos de lo habitual, pero algunos lo hicieron con restricciones horarias. Los que podían comer en cualquier momento del día fueron un 10 por ciento más longevos; los que comían solo de día vivieron un 20 por ciento más; y los que comían solo de noche, cuando los ratones son más activos, un 35 por ciento más. ‘Esto sorprendió mucho a toda la comunidad de longevidad, porque muestra que la hora en que se come es quizás el factor más importante’, ha afirmado Takahashi.

‘El poder de este experimento es que los animales comen exactamente lo mismo cada día, la única diferencia es el patrón temporal que siguen al hacerlo. Estamos muy emocionados con este resultado’, ha añadido. Así, el investigador ha asegurado que ‘el reloj biológico está en la base de todos los mecanismos del organismo que están relacionados con la longevidad’.

El primer gen relacionado con ritmos circadianos se identificó en la mosca de la fruta -la ‘Drosophila melanogaster’- en los años setenta. Los años siguientes empezó una carrera por encontrar más bases genéticas de relojes circadianos. Takahashi encontró el gen CLOCK en 1997, y poco después BMAl1. Son genes que activan la lectura de otros implicados en ritmos circadianos, de los que se conoce ya una decena. Estos genes interactúan formando un sistema que se sincroniza con el entorno, y su acción influye en miles de otros genes.

Takahashi ha descubierto que alrededor del 10 por ciento de los genes que se expresan en cualquier tejido están sometidos a control circadiano. Muchos son genes implicados en rutas metabólicas y del ciclo celular.

En su investigación con restricción calórica, Takahashi observó que, en el hígado, los patrones de lectura (transcripción) de unos 2 500 genes variaban según los animales comieran de día o de noche. El grupo en que esta lectura de las instrucciones genéticas se desviaba menos de la habitual era el de los ratones más longevos -los que comían solo por la noche, coincidiendo con su periodo natural de actividad.

Los investigadores registraron también una mayor pérdida de peso en este grupo. El grupo de Takahashi quiere ahora investigar si alterar el gen CLOCK tiene efectos sobre la longevidad, y también buscan modular la actividad de este gen mediante un fármaco.

Ver más información: Acosta-Rodríguez V, Rijo Ferreira F, Izumo M, Xu P, Wight Carter M, Takahashi J.  Circadian alignment of early onset caloric restriction promotes longevity in male C57BL/6J mice. Science[Internet]. 2023[citado 4 dic 2023]; 376(6598): 1192-1202. DOI: 10.1126/science.abk0297

6 diciembre 2023|Fuente: Europa Press| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

diciembre 6, 2023 | gleidishurtado | Filed under: alimentación | Etiquetas: , , , , , , |

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