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Una investigación realizada por la Universidad de Granada (UGR) para la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte de que los centros de reconocimiento de conductores podrían estar infradiagnosticando las enfermedades que afectan a la conducción, por lo que apuestan por una evaluación más completa.
En un comunicado, la Universidad revela que en estos centros de reconocimiento de conductores (CRC) se puede estar produciendo también una infraestimación del riesgo, ya que actualmente no interponen restricciones a más del 50 % de las personas a las que detectan enfermedades que, a juicio de los investigadores, realmente sí conllevan un peligro.
El estudio, en el que un grupo de investigadores del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) han analizado la implicación de las condiciones psicofísicas sobre la seguridad vial, señala que en los CRC se suelen diagnosticar, sobre todo, enfermedades relacionadas con déficits visuales, auditivos y perceptivo-motores.
En estos casos sí restringen la conducción al 80 o 90 % de personas diagnosticadas estableciéndoles límites («Apto con restricciones», «Interrumpido» y «No Apto»), pero advierten de que esto no sucede en el caso de otras enfermedades como los trastornos mentales o el consumo de sustancias, que también conllevan un riesgo en los conductores pero, a pesar de ello, solo aplican restricciones en un 50 % de los casos.
«En muchos casos las enfermedades no son detectadas, pero tampoco quienes conducen informan sobre ellas», ha advertido el equipo de científicos, que subraya, por ello, la «necesidad» de colaboración entre los Centros de Salud -en los que se tiene un historial médico de la población conductora- y los centros especializados de la DGT para que, así, se puedan imponer restricciones que garanticen una conducción segura.
Por tanto, los investigadores proponen una evaluación más profunda de los conductores, que incluye pruebas médicas, neuropsicológicas, de personalidad especializadas y también una prueba práctica en la carretera, que no debería dirigirse sólo a la población conductora mayor, sino a todos los que padecen enfermedades.
Según los científicos, este modelo ya se implementa en el Reino Unido, donde cuentan con centros especializados en los que se realiza una evaluación profunda que incluye pruebas neuropsicológicas en simulador y en la carretera.
Los expertos sugieren, además, que los periodos de vigencia del carné de conducir sean inferiores a cinco años a partir de los 70, como ocurre en la actualidad.
También se muestran partidarios de un trámite rutinario -similar al de renovación del DNI- para quienes conducen y no tienen problemas de salud.
06 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Los ataques del 11 de septiembre de 2001, de los que pronto se cumplen 23 años, se cobraron un buen número de vidas en el cuerpo de bomberos de Nueva York, pero han sufrido aún más muertes por las enfermedades contraídas ese día en el rescate de las víctimas.
Mientras que 343 murieron en la respuesta inmediata a los ataques, sea para rescatar a supervivientes o para retirar escombros, 363 más han fallecido desde entonces por las condiciones tóxicas con que desarrollaron su trabajo ese día y los siguientes.
Las cifras, que publica este jueves el portal Gothamist, fueron comunicadas el miércoles durante una ceremonia en el cuartel central de bomberos de Brooklyn.
«Hemos visto morir a más de 360 compañeros por su valentía y su entrega», dijo el comisario Robert Tucker, en el evento en que se inscribió el nombre de 32 nuevas víctimas en un mural, entre las que se cuentan paramédicos o enfermeros del cuerpo.
Los 352 agentes químicos que se identificaron entre los escombros de la conocida Zona Cero se tradujeron en numerosas enfermedades respiratorias, y en los casos más graves derivaron a cáncer de próstata (900 en total) y de otros tipos.
En total, en la Zona Cero trabajaron 15 500 miembros del cuerpo de bomberos, algunos por periodos superiores a treinta días, lo que les hizo respirar aquella atmósfera contaminada.
05 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Las primeras 100 000 dosis de la vacuna MVA-BN contra la viruela símica (mpox) llegaron hoy a República Democrática del Congo (RDC), el país más afectado actualmente por la dolencia.
El ministro de Salud, Higiene y Prevención, Roger Kamba, recibió el lote en el aeropuerto internacional de N’djili, en Kinshasa, y agradeció a quienes hicieron posible su llegada, reportó Radio Okapi.
Los inmunógenos fueron entregados por la Comisión Europea, llegaron a la RDC a bordo de una aeronave de Ethiopian Airlines procedente de Bruselas y, según Kamba, se trata del mismo fármaco que «detuvo la primera circulación del mpox, sobre todo en Europa y Estados Unidos».
«Es una vacuna cara y útil», remarcó, mientras el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en la RDC, Grant Leaity, advirtió que este lote de vacunas está aprobado actualmente solo para adultos.
«Estamos esperando a que lleguen las otras vacunas, que son específicas para niños de todas las edades», añadió.
En la RDC hasta el momento se han detectado más de 18 000 casos sospechosos de mpox y se produjeron 629 fallecimientos, donde cuatro de cada cinco muertes ocurrieron entre menores de edad, según la ONU.
El reporte de Radio Okapi afirma que las vacunas se conservarán en los almacenes del Programa Ampliado de Inmunización (EPI) en Kinkole, a la espera de que se apruebe el plan de vacunación del Gobierno.
Otras 100 000 dosis son esperadas el sábado.
05 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La semaglutida de 2,4 mg, utilizada actualmente para tratar la obesidad, ha demostrado reducir un 20 % el riesgo de sufrir un ictus, un infarto u otros episodios cardiovasculares mayores en personas con sobrepeso u obesidad con enfermedad coronaria, que suponen alrededor de 600 000 pacientes en España.
Así se desprende de los resultados presentados este jueves del estudio Select, en el que han participado 11 centros de investigación españoles, y que han servido para actualizar la ficha técnica de la semaglutida 2,4 mg (Wegovy por su nombre comercial, desarrollada por Novo Nordisk) para incluir una nueva indicación del fármaco.
Wegovy estaba inicialmente indicado como complemento a una dieta baja en calorías y un aumento de la actividad física para pacientes con obesidad a partir de los 12 años y ya había demostrado su beneficio cardiovascular para pacientes con obesidad y sobrepeso con diabetes y enfermedad coronaria.
«La gran noticia es que, por primera vez, tenemos un ensayo con evidencia de reducción del 20 % del riesgo de eventos cardiovasculares mayores en personas con sobrepeso u obesidad, con enfermedad cardiovascular pero sin diabetes», ha celebrado Cristóbal Morales, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas de Sevilla y coordinador del estudio.
Realizado en más de 17 600 pacientes mayores de 45 años a los que se ha seguido durante cinco años, Select demostró que el tratamiento con semaglutida 2,4 mg reduce el riesgo de eventos cardiovasculares mayores un 20 % para estos pacientes independientemente de la edad, el sexo, la raza, la etnia e incluso el Índice de Masa Corporal (IMC).
Además, la investigación ha evidenciado una reducción del 15 % de la muerte cardiovascular, del 18 % de la combinación muerte cardiovascular-visitas a urgencias por insuficiencia cardíaca y hospitalizaciones y del 19 % de muerte por cualquier causa.
«Es el inicio de un antes y un después para actuar en la enfermedad cardiovascular con fármacos que van mas allá de perder peso», ha enfatizado el experto.
De esta forma, los cardiólogos podrán prescribir este medicamento también para estos pacientes -que se calculan en unos 600 000 en toda España-, aunque no con cargo a la sanidad pública.
«Hay que luchar por la financiación de estos fármacos», ha resaltado Almudena Castro, jefa de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital La Paz de Madrid antes de subrayar que, antes estos resultados, los cardiólogos tienen el «deber ético de ofrecer semaglutida 2,4 mg». El problema es que, «desgraciadamente», no todos se lo podrán pagar.
Los laboratorios están en pleno proceso de negociación con el Ministerio de Sanidad para identificar al grupo de pacientes que más podrían beneficiarse del fármaco, ha confirmado Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk España.
«Comprendemos que la puerta debe abrirse poco a poco y, una vez se abra, debe ser controlada», ha admitido Albert Lecube, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo).
Lecube ha recordado que la obesidad es una enfermedad crónica «gatillo» para desarrollar otras 200 comorbilidades y ha insistido en la necesidad de cambiar su enfoque, incluso en el sector sanitario: «la obesidad no es un vicio ni una enfermedad moral, la obesidad te escoge y ahí es donde empiezan todos los problemas», ha concluido.
05 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La Red de Cardiología de Italia inició un estudio de cuatro años dirigido a perfeccionar las estrategias de prevención y reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en este país.
Lorenzo Menicanti, presidente de la Red, señaló en declaraciones a la prensa que el proyecto, denominado CVRisk-IT, cuenta con la participación de 17 Institutos Científicos de Hospitalización y Tratamiento de esta nación europea e incluirá a unas 30 000 personas sanas de entre 40 y 80 años de edad.
En el centro del enfoque se encuentran modelos de predicción del riesgo cardiovascular, que integran varios factores individuales como la edad, sexo, tabaquismo, presión arterial y niveles de colesterol.
El proyecto se divide en dos fases, la primera implica el contacto con las treinta mil personas, las cuales serán perfiladas según los factores de riesgo clásicos descritos por la Sociedad Europea de Cardiología y tras concluir esos análisis, se informará a los participantes su estado de riesgo.
Los pacientes clasificados como de muy alto riesgo abandonarán el estudio para ser tratados de forma intensiva y luego de un año se evaluará si la intervención de asesoramiento propuesta posibilitó la reducción de factores de riesgo, como la hipertensión y la colesterolemia, precisó Menicanti.
«Según los cálculos estadísticos que hemos realizado, tendremos alrededor de 12 000 pacientes que podrán pasar a la segunda fase, en la que se realizará un perfil más preciso aleatorizando los grupos hacia el control de la arteria carótida, el calcio coronario y el riesgo genético», agregó el especialista.
Giovanni Leonardi, jefe del Departamento de Salud Humana del Ministerio de Sanidad italiano, aseveró que esta iniciativa, la cual contará con financiamiento de esa institución, posibilitará un perfeccionamiento en la orientación de políticas activas de prevención primaria.
Definir grupos de población basados en riesgo de enfermedades cardiovasculares «permitirá desarrollar intervenciones específicas de promoción de la salud y obtener indicaciones terapéuticas más específicas», agregó Leonardi.
05 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Una capa de niebla opacaba al sol el miércoles en Cuenca —una de las ciudades coloniales y patrimoniales más importantes del sur de los Andes ecuatorianos— provocada principalmente por decenas de incendios forestales y por un severo verano que afecta buena parte del país. La situación se replicó en la tarde en la capital del país, Quito, afectada por varios incendios simultáneos.
Las autoridades en ambas ciudades advirtieron de la mala calidad del aire, considerada, «poco saludable», debido a los incendios cercanos, y han recomendado medidas para la población, como no salir a la calle y usar tapabocas, además de la suspensión de clases presenciales para el jueves 5 de septiembre, en 22 instituciones educativas en Quito, en donde la tarde del miércoles, al menos tres incendios forestales se produjeron en laderas del nororiente de la ciudad.
En las calles del norte de la capital, las personas portaban tapabocas en busca de disminuir la aspiración del fuerte olor a humo. En las zonas altas se evidenciaba la densa neblina por la caída leve de partículas.
El ambiente de la capital se llenó de humo y de un olor penetrante que se sentía en las calles desde las que se veía una peculiar tonalidad del sol. El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, dijo en la noche a la radio FM Mundo que los incendios se mantenían activos y eran combatidos por tierra por unos 128 bomberos.
La secretaría de Ambiente de la ciudad informó en un comunicado que la calidad del aire está comprometida por el humo y contaminantes y «se espera un aumento en las concentraciones de partículas dañinas», representando un riesgo para la salud, por lo que se solicitó «evitar actividades al aire libre». En tanto, la secretaría de Gestión de Riesgos informó en un comunicado que 25 familias fueron evacuadas en Quito.
Más temprano, a 300 kilómetros al sur de la capital, en la ciudad de Cuenca, Omar Delgado, director del instituto de investigación de la Universidad del Azuay, dijo a la AP que las malas condiciones del aire en esa ciudad, cuyo cielo también se veía oscuro, se debe a las partículas finas que están suspendidas en la atmósfera provocadas por los incendios y atraídas por las corrientes del aire que llegan a Cuenca.
Las condiciones de sequía en esa región austral, intensifican el fenómeno, agregó Delgado.
Según el monitoreo de ese instituto, el nivel de partículas finas o material particulado (PM) suspendidas en el aire en Cuenca era de 109 PM, lo que implica que es «poco saludable».
Los parámetros de medición, según Delgado, se alinean a los establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, que señalan que la calidad del aire de hasta 50 partículas de hasta 2,5 micrómetros (50 PM) es buena, y hasta 100 PM es considerada moderada. Los niveles superiores a 100 son poco saludables y perjudiciales capaces de llegar al torrente sanguíneo, según la Organización Mundial de la Salud. En Quito aún no se ha hecho público en qué rango está la calidad de su aire tras los incendios.
En el rango en el que está Cuenca, los grupos vulnerables como niños, personas de la tercera edad o con enfermedades respiratorias, están obligados a «limitar su exposición al aire libre», recomendó Delgado.
Rodrigo Matute, jubilado de 64 años, vive en el sur de esa ciudad, y aseguró a la AP que se ve muy claro «la bruma, tenemos sol, pero está opacado». Relató que la única información que han recibido es que se trata de los efectos de los incendios forestales, un fenómeno que, dijo, no recuerda que haya sucedido antes.
El miércoles en Ecuador se registraron al menos 17 incendios forestales activos de diversa magnitud en siete provincias, seis de los cuales están controlados, pero no liquidados, según el reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos.
Entre estos últimos se encuentra uno en la comunidad rural de Quilanga, en la provincia de Loja, aledaña a la de Azuay, cuya capital es Cuenca, que fue considerado por las autoridades como el mayor en la última década y que consumió cerca de 5 000 hectáreas de bosque y cultivos, de acuerdo con la evaluación oficial.
Para neutralizar este último flagelo llegó ayuda de aeronaves de Perú con capacidad transportar agua y dejarla caer sobre las llamas, que aún trabajan en el sector afectado.
04 septiembre 2024|Fuente: AP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.| Noticia