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Madrugador o noctámbulo, todo el mundo aprecia una buena noche de sueño. Pero a pesar de las mejores intenciones, el sueño de calidad puede eludirnos, a veces hasta el punto en que puede contribuir a graves problemas de salud.
Un estudio pionero en el mundo de la Universidad de Australia del Sur muestra que dormir bien por la noche está relacionado con la forma en que estructura su día, con el ejercicio en el centro de la calidad del sueño. El estudio examinó diferentes componentes del uso del tiempo y diferentes aspectos del sueño entre 1168 niños (edad promedio de 12 años) y 1360 adultos (sus padres, edad promedio de 44 años, principalmente madres) el estudio encontró que los niños y adultos con niveles más altos de actividad física moderada a vigorosa tenían menos problemas de sueño, menos cansancio y mejor calidad de sueño.
Las pautas australianas indican que la mayoría de los adultos necesitan alrededor de ocho horas de sueño por noche, mientras que los niños y adolescentes requieren de 8 a 11 horas.
La Dra. Lisa Matricciani, investigadora de la Universidad de Australia del Sur, enfatiza que comprender los factores que afectan la calidad del sueño es vital para la buena salud y el bienestar. A pesar de lo que sabemos sobre el sueño, muchas personas todavía luchan por lograr una buena noche de sueño, según el Dr. Matricciani.
Cuando las personas piensan en la calidad del sueño, tienden a centrarse en los ajustes inmediatamente antes de acostarse, por ejemplo, evitar las pantallas, no comer demasiado y evitar el alcohol, pero nuestra investigación mira más allá de esto a la gama de actividades que realizamos durante el día.
Lo que encontramos es que nuestras actividades diurnas están vinculadas a diferentes aspectos de nuestro sueño, desde la calidad del sueño, la eficiencia del sueño (cuánto tiempos pasas en la cama cuando realmente estás dormido) y la cantidad total de sueño que tenemos, hasta los niveles de cansancio durante el día y cuándo elegimos irnos a la cama.
A veces, las actividades que elegimos pueden desplazar directamente el sueño, piense en los niños que juegan videojuegos hasta altas horas de la noche, pero otras veces, es la forma en que pasamos nuestras horas diurnas.
En este estudio creamos diferentes simulaciones para ver cómo los aspectos de extensión y restricción del tiempo se relacionaban con diferentes aspectos del sueño.
Descubrimos que, si los niños y los adultos aumentaban la actividad física de moderada a vigorosa, se sentirían menos cansados, tendrían menos problemas de sueño y un sueño de mejor calidad.
Curiosamente, el simple hecho de dedicar más tiempo al sueño predijo un sueño más inquieto.
Todo el mundo quiere dormir bien por la noche. Si se trata simplemente de ser más activo durante el día, entonces puede ser un objetivo relativamente alcanzable para la mayoría de nosotros».
Ver artículo: Matricciani L, Dumuid D, Stanford T, Maher C, Bennett P, Bobrovskaya L, et al. Time use and dimensions of healthy sleep: A cross-sectional study of Australian children and adults. The Lancet Healthy Longevity [Internet].2024[citado 03 mar 2024]. https://doi.org/10.1016/j.sleh.2023.10.012
29 febrero 2024| Fuente: EureKalert| Tomado de | Comunicado de prensa
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Los bebés prematuros suelen ser transferidos a una incubadora poco después del parto
Pero una nueva investigación sugiere que permitir el contacto piel con piel de los padres en las horas posteriores al nacimiento es seguro y beneficioso para los prematuros
Se observaron beneficios para el desarrollo infantil independientemente de que el papá o la mamá cargaran al recién nacido, anotaron los investigadores
Hacer que mamá o papá carguen a su bebé prematuro y lo pongan en contacto con su propia piel inmediatamente después del nacimiento parece ayudar a los bebés en su desarrollo meses después, muestra una investigación reciente.
En muchas salas neonatales, los bebés que nacen prematuramente son trasladados poco después del parto a una incubadora, para mantenerlos calientes y ayudarlos a estabilizarse.
Pero incluso unas pocas horas de contacto piel con piel entre un recién nacido y uno de sus padres podrían pagar dividendos para un desarrollo posterior, informan investigadores suecos.
A los 4 meses de edad, «lo que se podía ver era que los bebés en el grupo de piel con piel tenían unas habilidades de comunicación ligeramente mejores, eran un poco más sociales y más felices», en comparación con los bebés que no habían tenido ese contacto después del parto, dijo la líder de la investigación, Wibke Jonas. Es partera y profesora asociada en el departamento de salud de la mujer y el niño del Instituto Karolinska de Estocolmo.
Los hallazgos también fueron novedosos en el sentido de que los investigadores vieron que los bebés prematuros se beneficiaban del contacto cercano inmediato con cualquiera de los padres.
«Lo nuevo de nuestro estudio es que también permitimos que los padres tuvieran contacto piel con piel inmediatamente después del nacimiento», comentó Jonas en un comunicado de prensa del instituto. «En la mayoría de los estudios anteriores, es la madre la cuidadora principal, pero en nuestro estudio fueron los padres los que tuvieron el mayor contacto piel con piel».
Por lo tanto, los papás podrían ser «un recurso previamente sin explotar que realmente tiene una función importante al tener un contacto piel con piel inmediato con su bebé si la madre no está disponible», dijo la primera autora del estudio, Siri Lilliesköld, enfermera especialista en atención neonatal en Karolinska y estudiante de doctorado en el mismo departamento.
El estudio aparece en la edición del 30 de noviembre de la revista JAMA Network Open.
En su investigación, el equipo sueco rastreó la salud física y el desarrollo social de 71 bebés nacidos prematuramente.
Durante las primeras seis horas después de su nacimiento, estos pequeños fueron asignados a una de dos condiciones: colocados en una incubadora como de costumbre o dejados descansar, piel con piel, sobre el pecho de mamá o papá.
En términos de salud física, el equipo informó que el contacto piel con piel poco después del nacimiento parece seguro y saludable, con beneficios para la «estabilización cardiorrespiratoria» y la temperatura corporal.
Y a los 4 meses de edad, los beneficios sociales y emocionales también se vincularon con el contacto temprano piel con piel.
Al observar las interacciones sociales entre los niños de 4 meses y sus madres, los psicólogos infantiles encontraron que los bebés del grupo de piel con piel parecían tener un mejor desempeño.
«Lo que se pudo ver fue que los bebés del grupo de piel con piel tenían habilidades de comunicación ligeramente mejores, eran un poco más sociables y más felices», explicó Jonas en un comunicado de prensa del instituto.
Ella cree que «si combinamos la atención médica inmediata de los bebés muy prematuros con una intervención relativamente simple como el contacto piel con piel, tiene efectos en las habilidades sociales de los bebés».
Esto es importante, dijeron los investigadores, porque los expertos saben desde hace mucho tiempo que los bebés nacidos de forma prematura pueden retrasarse socialmente en comparación con los bebés nacidos a término.
El equipo de Karolinska planea seguir el progreso de la misma cohorte de bebés hasta los 12 y 24 meses de edad.
Sin embargo, los hallazgos ya están generando cambios en su centro médico.
«Hemos trabajado muy activamente para minimizar la separación entre los bebés y los padres en general, y ahora tenemos la evidencia para hacer lo mismo con estos bebés muy prematuros», anotó,
Ver más información: Lilliesköld S, Lode-Kolz K, Rettedal S, Lindstedt J, Linnér A, Markhus Pike H, et al. Skin-to-Skin Contact at Birth for Very Preterm Infants and Mother-Infant Interaction Quality at 4 Months: A Secondary Analysis of the IPISTOSS Randomized Clinical Trial. JAMA Netw Open [Internet]. 2023[citado 6 dic 2023];6(11):e2344469. doi:10.1001/jamanetworkopen.2023.44469
7 diciembre 2023 | Fuente: HealthDay | Tomado de |Noticias de Salud
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Un trabajo, en el que participa el IIBB-CSIC, revela los mecanismos moleculares que impiden que el ADN mitocondrial se herede de los padres
CSIC/DICYT Un rasgo evolutivo de los humanos y de la mayoría de animales es que heredan el ADN mitocondrial exclusivamente de la madre, a pesar de que los espermatozoides del padre tienen mitocondrias. Si los espermatozoides tienen mitocondrias, ¿por qué no trasmiten ADN mitocondrial?
Responder a esta pregunta es lo que ha hecho un equipo internacional en un trabajo publicado en Nature Genetics y que cuenta con la participación de investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del CSIC (IIBB). Tras varios años de investigación, han podido demostrar que los espermatozoides no tienen ADN mitocondrial y que, además, sus mitocondrias carecen de un factor de transcripción A (o TFAM, del inglés Transcription Factor A mitocondrial) que es imprescindible para que el ADN mitocondrial humano se replique.
“En muchas especies, incluida la humana, las mitocondrias del espermatozoide se introducen en el óvulo durante la fecundación, así que una de las hipótesis existentes era que el ADN mitocondrial sí que llegaba al ovocito pero se eliminaba en el proceso de fecundación”, detalla el investigador Ramón Trullás, investigador del CSIC en el IIBB y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED). Ramón Trullás ha desarrollado esta investigación con su equipo, formado por Anna Calderon, Margalida Puigròs y Petar Podlesniy. Han colaborado junto con los equipos de Shoukhrat Mitalipov (Oregon Health & Science University, EUA) y Dmitry Temiakov, coordinador del estudio, y su equipo William Lee, Angélica Zamudio-Ochoa y Gina Buchel (Thomas Jefferson University, EUA).
PCR digital
Para averiguar si los espermatozoides tienen ADN mitocondrial, los investigadores del IIBB-CSIC han desarrollado una técnica de PCR digital, más precisa que el PCR convencional y que permite cuantificar en una misma muestra el número absoluto de ADN en diferentes tipos de células. Los análisis se han realizado con muestras procedentes de clínicas de Oregón (EEUU).
Los resultados muestran que los espermatozoides no tienen ni una sola molécula completa de ADN mitocondrial, y que el ADN mitocondrial residual encontrado probablemente ni siquiera es de los espermatozoides. “Cada espermatozoide contiene entre 50 y 70 mitocondrias, que corresponden a menos de 0,01 moléculas de ADN mitocondrial. Aunque extremadamente bajo, esta cifra probablemente se explicaría por unas pocas células que contaminaban las muestras (concretamente leucocitos)”, explican los autores en el trabajo.
Los investigadores han descubierto que lo que explica la ausencia de ADN en las mitocondrias del espermatozoide es un proceso de relocalización del factor de transcripción TFAM, una molécula que penetra en las mitocondrias para la replicación del ADN mitocondrial. Durante la espermatogénesis, el espermatozoide modifica la señal de localización de TFAM y no permite que penetre en las mitocondrias sino que la dirige al núcleo del espermatozoide, lo que evita la replicación del ADN mitocondrial.
“Nuestro trabajo demuestra que la modificación de TFAM durante la espermatogénesis resulta en la eliminación del ADN mitocondrial y explica su herencia materna. Un proceso fascinante, producto de la evolución, que impide la herencia del ADN paterno”, añade Trullás.
Este descubrimiento de la relocalización de TFAm tiene importantes implicaciones para los campos de la fertilidad humana y la terapia de células germinales, ya que podría explicar algunos casos de oligospermia y de oligoastenospermia, una alteración en la que se da un bajo recuento y una baja movilidad de espermatozoides. De hecho, se han encontrado niveles elevados de ADN mitocondrial en el esperma de hombres infértiles con oligoastenospermia grave, dicen los investigadores.
Referencia
Lee W, Zamudio-Ochoa A, Buchel G, Podlesniy P, Marti Gutierrez N, Puigros M, et al. Molecular basis for maternal inheritance of human mitochondrial DNA. Nat Genet. 2023. https://doi.org/10.1038/s41588-023-01505-9
https://www.nature.com/articles/s41588-023-01505-9
20/09/2023
Fuente: (Dicyt) Noticias – Salud España
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Si bien los padres identifican al pediatra como la fuente principal para el manejo de la fiebre, alrededor de la mitad se siente insegura de en sus intervenciones, razón por la cual es necesario brindar intervenciones educativas durante las consultas de niños sanos.
El artículo publicado por la Revista Mexicana de Pediatría destaca la efectividad de la educación dirigida cuando se anticipa a un nuevo episodio febril. Otras opiniones consideran además que el impacto real de las intervenciones profesionales deben ser personalizadas, estructuradas y con un reforzamiento constante.
Los autores de la investigación se propusieron describir el conocimiento, actitudes y creencias que tienen los padres ante la fiebre por representar uno de los principales motivos de la consulta pediátrica y motivadora de importante ansiedad en los progenitores.
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio observacional, transversal y descriptivo se realizó entre septiembre de 2017 y julio de 2018, mediante la aplicación de un cuestionario en cuatro unidades médicas del estado de Nuevo León, México. Dos correspondieron al sector privado (Hospital Zambrano Hellion y Hospital San José del Tecnológico de Monterrey) y los restantes al sector público (Hospital Metropolitano «Dr. Bernardo Sepúlveda» y la Clínica de Atención Primaria del Centro de Salud Integral de la Fundación TecSalud).
La encuesta se aplicó en salas de pediatría ambulatoria, a «un padre de familia» o al cuidador primario de niños con edades desde recién nacidos hasta 15 años. La participación fue voluntaria, anónima y confidencial. Se eliminaron cuestionarios con dos o más reactivos sin respuesta o llenados incorrectamente. El muestreo fue por conveniencia.
Características del instrumento
El cuestionario constaba de cinco secciones: 1) datos demográficos, 2) detección y manejo de la fiebre, 3) conocimientos sobre la fiebre y uso de medicamentos, 4) ansiedad ante la fiebre y creencias, y 5) fuentes de información y percepción de autoeficacia para el manejo de fiebre.
Con base en la guía del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) 2017, la temperatura < 37.5 o C se consideró normal; mientras que valores > 38.0 o C se consideraron como fiebre. En cuanto uso de medicamentos, el paracetamol se consideró correcto en un intervalo de administración de cuatro a seis horas, seis horas para ibuprofeno y ocho para diclofenaco.
Resultados
Un total de 323 encuestas cumplieron los criterios de selección, de las cuales 170 fueron de unidades médicas del sector privado y 153 del público.
En los pacientes, la edad fue similar entre ambos grupos, donde predominaron los menores de tres años. En cuanto al sexo, la proporción de mujeres fue mayor en el sector público (59.5 %) que en el privado (48.2 %). Respecto a la escolaridad de los padres hubo diferencias; en general, los del sector privado tuvieron un nivel mayor de escolaridad (74.5 % con licenciatura o superior).
Respecto a la identificación de la fiebre por parte de los padres, la mayoría de los ubicados en el sector privado (95.9 %) utiliza termómetro en comparación con el 68 % de los públicos. En relación al intervalo de uso de medicamentos, el porcentaje de respuestas correctas fue mayor para el paracetamol que ibuprofeno y diclofenaco. Sin embargo, los padres del sector público tuvieron menor porcentaje de uso correcto de paracetamol (55.6 versus 73.4 %).
El 95 % de los padres evidencia ansiedad ante la fiebre, siendo de grado leve o moderada en la mayoría. En ambos grupos los porcentajes de respuesta fueron muy semejantes.
En cuanto a las posibles consecuencias de la fiebre, alrededor de 90 % cree que les ocasionará algún daño a los niños, siendo las crisis convulsivas los temores más frecuentes.
En cuanto a la percepción de ansiedad de los padres, un metaanálisis publicado en 2016, señala que la prevalencia de la «fobia a la fiebre» no ha disminuido desde 1980. En este contexto se debe considerar que la gran mayoría de los padres del estudio de la Revista Mexicana de Pediatría respondió que, por sí sola, la fiebre puede provocar convulsiones, daño cerebral, meningitis o la muerte.
Por último, la mayoría de los padres perciben a los médicos pediatras como la mejor fuente de información para el manejo de la fiebre, seguido del consejo de la familia o de los amigos. Además, alrededor de la mitad se percibe apto para brindar las medidas apropiadas.
Semejanzas y diferencias
Los padres del sector privado acuden más frecuentemente al servicio de urgencias cuando sus hijos presentan fiebre, en comparación con los del sector público (21.6 versus 2.9 %).
Esta actitud podría implicar la saturación de los servicios de salud, lo cual enfatiza la importancia de capacitar a los padres en el manejo correcto de la fiebre. Por ejemplo, la definición de fiebre fue contestada de manera incorrecta en alrededor de 60% de los encuestados, esto concuerda con lo señalado por trabajos anteriores en padres latinos de EE. UU., pero es marcadamente distinto de lo reportado en Francia, donde hasta 89% de los papás participantes la definió correctamente. Asimismo, es relevante señalar que alrededor de la mitad de los padres desconocen el intervalo de uso correcto de los medicamentos, particularmente para ibuprofeno y diclofenaco; estos datos son similares a los descritos en un estudio del Reino Unido, en el cual se reportó que 6.4 y 42.3 % de los cuidadores administra el paracetamol e ibuprofeno con mayor frecuencia de la recomendada.
Es interesante mencionar que, al parecer, el nivel de escolaridad de los padres no tiene efecto en las conductas y creencias sobre la fiebre. Al respecto, otros autores concluyeron también que el miedo no siempre es racional y que tiene un importante componente emocional, lo cual sugiere que el miedo a la fiebre es un fenómeno multifactorial y que no depende solamente de la educación.
Por último, los padres identifican al pediatra como la fuente principal para el manejo de la fiebre, lo cual ya ha fue descripto con anterioridad. No obstante, alrededor de la mitad no se sienten seguros de cómo deben actuar ante la fiebre. Lo anterior, hace reflexionar sobre la necesidad de brindar educación dirigida.
Referencia: Rivera-Fernández-Galán B, Rodríguez-de IJ, Garza-Ornelas BM, et al. Conocimiento, actitudes y creencias de los padres ante la fiebre en niños. Rev Mex Pediatr. 2022;89(5):190-195. doi:10.35366/110504.
https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=110504
Fuente: SIICSalud
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Los padres rara vez admiten la obesidad de sus hijos, hecho que provoca consecuencias muy negativas para la salud de los menores de edad, de acuerdo a un estudio. Read more
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El pensamiento de los padres tiene incidencia en la manera como los hijos adolescentes manejan las dificultades, sus resultados académicos y su adaptación al contexto escolar. Read more