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La hepatitis vírica es una enfermedad que tranquilamente hoy por hoy debería haber sido erradicada con vacunas. Pero en lugar de ello, unas 6 000 personas por día la contraen en sus distintas variantes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con el fin de darla a conocer, al igual que sus formas de prevención y tratamiento, la OMS fijó al día de hoy como el Día Mundial de la Hepatitis, la segunda causa infecciosa de muerte en el mundo.
Esta enfermedad provoca una inflamación del hígado que puede ser causada por varios factores incluyendo virus, consumo de alcohol, drogas, fármacos, o por una disfunción del sistema inmunológico. Puede derivar también en enfermedades más graves como la cirrosis o el cáncer de hígado, dependiendo de su evolución a una forma crónica o aguda.
«La hepatitis es una de las enfermedades que se pueden prevenir y hasta erradicar gracias a la vacunación. Un ejemplo concreto es lo que ocurrió en Argentina desde el año 2005 con la hepatitis A, una enfermedad endémica que gracias al control de vacunación en chicos, desde el año 2007 ya no se trasplanta más a niños por esta enfermedad. En adultos todavía afecta a un 20 % porque no están vacunados», explicó el doctor Esteban González Ballerga, médico hepatólogo, Jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital de Clínicas «José de San Martín».
Y agregó: «Respecto a la hepatitis B es una enfermedad de bajo impacto y se contagia a través de la sangre o fluidos sexuales. Una de las formas de prevenirla también es la vacunación, pero en los adultos sigue siendo flojo la adhesión a la vacuna ya que se necesitan tres dosis para obtenerla en forma completa y solo el 20 % termina el esquema de vacunación. Hay que recordar que la vacunas es gratis desde al año 2000, además de ser segura y eficaz. A los niños se da al nacer, luego un refuerzo a los 12 y otro a los 18 años».
Según detallan expertos de Mayo Clinic, tener hepatitis B crónica aumenta el riesgo de desarrollar insuficiencia hepática, cáncer de hígado o cirrosis, que consiste en una afección que deja cicatrices permanentes en el hígado.
«La mayoría de los adultos que tienen hepatitis B se recuperan por completo, aunque los síntomas sean graves. Los bebés y niños son más propensos a desarrollar una infección de hepatitis B de larga duración. Esto se conoce como infección crónica. La vacuna puede prevenir la hepatitis B, pero no existe cura si ya se tiene la afección, por lo que hay que tomar determinadas precauciones para prevenir que se disemine el virus a otras personas», agregaron.
«La hepatitis C es una enfermedad que la mayoría de las veces no da síntomas, por eso es tan importante realizarse el test por lo menos una vez en la vida. Campañas como la que estamos lanzando a nivel nacional son oportunidades inmejorables para hacerlo. Si el testeo -que es rápido e indoloro- da negativo, la persona sigue con su vida. Si, en cambio, da positivo y luego se confirma el diagnóstico, los profesionales de la salud acompañaremos a la persona para que pueda curarse y evitar complicaciones potencialmente severas a futuro», sostuvo González Ballerga, también presidente de la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE).
«Una persona puede tener hepatitis C y no saberlo durante décadas. Si se deja estar y pasan los años, lamentablemente llegará al diagnóstico cuando el daño hepático sea avanzado y tal vez presente grados de cirrosis, riesgo de cáncer de hígado y necesidad de recibir un trasplante. Todo esto puede evitarse testeándose a tiempo, por eso este año la idea de la SAHE es empoderar al paciente y que ellos le soliciten el test a su médico de cabecera», explicó el Dr. Manuel Barbero, protesorero de la Comisión Directiva de la SAHE.
Al ser una enfermedad silenciosa, preocupa el elevado subdiagnóstico que tiene en el mundo y en Argentina. Se calcula que -en nuestro país- entre seis y siete de cada 10 personas que tienen el virus lo ignoran, lo que refleja la necesidad de trabajar en mejores mecanismos de detección y en seguir concientizando a la comunidad para que cuide la salud de su hígado tanto como cuida la de su corazón u otros órganos.
«El estudio para detectar hepatitis B y C es sencillo, pero lamentablemente no se encuentra entre los análisis de rutina que el médico de cabecera solicita en un chequeo habitual. Sobre ese punto también tenemos que trabajar los hepatólogos, gastroenterólogos e infectólogos, que somos los que estamos más cerca de esta enfermedad todos los días. Tenemos que comprometernos a difundir la importancia de pedir este estudio entre los demás profesionales de la salud, como los clínicos, cardiólogos, endocrinólogos, ginecólogos y geriatras, entre otras especialidades», remarcó el Dr. Juan Carlos Bandi, vicepresidente de la SAHE.
«Algunas personas con hepatitis no presentan síntomas e ignoran que están infectadas. Pero si adquieren ese mal pueden incluir fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náusea, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces color arcilla, dolor en las articulaciones e ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)», precisó por su parte el doctor Roberto Vázquez Campuzano, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Y completó: «Si se tiene una infección aguda, los síntomas pueden comenzar entre dos semanas y seis meses después de haberse infectado, pero si es una infección crónica es posible que la gente no tenga síntomas hasta muchos años después. La hepatitis crónica puede ocasionar complicaciones como cirrosis (cicatrización del hígado), insuficiencia hepática y cáncer de hígado. El diagnóstico y el tratamiento temprano de la hepatitis crónica pueden prevenir estas complicaciones».
Cualquiera pudo haberlo contraído
Por prejuicio o desinformación, muchas personas creen que no estuvieron expuestas al virus o que están protegidas por las vacunas, pero la hepatitis C no es de las hepatitis que pueden prevenirse con vacuna (esas son la A y la B) y ésta se transmite por contacto con sangre contaminada.
Durante muchos años, este virus circuló, pero no se lo conocía, y además no existía la conciencia actual sobre las medidas de esterilización de instrumental que entraba en contacto con sangre. Por lo tanto, miles de personas contrajeron hepatitis C -sin saberlo- en tratamientos odontológicos, cirugías, al realizarse tatuajes, piercings y otros tratamientos de belleza, al recibir transfusiones, compartiendo jeringas, cepillos de dientes, afeitadoras o canutos para aspirar sustancias ilícitas, entre otros elementos cortopunzantes.
El Dr. Barbero aclaró que hoy «es mucho más habitual la esterilización adecuada de todo el instrumental que se utiliza en cada intervención de salud o estética, y las personas tienen más conciencia sobre los riesgos de entrar en contacto con sangre ajena, por lo que hay menos transmisiones que en los años 80 y 90. De todos modos, todos, aunque fundamentalmente los mayores de 35 o 40 años, con mayor o menor conocimiento, pudimos haber estado expuestos al virus, lo que amerita la realización del test para sacarse la duda».
«Vale la pena salir a buscar a los pacientes porque hoy contamos con medicaciones que curan prácticamente a todos en pocas semanas, casi sin efectos adversos, y que son cubiertas por obras sociales, prepagas y por el Estado. Entonces, si se diagnostican antes de que la enfermedad progrese, podrán curarse a tiempo y evitar poner en riesgo su vida», reconoció González Ballerga.
Otro aspecto crítico en esta enfermedad es que hay un grupo significativo de pacientes que tiene diagnóstico hace varios años o décadas, pero no ha vuelto al profesional de la salud para curarse porque ignora que hay medicaciones que curan, porque recuerda los duros efectos adversos de las medicaciones anteriores, cree que deberá pagar los tratamientos actuales de su bolsillo, posterga su salud por otras prioridades o, simplemente, porque no le da importancia ya que esta enfermedad durante muchos años no da síntomas ni duele.
«Para contrarrestar esta situación, múltiples hospitales de nuestro país están llevando adelante acciones de ‘revinculación’, que es una estrategia internacional exitosa que consiste en revisar historias clínicas archivadas o exámenes de laboratorio y convocar a aquellos pacientes con hepatitis C que no han vuelto a la consulta, para que lo hagan y se curen pronto», explicó el doctor Fernando Cairo, expresidente de SAHE y miembro actual de la subcomisión de Hepatitis Virales.
Otra propuesta también consiste en ir a buscar pacientes a comunidades de mayor riesgo, sin estigmatizar, pero valiéndose de estadísticas globales de mayor incidencia, en grupos como veteranos de guerra, población carcelaria, personas con VIH, pacientes dializados o que han recibido transfusiones de sangre y hemoderivados, como las personas con hemofilia, entre otros.
«Quienes durante décadas no podíamos darles respuestas a las personas con hepatitis C, hoy hacemos todo lo posible para encontrar más pacientes porque la cura es una realidad, está al alcance de la mano y puede cambiarles verdaderamente la vida», concluyeron desde la SAHE.
La Organización Mundial de la Salud había propuesto el ambicioso objetivo de eliminar la hepatitis C en el mundo para 2030 y ha tomado múltiples medidas orientadas a ese objetivo, más allá de la dificultad que representa. El desarrollo de constantes iniciativas de testeo a la comunidad es uno de los caminos que contribuyen a lograrlo.
«En el Hospital de Clínicas nos propusimos en los dos últimos años llegar a los pacientes con hepatitis. Por eso iniciamos el Programa de Revinculación en donde los llamamos para volverlos a meter en el sistema de salud y vacunarlos o medicarlos. Así logramos la curación del 90 % de los pacientes revinculables», remarcó González Ballerga.
Ahora, la Sociedad Argentina de Patología, que fundó la Subcomisión de Revinculación de Pacientes quiere reproducir esta experiencia en todo el país y hasta la región.
En tanto, la utilización de la inteligencia artificial y las nuevas herramientas diagnósticas ensayadas por la pandemia de covid-19 permiten un abaratamiento del diagnóstico que lleva a los especialistas a defender el coste-efectividad en población general de entre 50 y 85 años para la hepatitis C no diagnosticada.
27 julio 2024|Fuente: Infobae |Tomado de |Noticia
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Un equipo de investigadores liderado por el Servicio de Patología Digestiva del Hospital de Sant Pau de Barcelona ha demostrado que una combinación de ejercicio en casa y consumo de aminoácidos y de probióticos mejora significativamente la fragilidad en pacientes con cirrosis.
En un comunicado, el Hospital de Sant Pau ha informado este jueves de que, a largo plazo, estas intervenciones no farmacológicas mejoran la fragilidad y reducen la incidencia de recaídas y visitas a urgencias en pacientes que presentan la enfermedad hepática.
El estudio, publicado en la revista Hepatology Communications, abre una puerta hacia nuevas estrategias de tratamiento que pueden ser adoptadas ampliamente para beneficiar a más pacientes que se enfrentan a esta compleja enfermedad, según el hospital.
La cirrosis es una condición médica en la que el hígado está cicatrizado y permanentemente dañado que puede ser causada por varios tipos de enfermedades y afecciones hepáticas, como la hepatitis o el alcoholismo crónico.
Cada vez que se da una lesión en el hígado, este intenta recuperarse por sí mismo y, durante el proceso de recuperación, se crea tejido cicatricial.
A medida que la cirrosis empeora, se forma cada vez más tejido cicatricial, lo cual dificulta que el hígado cumpla con su función.
Por lo general, el daño hepático causado por la cirrosis no se puede revertir y una cirrosis en etapa avanzada es mortal.
El Hospital de Sant Pau ha señalado que la fragilidad en pacientes con cirrosis ha sido identificada como un factor primordial que predice hospitalizaciones, recaídas y mortalidad, más allá del grado de insuficiencia hepática.
Sin embargo, con un diagnóstico temprano y si se trata la causa subyacente, es posible limitar el daño adicional.
En este contexto, los investigadores han buscado determinar si una intervención no farmacológica a largo plazo que incluya ejercicio en casa, suplementos de aminoácidos de cadena ramificada (un grupo de aminoácidos frecuentemente usados como suplementos dietéticos) y probióticos podría marcar una diferencia en la vida de los pacientes con cirrosis.
El estudio incluyó a 32 pacientes ambulatorios con cirrosis, clasificados como frágiles o prefrágiles según el Índice de Fragilidad Hepática -un método de evaluación de los pacientes según el riesgo de hospitalización- que fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: uno de intervención, que recibió un programa de ejercicio en casa, suplementos de aminoácidos de cadena ramificada y un probiótico multiespecies durante 12 meses; y un grupo de control que recibió la atención estándar.
Los resultados obtenidos muestran una notable mejora en la fragilidad de los pacientes del grupo de intervención, con una significativa disminución en sus puntuaciones del Índice de Fragilidad Hepática a lo largo del año, por tanto, se redujo el riesgo de hospitalización de los pacientes con cirrosis hepática.
Los investigadores han subrayado la importancia de un «enfoque holístico» en el tratamiento de la cirrosis, destacando cómo intervenciones simples y accesibles pueden tener un impacto profundo en los resultados de salud y la calidad de vida.
Por esta razón, el Hospital de Sant Pau ha puesto en marcha esta semana un programa de ejercicio en casa con el objetivo de enseñar a los pacientes de cirrosis cómo llevar a cabo estos ejercicios mediante una app para mejorar su pronóstico y su calidad de vida.
El estudio ha estado liderado por el Servicio de Patología Digestiva en colaboración con los Servicios de Medicina Física y Rehabilitación, Farmacia y Bioquímica, el Instituto de Investigación y la Escuela Universitaria de Enfermería de Sant Pau y el CIBERehd.
06 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha dado a conocer este martes el Plan Nacional de Salud Hepática: Reto 2032, que ha presentado recientemente al Ministerio de Sanidad, con el fin de impulsar la prevención y el diagnóstico precoz de la enfermedad hepática, cuya incidencia está en aumento en España.
«La situación en España es un incremento de la morbilidad y de la mortalidad asociada a la enfermedad hepática, mientras que, en otras enfermedades, está descendiendo, como es el caso de la mortalidad por cáncer o enfermedad cardiovascular», ha advertido el doctor Manuel Romero, jefe de Sección de Aparato Digestivo en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, en un encuentro informativo celebrado este martes y organizado por Europa Press.
De hecho, uno de cada cinco españoles se encuentra en riesgo de padecer una enfermedad del hígado y las patologías relacionadas con este órgano representan ya la tercera causa de muerte prematura en España. Este ascenso en la incidencia se relaciona con el incremento de los hábitos y estilos de vida poco saludables, como son el abuso en el consumo de alcohol, una dieta poco saludable y el sedentarismo, entre otros.
A los especialistas les preocupa en especial la creciente prevalencia tanto de la enfermedad conocida como hígado graso (esteatosis hepática metabólica), ligada a la obesidad y la diabetes tipo 2, como la de la enfermedad hepática relacionada con el consumo de alcohol.
La primera es ya la patología hepática más prevalente en España, pues se estima que afecta a tres de cada diez españoles, y ambas han desplazado ya a las hepatitis virales como principal causa de cirrosis, cáncer de hígado e indicación de trasplante, con la particularidad además de que la incidencia de estas dos patologías no solo está avanzando, sino que lo hace a edades cada vez más tempranas. De hecho, en la última década se han triplicado los casos de cáncer de hígado por hígado graso.
MÁS DE 50 LÍNEAS DE ACTUACIÓN
En total, y para mejorar el abordaje de todas estas afecciones hepáticas, el Plan identifica un total de quince objetivos estratégicos y más de 50 líneas de acción, clasificados en tres grandes áreas de actuación: prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Las medidas están ordenadas por orden de importancia.
Por su parte, el doctor José Luis Calleja, jefe adjunto del Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid) y presidente de la AEEH, ha detallado que el documento tiene como objetivo «intentar influir en los políticos sobre la importancia de invertir en salud», como ya hiciera en 2015 el Plan Nacional de Hepatitis C. «Este Plan, en cuatro años, consiguió curar a más de 260 000 personas de hepatitis C. Se han reducido las personas que necesitan un trasplante del 49 al 12 % en 2022. Hemos demostrado que, en hígado, invertir supone ahorrar», ha rememorado.
El Plan pone por ello el foco en la prevención y en la detección precoz. «La dieta y el ejercicio es prevención y tratamiento, teniendo en cuenta que no hay ningún tratamiento farmacológico para el hígado graso», ha explicado por su parte la doctora Rocío Aller, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Clínico de Valladolid, y secretaria de la AEEH. Tal y como ha especificado, el tratamiento «se basa en la dieta mediterránea», si bien esta tiene que ser personalizada y acompañarse de las nuevas tecnologías, como el uso de la inteligencia artificial.
Además, el Plan considera imprescindible abordar el consumo de alcohol a edades cada vez más tempranas, pues es ya la primera causa de desarrollo de cirrosis y de necesidad de trasplante hepático, además de que está detrás de más del 50 por ciento de los cánceres de hígado.
Igualmente, estima imprescindible intervenciones decididas en prevención de la obesidad, que está detrás de la progresión del hígado graso, que afecta ya a más de 10 millones de españoles, de los que cerca de dos millones presentarían inflamación del hígado (esteatohepatitis) y, de ellos, 400 000 presentarían ya una cirrosis hepática.
ENFERMEDADES SILENTES
En relación con la detección precoz, la gran dificultad es que las afecciones del hígado son enfermedades silentes, según los expertos, pues sus síntomas son inespecíficos y no se manifiestan hasta que el hígado presenta un daño elevado. Sin embargo, su diagnóstico temprano es fundamental para cambiar el pronóstico de la enfermedad. Así, por ejemplo, el cambio en la dieta y la actividad física permite revertir la enfermedad en más del 80 por ciento de los casos.
Por todo ello, el Plan incide en la necesidad de hacer un cribado de enfermedad hepática en todas las personas que presentan factores de riesgo como diabetes, obesidad o abuso en el consumo de alcohol. Además, más del 90 % de los casos de cáncer hepático aparece en personas con enfermedad hepática crónica, «lo que podría permitir el diagnóstico precoz de esta enfermedad», según Aller.
Más allá del hígado graso y de las enfermedades hepáticas asociadas al consumo de alcohol, el Plan también incluye las hepatitis virales, a las que considera «un desafío no resuelto». Así, el doctor Javier Crespo, jefe del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, ha llamado a la equidad en la vacunación de la hepatitis A y B. «A pesar de que hemos avanzado mucho en los tratamientos en España, uno de cada cuatro pacientes que tratamos de hepatitis viral tiene enfermedad hepática avanzada», ha explicado.
Durante el encuentro, también ha estado presente la presidenta de la Federación Nacional de Trasplantados Hepáticos, Eva Pérez Bech, quien ha lamentado el estigma que rodea a las enfermedades hepáticas. «Parece que los pacientes se lo han buscado por sus hábitos de vida. Los pacientes hepáticos sufren mucho y en silencio porque no se atreven a decirlo», ha comentado.
Finalmente, el Plan también se ocupa de las enfermedades hepáticas minoritarias (clasificadas en tres grupos: autoinmunes, tóxico-metabólicas y vasculares-hepáticas), incidiendo en la importancia que debe tener la medicina de precisión para una mejor caracterización de las mismas y posibilitar así una mejor atención y práctica clínica con los pacientes. También se insiste en la necesidad de invertir en investigación en este ámbito.
«El Plan nace con vocación de aunar la experiencia que hemos desarrollado en la hepatología de los últimos 50 años. De aquí al 2032, los decisores políticos deben ser capaces de dar luz al Plan y conseguir normas y leyes que regulen tanto los aspectos beneficiosos como negativos, porque esa será la base para conseguir que en 2032 no tengamos hepatitis C de ningún tipo», ha finalizado.
30 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
nov
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La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha alertado de que la cirrosis hepática y la hepatitis asociadas al alcohol -tradicionalmente enfermedades masculinas- están aumentando de ‘forma alarmante en mujeres’ y serán una epidemia en la próxima década.
En un comunicado con motivo de la conmemoración este miércoles del Día Mundial sin Alcohol, los expertos aseguran que se trata de una tendencia que se inició en el mundo anglosajón, que comienza a manifestarse ya en los países mediterráneos y a la que hay que poner freno con sensibilización y prevención.
Según los hepatólogos, se debe al cambio en el patrón de consumo -cada vez más jóvenes y más mujeres-, similar al del tabaquismo, y a los ‘atracones’ de los fines de semana.
El consumo de alcohol debe ser ocasional y moderado, asegura Ramón Bataller, jefe de Hepatología del Clínica de Barcelona, al advertir de que tanto la ingesta diaria como el patrón de bebida tipo ‘atracón’ puede tener efectos perjudiciales no solo para el hígado sino para otros órganos, con un mayor riesgo para mujeres y jóvenes.
El experto subraya que cuanto antes se empieza a beber, más posibilidades hay de generar adicción y acabar en cirrosis, aunque precisa que el alcohol no afecta a todas las personas por igual y hay factores como la predisposición genética o la obesidad que aumentan su efecto nocivo. Por su parte, el presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), Manuel Romero Gómez, insiste en desmentir la falsa creencia extendida entre la juventud de que ‘los fines de semana, me pongo hasta arriba, pero entre semana no pruebo ni gota, así que no pasa nada’. ‘No hay consumo seguro de alcohol’, destacan los hepatólogos, y advierten de que ‘por cada niño que bebe alcohol hay un adulto que lo ha hecho posible’.
17 noviembre 2023 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
abr
15
La última actualización del estudio de coinfección VIH/VHC de Gesida confirma la tendencia en descenso, situando la tasa de pacientes coinfectados por debajo del 1%.
El estudio de prevalencia de coinfección por VHC en personas con VIH en España realizado por Gesida, el Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) concluye que cada vez menos personas con VIH en nuestro país están afectadas también por una infección por el virus de la hepatitis C. En concreto, el estudio revela una tasa del 0,85%, un 96,1% menor que en 2015.
Esta actualización, apunta el experto en VIH Juan Berenguer, científico en el Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, y coautor principal el estudio, es la octava que se realiza, desde la primera, en 2002. La segunda actualización de este estudio se realizó en 2009, y las seis restantes entre 2015 y 2021. La pandemia de covid-19 impidió su realización en 2020.
No obstante, la robustez de los datos aportados por esta investigación de Gesida permite afirmar que la estrategia de microeliminación de la hepatitis C en la población con VIH está cada vez más cerca.
‘Sencillamente espectaculares’
“Los datos de finales de 2021 del estudio de prevalencia de coinfección VIH/VHC son sencillamente espectaculares e indican que prácticamente estamos logrando el ansiado objetivo de la eliminación del VHC entre las personas con VIH”, corrobora a este medio Juan Berenguer.
El amplio acceso a los antivirales de acción directa frente al VHC en nuestro país es “la causa principal del descenso drástico en la prevalencia de infección activa por VHC en personas con VIH” constatada en este registro.
Así lo refleja también la tendencia que se observa en los años posteriores al lanzamiento de esos tratamientos. A finales de 2015 la infección por virus C en personas con VIH alcanzaba una prevalencia del 22,1%, mientras que en 2019 se situó en 2,2%, es decir, un 90% menos.
Aun con estas buenas cifras, el especialista matiza que “de todas formas, no debemos olvidarnos del VHC, ni bajar la guardia mientras existan personas en situación de riesgo de infección por prácticas sexuales de alto riesgo de transmisión, en muchas ocasiones asociadas al consumo de drogas por vía parenteral”.
Y recuerda que “a pesar de los logros alcanzados, el VHC ha dejado un legado pues una proporción significativa de personas con VIH curadas de la hepatitis C tenían una cirrosis hepática en el momento de la curación y deberán permanecer en programas de cribado de carcinoma hepatocelular”.
Camino a la eliminación
Desde la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (Aehve), su coordinador Javier García-Samaniego, comenta a DM que “el trabajo realizado con las personas coinfectadas por VIH y VHC es justamente el camino que debemos seguir para eliminar la hepatitis C en otras poblaciones vulnerables, donde se ha avanzado también mucho desde la puesta en marcha del Plan estratégico para el abordaje de la Hepatitis C en el SNS (PEAHC), pero aún seguimos siquiera sin recuperar el ritmo prepandemia en poblaciones como los usuarios de drogas por vía parenteral (UDVP), que concentran la mayor parte del reservorio del virus”.
En cambio, el jefe de Hepatología del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, muestra su satisfacción con la buena marcha de la iniciativa #HepCityFree, promovida por la Aehve, en la que participa la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), junto a otras sociedades científicas y asociaciones de pacientes comprometidas con el objetivo de la eliminación, y que cuenta con la colaboración de las compañías Gilead y Abbvie.
Los primeros resultados de esta iniciativa desplegada en Sevilla (la primera de las 17 ciudades en adherirse) se presentaron recientemente en el congreso de la AEEH, en Madrid. Gracias al programa, se consiguió detectar y empezar a tratar en Sevilla 283 casos de hepatitis C: 34 en centros de adicciones, centros de ITS y personas sin hogar, y 249 tras una revisión de datos en centros de salud.
Para los autores del estudio, los resultados de #HepCityFree en Sevilla demuestran la eficacia de la coordinación autonómica y municipal y de la colaboración con organizaciones sociales y sin ánimo de lucro, subrayando que aumentar las posibilidades de detección del VHC fuera de un centro sanitario y facilitar el acceso rápido y sencillo a la dispensación del tratamiento es la clave para lograr la eliminación en los colectivos más vulnerables.
Además, siete de las ciudades que participan en la iniciativa ya han desplegado las acciones de microeliminación que contempla el programa en centros que atienden a colectivos vulnerables de competencia municipal (inmigrantes, población sin hogar, usuarios de drogas), revisión de historias clínicas, telemedicina, formación y sensibilización, y que han permitido ya el diagnóstico y tratamiento de 3.600 personas. “Comprometer a las ciudades con la eliminación de la hepatitis C es factible y viable a pesar de que las competencias sanitarias descansen en las comunidades autónomas”, concluyen los autores de este estudio.
Abril 15/2023 (Diario Médico) – Tomado de la selección de noticias de Microeliminación en la sección de Microbiología y Enfermedades Infecciosas. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.
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Los hombres que tienen el trastorno genético más común del mundo occidental, la hemocromatosis, tienen diez veces más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado, según un importante estudio dirigido por la Universidad de Exeter, en Reino Unido, y publicada en la revista JAMA. Read more