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El 61º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) comenzó a sesionar hoy lunes, con el compromiso de estar más y mejor preparada ante futuras pandemias.
El director de la OPS, Jarbas Barbosa, abordó en la apertura de la actividad los esfuerzos para restablecer los servicios después de la pandemia de covid-19 y se comprometió a «fortalecer la preparación para emergencias y pandemias en la región».
«La pandemia de covid-19 puso de manifiesto la dependencia estructural de América Latina y el Caribe de las vacunas y otras tecnologías sanitarias importadas, la concentración geográfica en las capacidades de innovación y producción, y la vulnerabilidad de las cadenas mundiales de suministro», señaló Barbosa, de acuerdo con un comunicado de la OPS.
El funcionario subrayó que en noviembre se cumplirá el centenario del Código Sanitario Panamericano, instrumento que tenía como objetivo prevenir la propagación de enfermedades transmisibles, fomentar el intercambio de información entre países y estandarizar los enfoques sanitarios para prevenir la transmisión de enfermedades a través de las fronteras.
En cuanto a la recuperación de la pandemia, Barbosa destacó varias áreas de progreso en la región, como el freno en la disminución de la cobertura de vacunación de rutina, el relanzamiento de la Iniciativa de Eliminación — un esfuerzo para eliminar más de 30 enfermedades transmisibles y afecciones relacionadas en las Américas para 2030 — y las colaboraciones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en materia de salud digital.
Para impulsar esta recuperación, el director de la OPS destacó varias políticas que se debatirán en el Consejo Directivo esta semana en Washington, Estados Unidos, entre ellas la política para fortalecer la actuación del sector de la salud orientada por la equidad en torno al cambio climático y la salud y la estrategia sobre inteligencia epidémica para fortalecer la alerta temprana de las emergencias de salud.
En el centro de estas iniciativas está la atención primaria, que es la columna vertebral de todo sistema de salud, aseguró Barbosa.
«La atención primaria es un instrumento para la equidad, nuestra primera línea de defensa contra los brotes, nuestra mejor inversión para mejorar los indicadores de salud», afirmó el funcionario.
01 octubre 2024|Fuente: Xinhua |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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24
Desde inicios de enero hasta fines de agosto de 2024 se confirmaron 38 casos de fiebre amarilla y 19 defunciones en la región de las Américas, informó hoy la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según la última actualización epidemiológica publicada este viernes por el organismo sanitario, esto representa cinco casos y dos decesos adicionales desde el anterior informe de la OMS emitido el pasado 29 de julio.
Los 38 casos fueron registrados en cinco países de la región: Bolivia (siete casos, incluidas tres defunciones), Brasil (tres y dos, respectivamente), Colombia (ocho y cinco), Guyana (dos) y Perú (18 y nueve).
Los casos fueron notificados principalmente a lo largo de la región amazónica de Bolivia, Perú, Brasil, Colombia y Guyana.
De acuerdo con los expertos, en las Américas el riesgo de ocurrencia de brotes de fiebre amarilla es alto.
Si bien la inmunización es una de las intervenciones de salud pública más exitosas para prevenir esta enfermedad, la mayoría de los casos registrados durante el 2024 no tienen antecedentes de vacunación.
Ante este panorama la OPS/OMS alienta a los Estados Miembros con áreas de riesgo para fiebre amarilla a que continúen con sus esfuerzos para fortalecer la vigilancia y la vacunación en zonas endémicas.
Advierten de la necesidad de que los países garanticen coberturas de vacunación mayores o iguales al 95 % en las poblaciones de áreas de riesgo de forma homogénea y que las autoridades sanitarias aseguren contar con un inventario de reserva estratégico que les permita mantener la vacunación de rutina y al mismo tiempo responder a eventuales brotes.
La fiebre amarilla es una grave enfermedad viral hemorrágica que representa un desafío para el profesional de la salud, pues requiere un reconocimiento temprano de signos y síntomas, que a menudo son inespecíficos y pueden simular otros síndromes febriles agudos.
Estudios clásicos sobre la historia natural de la enfermedad muestran que esta se caracteriza clínicamente por tres fases: de infección, con temperatura corporal elevada; de remisión, con la presencia de albuminuria; y tóxica, con manifestaciones hemorrágicas y signos y síntomas de insuficiencia hepática aguda, como ictericia y encefalopatía hepática.
Aún no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, por lo tanto, la detección temprana de casos sospechosos o confirmados, el monitoreo de signos vitales, las medidas de soporte vital y el manejo de la insuficiencia hepática aguda continúan siendo las estrategias recomendadas para el manejo de casos.
20 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó hoy que redobló la ayuda a Centroamérica para enfrentar un incremento del 98 % en los casos de dengue este año en comparación con 2023.
Datos del organismo dan cuenta de que a nivel de las Américas, 2024 se ha convertido en un año récord, con más de 11 millones de casos reportados y más de 5 900 muertes relacionadas.
En respuesta a esta epidemia, la OPS desplegó una serie de medidas estratégicas, entre ellas, la implementación de un plan integral que abarca capacitaciones en gestión, diagnóstico, manejo clínico y control de vectores.
Esta iniciativa incluyó la actualización de protocolos y la provisión de reactivos para mejorar la vigilancia epidemiológica y en laboratorios, además de la creación de una sala de situación accesible en todo momento para los equipos técnicos de los países centroamericanos, lo que apoya la toma de decisiones en prevención y control.
Nuestros esfuerzos se centran en fortalecer la capacidad de los países para enfrentar la epidemia de dengue, dijo el doctor Luis Gerardo Castellanos, jefe de la Unidad de Enfermedades Desatendidas, Tropicales y Transmitidas por Vectores de la OPS.
Subrayó que esto incluye no solo la detección y el diagnóstico rápido de los casos, sino también un manejo adecuado y oportuno de los pacientes, lo que es crucial para reducir la gravedad de los casos y salvar vidas.
Además, en línea con su Estrategia de gestión integrada para la prevención y control de las arbovirosis, la OPS puso en marcha espacios de colaboración virtual en diversos países de Centroamérica.
Estos facilitan el análisis en tiempo real de datos epidemiológicos, clínicos y de laboratorios, lo que resulta crucial para una identificación y respuesta rápidas ante brotes, permitiendo decisiones más efectivas en salud pública.
El organismo sanitario también reforzó la vigilancia entomológica para identificar y controlar la población de mosquitos transmisores del dengue, y reforzó la vigilancia en la resistencia a insecticidas, para garantizar que sigan siendo eficaces o reemplazados cuando sea necesario.
08 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Desde inicios de enero y mediados de julio de 2024 fueron reportados en la región de las Américas 33 casos confirmados de fiebre amarilla y 17 defunciones por esta causa, informó hoy la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
Los registros ocurrieron en cinco países: Bolivia (cuatros casos y tres muertes), Brasil (tres y dos, respectivamente), Colombia (ocho y cinco), Guyana (dos casos, sin fallecidos) y Perú (16 y siete).
Según la actualización epidemiológica emitida por la OPS y la OMS, los casos se reportaron a lo largo de la zona amazónica de Perú, Ecuador y Colombia, siguiendo una trayectoria de sur a norte.
De acuerdo con los expertos, en la región de las Américas el riesgo de ocurrencia de brotes de fiebre amarilla es alto.
Se trata de una grave enfermedad viral hemorrágica que representa un desafío para el profesional de la salud, pues requiere un reconocimiento temprano de signos y síntomas, que a menudo son inespecíficos y pueden simular otros síndromes febriles agudos.
Estudios clásicos sobre la historia natural de la enfermedad muestran que esta se caracteriza clínicamente por tres fases: infección, con temperatura corporal elevada; remisión, con la presencia de albuminuria; y tóxica, con manifestaciones hemorrágicas y signos y síntomas de insuficiencia hepática aguda, como ictericia y encefalopatía hepática.
Todavía no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, por lo tanto, la detección temprana de casos sospechosos o confirmados, el monitoreo de signos vitales, las medidas de soporte vital y el manejo de la insuficiencia hepática aguda continúan siendo las estrategias recomendadas para el manejo de casos.
La vacuna contra la fiebre amarilla es segura, asequible y una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de refuerzo.
Si bien la inmunización es una de las intervenciones de salud pública más exitosas para prevenir esta enfermedad, la mayoría de los casos notificados durante 2024 no tienen antecedentes de vacunación contra la fiebre amarilla.
Por ello la OPS y la OMS instan a los estados miembros con áreas de riesgo para fiebre amarilla a que continúen con sus esfuerzos para fortalecer la vigilancia y la vacunación en zonas endémicas.
Destacan la necesidad de que los países garanticen coberturas de vacunación mayores o iguales al 95 % de forma homogénea y que las autoridades sanitarias aseguren contar con un inventario de reserva estratégico que les permita mantener la vacunación de rutina y al mismo tiempo responder a eventuales brotes.
31 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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27
Ante el alza de casos de tos ferina a nivel mundial y en algunos países de las Américas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a fortalecer la vigilancia y dar seguimiento constante a las coberturas de vacunación infantil.
Conocida también como coqueluche, esta es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis que se transmite fácilmente de persona a persona a través de la tos y los estornudos, y es una importante causa de enfermedad y muerte en niños.
Si se trata a tiempo, los antibióticos pueden ayudar a prevenir síntomas graves, explicó en su alerta epidemiológica la OPS.
De acuerdo con los expertos, sus síntomas suelen aparecer de siete a 10 días después de la infección e incluyen fiebre leve, secreción nasal y tos seca seguida de un sonido característico de tos que da nombre a la enfermedad.
Entre 2010 y 2019 en el mundo se reportaron en promedio 170 000 casos de tos ferina cada año, con una disminución significativa observada durante la pandemia de la covid-19, pero últimamente los reportes van en ascenso.
La región de Europa de la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, registró un aumento significativo de casos durante la segunda mitad de 2023 y en los primeros meses de 2024.
Por su parte, en la región de las Américas, desde 2012, cuando los casos de tos ferina alcanzaron los 72 328, los reportes disminuyeron hasta contabilizarse 3 283 en 2022.
Sin embargo, en el año en curso los casos aumentaron en varios países del área, entre ellos, Brasil, México, Perú y Estados Unidos.
Para los especialistas tal incremento probablemente se deba a una disminución significativa en la cobertura de la vacunación contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP), principalmente durante el período de la pandemia.
Ante este panorama, la OPS recomienda que los países garanticen una cobertura de vacunación de las tres dosis de DTP superior al 95 % en niños y extenderla también a los trabajadores de la salud, especialmente los que laboran en maternidades, así como a las mujeres embarazadas.
26 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
mar
18
HEARTS en las Américas es la adaptación regional de la iniciativa mundial HEARTS, de la Organización Mundial de la Salud, para la prevención y el control de las enfermedades cardiovasculares (ECV). Con el objetivo de impulsar el cambio de la práctica clínica y de la gestión en los entornos de atención primaria, por parte de los servicios de salud, a fin de mejorar el control de la hipertensión y reducir el riesgo de ECV.
En esta revisión se describe la iniciativa HEARTS en las Américas.
En primer lugar, se resume la situación epidemiológica regional en cuanto a la mortalidad por ECV y las tendencias en el control de la hipertensión a nivel poblacional; a continuación, se explica la razón de ser de los principales componentes de la intervención: el sistema de manejo orientado a la atención primaria y la vía clínica de HEARTS. Por último, se examinan los factores clave para acelerar la expansión de HEARTS: los medicamentos, la atención basada en el trabajo en equipo y un sistema de monitoreo y evaluación.
El aumento de la cobertura y del control de la hipertensión en los entornos de atención primaria de salud (en comparación con el modelo tradicional) es prometedor y confirma que las intervenciones que se promueven como parte de HEARTS son factibles y resultan aceptables para las comunidades, los pacientes, los prestadores de servicios de salud, los responsables de la toma de decisiones y los financiadores. En esta revisión se destacan algunos casos de implementación satisfactoria.
Ampliar el uso de un tratamiento eficaz de la hipertensión y optimizar el control del riesgo de ECV es una forma pragmática de acelerar la reducción de la mortalidad por ECV y, al mismo tiempo, de fortalecer los sistemas de atención primaria de salud para responder con calidad y de manera eficaz y equitativa al desafío que entrañan las enfermedades no transmisibles, no solo en los países de ingresos bajos o medianos, sino en todas las comunidades a nivel mundial.
Ver Artículo: Ordunez P, Campbell N, DiPette DJ, Jaffe MG, Rosende A, Martínez R, et al. HEARTS en las Américas: impulsar el cambio en el sistema de salud para mejorar el control de la hipertensión en la población. Rev Panam Salud Publica [Internet];2024[citado 8 mar 2024];48. https://doi.org/10.26633/RPSP.2024.17
12 marzo 2024|Fuente: PAHO