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Al menos 500 millones de niños viven hoy en regiones de calor extremo, lo que altera su salud, bienestar y actividades cotidianas, afirmó un análisis del Fondo de la ONU para la Infancia, Unicef.
«Los niños no son adultos pequeños. Sus cuerpos son mucho más vulnerables al calor extremo», dijo la responsable de esa agencia, Catherine Russell, quien aseguró que esa cifra representa a uno de cada cinco de los menores residentes en zonas donde cada año se registra al menos el doble de días de calor extremo que hace tan solo seis décadas.
La alta funcionaria señaló que los días más calurosos del verano parecen ahora normales, pero aludió a la comparación que hizo Unicef del promedio de temperaturas de la década de 1960 y el del periodo de 2020-2024, que evidencia la rapidez y la intensidad con las que los días extremadamente calurosos aumentan en todo el mundo.
Russell explicó que el estrés térmico causado por la exposición al calor extremo supone una amenaza muy grave para la salud y el bienestar de los niños y las mujeres embarazadas, sobre todo si no hay medidas de refrigeración disponibles.
Tal fenómeno puede desatar complicaciones en el embarazo, como enfermedades crónicas gestacionales, y con resultados adversos en el parto, como mortalidad infantil, bajo peso al nacer y partos prematuros.
Además, favorece la malnutrición infantil y la proliferación de enfermedades no transmisibles relacionadas con el calor, y aumenta la vulnerabilidad de los pequeños a infecciones que se propagan a altas temperaturas, como el paludismo y el dengue. También tiene un impacto negativo en el desarrollo neurológico, la salud mental y el bienestar en general.
El estudio reveló que el calor extremo tiene otros efectos preocupantes cuando dura un tiempo prolongado y advirtió que los menores están expuestos a olas de calor más graves, largas y frecuentes, ya que en 100 países, más de la mitad de los pequeños soportan hoy el doble de olas de calor que hace 60 años.
Agregó que el calor extremo es especialmente peligroso para los bebés debido a que tienen un ritmo cardíaco más rápido, por lo que el aumento de las temperaturas es aún más alarmante para la infancia, enfatizó Russell.
Las vulnerabilidades y desigualdades que sufren los niños debido a su situación socioeconómica, género, ubicación, estado de salud y el contexto de su país exacerban los efectos negativos del calor, subrayó.
Según datos del análisis, infantes de 16 países sufren ahora más de un mes adicional de días extremadamente calurosos que lo que ocurría hace seis décadas.
En América Latina y el Caribe casi 48 millones de niños viven en zonas donde se registra el doble de días de calor extremo, mientras a escala mundial, los de África Occidental y Central son los más expuestos a temperaturas extremadamente calurosas y los que sufren los aumentos más considerables a lo largo del tiempo.
Unicef llamó a los gobiernos y el sector privado a adoptar medidas urgentes y audaces para proteger el derecho de todos los niños a disfrutar de un medio ambiente limpio, saludable y sostenible.
19 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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19
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió hoy una invitación a los fabricantes de vacunas contra la mpox (viruela símica o del mono) para que presenten su interés de incluirla en la lista de uso de emergencia (EUL).
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que este miércoles se decidió dejar sin efecto la suspensión del empleo de esos inmunógenos para el tratamiento de la mpox , dadas las preocupantes tendencias en la propagación de la enfermedad.
El procedimiento EUL es un proceso de autorización de uso de emergencia, desarrollado específicamente para acelerar la disponibilidad de productos médicos no autorizados, como las vacunas, que se necesitan en situaciones de emergencia de salud pública.
Se trata de una recomendación con límite de tiempo, basada en un enfoque de riesgo-beneficio.
La OMS solicita a los fabricantes que presenten datos para garantizar que las vacunas sean seguras, eficaces, de calidad garantizada y adecuadas para las poblaciones destinatarias.
En la República Democrática del Congo (RDC) hay un brote grave y creciente que ahora se ha extendido a otros países. Por primera vez se ha detectado fuera de esa nación africana una nueva cepa viral, que apareció por primera vez en septiembre de 2023.
La concesión de una autorización de uso de vacunas acelerará el acceso a esos inmunógenos, en particular para aquellos países de bajos ingresos que aún no han emitido su propia aprobación regulatoria nacional.
Dicha autorización de uso de vacunas también permite a los socios, como la fundación GAVI y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), adquirir vacunas para su distribución.
Actualmente hay dos vacunas en uso contra la enfermedad, ambas recomendadas para su uso por el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización de la OMS.
Las autoridades de Suecia confirmaron este jueves un caso de mpox de una nueva cepa más grave, el primer positivo fuera del continente africano.
Este miércoles la OMS declaró la mpox como una emergencia de salud pública de importancia internacional, luego del repunte de casos en esa región.
15 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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15
Un menor de cada cinco sufre al menos dos veces más de días de calor extremo que hace 60 años, alertó este martes Unicef, que pide proteger a la infancia de temperaturas potencialmente mortales para los más vulnerables.
Debido al cambio climático provocado por las actividades humanas, 2023 fue el año más caluroso desde que hay registros y 2024 podría registrar un nuevo récord.
En este contexto, Unicef ha estudiado el impacto del calentamiento, del calor extremo, y, en particular, del número de días que superan los 35º C al año, comparándolos con el promedio de los años 1960 y del periodo 2020-2024.
El resultado es que «un niño de cada cinco sufre ahora dos veces más días de calor extremo que sus abuelos hace 50 o 60 años, y esta tendencia empeora», explica a la AFP Lily Caprani, funcionaria de la agencia de la ONU.
Esto supone unos 466 millones de menores de todos los continentes, aunque algunas regiones están más afectadas que otras.
En África Occidental y Central, por ejemplo, 123 millones de menores (39 % del total en esta región) viven más de un tercio del año con temperaturas superiores a los 35°C, con picos de 212 días en Malí, 202 en Níger, 198 en Senegal y 195 en Sudán.
«Este calor es peligroso para todo el mundo, pero sobre todo para los más pequeños», dice Lily Caprani.
«Los cuerpos de los niños (…) son mucho más vulnerables al calor extremo (que el de los adultos), su corazón late más deprisa y respiran más rápido», sostiene.
Para un bebé que no transpira como un adulto para regular la temperatura, «puede ser literalmente mortal», explica Caprani, antes de alertar de los peligros para las mujeres embarazadas y sus bebés.
Estas temperaturas extremas pueden tener también un impacto en el desarrollo neurológico y la salud mental de los pequeños, y hacerlos más vulnerables a enfermedades como el paludismo, alerta Unicef.
Colegios sofocantes
Sin olvidar la dificultad de aprender en aulas sofocantes.
«En los primeros meses de 2024, al menos 80 millones de menores han perdido clases debido al cierre de escuelas por el calor extremo», detalla Caprani, que piensa que la cifra es mucho más elevada.
Los datos muestran que en 100 países, más de la mitad de los menores sufren dos veces más de canículas (al menos tres días de temperaturas altas) que hace 60 años, lo que representa, por ejemplo, 36 millones de menores en Estados Unidos.
Unicef pide que se actúe para limitar el impacto al enseñar a los padres a identificar las señales del golpe de calor, formando al personal de salud a intervenir rápidamente o invirtiendo en los sistemas de climatización de los colegios, una solución que no está al alcance de todo el mundo.
Pero sobre todo, para frenar el calentamiento en un planeta donde las temperaturas cada vez más elevadas, superiores a los 40 ºC, e incluso a los 50 ºC, son cada vez más frecuentes.
Los países firmantes del Acuerdo de París deben presentar para principios de 2025 nuevos objetivos para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y «podrían hacerlo con ambición al saber que los menores de hoy y las futuras generaciones tendrán que vivir en el mundo que van a dejar», dice en un comunicado la jefa de Unicef Catherine Russell.
Estos menores que heredarán este planeta dañado son los que menos responsabilidad tienen en el cambio climático que sufren.
Y sin embargo, «la mayor parte de las políticas climáticas ni siquiera mencionan a los niños», lamenta Caprani.
14 agosto 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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31
Las fuertes lluvias en medio de la temporada de monzones al sur de Asia amenazan gravemente a seis millones de niños de la región, sobre todo en Afganistán, Bangladesh, India y Pakistán, advierte hoy Unicef.
Un llamamiento del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) eleva la alerta por el impacto de estos fenómenos meteorológicos erráticos, agravados por el cambio climático, en las poblaciones más jóvenes del área.
La directora regional de la agencia para Asia Meridional, Sanjay Wijesekera, consideró preocupante los pronósticos de precipitaciones más intensas en las próximas semanas, que podrían poner en mayor peligro a los menores.
Las inundaciones representan una amenaza para los niños más allá de la muerte y las lesiones al contaminar también los suministros de agua potable, dijo la funcionaria.
A la par, aumentan el riesgo de enfermedades y brotes de diarrea que, si no se tratan, pueden provocar deshidratación y desnutrición entre la población infantil.
Los niños afectados por inundaciones frecuentes a lo largo del tiempo también tienen más probabilidades de tener bajo peso y retraso del crecimiento, alertó Wijesekera.
Junto a los efectos sobre la salud, las inundaciones dañan las instalaciones sanitarias, destruyen escuelas y carreteras e interrumpen la educación de los niños, poniéndolos en riesgo de abuso, explotación y trata.
Afganistán, Bangladesh, India y Pakistán se encuentran entre los países donde los menores corren un riesgo elevado de sufrir los impactos de la crisis climática, de acuerdo con el Índice de Riesgo Climático Infantil de la Unicef.
Las recientes lluvias torrenciales, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra cobraron al menos 109 vidas en Nepal y 58 en Afganistán.
En medio de la alarma generada, el Fondo responde a la emergencia con la entrega de mosquiteros, lonas para refugios temporales, baldes, tazas y otros artículos esenciales.
La agencia de Naciones Unidas para la Infancia anunció además la reciente solicitud de 9,3 millones de dólares a la comunidad internacional para apoyar la preparación ante emergencias y fortalecer los programas de resiliencia climática para los niños de Asia del Sur.
30 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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26
Las frecuentes olas de calor en Europa y Asia Central afectan a casi la mitad de los niños en esas regiones, advirtió hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con un llamado a tomar acciones.
Como resultado del aumento de las temperaturas en la zona, al menos 377 menores murieron en 2021, la mitad de ellos a causa de enfermedades relacionadas con el calor en su primer año de vida, sobre todo en los meses de verano.
Las temperaturas cada vez más altas pueden tener graves complicaciones para la salud de los menores, especialmente los más pequeños, incluso en un periodo corto, dijo en ese sentido Regina De Dominicis, directora regional de Unicef.
La exposición al calor extremo causó la pérdida de más de 32 000 años de vida sana entre los niños y adolescentes de la región, de acuerdo con esa agencia de Naciones Unidas.
«Sin atención, estas complicaciones pueden poner en peligro la vida», advirtió la titular a propósito de la publicación del informe «Vencer el calor: la salud infantil ante las olas de calor en Europa y Asia Central».
Cerca de la mitad de los niños de la región –unos 92 millones- están expuestos a frecuentes olas de calor mientras las temperaturas aumentan al ritmo más rápido del mundo, agregó la representante.
Unicef pidió a los gobiernos locales adoptar estrategias para reducir el impacto de las olas de calor, con los niños en el centro, y garantizar la disposición de agua potable especialmente en los países donde la calidad y la disponibilidad se deteriora.
Además, recomendó invertir en planes de acción de salud contra el calor y atención primaria así como en sistemas de alerta temprana, incluidos los sistemas de aviso por altar temperaturas.
La agencia para la infancia llamó a adaptar las instalaciones educativas para reducir las temperaturas en las zonas donde juegan los niños y capacitar a los maestros para responder al estrés por calor así como adaptar el diseño urbano y las infraestructuras.
De acuerdo con esas propuestas, los edificios que albergan a las comunidades más vulnerables deben estar equipados para minimizar la exposición al calor.
24 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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28
Aún es de noche, pero en un recóndito puerto fluvial de la Amazonía peruana una lancha blanca arranca su motor y, tras horas de travesía, llega a una comunidad indígena. Durante toda la jornada, las enfermeras a bordo vacunarán a los niños y cuidarán del estado de las gestantes que no tienen acceso a servicios de salud.
Apodada «La sanadora», esta sencilla embarcación recorre el río Marañón y sus serpenteantes afluentes para facilitar atención sanitaria a localidades dispersas de la provincia de Datem del Marañón, en el departamento de Loreto.
La neblina de la madrugada sigue retenida en los árboles que bordean las aguas fluviales y, en el camino hacia el primer destino, las enfermeras Delcy Villalobos y Blanca Guerra paran en un modesto puesto de salud de madera para recoger con delicadeza vacunas que más tarde aplicarán a los más pequeños.
Tras una hora y media de trayecto, la embarcación llega a San Juan de Sasipahua, una comunidad indígena shawi que habla el idioma que lleva el mismo nombre y donde la mitad de su población son niños.
El primer paso de la brigada sanitaria que comanda Unicef es entrevistarse con el líder de la comunidad o ‘apu’, y, una vez informan de su misión y reciben su permiso, «buscan mamitas», visitan cada casa que alberga menores y mujeres embarazadas.
Las numerosas, pero dispersas, comunidades de Loreto acumulan algunos de los peores datos de salud infantil del país: el 58,1 % de los menores de 3 años padece anemia, la tasa de vacunación es de las menores en el país y tiene una alta incidencia de enfermedades diarreicas agudas.
«Esta población está muy lejos de los centros de salud y el costo de trasladarse desde estas comunidades hasta los centros es muy elevado. Muchas veces es difícil que se puedan costear eso».
«Entonces, estuvimos pensando en una solución y una de estas, fue «La sanadora», que ha permitido poder navegar ríos y llegar a estas comunidades más alejadas», dice a EFE el oficial de salud y nutrición de Unicef, Carlos Albrecht, desde San Juan de Sasipahua.
Primer latido
Una de las primeras paradas de la brigada en la comunidad es la visita a una joven que tiene 16 semanas de su segundo embarazo.
Gracias a la presencia de la obstetra Guerra, ha podido escuchar por primera vez el latido de su bebé.
«Llegamos a la comunidad, donde la gestante no tiene ningún control, no tiene examen de laboratorio y nosotros damos la atención, el primer control. Traemos las tarjetas, traemos medicina, en este caso, a las 14 semanas corresponde el ácido fólico y después de las 14 semanas sulfato, y después de las 20 el calcio», explica.
La típica casa de tablones de madera construida en altura por cuyas rendijas se pueden ver las gallinas picotear acogió el potente sonido del latido del bebé y numerosos consejos de Guerra sobre nutrición en el embarazo.
En paralelo, en un pequeño patio rodeado de vegetación, Villalobos conversa con Lía, una niña de cinco años que va a recibir la vacuna de neumococo y la de refuerzo DPT, una mezcla que inmuniza contra la difteria, Bordetella pertussis y el tétanos.
Después de un breve llanto que consuela su madre, la enfermera rellena su cartilla de vacunación, al día gracias a estas brigadas.
«Cuando una brigada llega a una comunidad, dentro de los servicios que hace, está la inmunización, algo que desde Unicef nos importa bastante. Estamos muy pendientes de las vacunaciones, pero también es importante realizar los controles de crecimiento y desarrollo, donde se tiene que pesar y tallar al niño», cuenta Albrecht.
Añade que estos controles que realizan las enfermeras en las visitas son clave para asegurarse de que el niño está creciendo de la manera adecuada de acuerdo a su edad y verificar si padece desnutrición o está en riesgo de hacerlo, y si es así se administra los suplementos y medicación correspondiente.
Unicef y Adra, socio implementador de la organización, señalan que muchas comunidades como esta, de unas 200 personas, carecen de servicios de salud, y para que los padres y madres realicen los controles de vacunas o prenatales, tienen que recorrer en bote largas distancias que suponen un coste para familias con pocas posibilidades económicas.
Esto provoca que haya muchos niños cuyo esquema de vacunación está incompleto, menores con enfermedades sin diagnosticar y sin tratar y, en último término, casos de mortalidad materna que se podrían haber evitado con atención médica.
Y «La sanadora», que comenzó a zarpar las aguas en febrero de 2024 ya ha generado un impacto tan positivo que gracias al proyecto se ha multiplicado y son cuatro las que seguirán acercando salud a los niños de la Amazonía peruana.
26 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia