abr
5
Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha desarrollado unos micromateriales compuestos únicamente de proteínas que son capaces de liberar, de forma prolongada, nanopartículas que destruyen selectivamente células cancerosas específicas.
Según ha informado la universidad, que ha colaborado con el Instituto de Investigación Sant Pau y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), los micromateriales han sido probados con éxito en ratones modelo de cáncer colorrectal.
Estos nuevos materiales, que imitan a los gránulos secretores naturales del sistema endocrino encargado de liberar hormonas, implican la coordinación del zinc iónico con dominios ricos en histidina, un aminoácido esencial para los seres vivos y, por tanto, no tóxico.
El equipo de investigación ha analizado la estructura molecular de estos materiales y la dinámica del proceso de secreción tanto in vitro como en animales. En un modelo animal de cáncer colorrectal CXCR4+, el sistema ha mostrado un alto rendimiento después de la administración subcutánea y se ha observado cómo las nanopartículas de proteína liberadas se acumulan en los tejidos tumorales de
los ratones.
Esta acumulación es más eficaz que cuando la proteína se administra en el torrente sanguíneo, lo que ofrece una forma nueva de garantizar altos niveles locales de fármaco y una mejor eficacia clínica, evitando regímenes de administración intravenosa repetida’, ha explicado Antonio Villaverde, microbiólogo de la UAB adscrito al CIBER-BBN.
Villaverde ha agregado que, en el contexto clínico, el uso de estos materiales en el tratamiento del cáncer colorrectal debería mejorar ‘en gran medida’ la eficacia del fármaco y el confort del paciente, al tiempo que minimizaría los efectos secundarios no deseados.
En la investigación, encabezada por la investigadora de la UAB Julieta M. Sánchez, han participado expertos del Departamento de Genética y Microbiología de la UAB, del Instituto de Biomedicina y de Biotecnología de la UAB (IBB-UAB), así como del equipo de Oncogénesis y Fármacos Antitumorales liderado por el profesor Ramón Mangues, del Instituto de Investigación Sant Pau.
Barcelona,05 abril 2024|Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
mar
25
Utilizando datos de ratones y humanos, un equipo de investigación de Johns Hopkins Medicine (Estados Unidos) ha descubierto que una proteína de la superficie celular que detecta olores y sustancias químicas puede ser responsable (y ayudar a explicar) las diferencias sexuales en la presión arterial de los mamíferos. La conexión inusual entre dichos receptores de proteínas y las diferencias sexuales en la presión arterial, recogida en una publicado en ‘Science Advances’, puede conducir a una mejor comprensión de las diferencias conocidas desde hace mucho tiempo en la presión arterial entre mujeres y hombres. Read more
ene
30
En experimentos con ratas, investigadores de la Universidad de São Paulo, en Brasil, observaron alteraciones en genes relacionados con el metabolismo energético en el tejido cerebral.
El estrés excesivo durante la adolescencia puede causar alteraciones en el perfil de los genes que se expresan en el cerebro, especialmente de aquellos relacionados con las funciones bioenergéticas. Tales cambios tienen efectos sobre el proceso de respiración celular, y esto estaría asociado con problemas conductuales y trastornos psiquiátricos en la edad adulta. Esta conclusión surge de un estudio con ratas realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto, de la Universidad de São Paulo (FMRP-USP), en Brasil. Y los resultados del mismo salieron publicados en la revista Translational Psychiatry.
No es novedad que la adolescencia lleva la impronta de una serie de cambios en el cuerpo y en la conducta. Durante ese período de la vida, el cerebro pasa por alteraciones estructurales y funcionales moldeadas por factores tanto neurobiológicos como sociales. “En efecto, al igual que sucede en los humanos, los cerebros de las ratas adolescentes son extremadamente plásticos, y esa plasticidad se observa tanto a nivel molecular como en el ámbito conductual. Los cambios en los perfiles de expresión de genes específicos en diferentes áreas del cerebro generan alteraciones de conectividad celular, lo que se amplifica sistémicamente y deriva en alteraciones de conducta persistentes en la edad adulta, que están correlacionadas con trastornos psiquiátricos”, explica Thamyris Santos-Silva, por entonces doctoranda en farmacología en la FMRP-USP y autora principal del trabajo.
La adolescencia constituye un período crítico para la plasticidad cerebral dependiente de las conductas sociales”, añade Felipe Villela Gomes, docente del Departamento de Farmacología de la FMRP-USP y coordinador del estudio. “Durante esa etapa, aumenta la susceptibilidad a los factores socioambientales adversos, tales como traumas, insultos y malos tratos, y las experiencias sociales pueden tener influjo sobre la vulnerabilidad y la resiliencia al estrés.”
La corteza prefrontal es un área cerebral extremadamente susceptible a la acción de estresores durante la adolescencia. Y es aquella que, al madurar, hace posible tener un mayor control cognitivo sobre las emociones, tal como puede observarse en la edad adulta. En las ratas estresadas durante la adolescencia, esa área exhibió menores niveles de expresión de genes claves en la función respiratoria de las mitocondrias. Estos orgánulos son los principales productores de la energía química destinada al funcionamiento de las neuronas, las células fundamentales del cerebro. Esto refuerza la participación de las mitocondrias como reguladoras de conductas sociales, entre ellas la respuesta al estrés.
En la referida investigación, apoyada por la FAPESP, se analizaron durante una primera etapa las consecuencias conductuales del estrés –sobre la ansiedad, la sociabilidad y la cognición– en ratas al final de la adolescencia. Para ello se expuso a los animales a un protocolo de estrés durante diez días consecutivos, coincidentes con un intenso período de plasticidad cerebral. Posteriormente, se los sometió a evaluaciones específicas, que mostraron perjuicios significativos en todos los test conductuales. “Observamos que durante esa fase de la vida los animales estresados exhibían de manera más acentuada un perfil conductual deteriorado, con ansiedad y mengua de la sociabilidad y de la función cognitiva”, comenta Villela Gomes.
Para analizar si estas variaciones se reflejaban también en la expresión génica, se enviaron muestras de ARN al Laboratorio de Genética del Comportamiento del Brain Mind Institute, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), liderado por la profesora e investigadora Carmen Sandi. Allí se realizó la secuenciación de ARN mensajero, que refleja el perfil de los genes expresados en los cerebros analizados. Los datos se examinaron con herramientas de bioinformática, una etapa financiada por el Programa PrInt USP/Capes, el Programa Institucional de Internacionalización mantenido en conjunto por la USP y la Capes (la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior, la agencia científica de fomento del Ministerio de Educación de Brasil).
Este análisis mostró alteraciones en los genes de la corteza prefrontal de los animales estresados: entre los diez principales genes afectados, varios aparecieron asociados con vías relacionadas con el estrés oxidativo y con la función mitocondrial, un componente celular fundamental para la producción de la energía destinada cerebro”, dice Villela Gomes. El trabajo comprendió también un análisis tendiente a evaluar el consumo de oxígeno mitocondrial en el cerebro de esos animales, que también apareció perjudicado por el estrés.
“Por ende, contamos ahora con diversas evidencias que señalan la importancia de la función mitocondrial en ese perfil de comportamiento”, afirma Villela Gomes.
Ver artículo completo: Santos Silva T, Hazar Ulgen D, Baeta Lopes CB, Guimarães FS, Alberici LC, Gomes FV. Transcriptomic analysis reveals mitochondrial pathways associated with distinct adolescent behavioral phenotypes and stress response. Translational Psychi[Internet]. 2023. [citado 29 ene 2024]. Disponible en: https://www.nature.com/articles/s41398-023-02648-3
29 enero 2024| Fuente: Dicyt.com| Tomado de| Noticias| Salud Brasil
sep
23
Se ha descubierto que las ratas marrones encontradas y analizadas cerca de Atlanta ahora portan el gusano pulmonar de rata, informan los investigadores.
Es un parásito que puede desencadenar una peligrosa encefalitis tanto en personas como en mascotas, y que ahora amenaza una amplia área del sureste de EE.UU.
Investigadores en Georgia dicen que el microscópico gusano pulmonar de rata, conocido científicamente como Angiostrongylus cantonensis, típicamente comienza su ciclo de vida en caracoles nativos y exóticos; es probable que las ratas contraigan el parásito después de comer estos caracoles.
El A. cantonensis fue identificado por primera vez en Asia y durante muchos años no fue endémico de Estados Unidos.
Primero apareció en Hawái antes de ser detectado en Texas, Louisiana, Alabama y Florida, «probablemente introducido por ratas y gasterópodos [caracoles] infectados a través de rutas comerciales, como barcos mercantes», explicó un equipo dirigido por Nicole Gottdenker. Ella es profesora asociada de anatomía patológica en la Universidad de Georgia en Atenas.
Las ratas infectadas excretan el parásito en sus heces.
En raras ocasiones, las personas que entran accidentalmente en contacto con el A. cantonensis también pueden infectarse. El gusano es capaz de desencadenar una peligrosa inflamación del cerebro y de las membranas que lo recubren, las meninges, una afección llamada meningoencefalitis.
Preocupado de que el gusano pulmonar de rata pudiera haber continuado su propagación por el sureste, el equipo de Gottdenker recolectó muestras de tejido «de 33 ratas marrones salvajes encontradas muertas entre 2019 y 2022 en los terrenos de una instalación zoológica ubicada en Atlanta», informaron.
Aproximadamente una quinta parte de las ratas mostró signos de algún tipo de parásito en corazón, arterias pulmonares y tejido cerebral. En cuatro de las siete muestras, se identificó una cepa idéntica de A. cantonensis.
Todo esto sugiere que «el parásito zoonótico fue introducido y se ha establecido en una nueva área del sureste de Estados Unidos», concluyó el equipo de investigación.
Además, «debido a que el A. cantonensis fue identificado previamente en ratas en los estados vecinos de Florida y Alabama, es probable que las poblaciones de A. cantonensis estuvieran en Georgia mucho antes de 2019, cuando se identificó la primera rata positiva en Atlanta», añadieron los autores del estudio.
Además, se han identificado infecciones con el gusano en fauna silvestre cautiva en todo el sureste y en un canguro rojo de Mississippi, según el informe.
¿La causa de la reciente propagación? El cambio climático podría ser el responsable, creen los investigadores de Atlanta. La interferencia humana y los «cambios inducidos por el clima en las redes alimentarias locales» podrían estar introduciendo y favoreciendo a nuevas especies de caracoles que portan el parásito, sugirieron.
La propagación de A. cantonensis ahora representa «una posible amenaza para la salud de los humanos y de los animales domésticos, libres y cautivos», advirtió el equipo. Los médicos y veterinarios deben considerar la infección con el parásito como un posible diagnóstico para cualquier caso de meningoencefalitis, aconsejó el equipo de Gottdenker.
El informe fue publicado el 20 de septiembre en Emerging Infectious Diseases, una revista de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
Referencia
Gottdenker NL, Nascimento Ramos R, Hakimi H, McHale B, Rivera S, Miller B M, et al. Angiostrongylus cantonensis Infection in Brown Rats (Rattus norvegicus), Atlanta, Georgia, USA, 2019–2022. Emerging Infectious Diseases. 2023; 29(10), 2167-2170. https://doi.org/10.3201/eid2910.230706
21/09/2023
Fuente:( Health Day) Tomado de Enfermedades infecciosas Salud ambiental
sep
19
Aunque actualmente no existen curas para las enfermedades autoinmunes, los investigadores todavía están tratando de encontrar sus causas con la esperanza de desarrollar nuevos tratamientos.
Los investigadores desarrollaron recientemente un nuevo tipo de vacuna llamada “vacuna inversa” que mostró potencial para revertir completamente las enfermedades autoinmunes en ratones.
Los científicos pudieron hacer esto sin desactivar el resto del sistema inmunológico.
Investigadores de la Escuela Pritzker de Ingeniería Molecular de la Universidad de Chicago dicen que han desarrollado un nuevo tipo de vacuna llamada «vacuna inversa» a través de un modelo de ratón.
La nueva vacuna pudo revertir por completo enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la diabetes tipo 1 y la enfermedad de Crohn sin desactivar completamente el resto del sistema inmunológico de los ratones.
Se estima que 1 de cada 10 personas en todo el mundo tiene una enfermedad autoinmune, una afección en la que el sistema inmunológico ataca por error a células y tejidos sanos del cuerpo.
En general, actualmente no existen curas para las enfermedades autoinmunes. Los médicos utilizan una variedad de métodos, incluidos medicamentos, cirugía y cambios en el estilo de vida, para controlar los síntomas, a veces denominados «brotes».
Los investigadores aún desconocen las principales causas de las enfermedades autoinmunes. Sin embargo, sí saben que la genética, los factores ambientales y la exposición a ciertas infecciones virales pueden aumentar el riesgo de una persona.
Este estudio se publicó recientemente en la revista Nature Biomedical Engineering.
¿Cómo funciona una vacuna inversa?
Durante este estudio, los investigadores desarrollaron un nuevo tipo de vacuna llamada vacuna inversa.
Según el Dr. Jeffrey Hubbell, profesor de ingeniería de tejidos en la Escuela Pritzker de Ingeniería Molecular de la Universidad de Chicago y autor principal de este estudio, una vacuna regular induce la activación de las células inmunitarias para crear células que puedan matar células infectadas y generar anticuerpos. que pueden unirse y neutralizar virus que los infectarían.
«En cambio, una vacuna inversa puede debilitar dicha inmunidad», explicó Hubbell a Medical News Today.
«En una enfermedad autoinmune, buscamos vacunas inversas que puedan desactivar las células inmunes que han sido autorizadas erróneamente para atacar las propias células e incluso generar células que puedan actuar para reducir aún más la inmunidad, llamadas células T reguladoras», dijo. .
Mediante el uso de la vacuna inversa, los científicos pudieron hacer esto sin desactivar todo el sistema inmunológico del cuerpo.
«En la actualidad, las enfermedades autoinmunes se tratan de una manera que crea una supresión inmune inespecífica, en lugar de una modulación inmune específica de la enfermedad autoinmune», dijo Hubbell. «Claramente, es mejor tener un sistema inmunológico intacto y abordar las moléculas y células específicas que el cuerpo está atacando erróneamente».
«Además, esos enfoques inmunosupresores deben administrarse de forma crónica, mientras que un enfoque de vacuna tiene el potencial de ser duradero y, si la durabilidad es muy buena, incluso curativo», añadió.
Probando la vacuna inversa
Para este estudio, Hubbell y su equipo utilizaron un modelo de ratón de una enfermedad similar a la esclerosis múltiple llamada encefalomielitis autoinmune.
En ambas afecciones, el sistema inmunológico ataca por error a la mielina, que forma una funda protectora alrededor de los nervios del cuerpo, incluidos los de la médula espinal y el cerebro.
Cuando se administró la vacuna inversa, los científicos informaron que el sistema inmunológico dejó de atacar a la mielina. Esto permitió que los nervios comenzaran a funcionar correctamente y revirtió los síntomas de la enfermedad en los ratones.
«El cuerpo tiene una serie de mecanismos para prevenir la autoinmunidad», explicó Hubbell. “Uno de esos mecanismos previene las respuestas autoinmunes a nuestras propias células que envejecen y mueren. Estas células de la sangre son eliminadas por células especializadas del hígado y procesadas de una manera que induce y mantiene la tolerancia a esos restos de células moribundas”.
«En nuestro enfoque, hemos creado moléculas que parecen restos de células moribundas y contienen las proteínas que son atacadas en una enfermedad autoinmune particular», añadió. «Esto secuestra uno de los mecanismos que utiliza el cuerpo para mantener la tolerancia».
¿Qué es una enfermedad autoinmune?
Un sistema inmunológico sano protege al cuerpo de infecciones por virus y bacterias.
A veces, el sistema inmunológico está programado erróneamente para pensar que los tejidos o células sanos del cuerpo son organismos dañinos que necesita atacar. Esto es lo que causa una enfermedad autoinmune.
Existen más de 100 enfermedades autoinmunes. Algunos de los más conocidos son:
esclerosis múltiple, Diabetes tipo 1, artritis reumatoide, lupus, enfermedad celíaca, Enfermedad de Crohn, Tiroiditis de Hashimoto, Síndrome de Sjogren, Enfermedad inflamatoria intestinal, soriasis.
Las enfermedades autoinmunes son enfermedades crónicas. Cada uno tiene sus propios síntomas específicos, aunque la mayoría tiene algunos síntomas comunes como dolor, fatiga, debilidad muscular e inflamación o hinchazón en diferentes partes del cuerpo.
Aunque cada enfermedad autoinmune afecta a una persona de manera diferente, investigaciones anteriores muestran que las personas que tienen una enfermedad autoinmune tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, depresión, daño a órganos y cáncer.
Próximos pasos en la investigación de enfermedades autoinmunes
Cuando se le preguntó qué tan rápido podríamos ver una vacuna inversa para enfermedades autoinmunes disponible para que la usen los médicos, Hubbell dijo que ya se han iniciado las pruebas clínicas para ciertas afecciones.
«El enfoque general presentado en este artículo se encuentra actualmente en pruebas clínicas en la enfermedad celíaca y la esclerosis múltiple, y estamos muy emocionados de ver los resultados que surgirán de esos estudios», dijo. «En mi laboratorio, estamos explorando eso en enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la diabetes tipo 1, el asma alérgica y la alergia alimentaria, así como en la prevención de la inmunidad a los medicamentos utilizados para tratar enfermedades congénitas, que a menudo son inmunogénicas».
Medical News Today también habló con la Dra. Barbara Giesser, neuróloga y especialista en esclerosis múltiple del Pacific Neuroscience Institute del Providence Saint John’s Health Center en California, sobre este estudio.
«Este es un estudio de prueba de concepto en un modelo animal de enfermedad desmielinizante», explicó. “Sugiere que, en lugar de suprimir el sistema inmunológico, el daño a los nervios en la EM podría prevenirse ‘desensibilizando’ ciertas células inmunes a una proteína de mielina. Esto puede tener la ventaja de no aumentar la susceptibilidad a la infección, lo cual es un problema con algunas de las terapias modificadoras de enfermedades más inmunosupresoras que se utilizan actualmente”.
«Este es un estudio preliminar en un modelo de ratón y se necesitan ensayos en humanos para determinar si este enfoque es seguro y eficaz en las personas».
— Dra. Bárbara Giesser
Referencia
Tremain AC, Wallace RP, Lorentz KM, Thornley TB, Antane J, Raczy MR, et al. Synthetically glycosylated antigens for the antigen-specific suppression of established immune responses. Nat Biomed Eng. 2023; 1142–1155. https://doi.org/10.1038/s41551-023-01086-2
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37679570/
17/09/2023
Fuente: (Medical News Today)
sep
11
Tras la administración de fitoesteroles (compuestos vegetales) lograron revertir la hipoacusia inducida en ratones, un estudio publicado en ‘PLOS Biology’.
Hasta el momento no existen drogas capaces de mejorar la pérdida de la audición, pero un estudio reciente, liderado por especialistas del CONICET y publicado en la revista PLOS Biology, demuestra que una estrategia fármaco-terapéutica basada en fitoesteroles, compuestos abundantes en semillas de oleaginosas y cereales, podría servir para prevenir esa dolencia que hasta ahora es tratada con el uso de audífonos.
“Los resultados de nuestro trabajo son muy prometedores ya que demuestran que la administración de fitoesteroles podría ser una estrategia práctica para combatir la pérdida de audición”, indica María Eugenia Gómez-Casati, investigadora del CONICET en el Laboratorio de Fisiología Auditiva del Instituto de Farmacología en la Facultad de Medicina de la UBA.
La hipoacusia por envejecimiento es una de las causas más comunes de pérdida de audición en adultos. “Debido a que trabajos previos de nuestro laboratorio han demostrado que el colesterol en el sistema nervioso central disminuye con la edad, nos planteamos la hipótesis de que una reducción en el colesterol en el oído interno podría estar entre las múltiples causas de pérdida de la audición por envejecimiento”, explica Mauricio Martín, investigador del CONICET en el Laboratorio de Neurobiología del Instituto de Investigaciones Médicas Mercedes y Martín Ferreyra (INIMEC, CONICET-UNC).
El equipo de investigación utilizó ratones cuyo sistema auditivo es anatómicamente y funcionalmente muy similar al de los humanos y comprobaron que la pérdida de audición por envejecimiento está asociada a una disminución del colesterol en el oído interno tras medir en ratones jóvenes y viejos la cantidad de CYP46A1, la enzima encargada de degradar el colesterol. “Encontramos un aumento en la expresión de CYP46A1 en los oídos de los ratones viejos comparados con los más jóvenes y, consecuentemente, una reducción en el contenido de colesterol en las células sensoriales del oído interno”, señala Martín.
Posteriormente, estudiaron la relación causa-efecto induciendo la pérdida de audición en ratones jóvenes mediante el uso de efavirenz, un fármaco anti-retroviral utilizado en pacientes con VIH/SIDA, que es capaz de activar a la enzima CYP46A1. “Observamos que en los ratones tratados con esta droga hay una disminución de los niveles de colesterol en las células ciliadas de la cóclea y por lo tanto una pérdida de la audición, lo que reproduciría el efecto del envejecimiento”, agrega Gómez-Casati.
Después, el equipo de investigación analizó si los fitoesteroles, compuestos vegetales que tienen una estructura similar al colesterol, podían contrarrestar el efecto del fármaco causante de pérdida de audición en los ratones.
“Observamos que una dieta rica en fitoesteroles pudo revertir parcialmente la pérdida de la audición inducida por el tratamiento con efavirenz”, destacó Alejandro Sodero, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biomédicas, Pontificia Universidad Católica Argentina (BIOMED, CONICET-UCA).
El reciente estudio se realizó en modelos animales cuya pérdida de audición se indujo con la droga efavirenz. “Todavía queda pendiente demostrar los efectos terapéuticos de los fitoesteroles en ratones con pérdida de audición espontánea asociada a edad avanzada, y de verificarse, el siguiente paso sería realizar ensayos clínicos en individuos sanos e hipoacúsicos para demostrar si el tratamiento con fitoesteroles resulta eficaz”, subraya Valeria Castagna, becaria doctoral del CONICET y coautora del trabajo junto con Sodero.
Por otra parte, dado que hay muchos reportes de pérdida de la audición en pacientes con VIH/SIDA tratados con cocteles de drogas que contienen efavirenz, Gómez-Casati destaca “la relevancia de investigar si el tratamiento con fitoesteroles podría ser beneficioso en esos casos”.
Del trabajo participaron Valeria Castagna, becaria doctoral del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular Dr. Héctor N. Torres (INGEBI-CONICET) e Instituto de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UBA; Alejandro Sodero, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (BIOMED, CONICET-UCA); María A. Paulazo y Sara Gonzalez-Rodulfo, también del BIOMED; Mauricio Martin y Setiembre Elorza, del Instituto de Investigaciones Médicas Mercedes y Martín Ferreyra (INIMEC, CONICET-UNC); y Jimena Ballestero y María Eugenia Gómez-Casati, investigadoras del CONICET en el Laboratorio de Fisiología de la Audición del Instituto de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UBA.
Referencia:
Sodero AO, Castagna VC, Elorza SD, Gonzalez-Rodulfo SM, Paulazo MA, Ballestero JA, et al. Phytosterols reverse antiretroviral-induced hearing loss, with potential implications for cochlear aging. PLOS Biology. 2023; 21(8): e3002257. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3002257
Fuente: Dicyt Tomado- Salud © 2023 Fundación 3CIN