feb
26
La investigación con células mesenquimales del estroma (MSC) está cobrando cada vez más importancia y los estudios más recientes demuestran que aumentando la dosis de las inyecciones locales mejoran los resultados, según ha quedado de manifiesto durante el X Congreso de la Organización Europea de Crohn y Colitis (ECCO), que se celebra estos días en Barcelona. Read more
feb
17
La bacteria Clostridium difficile es una vieja conocida que ha pasado inadvertida durante mucho tiempo y que ahora empieza a mostrarse en toda su magnitud.
Aunque se sabía de su potencial infeccioso, se sospechaba de ella en pocos casos. El resultado: quedaban sin diagnosticar dos tercios de todos los casos. Cada vez más clínicos solicitan su determinación en heces diarreicas.
Esta fue la principal conclusión del primer trabajo del Grupo Español de Estudio de la Infección por Clostridium difficile, cuyo coordinador es Emilio Bouza. Esta y presentado en la Fundación Ramón Areces, en Madrid, los resultados del segundo y el tercer estudios nacionales, realizados en 2013.
En los cinco años transcurridos desde el primero, los casos de infección no detectados se han reducido a un tercio.
En cada uno de los estudios se recogieron muestras de todas las heces diarreicas que llegaron a los laboratorios de 100 hospitales españoles en un día y se enviaron al Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, cuyo servicio de Microbiología y Enfermedades Infecciosas dirige Bouza. «Buscamos C. difficile con nuestras mejores herramientas y determinamos cuánta gente sólo fue diagnosticada por el procedimiento que nosotros hicimos», explica el especialista.
El desconocimiento del tiempo de incubación de este agente infeccioso dificulta la diferenciación entre los casos nosocomiales y los que la adquieren fuera del hospital.
La causa fundamental del gran infradiagnóstico que se constató en el trabajo de 2008 al comparar los resultados de cada hospital con los del Gregorio Marañón es que los clínicos «no habían pedido que se buscase esa bacteria en los pacientes con diarrea; no habían sospechado su presencia».
Una parte más pequeña de la responsabilidad cabe atribuirla a que «el método de búsqueda no era el ideal».
Los investigadores se preguntaron entonces si el infradiagnóstico era similar en Europa y comprobaron que nadie había llevado a cabo un estudio de estas características en el continente.
Por eso, la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas copió el modelo del grupo español y realizó el estudio Euclid. Este análisis demuestra, según Bouza, «que a lo largo y ancho de la geografía europea pasa lo mismo: con cierta frecuencia, la diarrea por C. difficile pasa inadvertida».
En todo caso, el experto se queda con la notable mejora registrada entre 2008 y 2013: «Más clínicos sospechan la presencia de la bacteria y hay mejores técnicas microbiológicas. Hemos tratado de cambiar las cosas y hemos podido medir si ha funcionado». Entre otras actuaciones, se han elaborado trípticos de alerta de la enfermedad y se están desarrollando unas guías nacionales. En estos momentos se están ultimando los preparativos del cuarto estudio nacional.
Bouza expone una de las principales enseñanzas que se puede extraer: «Los servicios de microbiología no deberían esperar a que un clínico solicite la detección de esta bacteria, sino que se debe buscar sistemáticamente cuando llegan heces diarreicas a un hospital».
Para esa detección existen diferentes herramientas, con diversos costes y grados de eficacia. El grupo del Gregorio Marañón propone un algoritmo para que el diagnóstico «sea lo más eficiente al mínimo precio». Se trata de «buscar una primera detección por un procedimiento combinado, que tiene una sensibilidad de más de un 90 % , y luego tener una placa de cultivo para aislar bacterias que, estando en menor cantidad, pueden no haber dado una detección de toxina positiva. Es lo que llamamos segunda ronda.
Clostridium difficile tiene una incidencia en España de entre ocho y diez episodios por cada 10 mil días de estancia hospitalaria. Bouza reconoce que esta forma de contabilizar su impacto no tiene en cuenta los casos que se producen en la comunidad, más difíciles de medir. «Un problema con esta bacteria es que no sabemos el tiempo de incubación. Por lo tanto, si un señor se va del hospital y tiene una diarrea por Clostridium difficile a los 15 días, ¿es comunitaria o es hospitalaria?».
Esta cuestión está muy relacionada con los factores de riesgo. «Los clásicos están muy claros -apunta el especialista-: edad avanzada, recibir antibióticos, tener enfermedades de base, estar hospitalizado en una habitación donde previamente hubo un paciente con este mismo problema…». Sin embargo, «si uno se ciñe a ese retrato y busca la entidad sólo en esas circunstancias, se pierden un tercio de los casos».
Fuera del retrato robot convencional quedarían quienes no adquieren la bacteria en el hospital, tienen una media de 40 años en vez de 65 años y no están en tratamiento con antibióticos o no recuerdan haberlos tomado en los dos meses previos.
Clostridium difficile tiene una mortalidad de entre el 1 y el 5 % de los casos. Algunas de sus cepas son más virulentas que otras. Bouza señala que últimamente se está introduciendo en España una de las más toxigénicas, la 027.
Febrero 16 /2015 (Diario Médico)
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La inducción del factor de transcripción de la proteína KLF2 en el hígado mejora de forma significativa la cirrosis hepática y la hipertensión portal, según se desprende de los resultados de un estudio encabezado por Jordi Gracia Sancho, investigador Ramón y Cajal del grupo de Hemodinámica hepática e hipertensión portal, que dirige Jaume Bosch en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), en Barcelona.
El trabajo, que ha publicado la revista «Gut», con Giusi Marrone y Raquel Maeso Díaz, del Idibaps, como primeros autores, se ha realizado en colaboración con científicos de la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Massachusetts y del Hospital Brigham and Women, en Boston, ambos en Estados Unidos.
Los investigadores analizaron los efectos y los mecanismos moleculares que resultan de la inducción del KLF2 hepático mediante el uso de estatinas o de adenovirus y pudieron comprobar que la sobreexpresión de este factor de transcripción puede llegar a conseguir la disminución de la fibra hepática hasta en un 41 %.
Este efecto se debe, en gran parte, a la mejora en el fenotipo de las células hepáticas estrelladas, uno de los tipos celulares que forman el sinusoide hepático y que son responsables de la producción de fibra y del aumento de la resistencia vascular intrahepática, lo que consigue que vuelvan a su estado normal. Además, KLF2 también mejora el fenotipo de las células endoteliales sinusoidales del hígado, según han detallado los investigadores.
Un estudio previo de este mismo grupo de trabajo catalán ya había evidenciado que el factor de transcripción KLF2 estaba sobreexpresado durante la progresión de la cirrosis y que podía actuar como mecanismo de defensa en respuesta al daño que produce esta enfermedad en el hígado. Aun así, su efecto protector no era suficiente para frenar la disfunción vascular que la caracteriza.
El análisis se ha llevado a cabo tanto en modelos «In vivo» de cirrosis, como «In vitro». Entre estos modelos «In vitro», cabe destacar un nuevo sistema desarrollado por el mismo equipo en colaboración con otros investigadores del Idibaps y del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (CSIC): un biorreactor que simula el sinusoide hepático y permite el estudio de todos los tipos celulares que lo conforman de una forma más cercana a la realidad de la microcirculación hepática.
Próximos pasos
Para Gracia, los resultados obtenidos demuestran que la inducción específica de KLF2 puede representar una forma fácil y muy eficaz de promover la regresión de la cirrosis hepática, mejorando la hipertensión portal y las complicaciones clínicas asociadas. Es por ello que este mismo grupo, junto con el equipo de la Universidad de Harvard, está investigando qué otras sustancias, aparte de las estatinas, pueden tener este mismo efecto, o mayor, en cuanto a especificidad e intensidad.
enero 18/2015 (Diario Médico) http://bioquimica-clinica.diariomedico.com/2015/01/15/area-cientifica/especialidades/bioquimica-clinica/inducir-factor-klf2-higado-frena-cirrosis
http://gut.bmj.com/content/early/2014/12/09/gutjnl-2014-308338.abstract?sid=0bc94112-7eb9-4bf9-a1ee-77252faf02a2
Statins, Rho GTPases and KLF2: new mechanistic insight into liver fibrosis and portal hypertension
http://gut.bmj.com/content/early/2015/01/16/gutjnl-2014-308800.extract?sid=0bc94112-7eb9-4bf9-a1ee-77252faf02a2
dic
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Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) demuestra que existen grandes alteraciones en la flora intestinal de niños prematuros por la administración de antibióticos a la madre durante el parto. Los problemas en la microbiota del niño pueden tener consecuencias en el sistema inmune. Read more
nov
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Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, en colaboración con investigadores de Italia y Países Bajos han demostrado que los ácidos biliares activan un receptor poco conocido para superar la pérdida de la sensibilidad a la insulina, lo que constituye la base para una nueva clase de fármacos contra la diabetes tipo 2, según informan en un artículo en Journal of Clinical Investigation.(doi:10.1172/JCI76289.) Read more
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Una nueva vacuna contra la hepatitis C ha dado resultados prometedores en la prueba clínica inicial realizada en la Universidad de Oxford, Reino Unido, y ha generado respuestas inmunes fuertes y amplias, se indicó en los resultados publicados en la revista «Science Transitional Medicine». Read more